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martes, 28 de abril de 2020

UN MUNDO COMPLICADO: pero posible de superar.

Autor: Esteban Morales Domínguez

1870.Nacimiento De V.I Lenin
Vivimos momentos, que tal vez sean meses, quizás por el resto del año, en que se nos están juntando asuntos de final de temporada, o tal vez de comienzos de fin de mundo. En realidad, creo que nunca habían coincidido tantas desgracias juntas.
Religiosos dirían que se trata del Armagedón, el juicio final, o que el mundo se está acabando. Yo en realidad, no soy tan pesimista y más bien diría, que debemos prepararnos para librar las batallas que sean necesarias. Porque eso de morir tranquilo, no hace juego con mi naturaleza de batallador incansable.
Son varios los asuntos que enfrentamos.
Entre ellos:
  1. La política de Donald Trump mantiene al mundo en los bordes de una conflagración mundial. Con sus intentos de recuperar a toda costa, la hegemonía mundial ya perdida y en medio del proceso electoral, buscando un “chivo expiatorio” que le permita hacerse el tipo duro.
Desde los primeros meses de su gobierno ya Trump estaba librando una inquietante guerra contra la ciencia y la verdad, haciendo preocupante su asalto a las leyes ambientales y laborales, la imprudente destrucción de los organismos consultivos, recortes presupuestarios a la investigación científica, ataque a la producción de vacunas, al sistema de salud y su ignorante negación de la realidad del cambio climático.
No es de extrañar, que su incoherente respuesta ante la pandemia del coronavirus, no sea más que el resultado de una estúpida desatención a la ciencia y la ausencia de materia gris en su ADN intelectual.
  1. La economía internacional está a punto de explotar, con una crisis que tenemos ideas de cómo será, pero no de cuándo podrá terminar. No se tratará de una simple crisis cíclica más, sino de una crisis económica global, que pondrá en evidencia todas las contradicciones que el movimiento cíclico capitalista ha logrado acumular, mezclándose, además, con todas las crisis parciales de carácter global.
  2. La sociedad norteamericana está al borde de una explosión social, con todo el peligro que ello representa.
Esta explosión será el resultado de la combinación de varios factores:
-las inconformidades sociales acumuladas
-el desprestigio de la democracia
-la agudización de la desigualdad económica y social
-la agudización del racismo y la discriminación de todo tipo
-el impacto interno de la pérdida del prestigio internacional
-el incremento de la conciencia de la crisis medioambiental
-la desconfianza en la dirección política del país
-la agudeza del nivel de polarización social
-el temor a la guerra y a las armas
Ahora la situación es aún más compleja para la sociedad estadounidense, durante el periodo 1945-1970 hasta finales delos 80, los Estados Unidos tuvo una gran influencia en el mundo, este recibía los impactos de todo la que ocurría en la sociedad norteamericana con una fuerza descomunal. Sin embargo, la expansión de su influencia internacional, genero los múltiples vínculos que provocan hoy, que la sociedad estadounidense reciba también, con mucha fuerza, la influencia de lo que ocurre en el exterior.
El mundo siempre estuvo ligado a los Estados Unidos, pero ahora este último, es inseparable del mundo. Así quedo solucionada la vieja polémica entre Aislacionismo e Internacionalismo. Lo que se ha reforzado sobremanera con la entrada en la sociedad de la información.

  1. Los llamados problemas globales no encuentran solución: el hambre, los conflictos regionales, las crisis migratorias, la crisis medioambiental, el desempleo masivo, el analfabetismo mundial, el terrorismo, la guerra por el agua, la guerra por territorios, la crisis energética y petrolera, la carrera armamentista, la crisis comercial, la crisis de la democracia liberal, la batalla por el control del espacio exterior, la crisis de la salud mundial, la crisis financiera, el enfrentamiento social, la crisis del unipolarismo, la sofisticación en el uso ideológico de la mentira por los mecanismos de control del pensamiento por parte de los poderes imperiales.
La combinación explosiva que se desprende de todo lo enumerado, junto a una crisis institucional global, que amenaza la paz mundial.
  1. La crisis del Coronavirus, que aún no sabemos hasta cuando durara, ni cuáles serán sus consecuencias ultimas. Pues aun y cuando, las curvas de contagio y de letalidad se aplanaran, mañana mismo, el problema acumulado ya, a partir del volumen de contagiados, es colosal, y desgraciadamente ni siquiera se ven todavía perspectivas de salida de la pandemia.

