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martes, 28 de enero de 2020

LOS ERRORES IDEOLOGICOS SON CUENTAS PENDIENTES QUE EN ALGUN MOMENTO DEBEN SER SALDADAS.

Autor. Esteban Morales Domínguez
Los errores ideológicos no se borran o desaparecen con facilidad. Son cuentas pendientes que salen a la luz cuando menos lo esperamos.
Son más difíciles de solucionar, porque pasan a formar parte del modo de pensar de la gente y en algún momento condicionan su comportamiento. Sobre todo, cuando circunstancias presentes los traen de nuevo al pensamiento de quienes los han padecido.
Recientemente han tenido lugar incidentes que continuaran pesando en la actitud de la gente. Pudiéndose mencionar los siguientes:
  1. El incidente ocurrido en el Mercado de Cuatro Caminos, el que produjo un gran disgusto en la población.
Cierta burocracia comercial lo provoco y no pocos solo trataron de hacerlo ver como un fenómeno de simple indisciplina social y un error de comportamiento de la población, cuando en realidad fue una errónea preparación del proceso de apertura de la tienda lo que provoco el incidente.
Se hizo una propaganda inadecuada, sobredimensionada por la televisión nacional y se produjeron concentraciones de mercancías en el lugar, sacadas de otras tiendas, que generaron unas expectativas incorrectas en la población. Produciendo una afluencia de público que desbordo sobremanera lo que podía esperarse. Lo cual dio lugar a que ciertos elementos antisociales, aprovechándose de la situación, alimentaran el caos que allí se produjo. Abalanzándose sobre los anaqueles y generando una situación insostenible, que provoco el cierre inmediato del establecimiento.
Sobre este último acontecimiento falto una explicación objetiva que realmente valorara lo que había ocurrido. Luego, la población tiene una opinión sobre el mismo, que finalmente no sabemos cual es.
  1. El mal tratamiento y explicaciones inadecuadas sobre la actuación de uno de los protagonistas del programa “Vivir del Cuento” generó una situación de disgusto en la población. La que lejos de solucionarse, ha tendido a complicarse, por la mala explicación de un Directivo del ICRT y la baja calidad de los más recientes programas. Qué parecen darle la razón a la gente que dijo que el objetivo con Facundo era lograr la eliminación del programa de nuestra televisión.
  2. Más recientemente, la declaración de eliminar algunos programas de las redes sociales, como El toque, La joven Cuba, y otros. Saliendo publicada una larga lista de 20, que posteriormente fue desaparecida sin explicaciones de ningún tipo. Generando opiniones respecto a ¿quiénes son los que realizan estos actos sin ofrecer explicación alguna.
  3. Pero nada de eso que ha tenido lugar es los más grave. Sino la intención de alguna gente de encender la polémica entre revolucionarios, acusando a unos y ensalzando a otros. Error en el que han caído algunos compañeros, que le han permitido publicar sus opiniones en lugares oficiales, no así a los que han criticado esas posiciones.
  4. La prensa no ha reflejado correctamente estos incidentes, dando lugar a comentarios y a dudas respecto a quienes son realmente los que provocan estos incidentes de fuerte connotación ideológica.
Cuando tienen lugar situaciones de tal naturaleza, todo ello crea confusiones en nuestra población, sin que haya explicaciones coherentes y serias que permitan a los revolucionarios enfrentar tales hechos. Produciéndose un fenómeno de acumulación muy negativo, que afecta el estado de ánimos y la confianza de la población en los dispositivos de dirección y las instituciones a cargo de la actividad cultural, informativa y del trabajo ideológico en general.
Vivimos momentos muy complejos y difíciles, que el enemigo, ensimismado en un ataque continuo y sistemático, por hacer daño al país, aprovecha cualquier incidente para predisponer a la gente, alimentando la duda; moviendo sus elementos internos, para aprovechar las divisiones de opinión y las contradicciones que se crean, con el objetivo de lograr la desestabilización.
Situaciones como las mencionadas, aunque no lo creamos, alimentan los vestigios de contrarrevolución subyacentes aun dentro del propio proceso de construcción socialista. Entregando “caldo de cultivo”, para que los elementos negativos internos y externos, enemigos del socialismo, afecten el proceso de marcha hacia adelante que se ha propuesto el país.
No se caracteriza el momento actual del enfrentamiento con el enemigo principal, como para cometer el más mínimo error ideológico, ni de ningún otro tipo.
Enero 22 del 2020.




EL DEBATE SOCIAL. SUS REGLAS.


Autor: Esteban Morales Domínguez
 
Decía José Martí, que…”si la guerra es a pensamiento, ganémosla a pensamiento”.

