Autor:
Esteban Morales Domínguez
UNEAC
“El
problema de la discriminación racial es, desgraciadamente, uno de los problemas
más complejos y más difíciles de los que la Revolución tiene que abordar”.
(Comparecencia
en el canal 12 de televisión. La Habana, 25 de marzo de 1959)
Solo
nos queda Raul para continuar bregando con este tema, que dentro de la
Direccion Política del País, mas nadie
se ha atrevido nunca a mencionar.
Desde
el muy temprano marzo de 1959, Fidel Castro hablo sobre el tema. Pero el mismo
quedo sepultado en el olvido despues de
1962.Algo que no siento la
necesidad de explicar aquí, porque esta mas que tratado en varios de mis artículos.
Parece
que no pocos continuan sosteniendo la “estúpida tesis” de que tratar el tema nos divide, cuando lo
que realmente nos dividirá será no tratar un tema, que afecta a tantos cientos
de miles de cubanos, negros, blancos y mestizos. Porque son muchos los
cubanos de todos los colores que saben
que los prejuicios raciales, la discriminación racial y el racismo, representan
un lado oscuro de nuestra cultura nacional que aun debemos superar.
Posteriormente,
el propio Fidel retoma el tema en los años noventa, en la
iglesia de Harlem, desde donde acepta lo idealista que habíamos sido al
considerar que el problema sería solucionado, solo tomando como base la
extraordinariamente humanista política
social de la Revolución Cubana. Que se enfoco fuertemente en la pobreza, pero dejo al margen la realidad
de que todavía el color es una “Variable de diferenciación Social”.
Fidel lanza entonces en el Bronws su concepto de “Discriminación
Objetiva”, dentro del cual se acepta
explícitamente, el desequilibrio que genera aun el monopolio del
acceso a la tecnología y los conocimientos, y que aun apuntalan la sobrevivencia del racismo y la discriminación racial. Yo
agregaría, afectando el proyecto social de
la Revolución de igualdad para todos los
cubanos.
Teniendo
en cuenta la guerra cultural que se nos hace desde la aun sobreviviente
política agresiva de Estados Unidos, El tema racial vuelve a aflorar en los ataques
contra Cuba. No siendo casual de que muchos que están en las nominas de la llamada disidencia, sean negros. Y que Obama, en su visita a La
Habana se haya reunido con ellos.
El
tema nos amenaza, no solo desde las
intenciones subversivas de la política norteamericana, que Trump parece querer mantener, sino también desde dentro, desde la
propia sociedad civil cubana, cuando hay
tantas gentes revolucionarias, negras y
no negras, que no acaban de comprender porque nuestra prensa continua
ignorando el tema, porque nuestra televisión apenas lo refleja, porque nuestra escuela no acaba de
asumirlo; y nuestras universidades no lo investigan como debieran ; no aparece
suficientemente recogido en nuestros libros de historia y no acabamos de lograr llevarlo a un nivel de debate que le declare
definitivamente la guerra, a la discriminación por el color de la piel, dentro
de una sociedad mestiza, con una cultura
mestiza y un pueblo mestizo.
Todo
parece indicar, que los que por ignorancia
frenan el debate a que estamos
obligados, quisieran luchar contra el monstruo, pero sin mencionarlo por su nombre. Lo cual es
absurdo, pues como ya dijo el propio Raul
Castro “…para solucionar un problema, lo primero es reconocer que
existe…”Y el nivel de reconocimiento que tiene el tema racial dentro de nuestra
realidad social aun es insuficiente para
luchar contra el mismo. Bastaría con que
el tema fuese asumido como parte integral del nivel de politización existente
hoy dentro de la sociedad cubana. Asunto que
no hemos logrado todavía y cuyos contenidos amenazan con derrotarnos. Lo cual se expresa
muy claramente en la baja conciencia
racial existente en nuestros ciudadanos
de todos los colores. Y como es factible
afirmar, sin conciencia racial,
no es posible luchar contra el racismo y la discriminación racial que ella trae aparejada.
Fidel
lo califico como una “lacra”, Raul como algo “bochornoso”, y yo lo califico como uno de los peligros más
grandes que estamos obligados a
enfrentar, si no queremos que se convierta
en una “pandemia social”, y más que ello, que devenga en instrumento de división social y de una diplomacia agresiva hacia lo interno
de Cuba, como ya parece estar ocurriendo.
Un
asunto que no deseo dejar de mencionar, es que el tema racial nunca ha sido
discutido en la Asamblea Nacional, jamás ha aparecido en un informe de los que
se hacen despues de concluida una reunión del Buro Político o del Comité Central del
Partido. Nunca el periódico Granma ha publicado nada sobre el tema. Solo en una
ocasión el periódico Trabajadores público un artículo. Juventud Rebelde ha
rozado levemente el tema en pocas
ocasiones.
El
tema racial no aparece en la parte social de ninguno de los documentos del
reciente Congreso del Partido. Cuando pienso que hubiera sido una buena ocasión
para promover su discusión.
Sera
que no es considerado como un problema
social a solucionar. O es también en los documentos de nuestro partido víctima
del prejuicio de que sería un tema que nos dividiría.
Seriamos
unos demagogos, sino enfrentamos la
realidad de que asumir el legado que
Fidel nos ha dejado, es también luchar contra el racismo y la dsicriminacion
racial que aun nos ataca; que niega la lucha de Fidel en ese tema y que niega también, y no por simple instinto, la realización del
sueño a que Fidel nos ha convocado.
Diciembre
4 del 2016.
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