Páginas

viernes, 15 de septiembre de 2006

Algunos desafìos del color

Esteban Morales

MODO DE INTRODUCCIÓN.

El tema racial, probablemente sea él más complejo, “desconocido” y difícil de nuestra realidad social.  Ningún  asunto provoca tanta  inquietud,  preocupación y  recelo.

No  es difícil  encontrar personas que no desean escuchar nada sobre el tema  y  que soslayan   hacer comentario alguno cuando del problema  racial  se trata.

El tema racial esta íntimamente vinculado a otros, tales como: la economía,  los derechos humanos, la desigualdad, la equidad, la justicia social, la marginalidad y la discriminación religiosa, entre otros.

Las potencialidades del tema son muy complejas. Depende  de quienes lo manejen  y los objetivos con que lo hagan. Su arista  negativa  viene dada por el alto componente potencial  de división social que posee. Su lado  positivo,  esta íntimamente vinculado  a la búsqueda de la integralidad cultural y social y a la lucha por la verdadera unidad nacional.

Sin embargo, hasta ahora, al tema racial  se le ha tratado,  casi siempre, mas  bajo el temor de provocar la división social, que por sus componentes positivos. Razón por la cual,  la atención que se le  ha  prestado, hasta hoy,  se ha caracterizado mas  por el silencio y  haberlo diferido continuamente, dentro del devenir histórico del país, que por afrontarlo para su definitiva solución.

La reacción ante el tema racial, no admite una segura predicción de los comportamientos personales ante el mismo. Resulta ser él mas soslayado  y esquivado de nuestra realidad social. Muchos lo consideran como inexistente,   o algo sobre lo cual no vale la pena hablar.  Las reacciones personales  ante el tema  cubren  una amplia gama de actitudes, que transitan  desde  la ingenuidad, la honesta ignorancia, el desconocimiento, la resistencia, la aceptación, el temor, la  reticencia, el cinismo y  la impotencia,  hasta la cobardía.

Respecto al tema  existen opiniones  y enfoques   diferentes, con frecuencia diametralmente opuestos. Estas   opiniones se tornan divergentes en problemas  tales  como: si existe o no la marginalidad de negros y mestizos; si las religiones de origen africano han sido  discriminadas o no; si se mantiene una hegemonía de la cultura llamada  blanca o no; si existe o no-racismo. Aunque todo parece indicar,  que las mayores divergencias están alrededor de sí  el tema racial existe como tal o no.

Lamentablemente, después de haber devenido en un tabú, a principios de los años  sesenta,   tenemos hoy,  en nuestro país,  un gran atraso en el tratamiento del tema racial, tanto en el orden intelectual, como científico  y político. Una parte importante de nuestra  intelectualidad, ni siquiera lo menciona en sus enfoques actuales sobre la realidad social y cultural de la nación cubana. Lo cual refleja sin duda la existencia de concepciones diferentes, acerca de en que momento histórico del proceso de consolidación de la nación nos encontramos.

Consideramos, que  hay que acabar de aceptar,  que a todos los que hoy somos cubanos, no nos correspondió el mismo lugar  dentro del proceso de formación de la nación. Resultando imprescindible  tomar en consideración las diferencias aportadas por los distintos puntos de partida, para lograr asumir una actitud realista ante la existencia de los grupos raciales, las desigualdades sociales y la problemática racial en la Cuba de hoy.

 Cuando el tema racial  sale a relucir, generalmente,  ello se produce en  forma hiriente, de reprobación o de reclamo de los “dolientes”, por haberlo mantenido en silencio. Dolientes  que   pueden pertenecer a cualquiera de los grupos raciales que componen  actualmente la población cubana, pues  durante estos mas de 40 años  la revolución ha logrado  generar en nuestro pueblo,  una ética antidiscriminatoria.

Se pensaba, al triunfo de la Revolución, que el tema racial se solucionaría, sin embargo,  reemerge  ahora,  con la virulencia propia  de los problemas, que dados como resueltos,  realmente no lo están. Provocando sorpresas, disgustos  y no poca resistencia a su aceptación. Por ello, resurge  también en medio de un cierto “complejo de culpa”,  que  limita su abierto reconocimiento; algo similar a lo ocurrido, al principio, con la prostitucion, pero de manera  más dramática y  contradictoria.

Soslayar el tema durante tanto tiempo, deviene actualmente en un gran reto  para la unidad  de la nación cubana. Porque la unidad nacional, entre otros caminos, se tiene que lograr  sobre la base del consenso dentro de la sociedad civil. Por lo que para que  el consenso  social logrado  sea real, no puede existir tema alguno que la sociedad no pueda debatir abiertamente, para tratar de  hallarle  solución. De lo contrario,  se puede caer en la demagogia del   slogan republicano, de que  “todos somos iguales “, cuando  aun no es  verdad,  haciéndose  necesario recorrer todavía  un largo camino, para  que ello deje de ser un deseo o una declaración de principios, para pasar a convertirse  en una  realidad.

 Nuestra sociedad es sin lugar a dudas multirracial, mas bien multicolor, pero resta mucho aun  por avanzar, para que esa multicoloridad, que no es un simple problema  de matices, domine en todos los ámbitos de nuestra vida social.

No tratándose tampoco de un simple problema de representatividad numérica de blancos, negros y mestizos, en diferentes posiciones. Si no de  terminar de asumirnos todos como lo que somos y lograr compartir  el poder en igualdad de condiciones. Tal distribución de poder aparece con mucha fuerza,  porque no todos los grupos raciales están en condiciones de imponerse de manera  ponderada,  para lograr  los equilibrios de una sociedad realmente multirracial.

Tema que reconozcamos  existe, siempre  se identificara  con asuntos  que afectan   a algún sector de la sociedad. No tratarlos, es dejar brechas a la inconformidad social  y a su aprovechamiento por parte de los enemigos del proyecto social de la Revolución.

La raza o el color de la piel, es un fuerte  fundamento histórico de las diferencias socioeconómicas en Cuba. Raza o color de la piel y estructura de clase y genero  se dan la mano  dentro de la  historia cubana. Los  europeos, en particular españoles,  que llegaron con credenciales  de blancos( y así se quedaron), vinieron a la Isla  como  colonizadores, por voluntad propia,  para  hacerse de  un proyecto de vida que no pocas veces lograron. Los negros   fueron cazados  o comprados en las costas de Africa  y traídos como esclavos en los barcos negreros  y eso determino el lugar que ocuparon,  desde el principio, tanto ellos como sus descendientes,  dentro de la sociedad   cubana  colonial  primero   y republicana después.

 Con los africanos llegados bajo la forma de esclavos a Cuba, ni siquiera es posible hablar de la   “... migración de un grupo étnico, pues esta  noción  de grupo no se daba en las condiciones del trafico de esclavos...”

“Luego entonces, la influencia que los negros esclavos  tuvieron en la formación de la cultura cubana, no puede ser entendida al margen del tipo de traumatismos que genero en los negros esclavos y sus descendientes, él haber llegado a Cuba abrupta y violentamente, trasplantados de su medio natural y social y del tipo psicológico que tal fenómeno genero”.

Se trata de una tragedia muy difícil de superar, aun y cuando para las actuales generaciones de negros y mestizos  sea solo un lejano recuerdo trasmitido. Por lo que entonces “... todas las supervivencias de la cultura africana deben considerarse siempre a partir de las condiciones sociales y sicológicas del hombre africano “.

Muchas personas aun hoy, pueden experimentar cierta tristeza al recordar que sus antepasados  tuvieron que sufrir el fenómeno de la trata y  la esclavitud.

 Desde 1886,  en que fue oficialmente  abolida la esclavitud,  han pasado solo 119 años. Apenas algunas  generaciones;  poco tiempo aun  para olvidar semejante tragedia. Pero mucho menos aun,   si consideramos  que fue  solo a partir de 1959,  que la dirección política revolucionaria  reconoció como una lacra   el problema  de la discriminación racial,  el crimen de la trata y se comenzó a tomar medidas al respecto.  Aun menos,  si consideramos,  que 45 años después, la discriminación racial  es todavía  un asunto no resuelto dentro de la  sociedad cubana.

Por lo que todo vestigio de prejuicio racial, discriminación y racismo, actúan  negativamente  sobre una memoria histórica, que tiende  a recordar el problema y  lo ve   reflejado  en lo que aun  no esta  superado.

 El  llamado blanco se identifico siempre  con la riqueza, el control  de la economía,  el privilegio, la cultura dominante, el poder. El negro, por su parte, se  identifica siempre  con la pobreza,  el desamparo,  las  culturas sojuzgadas y   discriminadas,  la ausencia de poder. Lastres  que  aun  no han  sido  superados  y que todo parece indicar,  determinadas fuerzas  dentro de  nuestro ambiente social,  aun pretenden perpetuar.

No es posible entonces, dentro de Cuba, en  cualquier análisis que se haga   de la  realidad social, soslayar la existencia de  los  grupos raciales y del color de la piel. Algo que solo  un análisis   socioeconómico, no bastaría para caracterizarlo. Porque encierra componentes socioeconómicos, pero también políticos, culturales, antropológicos, sicológicos.

A  pesar de que resulta evidente hoy,  para casi todos los intelectuales cubanos, que la masiva importación de esclavos hacia Cuba,   para mantener  el sistema de producción imperante en la Isla, desempeño un papel  determinante  en la formación de la sociedad,  de  la nación cubana y su cultura,  aun  se debe avanzar mucho todavía en el reconocimiento explicito del papel, que  esa masa de  esclavos primero y  personas  libres después,  desempeñaron en la formación de la nación.

Esa insuficiencia  se manifiesta   claramente cuando nos detenemos a observar como esta recogido en nuestra historia y en nuestra cultura, el componente europeo, español en particular.

Pero existen todavía  en nuestros días, además de lastres y deficiencias insuperadas, un fenómeno de reproducción  y soporte   de los estereotipos raciales negativos,  los prejuicios y la discriminación racial,  que  la sociedad cubana es aun  capaz de reproducir  y que continúan afectando seriamente  la situación de negros y mestizos en la Cuba actual.Dificultándoles   ocupar el lugar que les  corresponde  en la  sociedad.

Entre tales problemas, podemos mencionar algunos muy  importantes, como  los siguientes:

1- La historia de Cuba, escrita, continua siendo  en lo  fundamental,  una historia  hegemónicamente blanca. Existiendo aun muy poco de su contenido  que exprese el papel desempeñado por  los esclavos,  la  población negra y mestiza.

2- Las culturas  “negras”  que vinieron  de Africa, son   casi solo recogidas,  en la mayoría de la bibliografía,  como religión, como folklore; casi nunca como filosofía,  como cosmogonía y pensamiento, existiendo pocas excepciones importantes al respecto.

3-A pesar  de los esfuerzos realizados la literatura y la intelectualidad africana son  prácticamente desconocidas  en Cuba.

4- Se sabe   muy poco de la historia  de esos negros y mestizos que tomaron en masa muchos oficios, empleos y se asentaron en ellos, durante los siglos XVIII y XIX,  generando, particularmente  en La Habana  una cierta clase media.

4- La familia negra o mestiza  y sus redes de parentesco,  están  casi  ausentes  de nuestra historia escrita, también con muy pocas y honrosas excepciones.

Lo anterior  se ve retroalimentado por nuestra televisión, en la que  en muy raras ocasiones,  el negro o el mestizo son mostrados en el contexto familiar. La familia negra o mestiza cubana,  apenas  aparece en nuestra  televisión. 

5- Se desconoce de manera cierta la composición  “racial” del Ejercito Libertador, sin que hasta ahora exista una investigación completa sobre el mismo. Presuponiéndose por fotografías de la época, testimonios y otras informaciones, que estaba formado por una gran cantidad de negros y mestizos.

