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lunes, 4 de noviembre de 2019

DONAL TRUMP EN LA PERSPECTIVA DE UN JUICIO POLITICO (Segunda Parte).


Autor: Esteban Morales Domínguez
UNEAC
El proceso de una perspectiva de impeachment contra Donald Trump, lejos de diluirse, lo que parece es complicarse. Trump parece estar actuando como el famoso folclórico personaje de Chacumbele, “que el mismo se mató”.
¿De qué modo se le complica la situación al presidente?
En primer lugar, ya son más de uno los denunciantes contra la actuación de Trump en Ucrania. El que se filtrara por una conversación telefónica, que Trump había pedido a su homologo Vladimir Zelenski en julio pasado, que este último investigara al ex vicepresidente Biden, quien es ahora ni más ni menos, que su principal contrincante político en la cercana campaña presidencial del 2020.
Trump insiste denodadamente en varios asuntos que parecen formar parte de una estrategia para enfrentar el peligro de un juicio político.
-Continúa insistiendo en que el impeachmente lejos de perjudicarle le beneficiaria, en la perspectiva de ganar las próximas elecciones.
-Continúa mintiendo al decir que no presionó al presidente ucraniano. Pero días antes de la llamada Trump ordenó a sus asesores congelar el fondo de 400 millones en ayuda militar para Ucrania, lo que genero la especulación de que retenía el dinero para presionar por información sobre los Biden. Entonces, el Presidente ha negado la acusación, pero reconoció que bloqueó la entrega de fondos. ¿Con que objetivo lo hizo sino fue para presionar por sus intereses con Ucrania?
-Se aferra a la idea de que los republicanos que lo siguen continuaran a su lado, con independencia de lo que pueda ocurrir. Lo cual depende de cómo su popularidad se vaya afectando.
-Continua el doble juego de que aun y cuando se descubran sus trampas, tiene el derecho de actuar como lo hizo. Lo cual tiene que ver con su comportamiento enfermizo.
-Sigue tratando de frenar la posibilidad de verse obligado a entregar la documentación que puede perjudicarle. Aunque no ha podido evitar que la comisión de la cámara, dominada por los demócratas, continué entrevistando a los que van llamando a comparecer.
-Aparece con el argumento de que China también debiera investigar a los Biden. Repitiendo el mismo argumento que lo tiene en una crítica situación frente a la perspectiva del juicio político.
-Continúa insistiendo en conocer la identidad del primer informante. A lo cual no tiene derecho.
-No solo presionó en el caso de Ucrania, sino que hizo algo similar con Australia.
-Les declara la guerra a los que asisten a las comparecencias con la comisión de la Cámara, les lanza encima a sus partidarios dentro de la prensa.
- Continúan apareciendo evidencias sobre su interés de desprestigiar la investigación de Müller. Dando orientaciones para continuar su persecución.
- Utiliza a su equipo de gobierno para llevar adelante acciones que tiene serios visos de ilegalidad.


No obstante, tanto la Casa Blanca como los asesores informales de Trump, se encuentran divididos sobre cómo manejar la historia, según ocho personas que hablaron bajo la condición de anonimato. Debido a que no están autorizados para discutir conversaciones privadas de manera pública.
Pero a Trump le preocupa que aun y cuando el Senado, controlado por los republicanos, le absuelva, como es de esperar hasta ahora, de todos modos, el Juicio Político devenga en la primera línea de su obituario político.
Por su parte, Mitch Mc Connell, líder de la mayoría republicana del Senado, afirmo que no tendría opción más que permitir que se proceda con el juicio político de Trump en la cámara alta, si la cámara baja aprueba el impeachment. Poniendo así fin a las especulaciones de que McConnell buscaría la manera de evitar el juicio.
Mientras los demócratas intentan destituirlo, Trump y sus aliados más cercanos, creen que pueden presentar al Presidente como un mártir ante sus seguidores, lo que, según ellos, ofrecería la necesaria motivación para que sus simpatizantes acudan en masa a las urnas a votarlo.
Parece que la estrategia de reelección de Trump, depende de la participación de sus seguidores más acérrimos, qué no votan más de lo habitual, más que de convencer a los escépticos en el centro del espectro político.
