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miércoles, 20 de octubre de 2010

ACCION AFIRMATIVA.: ¿invitación al debate?

Por Esteban Morales.


La raza o color de la piel, debe ser prohibida como criterio absoluto para alcanzar determinados beneficios sociales. En Cuba, cuando este criterio se aplica, se hace a espaldas de la sociedad, por personas que sin dudas son racistas.

Pero, mientras exista el racismo, la “raza” será tomada en cuenta como un criterio para beneficiar a unos individuos y no a otros. Estos otros, serán siempre los de las “razas” consideradas como inferiores, e incluso, sectores, que simplemente por ser pobres, recibirán también un tratamiento discriminatorio.

Cuba, durante mas de 50 años, ha desplegado una política social, extraordinariamente humanitaria, que persiguió el desequilibrio y la desigualdad hasta los mismos bordes del igualitarismo .Son muchos los resultados que de esta política se han obtenido para mejorar la situación de toda la población cubana, en particular, de aquella que históricamente resulto ser la mas desfavorecida. Pero durante muchos años, todo ello se hizo sin tomar en consideración el color de la piel, fuerte variable de diferenciación social, aun dentro de la sociedad cubana actual. Por lo que en tal dirección quedan aun retos por vencer, los cuales Fidel Castro reconoce bajo el concepto de Discriminación Objetiva .

En Cuba tenemos personas que por su color de la piel, o incluso otros, que independientemente de el, históricamente, recibieron un trato discriminatorio dentro de la vida social cubana. No había que ser negro o mestizo en la Cuba anterior a 1959, para recibir un trato discriminatorio. Denominados blancos también eran discriminados, por ser de las llamadas clases bajas, pobres, obreros y también campesinos pobres, fundamentalmente. La mujer negra, en tal caso, sufría una doble y hasta triple discriminación: la del hombre, la del sexo y la del color.

Todas esas categorías de personas mencionadas, discriminadas durante tanto tiempo, necesitan de la acción afirmativa. Es decir, de un conjunto de políticas sociales, que observando las diferencias, las tomen en cuenta y promuevan acciones para borrarlas. Por cuanto el colonialismo engendro tantas desventajas estructurales, que resulta ahora imposible eliminarlas, dentro del promedio de vida útil de una persona, aunque en Cuba, este promedio hoy es muy alto.Resultando que, de no aplicar este tipo de políticas mencionadas, muchos morirían antes de que pudieran ser equilibradas o eliminadas tales lacras, además, porque estas tienden a reproducirse.

Particularmente, en Cuba, negros y mestizos se han visto afectados por la situación del racismo y la discriminación, como resultado, en primer lugar, de que sus puntos de partida sociales y económicos heredados, desde la sociedad colonial, fueron los más bajos, lejanos e inseguros, resultado de la explotación inhumana a que eran sometidos. Por lo que tal situación justifica, que se adopten, con esas personas, acciones político-sociales no igualitarias, en relación con el resto de la sociedad. Tratándose de que en medio de tales desequilibrios, medidas igualitarias no hacen más que reproducir las diferencias a otro nivel.

Pero en Cuba existen otras personas, que si bien no desde una perspectiva racial, aunque si de clases, sufrieron la explotación capitalista y cierta discriminación, encontrándose en una situación económica a veces similar a la de muchos negros; si bien este ultimo, sufría además la discriminación por el color. Sin embargo, todos, claro en especial los negros y mestizos, deben ser ayudados para superar las desventajas acumuladas. Desventajas, que no son solo económicas sino también sociales y culturales.

Aquí se nos presenta una situación bastante parecida a la que se da en los Estados Unidos con los afronorteamericanos y los hispanos. Claro que en Cuba, estos últimos serian blancos, mientras que en los estados Unidos, no. Por lo cual, son también discriminados racialmente. En los estados Unidos, el hispano, no clasifica como blanco.

Pero la acción afirmativa, tal y como ha conocido hasta hoy, ha sido objeto de critica en los estados Unidos, principalmente, tildándosele de “racismo a la inversa”. Al sugerirse”… que las minorías han disfrutado de tales ventajas sobre los blancos o que, por lo menos, han logrado una paridad proporcionada con sus cantidades en la sociedad “. Aunque los hechos no apoyan esta hipótesis, aun la idea es muy defendida.

Es decir, que al pasar de los años, después de su implantación, junto a la Ley por los Derechos Civiles de 1964, sobre todo con posterioridad a la administración de R. Reagan, la acción afirmativa se diluye dentro de un gran debate, que la va modificando y eliminando paulatinamente. Sobre todo es muy atacada por la propia clase media negra, que la critica fuertemente como algo que demerita a los negros, pues los sitúa continuamente por debajo de los blancos. Por supuesto, tal crítica, proveniente de los propios negros, no toma en cuenta para nada los intereses de la inmensa mayoría de estos, aun pobres, discriminados y con fuertes desventajas dentro de la sociedad norteamericana actual, a pesar de contar hoy con un presidente negro.

Pero, como una resultante del debate, se reconoce ahora, que la acción afirmativa, puede ser enfocada desde una perspectiva diferente.

Lo que más se ataca de ella es la preferencia. Es decir, su modo inicial de aplicación, que consistía en dar preferencias a negros, hispanos y demás minorías, sobre la base de la raza, con el sistema de cuotas. Así apareció, con posterioridad a 1964, el mecanismo de dar preferencia a ciertos grupos, sobre la base de otorgarles cuotas para empleos, ingreso en las universidades etc.

Tal mecanismo, engendra una actitud del que lo aplica, que en la practica hace realidad las desventajas que se le suponen a la población negra y demás minorías .De lo cual se queja la clase media negra, que dice haber conquistado con su esfuerzo los niveles en que hoy se encuentra y que no desea que se les suponga mas por debajo de los blancos .La clase media negra norteamericana, ubicada en su cómodo sitial, no toma para nada en cuenta, en sus formulaciones, que existe una masa mayoritaria de negros que no ha podido salir de la pobreza en el país mas rico de la tierra.

Tal mecanismo, traía como consecuencia de que la raza deviniera en criterio para otorgar ventajas.

Es cierto que no se justifica moralmente que el trato preferencial basado en la raza llegue a institucionalizarse; pero tampoco, es posible dejar de reconocer, que hay personas que debido a su “raza”, padecen ciertas desventajas estructurales heredadas y reproducidas por el sistema capitalista norteamericano, que hay que tratar de ayudar a enmendar.Si es que se desea crear una sociedad equitativa, en la que todos sus miembros marchen hacia delante con igualdad de oportunidades y posibilidades.

Sin embargo, pensamos que la forma de solución del problema no es la cuota. Eso ya fue aplicado, incluso en Cuba, en el entorno de la segunda mitad de los años ochenta y no dio resultado .Luego, parece no ser la preferencia, otorgada de manera directa y sobre la base del color, lo que nos va a solucionar el dilema. Sino otro tipo de acción afirmativa, que sin dejar de reconocer las desventajas, vengan de donde provengan, no eleve estas últimas a criterio de preferencia. Mucho menos, tratándose de la raza.

A este tipo de acción afirmativa se le conoce con el nombre de “Acción Afirmativa de Desarrollo”.

Mientras la “Acción Afirmativa de Preferencia”, que hasta no hace mucho se aplicaba, reconocía la diferencia y la tomaba como parámetro para otorgar la cuota; la Acción Afirmativa de Desarrollo, no elude la necesidad de la acción afirmativa, ni la diferencia, pero tomando a esta ultima entonces para realizar un tipo de política, que trabaja sobre la diferencia en el desempeño para mejorarlo y así ofrecer al objeto de su acción, obrero, estudiante, etc., las capacidades que le permiten ser evaluados por los parámetros comunes para todos los grupos .Se trata de una acción afirmativa, que reduce las desventajas a cero, para después evaluar el desempeño según los parámetros comunes establecidos.

Tal tipo de acción afirmativa, sin dejar de serlo, sobre la base de las necesidades que justifican su existencia, sin embargo, no afecta moralmente, aunque tampoco deja de reconocer la desventaja. Tampoco afecta la curva del progreso científico- técnico, permitiendo llegar con desniveles, así como tampoco discrimina al que no posee las desventajas.

Luego, partiendo de la necesidad de la acción afirmativa, como instrumento que nos permite eliminar las diferencias heredadas y encontrar la equidad, su aplicación puede lograrse si no elevamos las diferencias a la categoría de principio para asignar la ventaja, sino a principio para trabajar por su eliminación, antes de que esta tenga que ser evaluada .Es decir, se trata de ayudar a los que tienen que ser evaluados, para que no lleguen a ese momento con las desventajas a cuestas.

De todos modos, la política social esta obligada al otorgamiento de recursos para trabajar sobre las desventajas; pero con la Acción Afirmativa de Desarrollo, lo estaría haciendo de modo tal que no compromete una expectativa sana, equilibrada y ética de una búsqueda de la equidad.

Pienso que vale la pena analizar si este tipo de acción afirmativa se adapta a las condiciones de Cuba. Tomando en consideración que la experiencia de los llamados Trabajadores Sociales, aporto ideas sobre ella, que hoy se aplican por la labor de solidaridad que Cuba realiza fuera de la Isla.

Partiendo además, de que Cuba no es una excepción entre las naciones que hoy arrastran las lacras del colonialismo. En particular, de aquellos, que sufrieron en carne propia la Esclavitud.

Julio 26 del 2010.

domingo, 22 de agosto de 2010

Corruption Is an Extraordinary Danger' (entrevista completa en idioma inglés)

Patricia Grogg interviews Cuban political scientist ESTEBAN MORALES
Esteban Morales / Credit:Patricia Grogg/IPS
Esteban Morales

Credit:Patricia Grogg/IPS

HAVANA, Aug 16, 2010 (IPS) - "I still view corruption as an extraordinary
danger" to the country, as its "corrosive power" makes it a matter of
"national security," said Esteban Morales, who was expelled from the Cuban
Communist Party (PCC) after publishing an article warning of its pervasive
effects.