Solo seguir ese principio martiano, al pie de la letra, sería suficiente como para que el debate entre nosotros, se desenvolviera con todas las de la ley y resultara útil a la política y en definitiva a nuestra sociedad toda.
Pero, lamentablemente, no pocas veces nuestros debates internos no se desenvuelven de ese modo y no transcurren como debe ser, porque violamos principios básicos de lo que debería ser un verdadero debate científico e intelectual. Creo que cometemos varios errores, que no pertenecen solo a los que debaten, sino a los que deben encausarlo y a los que deberían crear el contexto propicio para que nuestros debates se desenvolviesen del modo más útil a los intereses de nuestra sociedad en construcción.
Se cometen frecuentemente varios errores.
  1. No solo la ciencia aparece primando en el debate. Esta última también se debe enfrentar a la pseudociencia.
  1. La apreciación científica se contamina con opiniones personales, el menosprecio al conocimiento de los demás, o los subterfugios para ganar en la discusión.
  2. La equivocación solo es pocas veces resultado del desconocimiento y muy frecuentemente de la conveniencia.
  3. Es fundamental que el debate tenga siempre como punto de partida un acceso democrático y equilibrado a la información disponible.
  4. A veces no respetamos que, entre nosotros, la ciencia tiene como principal objetivo el beneficio a la sociedad.
  5. No siempre prima el carácter democrático en la divulgación de las opiniones. Con frecuencia publicamos las opiniones de unos, pero no las de otros.
  6. Las estructuras del poder político no debieran ofrecer ventajas a ninguno de los contendientes. Púes cuando ello tiene lugar, se afecta el carácter objetivo de los argumentos, pudiendo dominar las opiniones menos objetivas, así como las soluciones menos convenientes.
  7. La simple propaganda de las ideas que se enfrentan, no debe operar como ventaja para ninguno de los contendientes.
  8. La verdad comprobada, es el único principio básico para dirimir cualquier debate.
Nadie está en posesión de la verdad absoluta, pues la propia verdad, es la síntesis de muchas verdades relativas y absolutas al mismo tiempo. Llegándose a ella solo como resultado de una dialéctica de prueba y error, que aparece siempre condicionando el real acceso al conocimiento. Dado que tampoco es posible soslayar, que el camino del conocimiento, es más importante que el conocimiento mismo. Y solo esa dialéctica, correctamente aplicada, le da carácter científico al enfrentamiento de opiniones.
No obstante, lamentablemente, nuestros debates, no pocas veces, se circunscriben a ser una vulgar discusión, en la que cada uno trata de imponer su criterio al otro. Sin límites ni respetos hacia la opinión contraria. Muchísimo menos, apreciando que la conclusión debe venir de un enfrentamiento de opiniones, en la que hay tanto razones válidas de un lado, como equivocaciones del otro lado de la ecuación. Situación en la que un simple razonamiento matemático-algebraico, nos ayudaría a comprender que ambos lados de la ecuación se suponen y excluyen mutuamente. Lo cual daría como resultado, el único contexto, que está en condiciones de acercarnos a la verdad.
Por lo que no es difícil de apreciar, que muy pocas veces, en nuestro campo, existen verdaderas discusiones científicas.
Es que nuestros debates se desenvuelven en los marcos del complejo y contencioso duo de política y ciencias sociales. Donde la subjetividad tiene un peso demasiado grande, como para que el debate resulte a veces realmente científico. Dado que son muchos los obstáculos que hay que superar, tanto por parte de los científicos, como de los políticos. Para los científicos, pesa mucho la necesidad de la honestidad y la valentía ante lo que descubrimos; para los políticos, la capacidad de aceptar lo que la ciencia les está proponiendo.
En nuestro entorno cultural están presentes aun varias deficiencias que afectan el carácter científico que debe tener el debate. En primer lugar la ignorancia, asumida a veces pero frecuentemente ignorada o no aceptada, siendo esta última la peor. Pues se trata a veces de una politización excesiva o ideologización a ultranzas, que limitan sobremanera la objetividad de la búsqueda. Un sentido burocrático de la relación entre ciencia y política, limita también sobremanera la calidad del debate.
Limitada cultura del debate, que no pocas veces, asume este erróneamente, pensando que lo más importante de una discusión es ganarla. Olvidando, o echando a un lado, el verdadero objetivo del debate, que es encontrar la verdad que nos enriquece y arma para solucionar los problemas. Esas deficiencias culturales, además de tener sus raíces en la deficiente formación educacional y científica, se nutre también del individualismo, el egocentrismo, el dogmatismo, la cobardía y la deslealtad a los principios.
No parece difícil comprender que encontrar la verdad es lo fundamental. Pero creer que siempre esta se encuentra de nuestro lado, o que la poseemos de manera absoluta, nos obstaculiza los razonamientos para llegar a ella.
Hoy, Cuba necesita como nunca antes, que toda su intelectualidad, hombres de ciencia o simplemente personas preparadas, participen dentro de un debate, que abarca todas las esferas de nuestra sociedad y que es vital para el proceso de construcción económica y social y cultural en que nos encontramos inmersos.
Pero para que ese debate resulte realmente útil tiene que ser uno que acepte y cumpla las reglas que nos impone el verdadero debate científico. Que en esencia también es político, pero que no puede ser dominado por la política y muchos menos por la ideología. Dentro de una relación de supeditación que limita a la ciencia para encontrar alternativas de solución a los problemas y a la política para aplicarlos.
En ello les corresponde un papel fundamental a las estructuras del poder gubernamental y político. A mi modo de ver, se podría sintetizar en los asuntos siguientes.
  1. Suministrar preguntas claras, con objetivos determinados y vías que conduzcan el debate.
  1. Obrar democráticamente en el suministro de la información necesaria. Que quiere decir, no favorecer a nadie en la calidad de los datos que se entregan.
  1. No adelantar soluciones políticas o económicas, sin tomar en cuenta o valorar la opinión de todos los participantes en el debate.
  2. No sugerir ni inclinarse hacia ninguna de las posiciones que se sostienen en los debates.
  3. Considerar a las críticas como material de trabajo para encontrar soluciones y nunca negarlas exprofeso, objeto de ataques excesivamente politizados ni ideologizantes.
  4. Dar cuenta siempre, por los medios de información, de que se dispone, que el debate es seguido con seriedad y atención.
  5. Permitir que los medios participen ampliamente de la divulgación de las soluciones. Porqué, en definitiva, serán las masas las encargadas de llevarlas a vías de hecho.
Sino obramos de esa manera estamos echando por la borda nuestro mayor potencial para sobrevivir y hacer avanzar la solución de los problemas y a la sociedad toda.
Se trata de que es el poder de las ciencias, bien utilizadas, lo que nos puede hacer avanzar hacia los objetivos que nos hemos propuesto.


