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lunes, 9 de mayo de 2011

FRENTE A LOS RETOS DEL COLOR COMO PARTE DEL DEBATE POR EL SOCIALISMO.

FRENTE A LOS RETOS DEL COLOR  COMO PARTE  DEL  DEBATE  POR  EL SOCIALISMO.

 Esteban Morales.
UNEAC.


Son aun  muchos los retos que debemos enfrentar para combatir, en nuestros días, contra ese problema de la sociedad cubana, que el Comandante en  Jefe Fidel Castro,  máximo líder de la revolución,  califico como “una lacra “: el racismo. En el contexto actual, se suman otros  retos  que  también  tendremos que  encarar.

Durante el periodo 1989- 1994, al producirse  la crisis económica, seguida del denominado Periodo Especial, pudimos percatarnos, de que a pesar de una política social extraordinariamente humanista  y de una prolongada  lucha a favor de la justicia y por la igualdad social, hasta los mismos bordes del igualitarismo, eran muchas  aun  las personas, que todavía no habían logrado forjarse un proyecto de vida estable. Pudiendo comprobarse también, que la mayoría de esas personas eran negras y mestizas.
Hasta aquellos que podemos considerar como una cierta “clase media”, es decir, profesionales de alta calificación, médicos, profesores universitarios,  trabajadores altamente calificados y  miembros de la intelectualidad en general, también vieron afectarse seriamente sus niveles de vida. Sin que podamos decir, que las situaciones mencionadas  hayan sido ya totalmente superadas.[1]


La medidas económicas que ahora se discuten ampliamente  y  que en   cierto modo  comienzan a ponerse en práctica,  para actualizar el modelo económico, medidas de las cuales el  reordenamiento y disponibilidad laboral,  posiblemente sea  la más complicada y dramática, representa   también un reto de consideración, para la masa laboral en general y para los trabajadores negros y mestizos en particular.[2] Pues,  para nadie es un secreto,  que  estos últimos han  sido siempre, históricamente,  los de menor calificación,   los más desfavorecidos  en el plano  laboral, ostentando  los peores empleos, las más bajas remuneraciones salariales y  las  más bajas jubilaciones.[3]  Resultando  también  los menos absorbidos por la llamada nueva economía y finalmente,   los que menos pueden hoy equilibrar sus ingresos familiares  por medio  de las remesas provenientes del exterior, al ser la menor población representada en la emigración. Por ejemplo, hacia  los Estados Unidos, masivamente, emigraron tarde( años 80 ),  sin apoyo familiar  y con el estigma de  “marielitos”, representando solo de un  15  a un   16%  de la masa de inmigrantes hacia ese  país.[4] Por lo que no tienen los mejores empleos,  no reciben los mejores ingresos, resultando entonces los  que en peores condiciones están para viajar o  enviar ayuda a sus familiares en Cuba. Enfrentado también la discriminación racial, que domina el ambiente de la sociedad norteamericana, principalmente miamense,  hacia la que emigraron.
Tampoco los negros  y mestizos son fácilmente contratados por las áreas en que  mas el dólar circula en Cuba. Por lo  que se observa que algunos  tienden a refugiarse en la santería como forma de lucro,   la actividad ilícita,  el proxenetismo y la prostitución, las reventas  ilegales  de productos etc. Por lo cual,  de la población penal total  hoy en Cuba, los negros y mestizos  representan casi el  57%, comparados con los blancos,  que son un 43%.[5]Por lo que, censalmente hablando,  se encuentran sobrerepresentados dentro de la población penal (pues según el censo del 2002, el 65% se identificaron como blancos, el 10,1% como negros y el 24,9 como mestizos).

Algunos  problemas  exigirán de mucho tiempo  para solucionarlos;  otros, demandan de  mas determinación política,  que propiamente de tiempo. Todos, sin embargo, exigen trabajar  con la mayor  fuerza, radicalidad  y agresividad de que seamos capaces. Sin apresuramientos ni improvisación. Porque se trata de problemas, que en medio de la complejísima situación que hoy vive el país,   tienden a refugiarse, a veces,  en alternativas de solución no siempre convenientes  socialmente.[6]

DIFERENTES POSICIONES ANTE EL PROBLEMA RACIAL

 No todas las  persona que se agrupan hoy, bajo la preocupación del tema racial en Cuba,  comparten visiones políticas similares. Algunos, incluso, ya cuestionan abiertamente la capacidad del régimen político cubano y su liderazgo  para solucionarlo.
Para otros, no pocos,  el problema ni siquiera existe, por lo que no vale la pena preocuparse  o  hablar de ello.
No son compartidas   tampoco  idénticas  formas de solución, generándose lo que pudiéramos reconocer como dos posiciones políticas  fundamentales  ante el problema racial actualmente.

