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Este Blog está dedicado a mi padre, a su obra de vida, a sus ideas, pero por sobre todas las cosas a su constancia. Al académico, padre y abuelo.
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viernes, 12 de diciembre de 2008

Entrevista Bohemia Diciembre 2008

Epígrafe: BLOQUEO NORTEAMERICANO

Título: Fortalezas malecón adentro

Sumario: La política hostil yanqui hacia Cuba tiene cada vez menos aceptación en el plano internacional y dentro de los propios Estados Unidos. Unidad y firmeza en nuestras convicciones han sido garantía de resistencia durante 50 años de agresiones

Por CARIDAD CARROBELLO

El doctor en Ciencias Económicas y Dr En Ciencias, Esteban Morales Domínguez, ha investigado la hostil política de los Estados Unidos contra Cuba, como parte de los temas abordados por el Centro de Estudios Hemisféricos y sobre EE.UU. (CEHSEU), perteneciente a la Universidad de La Habana. En exclusiva para BOHEMIA, el destacado economista y politólogo analiza la génesis y comportamiento de esa agresión.
-¿Es el bloqueo norteamericano solo un ataque económico contra la Isla?
-Al triunfo de la Revolución inmediatamente los EE.UU. empezaron a tomar medidas contra Cuba. Las primeras tuvieron que ver con los recortes de la cuota azucarera, que afectaban al país porque se nos quitaba una cantidad extraordinaria de ingresos y de recursos, ya que se trataba de la primera actividad económica nuestra.
“Eso funcionó como una escalada de presiones. Así, cuando los norteamericanos se negaron a refinarnos el petróleo, Cuba entonces nacionalizó las refinerías estadounidenses que radicaban en nuestro territorio. Considero que fue un período de ataques de carácter bilateral, de cierto embargo comercial, pero después el conflicto se agudizó y amplió.
“Debo aclarar que hay una diferencia sustancial entre el embargo -término eufemístico que allá utilizan- y el bloqueo; lo primero es bilateral, una prohibición de comercio de país a país. Cualquier nación puede tomarla, es soberana de intercambiar económicamente con quien quiera, y en las condiciones que estime conveniente. Pero a lo que no se tiene derecho es a lo que Estados Unidos comenzó a hacer, presionar sobre terceros países para que no comerciaran con Cuba y le dieran un trato acorde con la política agresiva yanqui. Tratando de forjar una matriz unica de politica para atacar a Cuba. Así lo que ellos llaman embargo, adquiere un carácter transnacional y deviene en lo que es hoy un bloqueo.
“Esa prepotencia de decidir cuanto y como ‘deben hacer’ los demás, está en la propia naturaleza de EE.UU. como país: por razones históricas, políticas y de aquello que exaltan como de seguridad nacional, ellos consideran que pueden legislar para que otros cumplan.
“Poco a poco, esas presiones desplegadas con el resto de los países de América Latina y el mundo obtuvo frutos. La amplia propaganda negativa que se comenzó a hacer sobre Cuba en el exterior, y las medidas yanquis contra la Isla, comenzaron a transformarse en un verdadero bloqueo. Es por eso que no podemos separar este fenómeno del resto de las relaciones Cuba-EE.UU. El bloqueo, más que una simple restricción, es una guerra económica contra Cuba, e incluso se trata de una guerra total en el sentido de que todas las demás relaciones que tienen que ver con Cuba y Estados Unidos están metidas dentro de ese contexto.
“El bloqueo desempeña el papel de una plataforma básica. Yo diría que es la piedra angular de la política agresiva norteamericana contra Cuba. Y eso incluye las relaciones económicas, políticas e internacionales –dentro de ellas las culturales- y agrede de lleno a la capacidad de Cuba para ocupar un lugar en el sistema internacional. Todo país tiene ese derecho internacional, pero EE.UU. lo ataca constantemente.
“Recordemos las acciones que, por ejemplo, tuvieron que ver con la posición común europea en 1996, de no conceder a Cuba el acuerdo marco o de nación favorecida si no cumplíamos requisitos, que todos sabemos eran inyectados por los Estados Unidos, como la supuesta apertura en nuestra política interna con elecciones libres, y establecer un proceso democrático, de derechos humanos y de libertades civiles. Era un ataque que incluso apuntaba hacia adentro, no del malecón hacia fuera.”
-Entonces el bloqueo tiene un carácter sistémico…
-Desde luego que sí, y debemos interpretarlo de varias maneras:
“a) La primera incidencia es económica. Limita a Cuba porque no puede actuar normalmente en el campo de las relaciones económicas internacionales, como otros países.
“b) Siempre se complementó con agresiones políticas y de intimidación. Decían que no nos iban a comprar el azúcar, y a la vez quemaban nuestros cañaverales; decretaban que no podíamos importar materias primas norteamericanas, y saboteaban al unísono nuestras fábricas.
“c) Es además ideológico, porque está dirigido a minar la capacidad del Estado cubano de ejercer su actividad, y también busca introducir en el cubano una mentalidad derrotista, con un impacto psicológico de que el país no puede avanzar.
“d) Es una guerra cultural porque, por ejemplo, impide que los profesores, artistas, o cualquier intelectual venga o vaya a EE.UU., que no se publiquen libros sobre Cuba allá. Nosotros nos la tenemos que ver con una cultura norteamericana que, desde los padres fundadores de esa nación, postula que Cuba debe formar parte del territorio norteamericano.
“La cultura que muchos tienen allá sobre Cuba es que estamos en la plataforma continental de los Estados Unidos y somos parte de su prolongación geográfica; hasta hay una tesis geopolítica de que nuestra isla es el resultado de la sedimentación de las arenas del Mississippi. El norteamericano se guía mucho por los medios. Es un país grande y el objetivo de sus sucesivos gobiernos ha sido que no se conozca nada de aquí, si acaso la versión que a los sectores de derecha y a la mafia de Miami les conviene dar.