Enero 29 del 2020.




lunes, 13 de enero de 2020

FACTORES PARA UNA SOLUCION DE LA PROBLEMÁTICA RACIAL EN CUBA

Esteban Morales Domínguez.
 
Existe un conjunto de factores, que aparecen como determinantes en la búsqueda de soluciones para la problemática racial en Cuba. Estos no pueden ser tratados por separado, sino en una estrategia de trabajo que tome en consideración aspectos económicos, políticos, culturales, sociales, educacionales, sicológicos y de género, que deben ser manejados al unísono horizontal y verticalmente. Es decir, desde el plano individual al social, pasando por la comunidad; y horizontalmente buscando la coordinación de todos los elementos que se desenvuelven a un mismo nivel.
Entre estos factores se encuentran de modo general los siguientes:
  1. La ignorancia acumulada sobre el tema dentro de la sociedad cubana.
  2. La negación de su existencia por muchas personas, con independencia de su filiación racial.
  3. La insuficiencia de debate, sobre todo público.
  4. El interés de muchos por ocultar o soslayar el tema.
  5. La ausencia del tema en la educación a todos los niveles.
  6. La casi ausencia del tema en los Medios Masivos, de modo especial en la prensa plana y en la televisión
  7. La muy limitada presencia del tema en la actividad científica y académica.
  8. La ausencia del tema en las estadísticas nacionales. Con especial incidencia en aquellas variables socio económicas, que resultan indispensables para medir el nivel de vida, de los grupos raciales que forman hoy la sociedad cubana.
  9. La sistemáticamente insuficiente presencia del tema en el discurso político. Lo cual afecta su consideración en el trabajo político-ideológico y consiguientemente el espacio que debiera ocupar en la agenda de las organizaciones políticas y de masas.
  10. La presencia de errores conceptuales cuando el tema ha sido abordado a nivel internacional.
  11. La presencia del tema racial como instrumento de subversión política interna.
  12. La necesidad de fortalecer el trabajo cultural alrededor del tema.

Todo lo anteriormente esbozado nos permite entender y explicar, el insuficiente nivel de prioridad, que tiene el tema racial dentro de la política nacional. Al mismo tiempo de que, a pesar de su importancia, no cuenta con la atención que merece por parte de las organizaciones políticas, de masas y los organismos de la administración central del estado, lo cual nos lleva a preguntarnos si estamos o no ante un tema de importancia para la sociedad cubana.
Hoy la existencia de una Resolución Gubernamental, recientemente emitida por la Presidencia de la Republica, sitúa el tema en el lugar que le corresponde, para ser tratado con toda prioridad.

La sociedad civil cubana no aborda el tema racial suficientemente. Entre los que le prestan cierta atención se destacan: Ministerio de Cultura, Ministerio de Educación y Ministerio de Educación Superior recientemente incorporados. También algunas Instituciones Culturales y Científicas entre las que se destacan: la UNEAC, el Centro Marínello, la Fundación Frenando Ortiz, la Fundación Nicolás Guillen, la Casa de África, el Centro Cultural Loynaz, el Centro de Antropología, el Departamento de Antropología de la Universidad de La Habana, FLACSO Universidad de La Habana, el Archivo Nacional, la Biblioteca Nacional, la Revista Temas, el Centro Criterio. Igualmente, proyectos Comunitarios varios como: Balcón de Arimao, Balcón de los Milagros, Cofradía de La Negritud, Proyecto Vedado y otros. Recientemente se ha incorporado la Casa de las Américas con su proyecto Afro América.

Es insuficiente la divulgación de sus actividades, casi nunca nuestros medios las divulgan, por lo que el entorno en que se mueve el tema no nos permite afirmar que ya exista un nivel adecuado de debate sobre el mismo.

Estoy convencido de que pocos dirían que no se trata de un tema importante, pues negarlo sería casi equivalente a proclamarnos como racistas, algo socialmente inaceptable. Pero la practica social hasta hoy, dice otra cosa. El PCC no trata el tema, la UJC tampoco, ni la CTC, la FMC, ni los CDR; salvo para la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional, nunca el tema aparece en las agendas de debate, en lo fundamental, más bien es tratado a partir de un conjunto de personas y entidades interesadas, en espacios cerrados y nunca se divulga lo que se debate en tales espacios.

¿Continuamos estando en presencia de un tema tabú? Hasta recientemente, creo que sí y es muy lamentable que así sea, porque conflicto de nuestra realidad que no abordemos termina volviéndose contra nosotros mismos. Los temas, sobre todo los internos, no se regalan ni se venden, ni siquiera se prestan. Tienen que ocupar un permanente espacio de debate dentro de la sociedad civil, que es la llamada en última instancia, a su abordaje para solucionarlo.

Para sacar el tema racial del espacio en que esta, solo es posible si respecto a su tratamiento se adoptan algunas medidas.