Morales has appealed to the PCC, in accordance with his rights under the
statutes of the ruling party, which is the only political party recognised
in Cuba.

"A commission has to analyse the appeal and make a decision. If I am not
satisfied with the decision, I can take the case as far as the party
congress. I will continue to appeal, because I think I have good reasons to
do so," he told IPS in this interview.

Meanwhile he remains "very active" as an academic and researcher, although
he will retire in September from the teaching staff at the Centre for the
Study of the Hemisphere and the United States (CEHSEU) at the University of
Havana, which he helped to found and to which he has devoted a large part
of his professional life.

"I'm retiring at 68. I'll have more time and freedom for my academic work
and research," said Morales, who holds doctorates in science and economics
and is an expert on Cuba-U.S. relations, as well as the author of essays,
books and numerous articles on the equally sensitive subject of racism in
his country.

Q: Since your separation from the PCC was made public, you have preferred
to avoid contact with the press, especially foreign journalists. What made
you change your mind and agree to this interview?

A: I think it is salutary to clear up certain points. Some people have said
I was a privileged person, a security (secret service) agent, and now I
wish to say this: No one will ever unearth any privileges of mine, because
I have none. As for being a security agent, if I were, I would be proud of
it, because in Cuba that is an honour.

My curriculum vitae is what speaks for me. I am a true academic, not an
invented one. I have written dozens of works, not always on straightforward
subjects, as well as doing a lot of teaching, lecturing at conferences and
acting as an academic adviser. If anyone has any doubts, they need only
enter my name into Google.

Others have taken delight in the idea that I might change sides and go over
to the "dissidents." Perhaps the counter-revolution, lacking as they are in
leadership, thought that I could fill that gap for them. But people who
really know me, know that that's impossible, and that I'm a firmly
committed, tenacious revolutionary. Furthermore, I have never had any
pretensions to leadership or sought to be the centre of attention.

Q: Have you never wavered in your political convictions?

A: No, never. Even the sun has its sunspots; different evaluations are
always possible. I may have given room to mistaken interpretations,
although the spirit of the things I have written is clear, and they clearly
come from a revolutionary position.

I was a revolutionary before I was a party activist, and I will continue to
be one. I decided my political stance over 50 years ago, and it was my free
choice. I have never liked to play the lying game.

I am not paralysed by what has happened. I will simply be much more careful
about how I express myself and what I write, but I won't stop doing it. I'm
an intellectual whom the revolution has trained to warn honestly about
things that can damage us, and that is what I have always done. These are
the risks one just has to run.

Q: Doesn't the fact of your punishment, after you publicly expressed your
views on corruption and the risks it poses for the country's political and
social stability, contradict President Raúl Castro himself, who said Aug. 1
that unity "is nurtured and harvested within the broadest possible
socialist democracy and in open discussion of every issue, however
sensitive, with the people"?

A: I believe debate and criticism are being encouraged by Raúl and the
party leadership. But there may be circumstances in which someone at some
level does not quite agree.

I must say that exercising a critical approach is much more complex than
the mere decision to do so. It has to do with the structures, the
personalities and the different understandings people sometimes have of
things. Or perhaps part of what I said could have been said in a different
way. There's a big gap between intentions and the way they are put into
practice.

Q: What do you think is most worrying about corruption?

A: Its corrosive effect from the moral perspective. When morality and
ethics are affected, the prestige of our political system is undermined and
everything goes downhill. That's why I agree with those who say corruption
is a national security problem.

However, it won't be solved just through more inspections and paperwork,
but by being on the alert and creating mechanisms to prevent it, so that
people who handle money and resources are constantly held accountable. Our
country's assets really do belong to the people, it's not just talk.

Q: You are very well known for your work on the United States and its
relations with Cuba, and on racism. What prompted you to write about
corruption, an issue that, according to some government sectors, encourages
campaigns to discredit the country if ventilated in public?

A: I wrote those articles because I believe these are the problems we are
facing now. I have a motto: in the context of what we have lived through
over all these years, I think whoever wants to be a revolutionary has to
wage his own war, fight his own battles and run whatever risks there are.
Otherwise he should just stay home and hide under the bed.

The claim that the enemy will take advantage of an open discussion of
corruption does not immobilise me either, because it isn't the enemy that
is going to solve the problem for us: quite the contrary. I am one of those
who think that sometimes it is healthier for us to recognise our
shortcomings ourselves, than for the enemy to fling them back in our teeth,
or save them up against us, which would be worse.

Q: Who are you referring to when you say "enemy"?

A: We cannot close our eyes to the fact that since the late 1980s, the
focus of U.S. policy towards Cuba has changed. Nowadays, everything that is
happening internally on the island is being observed and monitored by U.S.
politicians and especially by the United States' special services.

It is against this backdrop that I view the problem of corruption, which I
still see as an extraordinary danger. (END)

.

Patricia

CUBA-US
Tourism and 'Cuban Five' Top Agenda
By Patricia Grogg

HAVANA, Aug 17, 2010 (IPS) - Cuba is getting ready to welcome tourists from
the United States, in the event that the ban on travel by U.S. citizens to
this Caribbean island nation is lifted, as well as clamouring more loudly
for a presidential pardon for the five Cuban agents who have spent the last
12 years in U.S. prisons.

Although the state of bilateral relations appears too fragile to support
such a change, rumours have been circulating about contacts taking place
that could lead to the freeing of U.S. government contractor Alan Gross,
jailed and under investigation in Havana, and a ticket home for "The Cuban
Five", as the agents are known.

Gross, a Jewish American, was arrested in Cuba on Dec. 3, 2009 and accused
of espionage for distributing laptops, mobile phones and satellite
equipment for internet connections, for subversive purposes according to
the authorities.

The five Cubans -- Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero,
Fernando González and René González -- are serving lengthy sentences in
different U.S. prisons after being arrested in 1998 and sentenced in 2001.

In 2005, the United Nations Working Group on Arbitrary Detentions declared
that the deprivation of liberty of the five men was arbitrary and urged the
U.S. government to take steps to remedy the situation.

The five were convicted of espionage, although the prosecution failed to
prove that any of them had obtained documents considered secret or
sensitive by the U.S. security services.

In Cuba they are hailed as heroes in the fight against terrorism, because
they had infiltrated and were monitoring anti-Castro Cuban exile groups in
Miami, Florida.

In recent weeks, former president Fidel Castro, apparently recovered from
the serious illness that led to his stepping down from government four
years ago, has raised expectations about the possibility that the Cuban
Five may be freed "by the end of the year." Washington, in turn, is
insisting on Gross's release on humanitarian grounds.

The conflict between Washington and Havana, and the U.S. embargo against
Cuba, have lasted for nearly half a century.

In the view of Arturo López Levy, a Cuban émigré to the United States and a
professor and researcher at the University of Denver, the release of the
Cuban Five will become a more likely possibility to the extent that the two
governments "negotiate constructively" on other strategic issues of mutual
concern.

"If progress is made on matters of greater bilateral interest, which
convinces government agencies in charge of foreign policy that the releases
would be a rational move, it would make no sense to block that progress
just to keep hold of prisoners whose trial was tarnished by dubious
standards of justice and impartiality," López Levy told IPS by e-mail.

Esteban Morales, a Cuban academic expert on Cuba-U.S. relations, said
President Barack Obama has full powers to pardon the Cuban Five.

Morales pointed out that "there was no evidence against them, and as for
the charge that they were not registered as agents in the United States,
they have already served their time for that."

In his view, the Cuban Five represent a clear case of political aggression
against Cuba. "It is a scandal that they should hold these men in prison,
while terrorists and criminals (of Cuban origin) like Luis Posada Carriles
or Orlando Bosch can stroll around the streets of Miami," he said.

Speaking to IPS in Havana, Morales replied laconically "there may be
something in it," when asked about supposed negotiations which the
Archbishop of Havana, Jaime Ortega, may be mediating.

Early this month, Cardinal Ortega visited Washington, where he met with
White House National Security Adviser James Jones and Assistant Secretary
of State for Western Hemisphere Affairs Arturo Valenzuela, feeding rumours
that releases might be announced soon.

Earlier this year, talks between Ortega and authorities led to the
government's announcement that it would release 52 imprisoned dissidents.

But Morales cautioned that there have been no substantial changes in
relations between Washington and Havana since Obama "confirmed he would
maintain the blockade, to which he clings as a vital element of his Cuba
policy."

In his view, Obama has "divided the blockade in two, if that were
possible," and is using it "intelligently, like the two blades of a pair of
scissors against Cuba." According to his analysis, the U.S. president is,
on the one hand, taking measures to facilitate closer relations with Cuban
civil society, and on the other hand, "tightening his fist against the
Cuban government."

"This division pursues subversive goals, it is being used to create
internal pressure, to exploit the economic difficulties of our country,
which are indeed urgent. If Obama has not spent more time on this it is
because he has other pressing priorities, and he does not regard Cuba as a
danger in any way," the expert remarked.

In early August, Tourism Minister Manuel Marrero confirmed plans to build
16 golf courses, as part of a project that would include the sale of houses
to foreigners in those areas. Apparently the government is already prepared
to wager on an end to restrictions on travel by U.S. citizens to Cuba.

"There are hopes that the travel restrictions may be lifted, and we should
be prepared for anything that may happen. We must get ready for tourism on
a mass scale, and that demands higher standards. In any case, this is not
an issue that involves the blockade, but a constitutional right of U.S.
citizens that has been denied," Morales said.

In this respect, Morales has no doubt that pressure in the U.S. Congress
will keep mounting and will lead to the approval of a bill to lift the
travel ban, and to allow more U.S. exports of food to Cuba. In June, the
bill received the support of the House of Representatives Committee on
Agriculture.

