Muchas personas me han preguntado e insistido en que les explique por qué escribí sobre la corrupción el pasado año. Un tema tan mal visto por muchos, que siempre lo han considerado como el tipo de “ trapos sucios que hay que lavar en casa”, o como algo que nos desprestigia, afea la cara y supuestamente le da armas al enemigo para atacarnos.
En realidad, de hecho, pensamos todo lo opuesto, además de que siempre hemos considerado que sería mejor adelantarnos en reconocer y atacar directamente nuestros problemas, con el concurso de los que los sufren, antes de que los enemigos los usen para subvertir nuestro proceso.
Los temas de nuestra realidad, por muy conflictivos y dramáticos que sean, deben ser tratados por nosotros mismos, antes de que devengan en material de una diplomacia subversiva contra Cuba. El llamado por Raúl Castro “secretismo”, junto a la crítica de cierta actitud timorata y poco autocritica de la prensa, convierte de hecho a esta última, en aliada inconsciente de la contrarrevolución.
No se debe permitir, bajo ningún concepto, ocultar la información a los mismos que la generan, mucho menos cuando ella es de hecho, un instrumento en la lucha contra las deficiencias y problemas generados por nuestros procesos internos.
Los cambios que Cuba está emprendiendo son muy dramáticos, produciendo necesariamente tensiones e inconformidades que no pueden ser soslayadas por los instrumentos informativos internos. Nos limitaríamos nosotros mismos en el aprovechamiento de las fuerzas políticas positivas que serian muy útiles para generar los ajustes de política necesarios. Por eso Raúl no se cansa de llamar a la crítica y a que la prensa desempeñe un papel más activo dentro de esos procesos.
Es mi opinión, que esas advertencias antes recibidas, responden, en primer lugar, a la concepción errónea con que han sido manejados nuestros temas conflictivos internos; al despliegue de un periodismo nacional, que poco nos ayuda, sobre todo ahora que tanto necesitamos el abordaje crítico de nuestra realidad y a evitar una visión maniquea de nuestra sociedad. Como si esta última pudiera ser analizada en compartimentos estancos: economía, sociedad civil, gobierno, relaciones externas, etc.
En cada uno de los momentos de su historia, la sociedad no funciona o se desenvuelve impulsada por los mismos niveles de sus factores y mecanismos. Por lo cual, en primer lugar, es indispensable determinar en qué momento estamos, no solo en términos de la fase histórica en que nos encontremos, sino más que ello, en la dirección de determinar cuál es la coyuntura crítica especifica a la que debe dar respuesta la política.
Hay que decir, que en su desarrollo y supervivencia como nación, la Cuba de hoy, debe dar respuesta a dos grandes tareas estratégicas. La primera, proviene de la necesidad de rediseñar su modelo económico. La segunda, de mantener su independencia, soberanía y autodeterminación. Pudiendo observarse que siempre y en cada momento, ambas tareas estratégicas son interdependientes, inseparables una de la otra. Por lo cual, el diseño y ejecución de la política no las puede tratar de otra manera que no sea como un sistema de objetivos estratégicos.
Dentro del proceso que vivimos hoy en Cuba, la corrupción es la pieza clave (de significación y operatividad negativa) que vincula ambas tareas estratégicas. Se pudiera decir, que es la variable fundamental por medio de la cual, la sociedad cubana, horizontal y verticalmente, podría de no atacarla, descalificar los mecanismos de la política, lo que obstaculizaría el rediseño del modelo económico, al mismo tiempo que introduciría en la sociedad civil la desconfianza en el liderazgo político, el fraude, el individualismo, la dispersión del carácter mancomunado con que deben actuar todos los esfuerzos que se realicen, a cualquier nivel y en cualquier dirección, para sacar a la economía del estado de crisis en que se encuentra. Impidiendo, al mismo tiempo, que cada vez más una burocracia intermedia y de alto nivel pueda obstaculizar el proceso, produciendo una redistribución de los bienes materiales, que no tiene nada que ver con el incremento de la riqueza para toda la sociedad cubana, vista de conjunto.
En medio de esas condiciones, se genera la situación más propicia para el descontento social, la dispersión de intereses contrapuestos, el incremento de las desigualdades sociales, la concentración de la riqueza en pocas manos, el incremento de la pobreza y de la marginalidad. Todo lo cual comienza a generar un proceso de desconcientización política y social, que termina por matar el espíritu nacional, dispersar la conciencia de nación y anular el sentido de soberanía, debilitándose todos aquellos valores, que son los que permiten al país mantener su independencia y la soberanía en las relaciones internacionales.