Después del anuncio de la Pelosi, los partidarios de Trump desplegaron varios tuits atacando a los demócratas, incluido un video que concluía con un mensaje para los seguidores del Presidente que decía “Mientras el único objetivo de los demócratas es luchar contra Trump, el Presidente Trump lucha por usted”. La cual es una jugada de engaño propagandística.
Que Donald Trump quiere que lo sometan al juicio político es un argumento que viene sosteniéndose desde hace tiempo. Ben Domenech, editor del sitio The Federalist, ha dicho que “…el juicio político no sería un tropiezo para el Presidente, porque Trump está ansioso por dar la pelea”.
Pero reforzando el argumento, el Sr. Domenech dice” …si un presidente escapa indemne de una investigación por conspiración con un gobierno extranjero y justo el día después del testimonio de Robert Müller presiona por teléfono a un gobierno extranjero para que lo ayude en su campaña presidencial: ¿acaso parece preocuparle a ese presidente la posibilidad de ser sometido a un juicio político? Yo diría que no”.
En mi opinión personal, parece haber, como se dice, “gato encerrado”, detrás de esa insistencia en que a Trump le beneficiaría ser objeto del juicio político. No puede ser otra cosa, que a Trump se le va complicando bastante su posición frente al juicio político. No obstante, sigamos viendo los argumentos que se dan para considerar que a Trump le beneficiaria este proceso.
Según se argumenta, existen cuatro aspectos positivos que resultarían del mismo para la presidencia de Trump.
Primero.
Si los demócratas lo someten a juicio político harán algo impopular en lugar de algo popular.
Es que hasta ahora los sondeos muestran la impopularidad de un juicio político. Pero pueden esos sondeos modificarse con el desarrollo de las noticias qué lleguen de Ucrania o de otras evidencias que están apareciendo de la actuación de Trump.

Segundo.
Se dice que Trump se siente feliz de hacer públicos sus abusos de poder frente a la corrupción blanda de sus oponentes.
Pero Trump es el más corrupto, de manera mucho más ostensible.

Tercero.
El juicio político le daría a Trump una última oportunidad de consolidar su influencia sobre los posibles sucesores republicanos.

Cuarto.
Porque es el circo la parte de la política que Trump mas disfruta.

Pero, en realidad, ninguno de tales argumentos justifica suficientemente el supuesto interés de Trump por ser sometido a juicio político. Sobre todo, porque ya ha pasado un mes desde que la Pelosi decidió iniciar las investigaciones para el mismo y la situación de Trump, lejos de mejorar se le ha venido complicando.
A pesar de que Trump ha negado fervientemente que el no presiono al Presidente ucraniano y este haber negado que había sido presionado; al publicarse la transcripción de la conversación entre ambos del 25 de julio último, esta muestra claramente que el presidente Trump pidió varias veces a Zelesnki que investigara al vice Joe Biden. Si a ello le agregamos que se ha demostrado que Trump freno la entrega de los fondos prometidos a Ucrania, esperando la conversación con el Presidente ucraniano, queda muy claro que si hubo presión. Ello fue precisamente lo que motivo que Nancy Pelosi abriera la investigación de juicio político, a lo cual no se había decidido. ¿Por qué lo hizo en ese momento, si no fue precisamente porque estaba ya convencida de que existían razones suficientes?
La Casa Blanca trato de justificar la situación diciendo que la trascripción no era textual y que está basada en notas y recuerdos de funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Esto cayó de cabeza ante las declaraciones del primer, aún desconocido, informante que se reunió con la comisión de la Cámara.
Además, hoy el documento revelado muestra que Trump le dijo a su homologo que trabajara con el Fiscal General de los Estados Unidos, para investigar la conducta del precandidato presidencial demócrata y de acuerdo con lo publicado por el diario Washington Post, el presidente Trump incluso ofreció reunirse con el Presidente ucraniano.
“Me gustaría que el Fiscal los llamara y me gustaría que llegaran al fondo”, dijo Trump al Presidente de Ucrania.