"The debate may incline towards lifting the travel ban, to the extent that
it is appreciated that good business can be done with Cuba. In order for
that to happen, our economy must improve, otherwise no capital will enter
the country," Morales said. (END)

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Wednesday, August 18, 2010 12:12 GMT

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IPS Inter Press Service News Agency

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Q&A
'Corruption Is an Extraordinary Danger'
Patricia Grogg interviews Cuban political scientist ESTEBAN MORALES
Esteban Morales / Credit:Patricia Grogg/IPS
Esteban Morales

Credit:Patricia Grogg/IPS

HAVANA, Aug 16, 2010 (IPS) - "I still view corruption as an extraordinary
danger" to the country, as its "corrosive power" makes it a matter of
"national security," said Esteban Morales, who was expelled from the Cuban
Communist Party (PCC) after publishing an article warning of its pervasive
effects.

Morales has appealed to the PCC, in accordance with his rights under the
statutes of the ruling party, which is the only political party recognised
in Cuba.

"A commission has to analyse the appeal and make a decision. If I am not
satisfied with the decision, I can take the case as far as the party
congress. I will continue to appeal, because I think I have good reasons to
do so," he told IPS in this interview.

Meanwhile he remains "very active" as an academic and researcher, although
he will retire in September from the teaching staff at the Centre for the
Study of the Hemisphere and the United States (CEHSEU) at the University of
Havana, which he helped to found and to which he has devoted a large part
of his professional life.

"I'm retiring at 68. I'll have more time and freedom for my academic work
and research," said Morales, who holds doctorates in science and economics
and is an expert on Cuba-U.S. relations, as well as the author of essays,
books and numerous articles on the equally sensitive subject of racism in
his country.

Q: Since your separation from the PCC was made public, you have preferred
to avoid contact with the press, especially foreign journalists. What made
you change your mind and agree to this interview?

A: I think it is salutary to clear up certain points. Some people have said
I was a privileged person, a security (secret service) agent, and now I
wish to say this: No one will ever unearth any privileges of mine, because
I have none. As for being a security agent, if I were, I would be proud of
it, because in Cuba that is an honour.

My curriculum vitae is what speaks for me. I am a true academic, not an
invented one. I have written dozens of works, not always on straightforward
subjects, as well as doing a lot of teaching, lecturing at conferences and
acting as an academic adviser. If anyone has any doubts, they need only
enter my name into Google.

Others have taken delight in the idea that I might change sides and go over
to the "dissidents." Perhaps the counter-revolution, lacking as they are in
leadership, thought that I could fill that gap for them. But people who
really know me, know that that's impossible, and that I'm a firmly
committed, tenacious revolutionary. Furthermore, I have never had any
pretensions to leadership or sought to be the centre of attention.

Q: Have you never wavered in your political convictions?

A: No, never. Even the sun has its sunspots; different evaluations are
always possible. I may have given room to mistaken interpretations,
although the spirit of the things I have written is clear, and they clearly
come from a revolutionary position.

I was a revolutionary before I was a party activist, and I will continue to
be one. I decided my political stance over 50 years ago, and it was my free
choice. I have never liked to play the lying game.

I am not paralysed by what has happened. I will simply be much more careful
about how I express myself and what I write, but I won't stop doing it. I'm
an intellectual whom the revolution has trained to warn honestly about
things that can damage us, and that is what I have always done. These are
the risks one just has to run.

Q: Doesn't the fact of your punishment, after you publicly expressed your
views on corruption and the risks it poses for the country's political and
social stability, contradict President Raúl Castro himself, who said Aug. 1
that unity "is nurtured and harvested within the broadest possible
socialist democracy and in open discussion of every issue, however
sensitive, with the people"?

A: I believe debate and criticism are being encouraged by Raúl and the
party leadership. But there may be circumstances in which someone at some
level does not quite agree.

I must say that exercising a critical approach is much more complex than
the mere decision to do so. It has to do with the structures, the
personalities and the different understandings people sometimes have of
things. Or perhaps part of what I said could have been said in a different
way. There's a big gap between intentions and the way they are put into
practice.

Q: What do you think is most worrying about corruption?

A: Its corrosive effect from the moral perspective. When morality and
ethics are affected, the prestige of our political system is undermined and
everything goes downhill. That's why I agree with those who say corruption
is a national security problem.

However, it won't be solved just through more inspections and paperwork,
but by being on the alert and creating mechanisms to prevent it, so that
people who handle money and resources are constantly held accountable. Our
country's assets really do belong to the people, it's not just talk.

Q: You are very well known for your work on the United States and its
relations with Cuba, and on racism. What prompted you to write about
corruption, an issue that, according to some government sectors, encourages
campaigns to discredit the country if ventilated in public?

A: I wrote those articles because I believe these are the problems we are
facing now. I have a motto: in the context of what we have lived through
over all these years, I think whoever wants to be a revolutionary has to
wage his own war, fight his own battles and run whatever risks there are.
Otherwise he should just stay home and hide under the bed.

The claim that the enemy will take advantage of an open discussion of
corruption does not immobilise me either, because it isn't the enemy that
is going to solve the problem for us: quite the contrary. I am one of those
who think that sometimes it is healthier for us to recognise our
shortcomings ourselves, than for the enemy to fling them back in our teeth,
or save them up against us, which would be worse.

Q: Who are you referring to when you say "enemy"?

A: We cannot close our eyes to the fact that since the late 1980s, the
focus of U.S. policy towards Cuba has changed. Nowadays, everything that is
happening internally on the island is being observed and monitored by U.S.
politicians and especially by the United States' special services.

It is against this backdrop that I view the problem of corruption, which I
still see as an extraordinary danger. (END)



Patricia Grogg
Corresponsal Jefa
IPS - Inter Press Service
Corresponsalía Cuba

Calle 28 No.108 Apto 2 entre 1 y 3
Miramar, Ciudad de La Habana, Cuba
Tel: (537) 206-6813 ext 105
www.cubaalamano.net


Patricia Grogg
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Corresponsalía Cuba

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sábado, 21 de agosto de 2010

CUBA-ESTADOS UNIDOS: Los Cinco y el turismo marcan agenda



Por Patricia Grogg

LA HABANA, 16 ago (IPS) - Cuba se prepara para recibir turismo de Estados
Unidos en caso de que se levante la prohibición a los viajes de
estadounidenses a esta isla caribeña, a la vez que sube el tono de su
demanda de indulto presidencial para los cinco agentes cubanos presos en
ese país desde hace 12 años.

Si bien el estado de las relaciones bilaterales no parece favorecer ese
extremo, cobraron fuerza versiones sobre contactos que podrían desembocar
en la liberación del contratista estadounidense Allan Gross, preso y bajo
investigación en La Habana, y el regreso a casa de "los Cinco", como se
conoce a los agentes cubanos recluidos en Estados Unidos.

Gross, un contratista judío estadounidense, fue arrestado en Cuba el 3 de
diciembre de 2009, acusado de presuntas actividades de espionaje y por
distribuir, según las autoridades con fines subversivos, computadores
portátiles, teléfonos móviles y otro equipamiento técnico.

Los cinco cubanos que cumplen severas penas en distintas prisiones
estadounidenses son Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero,
Fernando González y René González, detenidos en 1998 y juzgados en 2001,
en un proceso que La Habana considera "ilegal y
arbitrario".

Al grupo se lo involucró en delitos relacionados con "espionaje", aunque
la acusación no logró probar que alguno de ellos procurara documentos
secretos o delicados para la seguridad estadounidense. Cuba alega que son
luchadores antiterroristas y los declaró héroes de la patria.

En las últimas semanas, el ex presidente Fidel Castro, recuperado en
apariencia de las graves dolencias que hace cuatro años lo alejaron del
gobierno, alentó expectativas sobre el regreso de los Cinco "antes de fin
de año". A su vez, Washington reclama con insistencia la liberación de
Gross por razones humanitarias.

Washington y La Habana sostienen un conflicto de casi medio siglo, marcado
por el bloqueo económico que Estados Unidos impuso a Cuba en 1962.

Para Arturo López Levy, cubano emigrado a Estados Unidos y profesor e
investigador de la Universidad de Denver, la excarcelación de los Cinco es
una posibilidad que se haría más cercana en la medida en que Washington y
La Habana "negocien constructivamente" otros temas estratégicos de su
agenda bilateral.

"Si hay progresos en intereses más importantes de la relación bilateral,
capaces de convencer de la racionalidad de las liberaciones a las agencias
del gobierno a cargo de la política exterior, no tendría sentido
paralizarlos solo para mantener prisioneros, cuyo juicio tuvo estándares
dudosos de justicia e imparcialidad", dijo López Levy a IPS vía correo
electrónico.

Para Esteban Morales, académico cubano experto en las relaciones entre
este país y Estados Unidos, el presidente Barack Obama tiene todo el poder
para indultar a los Cinco, sobre todo "porque no se les ha demostrado nada
y si fue por no registrarse como agentes en Estados Unidos, la sentencia
por ello ya se cumplió".

En su opinión, se trata de un caso evidente de agresión política hacia
Cuba. "Se ha convertido en una verdadera vergüenza que tengan presos a
esos muchachos, mientras terroristas, criminales (de origen cubano) como
Luis Posada Carriles u Orlando Bosch se pasean por las calles de Miami
(meca del exilio cubano en Estados Unidos)", afirmó.

En declaraciones a IPS en La Habana, Morales respondió con un lacónico
"algo puede haber", sobre unas supuestas negociaciones en las que podría
estar mediando el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega.

A principios de este mes, el cardenal Ortega visitó Washington y se
entrevistó con James Jones, consejero de Seguridad Nacional de la Casa
Blanca, y con Arturo Valenzuela, secretario de Estado adjunto para Asuntos
del Hemisferio Occidental, lo que alimentó esas conjeturas.

Gestiones anteriores de Ortega ante el gobierno cubano desembocaron en la
decisión oficial de excarcelar a medio centenar de
opositores presos.

Pero Morales alertó que en las relaciones entre Washington y La Habana no
ha habido cambio sustancial desde el momento en que Obama "confirmó que
mantendría el bloqueo (que Estados Unidos llama embargo), al cual está
aferrado como elemento vital de su plataforma política hacia Cuba".