Como resultado de la situación económica crítica vivida durante el periodo de derrumbe del socialismo (1989-1994), la política de Estados Unidos orientó su foco hacia la situación interna de la Isla. Por lo que entonces, la corrupción, deviene en un instrumento de desestabilización interna y por tanto, de obstaculización de las tareas estratégicas que el país debe desplegar para sobrevivir como régimen social, independiente y socialista. No es casual entonces, que el presidente. Raúl Castro haya calificado hoy a la “corrupción como equivalente a la contrarrevolución”.
Cuba hoy, en términos de los objetivos de la política de Estados Unidos, se encuentra bajo permanente observación, como una bacteria bajo el microscopio electrónico. Todo lo que ocurra dentro de la Isla alimenta y orienta a la política norteamericana Por eso, alertar sobre la corrupción es de importancia estratégica, así como sobre cualquier asunto que pudiera afectar la dinámica interna de la sociedad cubana.
Actualmente, la corrupción en sí misma, es el peligro mayor, además porque ella, en contubernio, con su aliado estratégico principal, el burocratismo, junto al individualismo, la ineficiencia, la desorganización y la improductividad, conforman un sistema que amenaza mortalmente a la sociedad cubana, tanto desde el ángulo económico como político-ideológico.
No es casual, que el Presidente Raúl Castro, al caracterizar la situación actual de Cuba, se haya referido a “bordear el precipicio” y a “últimas oportunidades”.
En medio de las complicadas condiciones internas, la Isla por demás debe enfrentar una estrategia de política por parte de Estados Unidos, que cuenta con las condiciones siguientes:
- Cuba, su objeto de política, está atravesando por una situación extremo compleja. Aunque su entorno político internacional le es favorable como nunca antes.
- Estados Unidos asienta su estrategia política contra Cuba, en factores, que mas allá de su sobredimensión, son objetivos. Cuba nunca había atravesado por una situación tan difícil como la de ahora. Aunque Estados Unidos tampoco, nunca se había visto envuelto en una situación tan difícil como la que ahora enfrenta.
- Estados Unidos ha logrado diseñar una estrategia de política contra Cuba, donde se combinan inteligentemente las presiones del bloqueo y las medidas de subversión que apoyan el “cambio de régimen”
Una estrategia política de Estados Unidos hacia Cuba, que como ya hemos explicado, mantiene la política de bloqueo, solo que la ejecuta seccionándola en dos direcciones básicas complementarias:
- Bloqueo y sociedad civil.
- Boqueo y gobierno.
En términos de la política hacia la sociedad civil cubana, como sabemos, Obama ha flexibilizado el trato; permitiendo el aumento de los viajes; el incremento y las facilidades para enviar remesas incluso a no familiares; aumentando el contenido y valor de los paquetes; creando nuevas vías para los viajes; flexibilización de los visados; incrementando las categorías de los ciudadanos que pueden viajar a Cuba; ampliando el concepto de familia; facilitando la comunicación; aumentando las posibilidades para el intercambio académico, religioso, social, etc.
Si Cuba, que ahora está analizando su política migratoria, con vistas a facilitar los contactos e interrelaciones familiares, así como los viajes turísticos personales, produce algunas modificaciones en el permiso de salida, el tiempo de permanencia en el exterior, el respeto a los bienes de quienes emigran y otros asuntos, la relación sociedad civil y bloqueo, prácticamente puede dejar de ser un capítulo, que represente obstáculos, para la reunificación familiar, tanto en los Estados Unidos como en Cuba.
En términos de la relación bloqueo-gobierno, la situación lejos de mejorar empeora. Pues continúa la persecución de los que viajan a Cuba sin licencias, no hay libertad de viaje para los ciudadanos norteamericanos a la Isla, continúan las presiones mercantiles y financieras, no hay facilidades para las compras cubanas en el mercado norteamericano, manteniéndose las reglas de comercio en una sola dirección, así como el pago en efectivo y anticipado. Adicionalmente, el gobierno norteamericano pone sistemáticamente, obstáculos al intercambio científico- cultural y otras actividades.
Todas las facilidades no han podido ser revertidas, como ha tratado de hacer la extrema derecha cubano-americana recientemente. Pero no se ha logrado que el congreso amplié los términos del actual comercio con Cuba.
En lo único que parece estarse avanzando un poco es en lo relativo al petróleo. Dado la llegada a Cuba de la torre de perforación y la posibilidad de que ello se convierta en un negocio lucrativo, se han movido intereses que presionan sobre el gobierno de Obama para lograr facilidades de negocios con Cuba en este campo.
Dentro de la Isla, se está produciendo una ampliación del trabajo por cuenta propia, el comercio, así como la pequeña y mediana empresa, lo que se facilita en parte por las remesas y que se verá impulsada por las facilidades de las ventas de casas y de automóviles. Lo cual está produciendo un nuevo despliegue de las estrategias familiares dentro de la sociedad civil cubana.