6- De la mujer negra y mestiza  dentro de la sociedad cubana, durante  el siglo XIX y principios del XX,  e incluso hasta hoy,  se conoce muy poco aun.

Contamos con una amplia producción literaria, histórica, cinematográfica, danzaría, cultural en general, que reivindica  la presencia africana  en nuestra cultura, pero muy poco de esa encomiable labor  confronta suficientemente nuestra realidad actual, plagada aun de estereotipos raciales negativos, prejuicios, discriminación racial y racismo.

Por todo ello, se hace necesario, en varios  campos de la  actividad cultural, y de la vida cotidiana de la republica hasta hoy,   investigar a fondo y construir obras  valorativas  criticas, acerca de la participación del negro y el mestizo cubano en la vida social, política y cultural de la nación.

 Esta  necesaria   construcción, mas  arriba mencionada,  responde   a  que resulta  indispensable  aportar esa información valorativa, para que definitivamente quede registrada en nuestra historia y se estudie en nuestro  sistema  nacional de educación.

En fin, la necesidad de todo  lo anteriormente expresado,  parte de  que lo cubano subsumió al negro y al mestizo, pero dentro  de un contexto hegemónicamente blanco,  por lo que   de ellos  en si mismos  ( negros y mestizos),   sabemos aun muy poco.

Que aportaron  el blanco europeo y el español en particular, a la cultura cubana y a la formación de la nación, esta muy claramente reflejado en la historia escrita;  pero  sobre que aportaron el negro y el mestizo a  ese devenir histórico,  falta aun mucho  por  investigar,  escribir y sobre todo divulgar.

Todo ello  responde, entre otros factores,   a que el llamado  “Blanqueamiento “, no solo fue una realidad dentro de  la  ideología colonial y republicana, sino que se contaron con acciones políticas  y actitudes dentro de la sociedad civil,  dirigidas a que esa fuese la dinámica de la población cubana .Ya que no era posible devolver  los negros a Africa ( aunque su propaganda existió, al negar algunos que los negros no eran cubanos) y  no pocos sostenían la tesis de que el problema se resolvería haciendo blanquear a la población  negra y mestiza.

 Salvo excepciones  de personas muy conocidas,  tal pareciera como si la historia de Cuba la hubiesen hecho solo los blancos de procedencia europea.  En Cuba, al parecer,  tenemos la conciencia de que tal cosa  no es verdad, sino  que la historia la hemos hecho todos los que hoy somos cubanos,   pero en  la   practica diaria  no  se hace aun  lo  suficiente  para cambiar esa realidad.

Ello   se manifiesta  en que  no pocas veces en la relación, sobre todo  con el negro, asoma  ese desconocimiento,  bajo la forma de un sutil  temor,  por  ignorar mucho aun sobre el tipo de persona   con  quien   sé esta tratando. Lo cual se expresa frecuentemente, en el trato paternalista,  que algunas personas blancas prodigan al negro o al mestizo.

Lo anterior,  es resultado también  de lo  reciente que resulta todavía en nuestro país,  la subestimación con que se han tratado en nuestro ambiente social   las manifestaciones de las  culturas, sobre todo   religiosas,  venidas de Africa.

La televisión nacional   en particular,   hace aun  el aporte  negativo a ese no-reconocimiento y desconocimiento. De modo que incluso,  recientemente,  fueron abiertos dos canales  educativos,  casi sin   negros o  mestizos como presentadores. Así como que   al  anunciar,  promocionar, o reflejar alguna actividad,  raras  veces  negros y mestizos son tomados como modelos, o  aparecen en posiciones protagónicas.

Una persona racista dentro de  nuestra sociedad, es fuente de contradicciones que deben ser resueltas  si deseamos continuar avanzando. Pues no son solo las contradicciones con el imperialismo las que deben ser resueltas. El racista es también  un  enemigo del proyecto  de la Revolución.

Hoy día en Cuba hay personas que comparten  idénticos objetivos clasistas, pero visiones sociales que los separan. Son  machistas, racistas, discriminan a los homosexuales,  y  practican  otras formas de discriminación. Tratándose de contradicciones no antagónicas, que dificultan   la marcha del proyecto social, en esencia compartido por todos,  pero que aun debe ser   consolidado.

Si nos remitimos al estado del  tema racial  dentro de  nuestro Sistema Educacional  y al  mundo académico universitario en particular, la situación podría calificarse de bastante  insatisfactoria.

Esa historia insuficiente,  ya mencionada, es  la que aun  se estudia en nuestras escuelas y facultades universitarias. No existen los “ Estudios Raciales “ en nuestras universidades, pues apenas  han comenzado  a aparecer;  ni apenas  se imparten sistemáticamente  tales contenidos en los  programas de pregrado  o de postgrado.

 Nuestra educación  no podría ser calificada  como  racista,  por cuanto todas  las personas, independientemente de su  clase de procedencia  o color de la piel, tienen acceso a ella, en igualdad de condiciones y tratamiento. Pero, mirando mas profundo, observamos que  los troncos  formativos de nuestra nacionalidad y de nuestra cultura  no integran equilibradamente dentro del contenido de la educación que se  imparte. No comparten por igual el contenido de nuestros planes de estudio y programas.  Niños o jóvenes, blancos, negros y mestizos, no se sientan en las  aulas  a recibir una enseñanza que por igual los asuma como parte de una sociedad unietnica y multirracial.

La cuestión relativa  a nuestra identidad multirracial  tiene que acabar de tomar su lugar dentro de la educación cubana. Pues se trata de un problema que  nos afecta a todos. Mientras ello no sea así, no estaremos  realmente  educando  para ser cubanos. O estaremos dejando el asunto a la espontaneidad , que es peor. Teniéndose noticias,  de que ya hay maestros que tratan de hacerlo, pero no sobre la  base de  una  explicación histórica, coherente y argumentada  que todos debemos conocer,   acerca de  cómo se formo la nación que hoy tenemos en Cuba  y cuales son los retos que aun  su consolidación nos plantea. Sino de un modo en que las diferencias son introducidas,  creando confusión entre  los niños y llevándoles a la mente preocupaciones, fuera de un ámbito programático y argumentado,  que nunca serian capaces  de entender  y mucho menos  solucionar.

Apenas   existen investigaciones sobre el tema racial,  trabajos  de diploma, tesis  de Maestría o  de Doctorado. Muchas de las investigaciones  que se hacen sobre el tema, aun,  por lo general,  quedan engavetadas, esperando interminablemente para ser  publicadas.

Dentro de nuestras universidades, aunque tal vez sea posible excluir a los Institutos de Arte, la llamada  cultura  occidental, anglo,  blanca, aplasta  o mantiene en un lugar secundario y subalterno a las culturas de origen africano o no “blancas” en general. ¿Que impacto puede tener esto en los estudiantes, su formación y en la retroalimentación  de tales   criterios excluyentes?

Una educación con tales insuficiencias, como las señaladas,  puede contribuir a desconcientizar a los negros y mestizos,  aunque también a los blancos;   es decir,  a borrar en estos  la conciencia de su identidad. De lo contrario ¿cómo explicar   la insuficiente    conciencia racial que existe aun  en nuestra población, sobre todo,  no blanca?.

La respuesta creemos, es  bien sencilla, en  nuestra educación aun  son alimentadas  las  tendencias  al “blanqueamiento”. Educamos  eludiendo mencionar el color, con todas sus implicaciones, enseñanzas y reconocimientos. Por  lo cual, querámoslo o no,  en la practica, ¿educamos    para ser blancos?. Porque, si aun vivimos en una sociedad que conserva  y alimenta parámetros  de hegemonía blanca y al educar no mencionamos el color,  ¿ para qué color educamos? Resultando entonces, que  no  se  excluye a negros y mestizos de  las aulas, pero si se  les excluye del contenido de los  programas  de estudios y los  planes de las asignaturas. Aunque como expresamos,  al excluir  al negro,  estamos excluyendo al llamado blanco, porque esa es también su cultura.  Creyendo  que con ello se  hace   un bien. Pero lamentablemente,  estamos  desconociendo,  que  poco importa que dos niños de color diferente sean amigos,   anden de la mano en la escuela, incluso lleguen a tener relaciones amorosas,  si sentados  en el aula  no reciben  contenidos académicos, que por igual los asuma  y presente mutuamente  como forjadores de una  nación unietnica y  multirracial. Cuando crezcan, lo más probable es que cada uno tome su camino. Podrán   salir de ese experimento  algunos  matrimonios interraciales, pero no habremos avanzado mucho, ni  todo lo que hubiéramos podido.

En realidad,  todo  ello concluye,  lamentablemente,  en un  ambiente social  que  tiende aun  a trasmitir  a los negros y mestizos, a todos en general,  que es mejor ser blancos.

Nuestra literatura, especialmente la  científica, es muy limitada aun en trasmitir  valores que permitan a las personas, sobre todo negras y mestizas,  sentir   que vivimos en una sociedad multirracial. Se ven muchas personas blancas y  no blancas, conviviendo en nuestras ciudades, escuelas,  instituciones,  en la calle, compartiendo múltiples espacios sociales y políticos,  pero el ambiente social aun  no trasmite con suficiente  profundidad la  educación y la cultura de una sociedad multirracial. Porque, entre otros,  quedan  aun muchas cosas básicas,   que  todavía  no son compartidas en igualdad de condiciones.

Este fenómeno, que resulta del todo negativo, de no ser atendido en  su profundidad y extensión, puede devenir en un serio factor de afectación de la cohesión política lograda durante todos estos años.

Todo ello, a nuestro entender,  es una de las expresiones mas serias de la tendencia al “blanqueamiento”, que aun sobrevive en nuestra sociedad. Aquí nuestra televisión  en particular,  vuelve a hacer su aporte negativo. Somos capaces de presentar a nuestro pueblo,  con  toda su coloridad en los actos públicos, pero muy mal en sus identidades individuales y grupales.

Entonces, el hecho de que los negros cubanos, hayan tendido mas a proclamarse como cubanos que como negros, algo que de hecho es  positivo, tiende a tener  también su lado negativo. Pues  proviene  de un ambiente ideológico,  que ha subestimado y hasta atacado el autoasumirse como negro o mestizo. Por lo cual,  autoasumirse, que puede ser considerado como una riqueza   de nuestra cultura, se ha tendido a verlo mas  como un fenómeno de racismo. Cuando en realidad,   no tiene nada de racista,  el que  negros y  mestizos  se asuman como tales, al mismo tiempo que se asumen como cubanos. Cayéndose   en el error de valorar  el asunto como una cuestión  de raza o color de la piel, cuando de lo que se trata,  en realidad,   es  de una disfuncionalidad   cultural de la nación vista  como un todo.

Muy poco se ha publicado en Cuba,  sobre el tema racial,  que aborde   su actualidad en los últimos 40 años.  Lamentablemente, las tres  investigaciones  más extensas, sobre el tema racial  en Cuba,   no han sido producidas por científicos o escritores   residentes   la  Isla. Varias investigaciones sobre el tema racial,  realizadas con mucho esfuerzo   por el centro de Antropología de la Academia de  Ciencias de Cuba, esperan aun  para ser publicadas.

En nuestra televisión y el cine, con muy  pocas excepciones también, tal  pareciera como si  los negros y mestizos,  durante el siglo XIX,  solo hayan sido  esclavos, cimarrones  o miembros del Ejercito Libertador.  Prácticamente ningún cineasta se atreve a abordar el tema racial en la contemporaneidad, o proyectándose hacia ella;  y  casi sin excepción quienes se han atrevido a hacerlo, no la han pasado muy bien.

