Autor: Esteban Morales Domínguez.
UNEAC
Cuando comienzo la redacción
de este artículo, restan solo 27 días para el 3 de noviembre.
La situación que tratamos de
caracterizar en la primera parte de este artículo, lejos de mejorar,
viene, de manera creciente, empeorando. No existe nada que haya
mejorado para Trump, de ese escenario. Todo continua complicándose
cada día más para Estados Unidos y para su presidente. Se ha
llegado ya a niveles de deterioro, que ponen en peligro a la propia
nación norteamericana.
Cuando Trump tomo la
presidencia en el 2017, luchaba contra un establishment que compuesto
por Bush(hijo), Los Clinton y Obama, tenían agotado su escenario
político. Ahora, es Trump el que tiene agotado su escenario, tanto
interno como externo.
Ha quebrado la alianza
Otanista internacional, imperial, de la que estados Unidos disfruto
desde el final de la Segunda Guerra Mundial y lo llevo a las máximas
posiciones de control y poder del sistema.
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La economía norteamericana
continua su crisis, en medio de una crisis económica mundial y
Trump ha declarado dejar para después de las elecciones, el dinero
que aliviaría un poco la situación de los desempleados y pequeños
industriales.
El PIB acumulado ha descendido
hasta un 32,9% y el desempleo alcanza la cifra de 14 millones. El
salario real hoy, es más bajo que el de hace 40 años.
La recesión económica ha
provocado que más de 30 millones hayan solicitado beneficio de
desempleo y existen 40 millones amenazados de ser expulsados de sus
viviendas. Los precios de las mercancías de primera necesidad se
incrementan.
Las diferencias entre pobres y
ricos se han disparado como nunca. En medio de una guerra comercial
contra China, que con su inteligente política de expansión hacia el
histórico traspatio de Estados Unidos, su acercamiento a Europa y
sus proyectos económicos multinacionales y políticos (ejemplo,
Acuerdo con Iran), más amenaza del dólar y la astronómica deuda
financiera, tienen en Jaque a los Estados Unidos.
-
La pandemia ha venido
empeorando de manera creciente, con más de 8 millones de
contagiados y más de 217, 000 fallecidos. De modo que el país
resulta ser el más afectado en las Américas y a nivel mundial, sin
que hasta el momento, exista ninguna estrategia seria para tratar
con el problema.
Son los afroestadounidenses,
los hispanos y la población autóctona, los más afectados por la
enfermedad. Observable en las proporciones de muertos por Covid
entre las minorías:
-Blancos-1,0
-Afroestadounidenses-3,6
-Nativos- 3,4
-Latinos- 3,0
-asiáticos- 1,3
Son las minorías sociales las
que más duramente sufren los indicadores económicos de la pobreza y
están encajando la pandemia. El presupuesto militar tendría que ser
recortado no menos de un 20% para poder pagar las mejorías sociales
que estas minorías necesitarían.
El país tiene una deuda
externa de 21 billones de dólares y sus reservas apenas llegan a los
450,000.
Trump, con ninguna intención
de consulta, ostenta el Poder Ejecutivo en sus manos, por lo que es
responsable de los éxitos y fracasos, sobre todo en la economía, la
distribución del presupuesto federal en particular, el nivel de
pobreza y la política exterior, en lo que nadie lo puede sustituir.
Su actitud ante la pandemia no puede ser más errónea,
anticientífica y desprestigiada.
Razones todas más que
suficientes, para que Trump, acercándose el día de las elecciones,
trate de manipular las cifras de la pandemia, la economía, seguir
culpando a los demócratas por la violencia en las manifestaciones y
a China de la pandemia. A pesar de que esta última muestra un
control de la situación sanitaria, que Estados Unidos está muy
lejos de alcanzar.
-
La pandemia, además, ha
atacado la estructura gubernamental, con un importante nivel de
contagiados por la covid-19. Que nadie tiene dudas es de la entera
responsabilidad del Presidente.
