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martes, 28 de julio de 2020

EL PARTIDO INDEPENDIENTE DE COLOR: en la trampa de la fraternidad racial. Segunda Parte

Autor: Esteban Morales Domínguez

UNEAC.

A MODO DE INTRODUCCION

Con el final de la llamada Guerra Hispano Cubana Norteamericana, no concluyó la lucha de los cubanos por ocupar un espacio dentro de la nación que emergía.

Para los negros y mestizos en particular, se les hacía extraordinariamente difícil obtener el puesto que muchos se habían ganado combatiendo por la independencia de Cuba contra el Ejército Colonial Español.

La intervención norteamericana, a partir de 1898, no solo expulsó al Ejército Español de la Isla, sino que comenzó un intenso proceso de restructuración de la vida cubana, dentro del cual, sin dudas, los no blancos apenas tenían cabida. Él racismo se manifestaba crudamente, negándoles a los negros y mestizos, las posiciones que le correspondían dentro de la república que se organizaba.

Según el censo de 1907, Cuba tenía 2, 048, 980 habitantes. De ellos 274,272 negros y 334, 695 mulatos. Representando ambos el 29% de la población. A pesar de todos los esfuerzos realizados para poner requisitos que limitaran la posibilidad de su participación política, la temprana aprobación del sufragio universal masculino, permitía que aproximadamente un 30% de la población no blanca pudiera ejercer el voto.1

Las razones que explicaban ese comportamiento, tienen sus raíces a partir del lugar que históricamente les correspondió a negros y mestizos dentro de la sociedad colonial cubana. Situación que la participación en las Guerras de Independencia les ayudó a superar bastante, pues una inmensa masa de ellos, mayoría dentro del Ejercito Libertador, ganaron prestigio.

Sin embargo, las autoridades interventoras norteamericanas no tuvieron en cuenta para nada tales méritos y al organizar la república, a los negros y mestizos se les vieron casi totalmente al margen de la distribución del poder.

Cientos de hombres fogueados en las batallas, con méritos más que suficientes, cuando lograron ocupar alguna posición, lo hacían solo en los puestos más bajos, de los más miserables salarios y con los grados más bajos. En definitiva, el comportamiento hacia los no blancos, no perseguía más sostener el racismo existente en la Isla, al mismo tiempo que trasplantar la realidad del racismo estadounidense a la Isla ocupada.

Una principal demanda de los negros era que se les diera más puestos de trabajo en el gobierno.”Según el censo de 1907 había 205 empleados en el gobierno, de los cuales solo 11 eran negros” (Fermoselle p.83).2

Excepto para el caso de la industria del tabaco, la queja de los negros estaba justificada, pues de 27,503 trabajadores, poco menos de un 50%, 10,485 eran negros.

La inmensa mayoría de los negros estaban empleados en la agricultura, fábricas de industrias mecánicas, también ocupando masivamente los servicios domésticos. Todas actividades de las más bajas remuneraciones. (Fermoselle, p.83-84)

Junto a ello, había comenzado, unos años atrás, a llegar a Cuba una inmigración blanca española, favorecida, que hacia aun más difícil la situación a los negros y mestizos para encontrar buenos empleos.3

El ambiente político, se expresaban atraves de varios llamamientos que veían la luz en el propio año de 1907.

Entre ellos, el 3 de julio de 1907, salió el llamado “Manifiesto al Pueblo de Cuba y a la Raza de Color” publicado en la ciudad de Santa Clara, por Ricardo Batrell. En el mismo se proclamaba fundar una organización que permitiera ayudarse mutuamente y trabajar por el progreso de la raza de color en el orden económico, moral y político.

Otro manifiesto, el de Lajas, del 27 de agosto del propio año 1907, “Al Pueblo de Lajas y a la Raza de Color”, pedía la unidad de los negros para obtener sus derechos. Al mismo tiempo que expresaba que no volverían a ser engañados más por los líderes que prometían y no cumplían. Este llamamiento ponía dentro del escenario político temporal un ingrediente ciertamente explosivo: los negros esgrimían el instrumento de su unidad para alcanzar sus reivindicaciones y lo hacían también para “evitar continuar siendo engañados por el liderazgo de los partidos políticos existentes”. Lo cual era indicativo de un alto grado de conciencia política alcanzado

A diferencia del denominado llamamiento de Camagüey, el de Lajas, pedía la formación de un “partido independiente de negros”. Si se trataba o no de una solución políticamente viable, lo cierto es que no parecía una mera aventura, sino algo que emergía de un nivel de madurez de la conciencia política alcanzado por un gran grupo de ellos.

Por lo que, desde 1907, se ponían de manifiesto las contradicciones que darían motivos al surgimiento de un partido independiente de los negros. Sin dudas, una idea extremo compleja y hasta peligrosa, pues, aunque no se quisiera, rompía con los criterios de la llamada “fraternidad Racial”, muy defendida, que había tratado de caracterizar las relaciones entre blancos, negros y mestizos, por muchos años.4

La idea de la llamada “Fraternidad Racial” era muy defendida por los patriotas cubanos y los líderes de la guerra, Martí y Maceo, sobre todo. Pero se pondría claramente de manifiesto, que una cosa era defender la idea, cuando de derrotar a España se trataba y otra era ahora, cuando después de una intervención norteamericana, se había adueñado del poder una elite política, que, en contubernio con los Estados Unidos, trataba de disfrutar al máximo de las prebendas que la propia intervención les permitía.

No se hubiera tratado de nada difícil mantener la “fraternidad racial”, si a todos, blancos, negros y mestizos, que habían regado su sangre juntas en las batallas contra España, les hubiese tocado, a cada uno, en la riqueza de la república, una parte proporcional a los meritos que todos había acumulado en la contienda por la independencia.

Pero esa conciencia política de negros y mestizos, emergía en medio de dos tendencias: la del llamado “Directorio de la raza de Color “a nivel nacional; y una segunda que ya buscaba la formación de un partido político independiente de los negros.

Una tercera posición, ya dentro del movimiento político de los negros, que buscaba un levantamiento armado, como resultado, al parecer, del resentimiento acumulado contra los liberales, los norteamericanos y de los intereses que deseaban provocar de nuevo una crisis dentro del país.

Pero, como bien expresa Aline Helg, “la concientización de los negros y mulatos cubanos y su desafío autónomo, incitaron a la elite dominante a hacer mas explicita la ideología de la supremacía blanca”5. La idea de construir un partido negro independiente, preocupo sobremanera a la elite blanca, haciéndola tirar a un lado la idea de la fraternidad racial, esgrimiendo abiertamente de manera explícita lo que en su mayoría habían defendido: la de la hegemonía blanca.


Las fuerzas políticas liberales y conservadoras no querían esta última alternativa, pues la suya era no producir ninguna desviación del proceso político, que contradijese preservar la formación y hegemonía de los partidos burgueses.

De todos modos, alguna claridad existía, sobre cuál era el trasfondo de las contradicciones políticas del momento. Pues en particular, la opinión del gobierno norteamericano de la época era que las revueltas de los negros se debían a que estos no habían recibido una parte adecuada de los puestos en el gobierno.

Razón por la cual, los intentos de construir un partido negro, ya habían emergido, desde principios del siglo, después de la llamada Guerrita de los Liberales en 1906. Por cuanto, aunque muchos negros habían participado en ella, nunca lograron ver reivindicados sus intereses.

El papel desempeñado por Estados Unidos, en el derrocamiento de Tomas Estrada Palma, durante la llamada Guerrita de 1906, es decir, ante la tozudez de este, su definitiva contribución a descarrilarlo, a favor de los liberales, quedaría como una señal, que sería interpretada por la dirección del Partido Independiente de Color, como que Estados Unidos, en algún momento, los ayudaría a derogar la enmienda Morua.6 Esto, no era algo festinado ni pura ilusión.

Por eso, tal vez, Gregorio Surin lanzó en “Previsión” una proclama, que en realidad era para estremecer a los patriotas no simpatizantes del PIC. En la misma se decía: “Si la propuesta de Morúa se convierte en ley irían a dirimir ese asunto de derecho a Washington.

En realidad, era imposible de creer que personas de una inteligencia normal y golpeada por la experiencia política de la actuación norteamericana, se creyesen semejante falacia.

Un reconocimiento como ese del poder de la Enmienda Platt, no podía tener otro resultado que restarle prestigio al Partido Independiente de Color, entre aquellos en los que más debía buscar el apoyo político.


LA FUNDACION DEL PIC.

La labor que a Juan Gualberto Gómez José Martí le había encomendado: era unir a todos los cubanos, blancos, mestizos y negros, para desplegar la lucha por la independencia, la cual tenía la máxima prioridad. A ello Gómez dedicó todas sus fuerzas. Más tarde, en medio de otras circunstancias, ya no presionado, fundó el llamado “Directorio de la Raza”, pero jamás fue partidario de que los negros se separaran en un partido independiente de filiación racial.

En 1908, Evaristo Estenoz y Gregorio Surin, en La Habana, crearon la que llamaron “Agrupación de los Independientes de Color “, la que más tarde cambiaria su nombre por Partido Independiente de Color.7

Tal vez, ante el temor de una posible sublevación, Charles Magoon, entonces interventor en la Segunda Ocupación norteamericana, legalizó el Partido. Pretendía, según parece, apaciguar a los negros y mestizos.

A finales de agosto de 1908, la agrupación comenzó a publicar su órgano oficial, bajo el nombre de “Previsión”. Este último lanzó campañas que al parecer causaban el temor de los blancos.

Lamentablemente, aunque no fuese su intención, el PIC, provocaba una división entre blancos y negros, que asustaba y no era aceptable para muchos cubanos de ambas “razas”. Cosa que los principales fundadores de la nación cubana nunca habrían permitido

Cierto, no era lógico hablar de traición a los negros, aunque realmente, es verdad que los generales blancos, en su inmensa mayoría, fueron evidentemente favorecidos por una administración interventora racista, a la que ayudaron a convertir en polvo la idea de la república martiana, por la que tantos cubanos, blancos y negros había muerto.

8 En 1908, la agrupación presentó candidatos legislativos en La Habana, pero solo alcanzó 2,000 votos y ninguno resultó elegido. El mismo Estenoz, obtuvo solo 95 votos, fallándoles entonces la idea de que debían ir en lista independiente. (Fermoselle, pp.111-112).

Los Independientes de Color, no buscaban supremacía de raza, sino que no hubiera supremacía. Se unían no como negros y mestizos sino como oprimidos. Tampoco la agrupación era para ellos un fin en sí mismo, por lo que impedirles unirse era permitir que continuase la supremacía blanca y la desigualdad. En sus filas se permitían blancos, habiendo muchos españoles anarquistas entre ellos. Su programa era nacionalista, con base en la búsqueda de la igualdad social y racial, pro obrero y pro campesino, favorable a la educación universal y a una justicia de verdad equitativa.

Pero también se manifestaba en el Partido Independiente de Color, cierta dualidad contradictoria respecto a Estados Unidos.

-Reclamaban la aprobación dada por Magoon, por lo que de hecho aceptaban la Enmienda Platt, al considerar que bajo su autoridad debía devolvérsele el status legal al Partido.

-Apelaron a la autoridad del Presidente de los Estados Unidos, para lograr su reconocimiento.

-+ “Previsión”, en la práctica, defendía la blandura del racismo yanqui, ante un racismo más marcado en Cuba.


Sin dudas, buscaban justicia, apelando a los mecanismos de poder tal y como estos funcionaban en aquellos momentos, pero lamentablemente las claves de ese poder no estaban en manos de los cubanos, sino bajo el control de Estados Unidos.

A pesar de esos errores, sin embargo, el PIC tenía una postura no solo antirracista, sino que también se pronunciaba contra el expansionismo yanqui y la Enmienda Platt.

Considerando entonces a Guantánamo y Bahía Honda como dos heridas en el cuerpo de la nación cubana.

En las elecciones parciales de 1910, solo tendrían derechos liberales y conservadores. Para entonces el Partido dejo de llamarse agrupación y adoptó el nombre de Partido Independiente de Color.

Estenoz, fue detenido por violar la Ley de Imprenta, acusándolo de ser el autor de un violento texto aparecido el 30 de enero de 1910. (Ver: Rolando Rodríguez, La Conspiración de los Iguales, p. 299). El gobierno confiscó Previsión y Estenoz fue condenado a 120 días de arresto.

Entonces, aprovechando la ocasión, el Senador Martin Morúa Delgado, en febrero 10, del propio año, presentó al congreso una Enmienda, al artículo 17 de la Ley Electoral.

Supuestamente, Morúa, defendía así la unidad de los cubanos, puede, tal vez, que esa haya sido su intención personal, pero en la práctica no se trató más que de una trampa para sacar del juego electoral al Partido Independiente de Color. Pues se defendía con toda fuerza solo los partidos de filiación burguesa. En particular os dos existentes: Liberal y Conservador.

Pienso que de no existir la enmienda y de haberse podido evitar lo peligroso que resultaba un partido de filiación racial, sobre la base de un debate amplio acerca de la necesidad de dar espacio político real a los negros y mestizos, para que estos no se viesen obligados a constituirse en partido independiente, se habría podido avanzar. Pero para ello se requería la voluntad política de la mayoría blanca y de los negros. Creo que la sociedad cubana de entonces no estaba preparada para un debate de esa naturaleza y todo solo podía terminar, como termino. En una gran masacre. Al tratarse en esencia, no de un problema solo racial, sino más bien de clase.

Pensamos que el PIC, absolutizo el enfrentamiento a la Enmienda Morúa, y esa batalla llevó al Partido a cometer un conjunto de errores políticos, que le restarían fuerzas para sostener la totalidad de sus demandas y para focalizar el bien el debate por alcanzarlas. Pues contaban con un programa inteligente y bien formulado.


Entre tales errores debemos mencionar los siguientes:

- El primer error fue olvidar que la batalla del PIC no podía ser solo contra la Enmienda Morúa.

-Prestar más atención al aspecto táctico-organizativo del Partido.

-Haber confiado de manera idealista, apoyados en la estrategia de 1906 contra Estrada Palma, de que el gobierno norteamericano los defendería.

-No tomar suficientemente en cuenta, los factores de peligro presentes en el ambiente político y racista de la época.

- Menospreciar la actitud paranoica del gobierno norteamericano contra toda actividad que pudiese afectar sus propiedades en Cuba.

-Los Dirigentes de los independientes confiaron en que conversar con José Miguel Gómez les serviría para adelantar algo en sus aspiraciones de abolir la Enmienda Morúa.

- Muy pronto, una vez producido el alzamiento, el Presidente comenzó a sentir la presión proveniente, directamente, del gobierno de Estados Unidos.

- Beaupre, Ministro representante del gobierno norteamericano en Cuba, en coordinación con el Cónsul inglés, francés y otros funcionarios representantes, reaccionaban ante los peligros que representaba la insurrección

- Dentro del Congreso se movieron fuerzas dirigidas a poner en manos de José Miguel Gómez todas las capacidades, para terminar la insurrección de la manera más violenta posible.

- El Presidente no hizo el menor caso a la realidad de que los insurgentes rehuían los combates, evitando los enfrentamientos con el ejército. Todo, lo contrario.


ACONTECIMIENTOS PRELIMINARES DEL ALZAMIENTO ARMADO.

Evaristo Estenoz hizo constar, en más de una ocasión, que el PIC había sido respetado y considerado por el gobierno de Washington, durante la Segunda Ocupación, en la persona de Magoon.

Por su parte, Pedro Ivonnet, renunciaba al Partido Conservador y se unía para ser presidente del PIC en Oriente.

Pero según se acercaban los momentos definitorios de la contienda contra la Enmienda Morúa, la situación política para el PIC se tornaba más difícil y compleja.

El 3 de marzo de 1910, apareció en “La Lucha” un manifiesto de las Sociedades de Color, bajo la dirección de Juan Gualberto Gómez, que criticaba a los Independientes por rígidos e impacientes. No los apoyaba y este despegue hacia un gran daño al Partido, pues se enajenaban al negro más importante de la época.

En tal caso, José Miguel Gómez tampoco quería ceder terreno a los Conservadores y asumiendo un papel de árbitro supremo, que supuestamente estaba por encima de la disputa, cortejaba a los Independientes y les prometía interceder para que la Enmienda no quedara aprobada.

Estenoz como parte de la campaña, para evitar la aprobación de la Enmienda, ataco fuertemente a J.M. Gómez, tildándolo de lechero y a Morúa de negro vendido.

El Club Aponte tuvo una fuerte polémica debido a la pertenencia de algunos de sus miembros al PIC, a los que expulso.

Por su parte, Enrique José varona, se pronunciaba contra el coqueteo con una organización que se basaba en el color, señalándolos como irresponsables que comprometían el futuro de la patria.

En el órgano “Discusión” les aconsejaba no agruparse por la raza y les sugería aliarse al Partido Conservador.

No eran pocas las manifestaciones de desaprobación que el PIC recibía continuamente. De todos los grupos raciales y prácticamente todos los sectores sociales.

El 22 de abril, el Ministro norteamericano Jackson, le escribió al de Estado Knox, que se había reunido con Estenoz. Este le había asegurado que su partido era legítimo, pues lo había reconocido Magoon.

Pero la opinión de Knox, era que detrás del PIC había blancos que deseaban crear una causa de intervención y de posible anexión

En realidad, la entrevista con Jackson fue un error del PIC, pues ya la proclama de Surin, mencionada más arriba, había servido para levantar la sospecha de que el PIC buscaba la temida injerencia de Estados Unidos.

La noche del 22 y 23 hasta el 25 de abril de 1910, fueron arrestados 59 de los principales dirigentes del PIC.

Para representar al líder se constituyo como defensor el General Freyre de Andrade, dirigente del Partido Conservador. La jugada era clara, se trataba de atraer al PIC al control de los conservadores.

Además, la prensa reforzaba la idea de que el PIC era el plan de algunos blancos y extranjeros para buscar el derrocamiento del gobierno y provocar la intervención de estados Unidos.

La tensión era tal que el Consejo Nacional de Veteranos publico el 23 de abril en “El Veterano” el manifiesto, “ni blancos ni negros solo cubanos”, donde se acusaba a los Independientes de color de encabezar una campaña racista encaminada a destruir la república cubana.

Se creaba así una atmosfera que hizo que las Sociedades de Color de La Habana, condenaran la agitación de los independientes de color. Previsión” se vio obligado a declarar que no buscaban la intervención ni se proponían el levantamiento armado. El periódico trataba de salir en defensa del partido en medio de la situación tan desfavorable que se les creaba.

El 29 de abril de 1910 fallece Morúa Delgado y el 2 de mayo, sin dudas influenciada por el acontecimiento, la Enmienda es aprobada con 42 votos contra 20. Pasando a conocérsele como la Ley Morúa. A partir de entonces, la batalla contra la Enmienda, prácticamente concentro todos los esfuerzos del PIC.

El 20 de junio del propio 1910, diez de los detenidos del PIC decidieron acatar la Enmienda y declararon disuelto el PIC. A pesar de haber sido excarcelados 57 disidentes, Estenoz continuaba encerrado y expreso que el partido seguiría luchando.

Los que permanecieron en prisión tomaron la decisión de que o la Enmienda Morúa era derogada, o por la fuerza la echarían abajo.

Finalmente, Estenoz es liberado y en octubre se encarga de hacer público de que el PIC continuaba, pues su disolución en la cárcel no había sido reconocida por una parte importante de sus miembros y que el mismo continuaba siendo el jefe del Partido.

Pero, en el mismo octubre de 1910, Isidoro Santos Carrera y Zamora Francisco Caballero (Miembros del Comité Ejecutivo Provincial del PIC en Oriente), dirigen una carta al Presidente de Estados Unidos, reclamando la legalidad del PIC que había hecho Magoon y lamentablemente, en la misiva, califican de visionaria a la Enmienda Platt..9

A la misiva mencionada, le siguió una “guatacona carta “a José Miguel Gómez, de fecha 18 de octubre, pidiéndole aplazar las elecciones.

En realidad, todas estas reclamaciones carecían de valor, pues Estenoz, se había reunido e invocado el dictamen, dado por Magoon, de beneplácito con el PIC.

Como algo, nuevamente lamentable, en sus reclamaciones, llamaban a Magoon ilustre ciudadano, cuando todos sabían de su falta de prestigio en los Estados Unidos y de sus vínculos corruptos en Cuba.

Estenoz trabajaba arduamente para reanimar el PIC. Que en 1912 tendría como tareas, no apoyar a ningún candidato y derogar la Enmienda Morúa.


EL CAMINO HACIA LEVANTAMIENTO ARMADO.

En enero de 1912, fue presentado un recurso de inconstitucionalidad contra la Enmienda Morúa. Pero fue declarado sin lugar. Con lo cual, así se esfumo la última esperanza del Partido Independiente de Color.

Perdida las esperanzas de anular la acción de la Enmienda Morúa, los Independientes de Color, continuaron trabajando en las direcciones siguientes:

-Acentuaron el trabajo en función de preparar la protesta armada...

-Estenoz programo una visita a Washington para insistir en reclamar la aprobación dada por Magoon.

-A mediados de febrero una comisión encabezada por Estenoz se entrevisto con el Presidente Gómez. Aquí el Presidente hizo algunas promesas de ayuda, pero reclamo que borraran el término “color” de la denominación del Partido.

-Estenoz finalmente lanzo un ultimátum a Gómez: si la Enmienda Morúa no se derogaba antes del 22 de abril de 1912, los negros lucharían por preservar su honor.


El ministro Beaupre, inmediatamente, informo al Secretario de Estado norteamericano, sobre la visita de Estenoz al presidente Gómez. Diciendo que Estenoz había declarado

A la prensa que su Partido era todopoderoso.

-Beaupre, informaba que el PIC pretendía lograr sus objetivos por tres vías:

-Presionando a José Miguel Gómez y al Congreso.

-Por la vía de la intervención de Estados Unidos.

-Por una negociación con las armas en la mano.


Los negros siempre habían sido columna vertebral de los levantamientos armados en Cuba, pero bajo el mayoritario liderazgo de los blancos, nunca solos. Por lo que la prensa, insistía, en que el PIC recibía ayuda de Haití y de Jamaica. Elemento este extensamente manipulado.

Por otro lado, la situación del PIC se tornaba aún más complicada y peligrosa, al continuar insistiendo en apostar a que una decisión de Estados Unidos les beneficiaria.

El 21 de marzo, Estenoz, enviaba un cable al Presidente Taft, en el que pedía protección y acusaba al gobierno de no ofrecer garantías a su partido. Esta acción fue realizada también por decenas de miembros del PIC. (p. 326).10

A pesar de los atropellos de que eran objeto, ofensas y hasta prisión, ello no justificaba insistir en su confusión por parte de los militantes del PIC. Pues mientras veteranos y patriotas solicitaban a Estados Unidos no intervenir en Cuba y salvar la república (maltrecha, pero república al fin) los independientes solicitaban se les aplicase el articulo III de la Enmienda Platt, con tal de salvar su partido.

La prensa utilizo los documentos emitidos por el PIC para atacarlos por doblegarse a Washington, considerado como reprobable ante la conciencia nacional. Aunque esta misma prensa no se cansaba de adular a Washington. Prensa que entonces exacerbaba el sentimiento racista contra los independientes, en actitud demagógica, al mismo tiempo, los acusaba de antipatrióticos.

Pero, en medio de esta situación, llego la artimaña de José Miguel Gómez. Sabiendo este último que Estenoz se entrevistaría con Knox, el 5 de abril, lo convoco a una reunión a Palacio, donde le prometió que la circular prohibiendo los mítines seria cancelada y hasta que también, la Enmienda Morúa seria derogada.

El gobierno trataba de hacerle creer así a Estenoz, que Estados Unidos le demandaba cesar sus actividades, comentándoles que habían recibido cartas de Washington, procedentes del Presidente Taft. (Rolando Rodríguez p. 329).

Para tratar de captarlo, Gómez llamo a Ivonnet a palacio. Quien llego a la reunión con las aspiraciones del partido y rechazo su cambio de nombre. Así como con la decisión de apoyar al candidato presidencial que más ventajas les diera.11

Ivonnet declaro entonces, que regresaba a Oriente si haber logrado que el gobierno derogara la Enmienda Morúa.

El mismo día 14 de abril, Gerardo Machado, derogo la circular que prohibía los mítines al PIC. Se dice entonces, que, en reciprocidad, el PIC quito lo del color.

El PIC comprendía que tendrían que lograr rápido derogar la Enmienda Morúa. Entonces estudiaron varias opciones. Las más importantes:

-Cambiar el nombre del partido y darles cargos a blancos. Pero entonces habría que reinscribirlo y eso significaba abandonar la batalla.

-Disolver el partido, lo cual significaba retirarse de la contienda.

-Organizar una protesta armada, peligrosa, que llevara a la ocupación, como en 1906, obligando al gobierno a derogar la Enmienda Morúa. (Silvio castro. p. 129).

A partir de entonces comenzaron procesos que llevaron al desenlace fatal. Cuando en realidad, pienso, la primera alternativa, habría ayudado a convertir al partido en un movimiento popular. Con un programa atractivo que podía acercar a los negros de renombre, como lo eran Juan Gualberto Gómez, Silverio Sánchez y otros.

El 12 de mayo de 1912, se reunió el Ejecutivo nacional con la presencia de Estenoz y la participación amplia del resto, 13 en total, en la calle Virtudes No. 95 (Ver: Silvio Castro.p.90).

Durante la reunión, el debate se centro en ir a la Protesta Armada o cambiar el nombre del Partido y seguir la lucha dentro de la legalidad. También se consideraba necesario conocer la opinión de José Miguel Gómez sobre la derogación de la Enmienda Morúa y sobre los obstáculos que les oponía Gerardo Machado, Ministro de Gobernación, para la lucha legal. (Ver: Portuondo Linares. P. 148).

Se consulto en clave con los Comités del partido sobre las opciones. Una abrumadora mayoría de las juntas voto por tomar las armas. (Portuondo Linares p. 147).

Después de la ya mencionada reunión entre Gómez e Ivonnet, la prensa hablaba de un pacto entre ambos. En realidad, el Presidente había tenido un dialogo con el PIC y les había prometido derogar la Enmienda Morúa.

Pero, el 26 de mayo, en una entrevista de Ivonnet y Estenoz con el periodista Bacardi, para “El Cubano Libre “Santiago de Cuba, cuando ya los Independientes se habían ido al monte, rechazaron que se hubiera establecido ninguna combinación con el presidente Gómez.

Se especulaba mucho sobre un posible arreglo entre el PIC y Gómez, pero ello es muy difícil de admitir debido a su peligrosidad. Lo que tampoco está probado.

De todos modos, Gómez, por su parte, para negar que hubiera habido algún pacto, tenía que hacer todo lo posible por manifestar su voluntad de aplastar la insurrección. A lo cual se sumaban:

  1. Las fuertes presiones en el congreso cubano, para que no se pudiera derogar la Enmienda Morúa.

  1. Las intrigas del Ministro Beuapre, continuamente sobredimensionando todos los peligros, para justificar la ocupación.

  1. El peligro real de que el PIC había aplicado la variante más peligrosa de rebelión: la llamada Protesta Armada.

  1. La actitud cínica del gobierno norteamericano, que nunca mostro la intención de reiterar la aprobación que Magoon le había dado al PIC.


La tesis de un supuesto acuerdo entre Gómez y el PIC para el alzamiento, es totalmente cuestionable. Pero que el Presidente hizo promesas de derogar la Enmienda Morúa, es cierto que las hizo.

Sin dudas, aquellos negros, orgullosos de su papel en la Guerra de Independencia, no comprendían que los enemigos ahora no eran los mismos, ni ellos tampoco eran los mismos, para quienes se les enfrentaban entonces como a negros armados contra los blancos en el poder.


EL LEVANTAMIENTO ARMADO.

Fue en Oriente donde se focalizo el conflicto. Lógico, si al observar el censo se ve que de los 609,000 negros y mestizos que se decía entonces había en Cuba, en Oriente habían 195,000, concentrándose la mayoría en la franja sur de la provincia.

El 17 de mayo, en el parque Crombet, de Santiago de Cuba, se llevo a cabo una concentración, en la que Estenoz, se dice, lanzo una amenaza: “Si la Enmienda Morúa no era derogada pronto su partido arruinaría a Cuba” ( Rolando Rodríguez, p. 337 ).12

Se cuenta, que, al día siguiente del mitin, Estenoz se presento en la herrería de Buenaventura Parada y le dijo. “ Es preciso nos vayamos al campo, todas las provincias están preparadas ya para el movimiento y el partido comprometido para alzarse”…no habría derramamiento de sangre, las tropas no nos encontraran y si acaso nos encontráramos, sostendremos un pequeño fuego del que nada ha de resultar , a los 8 días se derogara la Enmienda Morúa y después hemos de apoyar la reelección del general Gómez “.( La Lucha, 1 de agosto de 1912 ).13

Según, Silvio castro, de este pasaje sale el plazo de 8 días y el apoyo a Gómez es de donde se extrae, la supuesta complicidad del Presidente con el alzamiento. (Silvio Castro, p. 163). Después Parada, que había referido este asunto, cambia su versión de la conversación, narrada en condiciones muy especiales, estaba preso, pero, de todos modos, no se puede inferir de lo dicho que haya habido una confabulación expresa entre Gómez y el PIC.

En realidad, la situación política era muy tensa, pero la versión de Estenoz sobre lo que él consideraba que sería el alzamiento resultaba increíble. Pues era una verdadera locura imaginar que con las armas en la mano y en medio del ambiente de desaprobación general que sufrían los independientes y el racismo que dominaba, todo terminaría tan fácil y rápido.14

Se dice que el alzamiento comenzó el 19 de mayo, en casa de Ivonnet.

Ya el 17 de mayo, el Regimiento No. 2 del Ejército nacional, informaba de una escaramuza entre ellos y 4 hombres.

El 18 hubo alzados del PIC en Sagua La Grande y Cruces y el rumor de alzamientos de negros se esparcía por momentos.

Mientras comenzaba el alzamiento en Oriente, Freyre de Andrade en La Habana, el 19 de mayo, luchaba por introducir un cambio en el orden del día del congreso para tratar de derogar la Enmienda Morúa.

Freyre de Andrade diría: “…Mis defensas a las reformas no son de la raza de color, sino de las libertades del país…la esclavitud negra en Cuba ha costado también sangre de la raza blanca.” (Portuondo Linares p. 143).

Se pensaba entonces que, el levantamiento armado, promover el debate en el congreso y la intervención de Estados Unidos, podrían traer la derogación de la Enmienda Morúa y así, supuestamente podría terminar todo.

El PIC, de todos modos, estaba condenado. Porque si los negros triunfaban en sus empeños políticos, liberales y conservadores se sentirían el temor a esta nueva fuerza, al convertirse en una fuerza para sí. Ello, en realidad no era imposible, pero los líderes del PIC, con sus errores, situaron tal posibilidad a una distancia inalcanzable

Por su parte, Theodore Roosevelt había dicho: “…si una de estas islas que libertamos no es capaz de gobernarse a sí misma, entonces debemos nosotros gobernar hasta que llegue esa condición” (Rolando Rodríguez. p. 341). 15

Para dar a entender nexos con el anexionismo, por parte del PIC, incluso, se llegó a afirmar por la prensa que Estenoz, se había reunido Con Steinhart, con el fin de recabar dinero para su causa. 16

En realidad, no se puede decir que hubiese intenciones anexionistas por parte del PIC, pero su aceptación de ser apoyados contra la Enmienda Morúa, recuperarando la autorización dada por Magoon, los hacía sospechosos y manipulables dentro del tema.

Estenoz y los dirigentes de su partido, no median justamente la correlación existente entre sus propósitos de lograr la legalidad del partido, destruyendo la Enmienda Morúa, u obteniendo la legalización de su organización y los medios para conseguirlo.17

El presidente Gómez, por su parte, ya iniciado el levantamiento armado, aprovechaba muy bien las desventajas del PIC, a quien la prensa atacaba despiadadamente, los veteranos no lo apoyaban y sufrían la no aceptación de los negros y mestizos más prominentes. La desventaja era evidente para el PIC.

La, “declaración de guerra” de hecho se produce cuándo, el 22 de mayo de 1912, Ivonnet cursa una carta al presidente Gómez en que le decía “El PIC ha empuñado las armas para protestar de los errores cometidos contra el expresado partido “…a mi mando tengo 4,000 independientes de color y que no son todos los independientes ni son todos negros, pues también hay blancos” (Rolando Rodríguez p. 344).

A partir de entonces, aunque el alzamiento había comenzado antes, empezaron a moverse las tropas del gobierno. Ya antes, el 21 de mayo, los veteranos negros y blancos, comenzaron su apoyo al gobierno. Ni uno solo de los grandes patriotas como, Juan Gualberto Gómez, Rabí, Cebreco, Pedro Díaz y otros, respaldaron a los Independientes.

No obstante, un individuo como Armando André, enemigo de los Independientes, decía:

Por lo pronto hasta ahora, por lo menos no puede decirse…que sea un levantamiento racista…ni la sublevación va contra los blancos, por más que este es un plano muy inclinado y no fácil de recorrer.” (Rolando Rodríguez p. 346).

Ya el día 21 de mayo, el ministro Bauprés, que no esperaba más que una mínima confirmación de sus deseos o la inventaba, telegrafió a Washington que el movimiento negro se había difundido y era alarmante.

Durante todo el tiempo que duro el levantamiento y aun cuando ya se reconocía que había concluido, este señor, Bauprés, antes mencionado, estuvo sobredimensionando los peligros, combates, saqueos etc. Para mantener activa a la flota norteamericana contra Cuba. Combinando todo ello, con la amañada apreciación de que el gobierno de Gómez no estaba en condiciones de sofocar el levantamiento. También instigando de que otros financiaban el movimiento de los independientes. Ello desempeño un papel fundamental en la disposición del Presidente Gómez por acometer con fiereza contra los alzados y brindarle al general Monteagudo todos los recursos y garantías, para convertir las acciones militares del gobierno en una verdadera carnicería. (Rolando Rodríguez p. 348).

La prensa exacerbaba el problema, viendo alzados y acciones violentas por todas partes. El miedo, la mala intención de otros y el manejo político de unos cuantos, deslizaba el ambiente por las sendas mas tenebrosas. Aunque no todos se dejaban llevar por la situación creada y los rumores que la sobredimensionaban.

Por su parte, Gerardo Machado, alentaba al general negro Agustín Cebreco, líder liberal y representante a la cámara, a emprender una acción mediadora entre el gobierno y los alzados que los trajera al orden. El gobierno negó esta gestión, pero los dirigentes blancos de importantes clubes de Santiago de Cuba, como San Carlos y Unión, protestaron drásticamente. (Rolando Rodríguez p. 350. Meriño p. 98).

En la actitud que tomo finalmente el gobierno de reprimir el alzamiento sin parlamentar, tuvo que ver mucho el rechazo con la conducta asumida por el cónsul estadounidense (Holaday) en Santiago de Cuba. (Rolando Rodríguez.p. 350-351.meriño p. 28).

El idealismo, más bien inocente, desplegado por los líderes de los independientes, se había confirmado en que, durante la primera semana, el alzamiento, como habían planeado, no fue violento y solo se trataba de una demostración de fuerza para presionar al gobierno y al presidente Gómez. Los independientes se reunían y gritaban “abajo la ley Morúa, viva Gómez”. (Rolando Rodríguez p. 349) (Aline Helg.ob. cit. p.270). Era evidente que los independientes, estaban lejos de concebir quienes podrían ser sus verdugos.

Aunque se trataba de hombre armados, se selecciono la peor alternativa para reducirlos a la orden. Matarlos, donde la posibilidad de la obediencia pierde todo sentido. Había otras variantes posibles de utilizar, pero se trataba de negros en rebeldía, cimarrones, con los que nunca se había tenido ningún tipo de contemplaciones. Negros armados, amenazando al gobierno, a los blancos, supuestamente a sus familias y a las propiedades norteamericanas.

De la amenaza de destrucción no hay dudas. El mismo 20 de mayo, Estenoz le había escrito al administrador del central Soledad, de propiedad estadounidense…y le describió su movimiento como una guerra por los derechos conculcados a la mitad del pueblo de Cuba. Si el administrador no le suministraba a los independientes de color 25 rifles y municiones, en los próximos días, sabotearían las plantaciones y el central. “(Rolando Rodríguez, p. 352). Aunque se tratara de una pantomima, resultaba algo sumamente peligroso, amenazar las propiedades norteamericanas de esa manera. Además, por negros en rebeldía y casi desarmados.

Pero, además, todos los días finales de mayo, Beaupre y el secretario Knox, se la pasaron intrigando en varias direcciones.


  • De qué manera ponían en situación comprometida al gobierno de Gómez...

  • Como lograban que los barcos norteamericanos vinieran y desembarcaran tropas.

  • Como sobredimensionaban el alzamiento y los peligros que el mismo representaban para los intereses norteamericanos en la Isla.

  • Manipular continuamente que el Presidente Gómez, que, según ellos, estaba comprometido con los independientes.

  • El secretario Knox hacia causa común con Beaupre y ambos empujaban a Gómez hacia la más drástica solución.18


Las cosas se complicaron aun mas para Gómez, cuando Menocal, de manera oportunista, trataba de hacer ver que el presidente era un flojo y ofrecía entonces 3,000 hombres para ahogar cuanto antes la insurrección. (Portuondo Linares. p.192)

Por su parte, Washington, siguiendo la idea del Secretario de marina Wintrop, dio instrucciones a Beaupre de comunicar al gobierno de Gómez, que estaba haciendo movimientos militares, y que si Gómez no lograba proteger vidas y propiedades, sus tropas desembarcarían.

De manera que entonces, envió además de los anunciados buques, 700 hombres, 5,000 fusiles y 1 millón de proyectiles. Poniendo en alerta a todos sus hombres en el Caribe sobre el 25 de mayo, de lo que Beaupre informo a Sanguily. 19

El 25 de mayo de 1912, José M. Gómez, no aceptaba la intervención, tildándola de indeseable para la independencia y por demás, no acordada entre ambos gobiernos. Pidiéndole al presidente de Estados Unidos, que diera marcha atrás, pues Cuba estaba solucionando el asunto.

Por fin, el 3 de junio de 1912, Gómez propuso al congreso suspender las garantías. Pues el General Monteagudo lo había solicitado al Presidente, como algo que se necesitaba para proceder contra los negros que adoptaban una actitud no pacífica. Era el toque de “a degüello”, que necesitaba Monteagudo para desatar la completa masacre.


LA MASACRE.

Hasta última hora emergieron posibles alternativas de negociación con los Independientes. Freyre de Andrade en la cámara, Kholy, Ducasse, algunos sectores de

Veteranos en el interior del país, los intentos de Marquetti en la cámara, y otras iniciativas, incluso de personalidades individuales. Pero en definitiva se impuso la densidad agresiva que el contexto histórico imponía, integrado por un conjunto de factores que solo servían para frustrar el posible camino de las soluciones, que no habría podido ser otro, que los líderes del Partido Independiente de Color comprendieran que no tenían fuerzas para salir triunfantes de aquella situación.

El racismo persistente en la prensa, los arrastraba hacia presentarlos finalmente como metidos dentro de una supuesta guerra de negros contra blancos; del Gobierno norteamericano era inútil esperar que cediera a sus demandas; la prensa, en su casi totalidad los acogotaba sobredimensionando y exagerando cuanta acción llevaban a cabo.

Entre las exageraciones de la prensa sobre las acciones de los independientes, las intrigas del ministro Beaupre, el miedo de los blancos, los errores estratégicos y tácticos de los independientes, la esclerótica actuación del congreso cubano, el racismo acumulado, las presiones de Estados Unidos y el peligro de intervención norteamericana, todo se correlaciono para legitimar la matanza de los negros.

Si un dato de este proceso aun es desconocido, es cuantos negros fueron asesinados y masacrados, dentro de una contienda, que no podría ser calificada como una guerra, porque en realidad, tanto el numero, como el armamento y la capacidad militar de que disponían los Independientes de Color, no nos permite decir, que haya habido como tal una guerra, ni siquiera que hayan existido verdaderas batallas.

Más allá de su posición política, que no compartimos, lo cierto es que al parecer Morúa tenía claridad en como terminaría el intento de los independientes de color. Más allá de su derechismo, su intelectualismo, su incoherente carrera política y de que su enmienda respondía a una concepción partidista de derecha, para sacar del juego al partido Independiente de color; lo cierto es que detrás de sus posiciones podía vislumbrarse, que intuía, por estar dentro de la derecha, lo que podría ocurrirles a esos negros que se habían propuesto desafiar el poder blanco, cambiando las reglas de la política, dentro de una sociedad racista, al nivel en que lo era la nación cubana a principios de siglo XX, por demás , bajo el control de Estados Unidos, el país más racista del universo conocido.

No era difícil vender la idea de que lo que el Partido Independiente de Color había iniciado era un movimiento racista para destruir la independencia nacional.

Aunque la derrota y la masacre de los Independientes fue ante todo el resultado de la represión blanca, que la lidero, utilizando incluso a los propios negros, ello fue facilitado también por el limitado apoyo que el PIC tenía entre los mismos negros.

El sentimiento extendido entre los blancos, era aplastar el levantamiento y no hacer concesiones de ningún tipo a los negros alzados.

Por otro lado, no es posible presentar una foto en que se pudieran ver marines ahorcando negros, pero la marina norteamericana movió amenazadoramente los barcos de guerra y desembarcaron tropas, dando así todo el apoyo logístico necesario al Ejercito Nacional y a los voluntarios, para que estos se pudieran concentrar en la tarea de descabezar y aplastar sangrientamente la rebelión.20

El 27 de mayo de 1912, el presidente Gómez envió a Oriente al General José de Jesús Monteagudo con 1,200 hombres. Iba acompañado por el Coronel José Martí Zayas-Bazán (el hijo de José Martí y de Carmen Zayas Bazán) como jefe de Estado Mayor; los tenientes coroneles José M. Guerrero y José Pereda Álvarez; los comandantes Lisandro Torriente y Rigoberto Fernández; y los capitanes Antonio Torres, Andrés R. Campiña y Federico Patterson.21

La carnicería llevada a cabo por el General Monteagudo se extendió hasta el mes de agosto, tratándose de un verdadero paseo militar. Los sublevados, en su mayoría desarmados, fueron masacrados por la artillería y cayeron sobre ellos miles de hombres de la Guardia Rural, el Ejército y los voluntarios, bien entrenados y perfectamente armados. La desproporción en los enfrentamientos se hizo evidente, cuando se sabe, que todas las fuerzas oficiales no tuvieron ni 10 bajas y solo aproximadamente una treintena de heridos. Mientras que entre los independientes, todos hablan de no menos de 3,000 muertos entre las escaramuzas, la persecución y los asesinatos.22El propio general Monteagudo declaraba, en cables enviados al presidente Gómez, que en Oriente, lo que estaban haciendo era una verdadera carnicería.

Al mismo tiempo, se desplegaba la represión en las ciudades y poblados, donde se perseguía a los negros, no solo a los Independientes. En la ciudad de La Habana, en los municipios de Regla y Marianao, fue donde la represión se hizo más notable.

Ya en medio de la represión más brutal, el 4 de junio, el congreso se reunió y le concedió al presidente Gómez suspender las garantías, en la provincia oriental. Sin conceder al Presidente la potestad de extenderla a otras regiones. Aunque, en definitiva, Monteagudo no necesitaba más, porque el foco de la rebelión era precisamente Oriente Sur. Podía tranquilamente continuar la carnicería.

¡Poco antes, el 3 de junio (bastante tarde, por cierto) en medio de los debates entre las más relevantes personalidades negras sobre el camino a seguir, en busca de una salida para detener la guerra, encabezado por Juan Gualberto Gómez, Lino D! ou, el general Cebreco y el senador Nicolás Guillen, estos habían lanzado un manifiesto en que condenaban a los alzados que habían provocado una situación tan grave para el país. Tal llamamiento dirigido a “Nuestro Pueblo “, negaba que hubiera problemas raciales en Cuba.23

Es opinión nuestra, que se trataba de una posición, que además de tardía, no iba al centro del problema: la necesidad de detener la masacre, que ya se desplegaba contra los negros y no solo contra los miembros de Partido Independiente de Color.

Además, negar que hubiera un problema racial en Cuba, parecía casi infantil. ¿Porque entonces un amplio sector de negros y mestizos habían generado una solución tan dramática, para poder tratar de ver satisfechas sus legítimas aspiraciones?

No solo estas personalidades antes mencionadas se opusieron a la existencia del Partido Independiente de Color y a su protesta armada, en lo cual podían tener toda la razón, porque en medio de la situación existente era una verdadera temeridad y una locura pensar que una experiencia como esa pudiera tener éxito. Pero que en medio ya de la más brutal masacre y represión contra los negros y el asesinato de sus líderes, Estenoz e Ivonnet, se apareciesen con un llamamiento como “A Nuestro Pueblo “, en lugar de oponerse fieramente y con todas las armas políticas a su disposición, al horrendo crimen que estaba teniendo lugar, era, en definitiva, casi como una actitud cómplice ante lo que ocurría y dejar que todo terminase como termino. Como una masacre de negros y mestizos, muchos inocentes, que ha quedado como una imborrable mancha en nuestra historia republicana. Por demás, celebrada con un fastuoso banquete en el Parque Central,

Sin dudas los líderes del PIC se equivocaron, cayendo dentro de una turbulencia política que nunca llegaron a dominar y de la que nunca lograron salir. No parecen haber sido muy bien aconsejados, por los que podían ver políticamente más lejos que ellos. Que lo único que hicieron fue criticar su variante de lucha y dejarlos solos. Cometieron errores tácticos y estratégicos, pero seleccionaron su variante de lucha, la llevaron adelante con dignidad, valentía y murieron por ella.

No traicionaron los ideales por los que antes había luchado en las Guerras de Independencia, aunque provocaron cierto retraso y casi una nueva ocupación y afectaron la igualdad racial con su acción. Se vieron envueltos en una situación, donde el arrojo y la valentía no eran suficientes. Hacía falta suspicacia política, experiencia, manejo de la situación tan compleja del momento y sobre todo poder, del cual carecían. Pero murieron por una causa justa, la de la igualdad racial, causa por la que merecen un lugar de honor. Al ser desacertados en los métodos, en la práctica, casi sin percatarse de ello, actuaron en contra de la causa que debían defender.


Septiembre 25 del 2011.


1 En principio se trato de hacer valer un conjunto de requisitos para tener derecho a votar. Entre ellos: ser hombre, 21 años, nativos o españoles., residentes al menos 30 días, saber leer y escribir, propiedad por 250 oro americano y haber servido en el Ejercito Libertador con prioridad a julio 18 de 1898.Ver: U: SBureau of the Census, Censo de la República de Cuba, bajo la administración provisional de los Estados Unidos: 1907, Washington, D.C, Bureau of the Census, 1908.

2 Rafael Fermoselle, Política y Color en Cuba. La guerrita de 1912.Editorial Colibrí, tomado de Ediciones Géminis, Montevideo, Uruguay, 1974.p. 83.

3 Ver: María del Carmen Barcia. “Un Modelo de Emigración Favorecida: traslado masivo de españoles a Cuba, 1880-1930”. Revista catauro, No.4, 2001, pp. 36-59.

4 Se trata de una idea que era defendida por muchos, tanto negros como blancos, pero que no pocas veces era violada y otras servía como cobertura política para que los negros aceptasen una posición subordinada. No obstante, sobre esa base José Martí, había construido la unidad que los había llevado a todos, negros y blancos, a la lucha por la independencia. Pero Martí ya no estaba, ni Maceo, ni muchos de los que tenían la capacidad de exigir su cumplimiento; mientras que otros se habían apropiado de la república, dejando a los negros y mestizos al margen de la distribución del poder.

5 Aline Helg, Lo que nos corresponde: la lucha de los negros y mulatos por la igualdad en Cuba, Imagen Contemporánea, La Habana, 2000, p. 21.

6 Había en ello algo más de fondo, que impediría que Estados Unidos actuara en favor del PIC. Pero aun era temprano para descubrirlo.

7 En momentos tan tempranos del siglo XX nunca se había logrado fundar un partido de negros o por filiación racial, en toda América. En Brasil en 1931, Uruguay (1938-1944). En Cuba es fundado el 7 de agosto de 1908.El 20 de septiembre del propio año celebro su primera reunión al aire libre en el Parque Cristo de La Habana. Ver: Rafael Fermoselle, Política y Color en Cuba: la guerrita de 1912. Editorial Colibrí, Montevideo, Uruguay.p.110.

8 No se puede decir, que los presidentes republicanos hayan sido simples alabarderos del Gobierno norteamericano. Sus contradicciones había de manera frecuente entre las intenciones de Estados Unidos de llevárselo todo y de los señores del patio por defender sus intereses personales. A veces daban la impresión de estar defendiendo los intereses nacionales, tratando de exhibir algunas cuotas de patriotismo, que en el fondo no era más que la intención de tomar la parte del pastel que les correspondía. O tratar de no desprestigiarse a tal punto que pusiera en peligro sus intereses.

9 Ver: “De Francisco Caballero y Isidoro Santos Carrero a Taft”,18de octubre de 1910, NA-RS, microcopy 488.rollo.5.

10 De Beaupre a Knox”,13 de marzo de 1912, NA-RS, microcopy 488, rollo 6.

11 Gómez al parecer no quería la reelección, pero si el caos que había dentro del Partido Liberal continuaba y sus amigos le reiteraban su confianza, tendría que aceptar.

Esta conversación entre Ivonnet y Gómez, fue muchas veces manipulada en el sentido de que de ella había salido un acuerdo entre el Presidente y el PIC, de que ambos manejarían el levantamiento armado como un simulacro de rebelión, pues Gómez, días después de comenzar el alzamiento derogaría la Enmienda Morúa. Ver: Rolando Rodríguez, La república de Corcho. p.348.

12 Otra versión indica que el mitin fue el 18 y no el 17. Que estuvo Estenoz y que había dicho que, si en 24 horas no era derogada la Enmienda Morúa, correría la sangre. Otra versión dice que el mitin se celebró el 16 y el 17 en la tarde tomaron el tren de Guantánamo. (Rolando Rodríguez, p. 338).

13 En realidad, todo se decía con tal precisión y seguridad, que parecía haber un acuerdo, que aseguraba que todo sería como se estaba diciendo. Pero ¿de dónde salía ese plan? si se decía que no había tal acuerdo.

14 ¿Creyendo en que y bajo cuales consideraciones e información en su poder, Estenoz hizo estas afirmaciones? Resulta imposible imaginar que Estenoz creyera que todo resultaría tan fácil. Se trata de una incógnita que no se ha podido solucionara. Lo único que lo explicaría, es que de verdad se hubiese producido una coordinación con José M Gómez, pero de ello no hay veracidad ninguna, a no ser una expresión del hijo de Ivonnet de que Gómez lo había traicionado”. (Nota del Autor)

15

16 La Ultima Hora, 23 de mayo de 1912.

17 Esta era una deficiencia de todos los políticos de la época, pero se trataba de algo de lo que los independientes se tenían que cuidar más que nadie. Pues por ser negros siempre estaban bajo el ojo crítico de la prensa reaccionaria.

18 Hay que decir que la preocupación de Estados Unidos por el alzamiento respondía también a que un triunfo de los Independientes de Color en Cuba podía resultar un mal ejemplo para los negros norteamericanos, sobre todo del sur. Pues se sabe que, en el 95, participaron en las filas del Quinto Cuerpo yanqui alrededor de 3,000 negros norteamericanos, creándose muchos vínculos con los negros cubanos del Ejercito Libertador, que publicaciones negras en Estados Unidos dieron a conocer, por lo que el general Chárter pidió la evacuación inmediata de esa tropa (Ver. Eliades Acosta, Los Colores Secretos del Imperio. Ediciones Mercie, La Habana, 2002.

19 Ver: “De Wintthrop a Knox”, 25 de mayo de 1912, NA-RS, microcopy 488, rollo 6.

20Ver: Silvio castro. Ob. cit, p.106, El 26 de mayo, fue acantonada una tropa de 50 marines en el poblado de carrera larga, cerca de Bayate, dispuesta a participar en lo que fuera necesario.

21 Ver: Silvio castro: ob.cit, p. 100. De ello prácticamente no se habla, pero lamentablemente el José Martí Zayas –Bazán, no era otro que el hijo de nuestro Apóstol José Martí. Quien, como coronel del Ejército Nacional, participo en la matanza de los negros del doce. Lamentables paradojas de la historia.

José de Jesús Monteagudo, general de Cuarto Cuerpo, fue senador después de la matanza de los independientes y muere a los 53 años, el 14 de diciembre de 1914, en el balneario de Amaro en Santa Clara. ob. Silvio castro, p. 99.

22 Ver Silvio Castro.ob.cit. p.88.

23 Ya estaban asesinando a mansalva a los negros y estas ilustres personalidades comenzaban por atacarlos, y como si fuera poco, negaban que hubiera un problema racial en Cuba. Conminando a los independientes e inocentemente pedir no confundir a los rebeldes con la inmensa mayoría de los negros y no pronunciar palabras ni esbozar un gesto que diera pábulo o recelo a la discordia entre los cubanos. Se equivocaron, era demasiado tarde para eso. ¿De qué fraternidad racial se podía hablar entonces, en medio de aquella matanza de negros? (Ver: Aline Helg ob. p,289)