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martes, 27 de enero de 2015

Concluyo el primer round de la negociación Cuba - Estados Unidos

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Esteban Morales.
UNEAC.

En dos largos y  al parecer   agotadores días concluyo la primera etapa de las
negociaciones entre Cuba y Estados Unidos. Alguien dijo que fueron 16 horas de
trabajo. Me perdonan los diplomáticos, pero no es entre ellos acostumbrado
trabajar tanto, al menos que haya guerra o que tengan una tarea  muy difícil que
resolver.

En realidad no  hubo sorpresas, al menos para los que seguimos el tema debatido
de manera sistemática. Tal vez la única sorpresa fue que el primer round no
termino como la “Fiesta del Guatao”.  En realidad era de esperar que las líderes
de ambas partes, Josefina Vidal y Roberta Jacobson, como ocurrió, lograrían
que todo terminara lo mejor posible, dándole espacio al interés  de volver a
reunirse,  dentro de un periodo de espera  no muy largo, tal vez pocas  semanas.
Si pasamos revista a los temas discutidos, desde el primer día, ya vimos aflorar
 las contradicciones dentro de  la  Ronda Migratoria.
Estados Unidos  y Cuba han hecho avanzar el tema, pero aún quedan asuntos serios
por solucionar. Para cumplir con el interés de que el flujo migratorio  entre
ambos países  sea sistemático ordenado.
-       Cuba no está de acuerdo con que Estados Unidos mantenga la llamada Ley de
Ajuste Cubano de 1966.Mucho menos la “política de Pies secos pies mojados”, ya
que ambas constituyen  un fuerte estimulo a la emigración ilegal. Provocando
además, muchas muertes de cubanos al cruzar,  en precarias embarcaciones,  el
Estrecho de la Florida. Tratándose de un comportamiento, por parte de Estados
Unidos,  que afecta seriamente   el proceso migratorio entre ambos países.
-       Cuba  expreso  su desacuerdo con el “Programa de Parolee”, con que Estados
incita a emigrar a los cubanos que están prestando sus servicios técnicos en el
exterior. Caso destacado el de los médicos. Lo que como bien se plantea, afecta
no solo a Cuba,  con el robo de cerebros, sino también a los países que reciben
estos servicios. Lo cual  contrasta  totalmente con la colaboración ya existente
entre ambos  en el combate  contra  ebola.


-       Acordado  por   ambos países  se creó una comisión conjunta para explorar los
 problemas  de fraude  en los  documentos migratorios.

-       Cuba presento su desacuerdo con la actuación de Estados Unidos, respecto a los
emigrados ilegales que  este   logra detener  en alta mar. Dándose el caso  de
que algunos  de ellos son devueltos y otros no. Lo cual incumple acuerdos
adoptados  por ambas partes.

-       La parte cubana explico el beneficio que representan las Nuevas  Regulaciones
migratoria  adoptadas en el 2013.

-       Cuba reconoce que Estados Unidos está respetando lo de otorgar no menos de
20,000 visas al año,  y contribuyendo al avance del proceso migratorio en
general;   pero la parte norteamericana  insiste en mantener  posiciones
políticas  inaceptables,  que no permiten  calificar el proceso migratorio entre
ambos países como  normal.

-       Cuba critico el tráfico de inmigrantes  y las entradas  irregulares desde
terceros países  a Estados Unidos, de cubanos que viajan legalmente al exterior.

El segundo día tuvieron  lugar las negociaciones para el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas entre ambos países   y reponer las embajadas en
Washington y La Habana,  eliminadas  en enero de 1961.
Ambas líderes reconocieron que se había negociado dentro de un ambiente de
respeto mutuo y profesionalidad, pero  no se pudo concluir   los  asuntos
previstos para  la negociación. A pesar de que se trataron muchos temas de
potencial  colaboración entre ambos países. Asuntos tales como: colaboración
medica, intercambio  científico, interdicción del  narcotráfico, internet e
información,  colaboración de rescate y auxilio éntrelos guardacostas de Estados
Unidos y la guardia fronteriza cubana, temas de educación e intercambio
académico, etc.
Como era de esperar, los asuntos  de derechos humanos, democracia y libertades
civiles, ocuparon su lugar dentro del debate.  En  estos  se presento, como
decimos, cierto  “desenchuche”, porque la Sra. Jacobson declaro que los  temas
de derechos   humanos y democracia se había discutidos, mientras que la líder de
la delegación cubana, Josefina Vidal dijo que no. En realidad,  la discusión
completa de estos temas quedo pospuesta para una reunión posterior. Lo que sí
parece importante es que la Sra. Jacobson  refiriéndose a los temas antes
planteados,  utilizo el término de “presiones”  sobre  Cuba; lo cual fue
fuertemente respondido   por la líder cubana, quien  expreso que Cuba no acepta
 ni aceptara nunca presiones de ningún tipo. Así termino lo que realmente fue
una pequeña escaramuza, comparado con lo complicada que va a ser la discusión de
esos temas de esencias  y formas netamente políticas.

