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jueves, 28 de enero de 2016

Guerra avisada...



 Esteban Morales Domìnguez
 UNEAC 

Existe un viejo refrán que dice, “guerra avisada no mata soldado”.

Hace mucho tiempo que el presidente Obama sabe que existe un grupo de congresistas de derecha, que quiere darle marcha atrás  a su actual agenda de política hacia Cuba. 
Ahora se aprueba por la Cámara de Representantes, un proyecto de ley, que obstaculizaría varias medidas en la agenda de Obama  para Cuba por el cual no habría dinero para abrir las embajadas, lo cual es prioritario para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba. 

También ese proyecto obstaculizaría totalmente los viajes, por lo que la ampliación que ya está teniendo lugar, junto al proyecto del ferry, devendrían en sueños irrealizables, así como también toda la estrategia política del presidente de aplicar un ·poder blando”, para  hacer el “cambio de régimen” en  Cuba, se iría al piso y la posibilidad de eliminar el bloqueo se alejaría, casi hasta perderse, por lo que no valdría la pena continuar las negociaciones. 

Las intenciones de comercio que parecen estarse abriendo paso se eliminarían, dando lugar a un nuevo a un reforzamiento del bloqueo, por medio de los mismos mecanismos utilizados hasta ahora y en síntesis, todo el ambiente de cambio y de potencial  avance en las relaciones que hoy se respira,  desaparecerían  para dar lugar nuevamente a un ambiente de tensión entre ambos países. 
Por lo pronto  las últimas noticias que vienen del congreso, afectan seriamente  el ambiente de irreversibilidad de los cambios que hasta ahora se respira y aunque no creo posible que un futuro presidente republicano pudiera dar marcha atrás de manera total  al proceso de cambio en las relaciones entre ambos países, de todos modos,   este  pudiera quedar seriamente afectado. 
Pero, no tenemos por qué adelantarnos a  los acontecimientos. 

Pues aun las medidas aprobadas por la Cámara, deben pasar por la aprobación del Senado, donde existe un proyecto de ley de signo contrario, que facilitaría el comercio, el intercambio y los viajes de manera total, el  que cuenta con 37 promotores. 
Además, al presidente Obama, no le representaría ningún costo político, ni para el candidato de su partido, ni para el mismo, aplicar el veto a cualquier legislación que pretendiese afectar su  estrategia de política. 

La actual política de Obama hacia Cuba le ha ganado demasiada popularidad, lo que le permitiría  aplicar el veto que ya anuncio sin preocupación alguna.  

No considero tampoco que la aprobación de la Cámara, signifique  ninguna presión sobre Cuba. Se trata de una pelea interna, que no representa para nada una variación  en la política de “cambio de régimen”, que está detrás de las medidas que Obama sigue ahora con Cuba. Seria Obama el que principalmente sufriría las consecuencias; en primer lugar, por no ser capaz de hacer comprender  la derecha republicana, que su actual estrategia con Cuba, no significa eliminar el objetivo de subvertir el proceso revolucionario  en la Isla. 

Solo que los republicanos no quieren siquiera dar a Cuba la oportunidad de jugar  una política, dentro de la cual tendrían  que obrar con mucha inteligencia,  para de todos modos  no ser tragada por estados Unidos. Los republicanos prefieren la “Vía Rápida”, lo que los lleva a defender el “statu quo”, que Obama ha reconocido que hay que cambiar. Precisamente esto último, es lo que pone en desventaja a los republicanos, frente a la política más inteligente que Obama desea seguir con Cuba. 

No me parece que esta batalla librada por los que  continúan prefiriendo la vieja política hacia Cuba la vayan a ganar las fuerzas de la derecha. Existen un conjunto de factores que contradicen esa posibilidad. Entre ellos:
  • Obama no se va a dejar arrebatar la iniciativa en la política hacia Cuba, siendo ésta, prácticamente su único logro en política exterior.  
  • La política seguida por  Obama con Cuba disfruta de popularidad interna y externa. 
  • Suponiendo que el Senado también aprobara  el proyecto de la derecha, Obama no tiene dificultad alguna para  aplicar el veto. 
  • El proyecto tendría aun que vérselas con el que está en el Senado, que se le opone. 
  • Es posible esperar una reacción de los que se verían perjudicados con el proyecto de la derecha. Entre ellos potenciales inversionistas, interesados en el comercio con Cuba y agricultores. En general un nutrido público que desea el cambio de política hacia Cuba. 
  • Un proyecto de ley como el que pretende pasar la derecha,  no sería   positivo para un candidato republicano. 
Ya se ha avanzado bastante y  el proyecto de política de Obama tiene muchos adeptos, para que un intento como este de ahora, logre revertirlo. Los cubanos también  lo preferimos,  pues aunque peligrosa, es la única variante de  política aceptable,  para no perder la oportunidad y luchar por cambiar la situación, que ha ahogado a Cuba por más de cincuenta años.
Esperemos a ver  qué ocurre definitivamente. Pero no le auguro buenos resultados a la derecha.

La Habana, Junio 12 del 2015



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