Los pueblos del mundo, sin embargo, ganan crecientemente conciencia de las dificultades para la supervivencia y ello se pone de manifiesto en enfrentamientos contra las políticas de muchos gobiernos, que pretenden sostener sus regímenes neoliberales; desatando verdaderas olas de represión, asesinatos, la utilización desmedida de la fuerza, violación a diario de los principios democráticos y los derechos humanos, cuando los pueblos pretenden esgrimirlos para defender sus intereses. Y también en comportamientos políticos frente a la pandemia, que agravan la situación de las poblaciones frente a la misma. Destacándose en América latina, países como Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile, y otros, que ignoran los peligros de la situación que confrontan.
Situación en la que cargan con la peor parte las mujeres y los jóvenes, así como los ancianos, que se ven obligados a enfrentar los mayores peligros de contagiarse, e incluso morir.
La democracia liberal inaugurada por el capitalismo, ya no conviene a los intereses imperiales, produciéndose una tendencia creciente al fascismo, como forma de defensa de los intereses del capitalismo. Ya esto último ocurrió a mediados del siglo XX y el precio que pago la humanidad fue demasiado alto.
Sin dudas, la pandemia lo ha puesto aún más claro de manifiesto, se está produciendo de manera creciente, un desmoronamiento del modelo capitalista, inaugurado con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial; que ya no resiste el ataque de las fuerzas políticas que se le oponen. Fuerzas que no son solo proletarias, sino también principalmente, de las clases medias, que han comenzado a sufrir de manera creciente los embates del neoliberalismo; último recurso del imperialismo, para sostener su poder.
Se produce paulatinamente, una nueva realidad, en que se manifiesta cómo nunca antes, que el imperialismo no es solo enemigo del proletariado, sino de todas las clases trabajadoras y de la sociedad en general. La oligarquía financiera ha concentrado su poder de tal modo y nivel, que sus intereses se han hecho agresivamente opuestos a los de toda la sociedad. Pueden encontrarse, dentro de los propios capitalistas, muchos miembros de la propia clase burguesa, que experimentan el peligro de a dónde puede llevarlos la política imperial.
Es que la explotación capitalista, como explotación imperial, se ha agudizado a tal extremo, que aun las propias clases medias y las clases trabajadoras en general, no pueden menospreciar la realidad de que sus aliados pueden estar aun dentro de aquellos que se han beneficiado de la política del imperialismo. Habiéndose producido un cambio cualitativo en la estructura de clases, que permite potenciales alianzas, que antes resultaban inconcebibles.
Es que la Revolución Cientifico-Tecnica, en su nivel de desarrollo actual, engendra riquezas que no provienen, como tal, de la sola explotación del trabajo, sino de un desarrollo de la ciencia y la técnica, que no están directamente ligados a la producción de la plusvalía relativa y extraordinaria. Tal y como esta se generaba bajo las condiciones del capitalismo de libre competencia.
Digamos, el monopolio de un Bill Gates y sus ganancias, no provienen de una simple ventaja tecnológica circunstancial, momentánea, sino del descubrimiento científico y su aplicación.
Produciendo plusvalía, pero generándose al mismo tiempo, formas de conciencia que difieren de la que siempre genero la producción de plusvalía. Engendra unas clases medias, a las que no les interesa la simple explotación, porque no se nutren de ella como clases. Sino de una actividad laboral, que ya de por si la sitúa en un plano social superior. Sin que experimenten a veces la conciencia de ser explotados, ni de que su nivel de vida dependa de la explotación de su trabajo. Pues experimentan un nivel de realización laboral, que es muy superior al que lograba el proletario en el siglo XIX.
Además ahora, a ciertas masas de trabajadores, su nivel de calificación le permite al mismo tiempo, laborar también, al margen de su empleo en la fábrica, como un trabajador independiente. Ya no es un simple trabajador atado a la máquina, sin otra posibilidad de realización, sino que posee una preparación técnica que le permite un nivel de independencia laboral, que le puede aportar beneficios monetarios, más allá de su salario.
Esas clases medias, engendradas por el alto nivel científico-técnico alcanzado por la producción, se genera en ellas una conciencia, que le posibilita ser aliada de la clase trabajadora en general, sobre todo, cuando ello le permite percatarse de la peligrosidad de una política imperial, que le puede llevar a poner en peligro su supervivencia.
Es que la conciencia de clase no sale de la nada, sino que brota del lugar que ocupa el individuo en el sistema de producción y si ese sistema es transformado por la revolución científico-técnica, la conciencia de clase también se transforma.
Pero existen además, las llamadas clases subalternas; clases no obreras, no trabajadores como tal, que por su nivel de realización capitalista, medianos capitalistas, burócratas subalternos, empleados al servicio del capital, gobiernos regionales, incluso militares, miembros de los cuerpos represivos y otros, que se benefician del capitalismo, pero que no siempre están dispuestos a seguir las políticas imperiales, sobre todo, cuando estas engendran un grado de peligrosidad, que solo se justifica para aquellos que ocupan las cúspides del poder imperial. Políticas que resultan, no pocas veces inaceptables, para los de más bajo rango, que están dispuestos a seguir tales políticas, siempre que no pongan en peligro sus intereses y más modestas aspiraciones.
Todo lo cual, resulta muy importante al analizar el fenómeno de las potenciales alianzas políticas, en la lucha contra el imperialismo.
Es que, al mismo tiempo, no son solo los cambios provocados por la revolución científico-técnica, los que engendran las modificaciones en la conciencia de clase. Sino que también tiene en ello una gran influencia, la propia política del imperialismo, la que en su afán de defender los intereses imperiales, generan acciones que no escatiman en instrumentos, ni métodos, para llevar a vías de hechos sus intenciones. Tratándose de políticas que con mucha frecuencia apelan a métodos militares, engendrando guerras regionales y confrontaciones armadas en general, que mantienen al mundo siempre al borde de una conflagración mundial.
Entonces, lo que más puede asustar de la política imperial, incluso a aquellos, que bajo determinadas circunstancias les sirven como aliados, es que tal política pueda llevar a la guerra. Hasta ese nivel no están dispuestos muchos a llegar, deviniendo ello en causa de potenciales alianzas, aun con aquellos que no comparten la existencia del capitalismo como sistema.
Entonces, la propia agresividad del imperialismo, sobre todo, mientras más esta se exacerba, es causa del desmoronamiento del sistema como fenómeno político. Porque ello permite a las fuerzas progresistas hallar, dentro de las propias fuerzas imperialistas, aliados para la propia contención imperial.
Entonces al imperialismo hay que combatirlo sobre la base de una estrategia de lucha, que encuentre dentro de sus propios límites de clase, parte de las fuerzas políticas con que hay que derrotarlo. Sobre la base de entender a profundidad, que es dentro del propio imperialismo, que están las fuerzas llamadas a destruirlo.
Ya Carlos Marx había demostrado científicamente, que el capitalismo lleva dentro de sí, los gérmenes de su destrucción. Mientras que V.I. Lenin demostró, que el imperialismo, no es más que el propio capitalismo, en la fase superior y ultima de su desarrollo.
Apenas ha comenzado el siglo XXI y no es difícil observar, que el imperialismo ha desarrollado a tal nivel de agudeza un conjunto de contradicciones, que o lo destruimos, o el destruirá al mundo, llevándonos a la guerra nuclear, de la que nadie podría salvarse.
24 de abril del 2020.












LA PRETENSION DE TRUMP: A DOS CON UN SOLO TIRO.