1-Es necesario que el tema racial entre a todos los niveles en la escuela cubana, de lo contrario nunca tendremos una cultura antidiscriminatoria y antirracista. Pues lo que no entra a la escuela, no pasa a la cultura.
La ausencia del tema en la educación cubana, genera hoy en nuestra escuela fenómenos muy negativos. Las diferencias por lo general, son explicadas a partir de estereotipos y prejuicios, lo que engendra racismo y discriminación, que no pocas veces son exacerbados en el ambiente familiar.
La escuela aun no transmite a sus educandos una concepción integral del ser cubano. En su espacio los jóvenes que comparten el aula se mezclan, pero apenas se conocen a fondo, no siempre comparten sus procedencias raciales, algunas inquietudes, rasgos culturales y hábitos que los diferencian. Generalmente al llegar a la familia todo se deshace, la poca formación adquirida en la escuela es débil, no suficientemente científica y los prejuicios familiares y de la calle pueden actuar con relativa facilidad.
Como resultado, no podemos estar seguros, de si al final obtenemos al ciudadano que necesitamos.

2- Se debe lograr el reconocimiento social del problema. No pocos, ante su sola mención, huyen despavoridos y otros se encogen de hombros como si el asunto no tuviera nada que ver con ellos, siendo esto parte de una actitud social negativa. La persona que no experimenta la necesidad de asumirse como lo que es, es proclive a asumir, sea blanco, negro o mestizo, actitudes en las que los estereotipos y los prejuicios raciales toman espacio.
Si perdemos la oportunidad de que se compenetren en la escuela, en la calle ello se convierte en un problema casi sin solución. En la calle actúan una serie de factores que están totalmente fuera del control, luego la importancia de la escuela consiste en que es dentro de ella donde debemos formar en los educandos una serie de actitudes, hábitos, una ética, que son las que los preparan para enfrentar la sociedad; una sociedad cubana que está aún muy lejos de la perfección.

3-Debe haber un debate público sobre el problema. La ausencia de este debate genera acomodamiento, ignorancia, desinterés y despreocupación. Ante cualquier problema social el individuo debiera sentir la necesidad de adoptar una actitud determinada, de lo contrario, deviene un ser inexistente y lo que es peor aún, una persona manipulable. No puede haber problema social en que el estudiante no reciba, desde la escuela, la formación que debe tener para afrontarlo. Por eso decía José Martí que “educar es preparar al hombre para la vida”.

4-Algunas personas sienten un interés particular por ocultar el tema, actitud detrás de la cual siempre hay prejuicios inconfesables generalmente ligados al temor de asumirse racialmente. Entre nosotros sabemos que hay muchos que tratan de pasar por lo que no son, es la influencia que nos dejó asumir superficialmente a José Martí y darle ventajas a J. Antonio Saco. Concepción esta última, en la que el negro no tenía cabida en la sociedad cubana y donde el cubano quedaba definido solo como blanco. De ahí vienen los prejuicios, el racismo, los criterios de adelantar la raza, etc. que subyacen aun en nuestra sociedad.

5- Hay mucha ignorancia acumulada sobre el tema. Esto se explica, a partir de su falta de tratamiento en la escuela, una ausencia de apreciación científica sistemática, el interés en ocultarlo, la huida de sus consecuencias negativas, su cada vez menor consideración estadística, la vergüenza que produce en algunos considerarse portadores de prejuicios raciales, la voluntad de olvidarlo, la tendencia a tratarlo como algo no digno de ser recordado, etc. Hay ignorancia voluntaria e involuntaria. Ambas difieren en los métodos para ser tratadas. Por supuesto la más difícil es la voluntaria, pues se trata siempre de una actitud cínica ante el problema.

6- Los medios no asumen el tema con sistematicidad; son poco consecuentes al tratarlo y muy interesados en soslayarlo. La prensa plana diaria casi nunca lo trata. La televisión solo recientemente ha comenzado a tratar de incluir matices en sus programas. Solo la radio lo asume con cierta asiduidad. El cine lo ha tratado, aunque poco. Todo lo cual genera una ausencia del encuentro sistemático que debiera tener el ciudadano con el tema, pues los medios no contribuyen a su divulgación ni debate. Peor aún, cuando en un programa televisivo no hay representatividad racial, es casi imposible pedir las actitudes sociales adecuadas a los que no se ven representados, porque la imagen y en particular la televisiva, está muy ligada al problema de los paradigmas. Las personas necesitan verse representadas, pues lo contrario es una de las tantas formas de ignorarlas y de que se sientan invisibilizadas.

7-La actividad científica ha asumido el tema con ausente sistematicidad en las universidades y diría hasta con cierto temor. Solo algunos Centros de investigación lo estudian introduciéndolo en sus proyectos. Su tratamiento en las aulas universitarias es limitado y nada sistemático, excepto en la Facultad de Letras y Artes y de Historia, casi no existen asignaturas que lo aborden. Nuestros claustros de Ciencias Sociales en general, pocas veces lo recomiendan para trabajos de curso, diplomas y tesis doctorales.
Nuestros estudiantes, a todos los niveles de la educación, no se sientan en las aulas, a recibir un currículo en que experimenten la sensación de que se les asume como miembros de una sociedad unietnica y multirracial. No hay discriminación en nuestras escuelas, respecto al derecho a estudiar, pero si la hay cuando nuestros patriotas negros apenas aparecen en los libros de historia y se desarrollan materias, donde casi nunca el negro o el mestizo aparecen desempeñando funciones protagónicas.