A todo lo anterior se agrega, que la Sra. Jacobson sostuvo  reuniones  con una
representación de la llamada  disidencia cubana. Dentro de esta ultima existen
divisiones con la parte norteamericana,   provocadas, según dicen, por la  poca
trasparencia con que se ha llevado el proceso, por ambos gobiernos,  aparte de
que algunos no acepan la agenda política de Obama para restablecer las
relaciones con Cuba. La nota la puso la líder de las llamadas Damas de Blanco,
que rehusaron participar en las conversaciones con la Subsecretaria. El
cuestionamiento de algunos con la política seguida por Obama, consiste  además
en que consideran que el Presidente le ha hecho demasiadas concesiones a Cuba,
sin presionarla para que acepte dar otro tratamiento a la disidencia. Además,
diciendo que los beneficios económicos de esa política se los apropiará el
gobierno cubano  quien lo usara para continuar la represión sobre los grupos
disidentes.
Creo  que los sectores de la disidencia que se opongan a la política de Obama,
no sobrevivirán. Pues, careciendo de otra alternativa viable, que los apoye,
tendrán que terminar entendiéndose con Obama, pues  con los republicanos no
pueden tener seguridades. Además, Obama ha ganado una popularidad con sus pasos
sobre Cuba que oponérsele  es casi  inútil. Sobre todo,  tratándose de grupos
políticos  opositores al gobierno cubano, que sin el apoyo de Estados Unidos no
pueden sobrevivir. No es que Obama las tenga todas dentro de la política hacia
Cuba, sino que paulatinamente va ganando todos los espacios,  por lo cual
oponérsele  es quedarse  en el aire. Esa es la situación de los grupos
disidentes en Cuba opositores a Obama, que por demás,  se encuentran divididos
entre ellos.
Sin dudas el gobierno cubano tiene que haber autorizado a la parte
norteamericana celebrar estas reuniones y contactos. Lo cual, comenzó a tener
lugar  en la visita previa del grupo de   Congresistas que vino a  La Habana
antes del comienzo de las negociaciones. Veamos como le sale al gobierno cubano,
 haber permitido a Estados Unidos desplegar este “laborantismo”.
La Sra. Jacobson,  según declaro, vino a reunirse con  estos grupos,  para
brindarles  apoyo de parte del gobierno norteamericano y seguramente  también
prometerles  que los  asuntos   políticos   que tienen que ver con sus  reclamos
de democracia, derechos humanos y libertades civiles,  serán llevados a la mesa
de negociaciones, para “presionar” al gobierno  cubano y lograr los espacios que
la disidencia quiere. En tal sentido no hizo más que llegar a Miami,   e
inmediatamente se cambio el  traje de Caperucita  por el del lobo.
La Subsecretaria Jacobson se fue  claramente imbuida de cuáles son los
problemas y contradicciones,   porque todas afloraron durante las
conversaciones. Los problemas que se hicieron presentes tendrán que ser
negociados y resueltos,  porque todos  van  en contra de las esperanzas de Obama
de restablecer las  relaciones  diplomáticas normales  y que relativamente
pronto el Secretario J.  Kerry pueda inaugurar la embajada norteamericana en La
Habana. Es muy posible que el Presidente obama  que anda  a velocidad, haya
pensado que os días en La Habana eran suficientes para volver a colocar las
embajadas. Pero no es solo a su ritmo al que  pueden andar  las cosas,  hay que