En su opinión, Obama ha "dividido en dos el bloqueo, como si ello fuera
posible", y de manera "inteligente" lo usa como "las dos tenazas de una
tijera contra Cuba". Según su tesis, el mandatario adopta de una parte
medidas que buscan facilitar el acercamiento con la sociedad civil cubana
y, por otra, "aprieta la mano contra el gobierno" cubano.

"Esa división persigue objetivos subversivos, se está utilizando como
elemento de presión interna, para aprovechar las dificultades económicas
de nuestro país, que son presionantes (sic). Si Obama no le ha dedicado
más tiempo a esto es porque tiene otras fuertes prioridades y Cuba no
representa para él ningún peligro", opinó el especialista.

A principios de agosto, el ministro de turismo, Manuel Marrero, confirmó
que hay planes para construir 16 campos de golf, en un proyecto que
incluiría la venta de viviendas a extranjeros en esas áreas. Al parecer ya
se está apostando por el cese de las
restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba.

"Existe la esperanza de que eso se resuelva, y cualquier cosa que ocurra
no debe tomarnos desprevenidos. Hay que prepararse para un turismo masivo
y más exigente. Además, ese no es un tema del bloqueo, sino de un derecho
constitucional de los ciudadanos estadounidenses que se ha vulnerado",
consideró Morales.

En este aspecto, Morales no duda de que la presión en el Congreso
legislativo estadounidense siga aumentando y lleve hasta la aprobación de
un proyecto de ley para terminar con esa prohibición, que también
permitiría aumentar las ventas de alimentos estadounidenses a Cuba. En
junio, la iniciativa recibió el aval del Comité de Agricultura de la
Cámara de Representantes.

"El debate puede inclinarse a favor del levantamiento de la prohibición
de viajes en la medida en que se vea que con Cuba se puede hacer buenos
negocios. Para eso, nuestra economía debe mejorar, de lo contrario el
capital no vendrá", comentó el académico. (FIN/IPS/pg/dcl/la na ip fc sl
if/10)

viernes, 13 de agosto de 2010

CUBA: Alerta roja contra la corrupción

Patricia Grogg entrevista al politólogo ESTEBAN MORALES

LA HABANA, ago (IPS) - "Sigo viendo la corrupción como un peligro
extraordinario" para el país, pues su "poder corrosivo" la convierte en un
asunto de "seguridad nacional", enfatizó Esteban Morales, separado de las
filas del Partido Comunista de Cuba (PCC) luego de hacer públicas sus
advertencias.
Morales presentó su apelación ante el PCC, recurso al cual tiene derecho
según los estatutos de ese partido que ejerce el gobierno y es el único
permitido en este país.
"Una comisión debe analizar el asunto y decidir. Si no me satisface la
respuesta, puedo llevar el caso hasta el congreso del partido. Seguiré
apelando porque creo que tengo razones para ello", dijo a IPS.
Mientras tanto, continúa "muy activo" como académico e investigador,
aunque en septiembre dejará de pertenecer a la plantilla del Centro de
Estudios Hemisféricos sobre Estados Unidos, de la Universidad de La
Habana, del cual es fundador y al que dedicó buena parte de su vida
profesional.
"Me jubilaré con 68 años. Tendré más tiempo y mayor libertad para
dedicarme a mis labores académicas y de investigación", añadió este doctor
en ciencias y en economía, experto en las relaciones
cubano-estadounidenses y autor de ensayos, libros y numerosos artículos
sobre el no menos delicado tema del racismo en su país.
IPS: Luego de hacerse pública su separación del PCC, usted prefirió evitar
contactos con la prensa, sobre todo la extranjera acreditada. ¿Qué lo hizo
cambiar esa decisión y acceder a esta entrevista?
ESTEBAN MORALES: Considero saludable aclarar ciertos puntos. Algunas
personas han dicho que fui un privilegiado, un agente de la seguridad
(servicios secretos) y ahora me propongo decir estas cosas. Nunca
encontrarán mis privilegios, no los tengo. En cuanto a la seguridad, si
así lo fuera, no lo tengo a menos, porque eso en Cuba es un honor.
Lo que habla por mí es mi currículo. Soy un académico de verdad, no soy un
inventado, son decenas de trabajos los que he escrito y no siempre de
asuntos sencillos, además de impartir mucha docencia, dictar conferencias
y hacer asesorías académicas. Si alguien aún duda, que ponga mi nombre en
Google (el motor de búsqueda en Internet).
Otros se han afilado los dientes pensando que voy a cambiar de bando, a
pasarme a la "disidencia". Quizás la contrarrevolución, tan falta de
liderazgo, pudo pensar que yo les llenaría ese vacío. Pero quienes me
conocen de verdad, saben que eso es imposible, que soy un revolucionario
inclaudicable. Además, nunca he tenido ínfulas de líder, ni busqué
protagonismo.
IPS: ¿Ni siquiera ha dudado de sus convicciones políticas?
EM: No, nunca. El sol, con ser el sol, tiene sus manchas, puede haber
apreciaciones diferentes. Uno también puede dar lugar a malas
interpretaciones, aunque el espíritu de mis textos está claro y se ve que
fueron escritos desde posturas revolucionarias.
Antes de ser militante del partido, ya era revolucionario y lo seguiré
siendo. Es una militancia política que decidí hace más de 50 años, por mi
propia voluntad. Jamás me ha gustado jugar a los "mentirazos".
Lo sucedido no me paraliza. Simplemente tendré mucho más cuidado al
expresarme y escribir, pero no dejaré de hacerlo, como un intelectual que
la Revolución ha preparado para alertar con honestidad de aquellas cosas
que nos pueden hacer daño. Es lo que he hecho siempre. Son los riesgos que
hay que correr.
IPS: El hecho de que a usted se lo sancione tras expresar públicamente sus
criterios sobre la corrupción y sus riesgos para la estabilidad política y
social del país, ¿no contradice al propio presidente Raúl Castro, quien el
1 de este mes dijo que la unidad "se fomenta y cosecha en la más amplia
democracia socialista y en la discusión abierta de todos los asuntos, por
sensibles que sean, con el pueblo"?
EM: Yo creo que el debate y la crítica son promovidos por Raúl y la
dirección del partido. Pero puede haber circunstancias en que alguien en
algún nivel piense que las cosas no son tan así.
Diría que el proceso de aplicación de la crítica es mucho más complejo que
la mera decisión de ejercerla, tiene que ver con las estructuras, con los
hombres y el modo diferente en que algunos a veces comprendemos las cosas.
O tal vez, de lo que dije, algo pudo ser dicho de otra forma. Hay mucha
distancia entre deseos y práctica concreta.
IPS: ¿Qué es lo que considera más preocupante de la corrupción?
EM: Su poder corrosivo desde el punto de vista moral. Cuando la moral y la
ética se afectan, nuestro sistema político se desprestigia, va abajo todo.
Por eso estoy de acuerdo con quienes dicen que es un problema de seguridad
nacional.
Pero eso no se resuelve sólo a partir de inspecciones o de crear más
papeleos, sino de estar muy vigilantes y creando continuamente mecanismos
para que esas cosas no ocurran. Para que la gente que maneja dinero y
recursos tenga que rendir cuentas continuamente. En nuestro país es una
realidad que los bienes son del pueblo, no es un mero discurso.
IPS: Usted es muy conocido por temas sobre Estados Unidos, las relaciones
de Cuba con ese país y el racismo. ¿Qué lo llevó a escribir sobre la
corrupción, un asunto que, según sectores oficialistas, alimenta "campañas
de desprestigio" contra el país si se ventila públicamente?
EM: Escribí esos artículos porque creo que son los peligros de ahora. Y
tengo un lema: en medio de la situación que hemos vivido estos años, creo
que quien quiera ser revolucionario tiene que tener su propia guerra,
librar sus propias batallas y correr los riesgos que sean. En caso
contrario, que se quede en su casa, bajo la cama.
Eso de que el enemigo va a aprovechar las cosas tampoco me inmoviliza,
porque el enemigo no nos va a resolver el problema, sino al contrario. Soy
de los que piensa que a veces es más saludable que seamos nosotros mismos
quienes reconozcamos nuestras deficiencias a que sea el enemigo quien nos
las lance luego a la cara, o nos las guarde, que es peor.
IPS: ¿Cuándo dice enemigo, a quién se está refiriendo?
EM: Nosotros no podemos obviar que desde fines de los años 80 el foco de
la política de Estados Unidos hacia Cuba cambió. Ahora, todo lo que está
ocurriendo internamente en la isla está siendo observado, monitoreado por
los políticos estadounidenses y en particular por los servicios especiales
de Estados Unidos.
Es en ese contexto que veo el problema de la corrupción, que lo sigo
viendo como un peligro extraordinario.
(FIN/IPS/pg/dm/ip pr fc sl la qa/10)


Patricia Grogg
Corresponsal Jefa
IPS - Inter Press Service
Corresponsalía Cuba

Calle 28 No.108 Apto 2 entre 1 y 3
Miramar, Ciudad de La Habana, Cuba
Tel: (537) 206-6813 ext 105
www.cubaalamano.net

viernes, 30 de julio de 2010

CUBA: CIENCIA Y RACIALIDAD 50 AÑOS DESPUES (III)

ALGO DE LA PRODUCCION EXTERNA SOBRE LA RACIALIDAD EN CUBA.

 Somos muy pocos en Cuba aun, los que nos adentramos en la contemporaneidad del tema racial. Mientras que una   buena  parte de la  producción  fuera de la Isla, sí aborda ampliamente  la actualidad  cubana, de manera directa o con un sentido de búsqueda  critica para abordar esa   actualidad.

  De modo que las investigaciones, ya publicadas,   más amplias,  que se  han hecho sobre la problemática racial dentro de  la sociedad cubana actual, tal y como  ha quedado definida en la introducción de este ensayo,  muy pocas  han sido realizadas   por académicos e intelectuales  cubanos,  que vivan en la Isla.

