Páginas

jueves, 1 de noviembre de 2012

UNA ESTRATEGIA INTELIGENTE: LA NUEVA POLÍTICA MIGRATORIA CUBANA.


Esteban Morales
UNEAC.
Por fin han  hecho su aparición las nuevas regulaciones migratorias cubanas. 
Conscientes  de que se trata de un tema de la más alta sensibilidad política,  el gobierno cubano, ha promulgado el Decreto. Ley No. 302, Modificativo de la Ley 1312 “Ley de Migración” del  20  de Septiembre de 1976  y otras regulaciones relacionadas con ese tema, publicadas en la Gaceta Oficial del martes 16 de octubre del presente año 2012.
Emerge una nueva estrategia migratoria.
Se puede decir, sin temor a equivocaciones, que el nuevo decreto ley No. 302, y sus implicaciones,  representa no solo una modificación sustancial  de las regulaciones hasta ahora vigentes, sino un verdadero cambio histórico  de  los métodos e instrumentos,  con que la migración ha sido  manejada por  Cuba. Sin embargo,  la Comisión de Derechos Humanos dice que se trata  de un cambio cosmético con  efecto mediático, con lo que incrementa su desprestigio ante la población cubana, que ha reconocido de manera general  el cambio migratorio como sustancial.
Las  medidas migratorias representan  primero que todo,   un desafío   inteligente  y sustancial al carácter agresivo con que  Estados Unidos ha manejado  la política migratoria hacia Cuba en los últimos más de cincuenta años. Es posible afirmar, por lo tanto, que se ha entrado en un nuevo periodo histórico de las relaciones migratorias, desde la perspectiva cubana.
Las regulaciones migratorias que ahora toman cuerpo en el  Decreto –ley No. 302, asumen consideraciones políticas, arrebatan la iniciativa a la administración estadounidense y desbordan  el contexto  de la política migratoria norteamericana, situando a ese gobierno en la obligación de  reanalizar  las condiciones en que se  ha tratado a Cuba hasta ahora,  debido a  las razones fundamentales siguientes:
  • El problema migratorio es enfrentado por Cuba,  no es  para responder a la agresividad de la política norteamericana como cuestión reactiva,  a la Ley de Ajuste Cubano, ni a la política de“/pies secos y pies mojados”. No tiene tampoco un alcance limitado, sino que traza una política propia, con la independencia  de quien sitúa en primer plano  las necesidades  del país  y no las de la confrontación ya histórica, que no ha tenido solución alguna. Cuba ha virado el tablero. Veamos ahora qué hace Estados Unidos, que por lo pronto, parece que se quedará en el mismo lugar, aunque no parece que les resulte posible.
  • Se parte de que la dinámica migratoria entre Cuba y Estados Unidos, ha pasado a una nueva etapa, en la cual, Cuba no está sujeta  a la simple  resistencia de  la política norteamericana, como un asunto que afecta su seguridad nacional,  sino que puede adoptar sus propias iniciativas  políticas, con independencia de las actitudes que Estados Unidos pueda o no  asumir   como respuesta.
  • El país asume con determinación  e inteligencia, las contradicciones que aun pueden producirse entre flexibilidades y derechos, al verse obligado  a defender su capital humano del “robo”de que ha sido objeto durante todos  estos años. Pero lo cierto es que era Cuba,  con su carta de invitación y el permiso de salida,  la que aparecía como el obstáculo a vencer. Será  Estados Unidos ahora, si no otorga las visas, quien quede  como el “malo de la película” .Tampoco es posible hacerse ilusiones, pensando que todo esta resuelto, pues  si no hay visado no hay viaje, aunque no haga falta carta de invitación,  ni el  permiso de salida.
  • El país asume de una manera abierta la atención, tratamiento y defensa  de sus emigrados, considerándolos  paulatina y definitivamente parte de la nación y proponiéndose regularizar, sistematizar  y defender la emigración, asumiendo las ventajas y desventajas  internas y externas que ello representa,  pero con la conciencia plena de que sus emigrados deben ser objeto de un tratamiento político  justo y  pleno en  derechos.