-
Tanto el Presidente, como
Melania Trump, han dado positivos al coronavirus. Situación que es
enfrentada por el Mandatario de modo tal, que le ha acarreado muchas
críticas, tanto entre sus partidarios, como por parte de los
demócratas. Creándose una gran incertidumbre sobre el verdadero
estado de salud del Presidente y el peligro que ello representa para
muchos de sus allegados o de los que trabajan en su equipo. Lo cual
se aprecia como un empeoramiento de la situación, que no parece
tener fin. Cada día el desastre es mayor. Ahora hay declaraciones
de que ya no contagia, pero nadie publica el resultado de sus
pruebas.
-
El Presidente insiste en su
actitud de restar importancia a la enfermedad y continua con sus
mentiras alrededor de la vacuna, insistiendo en que está cercana;
como algo milagroso que pudiese venir a limpiar su imagen y la
dificultad de salud en que ahora se encuentra.
-
Las manifestaciones
antirracistas continúan, los abusos y los crímenes por parte de la
policía también. El movimiento Black Live Matter se mantiene,
representando un factor de movilización al que se incorporan
personas de todos los colores que encuentran en el mismo un modo de
lucha contra los abusos policiales, así como distinguirse de otros
intentos de movilización preconizados por la derecha, las bandas y
grupos que los republicanos seguidores de Trump están armando para
influir, primero en el ambiente electoral y después, en el
resultado de las elecciones.
-
Trump continúa movilizando
su campaña hacia la duda sobre el voto por correo, su insistencia
en que los demócratas quieren arrebatarle el triunfo y que, de no
ganar, ello solo sería resultado del fraude que están organizando
los demócratas; lo cual lo mantiene en una posición, que
crecientemente es considerada como de sumo peligro, incluso, por no
pocos de sus partidarios. De lo cual fue una señal muy clara la
votación reciente en el congreso.
Por reciente resolución,
votada a favor por unanimidad, se plantea que el tránsito de poder,
no debe tener problemas con independencia del resultado en las
elecciones.
De modo, que es posible decir,
que su estrategia de crear el caos, muestra un nivel sostenido de
descomposición, que ahora se vira contra el presidente. Pensó que,
el caos, la desconfianza y el peligro, lo pondría en el camino de
ganar la reelección, cuando en realidad está haciendo que muchos lo
abandonen, ante el peligro que tal ambiente representa para la
seguridad personal del ciudadano medio. De ello es expresión el voto
adelantado y el voto por correo, qué como se sabe beneficiaria más
a los demócratas. Pues serán cada día menos los que están
dispuestos a votar presencialmente, con peligro para su persona y
familia.
-
Días antes del primer Debate
Presidencial, salió a la luz, por un artículo del New York Times,
los manejos alrededor de las declaraciones de impuestos del
Presidente, lo que parece haber colmado la copa de las dificultades
que enfrenta. Finalmente, un juez federal le ha obligado a presentar
la declaración.
La situación, en medio de la
cual se encuentra Trump ahora, al no haber triunfado abiertamente en
el debate presidencial, sentirse limitado en su estilo de campaña
producto de la enfermedad, e intuir que las encuestas no están
abiertamente a su favor, lo alteran, e incluso le hacen, al parecer,
sentirse perdido.
Cada día que pasa, después
de declararse enfermo, está más desequilibrado, lo cual no hace,
sino reafirmarlo en su desesperada estrategia de campaña,
preparándose para gritar fraude contra los demócratas, cuando lo
considere oportuno.
Con posterioridad al asesinato
de George Floyd, Biden comenzó a superar a Trump, incluido Ley y
Orden, en una diferencia entre 48 y 47 %. Que no es alta, pero si un
importante indicador, tomando en consideración, que se trata de una
consigna levantada por el propio Presidente.
A partir de entonces, Biden,
según los sondeos “New York Time-Siena Collage”, tiene el margen
más amplio a nivel nacional, para el caso particular de los estados
siguientes:
-Minnesota -9% (50-41).
-Wisconsin- 5%( 48-43).
-Nevada 4%( 46-42).
- New Hamspshire-3% (45-42).
El 54.4% desaprueba la gestión
de Trump. En la intención nacional del voto, Biden aventaja a Trump
en el 6.,5%. Votarían por Biden 49.5% y 43.0% lo harían por Trump.
A pesar de las ya históricas ventajas, por parte de los republicanos
en La Florida; sin embargo, Biden aventaja a Trump con un 48.6%,
mientras Trump cuenta con un 47% o sea 1.6% menos. Diferencia que se
continúa incrementando a favor de Biden.
