Dr.
Esteban Morales Domínguez
UNEAC
Lamentablemente
nos encontramos trabados en una especie de túnel, que no podemos
estar seguros, si se ensancha o estrecha cada día más. Si nos
guiamos por la “tecnocrática” tranquilidad con que se habla del
Plan Económico del 2019, la esperanza parece ser la de la
estrechez.
Pues
no se antoja un plan que impacte duramente en los problemas que nos
frenan, sino una nueva variante del que se ha hecho otras veces. No
es nada atrevido ni riesgoso, con algo que empuje realmente hacia el
crecimiento de la economía y por demás, padece de un conformismo
que asusta. Nuestro Ministro de Economía, luce hasta contento cuando
dice, que alcanzaremos el mismo PIB del 2018. Yo me pregunto: ¿es
posible sentirse optimista, creciendo lo mismo de un año para otro,
con tanto tiempo que hace ya no crecemos?
Los
economistas y algunos que no lo son, repetimos problemas, argumentos,
críticas y hasta potenciales soluciones a nuestros problemas
económicos, que parecen no encontrar su escenario de impacto en la
actual dirección económica del País. No parece haber respuesta
ante el consenso que ya existe, casi generalizado, sobre qué es lo
que se debe hacer para salir adelante. Es cierto que el Presidente ha
solicitado ayuda a la fuerza calificada en las universidades y otros
centros, a los propios economistas, pero no vemos a nuestra Dirección
de la economía reaccionar ante lo que se le está proponiendo.
Tuvimos
ciertas esperanzas en el discurso del Cro. Murillo en la Asamblea;
pero entre lo que no diría, porque estaba en el informe a los
Diputados, lo que iba a decir después y lo que no apareció porque
tal vez lo cortaron; al final no dijo nada de las preocupaciones que
tienen la gente en la calle. Algunas promesas solamente.
Parece
no encaja lo propuesto en las ideas que se sostienen por muchos de lo
que debe ser el plan de este año y ese plan, al menos a mí, me
tiene desanimado. No veo que encaje con lo que considero el momento
exige, pues me parece que debiera ser más bien atrevido, menos un
excelente ejercicio teórico de economía política y más de
política económica, que salte sobre los obstáculos de esta última
que nos tienen trabados. Es la política económica la que debe
moverse atacando los aspectos que hasta ahora no nos han permitido
crecer y no buscar estabilidad de un crecimiento pobre, sin tomar
riesgos.
Por
eso se continúan repitiendo situaciones, que no acaban de encontrar
respuestas en lo que se está haciendo. Casi todos los que
escribimos, continuamos repitiendo una y otra vez, los que
consideramos son los problemas a resolver. Con un nivel de consenso
entre los economistas al menos, que es bastante alto, por
lo que continuamente veo “llover
sobre mojado”
Entre
otros problemas:
1-
La Empresa estatal Socialista, no termina de poner sus pies, en el
terreno que realmente la haga avanzar. Todo lo contrario, le
superponemos estructuras burocráticas que como las OSDE, actuando
como un segundo escalón entre las empresas y los ministerios,
limitan su necesaria independencia para moverse hacia las formas que
le permitan ser más eficientes. Mover los resortes, que implicarían
un sentido de pertenencia, que aún no hemos alcanzado entre los
trabajadores. ¿Por qué no dejamos que sean ellos mismos los que
elijan a los que los van a dirigir?
2-
No acabamos de plantar pie firme con las cooperativas agropecuarias.
Hablamos de ellas, pero no acaban de aparecer con fuerza. ¿A qué
esperamos con tanta tierra disponible y tantas ideas e iniciativas
que desplegar?
3-
La dualidad monetaria y la necesaria tasa de cambio, continúan
presionando, sin que hayamos seleccionado al menos una de las tantas
variantes que ya han sido propuestas y más que debatidas. Que
ninguna variante es perfecta es cierto, pero lo peor, es que no
seleccionamos ninguna que se piense aplicar. Así continuamos
arrastrando el problema, que afecta a la eficiencia empresarial, los
precios y el control de la economía. La tasa de un CUP por 1 dólar
es la distorsión más visible de la economía.
4-
Hablamos de la inversión privada, la pusimos en la Constitución,
pero como fenómeno de aprovechamiento de las capacidades nacionales
ya acumuladas para realizarla, no termina de aparecer. Sigue la
lentitud con las inversiones extranjeras, o al menos no con el nivel
de celeridad con que las necesitamos. La mediana y pequeña empresa
continúan sin tomar su lugar.