Las novelas cubanas  de la televisión, en la  que   negros o mestizos aparezcan en posiciones protagónicas, son  prácticamente  inexistentes. Dando lugar  a la opinión, bastante generalizada, de que en Cuba,  hacemos con el negro, en nuestra televisión,  lo que la demagógica y racista  televisión norteamericana, no se da ya  el lujo de hacer.  ¿Faltan razones para tal afirmación?

·                    ¿Se puede continuar  investigando  a  la  sociedad cubana, sin abordar a fondo el tema  racial?

·                    ¿ Que consecuencias tiene para las Ciencias Sociales  y Humanísticas cubanas no  investigar ampliamente y  a fondo el tema  racial  en Cuba?

·                    ¿ Que consecuencias tiene  para  la realidad social cubana actual, que no se aborde  en nuestros medios  y en la educación  de manera sistemática  el tema racial?

·                    ¿ Que consecuencias tiene para la lucha contra el racismo y las  relaciones con  los movimientos indígenas  y afrodescendientes en América Latina y el caribe, mantener el discreto  silencio  que sobre el tema racial  aun sobrevive?

Por fortuna, en los últimos años,   la problemática racial cubana ha recomenzado a ser abordada desde la óptica del trabajo científico y   de hecho, ya constituye un tema de atención prioritaria en el quehacer  de una parte importante de la intelectualidad cubana  en el campo de las ciencias sociales y humanísticas. Lo cual es sumamente importante, dado el atraso que aun presentamos en el tratamiento del  tema, junto a  la necesidad que tiene nuestra política social  de contar con investigaciones profundas que impacten  la practica  y  el  discurso   para  la batalla de ideas.

RACISMO Y RACISTAS

Después de mas de 30 años de lucha, él  ultimo intento real, por lograr un espacio político, económico y social  para negros y mestizos, terminada la  ultima etapa de la contienda independentista,  lo realizaron Evaristo Estenoz  y Pedro Ivonnet,  dos exoficiales del Ejercito Libertador, fundadores del denominado Partido Independiente de Color. Pero como sabemos,  terminaron  aplastados sangrientamente, durante la mal  llamada Guerrita  del Doce, por miembros del antiguo Ejercito Libertador, devenidos en esbirros del entonces presidente José Miguel Gómez. Es decir,   por los mismos con los que juntos  un día batieron armas contra el Ejercito Colonial  Español.  También en aquel  momento   los acusaron de racistas y de   querer  implantar en Cuba una “republica negra”. Todo el racismo contenido y disimulado durante la lucha contra España,  se puso de manifiesto entonces.

Luego,  la acusación de racistas,  que se ha esgrimido  siempre que los negros y mestizos  han tratado  de sacar a flote el problema de la discriminación racial,  tiene un trasfondo histórico muy fuerte,  que solo en años recientes ha  comenzado  a ser superado.

Entre los cubanos,   la acusación de” racista” ha sido siempre  un instrumento muy socorrido para evitar hablar del tema racial. Ha sido siempre  el intento mas fuerte de  agredir la inconformidad que brota de una realidad en la que el “no-blanco” puede aun sentirse discriminado. Algo así como un instrumento  paralizador, aplicado siempre, por los que no quieren o no les conviene   hablar del tema.

El silencio sobre el tema, varias veces revitalizado,  ha contribuido a la supervivencia del racismo y a la creación de “semideologias”  racistas.

Consideramos que los negros y mestizos,   no deben permitir mas que el tema  sea silenciado. Lo cual es una manifestación de la hegemonía blanca, dentro de la cual nos hemos desenvuelto. Pues no han sido  precisamente  los negros y  mestizos los que han tenido la capacidad de guiar los destinos del tema. Al desaparecer del discurso publico en 1962, el tema racial no hizo mas que ocultarse, escondiéndose en los espacios privados, donde la raza no dejo  de ser un asunto en las relaciones entre amigos, vecinos, compañeros de trabajo y familiares.

M. Martines, en el Diario de la Marina  del 29 de mayo de 1929,  ya decía”  El problema  negro solo existe cuándo del se habla  y eso es jugar con el fuego sin necesidad”.

No consideramos que esa tendencia a la acusación de racistas, amen del silencio también  entre los propios negros, provenga del negro mismo;  quien ha tenido que sufrir mucho,  de manera directa e indirecta,  la posposición de sus intereses  y la  discriminación. Creo que es una tendencia que  proviene  esencialmente del blanco,  o  más bien de ciertos sectores blancos,  privilegiados, en principio, y por  carácter transitivo,  impuesta a todos los grupos raciales y a la sociedad en su conjunto.

Es posible suponer además,  a nivel solo de hipótesis explicativa,   que los blancos privilegiados lo han hecho para tener un instrumento de defensa  y detener las criticas.

Muchos  blancos  de las clases bajas,  a su vez   han aceptado la imposición, tal vez por vergüenza, o  para también evitar,  algunos,   hablar del  problema;  mientras que  otros, la mayoría, porque parecen  haber  aceptado  de  la clase poderosa, hegemónicamente blanca,   la tesis   de que aun siendo  pobres,   el hecho de ser blancos, ya  los hace superiores. Que están por encima de los negros y mestizos,  lo que se expresa  dentro de la cultura popular a través del   slogan,  generalmente aceptado por todos los grupos,  de que,   “ser blancos ya es una carrera “. Lo cual es una resultante,   que  históricamente hablando, dentro de la dinámica  social,  parece ser  cierta;  pues es posible constatar, dentro  del devenir de la vida diaria,  que  al blanco,  no importa la clase a que pertenezca, todo le resulta menos difícil;   no es discriminado a simple observación,  como si  lo son  el negro y el mestizo; sale más fácil del “solar” y  encuentra con mayor facilidad quien lo apoye  para hallar un buen empleo, etc. No se  trata de  que podamos afirmarlo  como una conclusión definitiva, pero si  es algo  que experimentamos, que vemos  cada día,  como observadores críticos de la  realidad,   y que sabemos  mucha gente,  de todos los grupos raciales,  también lo  siente.

CERRANDO EL ESPACIO A LOS NO BLANCOS

 A  diferencia de lo ocurrido en el Caribe anglófono y  Estados Unidos,  no hubo en Cuba   un  movimiento  de importancia en cuanto a abogar por un panafricanismo, el  separatismo o el  retorno a Africa. La historia particular de los  negros y mestizos   Cubanos,  no genero   con fuerza  aspiraciones  de esa naturaleza.En general, los negros y mestizos  cubanos, prefirieron siempre luchar  dentro del contexto de la nación y de la patria. Experimentando siempre  de manera muy fuerte el sentimiento de ser cubanos.

A diferencia de lo que tuvo lugar en América latina, en la que los españoles fueron expulsados. En Cuba, la hegemonía blanca,  bajo la cual continuo la nación, apoyada por la intervención  norteamericana,   dio un trato preferencial a la burocracia civil española, así como a los hombres de negocio,  permitiéndoles, no solo permanecer en Cuba, sino incluso ampliar su presencia. Dado que, a  la mayoría de esa permanencia, posteriormente se le agrego una  inmigración, que al ser católica y blanca, esta  era considerada como el tipo de persona  idónea, que reunía  las características éticas, morales  y fenotípicas,  para producir el “ blanqueamiento “ de la Isla. Aspiración, que con la intervención norteamericana, se vio  reforzada.Por cuanto, en la mentalidad racista dominante en Estados Unidos, el hispano tampoco es blanco.

Entonces,    los potenciales espacios de reivindicación económica y social para los negros   y mestizos  se redujeron aun más. Pues entre  1882 y 1930,  ya incluso dentro de la republica,  se produjo  una” favorecida emigración de españoles hacia Cuba”,  que puede ser considerada  como parte de  un proyecto  de “blanqueamiento”, el   que al mismo tiempo limito seriamente   el  acceso de negros y mestizos a los empleos y mejores posibilidades de vida. Baste constatar por los hechos y las estadísticas, que esa gente( europeos) vino a Cuba en condiciones   privilegiadas, recibieron tierras,  facilidades de empleo y financiamiento.

De modo que los negros y  mestizos,  que habían peleado en masa  por la independencia,  sufrían entonces  la competencia  por los puestos de trabajo, de parte de aquellos mismos contra  los que habían tenido que luchar  y no pocos  ofrendar sus vidas, por la libertad  de Cuba.

Muchos de los pocos  negros y  mestizos, intelectuales sobre todo, vinculados  a estos hechos, tenían ya  claridad de  que la nación estaba primero  y muchos de ellos  habían luchado por la nación,  pero otros( casi en su totalidad  blancos) se la habían repartido como “botín  de piratería”;  dejando especialmente  a la  masa mayoritaria  de los   ex miembros del Ejercito Libertador,  negros y mestizos en su inmensa mayoría,   sin siquiera un empleo decoroso. Como si fuera poco, no querían darles  el  derecho de representación  política-electoral, como ya explicamos, usando como instrumento a  la tristemente celebre  Enmienda Morua.

Durante los años cuarenta del siglo XX, especialmente  a raíz   de los debates de la Constitución, parecía que se  lograría  una Ley contra la discriminación   y  por una  distribución  racial  más equitativa   de los puestos de trabajo, impulsada por los comunistas, según  compromisos  establecidos por los artículos 20 y 74 de la Constitución    de 1940. Pero todo ello finalmente  quedo en el “saco sin fondo” de la burocracia parlamentaria del momento. Como sabemos, en particular Fulgencio Batista se las arreglo entonces para extraer el máximo provecho de la Asamblea Constituyente

Un grupo  de  intelectuales negros y mestizos    lucho   desde la prensa, los sindicatos, los clubes y las sociedades fraternales, para lograr mejorar la situación, pero muy poco   se obtuvo  desde el punto de vista real. Aunque en el plano subjetivo ello fortaleció  la  conciencia,  también entre muchos blancos,  de que la nación, para  seguir  adelante,  necesitaba dar  solución al racismo y la discriminación  que él trae aparejada. 

RACISMO Y CONCIENCIA RACIAL.

Cuando llego  el año de 1959, la inmensa mayoría de los negros y mestizos, aun  tenían una alternativa propia para luchar por sus reivindicaciones, aunque no estaban  lo suficientemente  organizados como  para tratar de  evitar, o al menos  debatir,  el  silenciamiento que sufrió el tema racial, sobre todo a partir de 1962.El ambiente político tampoco parecía propicio  para sacar a relucir  el tema, otro enfrentamiento de mayor envergadura, con Estados Unidos,  ocupo  su lugar. La Dirección Política entonces, que había levantado el tema, finalmente, dio  el asunto como resuelto.

La tendencia evidente a la integración racial, ha operado también como una cierta “trampa “ histórica. Los negros, pero también   los mestizos,  que disponían de organizaciones  fraternales, abandonaron estas, para acogerse a una institucionalidad, que si bien representaba  sus intereses como parte de todos los ciudadanos, era  aun relativamente insuficiente  para representar su situación como grupos sociales en desventaja.

Los negros y mestizos   habían luchado arduamente por sus reivindicaciones,  se habían organizado para ello,   vinculado  a otras organizaciones,  e incluso poseían   una  cierta contraideología  para enfrentar  el racismo. Sin embargo, a partir de principios de los años sesenta,  todo ello  se considero como  innecesario, pues  la revolución asumía la  defensa de negros y mestizos,  dentro de su proyecto humanista.  Proyecto  que se hizo sentir inmediatamente en una mejoría sustancial  de las condiciones de vida  para  toda la población pobre del país y de   la masa fundamental de negros y mestizos  dentro de ella.