contar con Cuba.
En realidad, incluso acorde con las declaraciones del Presidente Obama, de que
de lo que se trata con Cuba,  es de empoderar a la sociedad civil cubana, para
que esta dependa cada día menos del estado;  así como lograr uniformar el
régimen político cubano  a  los parámetros de democracia, derechos humanos y
libertades civiles, de los cuales Estados Unido se considera el líder, va a
producir fuertes debates en el marco de futuras negociaciones. Porque estoy
seguro que la  Isla  no aceptara nunca que Estados Unidos venga a Cuba con
imposiciones, de un modelo democrático, de derechos humanos y libertades
individuales. Puesto  que tales asuntos corresponden a la soberanía cubana. Es
Cuba quien debe solucionar los problemas que pueda tener en ese campo sin
injerencia exterior  alguna.
Creo que  finalmente  la  discusión  de esos temas solo se producirá , si
Estados Unidos está dispuesto a poner también sobre la mesa de negociaciones
sus asuntos de derechos humanos,  democracia y libertades individuales, temas
sobre los cuales Cuba también tiene  serias  preocupaciones, acerca de cómo
estos  transcurren  dentro de la sociedad norteamericana. Principio   que  es
importante mantener   y que Cuba debe defender fuertemente,  por lo que
significa  no solo para sus negociaciones con Estados Unidos, ahora, sino porque
envía un  fuerte  mensaje    también  a los latinoamericanos y caribeños, sobre
todo   a los  suramericanos que tendrán que enfrentar este tipo de negociación
con Estados Unidos. Bolivia, por ejemplo, que ya está abocada  a una negociación
para restaurar sus relaciones con Estados Unidos, seriamente  afectadas  desde
el  2008.
Entonces  como cuestiones pendientes y  bien  importante, quedaran: el bloqueo,
Cuba en la lista de países terroristas, la Ley de Ajuste Cubano,  y  la base
Naval de Guantánamo. Siendo todos temas  por los  que  se pudieran paralizar las
negociaciones. Aunque parece haber voluntad de continuarlas, a pesar de las
fuertes diferencias existentes.
Es decir, cualquiera de los temas mencionados, descalificaría el poder decir
que entre Cuba  y Estados Unidos existen relaciones diplomáticas normales, mucho
menos que ambos países han logrado  normalizar sus  relaciones.
Es decir, se trata de un conjunto político concéntrico, dentro del cual está la
normalización de las relaciones entre ambos países  y rodeando este objetivo
medular, ante todo,  la posibilidad de restaurar las relaciones diplomáticas,
instalando nuevamente las embajadas. Si como esperamos, las conversaciones van
a ser largas y difíciles, el hecho de que ya existan relaciones diplomáticas
entre ambos  países, a nivel de embajadas,   logra una logística que ayuda mucho
a las negociaciones. Pero aun para lograr tener las embajadas,  hay obstáculos
que debe ser removidos.
Pero en fin, Estados Unidos mantiene relaciones  diplomáticas con países, que en
la clasificación norteamericana  serian peores que Cuba. ¿Por qué entonces no se
puede convivir  con Cuba en el contexto de las diferencias y  con Arabia audita
sí? Sin dudas,  ello plantea un problema  ético a Estados Unidos en su política
exterior. Al parecer, como siempre se ha dicho,  “Son unos hijos de p… pero son
mis hijos de p…”

