Por. Dr.Cs.Esteban Morales.
UNEAC.
Con posterioridad a la toma de la presidencia, Obama no ha realizado cambios realmente sustanciales en la política hacia Cuba, tal y como veíamos esta política desde el primer semestre del 2009. Decíamos entonces, que Obama había dividido el bloqueo en dos y así aun se mantiene.
Solo que las condiciones bajo las cuales esa política tiene que desplegarse tienden variar, yo diría, tanto para Cuba como para Estados Unidos.
Cuba, posiblemente atraviesa la situación más complejas y difícil, después de más de cincuenta años de revolución, aunque también acomete el enfrentamiento a esa situación, de manera más fuerte, pragmática e integral, como no se recuerda nunca antes.
Estados Unidos, por su parte y en particular Obama, continúa con su línea original, de buscar el acercamiento a la sociedad civil cubana, flexibilizando en puntos claves de ese acercamiento (remesas, viajes, paquetes, intercambio académico y de pueblo a pueblo, ampliación de vuelos y puertos, apoyo financiero a la disidencia interna), mientras mantiene el bloqueo y presiona sobre aquellos puntos que podrían perjudicar a la economía cubana. Mientras sostiene sin embargo, una política que pretende no repetir los errores de su predecesor, aunque sin permitir que se pueda interpretar que él no quiere lo mismo para Cuba, es decir, el cambio de régimen. Y lo hace de modo para hacer evidente, que la política de Bush hacia Cuba era contraproducente.
Pero el escenario en que Obama pretende continuar su política ha cambiado y continúa cambiando. Yo diría, que ha empeorado, comparándolo con el momento en que Bush lo dejó.
1- La crisis económica interna, que afecta a estados Unidos, no ha sido resuelta aun y parece estar lejos de solucionarse.
2- No se vislumbra el final de la guerra en Afganistán, ni la estabilidad política y económica de Iraq.
3- Los conflictos en Egipto, Yemen, Libia, Siria, han complicado el escenario político en la región, asunto del cual Estados Unidos no puede desentenderse.
4- Los planes estadounidenses de contener a Corea del Norte y a Irán no muestran resultados tangibles.
5- No ha logrado que Israel acepte su política de retorno a las posiciones de 1967.
6- La situación en América Latina y el Caribe, parece evidenciar cada día más el fracaso la política de Estados Unidos en su histórico “traspatio”. El retroceso obligado del golpe de estado en Honduras, está indicando muy claramente que las políticas de fuerza, que antes siempre se impusieron, ya no dan resultado.
7- El mapa político de la región, está obligando a Estados Unidos a hacer importantes ajustes en su política hacia América Latina y el Caribe.
8- La situación económica en Europa aumenta el riesgo para la recuperación económica estadounidense, que ya no puede contar como antes, con las holguras que ofrecía la economía europea.
Es cierto que la supuesta captura y asesinato de Bin Laden, ha representado un triunfo para la popularidad del Presidente. Pero cuando los votantes concurran a las urnas en noviembre del 2012, se habrán acumulado suficientes triunfos o fracasos, como para que ese acontecimiento ya haya sido olvidado. Sobre todo, tomando en consideración el peso que auguramos tendrá la economía en las próximas elecciones.
Es decir, a Obama se le presenta una situación bastante compleja. En medio de la cual ha movido asuntos de la política hacia Cuba, que indican su interés de mantener una estrategia, que le permita avanzar paulatinamente en sus propósitos, sobre todo aprovechando la compleja situación interna de Cuba en la actualidad. Política que en esencia, no ha variado sus objetivos, en particular la intención de mantener las presiones del bloqueo contra el gobierno cubano, tratando, al mismo tiempo, de dar la impresión de que con las medidas de flexibilización adoptadas, su política no es contra el pueblo, sino en contra del liderazgo político cubano.
Cuba, por su parte, paso a paso, pero yo diría, con mayor rapidez que la acostumbrada, va disponiendo de un escenario, que al parecer, es cada día más favorable para enfrentar la política de Estados Unidos.
Entre los factores que conforman ese escenario se encuentran.
1- Los cambios, fundamentalmente económicos, que en medida creciente, se desprenden de los debates sostenidos en el VI Congreso del Partido. Con la perspectiva de ser mejorados en la próxima Conferencia partidaria de enero del 2012.
2- Los planes económicos estratégicos, que cuentan con el apoyo de aliados fuertes, dispuestos a la ayuda para hacer avanzar la economía del país. Digamos, China, Brasil, Vietnam, Venezuela.
3- La estrategia petrolera, que cuenta con un programa, dentro del cual Cuba puede salir fuertemente beneficiada, incluso políticamente, al mover fuerzas dentro de Estados Unidos, que están dispuestas a negociar con la Isla, para no quedarse al margen de un negocio, que todo está indicando, podría ser muy lucrativo.
