Esteban
Morales Domínguez
UNEAC
Son
muchas las respuestas por las que el pueblo continúa aguardando; por
lo que no es posible utilizar formas indirectas. Fidel acostumbró a
nuestro pueblo a escucharlo siempre, refiriéndose de manera directa
a los problemas que preocupaban a la gente y ese estilo no debe
cambiar porque, siempre fue vital para defendernos en medio de las
circunstancias más apremiantes y peligrosas. Como puede que sean las
de ahora.
Todos
tenemos un conjunto de preocupaciones sobre nuestra economía. Hoy
esa más que nunca, es la dirección del golpe principal. Aunque
existen otros asuntos, que tampoco podemos desatender.
Pero
esta cuestión no se soluciona con que la gente vea que algunos
dirigentes de primer nivel visitan las provincias o determinados
sectores de nuestra economía, exigiendo, alertando y proponiendo
soluciones, o que la televisión presente las reuniones del Consejo
de Ministros. Con eso no basta. Mucho menos, la forma en que el
primer secretario de la CTC se refirió a la problemática salarial,
que para mí es el núcleo de la cuestión económica. De ello
dependen dos asuntos básicos: el crecimiento de la productividad y
que los trabajadores sientan que su situación material puede
mejorar.
Hace
falta dar respuestas directas a las preocupaciones que existen. Se
hace necesario que la dirección del país, se pare en la televisión
o a través de un discurso bien informado, diga que vamos a hacer con
los problemas que tenemos. Que de manera concreta y orientadora,
digan qué le corresponde hacer a cada ciudadano, para salir de la
situación en que estamos, del este estancamiento con un 1% de
crecimiento del PIB, pronosticado para el año. Dato que nos exaspera
y preocupa sobremanera.
Problemas
tales como los que siguen:
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Finalmente, qué camino vamos a tomar con el trabajo por cuenta propia. ¿Se mantendrá el criterio de la licencia única? Que ha sido tan discutido y que tanto malestar ha creado en la población, porque no se entiende la razón por la que se ha asumido esa decisión.
¿Se abrirán las licencias
como esperan los ciudadanos que planean abrir nuevos negocios?
¿Arriesgan o no el dinero que guardan?
¿Se darán cuenta los
funcionarios de lo mal que ha caído que el cuentapropista tenga que
hacerse una cuenta bancaria con tres meses de adelanto de los
impuestos que paga y depositar el dinero que recauda, pudiendo
extraer solo un 20% mensualmente, lo que tampoco se entiende?
¿Por qué el cuentapropista
debe tener el dinero en el banco y no en su casa? Si es su dinero.
¿Cuál es el propósito de esa medida, que no sea por un interés
burocrático de controlarlo todo? Incluso violentando la
individualidad de cada ciudadano.
En algunas reuniones, les han
dicho que, porque eso es más seguro y ha habido respuestas del tipo
siguiente: yo tengo una caja fuerte en mi casa. A cuentapropistas que
rentan habitaciones les han dicho que no pueden dar desayuno, cuando
el sistema por el que alquilan Airbnb incluye ambas cosas; habitación
y desayuno.
¿Acaso la burocracia
encargada cree que la gente es tonta, o es que todo está diseñado
para desestimular el TCP? Cuando se pregunta por los inspectores, no
hay respuestas. Los mismos que convocan a las reuniones no tienen
respuestas a las preguntas de los participantes, que muchas vecen
optan por abandonar la reunión o no asisten, porque les están
haciendo perder su tiempo. ¿Qué falta de respeto es esa?
El colmo es que, como
requisito, hay que tener un botiquín, cuando en la farmacia no
venden con que llenarlo. No hay mercurocromo, curitas y a veces ni
aspirina. ¿Con qué cada cuentapropista podría disponer de un
botiquín, cuyo contenido Salud Pública no ha definido aún? Salud
Publica, que está apremiada por la falta o llegada tardía de
medicamentos a las farmacias, no se puede encargar de asegurarle lo
necesario para el botiquín de cada cuentapropista. Parece cosa de
locos.
Hay que respetar a la gente y
dejarles un margen de libertad, para que resuelvan sus problemas.
Pero más grave aún, es que
las personas calificadas no pueden ejercer el trabajo por cuenta
propia en su profesión. ¿Qué vamos a hacer entonces con las
personas calificadas que tenemos, incluidos muchos jubilados qué aún
están en condiciones de emplearse? Cuando además sabemos que la
jubilación, aun las más altas, no cubren las necesidades
apremiantes de nadie.
