UNEAC.
El intercambio ACADEMICO con Estados Unidos, tiene varios aspectos.
Este se ha desplegado, en general, afectado por el estado de las relaciones entre ambos países, pero sin detenerse, comenzando hacia finales de la década de los años setenta. Específicamente en 1977, cuando viajo a los estados Unidos, la Primera Delegación Académica Cubana, invitada por la Universidad de Yale y que estuvo integrada por los siguientes Compañeros y Compañeras:
Dr. Oscar Pinos santos- Presidente
Dr. Roberto Fernández Retamar.
Dr. Manuel Moreno Fraginals.
Lic. María Gentiles.
Lic. Milagros Martínez Reynosa.
Dr. Esteban Morales Domínguez.
En esta ocasión, se produjeron visitas a New York, Washington y al VI Congreso de LASA (Latín American Estudies Asotiatión). En Houston, Texas.
Fue una coincidencia magnifica, que el 1 de septiembre comenzara a funcionar en Washington, la entonces Sección de Intereses de Cuba, bajo la dirección del Cro. Ramón sanchez Parodi, del cual recibimos un considerable apoyo.
Este intercambio se desarrolló por varias instituciones cubanas, como contraparte de las norteamericanas. Varias Universidades. Principalmente, La Universidad de La Habana. Además, participaban:
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Centro de Investigaciones Sociales adjunto a las Universidades, destacándose el hoy Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de La Universidad de La Habana y el Centro de estudios de América.
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Instituto de Historia de Cuba.
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Otros centros de investigación fuera de la Universidades, como fueron en su momento, el Centro de Estudios de América, el Centro de Estudios Europeos, el Centro de Estudios de la Cultura Cubana Juan Marinello, el CIEM (Centro de Investigación de la Economía Mundial) y el Centro de Migraciones Internacionales, de la propia Universidad de La Habana.
Son muchas las instituciones que han participado, pero con una significación destacada, en el caso de las Universidades, Centros de Investigaciones de las Ciencias Sociales, pero de manera continua y sistemática La Universidad de La Habana. El intercambio se concentró principalmente en estos años en las Universidades y Centros de la provincia de la Habana, en particular de la Ciudad de La Habana.
En los Estados Unidos, a partir de 1977, marcado por el primer viaje de una Delegación Académica Cubana a los Estados Unidos, después del triunfo de la Revolución, la organización de latinoamericanistas Norteamericanos LASA (Latín American Studies Asotiatión) desempeño un papel fundamental en la construcción de los vínculos académicos entre Cuba y Estados Unidos. La Directiva de esta organización, tuvo un papel de primera línea en la obtención de financiamientos y becas para la presencia de delegaciones de académicos cubanos a sus congresos, colaborando sistemáticamente en proveer a los cubanos de vínculos y relaciones académicas en los Estados Unidos, que le fueron permitiendo una ampliación continua de las relaciones de Cuba con las instituciones académicas y universidades en los Estados Unidos. Aspecto en el que desempeñaron un papel relevante las Universidades de Yale, patrocinadora del primer intercambio académico, en 1977 y La Universidad John Hopkins, en Baltimore, en los años a partir de 1980.
En este primer periodo del intercambio, entre 1977-1981, participo el Grupo de Estudios Cubanos, dirigido por María Cristina Herrera, de Miami, quien había logrado nuclear a un grupo de cubano- americanos, interesados en iniciar intercambios académicos con Cuba. Entre los que vale la pena mencionar, por los niveles académicos ya alcanzados entonces, a los Doctores, Max Azicri y Carlos Diaz Alejandro (ya fallecidos) de Edimboro States Universiy el primero y de Yale University el segundo y al Dr. Carmelo Mesa Lago, de Pittsburgh Universty y Jorge Domínguez de Harvard University. Todos cubano-americanos.
Teniendo lugar en el año 1981 y 1982, el primer intercambio de delegaciones cubanas y norteamericanas, por 15 días en ambos países, los años mencionados. Bajo lo que se llamó el primer intercambio de “Turismo Científico” entre Cuba y Estados Unidos. Organizado por el entonces Departamento de Investigaciones Sobre Estados Unidos de La Universidad de La Habana, dirigido por Esteban Morales y el Programa Cuba de La John Hopkins University, dirigidos por Wayne Smith.
Siendo las Fundacion Ford y la Fundación MacArthur, principalmente la primera, las que tuvieron a su cargo el financiamiento para las actividades desplegadas entre 1977 y 1981.Que constituyeron la primera etapa del Intercambio. En que participaron, por la parte norteamericana. Riordan Roett y Bruce Bagley y Piero Gleijezes, profesores de SAIS (School Advanced International Studies) de la mencionada Universidad Norteamericana.