Una posición considera que los problemas raciales en Cuba, son  responsabilidad del gobierno cubano, supuestamente,  debido a la ausencia  de una política de derechos humanos, democracia y libertades civiles para los negros. Para esta línea  de pensamiento, los líderes de la revolución son racistas, particularmente Fidel Castro, que según estos, no ha atendido el problema racial con vistas a solucionarlo. Comparten el tema racial,  dentro de posiciones políticas más generales,  llamadas “disidentes”,   y como podría observarse con claridad, al leer sus documentos,  montan la crítica del tratamiento del racismo en Cuba, sobre los mismos pilares de la crítica de la política norteamericana hacia la isla. Se observa en ellos, cierta tendencia  a no reconocer la obra de la revolución con los negros y mestizos  y  sujetan la solución del problema racial a la posibilidad de un cambio del  régimen político en Cuba. Lo cual, esencialmente, los convierte en partidarios  de la confrontación  política que Estados Unidos despliega,  en su búsqueda de un cambio de régimen en la isla.[7]

La otra posición, parte de los avances logrados por la revolución, critica sus errores en el tratamiento del tema:  como la falta de un debate más amplio, la ausencia del tema en la educación, el no  haber considerado, desde el principio, a  la variable “Color de la Piel”, como una variable de diferenciación social en Cuba, lo cual habría permitido una política social más ajustada  a las desigualdades  que  aún permanecen; la falta de un sistema estadístico que refleje mejor los problemas sociales y económicos según el color, permitiendo hacer mejores investigaciones. Sin embargo,  al  mismo tiempo, los partidarios de esta línea, consideran  que los negros han avanzado mucho y que si no hubiera habido una revolución en Cuba, estos últimos habrían tenido que hacerla para haber alcanzado lo que han logrado hasta hoy. Por lo que consideran que el camino de  las soluciones, está  en profundizar el socialismo, desarrollando dentro del mismo un debate, en  el que los problemas de la “raza”, formen parte del proceso de perfeccionamiento de la sociedad cubana actual. No aceptando, bajo ningún principio,    que  un cambio del régimen político cubano pudiera  beneficiar a los negros y mestizos,  al no  considerar que  existan razones, ni  un paradigma, que  justifique  una posición  política de esa naturaleza.

La nueva  batalla contra el racismo en Cuba,  lleva implícito  la lucha entre estas dos posiciones más arriba mencionadas  y el intento de cada una de ellas, por encontrar y producir  aquellos cambios de la sociedad cubana, que beneficien a los negros y mestizos. Diríase que en ello ambas posiciones,  parecen   perseguir  objetivos similares, aunque  con visiones ideológicas  distanciadas  y posiciones políticas  sustancialmente  diferentes  ante el problema  y  en el modo de alcanzar sus objetivos. Pues,  la primera posición considera que la revolución cubana debe dar paso a otra situación política diferente; la segunda considera que la revolución debe mantenerse, fortalecerse,  rectificando los  errores e insuficiencias  cometidos en el tratamiento del tema, ya mencionados,   pero  profundizando la obra  de justicia social e igualdad  ya  iniciada en 1959.

Ambas posiciones despliegan sus acciones, dentro de un marco de tolerancia política, por parte del gobierno cubano, por lo que la confrontación, no tiene un carácter violento, sino pacifico y  ni siquiera, aun, el de un  enfrentamiento  personal directo.

Ambas posiciones, no obstante,  enfrentan  retos objetivos ante el problema racial. El principal,  es eliminar  la ignorancia  interna que aun prevalece sobre el tema; seguido de la necesidad de  fortalecer la “conciencia racial”, que es aun una carencia dentro de la sociedad cubana  actual;  estimular la autoestima de los negros, lograr que el tema racial ocupe el lugar que debiera tener dentro de la educación cubana a todos los niveles y  obtener  un nivel de atención institucional más directo. Logrando esas cosas, diríamos que  solo quedaría una batalla política, que no se  diferencia sustancialmente de la lucha que muchos   libran  en Cuba por el perfeccionamiento de la sociedad  socialista y el bienestar de los negros y mestizos dentro de ella.

 Sin embargo, todo está indicando,  que la primera posición, se aleja cada día más  de los intereses  de una lucha  social e incluso política,  verdadera,  contra el  racismo,  en Cuba, para aproximarse, aceleradamente, a formar parte de la confrontación política entre Cuba y Estados Unidos.  Tomando partido entonces por una actitud que los separa de la lucha por el socialismo, que es en definitiva  lo que ha permitido,  hasta ahora,  que los negros y mestizos en Cuba, tengan una  ubicación dentro de la sociedad, como no la tuvieron nunca y como no la  tiene ningún grupo no-blanco en cualquiera de las sociedades  del hemisferio. Esta posición es liderada por un Sr. Llamado Carlos Moore, autor de varios trabajos sobre la cuestión racial en Cuba, entre otros, “Fidel Castro, los Negros y África” y una  obra  titulada   “Pichón”.[8] Moore fue el que promovió la proclama, que un grupo de Artistas e Intelectuales norteamericanos lanzo contra Cuba, en el Miami Herald, el  1 de diciembre del 2009.[9]

Luego entonces, con  más razón,  los que creemos, como es mi posición personal,  que los  problemas  puede resolverse dentro de   las  posiciones de la  revolución cubana, deberemos trabajar denodadamente   para hacer avanzar  nuestras alternativas de solución. Mostrándose en esta lucha, explícitamente,  que tema de nuestra realidad que no abordemos, otros lo abordan y no siempre con las mejores intenciones.



ALGUNOS RETOS CONCRETOS  A VENCER.

No  voy a referirme a todos los retos, ni siquiera a la  mayoría de ellos,  pero,  no obstante,  mencionaremos  algunos  que,  por su importancia,   amenazan con dificultar  seriamente    nuestros esfuerzos por  solucionar  los problemas de  la discriminación y el racismo subyacentes  en la Cuba de hoy.

