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Esteban Morales.
UNEAC.
En dos largos y al parecer agotadores días concluyo la primera etapa de las
negociaciones entre Cuba y Estados Unidos. Alguien dijo que fueron 16 horas de
trabajo. Me perdonan los diplomáticos, pero no es entre ellos acostumbrado
trabajar tanto, al menos que haya guerra o que tengan una tarea muy difícil que
resolver.
En realidad no hubo sorpresas, al menos para los que seguimos el tema debatido
de manera sistemática. Tal vez la única sorpresa fue que el primer round no
termino como la “Fiesta del Guatao”. En realidad era de esperar que las líderes
de ambas partes, Josefina Vidal y Roberta Jacobson, como ocurrió, lograrían
que todo terminara lo mejor posible, dándole espacio al interés de volver a
reunirse, dentro de un periodo de espera no muy largo, tal vez pocas semanas.
Si pasamos revista a los temas discutidos, desde el primer día, ya vimos aflorar
las contradicciones dentro de la Ronda Migratoria.
Estados Unidos y Cuba han hecho avanzar el tema, pero aún quedan asuntos serios
por solucionar. Para cumplir con el interés de que el flujo migratorio entre
ambos países sea sistemático ordenado.
- Cuba no está de acuerdo con que Estados Unidos mantenga la llamada Ley de
Ajuste Cubano de 1966.Mucho menos la “política de Pies secos pies mojados”, ya
que ambas constituyen un fuerte estimulo a la emigración ilegal. Provocando
además, muchas muertes de cubanos al cruzar, en precarias embarcaciones, el
Estrecho de la Florida. Tratándose de un comportamiento, por parte de Estados
Unidos, que afecta seriamente el proceso migratorio entre ambos países.
- Cuba expreso su desacuerdo con el “Programa de Parolee”, con que Estados
incita a emigrar a los cubanos que están prestando sus servicios técnicos en el
exterior. Caso destacado el de los médicos. Lo que como bien se plantea, afecta
no solo a Cuba, con el robo de cerebros, sino también a los países que reciben
estos servicios. Lo cual contrasta totalmente con la colaboración ya existente
entre ambos en el combate contra ebola.
- Acordado por ambos países se creó una comisión conjunta para explorar los
problemas de fraude en los documentos migratorios.
- Cuba presento su desacuerdo con la actuación de Estados Unidos, respecto a los
emigrados ilegales que este logra detener en alta mar. Dándose el caso de
que algunos de ellos son devueltos y otros no. Lo cual incumple acuerdos
adoptados por ambas partes.
- La parte cubana explico el beneficio que representan las Nuevas Regulaciones
migratoria adoptadas en el 2013.
- Cuba reconoce que Estados Unidos está respetando lo de otorgar no menos de
20,000 visas al año, y contribuyendo al avance del proceso migratorio en
general; pero la parte norteamericana insiste en mantener posiciones
políticas inaceptables, que no permiten calificar el proceso migratorio entre
ambos países como normal.
- Cuba critico el tráfico de inmigrantes y las entradas irregulares desde
terceros países a Estados Unidos, de cubanos que viajan legalmente al exterior.
El segundo día tuvieron lugar las negociaciones para el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas entre ambos países y reponer las embajadas en
Washington y La Habana, eliminadas en enero de 1961.
Ambas líderes reconocieron que se había negociado dentro de un ambiente de
respeto mutuo y profesionalidad, pero no se pudo concluir los asuntos
previstos para la negociación. A pesar de que se trataron muchos temas de
potencial colaboración entre ambos países. Asuntos tales como: colaboración
medica, intercambio científico, interdicción del narcotráfico, internet e
información, colaboración de rescate y auxilio éntrelos guardacostas de Estados
Unidos y la guardia fronteriza cubana, temas de educación e intercambio
académico, etc.
