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martes, 28 de abril de 2020

UN MUNDO COMPLICADO: pero posible de superar.

Autor: Esteban Morales Domínguez

1870.Nacimiento De V.I Lenin
Vivimos momentos, que tal vez sean meses, quizás por el resto del año, en que se nos están juntando asuntos de final de temporada, o tal vez de comienzos de fin de mundo. En realidad, creo que nunca habían coincidido tantas desgracias juntas.
Religiosos dirían que se trata del Armagedón, el juicio final, o que el mundo se está acabando. Yo en realidad, no soy tan pesimista y más bien diría, que debemos prepararnos para librar las batallas que sean necesarias. Porque eso de morir tranquilo, no hace juego con mi naturaleza de batallador incansable.
Son varios los asuntos que enfrentamos.
Entre ellos:
  1. La política de Donald Trump mantiene al mundo en los bordes de una conflagración mundial. Con sus intentos de recuperar a toda costa, la hegemonía mundial ya perdida y en medio del proceso electoral, buscando un “chivo expiatorio” que le permita hacerse el tipo duro.
Desde los primeros meses de su gobierno ya Trump estaba librando una inquietante guerra contra la ciencia y la verdad, haciendo preocupante su asalto a las leyes ambientales y laborales, la imprudente destrucción de los organismos consultivos, recortes presupuestarios a la investigación científica, ataque a la producción de vacunas, al sistema de salud y su ignorante negación de la realidad del cambio climático.
No es de extrañar, que su incoherente respuesta ante la pandemia del coronavirus, no sea más que el resultado de una estúpida desatención a la ciencia y la ausencia de materia gris en su ADN intelectual.
  1. La economía internacional está a punto de explotar, con una crisis que tenemos ideas de cómo será, pero no de cuándo podrá terminar. No se tratará de una simple crisis cíclica más, sino de una crisis económica global, que pondrá en evidencia todas las contradicciones que el movimiento cíclico capitalista ha logrado acumular, mezclándose, además, con todas las crisis parciales de carácter global.
  2. La sociedad norteamericana está al borde de una explosión social, con todo el peligro que ello representa.
Esta explosión será el resultado de la combinación de varios factores:
-las inconformidades sociales acumuladas
-el desprestigio de la democracia
-la agudización de la desigualdad económica y social
-la agudización del racismo y la discriminación de todo tipo
-el impacto interno de la pérdida del prestigio internacional
-el incremento de la conciencia de la crisis medioambiental
-la desconfianza en la dirección política del país
-la agudeza del nivel de polarización social
-el temor a la guerra y a las armas
Ahora la situación es aún más compleja para la sociedad estadounidense, durante el periodo 1945-1970 hasta finales delos 80, los Estados Unidos tuvo una gran influencia en el mundo, este recibía los impactos de todo la que ocurría en la sociedad norteamericana con una fuerza descomunal. Sin embargo, la expansión de su influencia internacional, genero los múltiples vínculos que provocan hoy, que la sociedad estadounidense reciba también, con mucha fuerza, la influencia de lo que ocurre en el exterior.
El mundo siempre estuvo ligado a los Estados Unidos, pero ahora este último, es inseparable del mundo. Así quedo solucionada la vieja polémica entre Aislacionismo e Internacionalismo. Lo que se ha reforzado sobremanera con la entrada en la sociedad de la información.

  1. Los llamados problemas globales no encuentran solución: el hambre, los conflictos regionales, las crisis migratorias, la crisis medioambiental, el desempleo masivo, el analfabetismo mundial, el terrorismo, la guerra por el agua, la guerra por territorios, la crisis energética y petrolera, la carrera armamentista, la crisis comercial, la crisis de la democracia liberal, la batalla por el control del espacio exterior, la crisis de la salud mundial, la crisis financiera, el enfrentamiento social, la crisis del unipolarismo, la sofisticación en el uso ideológico de la mentira por los mecanismos de control del pensamiento por parte de los poderes imperiales.
La combinación explosiva que se desprende de todo lo enumerado, junto a una crisis institucional global, que amenaza la paz mundial.
  1. La crisis del Coronavirus, que aún no sabemos hasta cuando durara, ni cuáles serán sus consecuencias ultimas. Pues aun y cuando, las curvas de contagio y de letalidad se aplanaran, mañana mismo, el problema acumulado ya, a partir del volumen de contagiados, es colosal, y desgraciadamente ni siquiera se ven todavía perspectivas de salida de la pandemia.