No obstante,  estoy seguro, que  Cuba tiene la voluntad de continuar negociando,
 si  se cuenta   con la misma voluntad de parte de Estados Unidos. Pero  la Isla
no cederá ante cuestiones de principio, que son principalmente de dos tipos,
aquellas que tiene que ver con su soberanía  y otras  políticas que Estados
Unidos desea  mantener y que afectarían sobremanera  las relaciones diplomáticas
entre ambos países.
Como dije hace  unos días  en  Telesur, si nos retrotraemos al 2009, cuando
Obama elimino las restricciones  que  Bush (hijo) había puesto a Cuba,
incrementando  las remesas, ampliando las visas para visitas familiares,
incrementando el contenido  los paquetes, etc. Aunque manteniendo  el bloqueo.
Se veía claramente, que Obama, ponía manos  suaves  hacia la sociedad civil,
mientras que apretaba en la línea del bloqueo contra el gobierno.
 Ahora mantiene  la misma estrategia, solo que dividida en dos partes de nuevo;
 en la práctica  mantiene el bloqueo, hasta que el congreso lo elimine, ¿que
tiempo va a durar, no sabemos? Lo cierto es que el bloqueo está presente  y no
dudo que se le maneje para tratar de obtener de Cuba un comportamiento en el
resto de la agenda   más  favorable a los intereses de Estados Unidos. Esa es
ahora la estrategia. La táctica son las intervenciones reforzadas hacia dentro
de la sociedad civil, sobe todo económicas,  para tratar de manejarlas  contra
el gobierno. Pareciéndose mucho todo esto a lo que teníamos a principios del
2009, con la diferencia,  aunque no poco importante, de que Obama ha comenzado a
 negociar con el gobierno cubano;  habla de restaurar las relaciones
diplomáticas a nivel de embajadas  y de una posible normalización de las
relaciones. Mientras  que, al mismo tiempo, exige incrementos  de la
democracia, los derechos humanos y las libertades civiles,  al gobierno Cubano.
Luego, en esencia, no hay cambio de estrategia y ni siquiera de táctica, pues
hasta ahora,  todos los instrumentos continuan siendo utilizados, en función de
buscar, ya estando dentro de Cuba, el cambio de régimen. Es decir,  Obama  busca
 estar dentro de Cuba,  con la misma táctica y  estrategia, que cuando  estando
  fuera, no le era factible desplegar su política de cambio de régimen.
¿Que ha ganado Cuba en ese juego?
Creo que recibir los beneficios de una política físicamente menos agresiva,
aunque ideológicamente más peligrosa. Sentar a Estados Unidos a la maesa de
negociaciones,  restando aun  por ver,  si   Obama  realmente está    dispuesto
a negociar en igualdad de condiciones. Poner al bloqueo en jaque, desde  dentro
de  la política domestica norteamericana, porque ya a nivel internacional está
totalmente   cuestionado,  aunque todavía  reste mucho esfuerzo para su
eliminación. Poder combatir contra una política de la que vera sus movimientos
más abiertamente, pudiendo cuestionarla, discutirla, llevarla a la palestra
internacional, a los foros en que participará. Dice un principio de las artes
marciales  que  “si tienes los brazos cortos, arrímate  al contrario”;  y esa es
una de las ventajas que ha ganado Cuba. Cuba no se ha quitado de encima  la
política que tiene  como  intención  el cambio de régimen, pero ha ganado la
única alternativa que puede permitirle avanzar en sus proyectos, aprovechando
las ventajas aunque  respondiendo a los retos.
En términos de los ya múltiples intentos de Estados Unidos por convertir a Cuba
en lo que no es, ni quiere  ser. No podemos ponernos paranoicos, pensando  que
todo norteamericano que vendrá a Cuba, forma parte de un plan coherente para
traer la subversión a la Isla.
Nuestra  experiencia   por  más de 30 años, liderando una parte importante del
intercambio académico con Estados Unidos, viajando a ese país y metiéndome en
las universidades, centros de investigación, organizaciones, intercambiando con
la parte norteamericana,  etc. nos  dice,  que una parte  muy importante, de
esa   gente estadounidense  que vendrá a Cuba, lo que traen   son sus intereses
personales,  para ver como los  pueden satisfacer en  la isla.
Muchos  de los  hombres de negocio que vendrán  a Cuba, lo harán para hacer eso,
negocios y a la inmensa mayoría  no les interesa para nada los planes
subversivos de Obama;  si acaso desplegaran sus  discursos  sobre   las bondades
del capitalismo,  como lo puede hacer cualquiera. Acaso los europeos,
canadienses, asiáticos y otros que visitan Cuba son menos propagandistas de sus