  • El país comienza a tratar  con  amplitud, el derecho de todos sus ciudadanos a viajar por el mundo, e instalarse donde deseen, aunque para ello, aun tenga que asumir regulaciones proteccionistas,  muy realistas por cierto,   que  todavía  limitan el derecho de algunos ciudadanos  a emigrar libremente en el momento en que lo deseen.
  • Con las regulaciones que ahora se asumen, aunque arrastrando todavía ciertas limitaciones  de temporalidad, el país  contribuye sobremanera a situar a sus ciudadanos  paulatinamente fuera de la condición que han debido sufrir,  de ser considerados siempre como   potenciales emigrados. Situación que de todos modos, se  mantendrá sobre los  viajeros cubanos, para la obtención de los visados, pero que irá desapareciendo,  en la misma medida en que el proceso migratorio o el simple viaje al exterior, se vaya convirtiendo en un fenómeno  normal para cualquier  ciudadano cubano.
  • El cubano que desee viajar por cualquier motivo ya podrá experimentar el beneficio de la disminución del costo de los tramites de viaje. Aunque el pasaporte costará un poco más.
  • El aspecto financiero  beneficia a una parte mayoritaria de la ciudadanía y  a ciertos sectores de la población, por su todavía  limitada presencia entre los emigrados (población negra y mestiza), receptora de menos remesas y de menos familiares en el exterior de los cuales recibir apoyo.
  • La extensión a 24 meses del plazo de estancia en el exterior, prorrogables a 24 más, permite al ciudadano,  considerar la posibilidad de estar un tiempo en el exterior sin  romper el vínculo con el país. e incluso obtener el permiso de residencia en el exterior.  Tal medida representa un salto sin precedentes frente a la “partida sin retorno”, antes vigente.
Tales consideraciones  antes apuntadas, se apoyan  en los beneficios que para  los cubanos residentes en  el país   tienen las nuevas regulaciones. Entre ellas, las más importantes:
-Se elimina el permiso de salida, por lo que consecuentemente no es necesario pagar los 150 cuc que costaba, lo cual a su  vez, simplifica los trámites de  viaje
-Se elimina el requisito de tener carta de invitación de un ciudadano o institución del país a que se pretende viajar. Lo cual elimina también, para el  trámite personal,  el pago de dicho documento que fluctuaba entre 200 y 400 dólares o su equivalente en la moneda del país que invitaba.
-Se autoriza la salida de los menores de edad, según se desprende del texto de algunos artículos.
-Es posible permanecer en el exterior por un plazo de 24 meses, prorrogables a 24 mas, con la obligación de  pagar solo la prórroga que exceda los primeros 24 meses. Es solo a partir de los 25 meses que una persona será considerada emigrada, aunque por razones  justificadas  se podrá extender   la  estancia.
- Se puede solicitar la residencia en el exterior por tiempo indefinido, por mantener una unión matrimonial, formalizada o no, con ciudadanos extranjeros, o por otras situaciones familiares y humanitarias excepcionales. Ese status también    puede  ser otorgado   a los padres, e hijos menores de edad  que lo deseen.
  • Se deroga  la nacionalización a favor el estado cubano  de los bienes,  derechos  y acciones de los que se ausentaran con carácter definitivo del país. Lo cual tiene un alto significado económico,  tanto para el que decide emigrar como para su familia. Respecto a esto parece estar rodando  la errónea interpretación de que los que se han marchado definitivamente del país pueden reclamar sus propiedades. El Decreto- Ley No.32  se está refiriendo  a los que emigren definitivamente a partir del 14 de enero del 2013,  no a  los que ya han emigrado antes.
  • Los graduados de cursos diurnos de la educación superior puede ser autorizados  a viajar por asuntos personales, lo que antes no era permitido, hasta que no cumplieran el servicio social.

