Esteban Morales
MODO DE INTRODUCCIÓN.
El tema racial, probablemente sea él más complejo, “desconocido” y difícil de nuestra realidad social. Ningún asunto provoca tanta inquietud, preocupación y recelo.
No es difícil encontrar personas que no desean escuchar nada sobre el tema y que soslayan hacer comentario alguno cuando del problema racial se trata.
El tema racial esta íntimamente vinculado a otros, tales como: la economía, los derechos humanos, la desigualdad, la equidad, la justicia social, la marginalidad y la discriminación religiosa, entre otros.
Las potencialidades del tema son muy complejas. Depende de quienes lo manejen y los objetivos con que lo hagan. Su arista negativa viene dada por el alto componente potencial de división social que posee. Su lado positivo, esta íntimamente vinculado a la búsqueda de la integralidad cultural y social y a la lucha por la verdadera unidad nacional.
Sin embargo, hasta ahora, al tema racial se le ha tratado, casi siempre, mas bajo el temor de provocar la división social, que por sus componentes positivos. Razón por la cual, la atención que se le ha prestado, hasta hoy, se ha caracterizado mas por el silencio y haberlo diferido continuamente, dentro del devenir histórico del país, que por afrontarlo para su definitiva solución.
La reacción ante el tema racial, no admite una segura predicción de los comportamientos personales ante el mismo. Resulta ser él mas soslayado y esquivado de nuestra realidad social. Muchos lo consideran como inexistente, o algo sobre lo cual no vale la pena hablar. Las reacciones personales ante el tema cubren una amplia gama de actitudes, que transitan desde la ingenuidad, la honesta ignorancia, el desconocimiento, la resistencia, la aceptación, el temor, la reticencia, el cinismo y la impotencia, hasta la cobardía.
Respecto al tema existen opiniones y enfoques diferentes, con frecuencia diametralmente opuestos. Estas opiniones se tornan divergentes en problemas tales como: si existe o no la marginalidad de negros y mestizos; si las religiones de origen africano han sido discriminadas o no; si se mantiene una hegemonía de la cultura llamada blanca o no; si existe o no-racismo. Aunque todo parece indicar, que las mayores divergencias están alrededor de sí el tema racial existe como tal o no.
Lamentablemente, después de haber devenido en un tabú, a principios de los años sesenta, tenemos hoy, en nuestro país, un gran atraso en el tratamiento del tema racial, tanto en el orden intelectual, como científico y político. Una parte importante de nuestra intelectualidad, ni siquiera lo menciona en sus enfoques actuales sobre la realidad social y cultural de la nación cubana. Lo cual refleja sin duda la existencia de concepciones diferentes, acerca de en que momento histórico del proceso de consolidación de la nación nos encontramos.
Consideramos, que hay que acabar de aceptar, que a todos los que hoy somos cubanos, no nos correspondió el mismo lugar dentro del proceso de formación de la nación. Resultando imprescindible tomar en consideración las diferencias aportadas por los distintos puntos de partida, para lograr asumir una actitud realista ante la existencia de los grupos raciales, las desigualdades sociales y la problemática racial en la Cuba de hoy.
Cuando el tema racial sale a relucir, generalmente, ello se produce en forma hiriente, de reprobación o de reclamo de los “dolientes”, por haberlo mantenido en silencio. Dolientes que pueden pertenecer a cualquiera de los grupos raciales que componen actualmente la población cubana, pues durante estos mas de 40 años la revolución ha logrado generar en nuestro pueblo, una ética antidiscriminatoria.
Se pensaba, al triunfo de la Revolución, que el tema racial se solucionaría, sin embargo, reemerge ahora, con la virulencia propia de los problemas, que dados como resueltos, realmente no lo están. Provocando sorpresas, disgustos y no poca resistencia a su aceptación. Por ello, resurge también en medio de un cierto “complejo de culpa”, que limita su abierto reconocimiento; algo similar a lo ocurrido, al principio, con la prostitucion, pero de manera más dramática y contradictoria.
Soslayar el tema durante tanto tiempo, deviene actualmente en un gran reto para la unidad de la nación cubana. Porque la unidad nacional, entre otros caminos, se tiene que lograr sobre la base del consenso dentro de la sociedad civil. Por lo que para que el consenso social logrado sea real, no puede existir tema alguno que la sociedad no pueda debatir abiertamente, para tratar de hallarle solución. De lo contrario, se puede caer en la demagogia del slogan republicano, de que “todos somos iguales “, cuando aun no es verdad, haciéndose necesario recorrer todavía un largo camino, para que ello deje de ser un deseo o una declaración de principios, para pasar a convertirse en una realidad.
Nuestra sociedad es sin lugar a dudas multirracial, mas bien multicolor, pero resta mucho aun por avanzar, para que esa multicoloridad, que no es un simple problema de matices, domine en todos los ámbitos de nuestra vida social.
No tratándose tampoco de un simple problema de representatividad numérica de blancos, negros y mestizos, en diferentes posiciones. Si no de terminar de asumirnos todos como lo que somos y lograr compartir el poder en igualdad de condiciones. Tal distribución de poder aparece con mucha fuerza, porque no todos los grupos raciales están en condiciones de imponerse de manera ponderada, para lograr los equilibrios de una sociedad realmente multirracial.
Tema que reconozcamos existe, siempre se identificara con asuntos que afectan a algún sector de la sociedad. No tratarlos, es dejar brechas a la inconformidad social y a su aprovechamiento por parte de los enemigos del proyecto social de la Revolución.
La raza o el color de la piel, es un fuerte fundamento histórico de las diferencias socioeconómicas en Cuba. Raza o color de la piel y estructura de clase y genero se dan la mano dentro de la historia cubana. Los europeos, en particular españoles, que llegaron con credenciales de blancos( y así se quedaron), vinieron a la Isla como colonizadores, por voluntad propia, para hacerse de un proyecto de vida que no pocas veces lograron. Los negros fueron cazados o comprados en las costas de Africa y traídos como esclavos en los barcos negreros y eso determino el lugar que ocuparon, desde el principio, tanto ellos como sus descendientes, dentro de la sociedad cubana colonial primero y republicana después.
Con los africanos llegados bajo la forma de esclavos a Cuba, ni siquiera es posible hablar de la “... migración de un grupo étnico, pues esta noción de grupo no se daba en las condiciones del trafico de esclavos...”
“Luego entonces, la influencia que los negros esclavos tuvieron en la formación de la cultura cubana, no puede ser entendida al margen del tipo de traumatismos que genero en los negros esclavos y sus descendientes, él haber llegado a Cuba abrupta y violentamente, trasplantados de su medio natural y social y del tipo psicológico que tal fenómeno genero”.
Se trata de una tragedia muy difícil de superar, aun y cuando para las actuales generaciones de negros y mestizos sea solo un lejano recuerdo trasmitido. Por lo que entonces “... todas las supervivencias de la cultura africana deben considerarse siempre a partir de las condiciones sociales y sicológicas del hombre africano “.