“En resumen, el bloqueo es un sistema de medidas económicas, políticas e ideológicas. Es un triángulo conflictual. Estados Unidos se cree en el derecho de legislar para que un tercero se sume a la hostilidad anticubana. Desde el punto de vista político-ideológico establece un entorno de presiones para que se cumplan los parámetros que crea. Eso lo complementa con los llamados documentos de la transición (de Colin Powell y Condoleezza Rice). Según esos documentos, Cuba no funciona, no avanza, no tiene solución…
“Estados Unidos trata de vender la imagen más negativa sobre la Isla: de que es narcotraficante, terrorista, que fue satélite de la URSS, etcétera. Lo mismo que se hizo con Panamá en 1989. Eso va aderezado por un conjunto de agresiones dentro del país. Las bombas que pusieron en instalaciones turísticas, la muerte de un joven italiano víctima de una de esas explosiones, es una política de presiones constantes.
“A todo triunfo que los cubanos exhibimos como logro de la Revolución, también le impone un plan para demeritarlo, para introducir una forma diferente de verle, para afectar la imagen de la Isla. Tiene una emisora y un canal de televisión dedicados a eso, que reciben millones de dólares para emitir información tendenciosa, contrarrevolucionaria hacia Cuba y el mundo.
“Este fenómeno posee una conexión muy fuerte con la realidad interna de Cuba, porque yo diría que la fuerza y la potencialidad de cualquier país para actuar en el plano internacional se mide por su fortaleza interna. Y Cuba ha tenido que desarrollar una batalla continua contra esa intención hostil de los yanquis. Si hoy por hoy el bloqueo no ha acabado con los cubanos, porque fue diseñado para eso, ha sido por la capacidad nuestra de erosionarlo en determinados momentos, y sobre todo por sobrevivir. Aún cuando nos ha hecho mucho daño –se ha dicho en cifras- hemos sobrevivido y ese es el mayor triunfo.
“Cuba no solo ha resistido el bloqueo económico sino también el político, ideológico, cultural; mientras la imagen de los Estados Unidos en el plano internacional está tremendamente afectada, la de Cuba crece, incluso dentro del territorio norteamericano.”
-¿Considera que el bloqueo tiende a desaparecer?
-Las cosas que ellos preconizan en su plataforma de ataque vienen dirigidas hacia un proceso de cambio de régimen en Cuba, de subversión interna. Pensaron en desestabilizar al país desde el punto de vista económico, para mina su base, hacerlo tambalear, y después ni la política ni la ideología cubana funcionarían.
“Cuba ha resistido todo eso con coherencia y con dignidad. Y son 50 años y 10 administraciones ya. Lo cual quiere decir que la política establecida contra nosotros no funcionó como fue diseñada. La votación de los países en Naciones Unidas a favor del levantamiento del bloqueo tiene un sentido histórico y moral muy fuerte, es señal de que los derechistas de Estados Unidos se van quedando solos, e incluso dentro del propio territorio estadounidense. Allí no están de acuerdo con el bloqueo sectores políticos, intelectuales, sociales. Y eso crece porque Cuba ha sobrevivido.
“El bloqueo tiene brechas, en el intercambio académico, en el comercio –limitado y con extremas condiciones- pero existe. Eso pasó con Vietnam. Los norteamericanos hoy se interesan en el tabaco, el ron, el níquel, el turismo, la ciencia cubana y en que puedan comprar aquí en determinados momentos.
“El bloqueo es una política que cada vez va teniendo menos aceptación, está completamente fracasada. Por eso es que tanta gente en EE.UU. la ve como vencida y quiere cambios. Pero atención: el sentido de ese cambio no es para que Cuba haga cuanto quiera, que sea socialista ni mucho menos –eso es idea nada más de un pequeño sector de izquierda y progresista dentro de EE.UU.
“La idea predominante allí es que si no han logrado cambiar a Cuba con esa política, deben utilizar otra mejor para alcanzar los mismos objetivos. No quiere decir que la finalidad de los sectores de poder en los Estados Unidos hayan variado, son los mismos, lo que pasa es que algunos más inteligentes, más pragmáticos, que revisan lo que históricamente ha pasado, llegan a la conclusión de que lo ejecutado hasta ahora no sirve, y hace falta cambiar. Y ese pudiera ser el contexto en que se desenvuelvan las políticas hacia Cuba en el futuro.”
-¿Si EE.UU. cambia su política hacia Cuba, nos impondría un reto mayor?
-Sería un nuevo desafío para Cuba el cambio hacia el ‘poder blando’, de tratar de subvertirnos de manera pacífica. De cierto modo es bien difícil afrontarlo porque esta hecho para tocar el sentimiento de la gente, la moral, la ideología, cosas muy sensibles. Tendríamos que desarrollar otra visión para contrarrestarle.
“El bloqueo, claro está, lo tienen que romper ellos; es parte de su política hacia nosotros, aunque siempre digo que no es nada despreciable lo que Cuba puede hacer para que esa, u otra política, nos haga menos vulnerable. Como por ejemplo, resolver problemas internos que tenemos todavía y fortalecernos en el orden económico, social, cultural, político.
“No vivimos en una sociedad perfecta. Toda imperfección que tengamos es un factor negativo para la confrontación con EE.UU. Debemos estar conscientes de que cuanto internamente menoscabe a esta sociedad, nos debilita y afecta. Esa es una forma de entender el bloqueo en lo que nos toca hacia adentro.
“Tenemos muchas fortalezas. Entre ellas está que nuestro pueblo ha desarrollado una confianza en las capacidades de la Revolución. Se ve cuando la gente reacciona unida y firme ante situaciones como las que estamos atravesando actualmente tras los huracanes, entonces se observan los valores que la Revolución ha luchado por establecer, y que poco a poco han ido convirtiéndose en comportamientos de la población: la solidaridad, la educación, la disciplina. La gente sabe que tiene que trabajar para resolver sus problemas. Son cualidades importantes de nuestra sociedad para que no se desarticule, ni nadie nos destruya.”
Gv/Arf 12 dic. 08