Sobre estos asuntos deben
darse respuestas claras e informadas, porque lo que se observa es un
gran descontrol y una ignorancia total de las condiciones que existen
y de los criterios de los afectados, sobre lo que se está haciendo,
o se quiere hacer.
Se hace indispensable, que el
gobierno de respuestas directas y claras, qué son de política
económica, sobre el trabajo por cuenta propia. Porqué de seguir así
están desprestigiando una medida de política económica, que ha
absorbido una parte sustancial del desempleo creado, después que se
decidió racionalizar el trabajo para el estado.
Con el asunto de los taxis
está ocurriendo algo similar. Después de haber tenido tantos
problemas con el transporte, que aun el pueblo sufre luego de casi
sesenta años, se continúa probando como solucionar el problema y al
menos en La Habana no se ha logrado. Creo que, si tenemos que seguir
experimentado, debiéramos hacerlo del modo más racional posible y
responsable, mirando siempre hacia las necesidades de nuestro pueblo
y tratando de no perjudicar a esa masa de trabajadores.
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Pero si todo fuera solo con el TCP, no estaríamos tan mal. El problema central es que no acabamos de generar dentro de nuestra política económica, cual va ser el lugar y espacio que acabarán de ocupar las diferentes formas y sectores de propiedad. El TCP flota aun dentro de la ignorancia sobre cuál será su papel. Las cooperativas no agropecuarias aún no se saben que son, porque no hay cooperativas sin cooperativistas. Sí de verdad las queremos, hay que seguir sus reglas. No poca gente está entregando su licencia y otros han tenido que deshacerse de una de ellas.
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Se suman a estas inconsistencias, que muchos no pagan sus impuestos de manera puntual, o se acumulan muchos impuestos no pagados. Produciéndose ciertas incoherencias entre el banco y la ONAT. ¿Quién es finalmente el responsable de que el CTP pague sus impuestos? En mi opinión, no es el banco.
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La llamada empresa estatal socialista, tampoco ha emergido, para llamarla como tal. Púes continuamos nadando dentro de la incongruencia de la confusión entre propiedad estatal y propiedad socialista. La propiedad estatal, no es propiedad socialista.
Aún no se logra dentro de
ella el sentido de pertenencia y de propietario que hace falta, ni la
habilitamos con las prerrogativas que necesitaría, ni le damos a los
trabajadores la facultad de elegir quienes las dirigen. Continuamos
llamándole propiedad socialista a lo que no lo es.
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Se da el caso de que cientos de personas viajan a Panamá para comprar en la Zona Libre de Colon. ¿No podríamos en Cuba tener un mercado que satisfaga esa demanda? Aun no se ha decidido si el cubano podrá invertir o no y ya se nos está escapando lo que pudiera ser fuente de un capital nacional.¿Sería tan negativo, incluso, que ese capital nacional compartiese internamente con la inversión extranjera? Creo que ese dinero pudiéramos inducir a que sea utilizado en algo más que traer “pacotilla” a Cuba para venderla a mayores precios. Claro, pero si aún no hemos logrado crear el mercado al por mayor, una solución interna tan importante, ¿cómo podríamos crear un mercado para competir con el mercado externo? Qué nos está llevando el dinero, que al menos una parte, pudiera ser fuente de acumulación interna.Si aún no hemos sido capaces de mejorar los precios en nuestro mercado interno, tan importante para la sobrevivencia de la población. ¿Cómo podríamos lograrlo para competir con el que desde afuera se lleva nuestro dinero? Pareciera, que aún no hacemos nada para tratar de equilibrar esa competencia.
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¿No podríamos trazar una estrategia para que no se nos continúen escapando tantos graduados universitarios? No es cosa desconocida, que no pocos se apresuran a terminar sus carreras, con la simple intención de marcharse de Cuba.
El país hace ingentes
esfuerzos por formar cuadros calificados, pero no cuenta con una
política económica coherente, que los haga permanecer en Cba. Ese
no es un simple asunto migratorio, es un problema económico y bien
serio, pues nos descapitaliza, quitándonos el capital más
importante: el humano.
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Tenemos cientos de economistas, contadores, ingenieros industriales, abogados, arquitectos, ingenieros, Informáticos, historiadores, etc; pero no pueden montar consultorías privadas para dar servicio a la empresa privada, e incluso a la estatal.Una buena parte de ellos sigue el camino de la emigración, porque ninguno está dispuesto a trabajar por el que aún es un mísero salario estatal. Además de tener pocas esperanzas de solucionar otros problemas personales, como comprar una casa, hacerse de un carro, construir una familia, etc. Si trabajar para el estado no deviene un reconocimiento social adecuadamente remunerado, otras actividades o la emigración, se ira llevando mucho de lo que vale, dentro de la intelectualidad.