Muchas personas aun hoy, pueden experimentar cierta tristeza al recordar que sus antepasados tuvieron que sufrir el fenómeno de la trata y la esclavitud.
Desde 1886, en que fue oficialmente abolida la esclavitud, han pasado solo 119 años. Apenas algunas generaciones; poco tiempo aun para olvidar semejante tragedia. Pero mucho menos aun, si consideramos que fue solo a partir de 1959, que la dirección política revolucionaria reconoció como una lacra el problema de la discriminación racial, el crimen de la trata y se comenzó a tomar medidas al respecto. Aun menos, si consideramos, que 45 años después, la discriminación racial es todavía un asunto no resuelto dentro de la sociedad cubana.
Por lo que todo vestigio de prejuicio racial, discriminación y racismo, actúan negativamente sobre una memoria histórica, que tiende a recordar el problema y lo ve reflejado en lo que aun no esta superado.
El llamado blanco se identifico siempre con la riqueza, el control de la economía, el privilegio, la cultura dominante, el poder. El negro, por su parte, se identifica siempre con la pobreza, el desamparo, las culturas sojuzgadas y discriminadas, la ausencia de poder. Lastres que aun no han sido superados y que todo parece indicar, determinadas fuerzas dentro de nuestro ambiente social, aun pretenden perpetuar.
No es posible entonces, dentro de Cuba, en cualquier análisis que se haga de la realidad social, soslayar la existencia de los grupos raciales y del color de la piel. Algo que solo un análisis socioeconómico, no bastaría para caracterizarlo. Porque encierra componentes socioeconómicos, pero también políticos, culturales, antropológicos, sicológicos.
A pesar de que resulta evidente hoy, para casi todos los intelectuales cubanos, que la masiva importación de esclavos hacia Cuba, para mantener el sistema de producción imperante en la Isla, desempeño un papel determinante en la formación de la sociedad, de la nación cubana y su cultura, aun se debe avanzar mucho todavía en el reconocimiento explicito del papel, que esa masa de esclavos primero y personas libres después, desempeñaron en la formación de la nación.
Esa insuficiencia se manifiesta claramente cuando nos detenemos a observar como esta recogido en nuestra historia y en nuestra cultura, el componente europeo, español en particular.
Pero existen todavía en nuestros días, además de lastres y deficiencias insuperadas, un fenómeno de reproducción y soporte de los estereotipos raciales negativos, los prejuicios y la discriminación racial, que la sociedad cubana es aun capaz de reproducir y que continúan afectando seriamente la situación de negros y mestizos en la Cuba actual.Dificultándoles ocupar el lugar que les corresponde en la sociedad.
Entre tales problemas, podemos mencionar algunos muy importantes, como los siguientes:
1- La historia de Cuba, escrita, continua siendo en lo fundamental, una historia hegemónicamente blanca. Existiendo aun muy poco de su contenido que exprese el papel desempeñado por los esclavos, la población negra y mestiza.
2- Las culturas “negras” que vinieron de Africa, son casi solo recogidas, en la mayoría de la bibliografía, como religión, como folklore; casi nunca como filosofía, como cosmogonía y pensamiento, existiendo pocas excepciones importantes al respecto.
3-A pesar de los esfuerzos realizados la literatura y la intelectualidad africana son prácticamente desconocidas en Cuba.
4- Se sabe muy poco de la historia de esos negros y mestizos que tomaron en masa muchos oficios, empleos y se asentaron en ellos, durante los siglos XVIII y XIX, generando, particularmente en La Habana una cierta clase media.
4- La familia negra o mestiza y sus redes de parentesco, están casi ausentes de nuestra historia escrita, también con muy pocas y honrosas excepciones.
Lo anterior se ve retroalimentado por nuestra televisión, en la que en muy raras ocasiones, el negro o el mestizo son mostrados en el contexto familiar. La familia negra o mestiza cubana, apenas aparece en nuestra televisión.
5- Se desconoce de manera cierta la composición “racial” del Ejercito Libertador, sin que hasta ahora exista una investigación completa sobre el mismo. Presuponiéndose por fotografías de la época, testimonios y otras informaciones, que estaba formado por una gran cantidad de negros y mestizos.
6- De la mujer negra y mestiza dentro de la sociedad cubana, durante el siglo XIX y principios del XX, e incluso hasta hoy, se conoce muy poco aun.
Contamos con una amplia producción literaria, histórica, cinematográfica, danzaría, cultural en general, que reivindica la presencia africana en nuestra cultura, pero muy poco de esa encomiable labor confronta suficientemente nuestra realidad actual, plagada aun de estereotipos raciales negativos, prejuicios, discriminación racial y racismo.
Por todo ello, se hace necesario, en varios campos de la actividad cultural, y de la vida cotidiana de la republica hasta hoy, investigar a fondo y construir obras valorativas criticas, acerca de la participación del negro y el mestizo cubano en la vida social, política y cultural de la nación.
Esta necesaria construcción, mas arriba mencionada, responde a que resulta indispensable aportar esa información valorativa, para que definitivamente quede registrada en nuestra historia y se estudie en nuestro sistema nacional de educación.
En fin, la necesidad de todo lo anteriormente expresado, parte de que lo cubano subsumió al negro y al mestizo, pero dentro de un contexto hegemónicamente blanco, por lo que de ellos en si mismos ( negros y mestizos), sabemos aun muy poco.
Que aportaron el blanco europeo y el español en particular, a la cultura cubana y a la formación de la nación, esta muy claramente reflejado en la historia escrita; pero sobre que aportaron el negro y el mestizo a ese devenir histórico, falta aun mucho por investigar, escribir y sobre todo divulgar.
Todo ello responde, entre otros factores, a que el llamado “Blanqueamiento “, no solo fue una realidad dentro de la ideología colonial y republicana, sino que se contaron con acciones políticas y actitudes dentro de la sociedad civil, dirigidas a que esa fuese la dinámica de la población cubana .Ya que no era posible devolver los negros a Africa ( aunque su propaganda existió, al negar algunos que los negros no eran cubanos) y no pocos sostenían la tesis de que el problema se resolvería haciendo blanquear a la población negra y mestiza.
Salvo excepciones de personas muy conocidas, tal pareciera como si la historia de Cuba la hubiesen hecho solo los blancos de procedencia europea. En Cuba, al parecer, tenemos la conciencia de que tal cosa no es verdad, sino que la historia la hemos hecho todos los que hoy somos cubanos, pero en la practica diaria no se hace aun lo suficiente para cambiar esa realidad.
Ello se manifiesta en que no pocas veces en la relación, sobre todo con el negro, asoma ese desconocimiento, bajo la forma de un sutil temor, por ignorar mucho aun sobre el tipo de persona con quien sé esta tratando. Lo cual se expresa frecuentemente, en el trato paternalista, que algunas personas blancas prodigan al negro o al mestizo.