Pero  en el orden del debate político,  promovido por el propio Fidel Castro, se  produjo un   viraje,   entre el  enfoque dado al tema   por la Dirección de la Revolución    el  22 de  marzo de 1959 y lo que ocurrió después.  El tema racial devino en un tabú.Se produjo el silencio. La cuestión racial   quedo subsumida   dentro del tema más general  de la lucha contra la pobreza, la discriminación y  la búsqueda de la justicia social. Sobre la base de un amplio Sistema Redistributivo,  liderado por el Estado Revolucionario.  Este   ultimo  enfocaba sus  medidas  globalmente, por lo que entonces  lo especifico de la situación del negro y el mestizo  desaparecía, no así  lo referente a la  mujer.  Finalmente,  el color de la piel,  no llego a ser una variable especifica  a considerar dentro de la política social de la revolución.

Con posterioridad, el  periodo de  1962- 1986, fueron   años   en  los que  negros y mestizos  en Cuba, junto a todo el pueblo,  arribaron a un grado de conciencia muy alto, que se correspondió con  su nivel de participación dentro del proyecto como nación y el grado  de enfrentamiento  político con la contrarrevolución en esos años. Pero al mismo tiempo, mientras todo ello tenia lugar,  se  rompió   la continuidad de su pensamiento como grupo racial, pasando a un grado de conciencia y de subjetividad,  presionados   por el enfrentamiento político con el imperialismo, en particular  con Estados Unidos. Lo anterior   no les permitía comprender  que habían diluido su identidad,   como negros y mestizos,    dentro de un proyecto social, desde el cual  tendrían   aun que luchar mucho, para lograr los espacios que les corresponden. Todo lo cual  afectaba  también la lucha  interna por la igualdad social y en fin,  la coherencia política  del proyecto social de la Revolución Cubana.

Ese nivel de conciencia, que priorizo  a  la nación por encima de la conciencia del grupo racial,  debió  servir también  para  comprender los limites  cuya  trasgresión  perjudica  el avance del  proyecto nacional revolucionario, única garantía de que el problema racial se solucione.  Porque  también  debió  servir para comprender los limites de un proyecto nacional, que aun no  ha sido  lo  “suficientemente radical” como  para solucionar  la discriminación racial. Todo   lo cual hace irreal  tratar  de convertir el tema  en un tabú. Cuba, posiblemente sea  la prueba más ejemplarizante de que el tema racial no puede ser desconocido ni  silenciado.

Ante las realidades que aun aquejan al tema, debiéramos preguntarnos entonces, ¿ De qué modo los cubanos van a explayar su conciencia  de nación, sino tienen todavía  una  integral  comprensión, desde el punto de vista “racial”,  de cómo luchar para que la nación sea para todos por igual? Creemos que eso es convertir, dentro del negro y el mestizo en particular,  a sus “ identidades raciales  ” y como cubanos, en una contradicción  sin solución. En una ecuación con mas incógnitas que variables.

Un negro o mestizo,  sin conciencia de “raza”, no existe como individuo, porque no tiene conciencia de sí mismo, de quien es, de donde procede; por lo que su conciencia de nación, sin la comprensión de su  identidad individual,    deviene en un absurdo, sin asidero físico,  moral o espiritual.

Ello entonces   expresa  una  disfuncionalidad;  la nación  es así  incompleta,  porque ¿ quienes tienen la mayor responsabilidad de aportar el componente africano o simplemente no blanco    de nuestra identidad como nación,  a la cultura nacional ,  y más que ello, de sacar  a  ese componente  del ostracismo en que lo  han  intentado  sumir  durante siglos el racismo y la hegemonía de la cultura  llamada  blanca?.

 No es posible lograr que la cultura cubana sea realmente una cultura multirracial, si todos los componentes  de esa cultura ( negros, blancos y mestizos) no están en posibilidad de actuar   en igualdad de condiciones para lograrlo.  Si no es así, Cuba seguirá bajo el peligro  de    la hegemonía de la parte europea  de nuestra cultura. Lo cual quiere decir, que la cultura cubana, continuara siendo como emergió, una cultura de un alto componente racista. Se habla mucho de la cultura cubana como una cultura mestiza, pero  nos queda aun avanzar mucho en  el camino de  su  consolidación. No podemos extendernos en las consecuencias que en el orden, ya no solo cultural, se desprenden  de esta disfuncionalidad, para otros campos en  la vida de la nación cubana.

No estamos planteándonos  la construcción de identidades raciales. Ojala fuera tan sencillo. La identidad racial existe,  con independencia de que la creemos o no. Ha estado presente, muy especialmente en los blancos. Los  que siempre han tendido a utilizarla  como un instrumento de poder. Porque esa identidad ha sido y es,  clasista y racial  al mismo tiempo.

Los  llamados blancos en Cuba  siempre han tenido el poder y eso  ha sido tan fuerte que la burguesía cubana  logro  trasmitir a muchos blancos, diríamos   a demasiados,  de que solo ser blancos ya es   una ventaja.

No se trata de construir identidades   raciales, sino en principio, resolver el problema de que se respete la diversidad. Pues lo típico dentro de nuestra realidad social, históricamente.,   ha sido  comportarse ante la otredad sobre la base de un criterio de hegemonía racial. Ello es parte de nuestra cultura, aunque muchos vergonzosamente lo nieguen. Otros muchos no lo acepten , otros tantos ni siquiera se lo pregunten  y que  sea tan difícil debatirlo.

Para que alguien pueda sentirse parte de  una nación o de un grupo cualquiera, es condición indispensable que sienta, ante todo, su mismidad. Solo se puede ser parte de algo, si se es uno mismo primero que todo.

La identidad del mestizo, sobre todo la  del negro,  ha sido  una identidad siempre  muy  agredida. En la misma medida en que ha tenido que abrirse paso a traves del campo de batalla del no reconocimiento, de la no aceptación, del estereotipo negativo, de la discriminación, del juicio de valor  hegemónico que ataca su otredad.

Aun en medio de un proceso tan humanista como el de  la Revolución Cubana, el negro y el mestizo han tenido que desenvolverse dentro de un ambiente ideológico agresivo  hacia la intención de asumirse como negro o mestizo, aunque al mismo tiempo, ello no niegue asumirse como cubanos, cosa  esta ultima que el negro sintió tempranamente, a pesar de lo  critico que fue su   proceso de   “Criollizacion”.

Lo anterior encierra un  peligro permanente, porque  para  la conciencia  individual  del ciudadano, que se encuentra  de la media hacia abajo, el color de la piel  le  es más cercano que la patria y la nación. Del mismo modo que el color de la madre, le es más cercano que los de la bandera. ¿De que modo entonces  vamos a  acercar a ese ciudadano a otros conceptos que le son más lejanos, abstractos  y subjetivos, si le impedimos que se acerque a los de su propia identidad individual, si le impedimos que se asuma en lo individual, única manera en que pueden formar parte de lo social? ¿ y como lo social  los va a asumir, sino es  en su individualidad,  para elevarlo  a la totalidad?

“ Las identidades humanas son casi imposibles de pensar sin la posibilidad que tienen las personas de elaborar una crónica de sus vidas “

Ello significa, que en la misma medida en que el aporte del negro  y del mestizo  está  insuficientemente  recogido  en nuestra historia, mientras que el aporte europeo blanco no,  el negro y el mestizo están en desventaja, pues se encuentran limitados siquiera para pensarse y construir una crónica de sus vidas. Por lo que la ayuda principal  que necesitan  negros y mestizos  es reconstruir esa historia,  en la que ellos no están suficientemente recogidos. Por lo que no es difícil concluir, desde esta perspectiva, que no es la única, que la identidad de negros y mestizos, es una identidad históricamente incompleta,  “no cuajada”; que resulto así  como    consecuencia   de  la  conveniencia de las clases dominantes,  a partir del régimen de  explotación esclavista,  la situación de opresión racial  en la republica y la supervivencia  aun alimentada de la discriminación racial que  permanece  en nuestro país.

“Para poder `participar en la sociedad como miembro efectivo de ella y entrar en interacción social permanente con los demás, debemos  establecer quienes somos en términos  sociales. Se trata de atribuirse un significado a sí mismo, del mismo modo en que se lo atribuimos a otras cosas y personas.

Si el negro o mestizo no tiene conciencia de su identidad, que es decir de su mismidad, puede ocurrir, lo que  no pocas veces tiene lugar, que tal identidad sea  determinada de forma externa o sobre la simple base del reconocimiento de un color externo. Situación que abre  paso a  los  estereotipos negativos   construidos. Una actitud pasiva ante la definición de la identidad y una incapacidad  de explayarla externamente,  alimenta la supervivencia  del racismo y  la discriminación. El individuo en la búsqueda de su identidad individual desempeña un papel fundamental, pero también desde  la sociedad se le debe ayudar”.

Como una resultante, de todo el proceso atravesado y de las manipulaciones realizadas por las clases  dominantes,  tampoco el  negro  y el mestizo   en Cuba,  poseen  entonces  la suficiente  “conciencia  racial “ que aun  necesitan  para luchar por su lugar dentro de la sociedad. Tal parece como si nos estuviésemos planteando  retroceder, pero no lo es, por cuanto la  raza, aun y cuando esta  sea una construcción social, se trata de una construcción que  nos persigue, que se objetiviza  a cada paso y   que al mismo tiempo  resulta  necesaria su comprensión  para luchar contra el racismo,  desde la identidad individual.

 Los que ejercen la discriminación por el color de la piel,  es decir los racistas,  también debieran saber que la raza no existe,   comprendiéndola  como   una mera construcción social.  Pero no se detienen a pensar en ello, simplemente echan mano de  los estereotipos negativos  y sus prejuicios raciales para menospreciar el valor social del otro. Para plantearse la otredad desde la posición de hegemonía racial. 

Entonces,  desde el plano  de la subjetividad, la solución del problema esta,  en  grado importante,  en  que  negros y mestizos,  en primer lugar,   combinen  ambas conciencias( la de sentirse cubanos y la racial), como componentes inseparables de su identidad individual, como las  dos caras de una misma moneda, la nacional y la de `pertenecer  a un grupo racial determinado.

Un cubano que se asume desde la perspectiva de la identidad nacional, lo tiene que hacer necesariamente con todos sus  atributos: “raza”  o color, lugar de nacimiento, sexo, residencia,  procedencia social de los padres etc. De lo contrario no existe. Porque la identidad nacional  en si  no es nada sin todos esos atributos. La nación no existe en si misma, no es nada si no esta formada por el pueblo que la compone. Un pedazo de tierra, de cielo, una bandera, no son mas que meros  símbolos tangibles  de un pueblo que los construyo con su historia. Sin ese pueblo la nación no existe. Luego la identidad  nacional sin la identidad individual, de grupos etc., no existe, seria un concepto etéreo, que no nos lleva a  entender nada.

De que modo se podría explayar la identidad nacional   sí ella misma esta afectada en su contenido. Si negros y mestizos no la  integran  en igualdad de condiciones. La identidad individual, sea racial o de genero, no puede quedar diluida dentro de la identidad nacional. Esta ultima es un complejo sistema de identidades que tienen que ser reconocidas todas de manera equilibrada, para que la identidad nacional pueda funcionar como tal. Se trata de un complejo único y diverso al mismo tiempo. Donde él todo no puede funcionar sin las partes. Pues de lo que se trata,  es de  hacer funcionar la unidad en el contexto de la diversidad. La diversidad deberá ser reconocida,  porque ese reconocimiento deviene en el  factor vital,  cohesionador,  que permite la unidad. Entonces,  todo lo que desconozca o ataque  la diversidad, afectará   la unidad.