Autor: Esteban Morales Domínguez

Cuba, debe extremar sus precauciones. Se coaligan ahora varios problemas que la vuelven a situar en un momento difícil, aunque de dificultades ha estado siempre empedrado nuestro camino, para alcanzar la sociedad a que aspiramos.
Es útil reconocer que si el bloqueo de los estados Unidos contra Cuba, hubiera podido funcionar, para lo que fue diseñado; en realidad no habríamos logrado sobrevivir. Lo contario seria desconocer egocéntricamente, que las fuerzas a las que hemos tenido que enfrentarnos son abrumadoramente destructoras. Se trata de que sobre nuestro país se ha volcado todo el poder de la potencia imperial más poderosa del mundo, contra una revolución que apenas emergía en 1959. Hemos resistido, hasta ahora, más de sesenta años.
Pero creo que siete circunstancias han obrado en favor nuestro.
Primera: En Cuba ha tenido lugar una Revolución verdadera, profundamente radical y con un liderazgo enraizado en el corazón del pueblo.
Segunda: Estados Unidos diseño el bloqueo para un mundo que no cambia. Sin embargo, el mundo cambió y los Estados Unidos también.
Tercera: Cuba ha luchado inteligentemente, no esperando que el enemigo venga hacia ella, sino partiendo a buscarlo, dónde quiera que este se ha encontrado.
Cuarta: Cuba, solidaria consecuente y con una política exterior muy activa e inteligente, ha sido invencible.
Quinta: Entramos a los Estados Unidos, colectando y sensibilizando, dentro de ellos, todas aquellas fuerzas académicas y políticas, que han colaborado con nuestra existencia.
Sexta: La estrategia diseñada por Fidel, de pegarnos al enemigo siguiendo el principio de Capa Blanca, “No hay mejor defensa que el contraataque”, ha sido para nosotros un instrumento de salvación. Pero sobre todo la comprensión estratégica de que la batalla contra la política agresiva de Estados Unidos hacia Cuba, no hay mejor modo de librarla, que dentro de la propia sociedad estadounidense.
Séptima: Finalmente, la solidaridad hacia Cuba ha devenido en una fuerza creciente, que la acompaña en sus batallas contra la política de los Estados Unidos.
Cuba venido luchando para enderezar nuestra economía, buscando el modelo económico propio, siempre bajo las presiones del bloqueo y ahora inmersos en la batalla contra el Coronavirus. Librando enfrentamientos simultáneos, de diferente naturaleza, pero que se coaligan, haciendo de la situación actual, un periodo particularmente difícil.
En medio de tales condiciones, la administración de Donald Trump recrudece su política, enfocándola dentro de una estrategia, que combina cinco instrumentos que se hacen presentes con particular agresividad.
  1. La puesta en práctica de título tercero de la Ley Helms-Burton.
  2. Un incremento continuo y sistemático de las medidas agresivas que trascurren casi a diario.
  3. Un plan agresivo en el que ahora pretenden combinar la anunciada invasión a Venezuela con sus derivaciones para Cuba.
  4. Retoman las acusaciones de la supuesta participación de Cuba en el fenómeno del narcotráfico.
  5. Todo ello dentro de un contexto de duración aun impredecible, utilizando la circunstancia de la pandemia del coronavirus para adoptar medidas específicas que dificulten a Cuba superar su situación actual
Con la presidencia de Donald Trump, la política contra Cuba ha funcionado bajo la forma de una nueva escalada agresiva, que comenzó su articulación cuando, el 16 de junio del 2017, el Presidente Trump firma en La Florida, el memorando presidencial donde se anuncia la reversión del acercamiento llevado a cabo por Barak Obama (2009-2017). Dándose la orden también para nuevas restricciones a los viajes individuales y a la actividad comercial que se llevaba a cabo con Cuba.
Utilizando como un subterfugio los supuestos incidentes de salud reportados por diplomáticos norteamericanos en La Habana, el Departamento de Estado anuncia entonces la retirada del 60% del personal de su Embajada en Cuba y suspende también la emisión de visas. En medio de lo que se conoce como el incidente de “los ataques sónicos”.
Como una medida de represalia por tales incidentes, el Departamento de Estado, el 3 de octubre del 2017, ordena la salida de 15 diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington.
Continuando la escalada, Estados Unidos el 8 de noviembre del 2017, anuncia nuevas restricciones a los viajes y el comercio con Cuba, las cuales incluyen una lista de 180 entidades y sub entidades cubanas con las cuales los estadounidenses no pueden realizar transacciones. Tal lista, seria ampliada en otras cuatro ocasiones, la última de ellas el 26 de julio del 2019.
El 2 de marzo del 2018, ya el Departamento de Estado había informado la decisión de mantener de forma indefinida la reducción del personal de su Embajada en Cuba. El 15 de marzo del 2019, el Gobierno de los Estados Unidos, da a conocer la modificación de la entrega a cubanos de las visas B2(visitas familiares, entre otras funciones) las cuales son reducidas a una sola entrada con validez por tres meses.
Tal escalada con los visados llego hasta una situación en que la Embajada de los Estados Unidos no entrega visados en La Habana y las visas deben ser adquiridas en sus embajadas en un tercer país. Con todas las molestias, pérdidas de tiempo y gastos personales que ello lleva.
Entre el 5 y el 12 de abril, se difunde la información de que el Gobierno norteamericano, ordeno cancelar el acuerdo histórico alcanzado entre las Grandes Ligas del béisbol estadounidense y la Federación Cubana de ese deporte.
El 17 de abril del 2019, La Administración Trump confirma que activara el Titulo III de la Ley Helms-Burton, el cual permite presentar demandas contra personas y entidades que invierten en propiedades norteamericanas nacionalizadas en Cuba. Lo cual significa poner en ejecución la denominada figura de “Trafico”, un subterfugio legal que impide invertir en aquellos recursos que los Estados Unidos considera han sido ilegalmente nacionalizados. O como han dicho, que Cuba le robo las propiedades a Estados Unidos. Tratándose de una soberana mentira, pues cuando Cuba nacionalizo las propiedades norteamericanas, presento un Plan de Compensación, que solo los Estados Unidos no acepto.
El resto de las propiedades, nacionalizadas a otros países, como Canadá, España entre otros, ya han cobrado las compensaciones. Pero las intenciones de Estados Unidos, nunca fueron negociar con Cuba, sino tomar el fenómeno de la nacionalización como un arma de agresión contra Cuba, tal y como históricamente la han esgrimido.
El propio 17 de abril, los Estados Unidos anuncia que se adoptaran nuevas restricciones a los viajes no familiares, así como al envío de remesas a la Isla. El 2 de mayo del propio año 2019, finalmente activan el Titulo III de la Ley Helms-Burton y se presentan en el estado sureño de La Florida, las primeras demandas al amparo de ese acápite legislativo.
El conocido como Título III de la Ley Helms–Burton, había quedado siempre pendiente y era considerada su posible firma cada seis meses. Pero desde la aprobación de la ley por Bill Clinton, el 12 de marzo de 1996, nunca el titulo mencionado había sido aprobado para su puesta en ejecución. Lo cual se debía, al temor de las consecuencias que tal acción traería para las relaciones de los Estados Unidos con sus aliados.
Ahora Trump, asumía su puesta en práctica, sin que hasta el momento se haya logrado hacer avanzar ninguna de las reclamaciones presentadas.
El 4 de junio del 2019, la Administración Trump da a conocer, que a partir del día siguiente se suspenden los viajes educativos grupales “pueblo a pueblo” y se prohíbe que vayan a la Isla embarcaciones recreativas y de pasajeros, incluyendo cruceros, yates y aeronaves privadas y corporativas.
Sin dudas, conscientes de lo que los contactos “pueblo a pueblo” y en particular los intercambios científicos académicos habían ayudado, a erosionar la política agresiva hacia Cuba; Trump y sus aliados de la extrema derecha cubano-americana, no veían ni verán nunca con beneplácito que tales intercambios continúen. Pues estos han propiciado el conocimiento mutuo de lo que ocurre en ambos países y dentro de sus relaciones y dificultado el uso por parte de los Estado Unidos, de la mentira y la sobredimensión como armas ideológicas en su combate contra Cuba. Intelectuales y científicos de ambos países se han sentado a discutir sobre los problemas mutuos, impidiendo que los Estados Unidos manejen tales problemas a su antojo, con el peligro que ello entraña, en un tipo de confrontación que incuso, nos podría llevar al enfrentamiento militar. Cómo ya ha tenido lugar.