Lo anterior, es resultado también de lo reciente que resulta todavía en nuestro país, la subestimación con que se han tratado en nuestro ambiente social las manifestaciones de las culturas, sobre todo religiosas, venidas de Africa.
La televisión nacional en particular, hace aun el aporte negativo a ese no-reconocimiento y desconocimiento. De modo que incluso, recientemente, fueron abiertos dos canales educativos, casi sin negros o mestizos como presentadores. Así como que al anunciar, promocionar, o reflejar alguna actividad, raras veces negros y mestizos son tomados como modelos, o aparecen en posiciones protagónicas.
Una persona racista dentro de nuestra sociedad, es fuente de contradicciones que deben ser resueltas si deseamos continuar avanzando. Pues no son solo las contradicciones con el imperialismo las que deben ser resueltas. El racista es también un enemigo del proyecto de la Revolución.
Hoy día en Cuba hay personas que comparten idénticos objetivos clasistas, pero visiones sociales que los separan. Son machistas, racistas, discriminan a los homosexuales, y practican otras formas de discriminación. Tratándose de contradicciones no antagónicas, que dificultan la marcha del proyecto social, en esencia compartido por todos, pero que aun debe ser consolidado.
Si nos remitimos al estado del tema racial dentro de nuestro Sistema Educacional y al mundo académico universitario en particular, la situación podría calificarse de bastante insatisfactoria.
Esa historia insuficiente, ya mencionada, es la que aun se estudia en nuestras escuelas y facultades universitarias. No existen los “ Estudios Raciales “ en nuestras universidades, pues apenas han comenzado a aparecer; ni apenas se imparten sistemáticamente tales contenidos en los programas de pregrado o de postgrado.
Nuestra educación no podría ser calificada como racista, por cuanto todas las personas, independientemente de su clase de procedencia o color de la piel, tienen acceso a ella, en igualdad de condiciones y tratamiento. Pero, mirando mas profundo, observamos que los troncos formativos de nuestra nacionalidad y de nuestra cultura no integran equilibradamente dentro del contenido de la educación que se imparte. No comparten por igual el contenido de nuestros planes de estudio y programas. Niños o jóvenes, blancos, negros y mestizos, no se sientan en las aulas a recibir una enseñanza que por igual los asuma como parte de una sociedad unietnica y multirracial.
La cuestión relativa a nuestra identidad multirracial tiene que acabar de tomar su lugar dentro de la educación cubana. Pues se trata de un problema que nos afecta a todos. Mientras ello no sea así, no estaremos realmente educando para ser cubanos. O estaremos dejando el asunto a la espontaneidad , que es peor. Teniéndose noticias, de que ya hay maestros que tratan de hacerlo, pero no sobre la base de una explicación histórica, coherente y argumentada que todos debemos conocer, acerca de cómo se formo la nación que hoy tenemos en Cuba y cuales son los retos que aun su consolidación nos plantea. Sino de un modo en que las diferencias son introducidas, creando confusión entre los niños y llevándoles a la mente preocupaciones, fuera de un ámbito programático y argumentado, que nunca serian capaces de entender y mucho menos solucionar.
Apenas existen investigaciones sobre el tema racial, trabajos de diploma, tesis de Maestría o de Doctorado. Muchas de las investigaciones que se hacen sobre el tema, aun, por lo general, quedan engavetadas, esperando interminablemente para ser publicadas.
Dentro de nuestras universidades, aunque tal vez sea posible excluir a los Institutos de Arte, la llamada cultura occidental, anglo, blanca, aplasta o mantiene en un lugar secundario y subalterno a las culturas de origen africano o no “blancas” en general. ¿Que impacto puede tener esto en los estudiantes, su formación y en la retroalimentación de tales criterios excluyentes?
Una educación con tales insuficiencias, como las señaladas, puede contribuir a desconcientizar a los negros y mestizos, aunque también a los blancos; es decir, a borrar en estos la conciencia de su identidad. De lo contrario ¿cómo explicar la insuficiente conciencia racial que existe aun en nuestra población, sobre todo, no blanca?.
La respuesta creemos, es bien sencilla, en nuestra educación aun son alimentadas las tendencias al “blanqueamiento”. Educamos eludiendo mencionar el color, con todas sus implicaciones, enseñanzas y reconocimientos. Por lo cual, querámoslo o no, en la practica, ¿educamos para ser blancos?. Porque, si aun vivimos en una sociedad que conserva y alimenta parámetros de hegemonía blanca y al educar no mencionamos el color, ¿ para qué color educamos? Resultando entonces, que no se excluye a negros y mestizos de las aulas, pero si se les excluye del contenido de los programas de estudios y los planes de las asignaturas. Aunque como expresamos, al excluir al negro, estamos excluyendo al llamado blanco, porque esa es también su cultura. Creyendo que con ello se hace un bien. Pero lamentablemente, estamos desconociendo, que poco importa que dos niños de color diferente sean amigos, anden de la mano en la escuela, incluso lleguen a tener relaciones amorosas, si sentados en el aula no reciben contenidos académicos, que por igual los asuma y presente mutuamente como forjadores de una nación unietnica y multirracial. Cuando crezcan, lo más probable es que cada uno tome su camino. Podrán salir de ese experimento algunos matrimonios interraciales, pero no habremos avanzado mucho, ni todo lo que hubiéramos podido.
En realidad, todo ello concluye, lamentablemente, en un ambiente social que tiende aun a trasmitir a los negros y mestizos, a todos en general, que es mejor ser blancos.
Nuestra literatura, especialmente la científica, es muy limitada aun en trasmitir valores que permitan a las personas, sobre todo negras y mestizas, sentir que vivimos en una sociedad multirracial. Se ven muchas personas blancas y no blancas, conviviendo en nuestras ciudades, escuelas, instituciones, en la calle, compartiendo múltiples espacios sociales y políticos, pero el ambiente social aun no trasmite con suficiente profundidad la educación y la cultura de una sociedad multirracial. Porque, entre otros, quedan aun muchas cosas básicas, que todavía no son compartidas en igualdad de condiciones.
Este fenómeno, que resulta del todo negativo, de no ser atendido en su profundidad y extensión, puede devenir en un serio factor de afectación de la cohesión política lograda durante todos estos años.
Todo ello, a nuestro entender, es una de las expresiones mas serias de la tendencia al “blanqueamiento”, que aun sobrevive en nuestra sociedad. Aquí nuestra televisión en particular, vuelve a hacer su aporte negativo. Somos capaces de presentar a nuestro pueblo, con toda su coloridad en los actos públicos, pero muy mal en sus identidades individuales y grupales.