5-
El trabajo por cuenta propia no termina de liberarse de las ataduras
burocráticas, sobre todo bancarias, que le obligan a pagar o
simplemente mantener en depósito cantidades absurdas, que le impiden
administrar su dinero de manera más flexible y eficiente. Se dijo en
la Asamblea, que se adoptarían medidas determinadas para
flexibilizarlo aún más. ¿Pero cuáles son esas medidas? ¿Cuándo
van a aparecer? ¿Por qué no se anunciaron en la Asamblea?
Existiendo
aún muchas dudas si de verdad lo que queremos es que avance la
actividad por cuenta propia, no pocos abandonan la licencia porque,
en medio de tal burocratismo, no encuentran el espacio para
sobrevivir. Sobre todo nos referimos a los más modestos. ¿Nos damos
cuenta que con las presiones que ejercemos sobre el cuentapropista no
vamos a avanzar?
6-
¿Hasta cuándo la incapacidad mostrada para remunerar mejor el
trabajo, va a continuar presionando sobre el estímulo a trabajar, la
productividad y el nivel de vida de la gente? El nivel salarial, de
la empresa estatal, es un “nudo corredizo” en el cuello de los
trabajadores de este sector. Según cálculos, para una familia de 3
personas se necesitaría un ingreso equivalente a tres salarios
medios para cubrir la canasta básica.
7-
¿Hasta cuándo el trabajo de mayor capacidad intelectual va a
continuar siendo frenada su utilización, permitiendo que una parte
del mismo emigre o se emplee en actividades que desperdician las
capacidades con que cuenta el país? Capacidades intelectuales y
técnicas que nos ha costado tanto dolor y sacrificio lograr.
Que
daño haría tener empresas privadas de consultoría, bufetes de
abogados, de economistas y contadores; que tanta falta hacen, incluso
a la propia empresa estatal. Que nos permitirían además reforzar un
margen de confianza mayor para luchar contra la corrupción y el
delito. Aprovechando también una calificación profesional que está
crecientemente abandonando el país, cuando internamente la propia
inversión privada pudiera utilizarla.
O
es que no nos percatamos, de que una de nuestras mayores riquezas es
el nivel de calificación de la fuerza de trabajo con que contamos y
estamos regalando. Nos estamos descapitalizando del mayor capital que
tenemos.
8-
¿Hasta cuándo el monopolio del comercio exterior va a continuar
ejerciendo presión sobre un conjunto de actividades productivas y de
servicios que pudieran contribuir al alivio de nuestra economía
interna y externa? Si queremos exportar hay que poner en juego todas
las capacidades para hacerlo y permitir un conjunto de flexibilidades
que no damos.
9-
Hay que buscar más a fondo las causas de que nuestra producción
azucarera sea tan pobre y que tengamos que importar azúcar refino de
Francia para el consumo interno.
Negros
traídos de África, casi todos analfabetos, con simples machetes,
sin maquinas cortadoras, alzando la caña a mano y ganando una
miseria, a finales del siglo XIX, producían más azúcar que
nosotros ahora. Por lo que casi ha devenido en un “misterio”, por
qué no producimos azúcar ni para satisfacer el consumo nacional.
Claro, que solo visitando los centrales y diciendo que “hay que
producir más”, que hay que aprovechar el mes de abril, porque mayo
es el de las lluvias, no lo vamos a lograr. Por qué nadie es
Jesucristo para producir semejante milagro.
10-
¿Cuáles son las razones de que continúe el espiral de precios de
los productos de primera necesidad? Junto a salarios que no aumentan,
poniendo cada día a una parte mayoritaria de nuestra población en
las más precarias situaciones para solucionar el sustento diario.
¿Nos damos cuenta que por esa vía la pobreza está creciendo?
Mientras que al mismo tiempo, profundizamos las diferencias, entre
los que reciben el dinero del más allá y la inmensa mayoría de los
que trabajando en su propio país, no lo logran satisfacer sus
necesidades más apremiantes.
11-
El sistema de seguridad alimentaria es frágil, con una alta
dependencia de la importación de alimentos, debido a la incapacidad
de los mercados agropecuarios estatales para satisfacer una parte
importante de las necesidades de la población. Y no se ven otras
perspectivas sino de que los precios continúen aumentando.