Como era de esperar, los asuntos de derechos humanos, democracia y libertades
civiles, ocuparon su lugar dentro del debate. En estos se presento, como
decimos, cierto “desenchuche”, porque la Sra. Jacobson declaro que los temas
de derechos humanos y democracia se había discutidos, mientras que la líder de
la delegación cubana, Josefina Vidal dijo que no. En realidad, la discusión
completa de estos temas quedo pospuesta para una reunión posterior. Lo que sí
parece importante es que la Sra. Jacobson refiriéndose a los temas antes
planteados, utilizo el término de “presiones” sobre Cuba; lo cual fue
fuertemente respondido por la líder cubana, quien expreso que Cuba no acepta
ni aceptara nunca presiones de ningún tipo. Así termino lo que realmente fue
una pequeña escaramuza, comparado con lo complicada que va a ser la discusión de
esos temas de esencias y formas netamente políticas.
A todo lo anterior se agrega, que la Sra. Jacobson sostuvo reuniones con una
representación de la llamada disidencia cubana. Dentro de esta ultima existen
divisiones con la parte norteamericana, provocadas, según dicen, por la poca
trasparencia con que se ha llevado el proceso, por ambos gobiernos, aparte de
que algunos no acepan la agenda política de Obama para restablecer las
relaciones con Cuba. La nota la puso la líder de las llamadas Damas de Blanco,
que rehusaron participar en las conversaciones con la Subsecretaria. El
cuestionamiento de algunos con la política seguida por Obama, consiste además
en que consideran que el Presidente le ha hecho demasiadas concesiones a Cuba,
sin presionarla para que acepte dar otro tratamiento a la disidencia. Además,
diciendo que los beneficios económicos de esa política se los apropiará el
gobierno cubano quien lo usara para continuar la represión sobre los grupos
disidentes.
Creo que los sectores de la disidencia que se opongan a la política de Obama,
no sobrevivirán. Pues, careciendo de otra alternativa viable, que los apoye,
tendrán que terminar entendiéndose con Obama, pues con los republicanos no
pueden tener seguridades. Además, Obama ha ganado una popularidad con sus pasos
sobre Cuba que oponérsele es casi inútil. Sobre todo, tratándose de grupos
políticos opositores al gobierno cubano, que sin el apoyo de Estados Unidos no
pueden sobrevivir. No es que Obama las tenga todas dentro de la política hacia
Cuba, sino que paulatinamente va ganando todos los espacios, por lo cual
oponérsele es quedarse en el aire. Esa es la situación de los grupos
disidentes en Cuba opositores a Obama, que por demás, se encuentran divididos
entre ellos.
Sin dudas el gobierno cubano tiene que haber autorizado a la parte
norteamericana celebrar estas reuniones y contactos. Lo cual, comenzó a tener
lugar en la visita previa del grupo de Congresistas que vino a La Habana
antes del comienzo de las negociaciones. Veamos como le sale al gobierno cubano,
haber permitido a Estados Unidos desplegar este “laborantismo”.
La Sra. Jacobson, según declaro, vino a reunirse con estos grupos, para
brindarles apoyo de parte del gobierno norteamericano y seguramente también
prometerles que los asuntos políticos que tienen que ver con sus reclamos
de democracia, derechos humanos y libertades civiles, serán llevados a la mesa
de negociaciones, para “presionar” al gobierno cubano y lograr los espacios que
la disidencia quiere. En tal sentido no hizo más que llegar a Miami, e
inmediatamente se cambio el traje de Caperucita por el del lobo.
La Subsecretaria Jacobson se fue claramente imbuida de cuáles son los
problemas y contradicciones, porque todas afloraron durante las
conversaciones. Los problemas que se hicieron presentes tendrán que ser
negociados y resueltos, porque todos van en contra de las esperanzas de Obama
de restablecer las relaciones diplomáticas normales y que relativamente
pronto el Secretario J. Kerry pueda inaugurar la embajada norteamericana en La
Habana. Es muy posible que el Presidente obama que anda a velocidad, haya
pensado que os días en La Habana eran suficientes para volver a colocar las
embajadas. Pero no es solo a su ritmo al que pueden andar las cosas, hay que
contar con Cuba.