Los pueblos del mundo, sin embargo, ganan crecientemente conciencia de las dificultades para la supervivencia y ello se pone de manifiesto en enfrentamientos contra las políticas de muchos gobiernos, que pretenden sostener sus regímenes neoliberales; desatando verdaderas olas de represión, asesinatos, la utilización desmedida de la fuerza, violación a diario de los principios democráticos y los derechos humanos, cuando los pueblos pretenden esgrimirlos para defender sus intereses. Y también en comportamientos políticos frente a la pandemia, que agravan la situación de las poblaciones frente a la misma. Destacándose en América latina, países como Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile, y otros, que ignoran los peligros de la situación que confrontan.
Situación en la que cargan con la peor parte las mujeres y los jóvenes, así como los ancianos, que se ven obligados a enfrentar los mayores peligros de contagiarse, e incluso morir.
La democracia liberal inaugurada por el capitalismo, ya no conviene a los intereses imperiales, produciéndose una tendencia creciente al fascismo, como forma de defensa de los intereses del capitalismo. Ya esto último ocurrió a mediados del siglo XX y el precio que pago la humanidad fue demasiado alto.
Sin dudas, la pandemia lo ha puesto aún más claro de manifiesto, se está produciendo de manera creciente, un desmoronamiento del modelo capitalista, inaugurado con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial; que ya no resiste el ataque de las fuerzas políticas que se le oponen. Fuerzas que no son solo proletarias, sino también principalmente, de las clases medias, que han comenzado a sufrir de manera creciente los embates del neoliberalismo; último recurso del imperialismo, para sostener su poder.
Se produce paulatinamente, una nueva realidad, en que se manifiesta cómo nunca antes, que el imperialismo no es solo enemigo del proletariado, sino de todas las clases trabajadoras y de la sociedad en general. La oligarquía financiera ha concentrado su poder de tal modo y nivel, que sus intereses se han hecho agresivamente opuestos a los de toda la sociedad. Pueden encontrarse, dentro de los propios capitalistas, muchos miembros de la propia clase burguesa, que experimentan el peligro de a dónde puede llevarlos la política imperial.
Es que la explotación capitalista, como explotación imperial, se ha agudizado a tal extremo, que aun las propias clases medias y las clases trabajadoras en general, no pueden menospreciar la realidad de que sus aliados pueden estar aun dentro de aquellos que se han beneficiado de la política del imperialismo. Habiéndose producido un cambio cualitativo en la estructura de clases, que permite potenciales alianzas, que antes resultaban inconcebibles.
Es que la Revolución Cientifico-Tecnica, en su nivel de desarrollo actual, engendra riquezas que no provienen, como tal, de la sola explotación del trabajo, sino de un desarrollo de la ciencia y la técnica, que no están directamente ligados a la producción de la plusvalía relativa y extraordinaria. Tal y como esta se generaba bajo las condiciones del capitalismo de libre competencia.
Digamos, el monopolio de un Bill Gates y sus ganancias, no provienen de una simple ventaja tecnológica circunstancial, momentánea, sino del descubrimiento científico y su aplicación.
Produciendo plusvalía, pero generándose al mismo tiempo, formas de conciencia que difieren de la que siempre genero la producción de plusvalía. Engendra unas clases medias, a las que no les interesa la simple explotación, porque no se nutren de ella como clases. Sino de una actividad laboral, que ya de por si la sitúa en un plano social superior. Sin que experimenten a veces la conciencia de ser explotados, ni de que su nivel de vida dependa de la explotación de su trabajo. Pues experimentan un nivel de realización laboral, que es muy superior al que lograba el proletario en el siglo XIX.
Además ahora, a ciertas masas de trabajadores, su nivel de calificación le permite al mismo tiempo, laborar también, al margen de su empleo en la fábrica, como un trabajador independiente. Ya no es un simple trabajador atado a la máquina, sin otra posibilidad de realización, sino que posee una preparación técnica que le permite un nivel de independencia laboral, que le puede aportar beneficios monetarios, más allá de su salario.
Esas clases medias, engendradas por el alto nivel científico-técnico alcanzado por la producción, se genera en ellas una conciencia, que le posibilita ser aliada de la clase trabajadora en general, sobre todo, cuando ello le permite percatarse de la peligrosidad de una política imperial, que le puede llevar a poner en peligro su supervivencia.
Es que la conciencia de clase no sale de la nada, sino que brota del lugar que ocupa el individuo en el sistema de producción y si ese sistema es transformado por la revolución científico-técnica, la conciencia de clase también se transforma.
Pero existen además, las llamadas clases subalternas; clases no obreras, no trabajadores como tal, que por su nivel de realización capitalista, medianos capitalistas, burócratas subalternos, empleados al servicio del capital, gobiernos regionales, incluso militares, miembros de los cuerpos represivos y otros, que se benefician del capitalismo, pero que no siempre están dispuestos a seguir las políticas imperiales, sobre todo, cuando estas engendran un grado de peligrosidad, que solo se justifica para aquellos que ocupan las cúspides del poder imperial. Políticas que resultan, no pocas veces inaceptables, para los de más bajo rango, que están dispuestos a seguir tales políticas, siempre que no pongan en peligro sus intereses y más modestas aspiraciones.
Todo lo cual, resulta muy importante al analizar el fenómeno de las potenciales alianzas políticas, en la lucha contra el imperialismo.
Es que, al mismo tiempo, no son solo los cambios provocados por la revolución científico-técnica, los que engendran las modificaciones en la conciencia de clase. Sino que también tiene en ello una gran influencia, la propia política del imperialismo, la que en su afán de defender los intereses imperiales, generan acciones que no escatiman en instrumentos, ni métodos, para llevar a vías de hechos sus intenciones. Tratándose de políticas que con mucha frecuencia apelan a métodos militares, engendrando guerras regionales y confrontaciones armadas en general, que mantienen al mundo siempre al borde de una conflagración mundial.
Entonces, lo que más puede asustar de la política imperial, incluso a aquellos, que bajo determinadas circunstancias les sirven como aliados, es que tal política pueda llevar a la guerra. Hasta ese nivel no están dispuestos muchos a llegar, deviniendo ello en causa de potenciales alianzas, aun con aquellos que no comparten la existencia del capitalismo como sistema.
Entonces, la propia agresividad del imperialismo, sobre todo, mientras más esta se exacerba, es causa del desmoronamiento del sistema como fenómeno político. Porque ello permite a las fuerzas progresistas hallar, dentro de las propias fuerzas imperialistas, aliados para la propia contención imperial.
Entonces al imperialismo hay que combatirlo sobre la base de una estrategia de lucha, que encuentre dentro de sus propios límites de clase, parte de las fuerzas políticas con que hay que derrotarlo. Sobre la base de entender a profundidad, que es dentro del propio imperialismo, que están las fuerzas llamadas a destruirlo.
Ya Carlos Marx había demostrado científicamente, que el capitalismo lleva dentro de sí, los gérmenes de su destrucción. Mientras que V.I. Lenin demostró, que el imperialismo, no es más que el propio capitalismo, en la fase superior y ultima de su desarrollo.
Apenas ha comenzado el siglo XXI y no es difícil observar, que el imperialismo ha desarrollado a tal nivel de agudeza un conjunto de contradicciones, que o lo destruimos, o el destruirá al mundo, llevándonos a la guerra nuclear, de la que nadie podría salvarse.
24 de abril del 2020.












