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domingo, 27 de junio de 2021

LA GUERRA CONTRA EL BLOQUEO

 Autor: Esteban Morales Domínguez

Ya hace casi 30 años que luchamos en Naciones Unidas Contra la política de bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.


Este año se repite la historia desde 1992, Cuba vuelve a derrotar a los Estados Unidos, con su Resolución en contra del Bloqueo Economico, comercial y Financiero: 184 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones. Sin dudas, ello representa un triunfo de la solidaridad y el apoyo moral a Cuba, muy grande por parte del mundo. Pero la resolución no tiene carácter vinculante, es solo
una victoria moral y simbólica. No representa que los Estados Unidos esté obligado legalmente a levantar el bloqueo, ni que tenga que pagar un solo centavo de los 147,000 millones, que representa el costo del bloqueo para Cuba.


Creo que, sin dejar cada ano de presentar la resolución, hay que agregar a la estrategia de lucha, otras alternativas. Creo que la votación obtenida por casi 30 años, no es poca cosa,  quiere decir que los gobiernos de muchos países no comparten la política de Estados Unidos hacia Cuba y que como se demostró este ano, existe un fuerte movimiento de solidaridad a favor de Cuba y contra la política de bloqueo de Estados Unidos.


A esa solidaridad hay que darle una utilización política, encaminándola hacia otras actividades, que pudieran ser más efectivas para luchar contra el bloqueo.
Por eso, se me ocurre que para el próximo año debiéramos tratar de organizar las fuerzas de la solidaridad a favor de Cuba y contra el bloqueo, en hacer
cosas más concretas, no solo simbólicas. Una de esas ideas puede ser, en todos aquellos países donde existen fuerzas que luchan contra el bloqueo, declarar un boicot contra la banca trasnacional y su extensión, la banca nacional, que colabora con Estados Unidos, para ejecutar la política de bloqueo.


No es casual que Estados Unidos hable continuamente de Embargo y no de Bloqueo. Pretende ocultar la verdadera naturaleza de su política agresiva. El embargo tiene un carácter soberano, cualquier país puede embargar a otro, no tener relaciones ni siquiera comerciales con determinados países. Ello entra en las prerrogativas soberanas de cada país, razón por la cual, Estados Unidos y sus ideólogos defienden la idea del embargo. 


Pero el bloqueo es otra cosa. El bloqueo, es el derecho que se abroga Estados Unidos, de no comerciar con Cuba, no tener relaciones con nuestro país, pero al mismo tiempo, imponiendo su política, para que la ejecute un tercero. Lo que le da a esta política, un carácter transnacional. Es decir, mientras el embargo tiene un carácter directo, de ejercicio de la soberanía económica de un país sobre otro; el bloqueo tiene un carácter trasnacional, se aplica sobre un país, pero no solo de manera directa, sino también atraves de un tercero. Logrando una relación triangular, en la que un país, desde su vértice de poder económico, ataca a un segundo, también atraves de otros.


Claro que nadie que no tuviese el poder, que sobre las relaciones económicas a nivel internacional tienen países como Estados Unidos, incluido su influencia sobre la dinámica del ciclo mundial, no pudiera imponer a un tercer país, que trate a otro, con su propia política. Es que los Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial, fue ganando esa posibilidad, de imponer a otros sus políticas para tratar a un tercero, por su grado de expansión económica, la debilidad relativa del resto de las economías principales y el nivel de hegemonía imperial que adquirió, mediante el diseño de un sistema económico mundial, bajo su egida y control.


Como potencia hegemónica, se le ha estado permitido hasta ahora, imponer sus políticas. Ya va perdiendo esa capacidad, pero aun la conserva, sobre todo contra los países más pequeños y menos desarrollados. Sin embargo a partir de los años 80, se adentra en un periodo, en que no puede hacer muchas cosas que hasta mediados de los 70, no les resultaban nada difíciles de lograr. En particular, ya la política de bloqueo hacia Cuba, choca con muchas dificultades en su aplicación y debemos aprovechar esas circunstancias, para lograr una estrategia de lucha más efectiva contra esa política. La presencia de China y Rusia como potencias a nivel mundial hacen más factible la lucha contra el bloqueo, lo que se pone de manifiesto en la solidaridad internacional que hoy se despliega a favor de Cuba.


Por ello que no sería descabellado, declarar un boicot o contrabloqueo, dentro de aquellos países que, habiendo votado a favor de la resolución, pudieran también
desplegar otras actividades más agresivas. Ello creo, se pudiera hacer con un movimiento masivo de critica a la banca nacional y trasnacional en cada país. Junto a un movimiento de promover el traslado de cuentas bancarias, desde aquella banca que colabora con Estados Unidos para bloquear a Cuba, hacia aquella banca que colabora, o no agrede a Cuba.


Este tipo de acciones, contra la banca trasnacional, o que colabora con ella, para agredir a Cuba, daría un sentido concreto y más directo a la solidaridad hacia Cuba y contra el bloqueo. Al mismo tiempo, que serviría para alertar a la banca de los perjuicios que podría recibir, si continúa apoyando la política de bloqueo.
Puede que ello no comience como un movimiento masivo, pero el solo hecho de visualizar de que esa sería una forma de expresarse en la lucha contra el bloqueo y en la solidaridad con Cuba, ya le daría a la acción una presencia de alternativa para la lucha, que siempre que se pueda, debe ser utilizada.


Por supuesto, las propias fuerzas solidarias con Cuba deben investigar las mejores alternativas de lucha y la forma de aplicarlas, porque la solidaridad hacia Cuba deberá ajustarse a la situación de cada país, las fuerzas que tiene y el apoyo con que cuentan.

Junio 25 del 2021.

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