8- Nuestro Sistema Estadístico apenas aborda el tema racial. Nuestras estadísticas nacionales son “incoloras”, aun con aquellos datos estadísticos en los que se observa el avance social de Cuba y que son enviados a Naciones Unidas.
Las categorías socioeconómicas no asumen el color, por lo que nuestros indicadores económicos del nivel de vida de la población, carecen de la capacidad para medir el estado y nivel socioeconómico de nuestros grupos raciales. Ello les resta objetividad para el análisis social y político. Se muestra el desempleo, el estado de la vivienda, el nivel de ingreso, pero nunca se llega a saber cómo los grupos raciales están representados dentro de esos indicadores. Nuestras estadísticas nacionales echan por la borda siglos de historia; porque todos los cubanos no son iguales, todos no llegaron ni decursaron de igual forma por el proceso de formación de la nación cubana. La revolución nos igualó mucho a todos los que nos quedamos en este país, porque los que eran más diferentes casi todos se fueron. Pero ese problema de la igualdad social no está resuelto y más que ello, creemos que se va a complicar. Es más ya se está complicando, porque los que se fueron están regresando y esa paradoja, puede incrementar la desigualdad, a pesar de sus beneficios. No nos conviene volver al igualitarismo de hace unos años, como tampoco nos conviene ser muy desiguales; se trata de un punto intermedio, que nadie nos puede decir aun como lo vamos a alcanzar. Aunque es el dinamismo social que se introduce lo más importante, porque el resultado de tal proceso, al final, solo puede ser beneficioso para Cuba.

9- Existe una sistemática ausencia del tema racial en el discurso político, que le resta fuerza para abordarlo y que este sea objeto de debate en las agendas de las organizaciones políticas y de masas. Este discurso refleja los intereses de la población de un modo muy general, poco concreto, sin tomar en consideración las diferencias que provienen de los distintos grupos raciales existentes. El discurso político debe adquirir la conciencia de expresar el color, el género, la identidad cultural, para ser más completo, o de lo contario se quedará en un espacio dentro del cual, en tendencia, alejado de la realidad social concreta, nadie lo podría asumir como propio.

10-Se ha producido la situación de rendir informes nacionales sobre el tema con errores conceptuales, como ocurrió recientemente con el caso del Informe de Cuba a la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra. Se decía de manera absoluta que la discriminación no es institucional y de que esta última solo es el resultado de lastres históricos. Yo pregunto: ¿Quién es responsable de que nuestras estadísticas sean incoloras, de que el color no esté en la escuela y de que apenas este en la televisión, no son acaso instituciones de nuestro estado y gobierno?
No existe una voluntad política generalizada y expresa de atacar la discriminación y el racismo, pero estos existen y no son solo el fruto de lastres históricos, como también se dice en el Informe, sino el resultado de imperfecciones que aun la sociedad cubana no ha logrado superar.

11-El tema racial ha pasado a ser un instrumento de subversión política interna, sin que se haya hecho lo suficiente hasta ahora por contrarrestar esa situación.
La actividad contrarrevolucionaria siempre ha sido objeto de atención por parte de las organizaciones políticas y de masas, pero parece como si se considerara erróneamente, que el tema racial no podría ser también objeto de manipulación política, o devenir en instrumento de la subversión política interna. No todos los que manejamos este tema vemos de igual modo su solución: algunos llegan a decir que solo un cambio del régimen político lo solucionaría, apreciación que no comparto y sobre la que me pregunto, a pesar de las dificultades, insuficiencias e incomprensiones que aun arrastramos, ¿en qué lugar de este hemisferio, ¿incluido Estados Unidos, los negros han estado mejor que en Cuba? ¿Dónde está el paradigma para demostrar que un cambio del régimen político en Cuba podría solucionarnos la cuestión racial?
Pienso que los defensores de esa tesis, menos que contrarrevolucionarios, no son más que vulgares mercenarios al servicio de una potencia extranjera.

Enero 8 del 2020.

lunes, 6 de enero de 2020

LA PELIGROSA CONTRARREVOLUCION. ¿Aun sobrevive?

Autor: Esteban Morales Domínguez.

La amenaza de la contrarrevolución, no concluye con la toma del poder político por las fuerzas que persiguen construir la sociedad socialista. Queda dentro del propio proceso de construcción; un nuevo tipo de contrarrevolución, cuyo objetivo es imponer su percepción de lo que debe ser el proceso de construcción socialista.

Es decir, dentro de las propias fuerzas revolucionarias, que han tomado el poder, se despliega una polémica lucha entre los que desean llevar la construcción socialista por un camino y aquellos otros que tratan de imponer su propia concepción de cómo llegar al socialismo. Luego entonces, el proceso de la construcción socialista debe encarar fenómenos, que devienen del propio proceso, visto desde sus interioridades y que tienden a regenerar por otros medios el problema de la contrarrevolución. Tal fenómeno se produce como resultado de lo siguiente:

1-La construcción del modelo económico socialista, no transcurre de manera “pacífica”, simple y sin ausencia de polémicas y de grandes enfrentamientos entre concepciones diferentes de cómo llegar a realizarlo. Sobre todo, si entendemos la existencia de aquellos elementos que introduce la realidad histórica misma de cada país, que es diferente. Dando lugar a interpretaciones distintas de los contextos históricos en que se debe construir el modelo económico. Interpretaciones que unas resultarán exitosas mientras que otras no lo serán, desembocando dentro de un futuro que aún nos será desconocido y a veces hasta impredecible.

2- Luchar contra problemas sociales, como pueden resultar los asuntos de la participación de la mujer, la sexualidad y otros aledaños, el racismo, el combate contra la desigualdad, la lucha por una cultura socialista, etc.

3- La defensa internacional, la solidaridad internacional e interna, la batalla por la información al pueblo y otras, cuyo tratamiento, puede ser apreciado de manera diferente por parte de las propias fuerzas políticas revolucionarias.