En esa maniobra participó también Rudy Giuliani, quien se ha alzado como el principal portavoz de Trump en esta crisis, porque la Oficina de Comunicaciones de la Casa Blanca no ha podido estructurar una estrategia y actualmente tiene una relación inconsistente con el Presidente. De tal modo, que los muy estúpidos enviaron su estrategia a los demócratas.
La apoteosis de todo este desmadre se produjo, cuando la Casa Blanca envió a los demócratas un correo electrónico en el que delineaba su estrategia sobre como los republicanos debían contestar a preguntas sobre la polémica situación entre Trump y el presidente ucraniano Zelenski.
En el mencionado correo, titulado “Lo que necesitas saber”, la casa Blanca aconsejaba a los legisladores republicanos usar la palabra “mito “para describir la conversación entre los dos líderes y pedía culpar a los demócratas de “provocar frenesí mediático de falsas acusaciones”. Por si fuera poco, luego la Casa Blanca envió otro mensaje a los demócratas para pedirles que, por favor, le devolvieran su estrategia.
La falta de coherencia y el nerviosismo que esto indica en las acciones defensivas de los republicano, no tiene paralelo. Reafirmándose no solo una falta de estrategia, además, la ausencia de habilidad para llevarla adelante. Al parecer Trump no se percata que con su accionar en este caso, está haciendo lo mismo por lo que estaba acusado en la comisión Müller.
¿O cuál es la diferencia entre haberse vinculado a Rusia para aplastar a la Clinton y ahora coordinar con el Presidente ucraniano, para que le quite del camino a Joe Biden?
Puede ser esto muy peligroso para Trump, aunque con el agravante de que en lo ocurrido en el caso de Ucrania está muy simple y claro cuál ha sido su participación. Mientras que, en el caso de la colusión con Rusia, en medio de lo complejo y tumultuoso del problema, al parecer, si no fue cobardía de su parte, es verdad que Müller no pudo hallar suficientes evidencias como para condenarlo.
Pero ahora, a medida que avanzan las investigaciones se conocen nuevos detalles del incidente de la llamada y emergen nuevas informaciones que involucran a otros personajes del equipo del Presidente.
Trump también había pedido durante el contacto con Ucrania, que el Presidente ucraniano coordinase con su asesor Giuliani y el procurador William Bar. Por lo que entonces ambos son parte de la investigación del Impeachment. Revelándose además, que el secretario de estado Mike Pompeo participo en la llamada con el Presidente ucraniano.
Pero, como casi siempre ocurre en este tipo de asuntos, empiezan a brotar más revelaciones del tipo anunciado.
Trump también había presionado al ministro de Australia Scott Morrison, en una llamada telefónica, para que brindara asistencia al procurador general Barr, quien está realizando una indagación para descalificar la investigación encabezada por el Fiscal especial Robert Müller contra el Presidente y su equipo, según informo el New York Times, por lo que esta acción también es carga para el juicio político. Por si fuera poco, el Washington Post revelo que el procurador Barr ha sostenido reuniones privadas con oficiales de inteligencia de otros países, para dañar las conclusiones de la investigación de Müller sobre la interferencia rusa. Agregando, ¿otro error de seguridad nacional de Trump?
Una semana después de anunciarse el proceso formal de impeachment, múltiples nuevas encuestas registraron un incremento significativo entre quienes favorecen proceder contra Trumpn, lo que puede ser indicativo de que la marea se vira contra el Presidente. Una fuerte evidencia de las dificultades de Trump, es que el Senador demócrata Chris Murphy, que había sido reacio a respaldar la pesquisa, apuntó que “la sociedad del momento requiere que todos hablemos para preservar el compromiso de nuestra nación con el Estado de derecho”.
Varios legisladores demócratas, antes contrarios al inicio del proceso, comienzan a mostrarse más abiertos a ese paso tras los informes sobre la conversación telefónica que sostuvo el Presidente con su par de Ucrania. Un extraordinario impacto tuvo el discurso del legislador Afroamericano John Lewis, que hace medio siglo acompañó al reverendo Luther King cuando pronuncio su famoso discurso,” Yo tengo un sueño”, en la marcha a Washington en 1963.
