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martes, 31 de julio de 2012

La revolucion engendra sus propios enemigos


LAS REVOLUCIONES ENGENDRAN  SUS PROPIOS  ENEMIGOS.

Autor. Esteban Morales.

UNEAC.

En Cuba no existió una burguesía nacional como tal. Tampoco la contrarrevolución ha sido cubana .Esto lo hemos explicado  extensamente en dos artículos recientemente publicados.

La supuesta contrarrevolución cubana no ha sido legítima, entre otras cosas, porque no tiene su sustento dentro de un proceso histórico interno propio, que haya verdaderamente enfrentado a una clase desplazada, tratando de retornar el poder, de manera organizada, con programa propio, discurso político y seguidores organizados de manera coherente, frente a los que le arrebataron el poder. Su último acto político fue suicidarse,  al aliarse a una dictadura sangrienta,  momento,  en que  perdió la última oportunidad  de ser una verdadera clase burguesa nacional.

El  enfrentamiento político en Cuba, ha sido más bien  entre el  pueblo liderado por una revolución legitima, salida de las  propias entrañas históricas de la nación cubana  y una contrarrevolución, que incapacitada  de ser ella misma, terminó siendo una  simple  mercenaria  aliada de quien siempre detentó  el verdadero poder en Cuba: Estados Unidos.  El gobierno de ese país apoyó a la dictadura bastitana hasta sus últimas consecuencias  y ha sustentado hasta hoy, a la contrarrevolución; organizándola, liderándola, financiándola y prodigándole los soportes  que le han permitido sobrevivir.

Pero las verdaderas revoluciones no pueden quedarse en la fase de la toma el poder político, como tampoco en la de su consolidación. Tienen que seguir adelante  si desean sobrevivir Y para lograrlo, sea legítima o no, la contrarrevolución que la combate, tiene necesariamente que enfrentar una dialéctica  muy compleja; revolución-contrarrevolución, que proviene del devenir histórico del país que engendró la revolución y  su desarrollo.

Las revoluciones se desarrollan, en medio de un cúmulo de contradicciones, errores, avances y retrocesos, que no puede eludir, si no quiere morir de inactividad o enfrentar la realidad del suicidio. Pues una revolución también puede suicidarse. Recordemos la experiencia de Granada y el movimiento revolucionario “Nueva Joya”, liderado por Maurice Bishop.

Cuba en particular, ha llevado adelante una revolución, rodeada de dificultades, enfrentando al enemigo imperialista más poderoso, a la sistemática agresividad contrarrevolucionaria armada, a una invasión militar, y se ha visto envuelta en  un  potencial conflicto nuclear. Ha atravesando además, múltiples encrucijadas; entre ellas, la de haber tenido que reorientar su economía en dos ocasiones.

Cuba, ante sus aspiraciones de independencia y soberanía,  enfrentó al enemigo externo e interno, sobrepasó exitosamente la etapa de la llamada Guerra Fría, logró importantes avances en el orden social y político; pero ahora se encuentra ante una nueva encrucijada, la de lograr consolidar  un modelo económico propio que la ayude a sobrevivir y continuar desarrollándose, dentro de un mundo sumamente complejo y plagado de retos.
Los  desafíos  de esta etapa son diferentes entre otras razones por las siguientes:

-         El mundo atraviesa una crisis estructural que afecta toda la dinámica cíclica mundial, cuyos efectos no tienen límites categoriales de la actividad económica, afectando el comercio, la inversión, las monedas etc. y que tampoco tiene límites geográficos, porque afecta a todas las regiones del planeta.
-         Las principales potencias imperialistas, se encuentran dentro de una loca carrera por recomponer el mundo a idea y semejanza de sus intereses, para lo cual están dispuestas incluso, a la utilización de sus arsenales nucleares.
-         La correlación de fuerzas políticas y económicas también va  cambiando, generando capacidades de respuesta, que hasta hace muy poco no resultaban preocupantes a los imperialistas.
-         El  mundo lejos de acercarse, profundiza su diferenciación, haciendo mucho más compleja su dinámica. La llamada globalización no ha homogeneizado, todo lo contrario, ha producido dinámicas que diferencian, como nunca antes, a las regiones que lo componen: entre otras¸ Europa inmersa en una crisis estructural de la que  no encuentra salida. América Latina y el Caribe en un proceso de avance hacia su segunda independencia, que no enfrenta los obstáculos antes imaginables.