Por ello entonces, el peligro de que, dentro del propio proceso de construcción socialista, se generen situaciones que devengan en contrarrevolucionarias, no desaparece. Pues la dinámica, revolución -contrarrevolución, es consustancial al propio proceso de construcción socialista. Esta dinámica no queda decidida, a favor del socialismo, hasta que este último no llega a su momento de consolidación. Tarea que es solo el partido, moviendo todas sus fuerzas, el que la puede garantizar.

¿Luego, existe hoy en Cuba, potencialmente, contrarrevolución de tal tipo?

Si existe y se manifiesta de diferentes maneras.


Nuestro Presidente ha hecho un llamado para que por medio de la ANEC (Asociación Nacional de Economistas de Cuba) se coordinen todas aquellas fuerzas científicas y técnicas, que puedan contribuir a las ideas para la construcción económica socialista. Pero, como sabemos, dentro de esas propias fuerzas existen opiniones diferentes, amen de que persiste una cierta burocracia, a la que no le interesa compartir el poder para decidir cómo debe ser la construcción del modelo económico.

Otros fenómenos sociales, como el racismo, el extremismo, el dogmatismo, la corrupción, el hipercriticismo y el burocratismo, de no ser atacados con inteligencia, se opondrán siempre al proceso de consolidación socialista. Por ello la conducción ideológica del proceso de construcción socialista, asesorado siempre por la ciencia y las experiencias de otros procesos históricos similares, deberán formar un trio inseparable, para garantizar que no se produzcan desviaciones que comprometan el camino de la construcción del modelo económico, basamento fundamental de la construcción socialista.

En Cuba, durante los años posteriores al denominado Periodo Especial, hemos acumulado experiencias suficientes, para evitar los escollos que dieron, casi siempre, al traste con la construcción del socialismo. Un grupo de factores fundamentales ha desempeñado un papel determinante para arribar al momento en que nos encontramos. Son ellos, en mi opinión personal, los siguientes:

El desarrollo adquirido por la democracia partidaria y gubernamental. Con un dinámico y continuo fenómeno de acercamiento a las masas del pueblo, lo que incrementan su confianza y credibilidad en el proceso. Ayudando al proceso del crecimiento económico y a consolidar las metas del desarrollo.

La limpieza paulatina del dogmatismo subyacente en el trabajo ideológico, que hace del mismo un proceso más realista, carente de errores y más apegado a la realidad que vive la sociedad cubana de hoy.

Un paulatino proceso de acercamiento a modos de información más contentivos de la realidad, especialmente en la televisión y la radio, que obligan al resto de la prensa diaria escrita a ganar en calidad. Librándola del conductismo, la censura y la apología.

Una dinámica de las ciencias sociales, que, con el apoyo del gobierno y el partido, se vuelven más cercanas a la realidad, participando de manera destacada en la construcción social, especialmente en la asesoría y aplicación del modelo económico y demás asuntos que apoyan la construcción del modelo social a que aspiramos.

Un mejoramiento de la organización estatal y gubernamental a todos los niveles, que tiende a incrementar la eficiencia administrativa en la solución de los problemas. El poder popular, se amplia y fortalece, a todos los niveles, con las recientes decisiones adoptadas. Dando la batalla al burocratismo, la burocracia anquilosada y al ordeno y mando. Qué tanto daño ha hecho a los procesos de construcción socialista.

Solo en medio de un proceso de tal naturaleza y bajo la conducción del partido, es que podemos librarnos de esa forma de contrarrevolución, que potencialmente está presente dentro de las propias fuerzas políticas revolucionarias, y que pueden, de no ser atacadas, dirigirnos por los caminos del derrumbe del socialismo. Antes de que este logre iniciar su proceso de consolidación.

Diciembre 25 del 2019.


UN MOMENTO CRITICO EN LAS RELACIONES DE CUBA-CON ESTADOS UNIDOS.