Entre  tales   retos, creo  que  resulta  conveniente  destacar  los siguientes:

I- Es necesario  fortalecer  la identidad  cultural y racial, especialmente, en   nuestros niños y jóvenes. Para eso,  entre otras tareas importantes, hay que reestructurar  fuertemente la enseñanza,  la de la historia en particular.  Tratando de sacar  el estudio  de   la esclavitud  del cerco  que le hemos tendido,  manteniéndola    en el siglo XIX,  sin traerla a nuestra contemporaneidad. Lo que nos permitiría   valorar  seriamente sus consecuencias aun presentes  en  la sociedad cubana  actual.
Desde la abolición oficial de la esclavitud, en 1886, han pasado solo  124 años, muy poco tiempo aun, para decir que sus lastres y consecuencias   ya no conviven  con nosotros. Sobre todo, en medio de una sociedad que aun  lucha por su perfeccionamiento, tratando de superar los lastres e instrumentos  del neocolonialismo a que fue sometida.

Al mismo tiempo,  es indispensable, lograr que el estudio de la” raza” y el color entren en la escuela cubana, a todos los niveles del sistema,  De lo contrario, nunca vamos a   obtener el nivel de comprensión de las raíces de la cultura cubana  que necesitamos en nuestros estudiantes y  jóvenes. Mucho menos que adquieran  el nivel de conciencia racial que aun no hemos alcanzado y que tanto necesitamos  para luchar contra el racismo. Porque sin conciencia racial, no hay capacidad  para  luchar contra los estereotipos, la discriminación y el racismo.[10]

 Los  estudios  sobre  África, Asia y Medio  Oriente, deben ocupar un lugar importante en nuestros programas  de  historia universal, literatura, geografía, pensamiento social y filosófico, entre otras. Ayudándonos a desterrar  el occidentalismo, ese  fenómeno de absolutización de un componente ideológico y cultural,  que nos induce a   una forma  maniquea, hegemónicamente blanca y racista  de asimilar la  cultura occidental,  la  universal  y  nuestra   propia cultura cubana.

Hay que desplegar en nuestras universidades los estudios etno – raciales y  las investigaciones sobre los  fenómenos  subyacentes detrás del color  en la  Cuba actual, profundizando  en su  historia, sus consecuencias en la formación de la nación cubana y en  las características nacionales que estos fenómenos asumen  hoy en nuestro país.

 ¿Cómo es posible que en una nación multicolor, como Cuba, con una herencia neocolonial tan cercana, no haya un tratamiento científico de esos  problemas en nuestra educación superior?[11]
¿De qué desarrollo de la ciencia podemos hablar en nuestras universidades, si el núcleo de ese desarrollo, que es, en primer lugar, autoreconocernos  como pueblo y como nación,  se presenta incompleto, apenas  se aborda   o  se les da un tratamiento prejuiciado a parte  esencial de la  identidad nacional?
¿De qué cultura general e  integral podemos hablar  hoy en Cuba, con esos lastres   neocoloniales en nuestra enseñanza?

Se  trata de que un  abordaje  científico de  los problemas de   la llamada  “raza” y  el color,  aspectos esenciales de la identidad, que deben   entrar   en la escuela cubana, a todos los niveles,  para que puedan pasar definitivamente  a la cultura, lográndose  así combatir a fondo las   aristas negativas, que aun  permiten   espacio  al racismo, los estereotipos  raciales, la tendencia al  blanqueamiento  y  la discriminación racial aun  existente en nuestro país.

 Nuestra educación superior, en particular, pivote  fundamental   del desarrollo científico  e investigativo de cualquier nación, está plagada de prejuicios sobre el tema racial,  débil atención   institucional del mismo, ignorancia y hasta temor de abordarlo. Habiéndose  repetido  los mismos errores que se cometieron,  en la ex Unión Soviética,  con la sociología, hacia la década del cincuenta y desplegando los mismos prejuicios que durante  muchos años sufrió la  antropología. Por eso hoy,  los estudios sociológicos en nuestro país  no  cuentan   con la experiencia  que pudieron   haber acumulado por  más de  40 años;  mientras,  que   apenas existen antropólogos en Cuba.[12]

“Dentro de ello,  se produce un ambiente en el que la universidad, de manera  casi inconsciente,  favorece  el racismo, en la medida en que, por lo general, se  identifican cultura cubana y cultura occidental,  se  marginaliza a las culturas y religiones  de origen africano o no occidentales.  En la medida también en que se tiende a  presentar  la historia cubana y latinoamericana como una  historia casi solo de blancos, con ausencias bibliográficas importantes,  subestimando el protagonismo de los negros y mestizos en la construcción de la nación y su cultura. En la medida en que se presenta la civilización occidental  sin  casi denunciar su racismo latente.”[13]Solo de manera reciente,  es  que se observa  a  jóvenes, principalmente negros, interesados en el tema de la raza,  ostentando atributos  religiosos, como collares, pulsos,  ropa blanca etc. Algo  que antes era imposible de ver en el ambiente universitario. [14]