Estos
son problemas en los que
pienso todos estamos de acuerdo, pero que se repiten continuamente,
sin que afloren las soluciones. No es difícil observar, cuando
escuchamos sobre el plan de la economía, lo poco con que nuestro
Ministro se conforma. Parece querer marchar sin riesgos y sin
encontrarse problemas. Claro, no se corren ciertos riesgos, al
aspirar a un crecimiento tan pobre como el que nos proponemos en el
2019.
¿Podremos
sobrevivir económicamente con tan bajo crecimiento del PIB para este
año?
Además,
existen dos polos decisores en la economía, el Ministerio de
Economía y Planificación y la Comisión que dirige Marino Murillo.
¿En medio de esa duplicidad, como se decide lo que se va a hacer?
Todo parece indicar que nuestro Ministro de economía, no puede ir
más allá de lo que le orienta la Comisión de Implantación del
Sistema, quedándome de esta ultima el amargo recuerdo de la
“licencia única”, anunciada para ejercer el trabajo por cuenta
propia. A la que tuvimos que dar marcha atrás por ser una verdadera
locura, pero seguimos con otras trabas.
Trabas
de un estilo burocrático-financiero, que continúan con los
depósitos bancarios. Se debe depositar hoy el 65% del ingreso
cuentapropista, que se puede sacar mañana, verdadero absurdo
económico-financiero. ¿Para qué se necesita estar obligado a
ingresar hoy al banco, un dinero, que si quiero lo puedo extraer al
otro día? Parecen cosas de locura, pero según dice Liborio es que
el banco quiere controlar el dinero, aunque no sea suyo. Esto me trae
a la memoria cuando guardé unos dólares y después necesité
sacarlos del banco, pero no me los podían dar pues no los tenían.
¿Cuál es la confianza bancaria que puede tener el ciudadano en
tales casos? Un banco que te obliga a guardar un dinero que te lo
puede dar al otro día, o que te guarda otro dinero, que no te lo
puede dar cuando te hace falta porque no lo tiene.
Yo
me pregunto: ¿No sería mejor que todo quedara supeditado al
Ministerio de economía? ¿Que la Comisión de Implantación del
Sistema quedara dentro del mismo, como una comisión con capacidad
auditora, especializada, bajo la máxima autoridad del propio
Ministro de economía? ¿No permitiría esto mayor coherencia en lo
que se trata de hacer?
Nuestro
plan para este año, es una maravillosa construcción en el campo
teórico de la Economía Política, pero en cuanto a la política
económica lo considero inefectivo, trata de asumir un riesgo que el
país no logrará soportar. Hay que romper los moldes de ese plan,
adoptando medidas de política económica que lo sobrepasen, de lo
contrario, la situación del país se tornara tan tensa, que nos
llevará a la adopción de medidas urgentes y desesperadas, que
pondrían en peligro el ya complejo equilibrio nacional. ¿A que
esperamos? ¿A tener que correr desesperadamente para salvar una
economía que se nos puede ir de las manos?
Hay
que preguntarse, ¿Qué le va a dar al país ese plan, de tan bajo
PIB, en medio de la situación tan difícil como la que nos
encontramos? ¿Arrastrarnos dos o tres años más chocando con las
mismas dificultades que ahora enfrentamos? ¿Estamos seguros que el
país podrá aguantar aún más esa situación?
¿Están
conscientes nuestros dirigentes, de que el país se está vaciando de
la fuerza calificada; que las gentes comunes no resisten más los
precios, que solo están al alcance de los que reciben remesas o
divisas por alguna vía; que decenas de miles, apenas hacen una sola
comida diaria; que no pueden comprarse un par de zapatos con el
salario que devengan; que a cientos de miles no les alcanza el
salario; que hay cientos de cubanos que comparten una cama, por turno
para dormir; que en medio de tales situaciones existen miles buscando
abandonar el país, exponiéndose a cualquier peligro que deban
atravesar con tal de llegar a Estados Unidos.
Hay
que escuchar las historias de algunos de los que México deporto hace
unos días, para percatarnos de cuál es el nivel de desesperación
de alguna gente.
Nuestro
problema principal con la economía, es romper el nudo gordiano que
nos ata a la vieja mentalidad de, supuestamente, no hacer concesiones
al capitalismo. Se trata de que no acabamos de hacer funcionar las
formas de propiedad, privada, estatal, cooperativa, pequeña y
mediana empresa, dándoles el lugar que les corresponde dentro del
modelo económico.