Autor. Esteban Morales Domínguez.
El nivel de peligrosidad y ensañamiento con que la administración de Donald Trump arremete contra Cuba, ha generado una escalada de ataques continuos por parte de la política de Estados Unidos, que no se detiene. Como tampoco la capacidad que Cuba ha adquirido para defenderse frente a la política norteamericana.
Ahora con un nuevo gobierno cubano, una agresiva política tanto interna como externa, que está caracterizando a los movimientos políticos de la Isla, para revertir sus dificultades internas, principalmente económicas y una activa e inteligente política exterior, que desplaza a Cuba por el mundo, buscando amigos, aliados y socios que colaboren en la solución de sus tareas estratégicas.
Situación que, no obstante, tiende a recordarnos los peores momentos de la confrontación en los años sesenta. Solo que 60 años después, Cuba ya no es la que era en tales años, ni Estados Unidos tiene las fuerzas y ventajas, con que contaba para entonces agredir a Cuba.
Ni la Isla es la de la Revolución que apenas comenzaba. Ni Estados Unidos es la potencia imperial hegemónica, que entonces era. Todo lo cual se observa, tanto en las características de los momentos que está viviendo Estados Unidos, interna e internacionalmente, como en las situaciones que caracterizan la actual dinámica de Cuba.
-Cuando aún antes del triunfo de la Revolución, en que la política de Eisenhower hacia Cuba, ya se montó entonces en la agresividad, la infiltración de las fuerzas revolucionarias, el posible asesinato de sus líderes y la escalada del bloqueo, para tratar de frustrar el triunfo político revolucionario y aplastarlo; pues la revolución emergía pujante, organizada y consciente históricamente de ¿qué le esperaba frente a Estados Unidos?
Desde el principio, Cuba respondió golpe por golpe y apenas cuando Estados Unidos casi no se percató de lo que en realidad ocurría, ya era demasiado tarde para detenernos o darnos marcha atrás. Generando entonces la llamada Operación Petar Pan, una de las acciones más criminales que ha podido sufrir la familia en país alguno
-Kennedy heredo la agresiva política de Eisenhower y agudizo el ataque. Organizando la contrarrevolución, que nunca fue cubana, armándola, financiándola e invadiendo a la isla. Levándolo todo a un plano de agresividad, que genero la conocida como Crisis de Octubre. En realidad, probando fuerzas hasta un grado dentro del cual, la guerra nuclear estuvo a punto de producirse.
Pero en 1963 Kennedy, poco antes de ser asesinado, ya buscaba algún modo de entenderse con Cuba, tal vez para variar la táctica. Por qué sin dudas, se había percatado de que como trataba de aplastar a Cuba no daría resultado y en parte ello le costó la vida. Porque la contrarrevolución era entonces demasiado fuerte y nunca lo perdonaría tratar de encontrar algún modo de acercamiento, que no fuera por medio de llenarle los bolsillos a la mafia cubanoamericana.
-Las administraciones que siguieron, excepto en alguna medida W. Clinton y Barack Obama, sobre todo, siguieron la agresividad a la vieja usanza y no abandonaron la guerra contra Cuba. Pero el segundo llegaba a la conclusión, dentro de un contexto relativamente nuevo, caracterizado por los contactos académicos y políticos entre ambos países, de que había que buscar una nueva política para entenderse con Cuba.
La revolución había derrotado a la contrarrevolución y no había ya más alternativa que tratar de variar los métodos. Fue Obama el que llego a la conclusión, de que había que tratar de entenderse con Cuba de un modo “más inteligente” y por eso trabajo para cambiar la política fracasada. Por lo que diciembre del 2017, marcaría un punto de inflexión en la política de Estados Unidos hacia Cuba y en las relaciones entre ambos países.
-Sin embargo, las fuerzas, que habían hecho de la contrarrevolución un gran negocio, no quedaron conformes nunca y con la llegada de Donald Trump a la presidencia, este último les prometió retomar la vieja política. Por supuesto, de manera mucho más agresiva cómo es posible observarla ahora. Tal y como eran los deseos de los que, desde la mafia anticubana, siempre habían hecho el papel de segundones, liderando la política anticubana. Por ello, no es difícil explicarnos, porque la política que ahora sigue Trump, se comporta como algo que pretende, de manera definitiva, cumplir los objetivos que nunca ninguna administración ha logrado llevar adelante.
Tratándose de una política, que totalmente a la inversa de la que supuestamente quería seguir Obama, debe ser definitiva. Púes se trata de acabar con Cuba. Acusándola de todo lo que ocurre en el hemisferio. Cuba es así responsable de lo que ocurre en Venezuela, en Nicaragua
y aun, después del golpe de estado contra Evo Morales, responsable también de lo que ocurre en Bolivia. Cualquier acontecimiento que la administración de Trump interprete como negativo a sus intereses, Cuba debe cargar con las culpas.
Razón por la cual, ahora la política de la administración Trump hacia Cuba se caracteriza por los derroteros siguientes:
-Prioritariamente, dar marcha atrás a todo lo que se logró adelantar con la política de Obama. Limitando las relaciones migratorias y consulares, complicándolas máximo.
-Debe ser una política que no detenga en sus continuos ataques contra Cuba, desplegando una escalada agresiva en la que todos los días se “aprietan las tuercas” del bloqueo.
-Debe atacar, cómo ya lo hace, sobre los asuntos claves de la economía cubana: obstaculizando las relaciones comerciales, de inversión, monetarias, colaboración, obtención de tecnología, etc.
-Obstaculizar la entrada de petróleo a Cuba. Sancionando a todas las naves que viajan a la Isla con tal objetivo.
-Atacar sobre los aspectos monetarios de la economía. Imposibilitando a Cuba la utilización del dólar. Y el intercambio de este último con otras monedas internacionales.
-Atacar sobre el turismo: suspendiendo los vuelos a provincia. Limitándolos solo a La Habana. Dificultando las visas turísticas. La reunificación familiar, las visitas a Cuba y de esta a Estados Unidos.
-Suspender al máximo los contactos científicos e intercambios académicos entre ambos países. Lo que no logra en su totalidad.
-Eliminar los cruceros de líneas estadounidenses y todos los posibles. Evitando las escalas en Cuba.
-Limitar continuamente las remesas y el envío de paquetes a Cuba. Acciones que apuntan a ser llevadas a su mínima expresión, o total eliminación.
-Aplicar al máximo el título III de la Helms -Burton, para obstruir el proceso inversionista extranjero en Cuba.
-Obstaculizar las relaciones de Cuba con la banca internacional. Manteniendo las multas de las operaciones que se vinculan con Cuba.
-Obstaculizar las relaciones de seguros.
-Establecer límites mínimos de gastos para los norteamericanos que logran viajar a Cuba.
-Bloquear el uso de las tarjetas de crédito.