 Como antecedente temprano,  esta la producción de la  cubana residente en los Estados Unidos, Lourdes Casals,   Race relation in contemporary Cuba, Minority Rigths Group, report No. 7 , 1979, pp. 11-27. Mas tarde, Isabel castellanos y Jorge Castellanos, cubanos residentes en Miami, publicarían la obra en cuatro volúmenes, “Cultura afrocubana “, editorial Universal, USA, 1990-1994.

 Un  intelectual haitiano, residente en Cuba durante  muchos años, René Depestre,  publicaría, Lettre de Cuba, en la Revista Presence Africaine No. 5 pp. 42-105.

 Pero los resultados más recientes han sido los  de Carlos Moore: Fidel  Castro, los negros y África y “Pichón “;   de Jorge de La  Fuente,  su libro: Una nación para todos; de  Mark.Q. Sawyer,  su obra: Racial politics in post-revolutionary  Cuba. Y los libros, que abarcan otros períodos, como los de Rebecca Scott, Aline Helg, así como los trabajos de Ada Ferrer, Laurence Glasco y otros.[1]Algunos de corte histórico, pero todos enfocados hacia un apoyo o  interpretación de la realidad contemporánea del tema.

Tales producciones, por lo general, representan  aportes,  que nosotros en Cuba, si los  hemos producido, al menos,  no los hemos podido dar a conocer, dado  el sentido limitado y tan esporádico de nuestras publicaciones sobre el tema, en cuanto a la actualidad del mismo  se refiere. 

 Casi todos  son autores  con producciones  importantes sobre la realidad cubana actual, en cuyo estudio,  los que vivimos en Cuba, debiéramos alcanzar  cierta  supremacía, porque además,  [2]esos investigadores se nutren,  en medida muy  importante,  de las fuentes bibliográficas y documentales cubanas que se encuentran  en la Isla.

Teniendo  que reconocer, que son muchos mas los esfuerzos investigativos realizados por los académicos cubanos en  Cuba,   que los que han encontrado  el beneficio de su  plasmación   en las publicaciones.[3]

 

Lo  cual no es ninguna ventaja para la intelectualidad cubana actual, que puede  compartir,  como muchos lo hacen,  el tratamiento investigativo  de nuestras realidades con colegas de fuera, pero que no podrían nunca soslayar la necesidad de abordar nuestros  propios temas.

 

En realidad, debiéramos estar en condiciones de no tener que  ceder  a  nadie las investigaciones de temas que son nuestros y  que deberían  ser abordados  por nosotros mismos. No debiéramos permitir que nadie nos cuente nuestra propia historia, o nos explique nuestra realidad. Alguien dijo en una ocasión, que  “quien controla el pasado, domina en el presente “ ,y yo agregaría, “ nos puede diseñar el futuro a nuestras espaldas”.Por  lo que no deben existir zonas  de la  realidad cubana,  sobre  las  cuales   nuestra intelectualidad  no  esté en condiciones de aportar   un  discurso  científico  propio.

 Existen varios centros en los Estados Unidos, que  estudian Cuba y aunque el tema racial nunca había formado parte de sus prioridades, ahora proliferan muchos  grupos interesados en  esta temática. Sobre todo, considerando que  se trata de  un tema para el cual parece  haber  dinero.[4]

 Por su parte,  provenientes principalmente de  Miami,  se publican artículos, por personas prácticamente desconocidas,  más con objetivos políticos  y de la  supervivencia económica  de sus autores, que por aportar  al tema. Artículos hechos más  para tratar  de desacreditar a Cuba, que otra cosa;  de muy baja  factura científica e  intelectual y nada académicos. Por lo que se trata de una producción meramente  propagandística,  que no aporta absolutamente nada al tratamiento del tema racial,  desde ninguna perspectiva, ni para  Cuba ni  para   los Estados Unidos. Prueba de ello es, que ningún académico  de los que tratan el tema  racial seriamente, se refiere  a ellos.[5]

 Como si fuera poco, pero en correspondencia con lo antes expresado, se observa un desequilibrio importante,  casi abismal,  entre la divulgación de esa obra de rescate cultural, artístico  literario y cinematográfico, etc.  y  la aun  limitada atención que ha tenido la divulgación de los trabajos desde las ciencias sociales, referidos a la contemporaneidad del tema racial. Aunque ello ha respondido también a los prejuicios, ya muy lentamente,  en fase de superación, que provoca el tema racial visto desde la  contemporaneidad y al atraso sufrido por el tratamiento del tema, como resultado de su largo período de silencio,  marginación y represión. Resultado de lo cual, no podemos decir  todavía que tengamos un discurso científico  interno y  alternativo sobre el tema, que nos ilustre a nosotros mismos  y   nos preserve de las interpretaciones, mal  intencionadas o no, que puedan llegarnos del propio patio y   del exterior.

 

Algunas consideraciones finales.

 

Al hacer un balance  general  sobre el  tratamiento  del tema racial  durante los últimos cincuenta años,  es posible observar, que sólo recientemente comienza a ser abordado como algo especifico y como un asunto de la sociedad cubana actual, ya que anteriormente, apenas había sido tratado,  y quienes hoy  lo abordamos, aun corremos el riesgo de no ser  comprendidos y de ser acusados de divisionistas  y de racistas, o de ambas cosas a la vez,   por algunas personas, que  podemos hallar  en cualquier nivel  y lugar   de las estructuras  de la sociedad cubana actual.

 No obstante, en los últimos años,  se observa  que el debate sobre el tema racial se amplia, pudiendo apreciarse  también  una  modesta   divulgación del mismo.  

 Pero venimos de muy atrás  en la atención del tema; su  silenciamiento  por casi  cuarenta  años, su  insuficiente  estudio en la actualidad, la desconexión aun presente  entre el estudio del fenómeno  de la esclavitud y sus consecuencias para  la sociedad cubana contemporánea,  el prejuicio de tratarlo a veces  solo como un tema que induce a la división social,  así como la poca atención brindada a la variable  color de la piel ,  como una variable de diferenciación social  en la Cuba actual, han  producido un atraso en el abordaje del tema, tanto metodológico como teórico y político,   que sólo en los últimos  años comienza a ser superado, aunque  todavía  muy lentamente.[6]

 Sobre todo,  la ausencia de un debate académico  y político  articulado, la casi  ausente  conexión del tema con la prensa y la producción bibliográfica, han generado   un fenómeno de  disfuncionalidad  cultural,   que  resulta  vital  solucionar,  para  lograr  la dinámica ascendente  de la sociedad cubana actual,  hacia la búsqueda de una cultura  general e integral,  la más amplia justicia social y la verdadera democracia. La ciencia tiene que encontrar  modelos de análisis  y estamos muy lejos aun de haberlos  logrado en el tratamiento científico  del tema racial, proyectado hacia la contemporaneidad.

 Un elemento sustantivo e ineludible en el análisis de la problemática racial cubana, resulta ser  la necesidad del estudio a fondo de las peculiaridades de la colonización,   la esclavitud en Cuba  y sus consecuencias. Mucho se ha avanzado en este aspecto, pero aun lo articulamos poco con las características con que se presenta el fenómeno de la racialidad en la Cuba contemporánea.[7]Por lo  general tales estudios se quedan en el siglo XIX, o avanzan aun muy poco dentro del siglo XX.

 Después de  que Arango y Parreño primero y  José A. Saco después,   no  lograron   que se  excluyera  al negro  de la sociedad cubana , ni tampoco  pudieron   hacerlo desaparecer,  sometiendo a la población a un proceso de blanqueamiento, o devolviéndolos a África,  la dificultad mayor que se le presenta  al negro y al no blanco en general hoy,   es  la de cómo vivir dentro de una sociedad que ha generado durante siglos,  la  cultura y los mecanismos  de su exclusión.

Es que el componente racista que subyace en nuestra cultura, no responde sólo a mecanismos generados desde  la esclavitud, sino también a los producidos  por una mentalidad criolla blanca, racista, que siguió viendo en el negro un ser inferior aunque  éste dejase de ser esclavo. Mentalidad que se ha trasladado de generación en generación.

 Esto quiere decir, por ejemplo, que al  “negro blanqueado”   por el título comprado para

él  por su padre, se   le permitía vestir de frac, usar botines, camisa blanca de cuello, corbata, bombín y leontina. Pero,  si por esas  casualidades  de la vida, un día se quedaba desnudo, pasaba a ser un negro más, e incluso, mientras se arreglaba la confusión,  podía hasta  ser  llevado  al cepo. Es que en  toda América y en Cuba  en particular, la esclavitud tomó color, y  frente a esa realidad,  no hay mimetismo posible.[8]

Es que el racismo es un sistema, y como tal opera. Si sólo eliminamos una pieza, las demás se ajustan para cumplir la función de la pieza que falta.  Se trata de un mecanismo regenerable. Esto quiere decir, que para que el no blanco o el negro no sean  discriminados, hay que operar con todas las palancas del sistema.

Hay que operar con la conciencia de la identidad racial y con la educación. Es que la discriminación racial que se  ejerce, lleva implícito el mecanismo, de una conciencia arraigada en las elites dominantes, de que  puede ser utilizada como un instrumento de poder. Por lo  cual, los estereotipos raciales negativos pueden seguir alimentándose dentro de un contexto social de más altos niveles de educación y de cultura. Por lo cual  sólo con la educación no basta, porque podemos estar generando” racistas cultos”, que serian peores.