II- Nuestro sistema estadístico debe  aun  mejorar considerablemente, para que el color, pueda  quedar  recogido  en las mediciones  socioeconómicas que generamos. No basta que contemos  a nuestra población, esta también  tiene que ser registrada  en todos sus rasgos, siendo  particularmente  el color  una variable de diferenciación social muy importante en un país como Cuba .No tomar en consideración esta variable mencionada, deja fuera del análisis de la población un conjunto importante de indicadores  de diferenciación social, que impiden caracterizar de manera real la situación socioeconómica de la gente, introduciéndose  entonces  sesgos inadmisibles,  que  afectan  a   la política social  y a  la dirección de la sociedad en su conjunto.[15]

Categorías económicas y socioeconómicas  como,  desempleo, calidad del empleo, niveles de ingreso,  salario, estado y calidad de  la vivienda, marginalidad, violencia familiar, remesas, acceso a los niveles de educación superior, migración interna, migración externa, promedio de vida,  mortalidad infantil, mortalidad materna, mortalidad general, niveles de la jubilación, acceso a la recreación, equipamiento domestico  y otros, deben ser estadísticamente cuantificados tomando en consideración el color de la piel.[16]

No toda la población cubana disfrutaba,  al mismo nivel,  de las  ventajas que la política social pone a su disposición. Porque la distribución social, durante muchos años fue igualitaria, pero la población no es homogénea, por lo que debido  a razones, que también puede ser  racial, no todos  los ciudadanos  han estado en  similares condiciones para  alcanzar las oportunidades puestas a su disposición. Lo cual en la educación se observa con  claridad. Pues,  no es lo mismo provenir de una familia de universitarios, que de una familia obrera, sin antecedentes de contacto con la vida  intelectual. Lamentablemente, aun,  no es lo mismo vivir en Nuevo Vedado que en Parraga o Pogolotti.[17]
Durante  la crisis económica,  los primeros que comenzaron a desertar  de las aulas universitarias, fueron negros y mestizos. Ingresaban   entonces, mujeres,  casi solo   blancas. Los negros y mestizos comenzaron a reaparecer, años después,  bajo el impulso producido por el proyecto de los llamados  Trabajadores Sociales.[18]

 Aquello  de que  “todos somos iguales” fue un slogan  de la demagogia republicana. No, todos los cubanos no somos iguales. Hay que reconocer, que por termino medio, según seamos blancos, mestizos o negros, aunque iguales ante la ley  y  frente a  una política social extraordinariamente humanitaria,   hemos tenido puntos de partida históricos diferentes, que se trasladan   de  generación en generación y  que aun arrastramos de una historia colonial  y neocolonial  de 500 años. Por lo que,  el único modo de borrar esa compleja realidad,   es fundamentar  la  política  social en   las desigualdades  aun  existentes. Por lo tanto, hay que tener cuantificadas  y bien  localizadas esas desigualdades. Para atacarlas allí donde se estén produciendo.[19]
Nuestras estadísticas,  de todos tipos, tanto demográficas como socioeconómicas,  deben recoger  el color. Pues tienen que  ser el  reflejo  de  la nación, que no es otra cosa que  al pueblo que la compone. Cuba   no es Suecia ni Holanda .Estamos  en  el Caribe. Con una historia muy peculiar. No  se trata de un simple deseo; no,  es que cuando no reflejamos el color,   estamos echando al cesto del olvido siglos  de historia. Estamos ignorando la reproducible  herencia del colonialismo  que aun padecemos todos.[20]

Me pregunto ¿cómo  entender  y dirigir  científicamente  a la   sociedad  cubana  sin tomar en consideración  el color? ¿De qué pueblo estamos hablando? ¿A qué nación nos estamos refiriendo, cuando no tomamos en consideración el color?[21]Pongamos un ejemplo que nos ilustra un poco.
En los Estados Unidos, la nación económicamente más desarrollada del planeta, cuando a nivel federal la tasa de desempleo es un 7 %, entre los hispanos es de un 10 o  12 % y entre los negros de un 15 a un 20%.¿ A qué se deben  esas diferencias? Incluso  en la nación más rica del mundo.

III- La multicolaridad, rasgo que caracteriza a nuestra nación,  tiene que estar presente en todos los escenarios en que el pueblo  se desenvuelve. Y  cuando no este, debemos  exigirla,  todos los que tengamos conciencia de su importancia: blancos, mestizos y negros .Pues se trata de que nuestra sociedad no sería definitivamente democrática, culta ni para todos,  sin considerar ese ingrediente. Democracia, justicia social, derechos humanos y equilibrio racial,  son inseparables.[22]De lo contario, aunque no lo queramos, contribuimos a perpetuar  el desequilibrio, que  no  es solo de color, sino clasista, que subyace  como herencia del colonialismo. Pues clase y color se dieron siempre la mano en la historia de nuestro país. Donde decir blanco,  era decir hegemonía cultural, riqueza, cultura;  mientras que negro,  era decir esclavitud, pobreza, deculturacion, cultura sojuzgada. Pues aunque la pobreza también  podía ser masivamente  blanca, la riqueza nunca fue negra.