Entonces, el hecho de que los negros cubanos, hayan tendido mas a proclamarse como cubanos que como negros, algo que de hecho es positivo, tiende a tener también su lado negativo. Pues proviene de un ambiente ideológico, que ha subestimado y hasta atacado el autoasumirse como negro o mestizo. Por lo cual, autoasumirse, que puede ser considerado como una riqueza de nuestra cultura, se ha tendido a verlo mas como un fenómeno de racismo. Cuando en realidad, no tiene nada de racista, el que negros y mestizos se asuman como tales, al mismo tiempo que se asumen como cubanos. Cayéndose en el error de valorar el asunto como una cuestión de raza o color de la piel, cuando de lo que se trata, en realidad, es de una disfuncionalidad cultural de la nación vista como un todo.
Muy poco se ha publicado en Cuba, sobre el tema racial, que aborde su actualidad en los últimos 40 años. Lamentablemente, las tres investigaciones más extensas, sobre el tema racial en Cuba, no han sido producidas por científicos o escritores residentes la Isla. Varias investigaciones sobre el tema racial, realizadas con mucho esfuerzo por el centro de Antropología de la Academia de Ciencias de Cuba, esperan aun para ser publicadas.
En nuestra televisión y el cine, con muy pocas excepciones también, tal pareciera como si los negros y mestizos, durante el siglo XIX, solo hayan sido esclavos, cimarrones o miembros del Ejercito Libertador. Prácticamente ningún cineasta se atreve a abordar el tema racial en la contemporaneidad, o proyectándose hacia ella; y casi sin excepción quienes se han atrevido a hacerlo, no la han pasado muy bien.
Las novelas cubanas de la televisión, en la que negros o mestizos aparezcan en posiciones protagónicas, son prácticamente inexistentes. Dando lugar a la opinión, bastante generalizada, de que en Cuba, hacemos con el negro, en nuestra televisión, lo que la demagógica y racista televisión norteamericana, no se da ya el lujo de hacer. ¿Faltan razones para tal afirmación?
· ¿Se puede continuar investigando a la sociedad cubana, sin abordar a fondo el tema racial?
· ¿ Que consecuencias tiene para las Ciencias Sociales y Humanísticas cubanas no investigar ampliamente y a fondo el tema racial en Cuba?
· ¿ Que consecuencias tiene para la realidad social cubana actual, que no se aborde en nuestros medios y en la educación de manera sistemática el tema racial?
· ¿ Que consecuencias tiene para la lucha contra el racismo y las relaciones con los movimientos indígenas y afrodescendientes en América Latina y el caribe, mantener el discreto silencio que sobre el tema racial aun sobrevive?
Por fortuna, en los últimos años, la problemática racial cubana ha recomenzado a ser abordada desde la óptica del trabajo científico y de hecho, ya constituye un tema de atención prioritaria en el quehacer de una parte importante de la intelectualidad cubana en el campo de las ciencias sociales y humanísticas. Lo cual es sumamente importante, dado el atraso que aun presentamos en el tratamiento del tema, junto a la necesidad que tiene nuestra política social de contar con investigaciones profundas que impacten la practica y el discurso para la batalla de ideas.
RACISMO Y RACISTAS
Después de mas de 30 años de lucha, él ultimo intento real, por lograr un espacio político, económico y social para negros y mestizos, terminada la ultima etapa de la contienda independentista, lo realizaron Evaristo Estenoz y Pedro Ivonnet, dos exoficiales del Ejercito Libertador, fundadores del denominado Partido Independiente de Color. Pero como sabemos, terminaron aplastados sangrientamente, durante la mal llamada Guerrita del Doce, por miembros del antiguo Ejercito Libertador, devenidos en esbirros del entonces presidente José Miguel Gómez. Es decir, por los mismos con los que juntos un día batieron armas contra el Ejercito Colonial Español. También en aquel momento los acusaron de racistas y de querer implantar en Cuba una “republica negra”. Todo el racismo contenido y disimulado durante la lucha contra España, se puso de manifiesto entonces.
Luego, la acusación de racistas, que se ha esgrimido siempre que los negros y mestizos han tratado de sacar a flote el problema de la discriminación racial, tiene un trasfondo histórico muy fuerte, que solo en años recientes ha comenzado a ser superado.
Entre los cubanos, la acusación de” racista” ha sido siempre un instrumento muy socorrido para evitar hablar del tema racial. Ha sido siempre el intento mas fuerte de agredir la inconformidad que brota de una realidad en la que el “no-blanco” puede aun sentirse discriminado. Algo así como un instrumento paralizador, aplicado siempre, por los que no quieren o no les conviene hablar del tema.
El silencio sobre el tema, varias veces revitalizado, ha contribuido a la supervivencia del racismo y a la creación de “semideologias” racistas.
Consideramos que los negros y mestizos, no deben permitir mas que el tema sea silenciado. Lo cual es una manifestación de la hegemonía blanca, dentro de la cual nos hemos desenvuelto. Pues no han sido precisamente los negros y mestizos los que han tenido la capacidad de guiar los destinos del tema. Al desaparecer del discurso publico en 1962, el tema racial no hizo mas que ocultarse, escondiéndose en los espacios privados, donde la raza no dejo de ser un asunto en las relaciones entre amigos, vecinos, compañeros de trabajo y familiares.
M. Martines, en el Diario de la Marina del 29 de mayo de 1929, ya decía” El problema negro solo existe cuándo del se habla y eso es jugar con el fuego sin necesidad”.
No consideramos que esa tendencia a la acusación de racistas, amen del silencio también entre los propios negros, provenga del negro mismo; quien ha tenido que sufrir mucho, de manera directa e indirecta, la posposición de sus intereses y la discriminación. Creo que es una tendencia que proviene esencialmente del blanco, o más bien de ciertos sectores blancos, privilegiados, en principio, y por carácter transitivo, impuesta a todos los grupos raciales y a la sociedad en su conjunto.
Es posible suponer además, a nivel solo de hipótesis explicativa, que los blancos privilegiados lo han hecho para tener un instrumento de defensa y detener las criticas.
Muchos blancos de las clases bajas, a su vez han aceptado la imposición, tal vez por vergüenza, o para también evitar, algunos, hablar del problema; mientras que otros, la mayoría, porque parecen haber aceptado de la clase poderosa, hegemónicamente blanca, la tesis de que aun siendo pobres, el hecho de ser blancos, ya los hace superiores. Que están por encima de los negros y mestizos, lo que se expresa dentro de la cultura popular a través del slogan, generalmente aceptado por todos los grupos, de que, “ser blancos ya es una carrera “. Lo cual es una resultante, que históricamente hablando, dentro de la dinámica social, parece ser cierta; pues es posible constatar, dentro del devenir de la vida diaria, que al blanco, no importa la clase a que pertenezca, todo le resulta menos difícil; no es discriminado a simple observación, como si lo son el negro y el mestizo; sale más fácil del “solar” y encuentra con mayor facilidad quien lo apoye para hallar un buen empleo, etc. No se trata de que podamos afirmarlo como una conclusión definitiva, pero si es algo que experimentamos, que vemos cada día, como observadores críticos de la realidad, y que sabemos mucha gente, de todos los grupos raciales, también lo siente.