 Por eso en la república, que era más desarrollada, educacional y culturalmente,  que la colonia, los estereotipos raciales negativos,  los prejuicios raciales, la discriminación racial y el racismo, no cedieron espacio. Es que estos  últimos no provienen simplemente de la ignorancia, ni de la incultura, sino de un contexto social en el que la discriminación racial y todos sus atributos complementarios, son utilizados como instrumentos de dominación y control social, de elitismo y de explotación,  contra personas a las que siempre se les mantiene en un plano de desventaja económica, política, social y cultural. Porque detrás de todo ello   están siempre  también los intereses de clase.[9]

 Por eso la educación es clave para terminar con el racismo, pero no suficiente,  pues hace falta educar también en la dirección de dotar a todos de una conciencia  de que el problema racial existe. Es decir, hay que prodigar una  educación antirracista y  antidiscriminatoria.

Hemos avanzado, se va abriendo paso  lentamente  un debate, se trabaja fuertemente. Pero hasta que el problema no sea un asunto y una preocupación de toda la sociedad cubana y debatido por toda ella,  no lo vamos a resolver.[10] Porque el racismo en la Cuba actual,  no es un problema de colores, ni de grupos, sino de toda la sociedad cubana. Una disfuncionalidad de la sociedad cubana que tiene que ser combatida con todas las fuerzas para hacerla desaparecer. Lo cual puede ser una tarea en extremo  larga aun, pero lo mas importante es que enrumbemos por ese camino.

 Sin dudas, la existencia de una comisión,  organizada por las mas alta dirección  del Partido Comunista de Cuba , bajo la conducción  de la Biblioteca Nacional de Cuba,  llamada Grupo de Reflexión Sobre la Racialidad  en Cuba”,  conjuntamente con la Comisión de Racialidad, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), harán posible avanzar por el camino de las soluciones.

 

 

 

 [1] Varios  trabajo de los autores mencionados aparecen en Historia Social No.22, Valencia, España, 1995. También en América Negra , Revista de la Pontificia Universdad  Javeriana, Colombia,. No. 15, diciembre  de  1998.En el caso de Rebecca Scott, se trata de su libro: La Emancipación de los esclavos  en Cuba. La transición al trabajo libre 1860-1899, y de Aline Helg: Lo que nos corresponde en la lucha de los negros y mulatos por la igualdad en Cuba 1866-1912.”Dentro de las obras mencionadas, se destacan por  su  sentido negativamente crítico los libros de Carlos Moore, plagados de generalizaciones a partir de sus experiencias personales, como lo es su  mas reciente obra Pichón,  con una fuerte tonalidad de racismo en sus aseveraciones y llenos de criticas contra el gobierno cubano.

, [2] Ejemplo típico lo constituye  la producción investigativa del Instituto de Antropología del CITMA, que una parte sustancial de ella  espera por ser publicada.

[3] No existe hoy en Cuba una presencia sobre el tema racial en la prensa, como si existio durante los años 20 y 30.

[4] Los centros que de manera clásica han estudiado Cuba,  como El Programa Cuba de la Jhon Hopkin University, el Centro de Estudios Cubanos de la Universidad de La Florida, etc, nunca se interesaron por el tema racial.  Entonces este ha pasado a ser atendido por algunos grupos interesados en captar el dinero de la USIA y de la propaganda contra Cuba.

[5] Esos son los casos de  de algunos artículos aparecidos recientemente, haciendo oportunismo a partir de la elección de Barack Obama como presidente.

[6] Aun el tema pernocta en ambientes enclaustrados y entre personas, a veces muy pocas instituciones,  interesadas en el mismo. No existe un debate publico sobre el tema racial en la Cuba de hoy. Muchos además lo ignoran, o no desean escuchar nada al respecto,  o lo  atacan  cínicamente como algo que nos viene de fuera. Un intelectual nuestro, del cual me reservo el nombre, llego ha decir, que ese era un tema que lo habían traído de Estados Unidos, los negros que viajaban a ese país, para fastidiar con el internamente en Cuba.

[7] Uno de los peligros,  que  apenas hemos comenzado a superar, es el de que alguien desde fuera, apoyándose en nuestro poco vuelo aun en el tratamiento del tema racial en la contemporaneidad, trate de imponernos parámetros y principios teóricos y metodológicos para abordarlo.  Paradójicamente tal peligro no viene de nuestros enemigos, sino de una parte de la intelectualidad norteamericana que es  aliada de nuestra causa.

[8] Ver nuestro ensayo, Cuba: color de la piel, nación, identidad y cultura.¿ Un desafío contemporáneo?. Publicado en el Libro V del Concurso Internacional” Pensar a  Contracorriente “ o  en el Portal Cubarte.

[9] Para ampliar al respecto ver del Autor:  Cuba Socialista No. 46, pp. 43-45

[10] Una vision mas completa de como vemos los asuntos a soluconar, pueden verse del Autor, “Desafios de la Problematica racia en Cuba”.Revista Temas No. 56.

martes, 27 de julio de 2010

CUBA: CIENCIA Y RACIALIDAD 50 AÑOS DESPUES (II)

ALGUNAS PRODUCIONES POSTERIORES A 1959.

Algunas producciones importantes vieron la luz durante primeros años, como las de José Luciano Franco “Biografía de Antonio Maceo”, “ Afro América “( 1961), La Conspiración de Aponte ( 1963 ), Plácido ( 1964 ), La presencia negra en el nuevo mundo ( 1968 ), Esclavitud, Comercio y Trafico negrero ( 1972 ), Los palenques de los Negros Cimarrones ( 1973) , La Diáspora Africana en el Nuevo Mundo ( 1975 ) Comercio Clandestino de Esclavos ( 1980 ) y Ensayos sobre el Caribe ( 1989 ).

A mediados de los años sesenta, saldría publicado el Primer Tomo de la obra de Manuel Moreno Fraginals,” El Ingenio”, que resultó un ineludible punto de referencia, desde entonces, para el tratamiento del tema de la esclavitud. La edición definitiva, saldría en tres volúmenes, que se completarían en 1978.

También la obra de Pedro Deschamp Chapeaux, que obtuvo el Premio UNEAC de Ensayo en 1970, con El Negro en la Economía Cubana del Siglo XIX ; otras fueron, La protesta de los Negros Lucumíes ( 1966) , Los Batallones de Pardos y Morenos ( 1976 ) Los Cimarrones Urbanos ( 1983). Una obra temprana de este historiador sería: “El Negro en el Periodismo Cubano del Siglo XIX” (1963).

Otro extraordinario investigador, Juan Pérez de La Riva, aportaría resultados singulares, tales como, Contribución a la Historia de la gente sin historia (1974), El Barracón y Otros Ensayos (1975) y ¿Cuántos Africanos fueron traídos a Cuba ( 1976 ).
Está la obra de Julio Carreras, Esclavitud, abolición y racismo (1989). También de este mismo autor es: Los recursos humanos en Cuba al comenzar el siglo: inmigración, economía y nacionalidad 1889-1906” publicada en el Anuario No. 1 de Estudios Cubanos, La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1975. Mención especial amerita la obra de nuestro poeta nacional Nicolás Guillén, dentro de la poesía, pero también de múltiples ensayos y artículos periodísticos sobre el tema racial.

Durante todo ese período, trabajaba en la Biblioteca Nacional, Walterio Carbonell, revolucionario muy ligado a las luchas estudiantiles contra la dictadura. Pero Walterio investigaba en el contexto de una situación en que no se publicaba nada que enfocara los problemas relativos a la existencia de la discriminación racial en Cuba. Por lo que sólo en el 2005, vio la luz la segunda edición de su obra, “Como surgió la cultura cubana”, en la Colección Escribanía de la Biblioteca nacional José Martí. Obra de gran importancia para el debate que se abre en estos años.

Todos los trabajos mencionados más arriba, son aportes fundamentales a la historiografía cubana, que de un modo u otro guardan una relación sustancial con la problemática racial cubana contemporánea. Sin embargo, como ya expresé con anterioridad, muy pocos de ellos, abordan el tema de la esclavitud, en su continuidad, como consecuencias visibles en la sociedad cubana actual, en los problemas del racismo presente.


PRODUCCION DE LOS AÑOS OCHENTA HASTA LA ACTUALIDAD.

Desde 1980, por su parte, hasta la fecha, varias aportes historiográficos son dignos de hacerse notar: Componentes africanos del etno cubano de Rafael L. López Valdés (1985); Esclavitud y sociedad :Notas y documentos para la historia de la esclavitud negra en Cuba, de Eduardo Torres Cuevas y Eusebio Reyes (1986); Los que volvieron a África de Rodolfo Sarracino (1988); Burguesía esclavista y abolición, de Maria del Carmen Barcia ( Premio Casa en el 2004, con la continuidad de este libro); Los cimarrones en Cuba (1988) y Los palenques en Oriente, de Gabino de La Rosa (1991), El negro en Cuba: 1902- 1958: apuntes para la historia de la lucha contra la discriminación racial en Cuba, de Tomás Fernández Robaina (1990) ; La esclavitud desde la esclavitud, de Gloria García ( 2003 ); Yoruba. Un acercamiento a las raíces (1993 ) y De la africanía en Cuba ( 2007),de Rigoberto Feraudy.

También son dignos de mencionar: Componentes étnicos de la nación cubana, de Jesús Guanche (1996) y Etnicidad y racialidad en la Cuba actual (1998), Tras las huellas de las civilizaciones negras en América de Argeliers León (2001), Entre esclavos libres de la Cuba colonial, de Olga Portuondo Zúñiga (2003), La Masacre de los Independientes de Color, de Silvio Castro ( 2002), El arte para mí fue un reto, de Elvira Cervera (2004), La familia y las ciencias sociales, de Ana Vera (compilación), (2003), La familia cubana, de Maria E. Benítez (2003), La conquista del espacio cubano de Juan Pérez de La Riva (2004); Espacios, silencios y los sentidos de la libertad, Cuba entre 1878 y 1912, de Fernando Martínez, Rebecca Scott y Orlando F. García (2002), El negro y su representación social , de Sandra Morales Fundora (2001), Radiografía del Ejercito Libertador, de Francisco Pérez Guzmán (2005).