Recuerdo entonces que, cuando en 1980 nos reunimos con representantes de la Fundación Ford en Nueva York, para gestionar el financiamiento del intercambio, uno de sus Vicepresidentes nos dijo: “¿Sabe usted por que la Fundación está dispuesta a dar dinero para que se desarrolle un intercambio entre académicos cubanos y norteamericanos?” Le respondí: “me lo imagino, pero mejor escucharlo de Ud.“ Entonces expreso, el Vicepresidente: “… porque mientras peor estén las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, más importante es que los académicos de ambos países se reúnan a discutir nuestras diferencias”. Lo cual significa, que, dentro de los Estados Unidos, siempre ha habido fuerzas políticas, que han considerado, que los problemas entre Cuba y Estados Unidos se solucionan en la mesa de negociaciones. (Para ampliar ver: Milagros Martínez y Sheryl Lutjens, compiladoras. Historia de los Intercambios Académicos entre Cuba y Estados Unidos. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2018).
El 3 de julio del 2019, el Gobierno Estadounidense pone en unilateral lista de entidades sancionadas por vínculos con Venezuela a la compañía cubana Cubametales, con el fin de golpear la importación de petróleo desde el país sudamericano. El 26 de julio del 2019, anuncia restricciones de visas contra funcionarios cubanos vinculados a las misiones médicas cubanas en el exterior, acción contra uno de los programas más importantes de la Isla.
El 9 de septiembre del 2019, La administración Trump impone un límite de 1000 dólares por trimestre a las remesas que una persona puede enviar desde Estados Unidos hacia Cuba y elimina el permiso que permitía la realización de transacciones bancarias U-trun. Sin dudas se observa, por todas las medidas implementadas por Trump, cuanto habíamos logrado avanzar, en las relaciones entre ambos países; a lo que se sumaba la existencia de las embajadas en ambas capitales.
La escalada de agresiones se fue acelerando y mientras en el 2017, se adoptaron medidas contra Cuba, en los meses de junio, septiembre, octubre y noviembre; en el 2018 en los meses de marzo y diciembre; durante el año 2019, se adoptaron medidas en marzo, abril, mayo, junio, julio, y septiembre. En más de una ocasión, en los meses de abril y julio del 2019. Pudiendo observarse claramente la intención de Trump por lograr el retroceso político, favoreciendo aceleradamente el desmontaje de todas las medidas que la administración de Obama había logrado instrumentar. Las que a pesar de Trump, han dejado un sedimento de relaciones, que en un mundo como el actual, resultan ya imposibles de borrar. Porqué ambas sociedades, históricamente vinculadas, han vuelto a tomar el camino del acercamiento y ello ya no será posible, por parte de ninguna administración estadounidense, interrumpirlo.
No estamos ya ante la histórica política agresiva de Estados Unidos hacia Cuba, sino frente a una política que juega, como nunca antes, a devenir en un golpe contundente, acelerado y definitivo contra nuestro país. Por lo que esta política, deviene en la construcción de un fenómeno que, aunque formado por los mismos históricos ingredientes, estos son exacerbados aceleradamente, dentro de un contexto de enfrentamiento, que nos obliga a responderla como algo nuevo.
Debido a tres razones fundamentales:
  1. Trump es un presidente cualitativamente nuevo comparado con todos aquellos a los que nos hemos enfrentado hasta ahora.
  2. El contexto de la pandemia nos sitúa dentro de una circunstancia nueva y de impredecible duración para enfrentar esa política.
  3. La situación interna de Cuba, es cualitativamente nueva, tanto en un sentido positivo como negativo.
Todo ello se debe a que con Trump, las presiones bajo las cuales deberemos seguir adelante, son totalmente nuevas. Tanto en el orden interno, como internacional. Existiendo en ambos planos problemáticas que hacen más complicadas y nuevas las situaciones dentro de las cuales debemos tratar de hacer avanzar nuestras tareas para sobrevivir.
Situaciones que se caracterizan por las peculiaridades siguientes:
  1. El mundo se encuentra dentro de un periodo de transición, del unipolarismo hacia el multipolarismo, sin que podamos decir aun cual será la final definición de ese tránsito. Si vence el multipolarismo y la situación a los Estados Unidos se le hace más difícil para restaurar su hegemonía, ello tendrá un significado positivo para Cuba. Pero si ese tránsito demora mucho tiempo, o los Estados Unidos incrementa aún más su agresividad, los peligros aumentaran y Cuba estará dentro de ellos.
  2. Por tanto, una definición de la naturaleza antes apuntada, haría más o menos difícil la situación de Cuba, para continuar hacia adelante con su proyecto socialista.
  3. Lo antes apuntado, hace que Cuba tenga que lograr una fortaleza interna, especialmente económica, que le permita sobrevivir. Haciendo insistencia en aquellos problemas que aun debemos solucionar y que son muy complejos, por referirse a cuestiones de cambios en nuestra política económica.
  4. Si los Estados Unidos logran extremar su agresividad en el hemisferio, particularmente, contra Venezuela, Cuba quedara implicada, con la ineludible defensa de su aliado estratégico.
  5. Cuba deberá aprovechar al máximo sus capacidades internacionales: solidaridad, alianzas, relaciones económicas y políticas, que le permitan potenciar sus propias fuerzas.
Recientemente, abril 16 de este año 2020, parece que bajos las múltiples presiones sufridas, tanto internas como a nivel internacional, Trump decidió echar mano a las excepciones del bloqueo, para ser aplicadas en la compra o donación de material clínico, incluyendo el envío de remesas, y de infraestructura de salud, a cinco países que han estado bajo sanciones. Dígase los casos de Cuba, Corea del Norte, Siria, Venezuela, además, de Ucrania y Rusia. Con lo cual, no se suavizan las sanciones a ninguno, sino que se reafirma la disposición a aflojarlas en tiempos de emergencia, para ser utilizadas por entidades públicas o privadas. Apelando a las licencias generales y otras que debe ser utilizadas caso a caso y licencias que no tienen excepciones.
Sin dudas, no se trata de un acto humanitario del gobierno de los Estados Unidos, ni de nada que nos pueda indicar una flexibilización de la política de bloqueo contra estos países mencionados, sino de una actitud calculada ante las críticas recibidas, incluso de Naciones Unidas y de una buena parte de la comunidad internacional. Como sabemos, tal flexibilización no significa que sea nada fácil y expedito poder utilizarlas. Pues es de suponer, los requisitos a cubrir que son múltiples y las trabas burocráticas que lleva implícitas poder realizar tales operaciones.
A pesar de todo, Trump va en contra de una historia de las relaciones entre ambos países, de los últimos 60 años, en las que se han acumulado muchas experiencias, que pesan demasiado. Ya de ambos lados se ha probado, que mejores relaciones son posibles, que tales vínculos son beneficiosos para ambos países y que una política agresiva contra Cuba, no perjudica solo a Cuba, sino también a los Estados Unidos. Ante lo cual, Trump queda ubicado como una circunstancia desgraciada, anacrónica y transitoria, por encima de la cual hay que pasar y de eso están convencidos muchos, demasiados y de ambos lados. Además, como si fuera poco, el mundo está convencido, hasta los aliados de Estados Unidos, de que Trump es negativo tanto para Estados Unidos, como para sus relaciones externas.
Espero, que, para finales del 2020, hayamos podido quitarnos de encima dos de los peligros más grandes, que hasta ahora, nos han amenazado en toda la historia. Nos quedarían aun muchos peligros por superar, pero en el corto plazo, ninguno como Trump y la pandemia del Coronavirus.