No hay que temerle a que  alguien se reafirme en lo que es,  porque esa es  la condición indispensable, ineludible, para que pueda ser   parte de cualquier otra cosa, aunque ello solo sea  una  posibilidad teórica.

“Cuando cualquiera se  mira así mismo,  esta buscando, encuentra, construye  elementos que lo enlazan con su origen, satisfaciendo sus necesidades de arraigo, pertenencia, ubicación en el mundo y su  autoestima. Quien no realiza ese proceso  por si mismo, o alguien no lo ayuda a realizarlo, queda  como suspendido en una vació. Porque el ser humano necesita saber quien es, de donde ha venido. Lo contrario produce una sensación de inexistencia.”

Se trata  de asuntos de muy alta complejidad, que solo pueden ser  abordados  a partir de la ciencia  y no de la  simple empiria subyacente en la cultura popular y el sentido común  heredados. Porque  basados en  ellos no superamos   la ideología burguesa.

Pero ante   todo ello, solo  una perspectiva   cultural no es  suficiente. Hay que partir de la realidad de la existencia de  las desigualdades socioeconómicas,  lideradas por una clase  social, hegemónicamente blanca, desde la etapa colonial, pasando por el capitalismo,  aun y cuando muchos negros y mestizos puedan  haber compartido y compartan  aun  ese espacio de poder,  e incluso lo utilicen para discriminar a los de su propio grupo racial.

Es verdad que han existido, incluso negros, cuya posición de poder podría provocar la envidia de cualquier blanco. Pero esa  no ha sido la regla social. Y si ha quedado claro a lo largo de la historia  cubana, que aun siendo ricos, los negros  y mestizos  nunca han estado en igualdad de condiciones con los blancos. Como para dejar bien establecido, que la  más alta posición económica, aunque puede contribuir al alivio de la discriminación, ello  no  es suficiente para que el negro y el mestizo dejen de ser discriminados. Y es aquí donde otras perspectivas de análisis se hacen necesarias.

Pero además,  la pobreza de los negros y mestizos en Cuba, no fue históricamente y aun no  es,  cualquier pobreza. Porque  se trata de  una pobreza  “aderezada”, que carga sobre  los hombros de estos  grupos   el componente adicional de la discriminación por el color de la piel. Es decir, el  motivo  básico de la discriminación el negro y el mestizo  lo  llevan encima.

Por eso,  hay personas blancas que pudieran estar en peores condiciones de pobreza material y cultural que muchos negros y mestizos. Pero estos últimos no tienen la  capacidad  de “escapar” que tiene el llamado  blanco. Este ultimo   se puede superar, educarse, mejorar su status material y  cultural; entonces,  su color  además,  le permite practicar el mimetismo que le facilitaría sumergirse dentro de la sociedad  y escapar  de  su condición previa. Pero al negro le es mucho   más difícil, aun y  cuando pueda superar los obstáculos de la pobreza material y cultural ¿ Que mimetismo puede practicar el negro para escapar de su condición de  discriminación?¿ Dentro de que color se va a sumergir? Por eso, por lo general,  el blanco, solo, o con un poco de ayuda, sale de la pobreza, al negro particularmente,  hay que sacarlo de ella. Hay que crearle condiciones sociales, que no son otras, que la desaparición del racismo.

El negro y el mestizo  deben entonces   preservar y desarrollar la   conciencia de que lo   son, de lo contrario no van a tener fuerzas ético-morales e ideológicas suficientes  para combatir contra el racismo,  que aun  les afecta en sus individualidades y como grupo, perjudicando al mismo tiempo  la fortaleza del proyecto social. Porque  cuando se ejerce cualquier tipo de discriminación, la racial entre ellas, sé esta atacando la esencia misma del proyecto social de la revolución; que no es otra,  que  la  del respeto y la inclusión de la diversidad.

¿De que manera un negro o mestizo  cubano,  en la situación actual, va a luchar contra el racismo, si al mismo tiempo que se asume como cubano, no se asume como negro? Si incluso, una de las manifestaciones del racismo aun en Cuba, ha sido  precisamente, la de  considerar como ideológicamente inaceptable él  asumirse racialmente.

Sostenemos entonces  la posición,  de  que la ausencia  de identidad racial en negros y mestizos en particular, resulta una debilidad para luchar contra el racismo. No los hace fuertes  ante el mismo y por tanto, tiende a mermar su capacidad de respuesta.

Durante mucho tiempo en Cuba,  el mito de la “Igualdad Racial “,  tendió a convertir  en un insulto el  que los  negros  y  mestizos   se reivindicasen como tales, aun dentro de una conciencia  de nación ganada   por parte de ambos, individualmente y como grupo.

Los negros y mestizos   están obligados  a  defender y desarrollar   su identidad  de ser  cubanos,  porque también  hubo quienes   deseaban  arrebatarles la nación (devolviéndolos a África), pero deben  mantener  y desarrollar también su identidad” racial”.

La conciencia”  racial”  en un país como Cuba,  no puede  ser  diluida  dentro de la conciencia nacional. Ello  ha sido una insuficiencia  ideopolítica,  que ha  llevado  implícito el peligro de una disfuncionalidad dentro del  proyecto social    de la Revolución.

Pues la  funcionalidad del proyecto social de   la nación cubana, tiene que ser logrado  sobre la base de la unidad dentro de la diversidad. Diversidad, que tenemos que impedir continúe siendo   un problema, y que solo se puede solucionar  sobre la base de la aceptación, inclusión y   respeto de la diversidad. Condición básica para acceder a  un carácter sostenible  de la unidad dentro de la nación.

¿ Como reaccionarían negros y mestizos,  dentro de un ambiente social en el que la economía emergente  los acogiera sin aplicarles criterios de idoneidad racializados; que se vieran continuamente y a la par del blanco, en la televisión, el cine, el ballet; que tuvieran  acceso a los cargos de todo tipo; que pudieran a la par que el blanco, representar al  país en la actividad diplomática; que se vieran integralmente  reconocidos en los libros de historia y en los programas académicos,  como constructores y parte de la nación?  ¿ Le estaríamos construyendo alguna identidad racial? .O simplemente la sociedad los estaría  reconociendo, como integralmente merecen.

Se trataría de construirles  una identidad racial al negro y al mestizo,  o simplemente tratarlos con la  justicia  a que la Revolución Cubana  siempre ha  aspirado.

¿Que necesidad  tendrían los negros y mestizos, ante un escenario como el anteriormente    planteado, de construirse alternativas al margen dela ley, o morar en verdaderos ghetos, desde los cuales se construyen identidades defensivas, racistas y excluyentes? ¿ Que necesidad podrían sentir negros y mestizos,  de adoptar actitudes, que no hacen sino  alimentar  el “miedo al negro “, la  exclusión  y su   sobre representación  en las cárceles,  sirviendo no pocos  de materia prima, para continuar alimentando  los  estereotipos negativo, los prejuicios, el racismo y  la discriminación. ?

Siempre podría  haber  gente negativa y marginal, aunque estas  tuviesen todas las oportunidades. Pero la regla  social  dice  que el incremento de las oportunidades,  resulta  inversamente proporcional a la existencia del delito, la pobreza  y la marginalidad social.

¿No estamos planteando entonces  construir identidades? Estas objetivamente  existen  hace tiempo, con todas sus implicaciones  ya explicadas. El problema consiste en que existe  una disfuncionalidad  del proyecto social  cubano,  dentro de la cual,  aun con la Revolución, nunca se  ha disfrutado de  un equilibrio social  completo  por parte de   los diferentes grupos raciales que componen a  la sociedad cubana.

Como resultado de las diferencias socioeconómicas que se mantienen y  que son  consecuencia  originalmente  de los disímiles  puntos de partida históricos  de esos grupos raciales. Lo que  ha  determinado posiciones de poder diferentes para negros y mestizos en particular, a las que se les agregan,  los estereotipos negativos, los prejuicios raciales, la discriminación y el racismo,  que aun los afecta,  dificultando  consolidar el proyecto social,   como un proyecto de igualdad  y justicia social para todos los cubanos por igual.

Pensar lo contrario  es   situarse en  una posición  de  idealismo,   a  veces también de  paternalismo,  que   no se  corresponde   con la lucha  de un país   en revolución,  tratando de  superar la  multifacética   y  reproducible   herencia del colonialismo. Se trata de un idealismo y del peor  tipo,  porque tanto el  racismo  como el machismo existen y nos acompañaran aun por largo tiempo. Por lo que seria erróneo considerar, que tanto  la identidad  de genero como la” racial” pudieran  ser diluidas dentro de la identidad nacional. Además,  porque  esa lucha  contra  los prejuicios mencionados,   debe ser librada también desde las identidades  individuales y no solo   desde el plano social  del poder del Estado y de  las instituciones de la sociedad civil.

 La conciencia social no existe sin la conciencia individual, del mismo modo que él todo no existe sin las partes. Aun y cuando  el todo, no sea tampoco    la simple suma de las partes.

El negro y el mestizo  deben tener conciencia de que lo son,  pues esa  es la única forma  en que pueden luchar contra los prejuicios, el racismo y la discriminación que aun subyacen dentro de la sociedad cubana. Autoasumirse  es condición indispensable  para luchar por una  identidad nacional,  que es de hecho multirracial.  En esto ultimo,  la ignorancia seria un peligro y la” inocencia” no seria una  virtud.

 Si  esa  dialéctica, antes mencionada,   se trata de eludir o es frenada artificialmente,  la lucha se va a dar de todas maneras   y tal vez incluso,   con consecuencias   negativas para  el consenso  nacional  ante el proyecto social. Porque   la propia revolución ha dotado a negros y mestizos, masivamente, de la capacidad  de librar la lucha anticolonial  y por la igualdad social  y seria paradójico   que la propia política de la  revolución  deviniera en un freno   de  sus aspiraciones.

Es que solo puede hacerse realidad que Cuba sea una sociedad verdaderamente “multirracial”, multicolor, si todos los “grupos raciales” que la componen están en condiciones socioeconómicas y culturales de exigir ese equilibrio. Lo cual   es en principio un equilibrio de poder, económico, político,  y cultural, al mismo tiempo.

Los  desequilibrios  que  están presentes aun,  no contribuyen para nada a la comprensión del tema racial ni a su solución. Ante  ellos, hay  que  accionar para resolverlos. Proceso dentro del cual,  es indispensable  evitar, a toda costa, que la población negra y mestiza, llegue a  experimentar  la sensación de que no posee recursos políticos e institucionales para defenderse. Porque  realmente,  un simple discurso discretamente publico,  aun insuficiente en su contenido,  para caracterizar a profundidad el problema,  y la orientación  de   acciones en un marco de discreción,  no satisfacen la complejidad del momento. Tal vez una expresión de ese peligro latente la encontramos en lo siguiente:

“En una encuesta con  jóvenes negros, en 1994,  el 16% de los mas jóvenes  considero  que era  necesaria  una organización racial solo de negros.   “

Al mismo tiempo,  la atención a la individualidad es muy importante, porque  desde esa perspectiva,   cada persona que lucha por mejorar,  no lo hace en abstracto   sino  desde su condición social. Ello contribuye a la sociedad y a la autoestima del grupo, colaborando  también  con  la construcción de los  paradigmas,   que son  tan importantes  en la batalla  por la superación de toda forma de  discriminación. Para los  negros y mestizos cubanos,  ello tiene un significado crucial, por cuanto, en ninguno como en estos grupos, se pone tan claramente de manifiesto la falta de autoestima y  la tendencia a “destacarse por lo negativo”.

