Esteban
Morales Domínguez
UNEAC
Se
dijo que, con las medidas de rectificación recientes sobre el
trabajo por cuenta propia(TCP), la idea es continuar, pero en
realidad, apenas se ha comenzado; restan algunas cosas muy
importantes.
De
lo que se viene insistiendo y hablando, es de promover el desarrollo
de las fuerzas productivas. Es decir, de hacer avanzar la relación
dialéctica entre los medios de producción y la fuerza de trabajo y
esas son palabras mayores. El país no puede quedarse en el llamado
cuentapropismo, pues nos amenaza el peligro de retroceder.
Las
medidas adoptadas ahora con el trabajo por cuenta propia solo tocan
la actividad comercial, productiva, de servicios menores y el empleo
que se le asocian. Lo cual representa un avance, sin dudas, porque
algunas de las medidas que entraban en vigor hoy, (7 de diciembre)
parecían de locos, con el mayor respeto para los que las adoptaron.
Pero
aun dentro de las propias medidas que se anunciaron, ¿Por qué se
mantienen ahora dos cuotas de adelanto en el banco? ¿Es eso
realmente necesario? Bastaría con que todas las operaciones a
realizar se tuviesen que hacer por los medios bancarios que existen y
no obligar a los cuentapropistas a tener parte de su dinero congelado
en una cuenta bancaria y además, hacer más eficiente el cobro de
los impuestos. Púes lo que se les exige ahora, más bien parece una
medida de desconfianza o para controlarles algo que solo a ellos
pertenece. Que hagan con su dinero lo que deseen, pero que paguen los
impuestos y cuando los incumplan, que los multen.
Si
se fuera más eficientes en el cobro de los impuestos y se vieran
obligados a utilizar el banco para cualquier operación que fuesen a
realizar, ¿para qué se necesitan mantener en el banco las ahora 2
cuotas adelantadas?
Pero
si de verdad lo que se quiere es desatar las fuerzas productivas,
faltan medidas aún más importantes, que seguir dándole vueltas a
la noria con el TCP.
Sin
embargo, parece existir cierta incapacidad pragmática y una falta de
visión de largo plazo, que se ha impregnado como una cultura
política socialista. Un cierto rechazo visceral a la asimilación de
los disensos, cierta ineptitud para metabolizar en políticas, el
pensamiento científico social, o todo eso y tal vez mucho más.
Se
trata de una filosofía del socialismo que no se corresponde con la
comprensión profunda de los fracasos reales, sus causas y el valor
de la búsqueda de alternativas, qué tanto se necesitan.
Dar
respuestas informadas, no es simplemente el resultado de un acto de
voluntad de los decisores, sino algo que requiere también la
asimilación de un cambio radical de mirada sobre la realidad
económica actual en que vivimos, que ya casi se asemeja a las
dificultades del llamado periodo especial. Por lo que no es casual,
que mucha gente, esté pensando que hemos comenzado a vivir un
periodo similar.
Fidel
nos dejó para ello la definición provocadora del concepto de
revolución, como expresión más acabada y verdadero colofón de la
visión que inauguró primeramente en su discurso a los intelectuales
de 1961, al cual todo el mundo se refiere, aunque no parece que todo
el mundo comprende.
El
trabajo por cuenta propia en particular, es algo que no acaba de ser
aceptado por la clase política, engranado en el sistema económico
integral, que supone un diseño socialista viable. Lo cual resulta
una gran preocupación para todos los implicados en la actividad.
Por
lo que se hace difícil que el gobierno de respuestas directas y
claras, que son de política económica sobre el TCP, si en las
instituciones del estado prevalece marcada resistencia a un verdadero
redimensionamiento estructural de la propiedad y la gestión.
Aunque
en el TCP, se acaba de producir un paso de avance, quedan aún
asuntos por solucionar, que van mucho más allá y que son de la
naturaleza siguiente:
-
Hace falta que la empresa deje de ser estatal y sea de verdad socialista. Para eso, es necesario que tenga las mayores prerrogativas posibles, lo que significa liberarlas de un sistema de planificación excesivamente centralizado, que las ahoga, les corta mucha iniciativa, les mantiene la presión burocrática y no deja que sean los propios trabajadores los que la dirijan. Propiedad estatal no es propiedad socialista. Propiedad socialista, es propiedad de los trabajadores, interesados y estimulados a producir, comportándose como dueños y con sentido de pertenencia.
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Hace falta liberar la posibilidad de que los cubanos puedan invertir, incluso, asociándose con el capital extranjero. Pues hay mucho dinero inmovilizado que pudiera producir, generar empleo y riqueza. ¿Seremos el único país que inmoviliza el dinero, por miedo a que la gente se enriquezca, cuando en realidad, la lucha debe ser contra la pobreza, que lamentablemente ha crecido?
-
Hace falta reconocer jurídicamente a la mediana y pequeña empresa, también al llamado cuentapropista, que en muchos casos, no es más que un eufemismo. Allanar el camino al cooperativismo, empujándolo, pues aún no ha generado ni cercano a lo que puede dar.