A Pie de obra, de Tato Quiñones (1990); Nación y mestizaje en Guillén, de Nancy Morejón (1982); Los remanentes de las lenguas bantúes en Cuba, de Gema Valdés Acosta (2002); Transculturación y africanía, de Jesús Guanche (2002); Retorno a las Raíces, de Isaac Barreal (2001); Cazadores de esclavos, de Gabino La Rosa y Mirtha T, González (2004); Los Ganga en Cuba, de Alessandra Basso Ortiz (2005); Rodando el coco, de Lázara Menéndez (2005); Conspiraciones y Revueltas, de Gloria Garcia (2003); Nacionalidad e historia, de Rafael Duharte Jiménez (1991); Esclavitud, familia y parroquia en Cuba, de Aisnara Perea Diaz y Maria de los Ángeles Meriño Fuentes (2006).
Finalmente mencionamos una obra de gran importancia referencial como lo es: “Cuba y sus pueblos: censos y mapas de los siglos XVIII y XIX”, de Carlos Venegas Fornias (2002), “Desafíos de la problemática racial en Cuba”, de Esteban Morales (2007);
“Cuba: personalidades en el debate racial”, de Tomás Fernández Robaina (2008); “De dónde son los cubanos” (2006), de Graciela Chailloux ( Redactora y coordinadora principal)) ; las entrevistas realizadas durante los años 1990 a 2002 a, Pedro Serviat, Eliseo Altunaga, Ignacio Ramonet, Enrique Sosa, Carlos Rafael Rodríguez, Francisco Pissani, Eusebio Leal, Regina Duarte, Eduardo Subirats, Nizia Aguero, Pedro Deschamp Chapeaux, por Gisela Arandia( inéditas ).

Además de las obras anteriores, existen otras, que aunque no tratando la temática racial como tal, al abordar el problema de las desigualdades sociales aportan fuertemente al tratamiento de la temática. Entre ellas se encuentran la obra de Mayra Espina “Politicas de Atención a la Pobreza y la Desigualdad” CIPS ); “Efectos Sociales del reajuste económico: desigualdad y procesos de complejización de la sociedad cubana”, de Luisa Iñiguez. De Mariana Ravenet; “Territorio y Espacio en las desigualdades sociales de la provincia ciudad de La Habana; de Osvaldo Martínez, “Investigación sobre desarrollo humano y equidad en Cuba 1999”; de José L. Rodríguez y George Carriazo, “La erradicación de la pobreza en Cuba”; de Pablo Rodríguez, “¿Pobreza, Marginalidad o exclusión?”; de Togores Viviana, “Cuba: efectos sociales de la crisis y el ajuste económico de los 90”; de Maria del Carmen Zabala, “ Familia y pobreza en Cuba”;de Angela Ferriol; “ Acercamiento al estudio de la Pobreza en Cuba, Ingresos y Desigualdad en la Sociedad Cubana” y “Reforma Económica y Población en Condiciones de Riesgo en Ciudad de La Habana”, para solo mencionar algunas.

Solicito disculpas si no menciono algunas contribuciones, pero haciendo honor a los que quizás no aparezcan en esta lista, hay que decir que es aplastante la cantidad de obras y libros dedicados al estudio de la esclavitud, la pobreza, la desigualdad, la marginalidad y sus características, así como a la formación de nuestra nacionalidad o a temas que en general, se encuentran en el entorno de los estudios sobre la racialidad en Cuba. Aunque de todos modos, son muy pocas aun las obras que abordan los problemas de la racialidad, desde la perspectiva de la supervivencia del racismo y la discriminación racial dentro de la Cuba actual.

Comentario al margen amerita la obra de Elvira Cervera, por las extraordinarias vivencias que nos relata; así como las dedicadas a la familia, en las que lamentablemente las familias negras y mestizas están ausentes. Me pregunto, ¿Se puede hablar de la familia cubana sin tomar en consideración el color de la piel?

Las obras aquí referidas, salvo excepciones o aspectos muy puntuales, no abordan como se requiere, el tema racial y solo aparece de manera indirecta e implícita, aunque se trata de una producción de gran importancia y resulta un antecedente obligado y una herramienta de gran utilidad.

Se trata además de obras logradas por los mismos especialistas cuya magnifica formación científica, nos podrían acompañar en el tratamiento investigativo directo contemporáneo de la racialidad. Pero no pocos prefieren soslayar el tema antes de correr el riesgo que aun significaría abordarlo. Otros, no consideran que valga la pena hablar del tema racial.

No estaríamos cometiendo ningún error, si afirmamos que el contexto en que muchas de estas obras fueron concebidas, signado por la imposibilidad de poder hablar de un problema que oficialmente había sido considerado como resuelto, sin dudas limitó mucho el alcance de lo que se plasmaba como resultado de las investigaciones realizadas.

La cuestión era muy seria, el contexto social y político, producía un ambiente de verdadera represión moral y política, para los que hablaran del racismo y la discriminación racial, como fenómenos presentes en la sociedad cubana contemporánea.

Tanto en cuanto al tratamiento del tema racial, como de los estudios colaterales que enriquecen su investigación , se destacan instituciones y personalidades como las siguientes:

En el Instituto de Antropología del CITMA; los investigadores Pablo Rodríguez, Rodrigo Espina, Ana Julia García (ésta última, ya fallecida), que junto a otros colaboradores, generan una producción científica extensa, que aun espera para ser publicada. Por lo que resultan esfuerzos investigativos encomiables, pero sin oportunidad de ser divulgados. Rodríguez y Espina, logran publicar, en revistas como Tema y Catauro, a modo de artículos, algunos de sus resultados investigativos más importantes acerca de la racialidad cubana. Investigaciones relativas al prejuicio racial, la discriminación laboral, la política de cuadros, y otras, forman parte del quehacer de este Instituto. Su propuestas arrojan luz sobre las características del tema en la sociedad cubana actual, pero apenas están al alcance de otros investigadores o de la lectura de interesados. Personalmente, en mi libro “Desafíos de la Problemática Racial en Cuba, he utilizado muchos de esos resultados.

En el Instituto de Historia de Cuba, no es posible dejar de mencionar a Ohilda Hevia Lanier con su obra: El Directorio Central de las Sociedades Negras en Cuba: 1886-1894, publicada por la Editorial Ciencias Sociales en 1996. Ohilda también tiene artículos publicados en la Revista de Ciencias Sociales y otras, siendo considerada como una especialista de estos temas. También Olga García, quien ha dedicado mucho tiempo a los estudios sobre la esclavitud, con una obra reciente publicada por Ciencias Sociales “La esclavitud desde la esclavitud”.Considerada también una especialista sobre estos tema.

En la Universidad de La Habana, sobresale la doctora Lazara Menéndez, con su excelente investigación: “Rodando el Coco” (Premio de Investigación ), otros artículos e investigaciones, destacándose con sus esfuerzos docentes, que casi se circunscriben, dentro de la Universidad, a la facultad de Artes y Letras. Como para poner claramente de manifiesto la desconexión existente entre la formación científica y la formación humanística. Ya no sólo los economistas, ni los sociólogos, ni siquiera los historiadores reciben estos conocimientos que tanto les ayudarían a entender mejor la historia de Cuba. No es posible dejar de mencionar sus monografías sobre Cultura Cubana, en los originalmente denominados Cuadernos H.

En FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) desarrolla su labor la profesora- investigadora Maria del Carmen Zabala, quien después de saltar múltiples obstáculos, defendió su doctorado con el terma: “Aproximación al estudio de la relación entre familia y pobreza, en 1999”. Siendo hasta ahora, la única persona que ha logrado doctorarse con un tema de racialidad en la Universidad de La habana. .

A su vez, dentro de la inmensa mayoría de las instituciones de La Universidad de La Habana, como en el resto de los Centros de la Educación Superior, el tema racial está ausente de los currículos y de los planes de estudio, y apenas ocupa espacio dentro de la actividad científico investigativa.

En el centro de Estudios Demográficos-CEDEM- de la Universidad de La Habana, sobresalen como especialistas del tema racial, los profesores Sonia Catasús, Carlos Albizu y Eduardo R. San Marful, con sus investigaciones sobre Dinámica demográfica de la población por el color de la piel; investigaciones sobre Mortalidad y fertilidad etc. Realizando un trabajo muy ligado a la ONE (Oficina Nacional de Estadísticas) para mejorar los instrumentos estadístico-demográficos.
Por ultimo, en estas consideraciones sobre el ámbito universitario en que se desenvuelve el tema racial, en la Facultad de Filosofía e Historia, no es posible dejar de mencionar la labor docente e investigativa de dos profesoras, las Dras. Digna Castañeda y Maria del Carmen Maseda. La primera con una extensa obra docente investigativa en el campo de los Estudios del Caribe y la segunda en los estudios sobre África. La labor de ambas profesoras ha servido de sostén al tema, durante mas de 40 años

Ninguna otra de las Instituciones de las Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de La Habana le presta atención al tema racial. El resto de las universidades del país, se encuentran en peor situación al respecto. Existiendo, en general, dentro de la Educación Superior y sus instituciones docentes y de investigación en todo el país, múltiples prejuicios que no permiten otorgarle al tema el rango y atencion que debiera tener dentro de la investigación social universitaria en Cuba. Junto a todo ello, es solo muy reciente que el tema de la racialidad aparece en los Proyectos de Investigación del CITMA, de manera individual y jerarquizada, independizándosele de los temas de género y desigualdades sociales. En tal situación, se explica porque el tema, salvo en algunos escasos lugares de nuestro mundo académico, no ha tenido nunca la jerarquía que merece, dentro de una sociedad que jamás habría podido soslayarlo y no atenderlo como lo ha hecho, por tan largo tiempo.