8-Un problema muy serio lo es
el de la vivienda.
Durante años, por la vía de
las llamadas micro brigadas, se construyeron muchas viviendas, pero
nunca existió un plan para darle mantenimiento a las existentes.
Hoy el 70% de la vivienda, en
La Habana, tiene un estado constructivo de regular a malo, por lo
cual hay cientos de edificios en paupérrimas condiciones, a lo cual
se suman los miles de albergados por años y la necesidad de
continuar construyendo viviendas. Porque los ciclones también nos
golpean de manera frecuente.
Según cuentas elementales,
tardaremos entre 20 a 30 años para poder poner la vivienda en vía
de una solución definitiva.
9-Nuestro campesinado ya no
podría ser considerado como pobre. Con las leyes de reforma agraria,
no pocos devinieron en medianos y pequeños agricultores privados, lo
que les ha permitido vivir mejor y acumular cantidades apreciables de
bienes y dinero.
Muchos de ellos productores de
frutos menores, pudieran devenir en pequeños y medianos
industriales. Que incrementaría el sector industrial-agropecuario.
Sin embargo, necesitarían
tener ciertas libertades que le permitieran adquirir, por su propia
cuenta, medios de producción para incrementar sus producciones e
industrializarlas.
Pero las restrictivas medidas
de un comercio exterior monopolizado, le impiden tanto exportar, como
poder importar ciertos recursos, lo cual nos facilitaría avanzar en
la industrialización de la agricultura. Representaría abastecer
mejor los mercados destinados a la población y más importante aún,
lograr bajar los precios. Pero, al no poder hacer nada de eso, estas
personas se han dedicado a gastar su dinero en otros mercados fuera
de Cuba, tal vez comprarse un carro en el mercado interno y a tener
dinero acumulado que no hallan como gastarlo.
Parece como si nuestro modelo
económico, fuera el único que se da el lujo de inmovilizar el
dinero. Todo a pesar de que este sector campesino, aún también
sufre las incompetencias de un acopio que deja echarse a perder
cosechas y que demora en pagarle al campesino.
Casi sesenta años hablando de
la necesidad de industrializar la agricultura y cuando se presenta la
oportunidad, la despreciamos. Porque no disponemos de una política
económica amplia, coherente y desprejuiciada para hacerlo.
10-Por vía de las remesas,
entra mucho dinero al país que está siendo invertido en el
presionado cuentapropismo, la compra de casas, automóviles, pudiendo
devenir una fuente de posibles inversiones internas. Totalmente
nacionales o de conjunto con el capital extranjero. Pero se mira
hacia las remesas solo como una fuente recaudadora de impuestos, no
como una potencial fuente de capital nacional y entonces continuamos
esperando por los 2,500 millones que nos van a llegar de fuera
anualmente, cifra de inversión extranjera, la cual nunca hemos
logrado.
11-Cuba cuenta con una
cantidad importante de economistas, contadores, ingenieros
economistas y graduados de Economía Empresarial. Pero todos aquellos
que conocemos y que, en algún momento de su vida, incluso,
desempeñaron cargos importantes dentro de la economía cubana, hoy
se dedican a actividades no calificadas o simplemente no desarrollan
trabajo alguno. Aunque continúan siendo gente muy preocupada por
nuestra economía y escriben bastante sobre ella.
Pero a diferencia de la muy
inteligente posición de algunos gobiernos que, en otros países,
continúan aprovechando la experiencia de esos cuadros, en Cuba
permanecen olvidados y nunca aparecen siquiera dentro de una comisión
asesora. Lo cual rompe la continuidad en el uso de una fuerza
intelectual, calificada y experimentada.
Lo anterior, no ocurre solo
con la economía, sino también con el resto de las ciencias
sociales, que nunca han sido muy bien vistas por las autoridades
gobernantes. Habiéndose desarrollado durante años una cierta
actitud prejuiciada con los intelectuales y en particular con los
científicos sociales.
Solo nuestro líder Fidel
Castro, quien desplegó siempre una actitud hacia a ciencia en
general y las ciencias sociales en particular, que lo convirtió en
el líder del desarrollo de la ciencia en Cuba. Ciencia y política
en Fidel, formaban una unidad indisoluble. Esa claridad del líder,
nos ha dejado una herencia, que no estamos aprovechando bien.