18 de abril del 2020.




martes, 21 de abril de 2020

¿QUE EL CORONAVIRUS NO HACE DISTINCIONES DE CLASE?

Esteban Morales Domínguez
UNEAC

Eso, en principio, no es cierto. Las distinciones de clase están presentes y se expresan de una manera, a veces catastrófica, bajo la pandemia del Coronavirus. Constituyéndose en la base misma de las condiciones bajo las cuales el individuo está obligado a enfrentar la pandemia
Es cierto que cualquiera puede enfermarse, en términos biológicos, pero ni la manera de enfermarse, ni la de enfrentar la enfermedad, es la misma para todos los individuos. Ello está determinado por las condiciones sociales en que este vive, momento en que su status de clase es determinante.
Cualquiera puede adquirir el virus, biológicamente hablando, pero más allá de sufrir determinadas enfermedades crónicas, como pueden ser hipertensión, diabetes, problemas respiratorios, etc; en ello desempeñan un papel determinante circunstancias de clase que el capitalismo las ha predeterminado muy fuertemente.
Estas, preexistentes a la pandemia, son las siguientes:
  1. Los ingresos monetarios que se reciben, determinan, sobre todo, las condiciones en que se vive. La barriada, la calidad de la casa, el ambiente social y material y el tipo de ambiente y personas que nos rodean.
  2. Los servicios médicos que recibes, sean gratuitos o no, son determinantes, porque contribuyen fuertemente a las condiciones, mejores o peores, en que cada persona se enfrenta al virus y a una posible enfermedad en general.
  3. La alimentación y su calidad, por lo general es determinante, en las condiciones con que cada persona enfrenta cualquier enfermedad. Si estás bien alimentado, dispones de energías que son determinantes para recuperarse.
  4. No es lo mismo desplazarte en auto, que en transporte colectivo. Difieren fuertemente los riesgos con que te debes enfrentar ante un posible contagio.
  5. Por último, la cultura del individuo también es determinante ante la realidad de la enfermedad. Pues la conciencia individual ante la posibilidad de enfermarse o para enfrentar la enfermedad como tal, están determinadas por el nivel de cultura que posea el individuo, resultado en primer lugar, de la procedencia social, el acceso a la educación y las condiciones de vida.
En todas las sociedades conocidas, hasta ahora, los individuos difieren en sus condiciones de vida, lo cual es determinante al momento de enfrentar la enfermedad.
La pandemia del Coronavirus ha servido para hacer aún más evidentes, diferencias sustanciales, de como un individuo se enfrenta la enfermedad dentro de la sociedad cubana y la mayoría de las sociedades existentes en el mundo.
No obstante, la pandemia también ha mostrado con claridad, que esta se desenvuelve con mayor o menor agresividad, en dependencia de la política de salud seguida por los países que la sufren. Poniéndose de manifiesto que en tales circunstancias ha influido la voluntad política de los gobiernos, para enfrentar a la pandemia. Haciéndose evidente lo siguiente:
  1. Países, que, al priorizar la economía, por encima de la salud, como Estados Unidos, han comenzado a sufrir la pandemia, por falta de una política de salud eficiente, por medio del contagio, la desatención a la detección temprana del virus y la falta de condiciones materiales para la atención de los enfermos.
  2. La pandemia ha puesto claramente de manifiesto también, como la política neoliberal, seguida en estos años, ha afectado los presupuestos de salud, sistemáticamente rebajados, trayendo como resultado, un conjunto de países que carecen de políticas, presupuestos y recursos de salud para enfrentar la situación.
  3. La pandemia ha evidenciado también, que solo con la colaboración internacional y la solidaridad, es posible enfrentarla. Pero, la feroz competencia que han traído las políticas neoliberales, el duro enfrentamiento comercial, los enfrentamientos militares, las políticas de sanciones internacionales, las usurpaciones territoriales y el robo de recursos, han conformado un ambiente internacional, negativo para el enfrentamiento de la pandemia. El ambiente preponderante hoy en las relaciones internacionales, es incompatible con el tipo de relaciones que se necesita para enfrentar la pandemia.
  4. En particular, la política seguida por Estados Unidos, no ha logrado ser más negativa, respecto al comportamiento del Presidente. Según el Washington Post, del 8 de abril, del 2020, “el 3 de enero ya Trump había recibido notificación formal de la existencia del virus. Trump, también fue informado por el Secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar, el 18 de enero. Pero cuando se le pregunto públicamente sobre el virus, el 22 de enero, dijo: lo tenemos totalmente bajo control es una persona que viene de China”.
Trump, después de ser alertado sobre el virus, hablo en 8 mítines y en seis ocasiones jugo Golf, como si no tuviera nada de qué preocuparse. Comenzó a hablar del “Virus Chino”, descargando sobre esta nación la responsabilidad de la pandemia. Al caracterizarla de este modo, nos obliga a discutir que se trata de algo racista y tipo “chivo expiatorio”. Eso es precisamente lo que persigue, porqué le permite desviar nuestra atención, de las que debieran ser ahora mismo las preguntas fundamentales: ¿Dónde están las camas que faltan? ¿Dónde están las mascarillas y los tests? ¿Dónde está la política federal que se debiera seguir para contrarrestar la pandemia? Mientras que Trump lo hace, además, logrando una caja de resonancia dentro de la sociedad norteamericana, entre muchas personas, racistas, xenofóbicas y neoliberales, que lo siguen y que no miden las consecuencias de sus políticas.
No bastándole con ello, actúa incluso en contra de la OMS (Organización Mundial de la Salud) amenazándola y chantajeándola con rebajar su aporte financiero a la organización. Se niega rotundamente, a dejar a un lado la política de sanciones contra países como Cuba, Irán, Nicaragua, Venezuela, etc.; asumiendo en todo momento una actitud anticientífica, burlándose de las predicciones y recomendaciones de la ciencia. Tratándose además, de una política que niega la colaboración, incluso con sus históricos aliados, mientras que cínicamente, recibe y acepta la ayuda solidaria que le ha llegado de China y Rusia. Sin dudas que más cínico no puede ser.
    Estados Unidos no puede ser coherente en su política sobre la atención de la pandemia a nivel internacional, porque no lo es a nivel interno. Consecuencia de todo lo cual, ha devenido en la nación más afectada por el Coronavirus. Los valores ideológicos preponderantes en la sociedad norteamericana ponen también hoy en crítica situación a la ciudadanía, al representar un peligro para su propia supervivencia.
    En el orden externo, la consigna de “América Primero”, e internamente, el individualismo, el consumismo, el mesianismo y otros valores muy negativos que le son propios, ponen en la peor situación a la sociedad norteamericana, para lograr el grado de coherencia política que se necesita para vencer a la pandemia. Por lo que todo ello deviene en situaciones muy difíciles de superar. Siendo la proyección más optimista de Trump, que el virus podrá matar entre 100,000 y 240,000 ciudadanos.
Pero, además, el Global Sachs ha calculado, que las medidas de distanciamiento social, ya provocaran una contracción del PIB del 34%. Como si fuera poco, un 33% de los hogares, con ingresos inferiores a 50,000 dólares al año, tienen algún miembro desempleado. Hay 16,7 millones de ciudadanos sin cobertura médica.
Según un estudio del Profesor Mark, director del Instituto Brookings, los 50 condados más golpeados por el Coronavirus, aportan el 30% del empleo y el 36 % del PIB del País”. Lo cual es un serio problema a enfrentar en la perspectiva de una posible recuperacion. Se insiste,en que Trump debe clasificar las muertes de la Covid, según color de la piel, pues serios estudios han arrojado, que la pandemia afecta al 70% de los afrodescendientes en Estados Unidos.
Trump, en realidad, no concibió la polarización que se ha producido, con su política, tanto en el mundo como dentro de Estados Unidos, pero la ha utilizado incrementándola dramáticamente. Siendo esa polarización, actualmente, uno de los peligros mayores que enfrenta la sociedad norteamericana.
Estados Unidos, Trump en particular, no aprendió las lecciones del 2008-2009 cuando Wall Street fue rescatado, momento en el que, como ahora, se lanzaron fuertes fondos de dinero. Sin embargo, no se tomaron entonces medidas para evitar que ciertos sectores de alto nivel se beneficiaran, así como tampoco se impusieron limites a los bancos de inversión de cómo debían utilizar el rescate. Por lo cual, el actual rescate, es percibido como una nueva oportunidad para las empresas hacer negocios y obtener dinero fácil.
La actitud de la administración de Donald Trump, pone en un serio peligro, tanto a Estados Unidos, como al mundo para superar la pandemia del Coronavirus.
Es que, para estados Unidos, lo primero es el dinero y después todo lo demás. Lo cual se ha puesto claramente de manifiesto en su política de priorizar las cuestiones financieras y la atención de la economía por encima de todo. De aquí su insistencia a considerar que, para las pascuas de abril ya el país y la economía en general, debía estarse recuperando, cuando hasta ahora la situación no ha hecho más que empeorar, sin que pueda apreciarse ninguna luz al final del túnel.
Son necesarios de manera evidente, ingentes recursos y dinero para superar la pandemia, que de modo especial está resultando muy costosa, de manera particular, dentro de Estados Unidos, sin que sea posible calcular aun cuanto será el costo de superar la Covid-19.
En realidad, no hay en el planeta, escasez de dinero ni de recursos, lo que hay es un orden de prioridades que, exigido por la política neoliberal seguida, dirigida al beneficio, los gastos en armamentos, el despilfarro, o la concentración en pocas manos de los recursos, por encima de la satisfacción de las básicas necesidades humanas. Razones que explican como la pandemia ha sobrepasado con mucho las capacidades disponibles de hospitalización y recursos para la atención médica en general, dentro de un país rico como Estados Unidos.
Mientras tanto, Cuba, Rusia y China, principalmente, sé están destacando por un comportamiento político ante la pandemia, que se gana el respeto de los pueblos del mundo, mostrando una gran solidaridad en esta batalla y poniendo además en evidencia el carácter profundamente negativo de la política exterior norteamericana, ante el interés del presidente Trump por sacar provecho de la pandemia, con el objetivo de avanzar en sus intenciones de controlar al mundo.
Al tratarse de un problema global, la pandemia exige un enfoque global, colaboración global y soluciones del mismo carácter. Por cuanto se requiere compartir el equipamiento médico, así como acordar no imponer controles de exportación de medicamentos, alimentos y otros productos esenciales.
Sin embargo, Estados Unidos no reacciona con una política que lo mueva acorde con la situación que el país enfrenta y mucho menos el mundo. Por lo que su tan evidente capacidad de recursos y dinero, para ayudar al mundo y ayudarse, asimismo, están ausentes. Representando ello un peligro incalculable, por cuanto, no es posible suponer que la pandemia pueda ser globalmente superada, si Estados Unidos no termina por colaborar a su superación.
De modo, que hasta hoy, la posibilidad de superar la pandemia se nos presenta como algo plagado de incertidumbres, peligros y potencialmente negativas predicciones.
La experiencia que la pandemia aporta hasta hoy, no es positiva para el capitalismo. Por cuanto ha puesto en evidencia las incapacidades de un sistema, que ante el peligro que afecta al mundo, parece no estar en condiciones de asumir políticas adecuadas, aunque en ello le vaya su propia salvación.
Todo lo cual es consecuencia de un modelo de acumulación, en el que se priorizan solo los beneficios del capital, las grandes corporaciones, los grandes bancos y el de una sola parte de la sociedad. De modo que el resto de la humanidad, puede desaparecer, sin que ello provocase la más mínima preocupación.
Solo que ahora, la Covid -19, ha demostrado, que los principios económicos y valores del capitalismo, son causas potenciales de su posible destrucción. Por cuanto, como nunca antes, queda demostrado que el mundo es uno solo y que su supervivencia no depende únicamente de una sola parte de él, sino de todos los que tengan la verdadera voluntad de salvarlo.
Dialécticamente confirma, que también es cierto que el Coronavirus, no hace distinciones de clase, sobre todo, a la hora de considerar como debiéramos salvarnos de la pandemia. Porqué todos compartimos la misma nave espacial.






miércoles, 8 de abril de 2020

LA CUARTA BATALLA DE CUBA

HOMENAJE A TATO QUIÑONES*. 