El grupo racial blanco     también  necesita de  esa conciencia, aunque  por lo general  no es el discriminado;  no es el “doliente directo”, mas allá de que el desarrollo de una   nueva realidad  social haya   logrado  introducir  en la  conciencia individual de muchas personas  una  ética antidiscriminatoria.  Pero para el negro y el mestizo  se trata de algo   vital. Al blanco le cuesta mas trabajo  adquirir esa conciencia, porque no confronta  directamente con la discriminación por el color de la piel. Entonces, ¿Cómo inculcarle al blanco,   que el también  desempeña un papel importante para que el negro y el mestizo  no sean discriminados? Pensamos   que ello solo puede lograrse sobre la base de trabajar fuertemente por una “cultura de la  inclusión”. Que no ha sido precisamente lo que durante siglos, antes de llegar a la etapa revolucionaria después de 1959,  había  caracterizado a la cultura cubana. Entonces,  se trata  también  de una lucha por  terminar de desterrar de  nuestra cultura el componente racista  con   que esta  nació.

Lo contrario de lo aquí expresado, trae consecuencias   muy negativas  desde el punto de vista social, porque  cualquier negro o mestizo, aun en la Cuba de hoy,  que pretenda olvidar que lo es, o que pretenda asumirse como lo que no es, puede quedar defraudado por la realidad y esa frustración  lo puede llevar al racismo, al  adoptar entonces   la actitud de discriminar a los que lo discriminan, vía por la cual   el  problema no tendría  solución. 

Todo ello  hace muy  necesario también luchar  contra  el “Blanqueamiento “, que ha sido otro de los lastres negativos dentro de nuestra cultura. Presente, como aspiración, en todos los grupos raciales, y que  aun ocupa espacio dentro de nuestro sistema educacional.

Lamentablemente,  aun en la Cuba de hoy, se puede ser racista y no pagar compensación  alguna por ello.  Ser racista no es un obstáculo para  integrar  el Partido Comunista de Cuba,  ni  acceder a los más altos niveles de poder y de reconocimiento social. Pues la calificación del individuo esta dejada a la “espontaneidad del merito”,  sin que este ultimo pueda ser cuestionado,  como resultado de no aceptar la inclusión y  la diversidad, como  piedras  angulares  del proyecto social de la revolución.

Por lo cual, hoy en Cuba  no tiene mucha  implicación  política ni social ser racista, si ello puede ser  convenientemente  ocultado en las interioridades del propio grupo racial, la familia o los amigos íntimos. Cirscuntancia de la cual proviene en parte,  el grado de hipocresía  y de cinismo con que no pocos  cubanos, de todos los grupos raciales,  aun enfocan el problema racial. Pero  es  difícil que alguien se reconozca racista, porque en el fondo de su alma, todo el mundo tiene la conciencia de que ello es malo. Un ejemplo de ese cinismo lo podemos encontrar en la anécdota siguiente:

Tengo un amigo( blanco) de muchos años,  que me dijo, “ ¿para qué tu quieres que los negros estén mas en la televisión?, si  ya tienen un canal para ustedes solos: el Deportivo”. 

Entonces,  solo llevar el tema de nuevo al discurso publico y ampliar el marco del  debate científico-académico, puede quebrar esa “suerte de hipocresía”, que no tiene nada que ver con una ética verdaderamente revolucionaria. Un debate amplio, puede contribuir a    esclarecer y  a combatir los prejuicios y estereotipos negativos,    sobre todo,   ayudando  paralizar  y  arrinconar  a los que  están en el lado opuesto. Todo lo cual forma parte de la lucha por superar la herencia de la cultura burguesa, dentro de la cual el racismo se encuentra cómodamente instalado.

 Prácticamente a  nadie se le ocurre  discriminar abiertamente   a alguien por ser mujer;  mientras que en nuestras calles es frecuente escuchar  frases peyorativas sobre los negros, incluso,  dirigidas  por  los propios negros,   hacia su grupo racial.

Dialécticamente hablando, el hecho de que la tendencia dentro del problema racial en Cuba haya sido hacia la integración, también ha tenido sus inconvenientes. Porque el slogan de “todos somos iguales”, fue parte  también  de la demagogia    republicana  frente al racismo. Además, el  hecho de que la revolución, durante muchos años, haya dado  el asunto como resuelto, declarando un largo periodo de silencio,  en realidad, ha tendido a crear mas problemas que los que ha resuelto.

Si la sociedad cubana hubiera logrado continuar el ritmo socioeconómico  de la primera mitad de los años  ochenta, el problema racial  tal vez  no hubiera reemergido con la fuerza que ahora lo ha hecho. Pero la crisis económica de los años 90  lo hizo  salir. Lo saco a la superficie   con la virulencia  y el  impacto psicosocial  propios  de  aquellas  cosas,  que  consideradas  como resueltas,  realmente no lo están. 

 “El racismo,  consustancial a una sociedad   que había surgido con la opresión de unos  grupos  étnicos   sobre otros, dio lugar a prejuicios  donde se unen y confunden lo socioeconómico  y lo racial, con  las  relaciones sociales muy marcadas por él “.

Sin embargo, la propia dinámica social,  signada  por un proceso de lucha de negros y mestizos  por sus reivindicaciones sociales,  varias conspiraciones antiesclavistas, la  paulatina formación de una masa de negros y mestizos  libres, el cimarronaje  y   tres Guerras de Independencia, en los marcos de un sistema colonial  que aceptaba la compra de su libertad por parte  del esclavo y de una cierta aceptación a  la convivencia con las culturas venidas de África,  generaron un proceso lento y doloroso,  pero continuo,  de integración racial de la sociedad cubana, que no ha concluido aun. En realidad “ El Ajiaco “ no esta aun  terminado. Incluso, tenemos personas que no se sienten nadando   en la olla. Dentro de esta ultima hay carnes y viandas, que son mas que las que hubiésemos imaginado  antes de la crisis de los años noventa,   y que aun no se han ablandado. Por tanto, debemos   todavía  mantenerlo al fuego, (oponiéndonos   muy de cerca a los que quisieran disminuir la intensidad de la llama); revolviéndolo con fuerza  para que  termine de cocinarse. Por lo cual, el ajiaco vale para nosotros, no tan solo por sus resultados esperados, sino por el proceso mismo de la cocedura. Realidad, esta ultima, que no todos estamos de acuerdo en asumir, pero que resulta de importancia vital interiorizarlo y trabajar por su comprensión, en medio  de  la lucha que todavía   debemos librar  por la consolidación de la nación.

Tal vez sea Cuba uno de los pocos países del mundo,  donde    negros, blancos y mestizos   comparten  mas  espacios comunes  en el orden geográfico,  social, cultural y político. Donde la mezcla es la regla, acelerado ello por una Revolución radical y extraordinariamente humanista,  que declaro la guerra a la  discriminación de todo tipo,   a la pobreza y a la desigualdad,  hasta el mismo  borde del igualitarismo.

No es  difícil aceptar,  de que  Cuba es el país donde más se ha hecho   y continua haciendo, contra la discriminación,   por la igualdad y la justicia  social.

Pero la tendencia evidente a la integración racial y social en general, acelerada y  amplificada por la revolución, en el contexto de una falta de atención directa a la cuestión racial, ha operado también como una “cierta trampa”,  que ha traído como   resultado la percepción  “ idealista”   de  considerar que   el racismo, los prejuicios y la discriminación racial,  ya habían desaparecido,  o que  al menos estaban  desapareciendo a un ritmo mayor del que en realidad estaba teniendo lugar. Muchos factores integradores  han actuado durante estos mas de cuarenta años en Revolución,  para  hacernos creer que esa “lacra” del racismo( como la califico Fidel Castro en marzo de 1959) podía desaparecer tan rápido. Pero a partir de la segunda mitad de los años ochenta la situación cambio dramáticamente

En  medio de las nuevas condiciones, generadas  por la crisis económica, del periodo que comenzó especialmente hacia la segunda mitad de los años ochenta, se  hizo  evidente que son   negros y mestizos    los que más han padecido, en su mayoría, como parte de la población más vulnerable  económicamente y por el resurgir de los prejuicios y la discriminación racial. Siendo hoy, los que como grupo, cualitativamente, mas dificultades enfrentan.

Negros y mestizos,  desde 1959, habían sido muy  defendidos   por  el  Estado,   lo cual   les  infundía una extraordinaria confianza;  porque nunca antes  los negros y mestizos  habían podido contar  con  un Estado y un  gobierno  que los representara  y bregara por sus intereses. Junto a ese esfuerzo institucionalizado,  la nueva conciencia  ético-moral antidiscriminatoria,   que emergió  de los cambios socioeconómicos y políticos,  ayudo mucho también. Pero cuando la crisis económica llego, proporcionalmente  entre  los negros y mestizos   se encontraba   aun  la masa fundamental  de  los que más lejos estaban    de alcanzar  un proyecto de vida.

“El color de la piel”,  no puede ser olvidado, es una nefasta  herencia de la esclavitud,   muy fuerte, que se asentó como un hito e instrumento  de diferenciación social, que la republica profundizo, por lo que resulta ser,  aunque no se quiera,  una variable de obligada consideración.

Esta afirmación anterior, se ve reforzada a partir de que una concepción como  la cubana, acerca del papel dinámico que desempeña la política social  sobre el desarrollo económico,  lo que  obliga de manera especial a que  los problemas de la  pobreza, la vulnerabilidad y la desigualdad social, sean atacados a fondo.

Tales  problemas como sabemos, se ha evidenciado que están  fuertemente ligados  al color de la piel, mezclándose a la vez  con asuntos relativos a los estereotipos negativos, la discriminación y el racismo, que afectan seriamente  a negros y mestizos como personas y como grupos poblacionales.

Por tanto, tales espacios de vulnerabilidad social, estas disfuncionalidades,  no pueden ser resueltas sino se toman en consideración los problemas relativos al color de la piel.

Sin embargo, parece haber existido al respecto cierta  “resistencia “, que ha impedido o,  al menos ha  obstaculizado,  los  estudios sociodemográficos, en los que  el color de la piel  haya sido considerado  como una  variable  rectora. Aun hoy en Cuba, no es difícil encontrar  trabajos científicos que se refieren a la población cubana, donde esta no es clasificada por el color de la piel. Por lo cual,  tales análisis  se quedan a medias.

Cuba, país unietnico y  multirracial, ha recogido con cierta sistematicidad información sobre  el color de la piel de sus habitantes,  desde los  años tempranos de su historia censal hasta hoy,   pero estos datos, sobre todo en los años recientes,    no han permitido hacer  estudios  globales de fondo.

 

Es cierto, que mirada de conjunto, la sociedad cubana y sus instituciones, en especial el Partido Comunista de Cuba,   defienden los derechos de negros y mestizos   en la Cuba de hoy. Pero no hubiera sido  nada negativo, que ellos mismos, negros y mestizos,  por sus propios medios y esfuerzos, luchasen también,  en estrecha coordinación con  la estructura  cultural y política del Estado,  para  eliminar  la  lacra del racismo de  la sociedad, como parece estarse abriendo paso, aunque  muy lentamente todavía,  en los últimos años.

No es posible  desaprovechar  la oportunidad de que,  por primera vez en la historia de Cuba, los negros y mestizos tienen la real posibilidad de dejar   de ser discriminados; de compartir con los blancos  en igualdad de condiciones   los destinos de la nación y  de ocupar el lugar que les corresponde  dentro de  una sociedad multirracial, la  que quiérase o no, se abre paso, a pesar de todo lo que  por largos años de historia  las clases dominantes  y sus aliados, hicieron por tratar de “blanquearla”.