IV- Entonces,  la llamada Acción Afirmativa  debe tener  su espacio entre nosotros .De lo contrario va a ser imposible que,  dentro de un periodo  de tiempo medianamente  aceptable,  podamos equilibrar los diferentes puntos de partida  histórico de los grupos raciales que componen hoy   nuestra sociedad.[23]

 Un problema social,  que aun no esté resuelto,  adopta siempre  expresiones concretas, que no pocas veces son políticas. Vivimos hoy momentos muy difíciles y complejos. Estos se caracterizan porque los problemas tienden a institucionalizarse. Razón  por la cual,  la   sociedad civil cubana actual está hoy  generando, paulatinamente, respecto  a  la cuestión racial, una institucionalidad propia,  al margen del estado, sus dispositivos y aparatos. También  al margen del gobierno y las organizaciones políticas y de masas. Lo cual quiere decir,  que existen   sectores de la sociedad, especialmente  afectados por la cuestión racial, blancos, negros o mestizos, que  no encuentran en  ella  la institucionalidad que  termine de dar   respuestas a sus  nuevas necesidades, inquietudes  y preocupaciones.[24]
 Entonces, particularmente los afectados directamente  o aquellos  para los cuales   el  tema racial  es  un objeto de preocupación, con independencia del grupo racial al que pertenezcan,  no  encuentran todavía  una respuesta política en las instituciones existentes. El debate racial  no es promovido desde esos niveles. El tema racial  no está en las  agendas de ninguna de  las organizaciones políticas y de masas, ni en la de la Asamblea  Nacional del Poder Popular. El tema racial  no  aparece  en ninguno de los documentos puestos a debate público recientemente. No se debatió en el Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, aunque Raúl Castro lo menciono;  ni en de los Comités de Defensa de la Revolución. Tampoco aparece en el trabajo del movimiento sindical.[25]Salió al calor de las críticas realizadas por Raúl Castro a la política de cuadros en el VI Congreso del Partido y continuara emergiendo cuando se discutan los problemas sociales y políticos en la próxima Conferencia del partido.[26]

 Salvo  para un número muy  limitado de instituciones, como el Ministerio de Cultura, la UNEAC y  la Fundación Fernando Ortiz, junto a otras fundaciones, Proyectos Comunitarios y  grupos informales, el tema racial no tiene una presencia explicita amplia   en la vida nacional. Los medios de información  lo reflejan muy  limitadamente  y sin ninguna  sistematicidad, así como  tampoco son  muy  divulgadas  aun  las actividades que se realizan sobre el tema.[27]
 Sin embargo,  el marco  de las preocupaciones respecto al tema racial  se amplían  y   su  expresión en el trabajo cultural va tomando cada vez  mayor  espacio y expresiones.
Se ha venido formando un consenso alrededor del tema, su importancia  y necesidad de  su tratamiento, sobre todo,  en medio de la compleja situación económica actual. Se van acumulando  expresiones   de los líderes principales del país,  en los  discursos de  Fidel y Raúl,  la institucionalidad gubernamental  y política, está reaccionando.  Existiendo múltiples  señales de  que se están generando medidas y  potenciales políticas que tienen  que ver directa o colateralmente   con el tema racial, dando continuidad a las ya existentes.[28]

Entonces,  se ha comenzado a trabajar fuertemente  para institucionalizar el tema y sus posibles  soluciones, desde una perspectiva que contribuya y forme parte del conjunto de políticas que el país  está debatiendo para hacer avanzar el socialismo. Sobre todo, porque hay que brindar batalla a  otros grupos, que  lo están enfocando como un problema de ausencia de democracia,  derechos humanos y libertades civiles para   los negros, en nuestro ambiente social actual.[29]Con posiciones que están vinculadas a un  manejo contrarrevolucionario sobre el tema. Aprovechando las consecuencias del debate recientemente   abierto en la Comisión de Derechos Humanos y Raza,  celebrada en Ginebra. Se está  produciendo  aquello sobre lo que tantas veces  han  alertado varios intelectuales. Tema de nuestra realidad, que nosotros mismos no abordemos, otros  lo toman en sus manos y no siempre con las mejores intenciones.
Tratándose, sobre todo,  de un asunto  en el  que  existen  diferentes posiciones ideológicas y  puntos de vista políticamente contrapuestos. Los nuestros, al menos,   son los siguientes:

-          Hay que terminar de  abrir fuertemente  el debate público del tema  y  prepararse para los impactos  que  en este  periodo nos puede traer.

-          Hay que llevar el tema  racial a la Conferencia   del Partido y al   Congreso.[30]

-          Hay que tratar  los asuntos del tema   en  la Asamblea Nacional del Poder Popular a todos los niveles.[31]

-          El tema tiene que  terminar de  formar parte de la agenda  en las organizaciones políticas y de masas y dentro del movimiento sindical en particular.


-          Hay  que continuar trabajando para adoptar medidas inmediatas que nos permitan avanzar de manera integral en el plano de la educación y la divulgación.

       - Hay que tratar de  crear un dispositivo institucional  específico,  a nivel estatal o del gobierno o  de ambos, para atender el tema racial.             

Finalmente, los cubanos tampoco podemos limitarnos a ser meros espectadores, bajo el pretexto, sobre todo,   de que en Cuba no hay indígenas o  de que en Cuba todos somos afro descendientes.
En cada uno de los tres encuentros  continentales de la campaña “500 años de resistencia indígena, negra y popular “, y en otras conferencias Internacionales sobre los Afrodescendientes,  han habido  una declaraciones  de solidaridad con Cuba. Porque un movimiento que tiene como eje la reivindicación del derecho  de autodeterminación de los pueblos indígenas y afrodescendientes,  perciben  al pueblo cubano como un símbolo de la resistencia continental en la defensa de la soberanía y la dignidad. Entonces, ¿Cómo podría Cuba  no identificarse con este movimiento?, ¿Cómo podría  no considerarlo un aliado importante en la lucha antiimperialista, es decir, en la lucha liberadora del continente? Por suerte ya  se  está  haciendo y con bastante fuerza.