En la actualidad, el voto
cubanoamericano en La Florida, no es monolítico ni se vota en bloque
como antes, existiendo, más bien, cierta tendencia hacia posiciones
más liberales y contra el conservadurismo, republicano,
principalmente por parte de los jóvenes.
Antes de la pandemia,
fundamentalmente por los indicadores económicos, que parecían tener
un comportamiento aceptable, había una tendencia a favorecer a
Trump. Pero después de la covid, esta tendencia parece haber
cambiado, como resultado de la crisis económica agravada por la
propia pandemia. Es que ahora hay más de 8 millones de contagiados,
casi 217,000 fallecidos y las cifras en la Florida llegan a los
15,000 fallecidos.
En La Florida resulta muy
difícil cuantificar el creciente apoyo a Biden, que parece estarse
produciendo, dado que el nivel de intimidación es demasiado alto,
aunque al mismo tiempo, parece que la politica hacia Cuba, lejos de
favorecer a Trump, como era de esperar, parece estar afectándolo en
algo.
La cuantía del voto electoral
o compromisario, para los Estados pendulares o indecisos, se nos
presenta del modo siguiente:
-Arizona- 11
-Colorado-
-Florida-29
-North Carolina-15
-New hamshire-4
-Ohio-18
-Minnesota-10
-Pennsylvania-20
-Michigan-16
-Wisconsin-10.
Cualquiera de entre cuatro de
ellos, pueden ser decisivo en un final reñido.
El triunfo demócrata
dependerá entonces, de seguir su línea de moderación y denunciando
fuertemente las posiciones de Trump.
Además de contar con un
sustancial voto de las minorías, en particular de los
afroestadounidenses, los afrolatinos, las fuerzas de izquierda y
progresistas, jóvenes en particular y los estados de Arizona,
Colorado, Michigan, Pennsylvania, Wisconsin y Minnesota.
Todo parece indicar que los
demócratas mantendrán la Cámara, no así el Senado, por lo cual
entonces les será muy difícil gobernar. Pero los republicanos están
muy preocupados, porque las votaciones para mantener el senado
parecen estársele complicando. Por lo que no sería una total
sorpresa que perdiesen el senado también.
Las complicaciones del voto
cubanoamericano.
La nación norteamericana
cuenta con 331 millones de habitantes. Cerca de 60 millones son de
origen hispano o latino. De ellos, 2,300,000 son de origen cubano.
De los cuales 1,200,000 (70%) viven en el estado de La Florida.
Registrados para votar hay 268
millones, de los cuales 32 millones son de origen hispano o latino.
Dentro de ese grupo
minoritario más de 1 millón son cubanoamericanos. De ellos,
alrededor de 650,000 están registrados en el estado de La Florida.
El voto cubanoamericano
representa el 6% del electorado de la Florida y menos del 1% del voto
total del País.
Pero el voto cubanoamericano
ha sufrido variaciones en los últimos 20 años.
En el 2000, George Bush obtuvo
el 75% del voto mencionado y en el 2004 logro el 78%, con una
política de abierta de confrontación hacia Cuba. Sin embargo,
perdió frente a Obama en el 2008, que logro el 64% del voto
cubanoamericano. Lo cual indicaba un considerable cambio en el
electorado de origen cubano. Hilary Clinton, aunque perdió frente a
Trump en el 2016, alcanzo el 46% del voto cubanoamericano.
Consideramos que varios son
los factores que explican el cambio del voto cubanoamericano,
presentando una cierta tendencia hacia los candidatos más liberales.
Dos hechos saltan a la vista:
en el 2012, el temor de muchos a que la política hacia Cuba
regresara a sus fundamentos más hostiles. También, el rechazo
ideológico de las nuevas generaciones al extremo conservadurismo de
los republicanos, qué este año se ha agravado, sobre todo respecto
a Cuba.
El tema de las relaciones con
Cuba ha constituido una necesidad existencial de los nuevos
inmigrantes, que los coloca a muchos en franca oposición con las
propuestas republicanas, encaminadas a limitar los contactos con
Cuba, lo que contradice al tipo de emigrante que ha salido de Cuba
hacia los Estados Unidos, en los últimos 20 años.