jueves, 11 de diciembre de 2008

Entrevista Prensa de Japon

ALGUNOS ASPECTOS DE LA ENTREVISTA CONCEDIDA POR EL DR. ESTEBAN MORALES DOMINGUEZ A LA TELEVISORA JAPONESA FUJI TV, EL 11 DE DICIEMBRE DE 2008.


PARTICIPANTES: AKIKA IKEGAMI, (periodista)
RYUTA SAKAMOTO, (director de TV)
NOBUHIKO KAWACHIDA, (camarógrafo)
MIGUEL BAYONA (coordinador y traductor)
KUMIKO SETO, (coordinadora y traductora)
NIURKA HERRERA (Especialista de Prensa del CPI)


P (periodista); E (Esteban)

P.- Cómo piensa que serán las relaciones con EE.UU., a partir de la nueva presidencia?

E.- Difíciles y tensas, como generalmente han ocurrido (con sus altas y sus bajas) desde el triunfo de la revolución; baste recordar la administración de James Carter en la que hubo cierta intensión de mejorarla; en tal sentido, se dieron pasos importantes como los fueron las aperturas de Oficinas de Intereses en ambos países. Pero con la administración de Reagan en 1980, las relaciones se volvieron a tensar; en 1992 Clinton invitó a la firma de la Ley Torricelli y en 1996 firmo la Helms Burton, aunque hay que decir que a pesar de ello las relaciones fueron menos tensas que como se tornaron cuando asumió la presidencia Bush padre y mucho más, con la de Bush hijo, quien utilizo sus prerrogativas como presidente para tomar decisiones y aprobar regulaciones que afectan económicamente al pueblo cubano. A pesar de eso, cabe señalar que ha existido comercio “en condiciones muy especiales” con EE.UU. pues sólo Cuba puede comprar, y pagar al contado, pero Bush agrego que hay que pagar en EE.UU. antes que los productos salgan; otra medida aprobada por Bush ha sido la limitación de las visitas de los ciudadanos cubanos a Cuba y el envío de las remesas de dinero a Cuba.
Esto explica el por qué del voto a favor de Obama en la Florida, pues allí planteo que durante su administración quitaría estas medidas impuestas por Bush. Pienso que Obama va a cumplir esa intensión “el tiene que cumplirla” por eso entiendo que su administración será menos mala.

P.- Que promesas hizo Obama?