Lewis decía, “No podemos retrasarnos. No debemos esperar. Ahora es el momento de actuar. Nunca encontraremos la verdad a menos que usemos el poder otorgado por la cámara de representantes. El futuro de nuestra democracia está en juego.”
A Lewis lo cubre un manto de autoridad que, si algún demócrata estaba indeciso, su discurso despejo cualquier duda.
Murphy por su parte, pidió a la cámara de mayoría demócrata, tomar medidas para garantizar que la mencionada queja se presente al Congreso en su totalidad, y realizar una indagación sobre el alcance de las demandas al Gobierno ucraniano.
Donald Trump como Nixon, tiene su equipo de secuaces. Los de Nixon, HR Hadelman secretario de la Casa Blanca y John Mitchell secretario de Justicia, terminaron en la cárcel. Mike Pompeo, Rudy Giuliani y Barr, puede que ya estén separando el turno, porque los tres tienen un grado de involucramiento en el incidente de Ucrania y otros, qué es difícil salven la cabeza. Su suerte está demasiado unida a la de Trump.
En particular Pompeo, había atormentado a la exsecretaria de estado Hilary Clinton por el incidente de Benghazi. Ahora está tratando de evitar que el Congreso exija a la administración Trump rendir cuentas por retener información. Ha perfeccionado el arte de mantener contento al Presidente y sus objetivos políticos más altos significan también complacer a la base de Trump. No olvidar que Pompeo estuvo en la llamada telefónica entre Trump y el presidente de Ucrania.
Por su parte Rudolph Giuliami, el denominado héroe del 11 de septiembre, es supuestamente el abogado personal de Trump, pero sus incesantes “éxitos de noticia “por cable no son de ningún manual de corte. Rudy Giuliani hizo una cruzada abierta para que Ucrania investigue al hijo de Joe Biden y se reunió con un funcionario del Gobierno de Kiev en España. De modo que los críticos se han preguntado si sus trabajos independientes sobre Ucrania no han llevado a su presidente a un lugar peligroso.
Giuliani negó haber pedido a Ucrania que investigara a Biden. Antes de reconocer que lo hizo.
Lindsey Graham es ahora el compañero de Golf de Trump y su defensor más vigoroso. Antes fue discípulo del difunto senador John McCain, que despreciaba a Trump, por lo que en su defensa de Trump, tiene a quienes lo tildan de hipócrita. Graham sabe que su papel probablemente significa que se librara de un rival ferviente pro Trump, el próximo año en su estado de origen.
Por su parte, Mike Pence, el vicepresidente, ama a Trump. Este último lo envió a reunirse con el presidente ucraniano Vladimir Zelenski el 1 de septiembre. Pence dijo que discutieron la ayuda de Estados Unidos, pero no a Joe Biden, lo cual difiere de lo dicho por Trump y de lo finalmente aceptado por Pompeo. Pence como Pompeo, sueña con cosas superiores y codicia a los votantes de Trump, pero está en un lugar intrigante. Sí por alguna razón el Comandante en Jefe tiene que irse, él gran cargo pasaría a sus manos.
El momento actual del proceso de Juicio político está en la comparecencia de los testigos ante la Comisión de la Cámara. El asesor de Trump sobre Ucrania, Alexander Windman, el principal experto en Ucrania testifica en contra del. Dijo que hubo un “quid proquo” persistentemente negado por la Casa Blanca.
Alexander Windman (1975) nació en Ucrania. A la muerte de su madre, el padre, un judío ucraniano, lo llevo con sus hermanos a Nueva York en diciembre de 1979. En 1988 se graduó de la Universidad Estatal de Nueva York, más tarde recibió maestría en la Universidad de Harvard en Estudios de Rusia, Europa del Este y Asia Central.
Después se unió al Ejército de Estados Unidos, convirtiéndose en un oficial de carrera. Sirvió en Corea del Sur y en Alemania. Veterano de Irak, recibió la medalla Corazón Purpura. Lo ascendieron a mayor en el 2008 y en el 2015 a Teniente coronel. Como oficial especializado en Eurasia, sirvió en las embajadas de Estados Unidos en Kiev, Ucrania y Moscú. Al regresar a Washington DC, era un oficial de asuntos políticos-militares rusos que trabajaba para el presidente del Estado Mayor Conjunto. En julio del 2018 se le designo para trabajar en el Consejo de Seguridad nacional como experto en Ucrania. Asistió como invitado al acto inaugural del nuevo presidente de Ucrania Vladimyr Zelenski.