CERRANDO EL ESPACIO A LOS NO BLANCOS
A diferencia de lo ocurrido en el Caribe anglófono y Estados Unidos, no hubo en Cuba un movimiento de importancia en cuanto a abogar por un panafricanismo, el separatismo o el retorno a Africa. La historia particular de los negros y mestizos Cubanos, no genero con fuerza aspiraciones de esa naturaleza.En general, los negros y mestizos cubanos, prefirieron siempre luchar dentro del contexto de la nación y de la patria. Experimentando siempre de manera muy fuerte el sentimiento de ser cubanos.
A diferencia de lo que tuvo lugar en América latina, en la que los españoles fueron expulsados. En Cuba, la hegemonía blanca, bajo la cual continuo la nación, apoyada por la intervención norteamericana, dio un trato preferencial a la burocracia civil española, así como a los hombres de negocio, permitiéndoles, no solo permanecer en Cuba, sino incluso ampliar su presencia. Dado que, a la mayoría de esa permanencia, posteriormente se le agrego una inmigración, que al ser católica y blanca, esta era considerada como el tipo de persona idónea, que reunía las características éticas, morales y fenotípicas, para producir el “ blanqueamiento “ de la Isla. Aspiración, que con la intervención norteamericana, se vio reforzada.Por cuanto, en la mentalidad racista dominante en Estados Unidos, el hispano tampoco es blanco.
Entonces, los potenciales espacios de reivindicación económica y social para los negros y mestizos se redujeron aun más. Pues entre 1882 y 1930, ya incluso dentro de la republica, se produjo una” favorecida emigración de españoles hacia Cuba”, que puede ser considerada como parte de un proyecto de “blanqueamiento”, el que al mismo tiempo limito seriamente el acceso de negros y mestizos a los empleos y mejores posibilidades de vida. Baste constatar por los hechos y las estadísticas, que esa gente( europeos) vino a Cuba en condiciones privilegiadas, recibieron tierras, facilidades de empleo y financiamiento.
De modo que los negros y mestizos, que habían peleado en masa por la independencia, sufrían entonces la competencia por los puestos de trabajo, de parte de aquellos mismos contra los que habían tenido que luchar y no pocos ofrendar sus vidas, por la libertad de Cuba.
Muchos de los pocos negros y mestizos, intelectuales sobre todo, vinculados a estos hechos, tenían ya claridad de que la nación estaba primero y muchos de ellos habían luchado por la nación, pero otros( casi en su totalidad blancos) se la habían repartido como “botín de piratería”; dejando especialmente a la masa mayoritaria de los ex miembros del Ejercito Libertador, negros y mestizos en su inmensa mayoría, sin siquiera un empleo decoroso. Como si fuera poco, no querían darles el derecho de representación política-electoral, como ya explicamos, usando como instrumento a la tristemente celebre Enmienda Morua.
Durante los años cuarenta del siglo XX, especialmente a raíz de los debates de la Constitución, parecía que se lograría una Ley contra la discriminación y por una distribución racial más equitativa de los puestos de trabajo, impulsada por los comunistas, según compromisos establecidos por los artículos 20 y 74 de la Constitución de 1940. Pero todo ello finalmente quedo en el “saco sin fondo” de la burocracia parlamentaria del momento. Como sabemos, en particular Fulgencio Batista se las arreglo entonces para extraer el máximo provecho de la Asamblea Constituyente
Un grupo de intelectuales negros y mestizos lucho desde la prensa, los sindicatos, los clubes y las sociedades fraternales, para lograr mejorar la situación, pero muy poco se obtuvo desde el punto de vista real. Aunque en el plano subjetivo ello fortaleció la conciencia, también entre muchos blancos, de que la nación, para seguir adelante, necesitaba dar solución al racismo y la discriminación que él trae aparejada.
RACISMO Y CONCIENCIA RACIAL.
Cuando llego el año de 1959, la inmensa mayoría de los negros y mestizos, aun tenían una alternativa propia para luchar por sus reivindicaciones, aunque no estaban lo suficientemente organizados como para tratar de evitar, o al menos debatir, el silenciamiento que sufrió el tema racial, sobre todo a partir de 1962.El ambiente político tampoco parecía propicio para sacar a relucir el tema, otro enfrentamiento de mayor envergadura, con Estados Unidos, ocupo su lugar. La Dirección Política entonces, que había levantado el tema, finalmente, dio el asunto como resuelto.
La tendencia evidente a la integración racial, ha operado también como una cierta “trampa “ histórica. Los negros, pero también los mestizos, que disponían de organizaciones fraternales, abandonaron estas, para acogerse a una institucionalidad, que si bien representaba sus intereses como parte de todos los ciudadanos, era aun relativamente insuficiente para representar su situación como grupos sociales en desventaja.
Los negros y mestizos habían luchado arduamente por sus reivindicaciones, se habían organizado para ello, vinculado a otras organizaciones, e incluso poseían una cierta contraideología para enfrentar el racismo. Sin embargo, a partir de principios de los años sesenta, todo ello se considero como innecesario, pues la revolución asumía la defensa de negros y mestizos, dentro de su proyecto humanista. Proyecto que se hizo sentir inmediatamente en una mejoría sustancial de las condiciones de vida para toda la población pobre del país y de la masa fundamental de negros y mestizos dentro de ella.
Pero en el orden del debate político, promovido por el propio Fidel Castro, se produjo un viraje, entre el enfoque dado al tema por la Dirección de la Revolución el 22 de marzo de 1959 y lo que ocurrió después. El tema racial devino en un tabú.Se produjo el silencio. La cuestión racial quedo subsumida dentro del tema más general de la lucha contra la pobreza, la discriminación y la búsqueda de la justicia social. Sobre la base de un amplio Sistema Redistributivo, liderado por el Estado Revolucionario. Este ultimo enfocaba sus medidas globalmente, por lo que entonces lo especifico de la situación del negro y el mestizo desaparecía, no así lo referente a la mujer. Finalmente, el color de la piel, no llego a ser una variable especifica a considerar dentro de la política social de la revolución.
Con posterioridad, el periodo de 1962- 1986, fueron años en los que negros y mestizos en Cuba, junto a todo el pueblo, arribaron a un grado de conciencia muy alto, que se correspondió con su nivel de participación dentro del proyecto como nación y el grado de enfrentamiento político con la contrarrevolución en esos años. Pero al mismo tiempo, mientras todo ello tenia lugar, se rompió la continuidad de su pensamiento como grupo racial, pasando a un grado de conciencia y de subjetividad, presionados por el enfrentamiento político con el imperialismo, en particular con Estados Unidos. Lo anterior no les permitía comprender que habían diluido su identidad, como negros y mestizos, dentro de un proyecto social, desde el cual tendrían aun que luchar mucho, para lograr los espacios que les corresponden. Todo lo cual afectaba también la lucha interna por la igualdad social y en fin, la coherencia política del proyecto social de la Revolución Cubana.