UN NUEVO CONSENSO INTENTA ROMPER LA BRECHA
DE DESIGUALDADES RACIALES Y SOCIALES EN LA ISLA CARIBEÑA.  
 
Gisela Arandia Covarrubias
investigadora y escritora cubana
24 marzo, 2020 
 
El investigador e historiador autodidacta Serafín (Tato) Quiñones,
Miembro activo de la Cofradía de la Negritud, defendió desde su obra
intelectual y de activismo social, el tema del antirracismo en Cuba.


La aparición de un programa de gobierno para enfrentar la
discriminación racial en Cuba, luego de más de medio siglo de Revolución en el poder, significa la aparición de un nuevo consenso en la dirección del país intentando romper la brecha de desigualdades raciales y sociales.

Se trata de un tema pendiente, que arrastra una trayectoria donde el conflicto raza-nación ha sido una característica inherente a una región cuya racialidad y nación fueron diseñadas como antítesis, desde el inicio de la colonización. La nación, por definición, fue
considerada "blanca", mientras que poblaciones originales y
afrodescendientes no eran parte de ella y, simplemente, no calificaban como parte de la ciudadanía.

Aun para estados progresistas, romper ese mito de nación-blanca por definición y práctica social representa un gran desafío, porque sigue vigente desde un discurso cultural que ha contribuido a invisibilizar a las poblaciones no blancas, en casos como Brasil, Colombia e incluso en
Cuba, donde al menos la mitad de su población es no blanca, aunque los censos reflejen otra realidad.

En ese contexto, la blanquitud ha sido ponderada como el espacio de las oportunidades y el éxito. En ese sentido, ser una persona de origen africano implica múltiples riesgos, desde el paradigma colonial que clasificó a esa identidad como inferior. En Cuba, a pesar de una cultura donde la africanidad matiza cada pedazo de la vida cotidiana,
todavía determinados rasgos fenotípicos siguen representando barreras visibles e invisibles que van determinando el estatus de vida.

DESAFÍOS DEL PROGRAMA

En el contexto cubano actual, la aparición de un programa gubernamental no será una panacea en sí misma, sino una oportunidad para la cual no toda la sociedad está aun debidamente preparada, entre otras causas, debido al silencio que por seis décadas ha acompañado a un conflicto histórico que llegó a la actualidad.

 [3]

El mestizaje es uno de los pretextos clásicos utilizadospara negar el racismo.


De ahí que será oportuno iniciar una labor de concientización que acompañe de modo adecuado esta propuesta, para que pueda ir develando el conocimiento requerido acerca de un tema poco visible aún. Pero,
sobre todo, será preciso promover espacios de diálogo, creación de estrategias y propuestas de acciones donde participen la diversidad de personas afrodescendientes del país, de modo que el Programa esté enriquecido con las opiniones de quienes sufren aún las consecuencias
de la discriminación racial, debido a su experiencia empírica.

Un requisito indispensable es explicar que el racismo y su práctica, la discriminación racial, es parte de un conflicto de carácter global organizado por las empresas coloniales entre los siglos XVI-XIX, a partir de la trata esclavista transatlántica como la mayor violación a los derechos humanos cometida contra un grupo humano.

La trata fue un proyecto de secuestro masivo de poblaciones diversas, transportadas desde el continente africano a las Américas para ser utilizadas como fuerza de trabajo para el enriquecimiento de una élite.
Paralelamente, es importante colocar al racismo en el contexto del desarrollo del sistema capitalista y la historia de la esclavitud africana como parte de la acumulación originaria del capital. Pero, además, es preciso conocer que la trata tuvo tres características importantes: primero, su duración: casi cuatro siglos; segundo, el número de poblaciones secuestradas y transportadas por la fuerza que
han sido calculadas entre las cifras de 11, 15 y hasta 20 millones de personas por algunas fuentes, entre ellas La Ruta del Esclavo.

Y tercero, por el impacto cultural de la legitimación intelectual de la identidad de origen africano como criatura inferior, que ha sido el impedimento más devastador en la construcción de la ideología del racismo. De ahí la urgencia de eliminar la discriminación racial como
un fenómeno naturalizado de una realidad _per se_, de una determinada situación social. El racismo es una ideología cuyo epicentro ha sido el sistema capitalista mundial; por tanto, habría que ubicarlo dentro de aquel versículo de la Biblia que dice: "el que esté libre de pecado que lance la primera piedra…"

Como una construcción social, el racismo y su corolario, la discriminación racial, no desaparecen espontáneamente, sino que exigen de un proceso de deconstrucción. Por lo cual, el tratamiento para su eliminación requiere de varias condiciones sociales, en especial por su capacidad de transformarse como un elemento alienígena que modifica su apariencia, pero conserva su esencia. En Latinoamérica, por ejemplo, se ha afirmado que el racismo es un conflicto exclusivo de la sociedad anglosajona, a partir de un enfoque que tiene sus raíces en la formación de la hispanidad y el proyecto colonizador iniciado en 1492,
año del descubrimiento de América y también de la expulsión del mundo árabe-islámico-judío de la península Ibérica.

Como un conflicto de larga data, la eliminación de la discriminación racial requiere de conocimientos que, generalmente, no forman parte de los currículos docentes ni tampoco del discurso cultural. Uno de los
pretextos clásicos utilizados para negar el racismo ha sido el llamado mestizaje cultural como arquetipo estructural de la nación, una plataforma que se ha caracterizado por negar las desigualdades raciales.
Está claro que el mestizaje, como fenómeno social, es también global, como han demostrado los estudios del ADN, incluso en Cuba. Es interesante recordar que, justamente en esta región del mundo, son los
pueblos de origen africano -calculados en más de 200 millones personas- son los que ocupan las zonas de pobreza extrema, según datos de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe [4] y otras fuentes.  [5]

Es decir: la propuesta cubana de crear un programa gubernamental para asumir este conflicto representa un desafío, en el cual no son suficientes las publicaciones de excelencia literaria, sino que además es necesario promover el debate, junto a una labor de activismo social
que contribuya a dotar a la sociedad de herramientas teóricas y prácticas sociales apropiadas para esa misión transformadora.

REZAGO DE LA MENTALIDAD COLONIAL

Una categoría conceptual de impacto positivo al comienzo de siglo XXI fue esclarecer que el fin del colonialismo como ocupación física de un territorio no significó la liberación de una mentalidad colonial. La discriminación racial fue establecida como parte de un proyecto
cultural que ha tenido a bien ocultar, muchas veces con maestría sofisticada, aquellos acontecimientos que marcaron una hegemonía mundial desde donde resulta complicado explicar tanto su origen como su continuidad. Para acercarnos a su génesis, es importante conocer las
propuestas acordadas en Durban en 2001, en la Conferencia Mundial contra el racismo y discriminación racial, donde se establecieron demandas básicas: las reparaciones, el Plan de Acción de Durban [6] y la
denominación de afrodescendientes, que sustituye estereotipos racistas históricos.

