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domingo, 8 de junio de 2014

¿QUE LE OCURRIO A ETECSA?

En la reflexión rápida de un “Aprendiz de economista”, no es difícil percatarnos de que le ocurrió a ETECSA  recientemente.

La empresa, muy embullada, lanzó un grupo de iniciativas, que gustaron, e inmediatamente  el público consumidor potencial reaccionó, formando largas colas para disfrutar de las promociones. Entre ellas, la posibilidad de acceder al Correo Electrónico por  vía del  teléfono celular.

Como la vida demostró, se trataba  de un público desconocido para ETECSA. Esta lanzo sus iniciativas y se sentó a la puerta de la tienda para ver qué pasaba. Pero resulta que lo que pasó, no fue el cadáver de su enemigo, sino el cadáver de ETECSA.

Haciéndole poco honor a lo que debe ser una verdadera empresa y más que ello una empresa socialista, ETECSA no hizo ningún estudio de  mercado para lo que estaba ofertando,  ni siquiera de potencial demanda  de los   que  podrían ser  sus   usuarios. La demanda, desconocida por ETECSA, reaccionó y el servicio telefónico celular de  ETECSA y hasta el no celular, colapsó.

También se puso de manifiesto  que no  tuvieron empleados lo suficientemente preparados  para hacer las correspondientes  adaptaciones técnicas  del servicio a miles de teléfonos celulares diferentes.  ¿ETECSA  no sabe que hay miles de teléfonos celulares en Cuba que no vienen del mercado nacional?

¿Alguien en ETECSA pagó por este error elemental? Porque es elemental, que cualquier empresa que se respete, lo primero que debe es conocer su entorno, el mercado en que se mueve. Existen técnicas ya casi ancestrales para hacer el análisis de un potencial mercado, pero ETECSA no aplicó ninguna. Simplemente se sentó a esperar, pero a esperar qué? Como un simple bodeguero a que llegaran los demandantes a  sus   mostradores?

Si miramos detenidamente, nos damos cuenta, que ETECSA aplicó la misma lógica  de los que piensan que en Cuba la gente no tiene dinero para invertir. Por eso se sentaron  con la esperanza de que alguien viniera a comprar sus ofertas, pero sin la más mínima idea  de que la demanda  podía hacer colapsar el sistema.

¿Se puede tener confianza en ese tipo de empresa socialista,  que ni siquiera conoce el entorno mercantil en que se mueve?

¿A quién sancionaron en ETECSA por tan elemental error? ¿Quién garantiza al público que semejante situación  tan molesta no vuelva a ocurrir?




Esteban Morales
La Habana, Mayo 31 del 2014

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