En particular Cuba, a más de cincuenta  años de haber triunfado la revolución, enfrenta nuevos retos. Algunos provenientes de su propio desarrollo y otros, de los errores que todo proceso revolucionario comete.[1]

-El lastre de  fracasos que han dejado sus  marcas en la población.
-La situación de un modelo económico propio aun no consolidado.
- Una visión más heterogénea de las vías por la que el país debe salir de la situación en que se encuentra, lo que genera un debate  interno  que requiere ser   bien canalizado.
-Un  cierto nivel de desacuerdo con las política gubernamentales, que no constituyen  actitudes antigobierno, sino ejercicio del simple derecho de cada ciudadano a pensar qué es lo mejor para él y su familia.
-Ciertos niveles de discrepancia política que no debe ser interpretados  como contrarrevolución, porque generaría un contexto negativo para los cambios.

Dentro  de una situación como la que ahora vive el país, se necesita más que nunca de todas las fuerzas políticas que puedan acompañar los cambios en las direcciones más convenientes. Hay que abrir espacio a la discusión de las discrepancias y el disenso, porque la contrarrevolución no se  nutre de ellas, sino de aquellas actitudes que la demonizan y de las acciones para reprimirlas.[2]

Sin discrepancias no puede haber democracia. A lo más que se puede llegar es a un régimen de ordeno y mando, donde todo viene de arriba, donde cualquier discrepancia es interpretada como contrarrevolución. Generando una situación en la que el ciudadano se siente desprotegido, excluido y  toma el camino que puede parecerle más beneficioso,  pero que no tiene que ser necesariamente  el más adecuado para sí mismo y para el país.

Junto a ello, la política de Estados Unidos, despliega un proceso de acercamiento a la sociedad civil por todas las vías posible. Entre otras.

-Flexibiliza los vínculos migratorios.
-Facilita las remesas, paquetes y el intercambio familiar en general.
-Amplia los vuelos.
-Elimina las restricciones de gastos de las visitas familiares.
-Dispone de veinte millones de dólares anuales para financiar la actividad subversiva en Cuba.
-Muestra un fuerte activismo de atención a todos los llamados grupos disidentes.

La administración Obama, trabaja en Cuba, en los Estados Unidos y con los aliados, para articular su estrategia de “cambio de régimen”.

Como resultado de todo ello, la política interna cubana, debe jugar un “equilibrio de cuerda floja”, teniendo en cuenta que cualquier incidente interno o intento de generarlo, que afecte  la convivencia ciudadana, la confianza de la población en las medidas políticas que se adoptan, y sobre todo, la confianza en el liderazgo político, lleva “agua al molino” del estado negativo, que se desea generar en el país.

La contrarrevolución sabe que los métodos violentos están excluidos y  que su uso puede resultar fuertemente contrarrestado por la propia población, por lo que ahora más que nunca, apelan a otros mecanismos, como el  soborno,  el sobredimensionamiento de las dificultades, el subterfugio discursivo, el  aprovechamiento de las lógicas discrepancias  de un proceso de cambios  tan complejo,  como el que se vive, para convertirlas  en actitudes contrarrevolucionarias.[3]



Julio 28 del 2012.





  






[1] No tomamos en consideración,  un conjunto de  aspectos  teóricos, que harían muy largo este ensayo.
[2] Estados Unidos está más atento que nunca a este asunto .En su intención permanente de apoyar un cambio de régimen en Cuba.
[3] En medio de todas las criticas que el Cro. Raúl Castro le ha realizado a nuestra prensa nacional, incidentes como el que tuvo lugar con la periodista Thalía González, en la tienda de divisas  de L y Línea, levantan molestias y sospechas en la población, sobre si de verdad estamos protegidos contra tales arbitrariedades,  a pesar de las críticas formuladas por el Cro. Presidente.

¿Es la contrarrevolucion siempre la misma?


¿ES LA CONTRARREVOLUCION SIEMPRE LA MISMA?

ESTEBAN MORALES.

UNEAC.

La contrarrevolución, que de cubana no tiene un pelo, no siempre es la misma.