Pero tales medidas no solo van directamente a la afectación de la economía cubana, también se diseñan continuamente otras de tipo político, para afianzar las presiones sobre Cuba.
-Se trata además de adoptar medidas de tipo político que obstaculicen las relaciones diplomáticas, reduciendo la actividad de la embajada a su mínima expresión. Asignándole una actividad exclusivamente subversiva, para apoyar la contrarrevolución interna que pretenden mantener activa.
-Desplegar una política de presiones contra sus propios aliados, de modo que obstaculicen a Cuba ampliar sus relaciones con otras partes del mundo.
-Trump está tratando de obstaculizar las relaciones de Cuba con la Unión Europea (UE), lo cual no consigue de manera total. Pues esta última, en los años más recientes, despliega un proceso de acercamiento que ya obstaculiza el grado de supeditación que tuvo con el liderazgo de Aznar, con su “Posición Común” contra Cuba. Tal posición ha volado hecha pedazos y ahora muchos miembros de la UE buscan la manera de entenderse con Cuba.
-Estados Unidos además ya no tiene, a pesar de haber puesto en práctica el Titulo III de la Helms Burton, el grado de control que tenía sobre la política hacia Cuba dentro de sus aliados. Esa acción está teniendo que vérselas con varios inversores de todo el mundo que no han abandonado su intención de invertir en Cuba.
-Trump despliega una feroz campaña contra la actividad de los médicos cubanos en el mundo. Acto seguido al golpe en Bolivia logró sacarlos, también de Brasil, Ecuador, etc. Forcejeando de manera continua, dando facilidades migratorias para que los médicos deserten. Lo que si no logra es afectar el prestigio que la medicina cubana, en su actividad solidaria, ha sembrado en muchas partes del hemisferio y en el mundo.


No obstante, el interés de Trump por destruir a Cuba, son varios los obstáculos con que tropieza en el camino de cumplir sus objetivos. De entre los cuales creo que los más importantes son los siguientes:
-Su actual política hacia Cuba no disfruta de la popularidad que en su momento tuvo la de Obama. Pues esta última fue el resultado de un proceso de maduración, en que el escenario interno de Cuba, cambio en los Estados Unidos, generando el fracaso de la vieja política.
No hay solidez histórica en la política de Trump hacia Cuba, solo circunstancias que, de desparecer, pueden volver a producir un cambio.
-Trump despliega sus ataques de forma continua y con mucha fuerza, pero afecta de manera indiscriminada a mucha gente que no obtienen una ganancia concreta con tal política.
-Los que se benefician de la actual política de Trump hacia Cuba, son los que siempre han hecho de ella un gran negocio, afectando muchos intereses familiares y personales dentro de la comunidad cubana.
-Trump con su actuación se ha puesto al borde del Juicio Político, o al parecer, en medio de un escenario que le puede afectar seriamente su reelección a la presidencia. Ambas alternativas están presentes hoy en el ambiente político interno. Sin que podamos definir cuál podría ser el resultado final.
-Su política exterior y en el Medio Oriente en particular ha sido errática y de la cual está tratando de salir, reduciendo tropas, negociando con los Talibanes y buscando ciertos arreglos políticos, que no logra consolidar. De modo especial, la negociación que pretende llevar adelante con los talibanes le está produciendo sorpresas desagradables y no esperadas.
-En el hemisferio, Trump, está promoviendo los golpes de estado de nuevo tipo, con el apoyo de algunos aliados regionales que lo siguen y la actitud incondicional del Sr. Almagro como presidente de la OEA. En medio de una situación en que esta última organización no puede resultar más desprestigiada. Por lo que todo lo que logra con tal política, sufre la amenaza de ser revertido.
Es que las masas de los pueblos latinoamericanos y caribeños, cansadas ya de la política neoliberal, se están moviendo como nunca. Por lo que el hemisferio ha devenido casi en algo incontrolable para Trump.


-Sigue moviendo los procesos de desestabilización en Haití, R. Dominicana, Dominica, Honduras, y otros, tratando de complicar los posibles avances hacia la integración de las naciones caribeñas.
-La actitud de Trump ante la problemática del medio ambiente es en extremo peligrosa. Pues no acepta la gravedad del problema, en lo que tiene en contra casi al mundo en su totalidad.
-La guerra comercial con China y su ataque a la OMC ponen al comercio mundial en condiciones nunca antes conocidas. Posiciones de Estados Unidos que aquí se coaligan para fermento de posibles guerras.
-Finalmente, desde el punto de vista militar, otro conflicto como el que Estados Unidos tiene con Corea del Norte, alimenta también perspectivas de guerra en el área chino japonesa y de Corea del Sur, donde Estados Unidos no cesa con sus provocaciones.
El año que se avecina será decisivo en la confrontación entre Trump y las fuerzas progresistas en el mundo. Púes son muchos los conflictos que enfrenta el Presidente y ninguno parece apuntar hacia reales soluciones.
Nunca el mundo había estado tan preocupado por las consecuencias que se pueden generar de una presidencia como la de Donald Trump. Es que nunca una presidencia norteamericana había generado tantos peligros para el hemisferio americano y el mundo.
No obstante, Cuba debe luchar fuertemente, prestando una atención especial a su situación interna, en particular a la de su economía. Pues la política norteamericana hace mucho tiempo ya viró su foco hacia la realidad interna de la Isla y una situación económica como la que se nos presenta hoy, no resulta nada cómoda para dar respuesta a la agresiva política de Trump.
No nos descuidemos ni por un instante, pues Trump, arrecia sus ataques con la esperanza de que nuestra situación interna, particularmente económica, no es el mejor escenario para resistir los embates de su política. Por lo que estamos obligados a tomar todas las medidas que muevan nuestras fuerzas productivas hacia un crecimiento económico eficiente y rápido. Pues lo contrario no nos permitiría resistir.
Diciembre 15 del 2019.