E.- Bueno, quitar las limitaciones impuestas por Bush para la entrada de remesas familiares y para los viajes de los cubanos residentes en los EE.UU. El dijo primero, que iba a conversar con Cuba sin condiciones, después, lo ha matizado, pero al parecer hay un interés, aunque dijo que iba a mantener el Bloqueo, por lo que habría que darle un compás de espera para ver que hará.
Los cubanos debemos estar conscientes de que no somos una prioridad en los asuntos que Obama tiene que resolver,
Pienso que en un ambiente más favorable en el que solucione los problemas que tiene, le dará la posibilidad de considerar que la política hacia Cuba es un anacronismo, pues han trascurrido 10 administraciones que ha fracasado y Obama ha mostrado la suficiente voluntad política como para no ser uno más que fracase con Cuba.

P.- Entonces quiere decir que la población cubana tiene esperanzas…

E.- Nosotros lo que quisiéramos es suavizar estas esperanzas porque Obama ha levantado muchas expectativas, cosa que me parece lógica porque, tanto dentro, como fuera de Cuba la gente esta preocupada con la política que seguirá. Obama es un político que llega con una campaña brillante, personalidad atractiva, no nacido en cuna de oro (como decimos en Cuba), es negro, es un hábil político, hijo de norteamericana y africano; pero, nadie llega a presidente sino tiene el apoyo de determinados sectores de poder y Obama puede tener muchos compromisos, pero el primero es cumplir con la gente que llevo al poder, por eso debemos esperar. Pero esperanzas hay, expectativas, optimismos de que las cosas podrían ser mejor las hay.

P- Como ve la posición de estos grupos con respecto a la posición asumida por Obama?.

E.- Cada día hay más personas que quieren mantener relaciones con Cuba aunque no les guste el gobierno cubano. Ningún gobierno llevo el sentimiento anticubano más fuerte que Bush, el prestigio internacional esta cada vez más bajo en EE. UU, principalmente en América Latina, es que una América Latina diferente en los últimos, América Latina ha cambiado bastante y EE. UU. debe enfrentar esa realidad.
Obama dijo en su campaña que Bush había descuidado mucho a América Latina, aunque no me preocupa porque por atenderla tanto es que estamos tan mal, mejor seria que nos dejara hacer lo que queremos y que no nos atiendan tanto.
Pero EE.UU. debe atender a EE.UU. porque su pérdida de prestigio esta dado por la pérdida en este hemisferio, pues EE.UU. esta en este hemisferio y lo que haga debe estar en consonancia con EE.UU.

P.- Por que se han producido cambio en América Latina y hacia donde se dirigen estos cambios?

E.- Estos cambios obedecen a largos años de explotación, opresión de gobiernos corruptos, dictatoriales, neoliberales… la primera que trata de responder a eso fue Cuba haciendo una Revolución y acabando con una dictadura, por lo que es posible decir que antes y después de de la Revolución, hay una nueva América Latina. Cuba ha ayudado a levantar ese espíritu revolucionario, hace algunos años otros países latinoamericanos han desarrollado otros procesos que siguen la línea de Cuba: la de Venezuela es la más izquierda, otros como Bolivia, primera vez que un indio asume el poder; Ecuador, que ha asumido una presidencia que va a encaminar el país; Paraguay y otros como Argentina, Brasil, Chile que no son similares, pero que son importantes en la concertación latinoamericana.
El Sistema Interamericano esta en crisis, la agenda de EE.UU. esta en crisis, por eso América Latina mira hacia Japón, China, Rusia, Canadá, incluso, hacia sus relaciones con los países árabes en busca de alternativas.
EE. UU. no tiene nada que ofrecernos en América Latina, nos va a costar tiempo liberarnos y nos costará tiempo serlo totalmente, por lo que si quiere hacer algo nuevo, debe hacerlo de verdad, sin ser menos prepotentes, agresivos, menos de aplicar políticas de doble rasero, proponerse una nueva relación con América Latina;,eso es posible de parte de EE. UU:??? no lo sabemos, pero lo que si sabemos es que América Latina lo busca y esta buscando nuevas alternativas para tratar de frenar la situación.

P.- Entonces, Cuba se convierte en una política a seguir?

E.- Cuba es un modelo de independencia, soberanía, solidaridad con América Latina y el Caribe y de esfuerzo interno por tratar de una nueva economía y un nuevo país, en medio de esa lucha ha ido surgiendo una nueva persona en Cuba depositaria de una nueva cultura, alto nivel de instrucción, por eso América Latina nos ve como un modelo; tenemos muchas cosas que resolver pero, sin a lugar a dudas, hemos avanzado mucho como sociedad y hemos sobrevivido frente a las intenciones de EE. UU. de aplastarnos, eso es suficiente para justificar todo lo que se ha sufrido y luchado.