Cambia  continuamente de pelambre para adaptarse a las nuevas condiciones de su existencia y de las tareas que debe cumplir. Reciente mente nuestro Presidente  la equiparo  a la corrupción.

Por lo tanto,  hay muchas formas de hacer contrarrevolución, incluso de manera inconsciente. Inconsciencia  de  la cual siempre otros se aprovechan.

En medio de las condiciones que hoy enfrenta nuestro país, son muchas las tareas que debemos cumplir. Tareas muy complejas, delicadas por su impacto político y  social,  no pocas veces perseguidas por las incomprensiones de sus propios beneficiarios, así como  tergiversadas por aquellos  que quieren complicarnos el camino a la solución de nuestros problemas. Luego,  el trabajo político a realizar es doble, por una parte, nuestros cuadros deben ser capaces de orientar eficientemente, como estar preparados para evitar las obstrucciones y tergiversaciones burocráticas.

Una forma nada sutil de hacer contrarrevolución hoy, la tenemos en el comportamiento de aquellos, que a pesar de todo lo que el Cro. Raúl ha dicho sobre la necesidad de ejercitar la crítica  a discreción o  públicamente, ponen obstáculos al ejercicio de la crítica o toman las declaraciones de Raúl, tratando de limarles el filo del sentido realmente critico que sus discursos tienen. Tratándose este de un asunto muy peligroso, porque ante situaciónes  de este tipo, no hay más que dos alternativas,  o se quiere hacer quedar  a Raúl  como  un demagogo,  o se pretende dar la idea de que  son otros los que  están liderando  el país. Lo cual nos  puede llevar  al crecimiento de la desconfianza de las masas  en el máximo liderazgo.

Como interpretar cuando el Presidente dice que no podemos continuar “rodeando el precipicio” o cuando expresa que se trata de un asunto de “última oportunidad”. Eso no es más que la continuidad del dramatismo con que Fidel  planteo las cosas, cuando en noviembre 17 del 2005 dijo en la Universidad de La Habana  que  la Revolución era reversible y que  “…nosotros mismos  podíamos destruir a la Revolución “. Se trata de palabras muy serias, dichas por quien nos conoce  más que nosotros mismos .Nunca Fidel  habían hecho planteamientos de tal dramatismo, luego tomarlos bien en serio en lo menos que se puede hacer.

El presidente Raúl castro, al hacerse cargo  del país, no ha hecho más que continuar la línea autocritica desplegada por Fidel ese día. Pero sería puro idealismo imaginar que todos estamos dispuestos a seguirlo, aunque  quienes lo sigamos tenemos que hacerlo sin concesiones de ningún tipo.

Existen entre nosotros, quienes no comparten  la línea a seguir. Sabemos que no están solo abajo, sino en ciertos niveles de la estructura estatal y política. De lo contrario, no fueran tantos los que ha habido que privarlos de  sus cargos y sancionarlos. Ministros, viceministros, altos dirigentes del partido y de la administración estatal. Y el proceso continua, pues hay que terminar de limpiar la estructura de dirección del país, de corruptos, simuladores, en fin, de contrarrevolucionarios. Que es lo que son. Quien hoy roba y se corrompe, juega con los recursos del país y se enriquece a costa de ellos, es un contrarrevolucionario.

Sin dudas, hoy la contrarrevolución  trata de apoyarse en las dificultades que el país atraviesa, las que más allá de su sobredimensión por parte del enemigo,  son reales. Nuestra economía sufre los embates de un proceso de restructuración  hacia la búsqueda del nuevo modelo económico que sistematice y estabilice su crecimiento económico, de solidez a la política social y  definitiva coherencia a nuestras relaciones económicas
 Externas. Haciendo que nuestro país consolide el lugar que le corresponde en la economía mundial.
Mientras ello no ocurra,  siempre estaremos acechados por los peligros de una situación de crisis económica mundial, que las potencias imperialistas, con  Estados Unidos  al frente,  tratan de  convertir   en una remodelación del viejo neocolonialismo, aunque para lograrlo,  nos tengan  que hacer hervir  en las cazuelas del infierno de la guerra  nuclear.

Estamos entonces ante una nueva contrarrevolución interna y externa. Liderada  por el enemigo de siempre, Estados Unidos.

Junio 9 del 2012.