A pesar de su impresionante hoja de servicio, fue cuestionado por los republicanos partidarios de Trump, cuando fue citado a declarar ante la Cámara el 29 de octubre como parte de la investigación de juicio político contra el presidente Trump. De tal modo se convertía en el primer funcionario de la Casa Blanca en testificar sobre la ya famosa llamada telefónica del 25 de julio del 2019, entre Trump y Zelenki.
Según declara Windman, haber oído esa conversación en la Sala de situación de la Casa Blanca lo consideró tan perjudicial para los intereses estadounidenses, que se lo comunicó a un superior. Lo hizo dos veces-escribió en su declaración- por “sentido del deber”. Siendo el punto crítico de esta historia que su testimonio confirma, una vez más, la existencia de un “quid pro quo” negado por la Casa Blanca.
Al ser ucraniano de origen y haber declarado de modo que no beneficia a Trump, de manera inmediata parte de la prensa le cayó encima. Mientras que otros los defendieron, considerando los ataques como una verdadera vergüenza. Lo cual es cierto.
Kurt Volker, ya se había convertido en un personaje central en la investigación de la Cámara de Representantes. Testifico durante casi 10 horas. Volker se veía franco y abierto y respondió a todas las preguntas, según se señaló. Volker les dijo a los investigadores que le advirtió a Giuliani que no se apoyara en la información proveniente de Yuri Lutsenko, ex procurador general de Ucrania. Lutsenko presuntamente había estado en contacto con Giuliani, según se señaló.
Aunque los demócratas tiendan a desear un proceso rápido, la duración es una incógnita también. La propia Pelosi, que anunció un proceso expeditivo, admitió que llevara tiempo, pues la Casa Blanca se está resistiendo a proporcionar los documentos o testigos que reclame la Cámara de Representantes, demorando meses los tramites. Aunque acelerar el proceso de impeachment daría combustible a Trump para hablar de “cacería de brujas”.
Se lanzó desde la cámara un verdadero ultimátum: o la Casa Blanca envía toda la información requerida para aclarar el caso de Ucrania, o se emitirá una citación con toda la obligación de entregarlos. Si el presidente Donald Trump y el secretario de estado Mike Pompeo han obstruido u obstaculizan la investigación, esto se considerará una prueba de delito de obstrucción. Por lo que Shiff no oculta algo que es más que una sospecha: acaso la Casa Blanca y otros funcionarios de la administración actuaron para ocultar e incluso destruir datos e información, para evitar que el Congreso y la opinión pública se den cuenta.
“En realidad, han sido enviados muchos requerimientos, durante mucho tiempo, …” informo Cummings. “La lista de lo que el personal del Presidente debe producir es muy larga…” En primer lugar, todo lo relacionado con las dos llamadas telefónicas en abril y julio entre Trump y el presidente ucraniano.
Además, grabaciones, transcripciones, notas, más notas y más documentación. Pero también una lista completa de todos los miembros del personal presidencial y administrativo involucrados de varias maneras en las dos llamadas telefónicas entre ellos Pompeo, quien desde Roma admitió que estuvo presente en la llamada. Nuevamente se le pide a la casa Blanca que entregue todo el material relacionado con las llamadas telefónicas y con otros líderes extranjeros con los que Trump posiblemente haya abordado los mismos temas que con Zelenski.
Finalmente, los miembros del Congreso quieren saber todo sobre la decisión de retirar temporalmente los 391 millones de dólares de ayuda a Kiev antes de la notoria entrevista entre Trump y Zelenski.
Ya paso el informe sobre el impechament aprobado por la Camara al Senado.
¿Cómo podrá salir Trump de semejante encerrona?
Esto no ha terminado. Ha comenzado la etapa definitiva.


Noviembre 1 del 2019.