Por Patricia Grogg
LA HABANA, 14 jul (IPS) - El ensayista Esteban Morales, quien recuperó su militancia en el Partido Comunista de Cuba (PCC) al cabo de un año de haber sido separado por sus escritos sobre la corrupción en el país, afirmó que continuará ejerciendo su derecho a la crítica, como deber y obligación moral de "todo intelectual revolucionario".
"El mensaje que deja la decisión de reincorporarme al PCC es que no tenemos que convivir con los problemas, sino discutirlos, denunciarlos y analizarlos dentro del partido y públicamente, pues ese es el mejor modo de ayudar a nuestro país", sobre todo en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo, comentó Morales a IPS.
Experto en asuntos como las conflictivas relaciones cubano-estadounidenses y el tema racial, Morales dedicó el año pasado dos artículos a los riesgos de la corrupción, que consideró "mucho más peligrosa que la llamada disidencia interna". Su "poder corrosivo" y desestabilizador la convierte en un asunto de "seguridad nacional", escribió entonces.
La primera de estas notas, divulgada en abril de 2010 en la página en Internet de la Unión de Escritores y Artistas (Uneac), fue retirada a los pocos días, pero posteriormente vuelta a insertar, lo cual se interpretó por muchos como un tácito desacuerdo con la decisión del Comité Municipal Playa del PCC de apartar de la organización a Morales.
En otro escrito fechado en julio, el académico confirmó que había sido sancionado, anunció que ejercería su derecho a la apelación y alertó que la "corrupción mina la confianza del pueblo en los dirigentes (….)" y constituye "el mayor peligro interno que tenemos actualmente", porque provoca "deterioro ético-moral y político- ideológico".
Ahora, el jueves 7 de este mes colgó en su página personal un pequeño texto para anunciar que días antes había sido citado a una reunión en la cual la Comisión de Apelaciones del Comité Central del PCC le informó que la sanción quedaba sin efecto y recuperaba su militancia plena. "Han sido días difíciles, pero de un inmenso aprendizaje", afirmó en su escrito.
La noticia fue motivo de comentarios desde antes en redes sociales, entre amigos y militantes del PCC. "De nuevo entre nosotros con el carné rojo. Ahora quiero verlo en la Mesa Redonda (foro oficial de debates de la televisión cubana) hablando sobre las relaciones raciales en Cuba", comentó la bloguera Sandra Álvarez.
En su página personal "Negra cubana tenía que ser", Álvarez divulgó, entre otros comentarios, el de Julio Texas, para quien "algo se mueve en un partido que es capaz de reconocer, como estructura, una metida de pata tan colosal como ésta", y también lo escrito por Mayra Rubio, quien califica a Morales de "hombre cabal y fiel a sus convicciones".
Un antiguo comunista confió a IPS que el caso arroja señales positivas para el debate en el seno de la agrupación partidaria, a la cual su primer secretario, el presidente de Cuba, Raúl Castro, pidió un cambio de mentalidad. "No hay manera de llevar a cabo un proceso como éste sin tensiones", comentó.
Para Morales, revocar la sanción fue una decisión partidaria inteligente, esperanzadora y respetuosa de la opinión desde posiciones revolucionarias.
"Pero no debo sacar de esto la simple conclusión de que tenía la razón con mis comentarios. Eso sería muy superficial. Como militante simplemente hice lo que estimaba tenía que hacer y asumí las consecuencias", dijo.
El intelectual añadió que, ante las continuas advertencias y llamados de Castro a ser críticos con los problemas y acabar con el secretismo, "confiaba y no tenía dudas de que lo que yo había expresado en mis artículos, en algún momento, se consideraría de manera justa".
"Esta rectificación forma parte de lo que hemos avanzado en el proceso de análisis crítico de nuestra realidad", señaló Morales, también politólogo, economista y miembro de la Academia de Ciencias de Cuba, en sus primeras declaraciones con un medio de la prensa extranjera acreditada tras recibir nuevamente su carné rojo.
En su opinión, no se puede desaprovechar la capacidad que existe, particularmente en las filas del PCC, con gente suficientemente preparada para analizar los asuntos, criticarlos y proponer determinadas soluciones.
"Nosotros no debemos esperar a que nuestros temas, por complejos que resulten, sean tratados por otros, con intenciones de hacernos daño", subrayó. "Los temas de nuestra realidad no se regalan, hay que adelantarse", debatirlos y formular soluciones desde posiciones revolucionarias, añadió.
El año en curso comenzó con el enjuiciamiento y condenas, de hasta 14 años de cárcel, de personal directivo y de administración imputados de delitos de abandono de menores, incapacitados y desvalidos y malversación, causantes de la muerte de 27 pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana, una entidad considerada emblemática del sistema de salud cubano.
También fueron juzgados y condenados varias decenas de directivos y funcionarios de empresas de Cuba y de capitales mixtos involucrados en casos de corrupción, entre los que se cuenta un ex ministro y un viceministro cubanos y al menos tres empresarios extranjeros.
En 2009, el presidente Raúl Castro impulsó la creación de la Contraloría General de la República, que se mantiene bajo la dirección de Gladys Bejerano, vicepresidenta del Consejo de Estado, con la misión de elevar el control interno y dirigir "el enfrentamiento directo a cualquier manifestación de corrupción", entre otras funciones.
Morales no descarta que la Conferencia Nacional del PCC, prevista para abril del año próximo, incluya en su agenda el análisis de los informes y las medidas que se han adoptado. "Creo que se le ha declarado la guerra a este problema, que puede crear una situación muy tensa y difícil internamente", comentó. (FIN/2011)
Tomado del servicio mundial de noticias de IPS- Inter Press Service |