En realidad, incluso acorde con las declaraciones del Presidente Obama, de que
de lo que se trata con Cuba, es de empoderar a la sociedad civil cubana, para
que esta dependa cada día menos del estado; así como lograr uniformar el
régimen político cubano a los parámetros de democracia, derechos humanos y
libertades civiles, de los cuales Estados Unido se considera el líder, va a
producir fuertes debates en el marco de futuras negociaciones. Porque estoy
seguro que la Isla no aceptara nunca que Estados Unidos venga a Cuba con
imposiciones, de un modelo democrático, de derechos humanos y libertades
individuales. Puesto que tales asuntos corresponden a la soberanía cubana. Es
Cuba quien debe solucionar los problemas que pueda tener en ese campo sin
injerencia exterior alguna.
Creo que finalmente la discusión de esos temas solo se producirá , si
Estados Unidos está dispuesto a poner también sobre la mesa de negociaciones
sus asuntos de derechos humanos, democracia y libertades individuales, temas
sobre los cuales Cuba también tiene serias preocupaciones, acerca de cómo
estos transcurren dentro de la sociedad norteamericana. Principio que es
importante mantener y que Cuba debe defender fuertemente, por lo que
significa no solo para sus negociaciones con Estados Unidos, ahora, sino porque
envía un fuerte mensaje también a los latinoamericanos y caribeños, sobre
todo a los suramericanos que tendrán que enfrentar este tipo de negociación
con Estados Unidos. Bolivia, por ejemplo, que ya está abocada a una negociación
para restaurar sus relaciones con Estados Unidos, seriamente afectadas desde
el 2008.
Entonces como cuestiones pendientes y bien importante, quedaran: el bloqueo,
Cuba en la lista de países terroristas, la Ley de Ajuste Cubano, y la base
Naval de Guantánamo. Siendo todos temas por los que se pudieran paralizar las
negociaciones. Aunque parece haber voluntad de continuarlas, a pesar de las
fuertes diferencias existentes.
Es decir, cualquiera de los temas mencionados, descalificaría el poder decir
que entre Cuba y Estados Unidos existen relaciones diplomáticas normales, mucho
menos que ambos países han logrado normalizar sus relaciones.
Es decir, se trata de un conjunto político concéntrico, dentro del cual está la
normalización de las relaciones entre ambos países y rodeando este objetivo
medular, ante todo, la posibilidad de restaurar las relaciones diplomáticas,
instalando nuevamente las embajadas. Si como esperamos, las conversaciones van
a ser largas y difíciles, el hecho de que ya existan relaciones diplomáticas
entre ambos países, a nivel de embajadas, logra una logística que ayuda mucho
a las negociaciones. Pero aun para lograr tener las embajadas, hay obstáculos
que debe ser removidos.
Pero en fin, Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas con países, que en
la clasificación norteamericana serian peores que Cuba. ¿Por qué entonces no se
puede convivir con Cuba en el contexto de las diferencias y con Arabia audita
sí? Sin dudas, ello plantea un problema ético a Estados Unidos en su política
exterior. Al parecer, como siempre se ha dicho, “Son unos hijos de p… pero son
mis hijos de p…”
No obstante, estoy seguro, que Cuba tiene la voluntad de continuar negociando,
si se cuenta con la misma voluntad de parte de Estados Unidos. Pero la Isla
no cederá ante cuestiones de principio, que son principalmente de dos tipos,
aquellas que tiene que ver con su soberanía y otras políticas que Estados
Unidos desea mantener y que afectarían sobremanera las relaciones diplomáticas
entre ambos países.
Como dije hace unos días en Telesur, si nos retrotraemos al 2009, cuando
Obama elimino las restricciones que Bush (hijo) había puesto a Cuba,
incrementando las remesas, ampliando las visas para visitas familiares,
incrementando el contenido los paquetes, etc. Aunque manteniendo el bloqueo.
Se veía claramente, que Obama, ponía manos suaves hacia la sociedad civil,
mientras que apretaba en la línea del bloqueo contra el gobierno.