Ese nivel de conciencia, que priorizo a la nación por encima de la conciencia del grupo racial, debió servir también para comprender los limites cuya trasgresión perjudica el avance del proyecto nacional revolucionario, única garantía de que el problema racial se solucione. Porque también debió servir para comprender los limites de un proyecto nacional, que aun no ha sido lo “suficientemente radical” como para solucionar la discriminación racial. Todo lo cual hace irreal tratar de convertir el tema en un tabú. Cuba, posiblemente sea la prueba más ejemplarizante de que el tema racial no puede ser desconocido ni silenciado.
Ante las realidades que aun aquejan al tema, debiéramos preguntarnos entonces, ¿ De qué modo los cubanos van a explayar su conciencia de nación, sino tienen todavía una integral comprensión, desde el punto de vista “racial”, de cómo luchar para que la nación sea para todos por igual? Creemos que eso es convertir, dentro del negro y el mestizo en particular, a sus “ identidades raciales ” y como cubanos, en una contradicción sin solución. En una ecuación con mas incógnitas que variables.
Un negro o mestizo, sin conciencia de “raza”, no existe como individuo, porque no tiene conciencia de sí mismo, de quien es, de donde procede; por lo que su conciencia de nación, sin la comprensión de su identidad individual, deviene en un absurdo, sin asidero físico, moral o espiritual.
Ello entonces expresa una disfuncionalidad; la nación es así incompleta, porque ¿ quienes tienen la mayor responsabilidad de aportar el componente africano o simplemente no blanco de nuestra identidad como nación, a la cultura nacional , y más que ello, de sacar a ese componente del ostracismo en que lo han intentado sumir durante siglos el racismo y la hegemonía de la cultura llamada blanca?.
No es posible lograr que la cultura cubana sea realmente una cultura multirracial, si todos los componentes de esa cultura ( negros, blancos y mestizos) no están en posibilidad de actuar en igualdad de condiciones para lograrlo. Si no es así, Cuba seguirá bajo el peligro de la hegemonía de la parte europea de nuestra cultura. Lo cual quiere decir, que la cultura cubana, continuara siendo como emergió, una cultura de un alto componente racista. Se habla mucho de la cultura cubana como una cultura mestiza, pero nos queda aun avanzar mucho en el camino de su consolidación. No podemos extendernos en las consecuencias que en el orden, ya no solo cultural, se desprenden de esta disfuncionalidad, para otros campos en la vida de la nación cubana.
No estamos planteándonos la construcción de identidades raciales. Ojala fuera tan sencillo. La identidad racial existe, con independencia de que la creemos o no. Ha estado presente, muy especialmente en los blancos. Los que siempre han tendido a utilizarla como un instrumento de poder. Porque esa identidad ha sido y es, clasista y racial al mismo tiempo.
Los llamados blancos en Cuba siempre han tenido el poder y eso ha sido tan fuerte que la burguesía cubana logro trasmitir a muchos blancos, diríamos a demasiados, de que solo ser blancos ya es una ventaja.
No se trata de construir identidades raciales, sino en principio, resolver el problema de que se respete la diversidad. Pues lo típico dentro de nuestra realidad social, históricamente., ha sido comportarse ante la otredad sobre la base de un criterio de hegemonía racial. Ello es parte de nuestra cultura, aunque muchos vergonzosamente lo nieguen. Otros muchos no lo acepten , otros tantos ni siquiera se lo pregunten y que sea tan difícil debatirlo.
Para que alguien pueda sentirse parte de una nación o de un grupo cualquiera, es condición indispensable que sienta, ante todo, su mismidad. Solo se puede ser parte de algo, si se es uno mismo primero que todo.
La identidad del mestizo, sobre todo la del negro, ha sido una identidad siempre muy agredida. En la misma medida en que ha tenido que abrirse paso a traves del campo de batalla del no reconocimiento, de la no aceptación, del estereotipo negativo, de la discriminación, del juicio de valor hegemónico que ataca su otredad.
Aun en medio de un proceso tan humanista como el de la Revolución Cubana, el negro y el mestizo han tenido que desenvolverse dentro de un ambiente ideológico agresivo hacia la intención de asumirse como negro o mestizo, aunque al mismo tiempo, ello no niegue asumirse como cubanos, cosa esta ultima que el negro sintió tempranamente, a pesar de lo critico que fue su proceso de “Criollizacion”.
Lo anterior encierra un peligro permanente, porque para la conciencia individual del ciudadano, que se encuentra de la media hacia abajo, el color de la piel le es más cercano que la patria y la nación. Del mismo modo que el color de la madre, le es más cercano que los de la bandera. ¿De que modo entonces vamos a acercar a ese ciudadano a otros conceptos que le son más lejanos, abstractos y subjetivos, si le impedimos que se acerque a los de su propia identidad individual, si le impedimos que se asuma en lo individual, única manera en que pueden formar parte de lo social? ¿ y como lo social los va a asumir, sino es en su individualidad, para elevarlo a la totalidad?
“ Las identidades humanas son casi imposibles de pensar sin la posibilidad que tienen las personas de elaborar una crónica de sus vidas “
Ello significa, que en la misma medida en que el aporte del negro y del mestizo está insuficientemente recogido en nuestra historia, mientras que el aporte europeo blanco no, el negro y el mestizo están en desventaja, pues se encuentran limitados siquiera para pensarse y construir una crónica de sus vidas. Por lo que la ayuda principal que necesitan negros y mestizos es reconstruir esa historia, en la que ellos no están suficientemente recogidos. Por lo que no es difícil concluir, desde esta perspectiva, que no es la única, que la identidad de negros y mestizos, es una identidad históricamente incompleta, “no cuajada”; que resulto así como consecuencia de la conveniencia de las clases dominantes, a partir del régimen de explotación esclavista, la situación de opresión racial en la republica y la supervivencia aun alimentada de la discriminación racial que permanece en nuestro país.
“Para poder `participar en la sociedad como miembro efectivo de ella y entrar en interacción social permanente con los demás, debemos establecer quienes somos en términos sociales. Se trata de atribuirse un significado a sí mismo, del mismo modo en que se lo atribuimos a otras cosas y personas.
Si el negro o mestizo no tiene conciencia de su identidad, que es decir de su mismidad, puede ocurrir, lo que no pocas veces tiene lugar, que tal identidad sea determinada de forma externa o sobre la simple base del reconocimiento de un color externo. Situación que abre paso a los estereotipos negativos construidos. Una actitud pasiva ante la definición de la identidad y una incapacidad de explayarla externamente, alimenta la supervivencia del racismo y la discriminación. El individuo en la búsqueda de su identidad individual desempeña un papel fundamental, pero también desde la sociedad se le debe ayudar”.