P.- Cuál será el principal país al que esta mirando Cuba?

E.- El principal problema es que hemos desarrollado una cadena de dependencia: España; los EE. UU. y la antigua URSS y no queremos que se repita, queremos relaciones equilibradas pero nunca volver a depender económicamente de nadie.

P.- Partiendo de esto, hay una relación principal con Venezuela?

E.- Tenemos dependencias teóricas y practicas, en América Latina el proceso que en política y de liderazgo que se parece más a Cuba es Venezuela, por lo cual es lógico que tengamos una relación importante con Venezuela pero no una relación de dependencia porque cuando la URSS desapareció perdimos un 80% de la economía. Nos gusta la relación con China hemos ido ganando relaciones con Japón, hemos luchado por tener buenas relaciones con Europa, que parece que van a mejorar después de los errores de Aznar; pero lo más importante es fortalecernos internamente y a eso le estamos dedicando bastante tiempo..

P.- Ha visitado recientemente presidentes de países importantes como China, Rusia lo que
demuestra que Cuba se esta fortaleciendo

E.- Estar cerca de EE. UU, nos ha sido una gran desventaja pero al pasar de los años esto se ha convertido en una ventaja porque no es lo mismo comerciar desde China con América Latina que hacerlo con Cuba; Cuba esta como un porta avión a la entrada de los EE. UU., del Golfo de México; entonces, si China quiere tener aliados, Cuba es un buen lugar; si Rusia quiere ser potencia, tiene que aliarse a Cuba, por lo que nos hemos constituido en un país importante e interesante.
Esto se ha convertido en una buena opción para Cuba, incluso por razones de seguridad. Cuba es una plaza importante para vigilar el narcotráfico, no quiere decir que volviéramos a tener una base rusa (que la quitaron, pero que después lloraron). No queremos tener una base más aquí ya tenemos bastante con la de Guantánamo, que quisiéramos que se la lleven.

P.- Que cree sobre lo que dijo Obama sobre la Base de Guantánamo?

E.- Lo que hablo fue de eliminar las prisiones, ojala quitara la base ilegal y que es una reivindicación nuestra, eso, al igual que el Bloqueo será más adelante.

P- Podría producirse un cambio a partir de la presidencia de Raúl?

E.- Cuba esta cambiando constantemente desde el 1959, todo país debe cambiar pero dentro de una consecuencia, cambiar lo que no nos ha dado resultado, pero si ese cambio implica cambiar hacia otro régimen de distribución, no, Cuba esta contenta con lo que tiene le ha dado más resultados, el más importante es la independencia, derivado de la revolución cubana y eso es fundamental para demostrar el espíritu cubano, podríamos disentir pero en Cuba hay una cultura de defender nuestra soberanía, lo cual no implica que aún tengamos problemas y que debemos resolver.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Disparos sin escopeta

29 de octubre del 2008
Disparos sin escopeta
Entrevista con Esteban Morales
Por Hilario Rosete Silva