Toda esta actividad, realizada en esos años, es el verdadero comienzo del intercambio académico Cuba- Estados Unidos. Lamentablemente no reconocido por el informe, “Retreat From Reason “, elaborado bajo la dirección de Soraya castro Mariño y un Grupo Designado, desconociendo los orígenes del intercambio ya que, arbitrariamente, no menciona, como comenzó este realmente. Ni tampoco toma en consideración las personas que iniciaron el mismo. Wayne Smith y Esteban Morales. Este informe mencionado, sería muy criticado en Reunión de LASA.
Quien dirigió el proyecto de Informe mencionado, Soraya castro Mariño, ni siquiera formaba parte del CESEU (Centro de Estudios Sobre Estados Unidos, de la Universidad de La Habana) cuando estos intercambios comenzaron, ni aun, tampoco, cuando la Dirección del CESEU (Esteban Morales), firmo, junto al Decano George Packarg, de SAIS, el Convenio SAIS-CESEU, ique dio lugar al primer intercambio académico, extensivo a las visitas de investigadores entre ambas instituciones cubanas y norteamericanas, por 3 meses, en 1981.Por lo cual el informe confeccionado bajo esa dirección, deja al margen una etapa fundamental del intercambio académico Cuba-Estados Unidos.ii Que no permite conocer como realmente comenzó este intercambio. Y mucho menos, cuáles fueron las interioridades de su organización.
En el convenio firmado entonces, consta nuestra inconformidad, de que el intercambio solo tendría en cuenta a las Ciencias Sociales, no así nuestro interés en que el intercambio académico se extendiese a otras aéreas del conocimiento, que resultaban de particular interés a La Universidad de La Habana, como lo eran las áreas, de Ciencias Naturales y Exactas, Ciencias de la Computación, Física y Matemáticas. Lo cual se hacía entendible, a partir de que La Secretaria de Defensa de los Estados Unidos, cuenta con un Departamento, que vigila, muy de Cerca, todo lo que pueda representar una transferencia de tecnología y mucho más, tratándose de Cuba, que es considerada como un enemigo.
Como puede observarse claramente, además de la razón arriba explicada, el interés del intercambio, debía ser esencialmente político. Tal y como se demostró poco más adelante, al promoverse la realización de las “Conferencias Cuba-Estados Unidos en su Perspectiva Global”, las que sin dudas tenían el objetivo de comenzar a promover el debate sobre las Relaciones entre ambos Países. Lo que se correspondía perfectamente, con el interés mostrado por la Vicepresidencia de la Fundación Ford, que nos recibió en su sede de Nueva York, cuando fuimos a negociar el financiamiento para el intercambio académico, ocasión en que se nos dijo, por un Vicepresidente, lo siguiente: “Pensamos, que mientras peor estén las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, más interés, nosotros tendremos, en financiar el intercambio, para que académicos cubanos y norteamericanos se sienten a debatir los problemas de las relaciones entre ambos Países “ . Mostrándose así el interés de estas instituciones, por proyectarse en el futuro de las relaciones políticas entre Cuba y Estados Unidos. Lo cual también resultaba un interés por parte de Cuba.
Y así se inició el intercambio académico, Cuba- Estados Unidos, que desde entonces comenzó a tener las vertientes de actividad siguientes:
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La participación sistemática de académicos cubanos en las conferencias de LASA, que entonces se celebraban cada 18 meses. Proveyendo a cada miembro de la delegación de pasaje y beca para sus gastos. Estos después se hacían más selectivamente, pero al principio se le otorgaba a todos los que integraban la delegación cubana.
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Las instituciones Académicas y Universidades Norteamericanas, proveían también pasajes, gastos de viaje e invitaciones, para, aprovechando las fechas de las conferencias, repetir mini Encuentros en sus sedes. Invitando a los mismos académicos asistentes a LASA.
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No pocas veces, las Universidades hacían coincidir sus invitaciones, con las fechas de LASA, para producir intercambios con los académicos cubanos, situación está que producía paulatinamente, un considerable incremento del intercambio con las instituciones norteamericanas.
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Casi siempre se presentaban dificultades con algunos visados, que dependían de la coyuntura política, pero en general, para LASA, se otorgaban bastantes visas. Lo cual, hacia evidente, que, dentro de las administraciones norteamericanas, existía interés por estos intercambios. Y no pocas veces, Miembros del Gobierno, asistían a las mismas.