Como una resultante, de todo el proceso atravesado y de las manipulaciones realizadas por las clases dominantes, tampoco el negro y el mestizo en Cuba, poseen entonces la suficiente “conciencia racial “ que aun necesitan para luchar por su lugar dentro de la sociedad. Tal parece como si nos estuviésemos planteando retroceder, pero no lo es, por cuanto la raza, aun y cuando esta sea una construcción social, se trata de una construcción que nos persigue, que se objetiviza a cada paso y que al mismo tiempo resulta necesaria su comprensión para luchar contra el racismo, desde la identidad individual.
Los que ejercen la discriminación por el color de la piel, es decir los racistas, también debieran saber que la raza no existe, comprendiéndola como una mera construcción social. Pero no se detienen a pensar en ello, simplemente echan mano de los estereotipos negativos y sus prejuicios raciales para menospreciar el valor social del otro. Para plantearse la otredad desde la posición de hegemonía racial.
Entonces, desde el plano de la subjetividad, la solución del problema esta, en grado importante, en que negros y mestizos, en primer lugar, combinen ambas conciencias( la de sentirse cubanos y la racial), como componentes inseparables de su identidad individual, como las dos caras de una misma moneda, la nacional y la de `pertenecer a un grupo racial determinado.
Un cubano que se asume desde la perspectiva de la identidad nacional, lo tiene que hacer necesariamente con todos sus atributos: “raza” o color, lugar de nacimiento, sexo, residencia, procedencia social de los padres etc. De lo contrario no existe. Porque la identidad nacional en si no es nada sin todos esos atributos. La nación no existe en si misma, no es nada si no esta formada por el pueblo que la compone. Un pedazo de tierra, de cielo, una bandera, no son mas que meros símbolos tangibles de un pueblo que los construyo con su historia. Sin ese pueblo la nación no existe. Luego la identidad nacional sin la identidad individual, de grupos etc., no existe, seria un concepto etéreo, que no nos lleva a entender nada.
De que modo se podría explayar la identidad nacional sí ella misma esta afectada en su contenido. Si negros y mestizos no la integran en igualdad de condiciones. La identidad individual, sea racial o de genero, no puede quedar diluida dentro de la identidad nacional. Esta ultima es un complejo sistema de identidades que tienen que ser reconocidas todas de manera equilibrada, para que la identidad nacional pueda funcionar como tal. Se trata de un complejo único y diverso al mismo tiempo. Donde él todo no puede funcionar sin las partes. Pues de lo que se trata, es de hacer funcionar la unidad en el contexto de la diversidad. La diversidad deberá ser reconocida, porque ese reconocimiento deviene en el factor vital, cohesionador, que permite la unidad. Entonces, todo lo que desconozca o ataque la diversidad, afectará la unidad.
No hay que temerle a que alguien se reafirme en lo que es, porque esa es la condición indispensable, ineludible, para que pueda ser parte de cualquier otra cosa, aunque ello solo sea una posibilidad teórica.
“Cuando cualquiera se mira así mismo, esta buscando, encuentra, construye elementos que lo enlazan con su origen, satisfaciendo sus necesidades de arraigo, pertenencia, ubicación en el mundo y su autoestima. Quien no realiza ese proceso por si mismo, o alguien no lo ayuda a realizarlo, queda como suspendido en una vació. Porque el ser humano necesita saber quien es, de donde ha venido. Lo contrario produce una sensación de inexistencia.”
Se trata de asuntos de muy alta complejidad, que solo pueden ser abordados a partir de la ciencia y no de la simple empiria subyacente en la cultura popular y el sentido común heredados. Porque basados en ellos no superamos la ideología burguesa.
Pero ante todo ello, solo una perspectiva cultural no es suficiente. Hay que partir de la realidad de la existencia de las desigualdades socioeconómicas, lideradas por una clase social, hegemónicamente blanca, desde la etapa colonial, pasando por el capitalismo, aun y cuando muchos negros y mestizos puedan haber compartido y compartan aun ese espacio de poder, e incluso lo utilicen para discriminar a los de su propio grupo racial.
Es verdad que han existido, incluso negros, cuya posición de poder podría provocar la envidia de cualquier blanco. Pero esa no ha sido la regla social. Y si ha quedado claro a lo largo de la historia cubana, que aun siendo ricos, los negros y mestizos nunca han estado en igualdad de condiciones con los blancos. Como para dejar bien establecido, que la más alta posición económica, aunque puede contribuir al alivio de la discriminación, ello no es suficiente para que el negro y el mestizo dejen de ser discriminados. Y es aquí donde otras perspectivas de análisis se hacen necesarias.
Pero además, la pobreza de los negros y mestizos en Cuba, no fue históricamente y aun no es, cualquier pobreza. Porque se trata de una pobreza “aderezada”, que carga sobre los hombros de estos grupos el componente adicional de la discriminación por el color de la piel. Es decir, el motivo básico de la discriminación el negro y el mestizo lo llevan encima.
Por eso, hay personas blancas que pudieran estar en peores condiciones de pobreza material y cultural que muchos negros y mestizos. Pero estos últimos no tienen la capacidad de “escapar” que tiene el llamado blanco. Este ultimo se puede superar, educarse, mejorar su status material y cultural; entonces, su color además, le permite practicar el mimetismo que le facilitaría sumergirse dentro de la sociedad y escapar de su condición previa. Pero al negro le es mucho más difícil, aun y cuando pueda superar los obstáculos de la pobreza material y cultural ¿ Que mimetismo puede practicar el negro para escapar de su condición de discriminación?¿ Dentro de que color se va a sumergir? Por eso, por lo general, el blanco, solo, o con un poco de ayuda, sale de la pobreza, al negro particularmente, hay que sacarlo de ella. Hay que crearle condiciones sociales, que no son otras, que la desaparición del racismo.
El negro y el mestizo deben entonces preservar y desarrollar la conciencia de que lo son, de lo contrario no van a tener fuerzas ético-morales e ideológicas suficientes para combatir contra el racismo, que aun les afecta en sus individualidades y como grupo, perjudicando al mismo tiempo la fortaleza del proyecto social. Porque cuando se ejerce cualquier tipo de discriminación, la racial entre ellas, sé esta atacando la esencia misma del proyecto social de la revolución; que no es otra, que la del respeto y la inclusión de la diversidad.
¿De que manera un negro o mestizo cubano, en la situación actual, va a luchar contra el racismo, si al mismo tiempo que se asume como cubano, no se asume como negro? Si incluso, una de las manifestaciones del racismo aun en Cuba, ha sido precisamente, la de considerar como ideológicamente inaceptable él asumirse racialmente.
Sostenemos entonces la posición, de que la ausencia de identidad racial en negros y mestizos en particular, resulta una debilidad para luchar contra el racismo. No los hace fuertes ante el mismo y por tanto, tiende a mermar su capacidad de respuesta.