¿Por qué un campesino que
tiene dinero, en lugar de gastarlo en “pacotilla”, no puede
importar un tractor o una maquinaria para industrializar su
producción? Ello generaría más empleo, más producción y
contribuiría a bajar el precio de los alimentos, que se incrementan
continuamente. De lo contrario, ¿Se pretende industrializar la
producción agrícola, como estamos cansados de ver, llenando laticas
a mano?
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¿Por qué no puede haber productores de ganado menor, o mayor, que cuenten con las facilidades para incrementar su producción? También industrializarla. Lo cual evitaría que una libra de puerco o de carnero valga 50 pesos. Y que la carne de vacuno, sólo sea consumible en los restaurantes.
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Hace falta para todo ello, hacerle aunque sea un pequeño hueco, al monopolio del comercio exterior. Monopolio que ya no se corresponde con la etapa económica que estamos viviendo.
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Además de todas las medidas antes propuestas, hace falta darles, aunque sea un pellizco, a la moneda y sus tasas de cambio. ¿A qué se espera? Si estamos más que conscientes del daño que nos hace.
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La existencia del mercado al por mayor no depende de que desde arriba alguien lo cree, sino de una escala de la relación mercantil que imponga un hito en la formación de los precios. Entonces, más que crear un mercado mayorista, de lo que se trata es de hacerle espacio al mercado, a las relaciones mercantiles, dentro de un sistema, para que forme un eslabón mayorista debidamente.
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El tema del debate económico carece de repercusión en nuestra prensa escrita, radial y televisiva y en los discursos políticos. Aunque a ello se agrega el triunfalismo y la falta de objetividad con que a veces se divulgan los temas de la economía.
Todo
lo aquí expuesto representaría mayor empleo, más producciones y
potenciales rebajas de los precios. Es eso a lo que le llamamos
desatar las fuerzas productivas. Es decir, utilizar todas las
potencialidades que existen para que la economía logre crecer y
desarrollarse.
Fíjense
que no estoy pensando en las inversiones extranjeras. Pues esas
llegaran algún día, en la magnitud en que las necesitamos. Ahora,
la prioridad es salir del hoyo en que estamos. Para lo cual no
tenemos mucho tiempo.
Porque
me parece que la gente no puede esperar más. Es la variable
política, de la que tanto hemos hablado.
¿Lograremos
con medidas como las expuestas entrar en el capitalismo?Que en
nuestra opinión, es el temor que nos está paralizando.
Creo
que no. Pero si seguimos como vamos, podemos caer exhaustos en los
brazos del capitalismo y no en el de Suecia, sino en el que nos
corresponde como país pobre y subdesarrollado, lo que ocurrirá si
el país no se mueve rápidamente hacia adelante. Pues no es posible
continuar con un crecimiento tan magro del PIB, como el que se ha
alcanzado en los últimos años y el que nos espera en el 2019.
Diciembre
7 del 2018.
Muy interesantes sus escritos compañero Esteban. Ojalá y como usted comenta, se le preste más atención al tema economía en los medios. ¿Hasta cuando el noticiero va a estar desbordado de noticias sobre empresas que sobrecumplieron el plan de producción y sin embargo el PIB por el subsuelo? Es triste pero es nuestra realidad. El miedo y el inmovilismo nos corroe. Falta creatividad y audacia en nuestros pensadores económicos.
ResponderEliminarSaludos
En nombre propio hermano y el de muchos que han podido leer ese formidable resumen de nuestra Cuba de hoy, te extiendo mi profundo agradecimiento y te estimulo a no decaer a pesar de las incomprensiones, bajas pasiones y envidias.
ResponderEliminarHas cumplido tu deber patrio, por lo que viviras siempre con la frente en alto y el deber cumplido. Me tome el libretazo de ponerlo en mi pagina de Facebook y compartido con el mundo. Abrazos
es usted un cubano digno. hay en cuba una masa silente grande , que piensa como usted o mejor dicho,como nosotros. la gente que tiene el poder sabe que lo que usted plantea es el mejor camino, pero mo es conveniente darle al pueblo bienestar economico, porque luego querran bienestar politico, ahi esta el verdadero proposito del tranque, es bueno ser el repartidor. el que reparte y reparte se lleva la mejor parte. nuevamente mis saludos. No se demore tanto en escribir, no sea tan vago que lo esperamos siempre.
ResponderEliminarSiento orgullo de que sabias palabras y analisis acertados sobre este y otros temas de nuestra sociedad sean defendidos por Ud. con total. vehemencia y digo que siento orgullo porque es Ud. Cardenense como yo, quiero que sepa que por estos lares le seguimos con mucha atencion y agradecemos que con su accionar ayude a esta tierra de hombres dignos a entender mejor los acontecimientos que se nos vienen encima si no hacemos algo por salvar urgentemente lo ya conquistado.
ResponderEliminarSaludos Cordiales
Carlis Alberto.