Ahora mantiene la misma estrategia, solo que dividida en dos partes de nuevo;
en la práctica mantiene el bloqueo, hasta que el congreso lo elimine, ¿que
tiempo va a durar, no sabemos? Lo cierto es que el bloqueo está presente y no
dudo que se le maneje para tratar de obtener de Cuba un comportamiento en el
resto de la agenda más favorable a los intereses de Estados Unidos. Esa es
ahora la estrategia. La táctica son las intervenciones reforzadas hacia dentro
de la sociedad civil, sobe todo económicas, para tratar de manejarlas contra
el gobierno. Pareciéndose mucho todo esto a lo que teníamos a principios del
2009, con la diferencia, aunque no poco importante, de que Obama ha comenzado a
negociar con el gobierno cubano; habla de restaurar las relaciones
diplomáticas a nivel de embajadas y de una posible normalización de las
relaciones. Mientras que, al mismo tiempo, exige incrementos de la
democracia, los derechos humanos y las libertades civiles, al gobierno Cubano.
Luego, en esencia, no hay cambio de estrategia y ni siquiera de táctica, pues
hasta ahora, todos los instrumentos continuan siendo utilizados, en función de
buscar, ya estando dentro de Cuba, el cambio de régimen. Es decir, Obama busca
estar dentro de Cuba, con la misma táctica y estrategia, que cuando estando
fuera, no le era factible desplegar su política de cambio de régimen.
¿Que ha ganado Cuba en ese juego?
Creo que recibir los beneficios de una política físicamente menos agresiva,
aunque ideológicamente más peligrosa. Sentar a Estados Unidos a la maesa de
negociaciones, restando aun por ver, si Obama realmente está dispuesto
a negociar en igualdad de condiciones. Poner al bloqueo en jaque, desde dentro
de la política domestica norteamericana, porque ya a nivel internacional está
totalmente cuestionado, aunque todavía reste mucho esfuerzo para su
eliminación. Poder combatir contra una política de la que vera sus movimientos
más abiertamente, pudiendo cuestionarla, discutirla, llevarla a la palestra
internacional, a los foros en que participará. Dice un principio de las artes
marciales que “si tienes los brazos cortos, arrímate al contrario”; y esa es
una de las ventajas que ha ganado Cuba. Cuba no se ha quitado de encima la
política que tiene como intención el cambio de régimen, pero ha ganado la
única alternativa que puede permitirle avanzar en sus proyectos, aprovechando
las ventajas aunque respondiendo a los retos.
En términos de los ya múltiples intentos de Estados Unidos por convertir a Cuba
en lo que no es, ni quiere ser. No podemos ponernos paranoicos, pensando que
todo norteamericano que vendrá a Cuba, forma parte de un plan coherente para
traer la subversión a la Isla.
Nuestra experiencia por más de 30 años, liderando una parte importante del
intercambio académico con Estados Unidos, viajando a ese país y metiéndome en
las universidades, centros de investigación, organizaciones, intercambiando con
la parte norteamericana, etc. nos dice, que una parte muy importante, de
esa gente estadounidense que vendrá a Cuba, lo que traen son sus intereses
personales, para ver como los pueden satisfacer en la isla.
Muchos de los hombres de negocio que vendrán a Cuba, lo harán para hacer eso,
negocios y a la inmensa mayoría no les interesa para nada los planes
subversivos de Obama; si acaso desplegaran sus discursos sobre las bondades
del capitalismo, como lo puede hacer cualquiera. Acaso los europeos,
canadienses, asiáticos y otros que visitan Cuba son menos propagandistas de sus
sociedades.
Los cubanos que dentro de la Isla se beneficiaran de todo ese proceso de
acercamiento, no tenemos porque pensar tampoco que lo harán para reclamar
espacios políticos, sino en última instancia para enriquecerse. Por lo que
siempre que lo hagan con su trabajo, bienvenidos sean.