4- La disposición de la dirigencia cubana a realizar cambios económicos de fondo, que den un mayor espacio a la inversión extranjera, la iniciativa privada y al trabajo por cuenta propia.
5- La clara disposición de incrementar la participación de la población en la solución de los problemas que aquejan al país.
6- La abierta disposición del gobierno a declararle la guerra a la ineficiencia, la indisciplina y la corrupción.
7- La intención de perfeccionar la política social, buscando mayor eficiencia en la atención de la salud, la educación y de otras actividades sociales.
8- Se observa de manera creciente un proceso de respuestas rápidas ante las preocupaciones y opiniones de la población, principalmente, en los asuntos de la economía.
9- Se ha abierto dentro de la sociedad civil un debate, que crecientemente va incorporando todos aquellos problemas en los que se considera la sociedad debe perfeccionarse. Ejemplo de ellos son: los asuntos relativos a la equidad social, el homosexualismo, el racismo y la discriminación, el perfeccionamiento de la educación, las relaciones con la iglesia, las relaciones con la emigración, los llamados presos políticos y otros.
Es decir, la sociedad cubana, paulatinamente va profundizando su capacidad de reaccionar ante los problemas que la aquejan, erosionando de ese modo la capacidad de la política de Estados Unidos, para convertir nuestros problemas internos, en instrumentos de desestabilización del régimen político. Intención que se observa muy claramente en la política norteamericana, cuando dedica grandes cantidades de dinero y de recursos para actuar sobre la juventud, la formación de liderazgos políticos alternativos, la formación de organizaciones alternativas, la información e internet, etc. Todos asuntos que ya estaban muy claramente contenidos en el Informe liderado por Collin Powell y posteriormente “perfeccionado” por Condoliza Rice.
La gran diferencia del momento actual, respecto al enfrentamiento político entre Cuba y Estados Unidos, es que la política de Obama se enfrenta a un escenario dentro de Cuba, que si bien es muy complejo y difícil para la Isla, sin embargo, le dificulta a Estados Unidos hacer más eficiente su política contra Cuba, por cuanto la Isla, se mueve hacia delante tratando de hallarle solución a todos aquellos problemas que pudieran facilitar a Obama en su intención de desestabilizar al país.
No es posible tampoco desconocer que la política de Estados Unidos hacia Cuba, choca crecientemente, con obstáculos que antes no tenían la importancia que ahora han adquirido. Entre ellos:
1-El debate de la propia política hacia Cuba dentro del Congreso de Estados Unidos, que va creciendo paulatinamente. Y dentro de la llamada Comunidad Cubana en particular.
2- El interés de un grupo de hombres de negocios cubano-americanos por invertir en Cuba.
3-El debate sobre la libertad de viajar de los ciudadanos norteamericanos, lo que ha obligado a Obama a introducir más flexibilidades para los viajes de sus ciudadanos a Cuba.
4- El interés por participar en la exploración petrolera de la plataforma cubana en el Golfo de México.
5- La creciente relación de Cuba con América Latina y el Caribe.
6- La creciente impopularidad del bloqueo contra Cuba, en muchos sectores de la sociedad norteamericana.
7-El creciente interés del mundo académico y científico norteamericano por establecer y mantener relaciones con Cuba.
8-El aumento de las relaciones entre los cubanos de ambos lados del estrecho de la Florida.
Cuba, como ya dijo Raúl Castro, lucha contra sus dificultades dentro de una circunstancia de “última oportunidad”; pero la política de Estados Unidos hacia Cuba, también va agotando las últimas posibilidades de lograr el objetivo de cambiar el régimen político en Cuba.
Para lo que resta del 2011 y el próximo año 2012, Obama tendrá que concentrarse en la batalla por reelegirse. Donde hasta ahora, parece contar con las mayores ventajas. Pues no pensamos que ninguno de los republicanos, que han expresado ya su interés por la presidencia, pueda oponerse a Obama con reales posibilidades. Además de que si no hay sorpresas, Obama es el único candidato de los demócratas, lo que adicionalmente, por ser el presidente, conlleva ventajas adicionales, por contar con la fuerza del discurso, de quien siempre impacta con mayores potencialidades para ajustar las políticas a la conveniencia de la campaña presidencial.
Si Cuba, como esperamos, fortalece sus posiciones, especialmente en la economía, se fortalece socialmente, reorganiza su modelo económico y en lo que resta de tiempo hasta las elecciones norteamericanas, muestra avances en esas direcciones, una posible reelección de Obama como presidente encierra mayores potencialidades, para que tal vez podamos ver un cambio de fondo en su política hacia la Isla, que podría llegar tal vez, hasta un levantamiento del bloqueo. Aunque la situación que Cuba exhiba en esos momentos, en mi opinión, será lo verdaderamente decisivo para generar un potencial cambio de política hacia la Isla.
Junio 20 del 2011.