No
es posible imponerle a la gente peligros ideológicos, que en medio
de la situación que atraviesan para sobrevivir, no los ven por
ninguna parte y si los ven, están dispuestos a correr el riesgo.
Porque sobrevivir es más importante que cualquier otra cosa.
No
se puede perder de vista que, a casi 60 años de dificultades,
carencias y
miserias incluidas, la gente está agotada de continuar viviendo, sin
que la mejoría económica definitivamente llegue. Ahora le vamos a
decir, que deben resistir. ¿Cuánto tiempo más? Sin siquiera
decirles cuanto tiempo deben esperar para ver mejorar su situación
de vida. Cuando lo cierto es que ya no existe la posibilidad que
permitiría decirle a la gente que tienen que seguir esperando.
Incluso, sin poderles decir hasta cuándo.
Ahora
a la situación existente le estamos agregando otros detalles
polémicos de última hora. Decrece la masa porcina, respecto al 2018
y como se sabe que habrá menos carne, ya el puerco en algunos
lugares está a 60 pesos la libra. Se pierde el aceite, la
mantequilla, se pierde el arroz comestible; el tomate tiene
dificultades, dificultades con el pan, se reduce el tamaño de los
periódicos y su frecuencia por falta de papel; faltan medicinas; aun
no logramos estabilizar el transporte, pues la experiencia aplicada
con los taxis ruteros no ha funcionado; tenemos dificultades, no solo
con Internet, sino hasta con la propia comunicación telefónica
corriente. Hay preocupaciones de cómo nos va a llegar el petróleo y
como si fuera poco, Trump echo abajo el acuerdo para el intercambio
deportivo con las Grandes Ligas de beisbol, lo cual era una gran
esperanza de salvar nuestro baseball, aquejado ya de largas
dificultades.
Lo
novedoso que la nueva Constitución es que contempla la figura del
Primer Ministro que debe ser aprobado en esta Asamblea a propuesta
del Presidente Díaz Canel y está más orientado en sus funciones a
la Economía, ya que preside el Gobierno, y dirige al Consejo de
Ministros. El primer Ministro tendrá entre muchas tareas a resolver
el tema de la Dualidad Monetaria y multiplicidad cambiaria e
implementar la Conceptualización y los Lineamientos. El elegido al
cargo es inevitable que mencione algo del tema. Veremos
que dice el Cro. Murillo en su informe, porque
la situación es compleja. Por lo pronto ya se refirió a algunas
cosas diciendo, que no era necesario hablar de ellas porque estaban
en el informe, lo
cual es inadmisible, ¿por qué la asamblea es pública o no es
pública?
Solo
es posible dejar de decir aquello que puede representar un peligro
para la seguridad nacional, todo lo demás hay que decírselo al
pueblo, quien es en última instancia, el que debe valorar. No se
debe admitir el subterfugio de dejar de decir cosas, porque están en
el informe. El informe solo lo tienen los diputados, que son los
representantes, pero en definitiva él informe se hace para el
pueblo. De lo contrario convertimos en un engaño el carácter
público que tiene la asamblea nacional.
Creo
que lo que se desea escuchar en la Asamblea, por parte del pueblo, es
como vamos a salir de la situación económica en que nos
encontramos. Qué medidas concretas se tomarán para que la gente
sienta que sus preocupaciones más importantes tienen oídos
receptivos en ese órgano de gobierno. La gente no quiere únicamente
discursos esperanzadores, promesas, ni planes; sino que ocurrirá
para ver las soluciones, cuando al otro día salgan a la calle. Creo
que a ese nivel están las cosas y el ánimo de la gente.
Venezuela
se reporta como una fuerte preocupación para nuestras relaciones y
para los que tenemos familiares en ese hermano país. Ahora el
presidente Trump presiona para que ciertas compañías navieras no
puedan traer petróleo a Cuba y
presiona con el capítulo III de la Helms- Burton para ponérnoslo
todo más difícil. Es cierto que el esfuerzo de recuperación hecho
por
el tornado, alivió
la situación y representó
alegría y una esperanza para muchos. Pero eso es solo una parte de
los que continúan viviendo en situaciones precarias.
Ahora
se vuelven a hacer largas colas para conseguir una botella de aceite.
Persiste la inestabilidad de oferta con productos de primera
necesidad, que sus precios suben, el precio de la carne de puerco no
baja, vuelven a escasear los huevos, el salario no alcanza, hay
medicinas que continúan en falta, el transporte no mejora, todos los
productos de primera necesidad, alimentos, ropas y calzado, suben de
precio continuamente, etc. No hay más que acercarse a los
supermercados en divisas, para ver incluso los tumultos cuando se
sabe que llego pollo. Los precios de algunos utensilios plásticos
son para reír, sino provocaran llanto.