Aunque esa contradicción, no
resulta tan clara en el caso de los jóvenes nacidos o criados en los
Estados Unidos, cuyo vínculo con su patria de origen tiene un valor
más difuso, e incluso muchas veces ni se materializa en la práctica.
También ello se ve matizado,
muchas veces, por en qué oleada migratoria hayan llegado a la
sociedad norteamericana.Digamos, los de Mariel en los 80, son
votantes registrados que, por lo general, respaldan las políticas
hostiles hacia Cuba.
Los de 1995, cuando se
firmaron los acuerdos migratorios, en su mayoría son votantes
registrados que abogan por un acercamiento a su país natal. Al igual
que los descendientes de la comunidad cubana de segunda y tercera
generación.
A este último segmento se
suman los inmigrantes que se asentaron a partir del 2013, en que
fueron favorecidos por la actualización de la política migratoria
cubana, dirigida a lograr que los movimientos migratorios sean de
forma legal, ordenada y segura. Así como desplegadas para fortalecer
la relación con la emigración.
Por primera vez parte de ese
grupo, ya registrados, votaran como ciudadanos estadounidenses en el
2020 y muchos apoyan la existencia de relaciones diplomáticas y
comerciales entre ambos países y la expansión de los viajes a Cuba.
Dado que en ellos las razones económicas para emigrar, que
comenzaron a presentarse con fuerza a partir de finales de los 80,
tiene un peso muy importante, casi que determinante.
A partir del acercamiento de
Obama a Cuba y sobre todo las relaciones diplomáticas en el 2015,
muchos viajaron a Cuba. Comportándose del modo siguiente:
- 2015- 292,000
- 2016-330,000
-2917- 432,000
-2018-2019- 500,000
Todo a pesar de los obstáculos
que Trump comenzó a imponer, desde que asumió la presidencia.
Un
estudio anual de la Universidad Internacional de La Florida, del
2018, titulado “Como los cubanoamericanos en Miami miran las
Políticas de Estados Unidos hacia Cuba”, formado por 1001
residentes, consultados telefónicamente, revelo lo siguiente: que la
posición de un candidato con respecto a Cuba ya no es una prioridad
para el elector cubanoamericano en Miami, sino que este se preocupa
por los mismos problemas que los que no son de origen cubano y los
otros latinos en Estados Unidos.” (Ver:
Guillermo Grenier
and Hugh Gladwin,2018, FIU, Cuba Poll How Cuban American in Miami
view US). (1).
La tendencia anterior ya se
venía observando, influida por la composición social de la oleada
migratoria y las razones para emigrar, por lo cual Cuba fue dejando,
paulatinamente, de ser un tema para hacer campaña política en
Miami. De modo que, a la hora de decidir su voto, los
cubanoamericanos indican una tendencia fuerte a preocuparse más por
temas locales o nacionales que afectan directamente su entorno de
vida.
En orden descendente para el
elector cubanoamericano los aspectos de mayor relevancia para
conformar su intención de voto serian entonces: economía, trabajo,
salud, control de armas, inmigración, impuestos, votar por su
partido (sin importar prioridades), terrorismo, política
internacional, otras prioridades y por último la posición del
candidato respecto a Cuba”.
Es decir, que Cuba ha venido
dejando de ser el tema prioritario a la hora de decidir el voto.
En tal ocasión, la mayoría
de los encuestados favoreció el aumento de las relaciones con la
Isla. Algo que viene caracterizando a las oleadas migratorias
principalmente a partir de finales de los ochenta.
La importancia electoral de la
comunidad afroestadounidense.
Esta comunidad formada por
afroestadounidenses, afrolatinos y afrocaribeños, ha incrementado su
importancia electoral, a partir, sobre todo, de las manifestaciones
antirracistas provocadas por el asesinato de George Floyd en
Minnesota.
Biden puede sacar gran
provecho de la atención que brinde a este sector de la población
estadounidense, cuya tendencia ha sido inclinarse hacia el partido
demócrata.
Esa inclinación, en
particular de la comunidad protestante estadounidense hacia el
partido demócrata está asociada a la lucha contra la desigualdad
racial, como señalan algunos expertos.