Uno de los grandes desafíos para conocer los orígenes del racismo y su práctica cotidiana, la discriminación racial, es que está inscrito en una confluencia de pensamientos que abarcan al unísono diversos conflictos, por lo cual es necesario contar con un diagnóstico previo específico de la realidad cubana, donde actúan varias perspectivas
conceptuales de las ciencias sociales, no solo la Historia. Es decir, que se trata de fenómeno en el cual es imprescindible explorar el escenario económico en toda su magnitud, porque la falta de ese enfoque impide comprender qué papel juega en ese orden algo tan determinante como las desigualdades y, por tanto, la garantía de la justicia social como parte de la Revolución.

Pero ese análisis exige, además, ubicar aquellas ideologías que han formado parte de ideas como la Ilustración, la pseudo ciencia, el cristianismo, el progreso y una filosofía que favorece a las personas de origen europeo y condena al resto de los seres humanos, como parte de una mentalidad que ha trascendido en el tiempo. Se trata de un
itinerario conceptual que requiere de un acercamiento mínimo al estudio de la conducta humana, lo que significa además una observación de la Psicología como ciencia que estudia formas de comportamiento de la consciencia social, entre ellas la memoria histórica, la realidad
familiar, el dolor y otras variables.

Y, finalmente, tendremos que añadir la Sociología como aquella ciencia que nos ofrece el conocimiento de la sociedad cual fenómeno integrador, donde están incluidos temas como las clases sociales, la cultura, las organizaciones y otros detalles no menos importantes. A lo cual habría que incorporar, ahora, el papel de las nuevas tecnologías y su discurso comunicacional, donde generalmente el asunto es presentado como racismo
oculto, una variable predominante en el actual contexto cultural. Pero, aun así, con esos conocimientos, deconstruir el racismo implica también lo que el pedagogo brasileño Paulo Freyre llamó _desaprender.
_

En perspectiva conceptual aparece la necesidad de incorporar el tema en los espacios docentes, comunicacionales y políticos, donde la labor de
quienes lo han estudiado por muchos años deberá contribuir a fortalecer el Programa Gubernamental. Un elemento a tener en cuenta será revisitar aquellas pocas figuras de la historia patria que tuvieron el coraje y la lucidez intelectual de comprender las implicaciones de ese conflicto. Dígase Antonio Maceo y José Martí. Y
en épocas más cercanas, pensadores como Raúl Cepero Bonilla, Rogelio
Martínez Furé, Manuel Moreno Fraginals, José Luciano Franco, Pedro
Dechamps Chapeaux, Walterio Carbonell, Fernando Martínez Heredia, Reynaldo González y Eliseo Altunaga, entre otros, quienes tempranamente alertaron, ya en época de la Revolución, la urgencia de un análisis de aquellos pensamientos en que la discriminación racial ha tenido una
incidencia con un espacio social compartido.  [7]

Revisar a fondo y modificar los planes de estudios del sistema de la enseñanza en la isla constituye una necesidad impostergable para el enfrentamiento a la discriminación racial.


FORTALEZAS

Pero, al mismo tiempo, Cuba posee una condición excepcional y es su capacidad institucional creada y fortalecida al paso de los años, lo cual le otorga una ventaja en temas de equidad social, como educación,
salud, ciencia, cultura y un fuerte legado de solidaridad, que ha propiciado ayuda internacional en espacios de transformación social. Al inicio de 1959, la Revolución promovió iguales oportunidades_, _un proyecto que si bien abrió una puerta a la inclusión, no fuesuficiente porque no tuvo en cuenta que todos los grupos sociales no
venían del mismo punto de partida.

Para intentar dar una respuesta a todos estos enfoques, en el contexto cubano resulta imprescindible colocar entonces el pensamiento de Fidel Castro [8], su mirada acerca de la discriminación racial y su eliminación como única posibilidad de una sociedad justa. Por eso es necesario tener en cuenta que no es la primera vez que la Revolución
cubana intenta eliminar la discriminación racial. Quiero recordar, en el contexto actual, "la cuarta batalla", para comprender la significación de esa propuesta.

LA CUARTA BATALLA

El domingo 23 de marzo de 1959, ante más de un millón de personas, en el balcón del antiguo Palacio Presidencial -hoy Museo de la Revolución-, Fidel Castro realizó su primera convocatoria a lo que él llamó "la cuarta batalla". Con el aire aún fresco de la guerrilla triunfadora, el líder de la Revolución cubana, en una alocución donde
su voz se confundía con aplausos reiterados, comentó acerca de cuatro batallas decisivas en ese momento: lucha contra el desempleo, rebajar el costo de la vida, aumentar el salario de trabajadores que recibían menos y la cuarta batalla.

¿Qué era la cuarta batalla?

Puedo llamarla una cuarta batalla, dijo el líder y agregó: "Porque acabe la discriminación racial en los centros de trabajo. […] De todas las formas de discriminación racial, la peor es aquella que limita el acceso del cubano negro a fuentes de trabajo. […] Porque es cierto que ha existido en nuestra patria en algunos sectores el bochornoso procedimiento de excluir al negro del trabajo".

Pero su llamamiento no tuvo el apoyo esperado y, por primera y única vez, Fidel trató de aclarar sus palabras solo tres días después de su paradigmático discurso. El 25 de marzo, en el programa de televisión Conferencia de Prensa, trasmitido por el entonces canal 12, radicado en
la calle P y 23, hoy Informativo del ICRT, el líder comentó de modo coloquial sus experiencias con distintas personas que le hicieron saber su desacuerdo con su propuesta antirracista, a pesar de la disposición incluso de dar la vida por la Revolución.

El periodista y escritor Sixto Gastón Agüero en el libro _Racismo y mestizaje en Cuba_, publicado por la editorial Lid en 1959,señaló:

…acabamos de presenciar en Cuba, con motivo del anuncio del doctor Fidel Castro, en que exponía que la Revolución se proponía terminar con todos los tipos de segregación de los cubanos determinados por el
color de la piel. El anuncio produjo alarma. Una enorme, enormísima zona de cubanos se consternó ante la posibilidad de que se prohibiese el establecimiento de divisiones de los cubanos por motivo del color de
la piel; para esas zonas esa división es un principio inviolable. Y la prueba más elocuente del infantilismo racional que inspira el principio segregacionista es que el punto que parece más grave, más amenazador,
más propiciador de catástrofe, es la posibilidad de que se establezca como norma que en los bailes participen cubanos de todos los colores.[…] A instancias de sofismas, dogmas, tradiciones y pasiones,
a la totalidad cutánea del individuo se ha dado en nuestro medio una categoría de tal envergadura que, llega a convertirse en un factor que determina la imposibilidad de que dos cubanos de las mismas condiciones morales y culturales puedan alternar en un mismo centro social. Y se da el caso que el doctor Fidel Castro, que contando con la devoción y decisión de su pueblo al sugerir que terminen las diferenciaciones de estimación basadas en el color de la piel, provoca que haya sectores que se sientan ofendidos, otros que presagien que el planteamiento de
esa cuestión pueda crear cismas y hasta sangre, y, hasta no faltan hombres que echaron y echan sus vidas en respaldo a las directrices del doctor Fidel Castro, pero que en este planteamiento contra las segregaciones estimativas sociales y materiales de los cubanos no
respaldan al líder de la Revolución[1] [9].

El comentario de Sixto Gastón Agüero, poco conocido aún al analizar la propuesta de Fidel para eliminar la discriminación racial, explica, como testigo de ese momento, las argumentaciones que se oponían a un
proyecto contra la discriminación racial. Durante mucho tiempo, escritores cubanos y extranjeros afirmaron que no hubo una voluntad política real para combatir la discriminación racial, lo que en cierta medida es verdad. Pero, en mi opinión, resulta imprescindible colocar
el contexto que predominaba al inicio de la Revolución en relación con la racialidad cubana. Por esa razón es necesario mostrar con claridad los impedimentos que surgieron en aquella primera época, para conocer
las dificultades que presentaron la discriminación racial y la urgencia actual de asumirlo como país.