Las publicaciones periódicas principales que se destacan por dedicar espacio al tema racial en Cuba son: Catauro, Temas, Caminos, Biblioteca Nacional, Santiago, Estudios del Caribe y el Semanario La Jiribilla. Esta última, junto al Portal Cubarte, muy activa en la divulgación del tema en los años recientes. Siendo en las publicaciones electrónicas donde mas espacio han ocupado artículos sobre el tema. Existen revistas como Universidad de La Habana, Ciencias Sociales, Casa de las Américas y otras que apenas han publicado un articulo (ejemplo Universidad de La habana, de este autor) y otras que nunca lo han abordado.
El tema por lo general ha estado ausente de la prensa periódica y de las revistas periodísticas, como por ejemplo Bohemia, que casi nunca lo ha tratado. El periódico Granma, que solo dedico espacio a rememorar los discursos del compañero Fidel en marzo de 1959, en que aborda el tema ampliamente.

La Revista Alma Mater por su parte, recientemente publicó sobre el tema, el trabajo de un grupo de Estudiantes de la Facultad de Periodismo y realizo una entrevista.
.Junto a ello, la Revista Cuba Socialista, también inauguró el tema, en su nueva generación, con un articulo.

La Revista Santiago y Estudios del Caribe, donde sobresale Joel James (ya fallecido) con sus excelentes ensayos históricos. Destacándose este centro por una consecuente labor investigativa y cultural, dirigida a fortalecer la presencia cubana en el Caribe y del Caribe en Cuba. Se destacan también, Olga Zúñiga, Rafael Duharte y Olga Portuondo, con importantes aportes `principalmente al estudio de la esclavitud.

Se agregan múltiples estudios culturales y literarios en el Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas, donde sobresalen la profesora Yolanda Wood y la Premio Nacional de Literatura, Nancy Morejón. Con una encomiable labor y de promoción del tema desde la perspectiva cultural

El Centro de Estudios de la Cultura Cubana Juan Marinello, del cual hemos mencionado aquí algunos de sus trabajos y que despliega una encomiable labor de investigación y publicación sobre temas que enriquecen la cultura nacional, acerca de lo cual nos es muy grato mencionar, Catauro de seres míticos y legendarios en Cuba, de Manuel Rivero Glean y Gerardo Chávez Spinola (2005). Obra esta última de gran valor cultural y práctico, para agregar un ejemplo más, investigaciones como la de Carmen V. Montejo Arrechea( lamentablemente fallecida ): Sociedades negras en Cuba 1878-1960, excelente investigación de obligada consulta para quienes pretendan trabajar el tema. También debemos mencionar la obra del joven investigador Pedro Cubas, con su Estudios sobre Ideales de una Raza

No hemos pretendido recoger todas las obras publicadas por los autores mencionados, sino solo algunas de las más representativas y fundamentalmente bajo la forma de libros.

Dentro de las Fundaciones, se destaca la Fundación Fernando Ortiz, que está dedicada a los estudios antropológicos, culturales, sociológicos y etnológicos, resultando, como fundación, la que más cerca se desenvuelve del tratamiento de la temática racial en la sociedad cubana actual. Publicando continuamente en su excelente revista Catauro, estudios sobre la racialidad contemporánea y promoviendo libros y artículos que ayuden a comprenderla, tales como: Retorno a las raíces de Isaac Barreal, Capas populares y modernidad, de Carmen Barcia y otros. Fue la Fundación Ortíz, la promotora del primer libro que aborda la problemática racial cubana en la contemporaneidad, desde 1960, titulado:” Desafíos de la problemática racial en Cuba”, del autor de este ensayo.

Muy vinculada a la Casa de África, trabajó la excelente investigadora, ya fallecida, Leyda Oquendo, promoviendo actividades, publicando y participando en el trabajo de investigación sobre cimarronaje.

El reconocido historiador Oscar Zanetti, en su libro reciente dice “...el problema racial , y en particular, la condición social del negro a lo largo de la historia cubana es un tema al que no faltan cultivadores en estas décadas, pero se pone el acento en el lado antropológico del asunto, de lo cual resultan buenos ejemplos las obras de Enrique Sosa y Rafael López Valdés “. Se podrían mencionar muchas más, pero para ejemplificar es suficiente.

Idea que comparto en su totalidad. Entre los que no abordan la contemporaneidad del tema racial, solo lo abordan con un acento antropológico, o se quedan en el siglo XIX, es muy poco lo que se ha producido aun que aborde el tema como un problema de la sociedad cubana de los días que corren.


(1)Ejemplo de ello son, para mencionar solo algunos, Nación y Mestizaje, en casa de las Américas, No. 6, mayo agosto de 1966 y Racismo y Revolución en Granma, 18 de diciembre de 1966.
(2)A Walterio Carbonell, con la intención de publicar sus investigaciones, le tocó vivir la fatídica época, en que hablar de un problema como presente, que se le había dado como resuelto, se hacia imposible. Como antecedente de su libro, Walterio había publicado en 1961, Critica. Cómo surgió la Cultura Nacional, La Habana, Editorial Yaka, 1961.
(3)En 1986, nos sorprende con su obra, Pedro Serviat” El problema negro en Cuba y su solución definitiva”, que resulto ser un verdadero despliegue de optimismo.
(4)Tomás Fernández Robaina se destaca además, por un extenso trabajo bibliográfico en la Biblioteca Nacional, los cuales han resultado de gran apoyo en el estudio del tema racial en Cuba, el más importante de ellos, su “Bibliografía de temas afrocubanos”, Editado por la Biblioteca Nacional , La Habana, 1985.
Recientemente publico Cuba: personalidades en el debate racial, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2007.
(5)Estas entrevistas realizadas por Gisela Arandia, son de un valor extraordinario, para tener muy valiosas opiniones sobre el tema, de un grupo de personalidades de la cultura, de las cuales incluso algunas ya han fallecido.
(6)Muchos trabajos, libros e investigaciones realizados, de los cuales hemos mencionado solo algunos, aunque no tratan de manera directa el tema racial, son de consulta obligada para tratar el tema. Se destacan en esta labor, el INIE, La Oficina Nacional de Estadísticas, el Centro de Antropología, El CIPS y el CEDEM, este ultimo de la Universidad de La habana.
(7)En nuestra producción intelectual del campo de las ciencias sociales, existe la tendencia a trabajar con la población como si esta fuera homogénea. Sólo se atiende al género, edades y otros atributos, o variables que no toman para nada en consideración que nuestra población está integrada por blancos, mestizos y negros; no siendo ello un simple problema de más o menos melanina en la piel, o de simples matices y rasgos hereditarios, sino de siglos de historia que subyacen tras el color de la piel de las personas; por lo que cuando no tomamos en consideración el color, nuestras conclusiones quedan sesgadas y echamos por la borda, siglos de historia.. De qué nación podemos estar hablando, al no considerar el color de la piel, si la nación es, en primer lugar, el pueblo que la compone. Ver del autor, Cuba: estadísticas y color. La Jiribilla, febrero del 2009.
(8)Para ampliar sobre esto, ver: de Esteban Morales: Desafíos de la problemática racial en Cuba, Fundación Fernando Ortiz, ENPES, La Habana, noviembre del 2007.Donde es posible observar lo útil que fueron a su autor estas investigaciones y otras como las del INIES, el CIPS, etc.
(9)Ver artículos de estos autores en Revista Temas No. 45 y Catauro. Muy vinculada a la producción de estos autores, no es posible dejar de mencionar a Daniela Hernández con su ensayo: Raza y prejuicio racial en Santa Clara: un reporte de investigación, publicado en la revista América Negra, No.15 de diciembre de 1998, pp. 75-86.
(10)Por cierto, como producto de una situación recientemente ya superada, en Cuba durante mucho tiempo los científicos sociales producían investigaciones que se quedaba engavetadas, como si fuera privilegio sólo de algunos conocer nuestra propia realidad. Resultado de ello, existen cientos de investigaciones, que nunca han sido publicadas. Por lo que casi ante cualquier nueva investigación, lo primero que hay que hacer es sacar de las gavetas aquellas que ya se realizaron. Porque durante muchos años el interés era solo nutrir a la política, como si las ciencias sociales y humanísticas solo trabajaran para ella. Resultando este fenómeno especialmente critico para el caso del tema racial.
Como parte de ese equipo del Centro de Antropología, también laboró, Juan A. Alvarado, con dos resultados publicados: Relaciones raciales en Cuba: notas de investigación, Revista Temas No.7, pp.34-43 y Estereotipos y prejuicios raciales en tres barrios habaneros, Revista América Negra, diciembre 15 de 1988, pp. 89-115.
(11)Zabala también ha publicado en : Pobreza y exclusión social y Discriminación étnico-racial en América Latina y el Caribe, Editores Siglo del Hombre, FLACSO, 2008.
(12)Al mencionar esta labor en el campo de los Estudios Africanos seria un error imperdonable, dejar de considerar la obra del eminente profesor, ya lamentablemente fallecido, Armando Entralgo,.fundador de los Estudios sobre África en la Universidad de La Habana, formador de las generaciones de profesores que se han dedicado a estos temas. De no ser por el profesor Entralgo, los estudios africanos y sobre Medio Oriente, prácticamente estarían ausentes de nuestros planes de estudio,
(13)Ver: Revista Alma Mater , No. 468, octubre del 2008, p. 3 y p. 9.
(14)Ver del autor de este ensayo en: Revista Universidad de La Habana No. 263-264 y la Revista Cuba Socialista No. 46.El autor ha publicado 12 artículos además del libro, con los cuales esta preparando un segundo libro sobre el tema. Acompañado por Miguel Limia, Samuel Fure y Carlos Albizu.
(15)Duharte, en particular, lograría articular sus estudios de la esclavitud con el tema racial, cuando escribió: El fantasma de la esclavitud: prejuicios raciales en Cuba y América Latina”, Bonn Rugenstein, 1997.
(16)Destacamos sus publicaciones: Reflexiones para un discurso de género sobre la historia de la esclavitud femenina en América y José Martí. Apuntes sobre el antirracismo militante”, ambos publicados en La Jiribilla.

(17)Ver: Oscar Zanetti, Isla en: La Historia. La historiografía de Cuba en el siglo XX, Ediciones Unión, La Habana, 2005. pp. 57-58.