Debido a la larga historia de
lidiar con la opresión racial, los evangélicos afroestadounidenses
han tendido a hacer de las cuestiones de justicia social una parte
importante de su fe cristiana.
Lo anteriormente expresado,
marca la importante diferencia con los Evangélicos blancos, que
priorizan la lucha contra el aborto y tienen posturas más
conservadoras en temas raciales, los que según encuestas recientes,
más del 80% darían su voto a Trump.
La iglesia ya mencionada,
visitada por Biden en junio, señala la división racial socio
económica como un tema primordial para su movimiento.
Su pastor Silvester Beaman,
cita algunas inquietudes como las disparidades en salud pública, la
reforma policial, la educación pública, la creación de empleos con
salarios dignos y beneficios de salud, la reincidencia carcelaria y
candidatos que busquen unir a la nación.
También existen sus matices y
excepciones en el apoyo de los religiosos afroestadounidenses.
Digamos, Harry Jackson, pastor
pentecostal de una iglesia mayoritariamente negra en Maryland,
integra un grupo de asesores evangelicos conservadores de la casa
Blanca, que recientemente dentro de un encuentro evangélico, sugirió
a los asistentes buscar apoyo de personas de color para el Presidente
Trump, diciendo que “Trump no era un racista sino un solucionador
de problemas”.
La tasa de los votantes negros
disminuyo por primera vez en 20 años y las encuestas muestran que
Trump tiene dificultades para reunir más del 8% de los votos
afroestadounidenses que recogió en el 2016.
La iglesia afroestadounidense
podría incentivar el voto de sus fieles y ha sido históricamente
reconocida como una institución autentica, relativamente libre de la
influencia blanca. Siendo muy escuchada, cuando llama a salir para el
ejercicio del voto.
De manera especial, las
marchas antirracistas, posteriores al asesinato de George Floyd, son
vistas por muchos jóvenes activistas como más atractivas que la
propia iglesia; al aportar a nivel de base, no solo temas de raza,
sino también de clase y género. Sostienen muchos, que la iglesia
negra debe subirse a ese tren, tal vez sin el liderazgo de los años
60, pero desempeñando un papel que puede ser destacado.
Se considera a la iglesia como
una institución independiente de partidos políticos, pero
admitiendo que por la tradición del voto afrodescendiente, la
iglesia hará esfuerzos para movilizar al electorado en beneficio del
partido demócrata. Partiendo de examinar candidatos que estén
preocupados por los problemas importantes para la comunidad negra.
Una situación que podría
tener un impacto importante a favor de los demócratas, es lo
referente a los convictos. Es decir, personas que por haber estado en
prisión deben pagar sus deudas para tener el derecho a ejercer el
voto. Entre ellos, por razones de sobra conocidas, hay muchos
afroestadounidenses y latinos, con una marcada tendencia a votar
demócrata.
Más de 44,000 contribuyentes
donaron a la causa de los convictos. Que de poder pagar sus deudas,
podrían votar y ello beneficiaria a los demócratas.
Es muy importante para Trump
ganar los 29 votos electorales de La Florida, para ser elegido
presidente. Pero si Biden los pierde, aún podría ganar la
presidencia.
Además de los problemas que
ya Trump confronta, la economía en recesión, la pandemia, las
manifestaciones antirracistas y los errores que viene cometiendo en
la política exterior, tampoco puede, luego de su enfermedad, llevar
adelante la campaña de mitines abarrotados, ruidosos, agresivos,
cargados de la dinámica trumpista.
Adicionando ahora, la
resolución congresional, que lo limita en el desarrollo de una
campaña basificada en la desconfianza del voto por correo, la
declaración abierta de que las elecciones estarían asentadas en el
fraude demócrata, la pandemia que mejor no ha podido dañarlo, sus
mensajes y discursos cargados de agresividad, su actitud dirigida a
sembrar el descrédito del proceso electoral presidencial y sus
errores en política exterior.
Como si fuera poco, encuestas
de la Universidad de Quinnipiac, muestran que Biden tiene una ventaja
sobre Trump de 11 puntos porcentuales en Florida, 13 puntos en
Pensilvania y 5 en Iowa. Dos encuestas de New York del Siena College,
encontraron que Biden lidera por 6 puntos en Nevada, 1 punto en Ohio
y 5 puntos en Wisconsin, según la Universidad de Marquette.
