LOS MUERTOS QUE ALGUIEN MATO: GOZAN AUN DE SALUD.

Esteban Morales Domínguez

UNEAC

En abril del año 2010, escribí un artículo sobre la corrupción.
“Corrupción: la verdadera contrarrevolución”. Pretendiendo alertar sobre el tema, pero, mataron al mensajero. Estoy confiado, que ahora que, a muchos de nuestros intelectuales, acostumbrados a alertar sobre tantos asuntos, no les va a ocurrir lo mismo.

Resulta inevitable, que, si leemos tanto y revisamos tanta información, auscultando continuamente nuestra realidad interna e internacional, no vayamos a percatarnos de problemas, que otros, a veces, no detectan fácilmente.

En la ocasión mencionada, quien dio la orden de matar al mensajero, no tenía la más mínima idea de lo que estaba haciendo. No dudo de que haya tenido la impresión, de que estaba honestamente, defendiendo a la revolución, de alguien, que lo que solo pretendía, era desprestigiarla. Por lo que me sentiría muy tranquilo, si a estas alturas, ya tiene conciencia de la “extraordinaria metedura de pata que dio”. Y de la injusticia que cometió. Hoy la corrupción y el mercado negro nos atacan con saña. Pero existe en nuestra dirección política, una claridad meridiana de su importancia y de cómo atacarla. 

Nuestro Presidente la ha mencionado como equivalente a la contrarrevolución y si como se observa, los métodos de trabajo que se siguen, funcionan bajo la pretensión de no darle el mas mínimo espacio a tan peligroso fenómeno, para la supervivencia del socialismo en nuestro país.
Como ya expresé en otro artículo, los cuadros de dirección son gente honesta, honradas, responsables, pero no es ocioso que los métodos de trabajo a seguir en el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros y a todos los niveles del gobierno, busquen de manera continua que esas cualidades de partida, se mantengan y desarrollen todos los días.
Siendo lo anterior, el complemento perfecto de las cualidades que se exigen, para que, a todos los niveles de la administración estatal y política, las cosas funcionen bajo las reglas con que deben funcionar.
De todos modos, es mi opinión personal, que deben ser exigidas también otras reglas más específicas. Entre ellas, como muy importantes, las siguientes:
-Toda persona que asuma un cargo, a cualquier nivel de la administración estatal, debe rendir cuentas de los bienes que posee, al momento de iniciar el ejercicio de su responsabilidad.
-El Sistema bancario y Crediticio, debe ser más eficiente, tecnificado y exigente, con el cumplimiento de las reglas en la administración de los recursos, bajo la responsabilidad de cualquier cuadro, a cualquier nivel.
-Ante cualquier eventualidad de ilegalidad administrativa, el rigor con que esta situación sea juzgada, debe ser más alto, mientras mayor sea el nivel de responsabilidad a que se cometa.
--El salario de todos los miembros del gobierno, a todos los niveles, debe hacerse público.
-Debe informarse de todas las penas aplicadas por corrupción, con el conocimiento público de la biografía y fotos de todos los implicados en tales actos.
-Cualquier acto ilegal por parte de un cuadro, debidamente juzgado, debe implicar su anulación para ocupar cargos administrativos o políticos, de por vida, a cualquier nivel.
- Reconocer a la prensa su derecho y capacidad de entrevistar a cualquier cuadro, del nivel de dirección que sea. Haciendo un esfuerzo, porque estos se vean obligados a rendir cuentas de su actividad ante los medios nacionales.

Estos mecanismos ya han comenzado a funcionar, en la misma medida en que, como nunca antes, en particular, nuestra televisión está informando sobre los Consejos de Ministros y las sesiones de la Asamblea Nacional, las que ya no son editadas, como se hacía hasta hace poco tiempo.

Sin dudas, se observa, con mucha claridad, que nuestro aparato de gobierno, está actuando de tal modo, que el pueblo lo sigue, contando con información suficiente y fresca de su gestión. Lo cual, resulta de extrema importancia, para un incremento continuo de la confianza que el pueblo debe tener en sus dirigentes.
Solo restaría, que, en el proceso de debate popular, que ahora comienza a realizarse, tales métodos de trabajo y sus exigencias, adquieran jerarquía constitucional.
Agosto 3 del 2018.