Malecón adentro

A pesar de que ya era un asunto espinoso desde antes de que iniciáramos las luchas independentistas, poco se ha escrito sobre el tema; no son muchos los historiadores que le prestaron atención; son raros los estudios que lo ubican en la actualidad; lamento que de él se ocupara gente que reside fuera y que no siempre comparte nuestras circunstancias.
Arrancó a hablar el profesor universitario Esteban Morales, el mismo que cuando aún dirigía el hoy Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana (UH), intuyó que la dinámica interna de la cuestión racial podría devenir talón de Aquiles hacia donde dispararían sus dardos los hacedores de la política norteamericana contra Cuba.
Qué valioso sería que espíritus surgidos desde dentro diesen la pauta —agregó—; los temas de nuestra realidad no se regalan; debemos ser los primeros en abordarlos; el problema racial podría ser otro de los argumentos con los que Estados Unidos nos atacara; esta es una temática «del Malecón para adentro», que atañe a los cubanos.
Miembro de la Academia de Ciencias durante dos mandatos, doctor en Ciencias Económicas y doctor en Ciencias, Esteban ha ejercido como profesor invitado en unas veinte instituciones de enseñanza superior de diez países de América, Asia y Europa. Justamente por ser negro, cada vez que llega a Estados Unidos le preguntan cómo es el trato que reciben sus iguales en la Cuba contemporánea.
Ñandú cubano Existe allí ese interés —abundó—, saben del proceso acaecido en la Isla y ese es un tema sensible para ellos. Cualquiera que se presente ante un público estadounidense para tratar una materia equis, y compruebe que por ser negro el auditorio insiste en preguntarle sobre la discriminación racial en Cuba, tendrá que estudiarla en profundidad: no podemos permitir que siendo el nuestro uno de los países que más ha trabajado por la igualdad de oportunidades para todo su pueblo, la cuestión permanezca silenciada… Estamos frente a un tópico complejo: tiene que ver con su tratamiento histórico entre nosotros y con nuestra realidad interna actual; influye sobre el contexto de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y sobre las alianzas políticas de la Isla; y se conecta con nuestra capacidad para aprender de los errores cometidos en el abordaje de otros temas.
Siendo usted negro, ¿no se expone a obsesionarse con tales investigaciones?
Esperé 15 años para «lanzarme al agua» —consideró—, deseando que la temática madurase en mí; definir temas de investigación es una cosa y comenzar a trabajar en ellos es otra; en concreto puse manos a la obra en 1986; constaté que el estudio tenía varias fallas; existía un entorno, una realidad social, que no estaba siendo reflejada. Yo tenía 16 años en 1959; negro y pobre, había sufrido la discriminación; mas no podía escribir desde la posición del doliente, cuyo enfoque nunca es objetivo. También habría sido hipócrita: por las organizaciones sociales y políticas a las que pertenezco, por mi historial académico y profesional, por aparecer con frecuencia en los medios, podría decirse que soy de los negros que mejor uso hicimos de los derechos que la Revolución nos garantizó a todos los cubanos…Resistirme a la subjetividad es una de mis metas cuando me siento a escribir; no estoy obsesionado con el tópico, al respecto tengo un prisma científico; pero la emoción tampoco puede estar ausente, así que busco un equilibrio entre los dos polos, con la máxima de que este es un lastre para mi país, y de que como intelectual revolucionario tengo el deber y el derecho de aportar mi grano de arena en su estudio, comprensión y solución; debemos ser honestos en el análisis histórico, y evitar comportarnos como el avestruz que esconde la cabeza y deja fuera las partes vulnerables.
Tiro al blanco Fue alumno ayudante de la Facultad de Economía de la UH, de donde se licenció en 1969; luego trabajó allí como profesor y dirigió en diferentes épocas la Escuela de Ciencias Políticas y el decanato de la Facultad de Humanidades, ambas de la propia UH. Aseguró que el capítulo más reciente de la causa que venimos tratando, fue abierto por Fidel en marzo de 1959, y padeció, a partir de 1962, un largo silencio, por fortuna ya interrumpido.
Sí, la problemática racial ha sido complicada de punta a cabo de nuestra historia; siempre fue presentada cual manzana de la discordia; ya a fines del siglo XIX, la apología norteamericana, y también la colonial española, pregonaba que los negros que luchaban por la independencia del país, ansiaban instaurar en Cuba una república al estilo haitiano, y criticaban la autoridad de Maceo y otros jefes negros…Cien años después, el problema racial no aparecía en el programa del Moncada, mas era una preocupación para el Movimiento 26 de julio y estaría incluido en su afán de conquistar las libertades públicas y la democracia política; no es casual que hacia fines de marzo de 1959, Fidel Castro comenzara a plantear la cuestión en varias de sus intervenciones.
Alma Mater consultó el discurso del 22 de marzo de 1959. El Comandante llamó a hacer una campaña para acabar con el trato de inferioridad que se le daba a los negros en la Isla:
«Ha existido en nuestra patria […] —decía Fidel— el bochornoso procedimiento de excluir al negro del trabajo. […] Hay dos tipos de discriminación racial: una, […] en centros culturales o de recreo, y otra, […] en los centros de trabajo; […] si una delimita las posibilidades de acceso a determinados círculos, la otra, mil veces más cruel, delimita el acceso a los centros donde puede ganarse la vida, […] y así cometemos el crimen de que al sector más pobre le negamos, precisamente más que a nadie, la posibilidad de trabajar. […] Hay que dictar el anatema y la condenación pública contra aquellos hombres […] que tienen el poco escrúpulo de venir a discriminar a unos cubanos […] por cuestiones de piel más clara o más oscura. […] Vamos a terminar con la discriminación racial […], haciendo una campaña para que se ponga fin a ese odioso y repugnante sistema…» 1
A flote Con todo —continuó Esteban—, desde el propio 1959 comenzó a agudizarse el conflicto entre Cuba y Estados Unidos: en enero del 61 Washington rompió sus relaciones diplomáticas con la Isla, en abril se produjo el ataque mercenario por Playa Girón, el imperialismo continuó apoyando a las bandas contrarrevolucionarias, y de nuevo el tratamiento de la materia cayó en un entorno desfavorable. El fantasma de la diferencia racial, vista como fuente de división social o elemento de segmentación entre las fuerzas revolucionarias, factores de los que el enemigo podría aprovecharse, trascendió a la época. En 1962, ya denunciado el sectarismo, en la antesala de la Crisis de octubre, después de la Segunda Declaración de La Habana, de la exclusión de Cuba de la OEA y de la orden presidencial estadounidense que estableció el bloqueo total sobre el comercio entre los dos países, el tema «voló» de la palestra pública y devino tabú; cuando alguien hablaba sobre él, lo hacía en tiempo pasado; el silencio se prolongó hasta fines de los años 80 y principios de los 90; la crisis que nos atacó desde afuera, y que condujo a una crisis interna, extendida a todas las esferas, lo sacó a flote: a pesar de la gran obra social y humana de la Revolución, no había sido resuelto definitivamente.
¿A juzgar por cuáles signos se hizo más o menos evidente, a la altura del período especial, que el tópico pendía de solución?
Se manifestó tanto en cortapisas a las oportunidades de empleo, dolorosa forma discriminatoria que, como dijera Fidel, delimita la posibilidad de que la persona se gane la vida, como al acceso a la educación superior y a posiciones protagónicas en ciertas esferas. Hay otro dato: el 85 % de los cubanos establecidos en el exterior son blancos; los negros y mestizos solo comprenden el 15 % del total, y emigraron tarde, casi sin contar con ningún apoyo en los países receptores, máxime en Estados Unidos; en consecuencia, son los que están en peores condiciones para ayudar a sus familiares en la Isla; las remesas en Cuba las reciben en esencia los blancos y, entre ellos, intelectuales y personas que tradicionalmente tuvieron poder adquisitivo…
Anchos de conciencia Esteban escribió varios trabajos sobre la temática y un señor texto, Desafíos de la problemática racial en Cuba, 2 presentado en la 17 Feria Internacional del Libro Cuba´08. Sus premisas están en Cuba: algunos desafíos del color, reconocido con el tercer premio ex aequo por el jurado de la tercera edición del Concurso Internacional de Ensayo Pensar a Contracorriente que se reunió en La Habana en el 2006. Según el veredicto, el ensayo da una visión crítica de un tema vigente en Nuestra América, la cuestión racial y cultural, y trata el complejo proceso de supresión de los lastres racistas en un país revolucionario.
El ensayo testifica —recapituló el investigador —que la problemática racial tal vez sea la más compleja, «desconocida» y difícil de nuestra realidad social; ningún problema provoca entre nosotros tanta inquietud, preocupación y recelo; es fácil encontrar personas que no desean escuchar nada sobre él, y si lo oyen evitan hacer comentarios; ¿ignoran que esta es una cuestión vinculada a otras, como son, economía, equidad, derechos humanos, desigualdad, justicia social, marginalidad y discriminación religiosa?; las potencialidades del asunto dependerán de quién y con qué objetivos lo maneje; su arista negativa reside, como ya vimos, en su componente potencial de división social; su lado positivo esta ligado a la búsqueda de la integración cultural y social y a la lucha por la unidad nacional. Pero vuelvo a lo de la «ignorancia»; me refiero al desconocimiento en un doble sentido: es cierto que mucha gente conoce poco de la materia, pero también hay muchos anchos de conciencia, fríamente interesados en ignorarla.
¿Parabienes de la cuna? En aras de percibir de una vez, cuál es el origen del tema, ¿podríamos olvidarnos de si en Cuba restan o no lastres discriminatorios?
Podríamos obviar que subsistan voluntades para ejercer el racismo, podríamos hasta esquivar la pregunta de si la cultura cubana es capaz de reproducir, per se, actitudes segregacionistas; bastaría con revisar, insisto, nuestra historia; los blancos, negros y mestizos no tienen los mismos puntos de partida; los colonizadores, con credenciales de blanco —y no significa que lo fuesen—, llegaron como tales; mientras, los negros fueron traídos como esclavos y los mestizos surgieron de las mezclas…Las marcas se traspasaron de una generación a otra; las estadísticas de la república burguesa señalan, si de riqueza en Cuba se trata, que negros y mestizos están representados por montos exiguos; pero es que luego de 1959 aquellos puntos de partida siguieron reflejándose cual huellas de un colonialismo y neocolonialismo de cinco siglos que no pueden borrarse en cinco décadas. Hablamos del carácter prejuicioso nato de nuestra cultura; el elemento hispánico ejerció un papel hegemónico desde el mismo descubrimiento; el sabio cubano Don Fernando Ortiz concluyó que desde el siglo XVI, aquí fueron igualmente invasoras las clases, las razas y las culturas; ¿se entiende eso? A muchos de los cubanos de hoy quizás no les sería difícil autoproclamarse machistas, no obstante, es raro que alguien admita ser catalogado como racista, cuando uno le dice al otro, «tú eres racista», este se ofende; sin embargo, la discriminación racial también es un remanente de aquel nacimiento y desarrollo.