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También, desde LASA, se desplegaba una fuerte labor de solidaridad, para apoyar y exigir el otorgamiento de las visas, presionando dentro del Gobierno norteamericano. No pocas veces, hubo pronunciamientos y acciones de protesta al respecto, en las propias conferencias de LASA, en solidaridad con las delegaciones cubanas.
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LASA funciona por Secciones y existe la Sección Cuba de LASA, que siempre ha desplegado una actividad muy positiva en la protección de los intereses académicos, e incluso, políticos de Cuba.
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Así LASA, paulatinamente, devendría en un poderoso Lobby Académico sobre Cuba. Desde el cual, se atacaba al bloqueo y los cubanos disponíamos de una tribuna para debatir la política de Estados Unidos y defender los intereses de Cuba.
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No pocas veces la derecha académica trato de intervenir, pero siempre les fue mal. Resultándonos un excelente campo de entrenamiento y debate ideológico. De modo que las administraciones, cada vez, le prestaban mayor atención a LASA y ello devino en un excelente centro de compilación de información y debate de los temas sobre Cuba. Oportunidad para poder calibrar las situaciones respecto a Cuba y también que la información sobre Cuba, fuera entrando a Estados Unidos, por otros canales más objetivos. Hacer muchos amigos, y encontrar aliados, con los que no era difícil coordinar actividades y entablar múltiples vínculos y relaciones. Que se mantienen hasta hoy.
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Sin dudas LASA fue desde 1977, el escenario más importante del intercambio académico y el debate sobre las relaciones entre ambos países en estos años.
El segundo escenario, más importante, lo fueron las “Conferencias Cuba-Estados Unidos en su Perspectiva Global”. Bajo la dirección de Wayne Smith, del Programa Cuba de la John Hopkins University y Esteban Morales del CESEU, de La Universidad de la habana.
De estas conferencias se celebraron un total de ocho, tres en Canadá, tres en Méjico y dos en Cuba. En Canadá, emergieron así las relaciones con la Mcgill University y otras Instituciones Académicas canadienses. Que también, comenzaron a invitar a cubanos ya celebrar conferencias académicas. Los canadienses tenían también su LASA y no pocos cubanos, comenzaron a participar en esas conferencias.
Con una agenda previamente acordada y delegaciones seleccionadas por ambas partes, se debatían los asuntos más importantes de las relaciones entre ambos países. Que correspondían a la coyuntura política en que se celebraban cada una de las conferencian.
Participaban cubanos de Cuba, cubanos de Estados Unidos y norteamericanos. Buscando siempre un expectro ideológico de posiciones que nos permitiera conocer las diferentes actitudes respecto a un mismo asunto, relacionado con las relaciones Cuba-Estados Unidos.
Como resultado de estas conferencias y las actividades de LASA, comenzaron a emerger una serie de producciones académicas, consistentes en ponencias, libros, y borradores de investigaciones, que eran intercambiados, discutidos en Grupos de Trabajo Académico y posteriromente publicados.
Al mismo tiempo, que funcionaban los llamados Working Groups, o Grupos de Trabajo, casi siempre integrados por 4 especialistas de ambos lados, que debatían sobre un tema específico, para producir un libro o una monografía, que después resultaba siempre publicada.iii
Sin dudas, esta experiencia, que resultó muy positiva, desempeño un papel fundamental, en el conocimiento sobre Cuba en los Estados Unidos. Además, de servir, para variar la percepción que existía en los Estados Unidos, acerca de los problemas que se debatían en el mundo académico norteamericano sobre Cuba.
Tales debates y sus resultados, contaban con un nivel académico y científico apreciable, que terminaron impidiendo un manejo superficial y propagandísticos de los temas sobre Cuba y de las relaciones entre ambos países. Por lo que el intercambio sirvió también, para restarle presencia y efectividad, a la propaganda grotesca sobre Cuba. Por lo que se fue imponiendo, también, el que nadie, se atreviese a hablar de un tema, para atacar a Cuba, dado que estos eran abordados con mucho nivel científico. Por lo que los simples propagandistas, paulatinamente desaparecieron. Dando lugar al dominio de un intercambio serio y científico, en el que muy pocos se atrevían a entrar. Ante el peligro de quedar desprestigiados.