Es preciso explicar, en particular a las generaciones más jóvenes, la significación del racismo y la discriminación racial en Cuba, en 1959. Con una mentalidad cuyo mito fundacional era la hispanidad, promovía una unidad nacional mítica y no inclusiva, que privilegiaba a las
clases sociales en poder, donde la blanquitud identitaria -y no la diversidad- representaba al modelo de nación. Una realidad regional que es posible observar hoy día, cuando la población originaria aún sigue formando parte del estereotipo social, como es posible observar ahora
mismo en Bolivia. Se trata de la legitimación de una blanquitud ficticia, que sigue vigente como identidad soñada y deseada, prevaleciendo por encima de la realidad social. En este sentido, convendría recordar a Alejo Carpentier:

…la noción de coloniaje nace con el descubrimiento de América […] Esta idea de colonización parece ya perfectamente instalada. Pero la historia tiene sus sorpresas, y no contaba con un elemento imprevisto:
el esclavo africano. Traído del continente africano, el negro que llega a América aherrojado, encadenado, amontonado en las calas de buques insalubres, que es vendido como mercancía, que es sometido a la
condición más baja a que puede ser sometido un ser humano, resulta que va a ser precisamente el germen de la idea de independencia. Es decir, que con el transcurso del tiempo, va a ser ese paria, ese hombre situado
en el escalón más bajo de la condición humana, quien nos va a dotar nada menos que del concepto de independencia[2] [10].

Quisiera repetir dos conceptos explicados por Fidel; el más reciente en el libro _Cien horas con Fidel_, de Ignacio Ramonet, edición de 2006:

Nosotros, después de la victoria, éramos bastante ignorantes acerca del fenómeno de la discriminación racial, porque creíamos que bastaba con establecer una igualdad ante la ley, y eso se aplicaría sin
discusión. […] Para nosotros, luchar contra la discriminación racial es un principio sagrado. Cuando hablé la primera vez de eso, se produjo un estado de opinión tremendo; volví a hablar, tres veces hablé, de
qué significaba la discriminación racial, que no significaba obligar a nadie a unirse a nadie, sino que acabara la discriminación aquella, las injusticias, las desigualdades en el trabajo, en la recreación, en la educación. Entonces éramos suficientemente ingenuos como para creer
que establecer la igualdad total y absoluta ante la ley ponía fin a la discriminación. […] La Revolución, más allá de los derechos y garantías alcanzados por todos los ciudadanos de cualquier étnica y origen, no ha logrado el mismo éxito en la lucha por erradicar las diferencias en el estatus social y económico de la población negra del
país. Los negros viven en peores casas, tienen los trabajos más duros y menos remunerados y reciben entre cinco y seis veces menos remesas familiares en dólares que sus compatriotas blancos[3] [11].

 [12]

El activismo resulta clave para el éxito del programa de gobierno para enfrentar la discriminación racial en Cuba. Proyectos como Beyond Roots, Turban Queen, Afro estética, entre otros, defienden y reivindican la identidad de la mujer afrodescendiente.

CONCLUSIONES

Para concluir, mi punto de vista acerca de lo que significa en este momento encauzar un programa de gobierno contra la discriminación racial: habría que recalcar que se trata de un asunto sumamente complejo, teniendo en cuenta su carácter global y su existencia como fenómeno mundial mediático que reproduce y disemina una mentalidad racista, lo que dificulta deshacerse del mito histórico que inferioriza a las personas de origen africano. Como un fenómeno asociado a la colonización y al desarrollo del sistema capitalista, representa la
posibilidad de promover sociedades más justas en toda su plenitud.
Negarlo significaría mantenerlo, particularmente frente a los peligros cada vez más agresivos de Estados Unidos, que ha considerado este tema como una opción para debilitar la nación cubana y para ello ha desplegado disimiles y sofisticados recursos.

Al mismo tiempo, con el advenimiento del siglo XXI se ha ido abriendo paso una nueva producción de conocimiento que intenta transformar esa mentalidad colonial racista, en la cual la historiografía clásica ocultó o contó mal la verdadera historia de la emancipación, con un
protagonismo decisivo de los pueblos africanos. Al paso de seis décadas, el contexto de la racialidad cubana es bastante diferente, porque la multirracialidad se ha extendido de modo vertiginoso, con familias de identidades mucho más diversas, y ahí se encuentran
precisamente nuevas oportunidades. Por eso, para eliminar la discriminación racial será indispensable la participación del conjunto de la sociedad cubana, con todos sus componentes identitarios.
Es necesario recordar la idea de Fidel expresada en 1959, como parte de la utopía revolucionaria que anuncia que un mundo mejor es posible:

El problema de la discriminación racial es desgraciadamente, uno de los problemas más complejos y más difíciles de los que la Revolución
tiene que abordar. […] Quizás el más difícil de todos los problemas que tenemos delante, quizás la más difícil de todas las injusticias de las que han existido en nuestro medio ambiente […] Hay problemas de orden mental que para una Revolución constituyen valladares tan difíciles como los que pueden constituir los más poderosos intereses creados. Nosotros no tenemos que luchar solamente contra una serie de intereses y de privilegios que han estado gravitando sobre la nación y
sobre el pueblo; tenemos que luchar contra nosotros mismos […] Hay gente muy humilde que también discrimina, hay obreros que también padecen de los mismos prejuicios de que pueda padecer cualquier
señorito adinerado. Y eso es lo que resulta todavía más triste.

Porque si aquí los que hubieran protestado de que yo abordara el problema de la discriminación, hubiesen sido los mismos que tienen latifundios, que tienen rentas, aquellos a quienes las leyes de la Revolución hubiesen perjudicado, tendría una lógica; pero lo absurdo,
lo que debe obligar al pueblo a meditar, es que haya levantado ronchas entre gente que ni tiene latifundios, ni tiene rentas, ni tiene nada, que no tiene más que prejuicios en la cabeza. Y eso es realmente lo doloroso[4][13].(2020)

* En el momento en que concluía este texto, titulado "La Cuarta Batalla", se conoció del fallecimiento de Tato Quiñones, lo que me ha permitido convertirlo en un homenaje a su memoria, recordando su conferencia del 25 de enero de 2001, en Sala Villena de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba.

--

Notas

[1] [14] _Racismo y Mestizaje en Cuba,_ Editorial Lid, 1958, p.: 11, 13.

[2] [15] Revista El Correo de la UNESCO, Diciembre 1981.

[3] [16] _Cien horas con Fidel_, de Ignacio Ramonet, edición de 2006,
pp.: 228, 229,230.

[4] [17] Fidel Castro Ruz: Comparecencia del Comandante en Jefe Fidel
Castro en el Canal 12 de televisión, La Habana, 25 de marzo de 1959.
http://granma.co.cu/secciones/fidel_en_1959/art-048.html [18]


Links:
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[1]
https://www.ipscuba.net/sociedad/
[2]
https://www.ipscuba.net/author/gisela-arandia-covarrubias-investigadora-y-escritora-cubana/
[3]
https://i2.wp.com/www.ipscuba.net/media/2020/03/mestizaje-cuba.jpg?ssl=1
[4]
https://www.cepal.org/es
[5]
https://i0.wp.com/www.ipscuba.net/media/2020/02/infografico-dos-miradas-composicion-racial-cuba.jpg?ssl=1
[6]
https://undocs.org/es/A/CONF.189/12
[7]
https://i0.wp.com/www.ipscuba.net/media/2020/03/educacion-cuba.jpg?ssl=1
[8]
https://fidel-discursos.ipscuba.net/
[9]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_edn1
[10]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_edn2
[11]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_edn3
[12]
https://i2.wp.com/www.ipscuba.net/media/2020/03/20200307JLB_S3jpg-copia.jpg?ssl=1
[13]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_edn4
[14]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_ednref1
[15]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_ednref2
[16]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_ednref3
[17]
https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cuarta-batalla-de-cuba/#_ednref4
[18]
http://granma.co.cu/secciones/fidel_en_1959/art-048.html