En el medio de estas circunstancias, la política de Obama, va teniendo un impacto nada despreciable en la dinámica de la economía cubana. Pero, si bien es cierto que tal impacto es en general positivo, al mismo tiempo representa un reto político a enfrentar por parte del gobierno cubano, por cuanto el objetivo declarado del presidente norteamericano es reducir crecientemente lo que él llama la dependencia del ciudadano común respecto al gobierno.
Sin dudas, Obama, como tercer elemento de su estrategia, tiene el de promover un tipo de economía, que genere un mercado interno, totalmente independiente del mercado estatal y de sus formas de organización. En lo cual, la corrupción les resulta un mecanismo útil. No es casual, que ni siquiera hablen de la batalla que Cuba está desplegando contra ella. Es decir, por muy corruptos que podamos ser los cubanos, eso no les preocupa en lo más mínimo, al contrario, podemos decir que les beneficia. Pues el terreno les quedaría mejor abonado para lo que pretenden hacia el futuro en Cuba.
Dentro de un proceso de rediseño del modelo económico como el que se está produciendo en Cuba, bajo la amenaza además, de que el gobierno norteamericano impulse el crecimiento interno de la pequeña y mediana propiedad privada, la corrupción tiene que estar bajo estricto control, porque en tales condiciones ella deviene en un elemento distorsionador del papel del mercado en el modelo a generar y en una potencial inversión extranjera, además de distorsionar las relaciones económicas que se desean alcanzar y que no son precisamente de tipo capitalistas, mucho menos controladas por una combinación entre burocracia y corrupción, que por lo general, si se les descuida, siempre marcharan juntas.
Esteban Morales Dominguez
Diciembre 25 del 2011.
1 La prensa cubana, si no mejora, en el sentido a que el Cro. Raúl la está empujando, muy pronto quedara obsoleta para el publico medio, por dos razones fundamentales: esta deviniendo en algo, que prácticamente solo la leen los que no tienen otra alternativa y segundo, porque el acceso a otros medios que circulan por el correo electrónico la van convirtiendo en algo carente de interés para informarse, porque entre el secretismo, criticado ya varias veces por Raúl, la limitada exigencia para conseguir la información y el lenguaje siempre temeroso, la sacan del verdadero debate de lo que está aconteciendo nacionalmente.
2 Cuba ha pasado por tres grandes experiencias en el rediseño de su económica: España, Estados Unidos, Unión Soviética. Que significaron tres etapas de dependencia que el país no desea repetir.
3 Ver: Periódico Granma , Discurso de Clausura de la Asamblea nacional del Poder Popular, diciembre 22 del 2011.Para ampliar sobre este asunto, se puede ver del Autor “Corrupción: ¿ la verdadera contrarrevolución? Blog personal..
4 Estos asuntos no tiene que ver solo con la economía, sino con la dinámica de la vida social cubana, como un todo, como lo son la homofobia, el racismo, la violencia familiar, el delito, el machismo, etc.
5 Para ampliar ver del Autor: “El Misterio de la Santísima Trinidad: corrupción, burocratismo, contrarrevolución”, Blog Personal.
6 Este despliegue beneficia fundamentalmente a la población blanca, que reciben la mayor cuantía de remesas, al tener una mayor representatividad dentro de la emigración (85% blancos, 15% negros y mestizos).Ver: “Hablando de los retos del color dentro del debate por el socialismo”, ver blog, de Esteban Morales.
7 Sin dudas, las medidas económicas que Cuba está tomando han generado ajustes de la política norteamericana, para insertarse en el proceso de cambios internos en Cuba y orientarlo en las direcciones más convenientes a los intereses de Estados Unidos. En nuestro articulo de julio del 2010 “El Misterio de la Santísima Trinidad: corrupción, burocratismo, contrarrevolución”, aun o habíamos lograr la conexión entre la política de Obama hacia Cuba y la corrupción .Aquí ahora esa conexión queda bien establecida.
8 Burocratismo también es contrarrevolución. Pues tomando en consideración lo estratégico de las medidas de distribución de tierras ¿Como se le puede llamar a que aun haya 2,000 expedientes fuera de termino, es decir pasado de los 108 días que se dan de plazo para procesarlos, que ya es demasiado y que aun haya tierras ociosas e improductivas que no han sido entregadas.? Lo cual provoca el crecimiento insuficiente de la agricultura de este año y que aun las medidas adoptadas no hayan podido tener ningún impacto sobre los precios. Díganme si eso no es contrarrevolución.