La ausencia de contactos existente, hasta 1977, hacía que de Cuba, prácticamente, no se hablase casi nada, ni que los medios serios reflejasen los problemas entre ambos países, así como que la poca información existente sobre Cuba, entrase solo por los canales de la derecha. A partir de entonces, esta situación comenzó a cambiar de manera sensible.
Todo ese proceso de intercambio fue produciendo un fenómeno de decantación de las opiniones sobre Cuba, dentro del mundo académico norteamericano, en el que se fueron delimitando claramente dos posiciones. Así como, una influencia informativa dentro de Estados Unidos, sobre el tema de las relaciones y sobre Cuba misma, que comenzó a desempeñar un papel muy importante en el cambio de las percepciones sobre Cuba y de su liderazgo político en los Estados Unidos.
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Los académicos norteamericanos, en particular, dentro de los marcos de los múltiples debates y el trabajo conjunto entre ambas partes, fueron aproximando sus posiciones y visiones a las de la parte cubana.
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Los que definitivamente se alejaron de las posiciones cubanas, casi todos cubanos- americanos, que fueron acercándose, por múltiples vías, a las posiciones de la derecha, en la política hacia Cuba, las pasaban muy mal. Encontrándose en minoría, tanto política como científicamente.
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Pero algo muy importante también, fue, el cambio de percepciones sobre Cuba, que todo este debate contribuyo a generar en la realidad política interna norteamericana.
No hubo términos medios. La consecuente política agresiva, por parte de todas las administraciones norteamericanas, después de los intentos de acercamiento de Kennedy en 1963 y los de James Carter en 1977, dividieron nítidamente el campo de batalla académico norteamericano, respecto a las posiciones sobre Cuba .Unos, se definieron conscientemente por la derecha; otros decayeron, en su interés de tomar a Cuba como un asunto de negocio, pues, bajo el peso de los dineros para producir alternativas de política hacia Cuba, (Ejemplo de lo cual fue el Proyecto Cuba en Transición) ya no rendía frutos. En realidad, muy pocos académicos norteamericanos asumieron entonces y asumen hoy, posiciones de derecha en la política hacia Cuba. Esas han quedado fundamentalmente, para los sectores políticos, de extrema derecha, principalmente dentro de la Comunidad Cubana, que apenas, cuentan con académicos que se les sumen. Por lo que han retornado al lugar, del que nunca salieron, los ataques y la propaganda burda sobre Cuba.
Al mismo tiempo, el cambio de percepciones que comenzó a producirse, genero un escenario positivo y la necesidad del cambio de política que entonces comenzó a producirse. Y que Obama capitalizo, a partir de entonces, en particular, la academia norteamericana, en relación con Cuba, comenzó a dividirse entre ganadores y perdedores. Los primeros, no han tenido que esperar por estos días que corren, para sentirse reafirmados; los segundos, fueron viendo, como la realidad interna de Estados Unidos, la de Cuba y la realidad internacional, se coaligaban, poco a poco, para mostrarles que estaban en el lado equivocado. No siendo necesario mencionar nombres.
Muchos cubanos y norteamericanos, menos cubanos-americanos, participaron en esta experiencia. Aportando sus esfuerzos e inteligencias. Todos merecen agradecimiento. Algunos de ellos, con una actitud muy seria y solidaria, que crece y se mantiene hasta los días que corren.
Hoy, no disponemos de un movimiento académico como el desplegado entonces, pero no quiere decir, que no lo necesitemos. Ni que haya desaparecido. Ahora lo necesitamos más que nunca. Porque el debate será más sutil, complejo y largo. Deviniendo, como lo es ahora, en una verdadera guerra cultural. Dentro de la cual, se necesita mucho más, debatir, de modo profundo y en términos exactos, los problemas, para que el tema de las relaciones entre ambos países, no retroceda a sus peores momentos, como algunos pretenden. Es mucho lo que ya se ha avanzado hasta aquí, para perder lo ganado. Aunque no creamos tampoco, que, dentro de Cuba, la estrategia del intercambio académico, no tuvo también sus detractores. Que siempre han pensado, que el modo en que mejor nos defendemos de los Estados Unidos, es manteniéndonos lo más lejos posible.
Capa Blanca decía que : “No hay mejor defensa que el contraataque”.
Mayo 7 del 2021.
ii Retreat from Reason. U; S: Cuban Academic Relations and the Bush Administration.2006. Latin American Working Group, Education Fund.USA.2006.
iii Resulta imposible contabilizar cuantos resultados se produjeron de toda esta actividad académica. A la que debemos agregar, los resultados que se producían de las visitas de nuestros académicos a las universidades y centro de investigación mutuos.