Abril   del  2011.





[1] Ver del Autor: Desafíos  de la problemática racial en Cuba. Editorial Fernando Ortiz, Colección Fuente Viva No.29,  La habana, pp.157-193.Hoy, los negros y mestizos han avanzado .Por  lo cual, no pocos, al haber alcanzado altos niveles educacionales y de profesionalidad, están en mejores condiciones para tratar de adecuarse a los cambios. Muchos pueden ser absorbidos por el cuantapropismo, pero no pocos, deben aún ser ayudados para encontrar  ubicaciones  laborales  convenientes, sobre todo en la actividad industrial y la  construcción, dado su alto peso dentro del proletariado .De todos modos, la llamada acción afirmativa deberá estar muy presente   para ir en ayuda, de todos aquellos que queden  marginalizados de las  soluciones que se generen. Porque todos estos años, de crisis han  representado una  afectación  de los niveles de apoyo social que habían  sido logrados.
[2] Recientemente el Presidente Raúl Castro, en la  reunión del Consejo de Ministros ampliada, anuncio una posposición del plazo para ejecutar  esa medida. Periódico Granma,  1 de marzo del 2011.
[3]Con muy buen criterio, está apoyada la idea sostenida por Raúl de que en el seno  del Comité Central se incrementara la presencia del  sector femenino y la de los descendientes de Africa. Ambos  eran los más pobres y explotados por el capitalismo en nuestro países. Ver: Fidel castro Ruz, Reflexiones, Periódico Juventud Rebelde, abril 18 del 2011( 4 y 55 p.m.)
[4] Esta emigración, por el puerto de   Mariel, estaba integrada por una gran masa de no blancos, en su inmensa mayoría, con bajo nivel cultural, algunos habían estado en prisión, ostentaban  modales y formas de comportamiento que resultaban  inaceptables. Además, prácticamente ninguno tenía  quienes  los  representara  en Estados Unidos, fueron rechazados  y muy  mal vistos desde el principio. Muchos fueron considerados  como excluibles y  mantenidos en las prisiones,  finalmente categorizados como un tipo de cubano  diferente, como  personas  indeseables. Muy pocos lograron insertarse en la sociedad norteamericana con algún nivel de reconocimiento. Denominados como  marielitos, lo que  equivale a indeseables  en los  Estados Unidos.

[5] Ver Declaración de Cuba ante el Comité de Naciones Unidas sobre derechos humanos y discriminación racial., Ginebra, enero 2011.Solo  algunos de  los que practican la santería lo hacen con ánimos de lucro, la inmensa mayoría  ostentan un comportamiento honrado y ético, gozando de prestigio social, como simples practicantes de su religión.
 