sociedades.
Los cubanos que dentro de la Isla se beneficiaran de  todo ese proceso de
acercamiento,  no tenemos porque pensar  tampoco que lo harán para reclamar
espacios  políticos, sino en última instancia para enriquecerse. Por lo que
siempre que lo hagan con su trabajo, bienvenidos  sean.
Cuba, en los últimos más de 50 años, ha logrado crear  una cultura nacional
integrada, fuerte y organizada, que forma bloque con una intelectualidad
mayoritariamente revolucionaria, preparada y  dispuesta siempre a defender
nuestras raíces e idiosincrasia. Cultura que  despliega un “embrujo”
irresistible, sobre todo en personas, que  como los norteamericanos, a veces no
 viven más que un pedazo de la multiculturalidad que caracteriza a la nación
estadounidense;  no permitiéndose tener  visiones integrales, combinadas,
absorciones mutuas, mesclas. Al mismo tiempo,  África  que esta mas de  la
cultura cubana que en la norteamericana,  forma  una acuarela  étnica y cultural
que fascina a los que vienen a Cuba. Riqueza que también puede verse en El
Caribe, pero que Cuba tiene en demasía.
Entonces, Cuba no podrá  enfrentar a Estados Unidos económicamente, pero si,
como nación, política y culturalmente. Mientras que Cuba tendrá pueblo, nación,
 política  y cultura, para enfrentar el empuje del gobierno norteamericano
sobre nuestra sociedad civil. Estados Unidos tendrá que desplegar sus planes
subversivos a base de la fuerza solo  del gobierno. Porque está demostrado ya,
que ese empuje sobre la sociedad civil cubana ha ocurrido siempre .Cuba lleva
más de 200 años viviendo bajo la influencia de la sociedad norteamericana. Y en
el más reciente round  de esa batalla, en esencia política y cultural,   que
duro más de 50 años,  fue Cuba la que al final, no pudo ser aislada
internacionalmente  y ni siquiera de la propia sociedad norteamericana.
Ha sido la influencia de Cuba en los Estados Unidos uno de los factores del
cambio de política que se ha producido. Ha sido la presencia moral
correspondida  a  Cuba desde  el hemisferio,  el otro factor contribuyente al
cambio, ha sido también la resistencia de Cuba a más de 50 años de política
agresiva;   todo se ha unido, para que  Obama se viese   obligado  a declarar
que  la política hacia Cuba era un fracaso. O sea, que este round lo gano  Cuba.
Cuando Estados Unidos desplegaba sobre la Isla todas sus fuerzas para
aplastarla, Cuba padecía un nivel de aislamiento considerable, sufría el más
feroz bloqueo,  padecía escaseces internas, su principal apoyo económico
desapareció, sufrió la crisis económica más desbastadora de  su historia
revolucionaria, etc. Sin embargo, Cuba fue capaz de afrontar  todo eso  y dio
una vuelta al plano inclinado con que Estados Unidos la amenazaba.
Si los norteamericanos se pudieran percatar de en qué medida, los cubanos somos
casi  una versión de ellos mismos. Estarían  en mejores condiciones de
entenderse con Cuba. La inmensa mayoría de los que se van para Estados Unidos se
convierten en  Cubano-Americanos, como especie de una nacionalidad rara, pero
que expresa claramente la ancestral confrontación política e ideológica  entre
los que desean ser norteamericanos y vivir bajo esa  sombrilla; y los  que de
este lado,  piensan que  Cuba  se puede dar así misma  una nación  libre,
soberana  e independiente. Pero que en fin siguen estos últimos pareciéndose
también  más a los norteamericanos, como casi en  ningún otro país de este
hemisferio. Los canadienses, no,  esos son  más  europeos,  que americanos. Los
puertorriqueños, no,  a esos se los anexaron.
Luego la batalla por tratar de subvertir a Cuba  va a ser larga y difícil.
Mientras,  yo no excluyo la posibilidad  de que miles de los norteamericanos que
vengan a Cuba, regresen a Estados Unidos bastante influidos respecto a sus ideas
sobre La Isla. Porque ya hemos  apreciado  ese fenómeno,    con  todos los
sectores de la sociedad norteamericana. Porque ese factor, como ya dije,  fue
uno de los que hizo que Obama se  viese obligado a cambiar  la que ya es hoy  la
“vieja política hacia Cuba”.

Enero  27 del 2015.

1 comentario:

  1. Estimado profesor Morales, trabajo en una nota sobre las posibilidades de acuerdos (y cómo tratar los desacuerdos) entre Cuba y los Estados Unidos. ¿Podré consultarlo? ¿Cómo podría contactarlo? Muchas gracias, Gabriela Esquivada

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