Con posterioridad al lanzamiento del Decreto-Ley   No. 302, se anunciaron  algunas medidas adicionales.  Estas  son las siguientes:

-Se normaliza la entrada temporal al país de quienes emigraron ilegalmente después de los Acuerdos Migratorios de 1994, si han transcurrido más de 8 años de su salida.

-Se normaliza la entrada temporal al país de los profesionales de la salud  deportistas de alto rendimiento que abandonaron el país  luego de 1990, si han pasado 8 años de ese hecho. Exceptuándose, por razones de defensa y seguridad, quienes salieron por la Base Naval de Guantánamo.

- Se amplían las causas de repatriación, para los que salieron del país con menos de 16 años y también por razones humanitarias.

-Se regularizan las visitas de los emigrados ilegales con menos de 16 años, en cuyo caso no tienen que esperar los ocho años.

 Estos anuncios a posteriori¸ son una clara señal  de que se continuaran emitiendo nuevas regulaciones  según esta vayan siendo concretadas .Por  lo que es posible esperar hacia el futuro  que  lo que regula el Decreto-Ley 32  se continuará ampliando.    

LA NUEVA DINAMICA QUE SE ABRE
Las nuevas regulaciones migratorias, comparadas con las existentes hasta ahora, potencialmente,  benefician considerablemente a los cubanos residentes en Cuba. Sería absurdo decir que se trata de simples cambios cosméticos   de intención  mediática.  Son cambios,  que aunque no totales, son  sustanciales, contentivos  de oportunidades para continuar avanzando en la normalización del proceso migratorio desde la perspectiva de la  política del país.
Es cierto que aún quedan no pocos  pasos para mejorar las relaciones entre el país y su emigración, pero este proceso también avanza, en la misma  medida en que los cubanos de la Isla reciben facilidades para su traslado al exterior.
 Quedan pendientes   algunas cuestiones,  sobre los cubanos residentes en el exterior¸  que tienen que  ver más   con asuntos  de los derechos que el país podría otorgar a esos  cubanos, que con cuestiones migratorias propiamente dichas.  Considero que tales asuntos  se refieren a:
  • Regulaciones sobre costos de trámites y pasaporte.
  • Otras regulaciones  que faciliten viajar y permanecer en Cuba.
  • Derechos de representatividad en el país.
  • Derechos de ciudadanía a los hijos de cubanos nacidos en el exterior.
  • Derecho a  votar en las elecciones nacionales.
  • Derecho a la  repatriación y a la reunificación en Cuba.
  • Derecho a jubilarse en Cuba.
Hay que continuar avanzando por normalizar lo más posible  las relaciones de Cuba con su emigración. Ahora  ayudados  por un conjunto de  regulaciones que  contribuirán a dinamizar el proceso. Generando respuestas por medio de los consulados sobre los problemas concretos de los cubanos  donde quiera que estos  se encuentren.
Si nos proponemos que  las  relaciones entre el país y su emigración  avancen tenemos también  que  orientar nuestros pasos  en las direcciones siguientes:
-Se deben  adoptar medidas  que  faciliten los trámites migratorios, tanto en su costo como en la agilidad de los  mismos.
-Hay que acelerar  todo lo posible el proceso de repatriación de los que desean volver al país.
-No  es posible menospreciar  los pequeños capitales  que puedan contribuir a levantar la empresa familiar ya existente. Incluso dando  facilidades aduaneras. Pues las medidas que la aduana  cubana adopta ahora   parecen  leoninas  e irreales.
-Hay que acoger a los hijos de emigrados en las escuelas cubanas.
-Hay que facilitar los estudios universitarios a los hijos de emigrados en Cuba.
-Hay que facilitar servicios  médicos compitiendo con los altos costos de Estados Unidos.
-Hay  que tratar de generar alguna forma de turismo cubano-americano.
-Se  deben   generar  estudios  de postgrado, maestrías, doctorados, con estudiantes cubano-americanos.
-Cuba debe avanzar hacia la búsqueda de la  “emigración circular”, es decir, hacia la alternativa de vivir dentro y fuera del país al mismo tiempo.
-Las conferencias entre el gobierno cubano y  la emigración deben regularizarse sobre la base de agendas concretas y chequeos  de su avance. 
La nueva política migratoria, auspiciada por el Decreto-Ley No. 32,  genera un tipo de emigrante mas acorde con las necesidades políticas y económicas del país, pero si no la  atendemos como es debido  en el exterior  podrían producirse retrocesos. Pues no se trata de una emigración apolítica y simplemente obediente  como algunos piensan. Sino un tipo de  emigración que hacia el futuro  dispondrá  de mecanismos e instrumentos  para ser  más exigente con su país de origen.
Sin dudas    las medidas ahora adoptadas por Cuba,  contribuyen a estabilizar y ampliar  las relaciones entre Cuba y su emigración. Por cuanto, las nuevas regulaciones, hacen que desde  Cuba emigren ahora ciudadanos cuyo status se diferencia sustancialmente de las situaciones en que salieron de Cuba las primeras oleadas migratorias. En la misma medida en que  las actuales regulaciones, que serán puestas en práctica a partir de enero del 2013, varían sustancialmente  la forma  también  en que pueden relacionarse con el país, los cubanos  que a partir de  ahora  emigraran  de Cuba. Lo cual tendrá un impacto muy importante en los  anteriores  emigrados, dado que comenzaran a llegar otros, cuyas relaciones con su país de origen ya quedaran  preestablecidas antes de la  partida. Lo cual hacia el futuro  servirá para acelerar el cambio que respecto a Cuba ya se venía produciendo en la emigración actual. Por lo que es posible preguntarse ¿Como será la  emigración cubana, particularmente,  hacia  los Estados Unidos  en los próximos 30 a 40 años? Sin dudas será muy diferente de la actual.  Dejando de ser  ya paulatinamente un problema para Cuba, lo será crecientemente para Estados Unidos. ¿Retornaremos a la época en que La Florida   era parte  de Cuba? 

Octubre  30 del 2012.