Una dinámica social, respecto a la cuestión racial, como la mas arriba considerada, lleva implícito  la necesidad de una comprensión a fondo, de que conciencia racial en negros y mestizos, e incluso, cierta institucionalidad de esa conciencia, no llevan aparejados  necesariamente división social; sobre todo en una sociedad cubana  como la actual.

 Lo que sí lleva implícito una afectación muy seria a la unidad  nacional lograda, es que los estereotipos, los prejuicios raciales, el racismo y la discriminación,  que ellos  traen aparejados, puedan continuar ampliando su espacio dentro de la sociedad cubana  actual  e  incluso llegar   a reinstalarse en  la  macro  conciencia social.

Ciudad de La habana, agosto  del 2005.


NOTAS

Ya en marzo de 1959, cuando Fidel Castro planteo la cuestión de la discriminación racial, como una lacra a resolver, hubo quienes no lo apoyaron e incluso llegaron a predecir situaciones difíciles y desagradables. Después de haberlo considerado durante tanto tiempo como un problema ya resuelto, no es extraño que esas misma actitudes  continúen existiendo, como hemos logrado comprobar  en varias ocasiones. ( Nota del Autor).

Esa reacción responde mucho a que  se ha tendido a concebir nuestro ambiente social, como incompatible  aun  con todas las lacras que se observan en otros lugares. Lo cual proviene en general,  de una apreciación superficial de los problemas de la transición hacia una nueva sociedad; y en particular,  de cómo realmente la crisis  económica de los años noventa  ha afectado  a Cuba. Por eso se observa una fuerte resistencia  a la aceptación de   fenómenos, como la prostitucion, la droga, la discriminación racial, entre otros. Haciéndose necesario reconocer también que tales problemas, por muchos años, no habían estado presentes dentro de la realidad   cubana.  ( Nota del Autor).

Tal y como ya aparece recogido en el  “Report of the Comisión for Assistance to a Free Cuba”, también conocido como” Informe Powell “, Pág. 168-170.Sin duda, aquí se exponen los argumentos que servirán para atacar a la revolución cubana,  produciéndose el doloroso fenómeno de que el país de este hemisferio que mas ha hecho por la igualdad social, termine acusado de racista. ( Nota del Autor).

Argeliers León “ Tras las Huellas de las civilizaciones negras en América”, La Fuente Viva, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2001, p. 223.

Ver Ob. , A. León pp. 28-38.

Ob. A. Leon p. 2

Dentro de este trabajo de investigación, nos decidimos por utilizar  tres categorías de grupos raciales: negros, blancos y mestizos. Además,   utilizamos la categoría mestizo, en lugar de mulato, porque consideramos expresa con mayor amplitud y precisión al mismo tiempo, todo esa coloridad  intermedia  entre el negro y el blanco,  o lo que a veces llamamos no- blanco. ( Nota del Autor).

 

Es interesante observar, los pocos historiadores negros o mestizos, que ocupan lugar entre nuestros historiadores mas destacados. Un José Luciano Franco y Pedro Deschamp Chapeaux,   resultan  verdaderas excepciones. Historiadores que  le hayan prestado atención al tema racial, muy pocos. El tema  cuenta con un Programa de investigación  del CITMA a nivel nacional, pero no esta priorizado.( Nota del Autor).

Vale la pena mencionar aquí, el extraordinario  esfuerzo y dedicación, que durante muchos años,  han realizado el Profesor y Etnólogo, Dr. Rogelio Martínez  Fure, y otros intelectuales cubanos, como por ejemplo, Argeliers León,   para que esa literatura y otros aportes del negro a la cultura  sean de conocimiento en Cuba. A lo cual se une  una  larga obra dedicada al rescate y defensa de la raíz africana de la cultura cubana, desplegada por un grupo de intelectuales . Lo cual tiene sus  antecedentes en la obra realizada por el Sabio, Etnólogo  e Historiador, don Fernando Ortiz. ( Nota del Autor).

Ver: Pedro de la Hoz, “Africa en la Revolución Cubana: nuestra búsqueda de la  más plena justicia”. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2005. Se trata de un esfuerzo encomiable, que recoge una larga lista de obras en diferentes campos. Pero aun insuficiente para que esta obra  pase a formar parte de la formación  de la gente en Cuba. ( Nota del Autor ).

Tales intenciones aparecen muy claras en el siglo XIX,  dentro del pensamiento de José Antonio Saco ; las acciones   mas tarde  para  desarrollar una inmigración blanca europea,  entre finales del siglo XIX y principios del XX; así como desplegar  la tesis  del retorno a Africa.  (Nota del Autor ).

Entre los historiadores que hayan prestado una  atención importante  al papel de la población negra dentro de la cultura cubana, se destaca  Don Fernando Ortiz. Cualquiera, sin pensarlo siquiera, respondería  negativamente esa pregunta. ( Nota del Autor).

Para ampliar acerca de esto aspectos sicológicos ver: “Piel  Negra, Mascaras Blancas”, Frantz Fanon,  Instituto del Libro, La Habana,  1968, pp.32-33.Aun es insuficiente lo que presenta la televisión. El cine que aborda   el tema,  ha  tenido  dificultades para  ser divulgado. La literatura es insuficiente y el trabajo en el campo científico también. En general, todo lo que aborde el tema racial dentro de la contemporaneidad, pertenece  casi a un submundo intelectual,  insuficientemente divulgado. No es  simplemente que los organismo encargados lo frenen, sino que sectores o personas dentro de la propia intelectualidad le hacen la guerra, como ha tenido lugar con la película “Roble de Olor”, de Rigoberto López.  ( Nota del  Autor)

 

En la facultad de Artes y letras, desde hace varios años, se estudian estos temas, pero ello no irradia hacia el resto de las áreas universitarias, Filosofía, Historia, Comunicación Social etc. quedando constreñidos a los marcos de los programas de las carreras   donde se imparten. En las áreas de Ciencias Sociales y el resto de  las Humanidades, apenas en Antropología, se imparte una conferencia que toca  los asuntos de la racialidad. Solo el departamento de Antropología desarrolla talleres  dirigidos a la comprensión de este complejo problema. ( Nota del Autor).

También  desconcientiza a los  llamados blancos,  porque excluyendo de los programas a  las culturas negras venidas de Africa,  se  esta afectando a la cultura cubana como un todo. No es una prioridad de nuestra investigación histórica abordar el problema.  Por tanto,  el llamado  blanco, como cubano, también es discriminado. ( Nota del Autor).

Lamentablemente, la conciencia racial de los blancos  fue  formada, por lo general, de manera negativa. Inculcándoles el sentido de superioridad sobre los no blancos, en especial sobre los negros. No siendo muchas las personas que logran escapar de esta realidad. ( Nota del Autor).

La intención parece ser  que  es,  educar para ningún color. Lo cual consideramos es correcto; pero, ello   no responde a la realidad de una sociedad donde aun hay que luchar contra los estereotipos raciales negativos,  la discriminación racial  y en la que  todavía  rigen no pocos  parámetros de “hegemonía blanca”, que se hacen presentes en varios espacios de nuestra vida social actual. ( Nota del Autor).

Se han hecho varias encuesta, en la  que muchas personas  han dado esa respuesta, de que “es  mejor ser blancos” .Como también afirmaciones,  sobre  la desgracia que para no pocos, significa aun en Cuba ser negro. Muchas personas también  siendo negras o mestizas no se asumen como tal, fenómeno clásico que afecta la confiabilidad de nuestros censos de población. (Nota del Autor).

Por ejemplo, el acceso a los mejores empleos, sobre todo en  la  llamada economía emergente, la televisión  y los espacios de algunos organismos” blanqueados”, entre otros. ( Nota del Autor).

Dentro de la exposición dedicamos un espacio a debatir mas el asunto. (Nota del Autor).

Se le llamo Guerrita del 1912 a la masacre de negros y mulatos realizada bajo las ordenes de José Miguel Gómez, entonces presidente, apoyándose en él ejercito nacional y con  el apoyo norteamericano, en contra de los miembros del llamado  Partido Independiente de Color. (Nota del Autor).

Hoy  ya no es nada fácil, como si lo fue siempre, acusar de racista a un negro o mestizo, sumiéndolo en la confusión, el desconcierto o el miedo,  cuando ha sacado  a relucir el tema racial. Durante algunos años, tal actitud era siempre reprimida. ( Nota del Autor). 

Según una encuesta realizada en La Habana y Santiago de Cuba en 1995, el 75% estuvo de acuerdo en que el prejuicio racial sigue siendo  común en la Isla; en tres barrios habaneros, la encuesta dio como resultado que:  el 58% de los blancos consideran que los negros son menos inteligentes;  el 69% afirmo que los negros no tienen los mismos valores y decencia que los blancos; y el 68% se opuso al matrimonio interracial. Centro de Antropología, La Habana,  1995.

Algo también muy doloroso tiene lugar  con los juicios de valor, siendo muy común escuchar,...” es negro,  pero es muy buena persona”. También es muy común, ya en un comportamiento más sutil,  otorgar credibilidad o no, tomando en consideración la raza o el color de la piel,... es negro, pero es una persona seria”. Y otras tantas como “... “es negro, pero es muy inteligente”,  “ es negro, pero es honrado”. ¿ Quién no ha escuchado en su vida tan dolorosas expresiones? ( Nota del Autor).

No obstante, muchos regresaron. Ver : Rodolfo Sarracino,”Los que volvieron a Africa”. Edit. C.  Sociales, La Habana, 1988.Pero, no parece haberse debido a un movimiento político organizado como si lo fue en los Estados Unidos. ( Nota del Autor)

Los negros y mulatos cubanos, siempre vieron sus reivindicaciones como parte de las luchas políticas y  sociales dentro del país. Nunca se genero una corriente importante   que los separara de ello. ( Nota del Autor).

Téngase en cuenta, que la inmensa  mayoría de los exmiembros  del Ejercito Libertador,  que tomaron posiciones altas en el gobierno de la republica, después de 1902, eran blancos. ( Nota del Autor).

Para ampliar  Ver: Maria del Carmen Barcia, “Un Modelo de Emigración Favorecida.Traslado Masivo de Españoles a Cuba   1880-1830”. Revista Catauro, No. 4, La Habana, 2001, pp. 36-59.

Martín Morua Delgado, senador de la republica, mulato, presenta la enmienda, el 11 de febrero de 1910,  para eliminar de la vida política al Partido Independiente de Color,   Fundado el 7 de agosto de 1908.  Considerando como  ilegal  cualquier agrupación o partido político constituido exclusivamente por individuos de una misma raza... Ver: de Silvio castro Fernández La Masacre de los Independientes de Color ( Inédito), Dossier  “La Jiribilla”. P. 10.Esta oposición al Partido Independiente de Color, estuvo muy influida también  por el carácter tan progresista de su programa. Excepto en el caso de Brasil o Uruguay,  que tuvieron   Partidos  similares,  para el resto de América latina, la tendencia de los negros y mestizos  fue a integrarse a los sistemas multipartidistas controlados por los blancos.  Ver Aline Helg... Ob. p.6.

Para ampliar sobre este particular ver: de nuestro ya fallecido amigo José A. Tabares del Real “Fulgencio Batista y la Asamblea Constituyente de 1940”, revista Bimestre Cubana, No. 14, La Habana, enero-junio del 2001, pp.86-96.

Los negros y mestizos, hacia los primeros años del siglo XX  lograron alcanzar un alto nivel de movilización, sin importantes divisiones entre ellos, pues así juntos habían  integrado en masa el Ejercito Libertador. Pero todos los intentos de forjar una alternativa propia  fracasaron. ( Nota del Autor).