En
medio de esa situación, ¿A qué conclusión es posible arribar? Sin
dudas, a la lógica y perspectiva de que nos aproximamos a un nuevo,
eufemísticamente llamado, “Periodo Especial”, agravándose
la situación en los meses por venir. Como anunció
el Primer Secretario de nuestro partido, que
se
ha interpretado como que de verdad estamos cercanos a un periodo
especial. Solo que ligeramente diferente, pues hay productos, los
productos, aunque a veces en falta, están, pero con sus ingresos la
mayoría los trabajadores no pueden alcanzarlos.
Eso
es lo que más nos debe preocupar a todos, porque se trata del
problema político mayor, del problema que afecta sobremanera el
estado de ánimo de los ciudadanos, los predispone, les hace pensar
en soluciones desesperadas. Corromperse, tomar lo que no es suyo,
predisponerse políticamente, o emigrar, que aparece como una
solución bastante esgrimida, que no hay hasta ahora como detenerla.
Luego
estamos, ante un problema político de gran envergadura. El ciudadano
pierde la confianza en nuestros dirigentes, aunque vean a nuestra
dirección política todos los días enfrascada en la solución de
los problemas y a todo el gobierno del país trabajando para lograr
las capacidades de supervivencia que necesitamos. Esto es sumamente
importante en medio de una situación como la que sobrellevamos en
estos meses, pero hay que dar soluciones concretas a los problemas,
porque la gente ya ha probado más de una vez su capacidad de
resistencia, pero esa también se agota.
Adicionalmente
la
administración de Donald Trump, presiona sistemáticamente sobre
Cuba, llevando su política hacia la Isla, a los momentos más
difíciles de los últimos 60 años. Ejerce
fuertes presiones para no entregar los visados a los familiares en
Cuba, amenazando
con no permitir llegar petróleo al país, presionando
sobre los mercados que Cuba utiliza, presionando
aún más con multas para la utilización del dólar. Esta
administración estadounidense, no cesa en su empeño de cerrarnos
todas las puertas posibles.
Amenaza
militarmente a Venezuela, Cuba, Nicaragua y a todo el que se le
oponga. Vuelve a la Doctrina Monroe y se apoya en las mafias y los
sectores de extrema derecha, que han logrado volver a ocupar espacio.
Veremos que más nos tienen preparado, porque esa insistencia no va a
terminar con lo que ya vienen haciendo. Preparémonos, porque tienen
más contra nosotros.
Aunque
hay alternativas, hay
que ser más atrevidos, actuar con más sentido de urgencia,
movilizar más las fuerzas que existen, abrir más el campo de las
iniciativas individuales y privadas. Existen mecanismos suficientes
para sí afloran peligros, detener de inmediato lo que nos pueda
hacer daño, el país es organizado y cuenta con fortalezas que le
permiten resistir. Además de poseer un gobierno cercano al pueblo,
que reacciona con sistematicidad y se ve puesto para trabajar contra
los problemas que nos aquejan.
Entonces,
más que nunca antes, la fortaleza que Cuba pueda exhibir
internamente y en sus relaciones internacionales, pero sobre todo en
la solución de sus problemas económicos, serán la clave para
sobrepasar el periodo crítico.
Esperemos,
aunque sin ilusionarnos, que Trump tenga que chocar con todos los
obstáculos posibles, para lograr sus propósitos y que internamente
se complique bastante con las amenazas que le acosan, que son
bastantes. Aunque no olvidemos que las soluciones están en Cuba.
Los
pueblos latinoamericanos y caribeños se están movilizando, la
solidaridad con nuestro país se incrementa. Ayudemos en ello todo lo
más que podamos, pero sin ilusionarnos de que nuestras salidas están
por esa vía. Nuestra salvación está en Cuba, en la capacidad que
tengamos de movilizar todas las fuerzas que hemos creado, sin
limitaciones de ningún tipo, sin burocracia, sin mitos ideológicos,
sin miedo a equivocarnos. Cambiando todo lo que tengamos que cambiar
y poniendo sobre sus pies o de cabeza, todo lo que tengamos que
poner.
La
Habana, 14 de abril de 2019
Gracias
a Humberto Herrera Carlés