[6] Para ampliar, ver: Raúl Castro, Reunión ampliada del  Consejo de Ministros, periódico Juventud Rebelde, marzo 1 del 2011, p.2. También, Discurso pronunciado en la clausura del IV Periodo de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, 20 de diciembre del 2009, Periódico Granma, diciembre 21 del 2009.Ver  también, Discurso de Raúl Castro Ruz, en la Clausura del IX Congreso de la UJC, La habana, abril  4 del 2010; periódico Granma, lunes 5 de  abril del 2010.
[7] Ver: negra Cubana tenía que ser, CIR FEEDS “Mujer Ante el Espejo”, Posted: 15 Febrero del 2011.
CIR FEEDS- Por una Revolución Ética, posted: o1 Diciembre del 2010.Ver: “Dos Proyectos de Nación”,
“Los Negros Los olvidados en el paraíso socialista cubano”, Nuevo Herald, junio 20, 2007, Grupo Disidente luchara contra el racismo, Nuevo Herald, 2007, y otros publicados en la misma prensa de Miami.
7 ¿Quién es Carlos Moore? más información visite el sitio: http://afrocubaweb.com/carlosmoore.htm.
La Alianza Afrocubana de Carlos Moore, la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana y las Bibliotecas “Independientes” por Cuba,  han sido los receptores de los  fondos de la NED. La NED fue creada para canalizar  los  que anteriormente habían sido los fondos de la CIA;  el problema fue que sus fuentes continuaban filtrándose a la prensa, y el Congreso decidió suministrar el financiamiento de una forma más encubierta.
Las relaciones de Carlos Moore con los círculos oficiales de los Estados Unidos siempre han sido objeto de especulación.  Según se ha dicho, el libro Fidel Castro, los negros y África fue publicado con fondos de la CIA. Un documento, que circuló en la década de 1980, reveló el origen del financiamiento que la asociación le había suministrado a Moore durante su estancia en el sur de California,  a principios de la década de 1980: dicho financiamiento provenía de fuentes  del FNLA (Frente Nacional de Liberación de Angola)  que estuvo  financiado  por la CIA. Durante el exilio de Holden Roberto en los Estados Unidos, Moore  pasaba mucho tiempo con él,  pues este viajaba constantemente de Washington a Miami  y viceversa, sirviéndole de ayudante y traductor,  lo cual  revela el tipo de círculos en los cuales Moore  se ha movido desde hace mucho tiempo.
[9] Ver: respuesta cubana, a la proclama norteamericana,  periódico Granma, diciembre 9 del 2009, p.4. Ver Respuesta solidaria  Norteamericana con Cuba, Portal  Cubarte 2010.
[10] Uno de los problemas  más  serios con que nos tropezamos hoy en la lucha contra el racismo, es la falta de conciencia y de autoestima racial  existente en  muchos  negros y mestizos cubanos .No pocos  heredaron y  se acostumbraron  a una aceptación  indolente  y  casi  pasiva de la discriminación racial, a partir de considerarse así  mismos, no pocas veces,  como  inferiores. Dentro de  lo cual, la educación, al no debatir el tema,  no ha realizado un  aporte positivo. De aquí  el fenómeno  de  que algunos, al no  lograr destacarse por lo positivo, definitivamente, deciden destacarse por lo negativo. Lo cual  es consecuencia, no pocas veces,  de la familia, el barrio y la aun  deficiente labor educacional. Además, la actitud  en muchas personas que al no ser blancos, no se asumen como tales: vieja herencia del blanqueamiento. La mentalidad  no poco dominante de que lo mejor es “adelantar”, refiriéndose a acercarse al color blanco.
[11] Lamentablemente existen  muy pocos especialistas de estas materias en nuestras universidades. Se cuentan con los dedos de una mano los  profesores que serian capaces de ofrecer una buena conferencia de historia de África, Asía  y Medio Oriente. Lamentablente, quien  fuera nuestro mejor especialista de historia de África y Medio Oriente, el Dr. Armando Entralgo, con una obra reconocida, falleció hace pocos años .En la Escuela  Secundaria y los preuniversitarios, no se les presta suficiente  atención a estas materias.
[12] Toda esta situación fue el resultado de la asimilación de un marxismo importado, con  muchas limitaciones  para enfocar  nuestros problemas  propios. Se consideraba a la Antropología como una ciencia burguesa, a la  Sociología como un intento de respuesta al Materialismo Histórico, a la Modelación Económico Matemática como una desviación subjetivo-marginalista de la teoría del valor de  la  Economía Política Marxista .En fin, un fenómeno  de  dogmatizacion e  ideologización de la ciencia,  que por suerte,  hemos comenzado a superar seriamente. Ver del Autor: Ciencia y Política: un dúo complejo, Revista Bimestre Cubana SEAP, No.27; La Habana, Cuba, 2007, pp. 27-36. Ver también: Desafíos de las ciencias sociales en Cuba”, Jiribilla, 2010.  

[14] Solo en las  Facultades  de Artes y Letras, es que se presta atención curricular a estos temas, pero sin que ello irradie sistemáticamente hacia otras áreas de las Ciencias Sociales y Humanísticas. Dándoles a estas  un aporte mayor  en la formación cultural y la identidad  nacional  del estudiantado.
[15] Si  el color de la piel, por término medio, diferencia a los cubanos, en su status socioeconómico, dejarlo a un lado,  significa no estar en condiciones de reflejar en nuestras estadísticas  las diferencias sociales, u ocultarlas, que  es peor.

[16] Es asombroso, la cantidad de estadísticas, que Cuba envía a Naciones Unidas, en las que la población no es clasificada por el color de la piel. Por lo cual, la verdadera obra social de la revolución, pierde la oportunidad de ser mostrada. ¿Cuáles  son las razones que explican esa garrafal  ausencia? Cuba es una sociedad  multicolor  y ello no es simple asunto de pigmentación, sino de historia. Ver del Autor, Cuba: color de la piel, nación, identidad  y cultura. ¿Un desafío Contemporáneo?, libro Contracorriente V, editorial Ciencias Sociales, La  Habana,  2008,    pp.163-189, nota 58.Se trata además, de que nuestros censos no consideran para nada las diferencias lingüísticas, la mezcla subyacente en nuestra población entre cubanos y descendientes de antillanos (jamaicanos, haitianos etc.).La población china al representar menos de un 1%  fue eliminada  del censo. No se toman en consideración los lugares de procedencia. Por todo lo cual, el censo es  aún  muy deficiente culturalmente. Un censo no es solo un asunto cuantitativo, sino más que ello, cultural.