Hoy esa actitud cobra forma
negativa, en la desatención hacia lo que se escribe sobre la
economía, que a pesar de ser mucho, no sabemos si se le presta
atención, sí se le considera algo útil, o que vale la pena tomar
en consideración. Es cierto que el ambiente respecto a nuestra
economía es bien crítico, pero más bien parece que se asume la
crítica, sin hacerle mucho caso.
Ningún líder de este
periodo, se ha referido al tema económico, mencionando lo que se
dice al respecto dentro de la sociedad cubana actual. No es un
secreto para nadie, que se trata del tema sobre el que más se
escribe críticamente. Aunque ello carece de total repercusión en
nuestra prensa, escrita, radial, televisiva, y en los discursos
políticos.
Es como si se evitara
considerar que el tema está en boca de la intelectualidad cubana y
existe una carencia de dialogo entre la dirección del país y la
intelectualidad preocupada por el tema.
No obstante, creo sobre ese
dialogo que hay que pujar duro, para crearlo y alimentarlo,
situándolo en el centro de nuestro quehacer, porque la tarea es de
todos. No solo de la burocracia estatal, porque el país es de todos,
no solo de los que lo dirigen. Casi todos llevamos el país sobre
nuestros hombros, es la obra de casi todos y por ello tenemos el más
absoluto derecho a criticar lo que se hace.
Fraccionándonos no lo vamos a
lograr. Es escuchándonos mutuamente como haremos prevalecer las
mejores ideas y las más adecuadas soluciones. Si no entonces, para
que queremos tantos economistas y tanta gente que piense sobre la
sociedad cubana. A lo cual ya nos hemos referido en varias ocasiones.
Y sobre lo que hemos escrito bastante.
12-Pero el problema no se
circunscribe solo a lo que se escribe sobre economía que es ya
bastante. Hace más de 40 años, asumimos una forma de dirección y
control de nuestra prensa, copiada en particular de los ex países
socialistas, que no acaba de modernizarse. Son cientos los artículos
que se escriben y que pudieran encontrar espacio en nuestros
periódicos. Pero se prefiere regalarlos a los blogs y a la prensa
extranjera, porque ninguno encuentra espacio en nuestra prensa
nacional.
Si queremos que nuestra
prensa, en particular la escrita, mejore y nos ayude, ese sistema
debe cambiar para lograr aprovechar lo que nuestra intelectualidad
produce, acerca de las realidades que debemos enfrentar. Sabemos que
la tarea no es fácil, porque se trata de un asunto de sistema,
acomodamiento, prejuicios ideológicos y de superar mentalidades
anquilosadas, a lo cual el Cro. Raúl nos ha llamado.
He hablado no pocas veces, de
la necesidad de crear una alianza estratégica entre la UPEC y la
UNEAC, que ayudaría mucho a la mejora de nuestros medios y elevar al
máximo el prestigio de la prensa cubana, pero no son pocos los que
se oponen, porque no les gustan unos medios críticos. No les gusta
una prensa donde el pueblo pueda leer, lo que todos criticamos por
las esquinas, una prensa donde el pueblo vea reflejada sus
preocupaciones diarias.
Para terminar, aquí hago una
pequeña anécdota. Una vez hace no más de tres años, un narrador
deportivo del béisbol estaba narrando un juego, donde apareció un
pelotero nuestro que se había quedado en el exterior y la trasmisión
de inmediato se cortó. Tampoco se trasmitían los juegos de baseball
de las grandes ligas, ni los de la NBA. Por suerte, casi se ha
superado lo que yo le he llamado “boberías ideologizantes”.
Porque, ¿Cómo competir entonces en este mundo del internet, de la
fibra óptica y las poderosas cadenas internacionales? Además,
inundados de turistas, que traen tanta información que comparten con
nuestro pueblo.
Actitudes como esas,
desprestigian a los dirigentes ante el pueblo y lo más que se logra
con ellas, es quedar como tontos.
¿O será que aún no se
percatan de que tenemos un pueblo, que ya se les fue delante, que
tiene un mínimo de 9 grados de escolaridad, un 10% de
universitarios, sin analfabetos reales ni funcionales? Con un nivel
cultural, que no tiene nada que envidiar a ningún país en este
hemisferio y que producto de la solidaridad que ejerce por el mundo,
carga ese mundo hacia Cuba y lo reparte por todos los rincones de
nuestro país.
¿Se han percatado de eso?
Noviembre 25 del 2018.