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jueves, 22 de enero de 2015

Otros retos de la negociación entre Cuba y Estados Unidos.


Esteban Morales.
UNEAC.

El logro más grande de Cuba, hasta ahora, es que ha  conseguido  traer a Estados Unidos  a la mesa de negociaciones. Pero no es posible soslayar, que  este ha aceptado, sobre la base de que ello le permitirá  tomar un camino más efectivo para  cumplir  los mismos objetivos estratégicos que tiene con Cuba.
Por eso Obama ha dicho que negociara con Cuba para que esta  adecue su sistema político a las leyes internacionales. Para que la sociedad civil cubana rompa sus vínculos con el estado y  para traer a Cuba hacia el régimen político que conviene a Estados Unidos.

Si nos olvidamos de eso, nos estamos ilusionando, con que desde ahora en lo adelante todo será más fácil; cuando en realidad, todo va a ser mas difícil.
¿A qué se refiere Obama cuando dice eso? Habría  que  desglosar muy bien tal  afirmación. Para terminar de entender que querría decir Obama.

Acaso:
1-      ¿Esto quiere decir  que Obama está en condiciones de  exigir que Cuba  adecue su sistema político a los parámetros internacionales?
2-      ¿Es  Estados Unidos un modelo de respeto en  las relaciones internacionales?
3-      ¿Es Estados Unidos un modelo  en el  respeto de la democracia y los derechos humanos?
4-      ¿Tiene moral Estados Unidos para mantener a Cuba en la lista de países terroristas?

No es difícil percatarnos de que Estados Unidos considera como universales los valores de su sistema político y hace denodados esfuerzos, muchas veces  muy poco pacíficos, por aplicarles esos valores a los demás.
Sin dudas el “encontronazo” con Cuba  será grande. Porque Estados Unidos no es ningún modelo de nada y además, sus aliados no pocas veces han sido las peores dictaduras en el mundo;  como en América Latina, creadas  casi  siempre  por el propio Estados Unidos. Además, Estados Unidos,  mantiene estrechas  relaciones con regímenes, que como el de Arabia Saudita, no es ninguna democracia, no tiene sociedad civil, ni respeta los derechos humanos.

Cuba no considera a su régimen político como perfecto. Sabe que hay múltiples asuntos a superar en el ejercicio de su democracia;  que puede mejorar en términos de los derechos humanos  y en el respeto a las libertades individuales.
Pero todo eso forma parte de su marco de soberanía  y lo que haga en ese campo no depende de una negociación con Estados Unidos, sino de un proceso interno, soberano en el que Estados Unidos no  se puede inmiscuir.
La otra arista de la negociación en este campo, sería si Estados Unidos  está en disposición de poner sobre la mesa de negociaciones  sus asuntos de democracia, derechos humanos y libertades individuales. Si la negociación pudieran ser para intercambiar fraternalmente y  trabajar por  mejorarnos mutuamente. Lo cual si yo pienso que  podría ser   aceptable para ambas partes, si se lleva a cabo con sinceridad y sin prepotencia ni mesianismo.
Pero si Estados Unidos a lo que viene es a  imponerle reglas a Cuba, en términos de democracia, derechos humanos y libertades individuales,  puede tomar el camino de regreso.
 Creo que se trata de una “sutileza política”,  que bien manejada dentro de  las negociaciones, podría generar resultados positivos.
Pero se trata de un campo potencial de la  negociación en el que ya Estados Unidos parece entro, porque la  Sra. Jacobson se va a reunir con la llamada disidencia. Veamos cual será su enfoque y  hasta donde el gobierno cubano está en disposición de aceptarle  ese “laborantismo”.Por lo pronto la Sra.  Jacobson debe haber sido autorizada por el gobierno cubano para hacer esa reunión en Cuba.
Se trata  sin dudas, del aspecto más complejo de la negociación entre ambos países. Donde Cuba tiene que estar muy atenta a los límites  que deberá exigir sean respetados para no afectar su soberanía. Campo que podría comprometer el resto de las negociaciones. Porque  está demostrado que hacerle ciertas concesiones a Estados Unidos en ese campo, resulta en sumo peligroso para
nuestra seguridad nacional. Y no podemos olvidar que nuestra seguridad nacional está en la proa de un pequeño bote de pesca;  mientras que la de Estados Unidos viene en la proa de un portaviones.
De todos modos, no existe la negociación sin la  concesión   y ambos países deben estar dispuestos a ello. Se trata de un “toma y daca”, donde cada uno debe hallar como satisfacer sus intereses, perjudicando lo menos posible los intereses del adversario.
En cuanto a los demás aspectos de la agenda, ambos países pueden llegar a acuerdos con relativamente más facilidad. Hasta arribar a los aspectos de colaboración mutua,   en el campo de le economía, las finanzas, inversiones, comercio,   tecnología, educación, ciencia, regímenes  de propiedad, compensación, medio ambiente, interdicción del  narcotráfico, migración, régimen
geográfico, pesca, transporte, turismo, intercambio Pueblo a Pueblo, reglamentaciones diplomáticas, colaboración entre los gobiernos, etc. que puedenresultar menos difíciles. Si ellos son negociados
Bilateralmente sin  imposiciones  y  bajo los principios del  mutuo beneficio.
No obstante, la voluntad política de ambas partes, por llegar a acuerdos, desempeña un papel  fundamental, sobre todo si siempre primara el principio de hacer todo en términos  de buscar siempre la paz, la mutua y sincera comprensión de lograr para ambos pueblos lo mejor, con la firme visión de lo que se perdería para todos, si ambos países no son capaces de entender lo que no podría lograrse
 de volver atrás.
Hay que tomar en consideración,  que aunque los pasos dados  por ambos países van ganando en popularidad   y aceptación, el enemigo de los cambios está al acecho para en cualquier momento frustrar el proceso esperado crecientemente por muchos,  por más de 50 años.
Existe demasiado  desconfianza acumulada, prejuicios, odio incluso, enemistad, temor, espíritu vengativo, vidas perdidas, heridas, dolor, que debieran convertirse en fuerzas para allanar el camino de la comprensión mutua y no para dificultarlo.

Enero 18 del 2014.

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