[17] En el contexto  de la Crisis de 1989-1994, el aun Presidente del Consejo de Estado,  Fidel Castro, se percato de esta  situación y oriento realizar varias investigaciones, buscando  el trasfondo de estas diferencias, lo  que han  permitido hacer ajustes  importantes dentro de la política social. Y tener  una mayor conciencia de las diferencias que se ocultan tras  la ausencia o la homogeneidad de las estadísticas sociales.
[18] La experiencia de los Trabajadores Sociales fue sin dudas una acción afirmativa, planeada por Fidel Castro,  que se percato del problema y  le  dio oportunidad a muchos jóvenes, principalmente negros y mestizos, que habían quedado  marginados   de la actividad laboral y de los estudios universitarios;  ahora han llegado muchos de ellos a las aulas universitarias, produciendo en estas una composición racial  más acorde con la composición de la población cubana y que se asemeja más a como era esa composición  en los primeros años  posteriores al triunfo de la revolución.
[19] Han pasado  solo  51  años desde que una revolución  radical decidió atacar  las desigualdades  generadas por  la sociedad cubana, provenientes de un régimen colonial esclavista, primero y de una república neocolonial después,  que  no impidieron que avanzara   la modernidad, pero solo para un porciento muy bajo de la población. El resto, la formaban  un pequeño grupo de potentados,  una exigua  clase media y una gran masa de trabajadores asalariados  y campesinos pobres,  blancos,  mestizos y negros,  junto a una gran  masa de negros y mestizos,  que salvo poquísimas  excepciones, nunca tuvieron acceso a la riqueza. La pobreza fue  también blanca en  la Cuba anterior a 1959, pero la riqueza nunca fue negra. Negar esa realidad, aun  no superada, por demás, agravada entonces  por la discriminación racial, llevaría  a una falta de realismo político, que terminaría  afectando, no solo el proyecto social de la revolución, sino incluso la estabilidad  política de toda  la nación. Fidel castro se percato de ello a tiempo  y oriento actuar en consecuencia. (Nota del Autor).
[20] Hay que decir además que la historia de Cuba como parte del Caribe tuvo sus peculiaridades.Para ampliar ver: Orbita de  Moreno Fraginals, capitulo “Peculiaridades de la esclavitud en Cuba”, Edición Alfredo Prieto, Ediciones UNION, UNEAC, La Habana, pp.154-167.
[21] Ver del Autor. Estadísticas  y Color de la Piel. Jiribilla, 2010.
[22] En el Informe al VI Congreso del PCC Raúl castro Ruz,  dice: “… que la dirección del Partido, a todos los niveles, debe hacerse una severa autocritican  Y adoptar las medidas necesarias para evitar  la reaparición de tales tendencias. Ello a su vez es aplicable a la insuficiente sistematicidad  y voluntad política para asegurar  la promoción a cargos decisorios de mujeres, negros, mestizos y jóvenes, sobre la base del merito y las condiciones personales. No haber  resuelto este último  problema  en más de medio siglo es una verdadera verguenzaque cargaremos sobre nuestras conciencias durante muchos años, porque sencillamente no hemos sido consecuentes con las incontables orientaciones que desde  los primeros días del triunfo revolucionario y a lo largo de los años nos impartió nos impartió el compañero Fidel… Porque además, la solución de esta desproporción formo parte de los acuerdos adoptados por el Trascendental Primer Congreso del Partido y los  cuatro que le sucedieron y no aseguramos su cumplimiento. Asuntos como estos, que definen el futuro,  jamás deberán volverse a guiar por la espontaneidad, sino por la previsión y la más  firme intencionalidad  política de preservar y perfeccionar el socialismo en Cuba”. El propio Congreso y sus resultados,  ha sido   una expresión clara, a partir de una considerable presencia de negros, mestizos y  jóvenes en todos   sus órganos de dirección al máximo nivel .Periódico Granma, domingo 17 de abril del 2011, p. 6 del Informe Central al VI Congreso del Partido.
[23] Ver del Autor: Cuba Acción Afirmativa: ¿Invitación al Debate? , Jiribilla, enero, 2011.
[24] La sociedad civil, tiene sus propios mecanismos de automovimiento, pudiera decirse de autoempoderamiento,  al margen de las instituciones establecidas  y siempre está buscando como expresar sus necesidades, que brotan de una dinámica propia que no necesariamente esta siempre  bajo el control de quienes la lideran. Esa dinámica es continua por tratarse de un organismo vivo en continuo movimiento.
[25] Aun y cuando nuestros principales líderes, Fidel y Raúl, lo han mencionado en múltiples ocasiones. Ver, Discurso de Raúl, Clausura VIII Congreso de la UJC, Periódico Granma, p.02.
[26] Ver Informe Central al VI Congreso del PCC, periódico Granma, abril 17, p. 6
[27] Recientemente, al calor del Año de los Afrodescendientes, el tema ha comenzado a tomar una fuerte presencia en los medios del País. Existiendo todo un Programa Nacional para impulsarlo.
[28]  Fidel Castro y Raúl Castro, se han referido abiertamente  al  tema en múltiples ocasiones, habiendo mostrado su preocupación, por  impulsar  las soluciones.
[29] Ver: Declaración del CIR, posted, 24 de febrero del 2011, en Negra Cubana tenía  que ser. Donde aparecen   documentos y  pronunciamientos en solidaridad  con  Orlando  Zapata, Guillermo fariñas y Oscar Elías Bicet, que al ser negros,  se les trata de categorizar como luchadores  raciales y por los derechos humanos en Cuba. Pretendiendo desviar la lucha verdadera por la solución del problema racial,  hacia una cuestión  antigubernamental conectada a la  actual política  subversiva de Estados Unidos contra Cuba.
[30] Sin duda, el  tema ha estado presente en los debates del congreso y según las orientaciones que se desprenden del Informe Central  al VI Congreso del Partido, presentado por el Cro. Raúl castro Ruz, el 17 de abril del 2011,  este asunto  será tema de seguimiento en cada chequeo que se  haga de la marcha del trabajo del partido en cada una de las reuniones de su Comité central. Como parte del chequeo de la Política de Cuadros.
[31] Suponemos que lo orientado por el Cro. Raúl Castro,  también es válido para  las sesiones de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular.