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jueves, 22 de abril de 2021

EL LLAMADO CASO SAN ISIDRO.

Esteban Morales Domínguez

UNEAC 

 Yo creo que lo que allí ocurre es consecuencia de no haber atendido a tiempo cuatro asuntos fundamentales:

1- Las condiciones de marginalidad de algunos de nuestros barrios en La Habana.

2-La desatención o demora en reconocer y utilizar a las Ciencias Sociales.

3- A pesar de la alerta temprana de Fidel, haber desatendido, durante mucho tiempo, la cuestión racial.

4-Algunas deficiencias en nuestro trabajo político-ideológico.

 Sobre los tres últimos puntos, he alertado bastante.

Pero a resultas de mis alertas, más nunca me llamaron a la Mesa Redonda, cuando aparecen las caras de sus protagonistas, la mía nunca esta. A pesar de haber estado, de manera individual, entre los que más ha concurrido a la Mesa Redonda.

Ninguno de los que me publicaban ahora me publican. No me han llamado más a la Televisión Cubana. Suerte que TELESUR me dio trabajo.

Múltiples trabajos también he escrito sobre la cuestión racial, tres libros y decenas artículos, alertando siempre sobre el papel que deben jugar las Ciencias Sociales y sobre la importancia del trabajo ideológico. De los cuales seguro, ustedes han leído alguno. En ellos he tenido que librar, no pocas batallas, para que no me acusen de racista, acepten mis criticas como necesarias y no crean, qué por viajar mucho a los Estados Unidos, esas cosas las he traído de allá. De lo cual no pocas veces se me ha acusado. Cuando el racismo y la discriminación no los trajo nadie, de ninguna parte. Están aquí, porque nacieron, con nosotros, como nación. Y de aquí los eliminaremos algún día. Para gloria de todos los cubanos. Ya se trabaja en ello.

Tenemos barrios marginales, qué conozco muy bien, pues los he visitado, para que nadie me cuente. Y, además, porque cuando tuve que venir de mi pueblo, hacia La Habana, en octubre de 1958, viví, más allá del triunfo de la Revolución, en el barrio Jesus Maria, en la calle Vives No. 258 entre Alambique y San Nicolás. Conozco muy bien el Barrio, porque participe en la Coubre, allí ingrese en los Jóvenes Rebeldes y trabaje en la Dirección Provincial del 26 de Julio, que quedaba en Arroyo y 27.

En esos barrios, el nivel de vida es muy bajo, siempre lo fue. Estándo plagados de delincuentes, prostitutas, de gentes desclasadas, que vive con lo diario que consiguen. No quiere decir, que todos sus vecinos sean prostitutas, antisociales y delincuentes.

Viven también ellos muchas personas decentes y revolucionarias. Pero es el ambiente que siempre ha tendido a dominar. Por lo general, las relaciones sociales, formas de comportamiento y mentalidad, están aún bastante alejadas de lo que reflejan nuestros medios periodísticos, rádiales y televisivos.  El estado de las viviendas, las calles, las condiciones materiales, no contribuyen a generar un ambiente social sano. Por lo cual, muchas familias, luchan por tratar de mudarse a otras barriadas y en el barrio va quedando lo peor.

 Entonces, van generándose actitudes,  formas de comportamiento, lenguaje coloquial, filosofía de vida, que todo es muy diferente al ambiente en que la mayoría de nosotros vivimos y nos desenvolvemos.

En general, no hay hábitos de lectura, el interés por estudiar es muy bajo, el sentido de superación intelectual y cultural es muy bajo también. El acceso a la Universidad es muy limitado.

 A una mayoría, lo que   les interesa es ganar dinero, tenerlo más bien, aunque sea sin procurárselo por formas licitas y morales. Por tanto, quien les ofrezca dinero, compra a no pocos, con relativa facilidad, aunque sea para realizar actividades antisociales, e incluso, a veces contrarrevolucionarias.

La bebida en exceso es muy acostumbrada, entre el tipo de persona, que genera ese barrio. Más bien, a no pocos, lo que les interesa es fiestear y emborracharse. Como resultado, en su inmensa mayoría, dentro del ambiente en que viven, no les interesa destacarse por lo positivo, sino por lo negativo, lo cual no pocos lo exacerban. En el vestir, el hablar, el comportamiento, la forma de conducirse socialmente, el modo en que tratan a las mujeres.

Por lo que entonces, las personas, llamémosles normales, que allí viven, sufren como especie de un arrinconamiento. Que les obliga a apartarse, para no sufrir las consecuencias negativas, dé verse obligados a vivir bajo tales condiciones.

El ambiente en que se vive, tiende a generar una ética de la permisibilidad, ante cualquier delito. Tipo de Comportamiento similar, es el trato que, por lo general, reciben las mujeres. Estas últimas, muchas veces, reaccionan igual, con tendencia a juntarse con ese tipo de hombres, que algunas los consideran más “machos”. Por lo general, este tipo de mujer, al recibir del hombre cualquier atención culta, trato de respeto o delicadeza, los cofunden con la homosexualidad, como un tipo flojo y afeminado. Lo que sirve para alimentar el comportamiento grosero e  irrespetuoso, con tendencia a la brutalidad hacia ellas. Sín percatarse, a veces, de que ellas mismas contribuyen al peor trato de que se les hace objeto. Por lo que entonces, el feminismo, la lucha por la igualdad y el reconocimiento a la condición de mujer, no tienen mucho espacio entre muchas de ellas.

Se desprecian las leyes, a quienes las aplican, a la policía, en particular, la odian y no les merece ningún respeto. Los ven como sus enemigos y nunca como agentes del orden o vigilantes de las buenas costumbres. Por eso, la tendencia, es, a no delatar a nadie, a pesar del delito que haya podido cometer. Pues lo anterior es considerado como acto de "chivatería”, falta de hombría, lo cual muchos consideran debe ser castigado, incluso, con una paliza o con la muerte. Siendo la venganza un fenómeno típico del comportamiento social.

No nacieron asi, pero, no pocas veces, el ejemplo que reciben en la casa, los va formando de ese modo; pues, en no pocas ocasiones, los mismos padres, les inoculan costumbres, formas de comportamiento, valores, éticas, inversos a los que la media de la sociedad exige de ellos. De aquí también, a veces, su comportamiento ante la educación, el respeto a los maestros, la autoridad y las instituciones del gobierno.

Frente a ellos el trabajo ideológico que se hace es menospreciado, el de la UJC les parece como elitista y el del resto de las organizaciones no les logran atraer hacia las buenas costumbres.

Fidel se preocupó mucho de eso, cuando hablo varias veces, sobre la cuestión racial y genero lo de los “Trabajadores Sociales”, ante la realidad de la cantidad de jóvenes, que ni estudiaban ni trabajaban. Se decía que unos 80,000 en la provincia de La Habana. También oriento hacer investigaciones para saber que ocurría con los niños en estos barrios. Si   a las madres, les alcanzaba el dinero, para comprarles los alimentos, si los niños tenían televisor y juguetes, etc. Tratando de aliviar una situación social, que ya podía ser considerada como crítica.

Pero todo eso quedo en las buenas intenciones de Fidel y no se siguió el trabajo que se venía realizando. Veníamos entonces, de una situación en que la prostitución, la droga y estos problemas de tipo social, no se consideraba tuvieran cabida en nuestra sociedad. Pero Fidel los percibio claramente desde el principio y oriento trabajar sobre ellos.

Hoy entonces, esos barrios están afectados por la   delincuencia, las drogas, gente sin ideología, desclasadas, marginadas, a las cuales ya les hemos llegado tarde. Manifestándose sus consecuencias.

En esos barrios, por lo general, la revolución no se ha logrado reproducir y a la contrarrevolución, que les ha acechado siempre, no le resulta muy difícil atraerlos. Si a ello agregamos, la Pandemia y las difíciles condiciones económicas que hoy atravesamos, diría, que estamos en la más compleja situación para abordar sus problemas. Aunque estoy seguro que lo vamos a hacer. Porqué nuestra política social y el interés de que “nadie quede desamparado”, son reales. Y se están reforzando dentro de la política económica actual.

No hubieran sido contrarrevolucionarios, en su inmensa mayoría, pero nosotros, con la desatención y el deficiente trabajo político-ideológico, se los hemos estado regalando a la contrarrevolución. Tal vez, sin percatarnos de ello. Púes, si la revolución hubiese logrado trabajar más fuertemente contra las desigualdades, la cuestión racial, la marginalidad, la invisibilizacion; si nuestra televisión y nuestros medios en general, hubiesen sido siempre más visibilizadores de las diferencias, hubiesen debatido más nuestros problemas, de cosas sobre las cuales, apenas, solo se comienza a hablar ahora, hubiese sido menos difícil luchar contra ese ambiente y rescatar a sus víctimas de los problemas que ahora les aquejan. Y que la contrarrevolución aprovecha.

Pero nos concentramos en los avances, descuidando, que no todos llegamos de igual forma a la sociedad cubana actual y esos se han ido quedando atrás. Siendo la mayoría, negros y mestizos, lamentablemente, pobres en general. Que son los que qedaron, más directamente, afectados por los “puntos de partida”, más alejados del bienestar social y cultural, que la revolución, desde el principio, ha prodigado a muchos.

San Isidro, no es el único barrio de La Habana, con esas desigualdades, marginalidades y desventajas sociales, que han degenerado en las actitudes contrarrevolucionarias de unos cuantos.

Existen otros Barrios. Y no solo en La Capital.

¿Qué debiéramos hacer ahora?

Creo que debemos prestar atención, con urgencia, a los asuntos siguientes:

1- Hay que prestar atención a las necesidades materiales de esos barrios, para mejorarlas. Sin hacer promesas, ni propaganda. Simplemente comenzar. Lograr que la gente vea que su situación material comienza a mejorar.

2- Hay que volcarse sobre esos barrios con un trabajo ideologico y cultural de calidad. No con discursos o con charlas. Ni con clases magistrales.

3- Hay que revisar la situación de todos esos barrios, Cuasi cuaba, La Lisa, Siboney, Atares, Luyano, etc. Que, si no se han virado, es porque allí existen proyectos comunitarios y un liderazgo barrial positivo.

4- Hay que desempolvar todo lo que las Ciencias Sociales han investigado y ponerlo en ejecución. Formular nuevos proyectos y acabar de darles a las Ciencias Sociales el lugar que les corresponden y merecen, dentro del trabajo científico general y en el tratamiento de los problemas, en particular. Hay potencialidades científicas para hacerlo.

5- El partido debe revisar a fondo el trabajo del Aparato Ideologico y volcar parte de las tareas de sus cuadros en las direcciones que esta situación demanda.

6- El barrio de San Isidro, hay que negociar con ellos. Ver que es lo que quieren. Llevarlos a la lógica de lo que pueden pedir. Y tratar de convencerlos de lo que no se les puede dar.

7- Formular una estrategia, para ayudar a los núcleos del partido, ante situaciones de esta naturaleza. Por qué estoy convencido de que esta lucha sigue. Y los insalvables, ya del lado de la contrarrevolución, continuaran, mientras puedan, aprovechado la compleja situación que vive el país, para cumplir sus propósitos vinculados con la actual política de Estados Unidos hacia Cuba.

Biden ya les dio la política de derechos humanos, en su reciente informa,  con la que continuaran presionando y tal vez no hagan nada por ayudar a que el país solucione sus dificultades. Todo lo contrario, trataran de exacerbarlas. Generando  un compás de espera, para ver cómo termina la historia.

 

Abril 18 del 2021.