Para ampliar ver: Alejandro de  la Fuente,” La- Raza- y los silencios de la cubanidad”, Revista Encuentro, No. 108, Madrid, España,  pp. 108-125

Para Ampliar  Ver: Revista catauro No.6 Esteban Morales...

Este asunto es largamente explicado en él articulo  publicado  por la  Revista Catauro N0 6: “Un Modelo para el Análisis de la Problemática Racial Cubana Contemporánea “, del autor de este ensayo.

Tal Sistema Redistributivo beneficiaba de manera considerable a negros y mestizos, pero solo como parte de toda la población pobre. No existía ninguna medida ni criterio especial que tuviese en cuenta que los negros y mestizos eran en su mayoría pobres,  pero con una herencia social y cultural  adicional de discriminación, que les había dejado el colonialismo y el capitalismo, que los hacia mas pobres. Ahora parece, después de la experiencia de la crisis económica de los años 90,    esto se entiende mejor, pero sin abordar a fondo todavía la situación y dejando espacios que aun deben ser cubiertos;  como los del empleo en la llamada economía emergente,  el ascenso a cargos de dirección, la representatividad en los medios y otros. Aspectos en los cuales, negros y mestizos presentan una situación de acceso limitado, que en general  no se justifica a partir de sus niveles educacionales. Tal situación nos asoma al debate de la Acción Afirmativa. (  Nota del Autor)

El tema racial aparece continuamente en el arte, la música, dentro de esta   el Rap,  que lo  presenta con una gran dosis de agudeza critica. Negar su existencia o tratarlo con excesiva discreción y en lugares muy cerrados, ha traído que el mismo se haya agudizado en los últimos años. Profundizándose  también el descontento en muchas personas, a partir de la incomprensión  de por que no se debate públicamente. ( Nota del Autor).

Parte de la lucha contra el racismo tiene que ver directamente con la necesidad de superar esa ideología heredada de la burguesía .Esta ultima es tan fuerte y su acción ha sido  tan  prolongada, que ha logrado que la gente asimile su modo de ver al mundo como algo natural. Superar esa situación es imprescindible para solucionar  al racismo ideológico y el  “simple”  racismo también. Siendo este ultimo el mas difícil, pues  es  aquel que experimenta mucho gente,  cuando  al compararse con el negro, se autopercibe  casi siempre en una posición superior. Lo cual es una herencia neta de la actitud burguesa y pequeño burguesa ante el  no blanco en Cuba. Por eso el asunto es tan difícil. ( Nota del Autor).

Los negros, aun nacidos en Cuba, durante mucho tiempo no fueron considerados  como criollos,  y  muchas personas  no lo consideraban como cubanos,  hasta   entrado  del siglo XX. No debemos olvidar , que uno de los principales mensajes de los Independientes de Color, era que los negros fueran reconocidos como plenos integrantes de la nacionalidad cubana.  ( Nota del Autor).

Ver Carolina de La Torre, “Las Identidades: Una mirada desde la sicología”, Centro de Investigación   y Desarrollo de la Cultura Cubana “ Juan Marinello”, La Habana, 2001, p. 80.

Para ampliar, ver: Carolina de La Torre, Ob., pp.82-88.

Pienso que debe quedar claro a que nos referimos  cuando hablamos de grupo racial. No es que  reivindiquemos el concepto de raza, sino me refiero a  la construcción sociocultural, dentro de la cual aun estamos obligados a vivir  y que debe ser decosntruida  por  la sociedad,  vista de conjunto,  no solo por    negros y mestizos. Pues se trata de un asunto de toda la nación. ( Nota del Autor)

Ver:  Carolina de La Torre. Ob., pp. 82-92.

Eso es lo que no se entiende o no se termina de aceptar, cuando creemos que blancos, negros y mestizos,  pueden ser tratados homogéneamente como pobres. ( Nota del Autor).

“Ser cubano, significa entre otros aspectos, tener plena conciencia de las raíces étnicas y de la heterogeneidad racial de  nuestro pueblo, conocer el basamento histórico que subyace en el ejercicio de la discriminación  y el prejuicio racial...”. Ver : Ana Cairo, Revista Cubana de Ciencias No. 30, La Habana, 1995, p. 130.En Cuba, lamentablemente, esa no es aun una exigencia para que alguien pueda autollamarse cubano, incluso revolucionario y militar en el Partido Comunista de Cuba. ( Nota del Autor),

No se vive en un mundo perfecto y del mismo modo que la mujer no puede diluir su identidad de genero dentro de la identidad  nacional, tampoco negros y mestizos  pueden diluir su identidad racial dentro de la identidad nacional. Porque tanto el machismo como el racismo existen y tienen que ser combatidos  también  desde las   identidades individuales. Cuando decimos “disfuncionalidad”, nos estamos apropiando de un concepto de la sociología estructural-funcionalista de T. Pearson, que supone  dentro de la teoría social que lo sostiene, una desviación  frente a determinadas  normas ideales, que impiden el funcionamiento optimo del sistema social. ( Nota del  Autor)

Lo cual afecta no solo a negros y mestizos, sino a   blancos también, solo que en otros planos de la realidad. ( Nota del Autor).

Personas del “grupo racial” blanco también sufren situaciones de este tipo,  pero para negros y mestizos, se prueba estadísticamente,  que la situación es especialmente  mas grave. (  Nota del Autor).

Para algunas actitudes  que existen  aun en Cuba, esto no tiene  sentido, porque se parte de que no existe  la discriminación racial, sino  solo algunos lastres de prejuicios subyacentes en la familia, personas o determinados grupos dispersos. Todo ello a pesar de que el debate sobre el tema   crece paulatinamente  dentro de la sociedad cubana de  hoy. Aunque   si con una dificultad importante hoy se enfrenta el tema, es  precisamente con la “ignorancia”, que tanto negros, como blancos y mestizos  tienen  sobre el  mismo, o  la resistencia  cínica con   que  no pocas  personas hacen  frente  a la existencia  de  esa penosa realidad. ( Nota del Autor)

Se observa claramente que la Dirección del País adopta medidas de un alto componente de justicia social:  elevación del nivel mínimo de las pensiones,  elevación del nivel mínimo de los salarios, distribución a precios preferencialmente bajos  de artículos electrodomésticos de primera necesidad; manejo de la relación del intercambio monetario a favor  de la moneda nacional, etc.. Pero ninguna  de  estas  medidas  aparece vinculada mas que a una lucha contra la pobreza y las dificultades económicas y por la elevación del nivel de vida  de la población, bajo los mismos criterios redistributivos siempre aplicados, donde la raza o color de la piel no aparece como una variable de especial consideración. ( Nota del Autor).  

Alejandro De La Fuente, Ob. P. 451.

Lamentablemente hay personas, que debido a verse inmersas   en determinadas cirscuntancias de vida,  de la que no logran salir, ello les impulsa a  renunciar  a las buenas cualidades y deciden “destacarse por lo negativo”, lo cual  es indicativo de un alto nivel de enajenación social, fenómeno  contra  el  cual hay que luchar denodadamente. (Nota del Autor).

Tratase de un asunto que a la larga  solo puede ser resuelto a partir de que cada cubano, de cualquier grupo racial, comprenda, que al ser cubano, no es  negro,   blanco o   mestizo, sino solo una mezcla, dentro d e la cual ya se han fundido todas las etnias, las razas, rasgos y colores.. Para como decía Nicolás Guillén,  llegar al “color cubano”..(Nota del Autor).

Es perfectamente posible observar que nuestros dos últimos Censos  ( 1981 y 2003), padecen de ese mal  de la tendencia al “Blanqueamiento ”. ( Nota del Autor).

Ver : Ana Vera Estrada. “Cuba Cuadernos de la Familia”. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1997, p. 29

Ver: Ana Vera Estrada. “ Cuba Cuadernos sobre la Familia”, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1997, p. 29

A Don Fernando Ortiz,  “ La interpretación del proceso formativo de la nacionalidad... le facilito crear... la después repetidísima metáfora de que –Cuba en un ajiaco- en el cual los ingredientes que cada día se agregan a la mezcla anterior, van conformando la sustancia resultante. Esta no debe aquilatarse en el logro de un momento dado,  sino en la consideración misma del transcurso de la cocedura, porque la cubanidad no esta solamente en el resultado, sino también  en el mismo proceso complejo de su formación...”Isaac Barral, “Retorno a las Raíces”, La Fuente Viva, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2001, pp.154-155.

Ver: Del Autor, “ Un Modelo para el Análisis de la Problemática Racial Cubana Contemporánea”,  Revista Catauro No. 6. Trabajo, donde brindamos una explicación amplia  sobre las condiciones que generaron la situación aquí esbozada.( Nota del Autor).

Varias investigaciones en nuestro poder,  realizadas por el Centro de Antropología del CITMA y el INIÉS del Ministerio de Economía y Planificación,  ponen de manifiesto esta realidad aquí mencionada. ( Nota del Autor).

En Cuba, la esclavitud  tuvo siempre color oscuro. La pobreza no necesariamente,   podía  ser blanca., como lo es hoy aun. Pero la herencia colonial actúo siempre  haciendo de los negros los  mas discriminados integralmente. Considerado como un objeto, casi  nunca como un ser humano. El blanco   puede ser  discriminado como pobre, el negro por ambas cosas. Aunque fuese rico, podría continuar siendo discriminado como negro. Al negro  le resulta muy difícil quitarse la discriminación, esta actúa como   un traje que siempre lleva puesto. El blanco puede quitarse de encima la discriminación , al negro hay que quitársela. (Nota del Autor)

Ver: “Reforma Económica y Población en Condiciones de Riesgo, en Ciudad de  La Habana”, de Ángela ferriol, Maribel Ramos  y Lía Añe. INIE-CEPDE-ONE, La habana, enero del 2004.

Ver “Los Censos de Población en Cuba: fecha de realización, población y estructura ( %) por color de la piel. Ver anexo. Solo recientemente, el INIE  del Ministerio de Economía y Planificación,  ha concluido una investigación sobre la provincia Ciudad de La Habana, en la que se toma en cuenta la variable color de la piel. ( Nota del Autor).

Antecedentes muy ilustrativos de este proceso son posibles de leer en  el  formidable  libro de  Raúl Cepero Bonilla,  “Azúcar y Abolición”,  por  ejemplo, en él   capitulo X “ Racismo y Nacionalidad”, pp.125-140, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1971.

Por lo general se considera que esta cierta institucionalidad traería aparejada divisiones raciales. Lo cual es una consideración errónea., pues Cuba es una nación consolidada. Pero  si un sector dentro de la sociedad  tiene intereses que no se ven satisfechos por la institucionalidad oficial o no, buscara algún modo  de formar su  institución propia. Un ejemplo muy claro de ello lo tenemos en Cuba  en el caso de los “Raperos”, a los que finalmente ha habido  que considerarlos. Pero además, el caso de “Color Cubano” de la UNEAC,  es el ejemplo claro de una organización que actúa  dentro  del tema racial   con el objetivo de promover la multirracialidad, instruir sobre el tema  y  divulgar la necesidad de su  conocimiento  en el contexto de un gran proceso de negociación con todos los organismos del país. Formada además  por personas de todos los grupos raciales. Considerando que la tarea de luchar contra la discriminación racial  es de la sociedad en su conjunto y no de una parte  de ella. ( Nota del Autor).


* El ensayo  que  aquí presentamos, es una muy  apretada síntesis  de algunos de los asuntos tratados en el libro “La problemática racial cubana actual: consideraciones para un modelo de análisis”, actualmente en proceso de publicación,  por la Fundación ” Fernando Ortiz “.  ( Nota del Autor)

No hay comentarios:

Publicar un comentario