3 comentarios:

  1. Muy bueno su análisis, pero el Capitalismo a pesar de sus terrbles males no consigue generar esa conciencia necesaria en los plueblos porque el sistema deforma al ser humano convirtiéndolo en un ser individualista, consumista, sin conciencia, además de contar con un sistema represivo como en Colombia y medios de comunicación que tergiversan la realidad, sin contar el bajo nivel de educación de los mas pobres, sino como se explica que prefieran a Trump, que a Bernie Sanders, o que voten por Bolsonaro o la derecha en Uruguay, luego de tantos años con el FA. Es algo tan absurdo como complejo. De ahí que partidos y gobiernos de izquierda tienen que demostrar su pureza y su superioridad en todo lo bueno, para que los pueblos los apoyen sin ninguna duda.

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  2. Excelente artículo...

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  3. El capitalismo ha experimentado -y seguirá experimentando - estadios cíclicos de crisis, que se expresarán,cada vez, más amenazantes para su propio desempeño..., y para toda la humanidad.... Siempre será el mayor peligro que enfrenta ésta... ...Pero percibo que aún le quedan muchísimos años de existencia...Su desaparición será lenta, diríamos inquietantemente gradual en el tiempo....No se avisoran, por ahora, signos que indiquen lo contrario...Sólo, si las fuerzas de izquierda lograran la concientización y organización,necesarias, para
    emprender esta colosal y necesaria misión histórica, se pudiera cambiar esta realidad "insostenible"...Pero estas predichas fuerzas,en cada lugar,adolecen de la unidad y el emprendimiento, requeridos,para poder consolidarse en la lucha, y vencer a nivel local, regional y mundial....
    Los partidos de tendencia izquierdista,están carentes de liderazgo real...Existe lucha por el poder entre ellos...Lo que lo hace muy vulnerables...
    Por otra parte, los indicadores de eficiencia y productividad que han mostrado,históricamente, las economías no capitalistas -con excepción de China, por sus excepcionales características geográficas, demográficas, culturales y políticas- se convierten en referentes indeseados...., a sabiendas de que es el capitalismo, en su fase imperial, quien obstaculiza el desempeño de las economías cuyos gobiernos no son de su agrado ..
    La lucha por una nueva configuración geopolítica global actual, nos pone en una situación bastante delicada, más si se tiene en cuenta el desenfrenado deterioro ético-moral que prevalece en los ámbitos de la política y la economía y que pueden ser -ya- de consecuencias irreversibles...., si fuerzas supremas, en breve tiempo,no lo impiden....
    Gracias...!!!



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