Te odio mi amor Es paradójico —apreció Alma Mater—, que a pesar del contexto discriminatorio, del espíritu hegemónico, de una primera gran coloración en los tonos contrastantes blanco y negro, y de que los procesos ulteriores de codificación racial se basaron en la diferencia, al fin y al cabo pudiera cocerse o cocinarse el «ajiaco cubano».
Los niveles de mestizaje en el Caribe hispano y en Cuba —recalcó Esteban—, son mayores que en el Caribe anglófono, francófono y holandés; allá los procesos de mixtura social estuvieron condicionados por la distancia física entre los dueños blancos y los esclavos negros; hoy todos los cubanos cantamos lo mismo y bailamos igual; no somos un pueblo de verdad católico, ni siquiera somos en serio religiosos, pero somos creyentes, sincréticos, fundimos creencias cristianas con elementos religiosos africanos; sin dejar de ser uno, porque no tenemos etnias ni minorías, somos un pueblo multicolor. Recuerdo las exposiciones con rostros de miles de artistas, deportistas y mujeres cubanas, que un fotógrafo francés inauguró a fines de los años 90 en La Habana; 3 en ellas se pudo apreciar que somos una relación de tonos y gradaciones del negro y el blanco, un catálogo de perímetros craneales, labios, bocas, narices, pelos, etcétera, etcétera, etcétera; en efecto, a mí me remitieron al llamado por Fernando Ortiz, «ajiaco cubano»; pero ¡ojo!, el tal guiso todavía no hierve, y hay que seguirlo revolviendo y vigilar a quienes quisieran bajarle la candela; a algunos no les interesa participar de un caldo donde restan por ablandarse más carnes y viandas de las que habríamos podido imaginar.
Solo por excepción Fidel de nuevo abordó públicamente el tópico racial el 7 de febrero de 2003. El líder de la Revolución declaró que esta, amén de los derechos y garantías alcanzados para todos los ciudadanos, no había logrado «el mismo éxito en la lucha por erradicar las diferencias en el estatus social y económico de la población negra». 4 El Comandante volvió sobre su propia reflexión el 5 de diciembre de 2004, en el Palacio de Convenciones, en la clausura del VIII Congreso de la UJC. Alma Mater también consultó el texto:
«Las palabras de este párrafo —pormenorizó el aún entonces presidente cubano— fueron pronunciadas por mí, sin vacilación alguna, […] en la clausura del Congreso Internacional Pedagogía 2003 […]. Era algo que llevaba por dentro y deseaba exclamarlo; triste herencia de la esclavitud, las sociedades de clase, el capitalismo y el imperialismo. Nunca existió en ninguna parte una verdadera igualdad de oportunidades. La posibilidad de estudiar, superarse y obtener un título universitario fue siempre patrimonio exclusivo de los sectores que poseían más conocimientos y recursos económicos. Solo por excepción los pobres escapaban de este fatalismo.» 5
De marzo de 1959 a febrero de 2003, transcurrieron 44 años —concluyó Esteban Morales—; una vez más Fidel nos tiró un cabo para continuar nuestros estudios; proclamó que los avances alcanzados por el socialismo habían creado las bases, pero que faltaba dar el salto; dijo bien al afirmar que gracias a la Batalla de Ideas, la vida de los niños, los adolescentes, los jóvenes y la familia cubana de hoy, ya no es igual a la de fines de los 90; en Cuba el racismo no es institucional; el gobierno, el Partido, las instituciones, no son racistas; nunca antes los negros y mestizos habían contado con un gobierno que defendiese sus intereses; pero los lastres discriminatorios restan en la conciencia individual, en actitudes de grupos y personas concretas; de esa dicotomía nace la fuerza que intentó e intenta silenciar el tema y que, por contraposición, contribuye con su persistencia, propicia el resurgimiento de ideologías segregacionistas, y plantea el peligro de reconstruir el racismo en la conciencia social de la nación.
1 Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, primer ministro del Gobierno Revolucionario, en el Palacio Presidencial, el 22 de marzo de 1959. Sus alocuciones y entrevistas sobre este y otros temas del momento, están recogidas en los volúmenes que integraron los dos tomos de la selección temática sobre su pensamiento. Véase Castro, Fidel. El pensamiento de. Selección Temática. Tomos I y II, Editora Política, La Habana, 1983. / 2 Morales Domínguez, Esteban. Desafíos de la problemática racial en Cuba. Fundación Fernando Ortiz, colección La Fuente Viva, volumen no 29, La Habana, 2007. /
3 Se trata de las exposiciones fotográficas Mil artistas cubanos, Mil deportistas cubanos, y Mil mujeres cubanas, que el francés Pierre Maraval inauguró en 1996, 1997 y 1998, en ese orden, en el Pabellón Cuba, ExpoCuba y el hotel Habana Libre, respectivamente. / 4 Castro Ruz, Fidel. Seguiremos creando y luchando. VIII Congreso de la UJC. Discurso de clausura pronunciado por el Comandante en Jefe. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Habana, 2004, p. 18./ 5 Ídem.
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