La ventaja de Biden en el
promedio de encuestas nacionales de Real Clear Politics es ahora de
9,4 puntos, su mayor ventaja desde junio. Biden ha tomado una ventaja
de 14 puntos entre los votantes latinos en La Florida.
Ello significa que Biden está
ampliando su ventaja contra Trump en una serie de estados cruciales,
según la última ronda de encuestas.
A todo ello se suma, que las
principales publicaciones científicas publican por primera vez en
siglos de historias editoriales pidiendo el voto contra el presidente
Trump.
La última revista en unirse
ha sido la New England Jornal of Medicine, decana en sus 208 años de
existencia y que siempre se había mantenido al margen de la
política. Ahora publica un editorial firmado por 34 editores, de los
cuales 33 son norteamericanos, en que acusan a Trump de haber
convertido la crisis del coronavirus en tragedia.
Lo anterior significa, que lo
más representativo en publicaciones de la ciencia médica a nivel
mundial, ha dado su evaluación negativa a Trump en el comportamiento
frente a la pandemia.
Posicionándose
editorialmente, o por medio de declaraciones emitidas, lo más
representativo de la ciencia a nivel mundial ha calificado de manera
muy negativa la actitud de Trump ante la pandemia, el cambio
climático, el Acuerdo de Irán, el de Paris sobre cambio Climático.
Con tales evaluaciones o
valoraciones, por parte de las publicaciones científicas más
importantes del mundo, la gestión de Trump, su comportamiento ante
la epidemia más desastrosa de los últimos 100 años, echan por
tierra toda duda o toda posibilidad de manipulación, como para
calificar a Trump el enemigo No.1 de la Ciencia.
¿Que más necesita acumular
Trump para demostrarse que no va a resultar reelegido como
presidente?
Si algún mérito tiene Trump,
es haber adivinado que su reelección está en peligro mortal.
Razones por las cuales afirma una y otra vez, que solo un fraude de
los demócratas podría arrebatársela, amén de desprestigiar el
mismo proceso en que resultaría reelegido.
Los hechos analizados me han
convencido de que Trump no resultara reelegido presidente de los
estados Unidos, pues pondría en peligro al mundo y a la propia
nación estadounidense.
Considero que la estrategia de
Trump, para convertir el Proceso Electoral Presidencial en un
verdadero caos y servirse de ello, para a cualquier costo, arrebatar
la presidencia a los demócratas, ha fracasado. Cada día que pasa
agota sus posibilidades y solo le queda encajar la derrota más
desastrosa que haya tenido una presidencia norteamericana en su
historia. Considero que se va abriendo paso la conciencia ciudadana
de que solo con una derrota contundente a favor de los demócratas,
Trump abandonaría la idea loca de poner en peligro a la nación, con
tal de mantener su posición presidencial.
Pienso, que, si ello no
ocurriera, el mundo y los Estados Unidos, estarían al borde del
desastre. Ya Trump, contendiendo con Hilary Clinton, perdió la
masividad del voto, pero aun así, gano la presidencia por acumular
los votos necesarios del Colegio Electoral.
Ese engendro de la democracia
estadounidense, que debe desaparecer.
Esa masa que voto por la
Hilary, Trump la ha hecho crecer, aunque ahora esta se reparte a
favor de los demócratas, dándoles el triunfo según las reglas del
Colegio Electoral. Lo cual es resultado del extremo peligroso
egocentrismo del propio Trump. Al haber violado todas las reglas del
comportamiento político, haber amenazado al extremo la tranquilidad
ciudadana, declarado su intención de devenir en emperador; haber
engañado, robado, irrespetado, auto señalandose como el ser más
peligroso que haya podido ostentar la presidencia de la nación más
rica y poderosa del mundo.
Cuando en semejante momento y
lugar, una semipersona como Trump, utiliza su poder poniendo en
peligro a toda la sociedad, esta misma tiene que eliminarlo,
enviándolo al hueco más profundo y oscuro, del cual no pueda salir
más nunca. Ni su propia familia lo va a recordar.
Octubre 11 del 2020.