Cuba, en los últimos más de 50 años, ha logrado crear una cultura nacional
integrada, fuerte y organizada, que forma bloque con una intelectualidad
mayoritariamente revolucionaria, preparada y dispuesta siempre a defender
nuestras raíces e idiosincrasia. Cultura que despliega un “embrujo”
irresistible, sobre todo en personas, que como los norteamericanos, a veces no
viven más que un pedazo de la multiculturalidad que caracteriza a la nación
estadounidense; no permitiéndose tener visiones integrales, combinadas,
absorciones mutuas, mesclas. Al mismo tiempo, África que esta mas de la
cultura cubana que en la norteamericana, forma una acuarela étnica y cultural
que fascina a los que vienen a Cuba. Riqueza que también puede verse en El
Caribe, pero que Cuba tiene en demasía.
Entonces, Cuba no podrá enfrentar a Estados Unidos económicamente, pero si,
como nación, política y culturalmente. Mientras que Cuba tendrá pueblo, nación,
política y cultura, para enfrentar el empuje del gobierno norteamericano
sobre nuestra sociedad civil. Estados Unidos tendrá que desplegar sus planes
subversivos a base de la fuerza solo del gobierno. Porque está demostrado ya,
que ese empuje sobre la sociedad civil cubana ha ocurrido siempre .Cuba lleva
más de 200 años viviendo bajo la influencia de la sociedad norteamericana. Y en
el más reciente round de esa batalla, en esencia política y cultural, que
duro más de 50 años, fue Cuba la que al final, no pudo ser aislada
internacionalmente y ni siquiera de la propia sociedad norteamericana.
Ha sido la influencia de Cuba en los Estados Unidos uno de los factores del
cambio de política que se ha producido. Ha sido la presencia moral
correspondida a Cuba desde el hemisferio, el otro factor contribuyente al
cambio, ha sido también la resistencia de Cuba a más de 50 años de política
agresiva; todo se ha unido, para que Obama se viese obligado a declarar
que la política hacia Cuba era un fracaso. O sea, que este round lo gano Cuba.
Cuando Estados Unidos desplegaba sobre la Isla todas sus fuerzas para
aplastarla, Cuba padecía un nivel de aislamiento considerable, sufría el más
feroz bloqueo, padecía escaseces internas, su principal apoyo económico
desapareció, sufrió la crisis económica más desbastadora de su historia
revolucionaria, etc. Sin embargo, Cuba fue capaz de afrontar todo eso y dio
una vuelta al plano inclinado con que Estados Unidos la amenazaba.
Si los norteamericanos se pudieran percatar de en qué medida, los cubanos somos
casi una versión de ellos mismos. Estarían en mejores condiciones de
entenderse con Cuba. La inmensa mayoría de los que se van para Estados Unidos se
convierten en Cubano-Americanos, como especie de una nacionalidad rara, pero
que expresa claramente la ancestral confrontación política e ideológica entre
los que desean ser norteamericanos y vivir bajo esa sombrilla; y los que de
este lado, piensan que Cuba se puede dar así misma una nación libre,
soberana e independiente. Pero que en fin siguen estos últimos pareciéndose
también más a los norteamericanos, como casi en ningún otro país de este
hemisferio. Los canadienses, no, esos son más europeos, que americanos. Los
puertorriqueños, no, a esos se los anexaron.
Luego la batalla por tratar de subvertir a Cuba va a ser larga y difícil.
Mientras, yo no excluyo la posibilidad de que miles de los norteamericanos que
vengan a Cuba, regresen a Estados Unidos bastante influidos respecto a sus ideas
sobre La Isla. Porque ya hemos apreciado ese fenómeno, con todos los
sectores de la sociedad norteamericana. Porque ese factor, como ya dije, fue
uno de los que hizo que Obama se viese obligado a cambiar la que ya es hoy la
“vieja política hacia Cuba”.
Enero 27 del 2015.
Estimado profesor Morales, trabajo en una nota sobre las posibilidades de acuerdos (y cómo tratar los desacuerdos) entre Cuba y los Estados Unidos. ¿Podré consultarlo? ¿Cómo podría contactarlo? Muchas gracias, Gabriela Esquivada
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