Durante mucho tiempo en Cuba, el mito de la “Igualdad Racial “, tendió a convertir en un insulto el que los negros y mestizos se reivindicasen como tales, aun dentro de una conciencia de nación ganada por parte de ambos, individualmente y como grupo.
Los negros y mestizos están obligados a defender y desarrollar su identidad de ser cubanos, porque también hubo quienes deseaban arrebatarles la nación (devolviéndolos a África), pero deben mantener y desarrollar también su identidad” racial”.
La conciencia” racial” en un país como Cuba, no puede ser diluida dentro de la conciencia nacional. Ello ha sido una insuficiencia ideopolítica, que ha llevado implícito el peligro de una disfuncionalidad dentro del proyecto social de la Revolución.
Pues la funcionalidad del proyecto social de la nación cubana, tiene que ser logrado sobre la base de la unidad dentro de la diversidad. Diversidad, que tenemos que impedir continúe siendo un problema, y que solo se puede solucionar sobre la base de la aceptación, inclusión y respeto de la diversidad. Condición básica para acceder a un carácter sostenible de la unidad dentro de la nación.
¿ Como reaccionarían negros y mestizos, dentro de un ambiente social en el que la economía emergente los acogiera sin aplicarles criterios de idoneidad racializados; que se vieran continuamente y a la par del blanco, en la televisión, el cine, el ballet; que tuvieran acceso a los cargos de todo tipo; que pudieran a la par que el blanco, representar al país en la actividad diplomática; que se vieran integralmente reconocidos en los libros de historia y en los programas académicos, como constructores y parte de la nación? ¿ Le estaríamos construyendo alguna identidad racial? .O simplemente la sociedad los estaría reconociendo, como integralmente merecen.
Se trataría de construirles una identidad racial al negro y al mestizo, o simplemente tratarlos con la justicia a que la Revolución Cubana siempre ha aspirado.
¿Que necesidad tendrían los negros y mestizos, ante un escenario como el anteriormente planteado, de construirse alternativas al margen dela ley, o morar en verdaderos ghetos, desde los cuales se construyen identidades defensivas, racistas y excluyentes? ¿ Que necesidad podrían sentir negros y mestizos, de adoptar actitudes, que no hacen sino alimentar el “miedo al negro “, la exclusión y su sobre representación en las cárceles, sirviendo no pocos de materia prima, para continuar alimentando los estereotipos negativo, los prejuicios, el racismo y la discriminación. ?
Siempre podría haber gente negativa y marginal, aunque estas tuviesen todas las oportunidades. Pero la regla social dice que el incremento de las oportunidades, resulta inversamente proporcional a la existencia del delito, la pobreza y la marginalidad social.
¿No estamos planteando entonces construir identidades? Estas objetivamente existen hace tiempo, con todas sus implicaciones ya explicadas. El problema consiste en que existe una disfuncionalidad del proyecto social cubano, dentro de la cual, aun con la Revolución, nunca se ha disfrutado de un equilibrio social completo por parte de los diferentes grupos raciales que componen a la sociedad cubana.
Como resultado de las diferencias socioeconómicas que se mantienen y que son consecuencia originalmente de los disímiles puntos de partida históricos de esos grupos raciales. Lo que ha determinado posiciones de poder diferentes para negros y mestizos en particular, a las que se les agregan, los estereotipos negativos, los prejuicios raciales, la discriminación y el racismo, que aun los afecta, dificultando consolidar el proyecto social, como un proyecto de igualdad y justicia social para todos los cubanos por igual.
Pensar lo contrario es situarse en una posición de idealismo, a veces también de paternalismo, que no se corresponde con la lucha de un país en revolución, tratando de superar la multifacética y reproducible herencia del colonialismo. Se trata de un idealismo y del peor tipo, porque tanto el racismo como el machismo existen y nos acompañaran aun por largo tiempo. Por lo que seria erróneo considerar, que tanto la identidad de genero como la” racial” pudieran ser diluidas dentro de la identidad nacional. Además, porque esa lucha contra los prejuicios mencionados, debe ser librada también desde las identidades individuales y no solo desde el plano social del poder del Estado y de las instituciones de la sociedad civil.
La conciencia social no existe sin la conciencia individual, del mismo modo que él todo no existe sin las partes. Aun y cuando el todo, no sea tampoco la simple suma de las partes.
El negro y el mestizo deben tener conciencia de que lo son, pues esa es la única forma en que pueden luchar contra los prejuicios, el racismo y la discriminación que aun subyacen dentro de la sociedad cubana. Autoasumirse es condición indispensable para luchar por una identidad nacional, que es de hecho multirracial. En esto ultimo, la ignorancia seria un peligro y la” inocencia” no seria una virtud.
Si esa dialéctica, antes mencionada, se trata de eludir o es frenada artificialmente, la lucha se va a dar de todas maneras y tal vez incluso, con consecuencias negativas para el consenso nacional ante el proyecto social. Porque la propia revolución ha dotado a negros y mestizos, masivamente, de la capacidad de librar la lucha anticolonial y por la igualdad social y seria paradójico que la propia política de la revolución deviniera en un freno de sus aspiraciones.
Es que solo puede hacerse realidad que Cuba sea una sociedad verdaderamente “multirracial”, multicolor, si todos los “grupos raciales” que la componen están en condiciones socioeconómicas y culturales de exigir ese equilibrio. Lo cual es en principio un equilibrio de poder, económico, político, y cultural, al mismo tiempo.
Los desequilibrios que están presentes aun, no contribuyen para nada a la comprensión del tema racial ni a su solución. Ante ellos, hay que accionar para resolverlos. Proceso dentro del cual, es indispensable evitar, a toda costa, que la población negra y mestiza, llegue a experimentar la sensación de que no posee recursos políticos e institucionales para defenderse. Porque realmente, un simple discurso discretamente publico, aun insuficiente en su contenido, para caracterizar a profundidad el problema, y la orientación de acciones en un marco de discreción, no satisfacen la complejidad del momento. Tal vez una expresión de ese peligro latente la encontramos en lo siguiente:
“En una encuesta con jóvenes negros, en 1994, el 16% de los mas jóvenes considero que era necesaria una organización racial solo de negros. “
Al mismo tiempo, la atención a la individualidad es muy importante, porque desde esa perspectiva, cada persona que lucha por mejorar, no lo hace en abstracto sino desde su condición social. Ello contribuye a la sociedad y a la autoestima del grupo, colaborando también con la construcción de los paradigmas, que son tan importantes en la batalla por la superación de toda forma de discriminación. Para los negros y mestizos cubanos, ello tiene un significado crucial, por cuanto, en ninguno como en estos grupos, se pone tan claramente de manifiesto la falta de autoestima y la tendencia a “destacarse por lo negativo”.
El grupo racial blanco también necesita de esa conciencia, aunque por lo general no es el discriminado; no es el “doliente directo”, mas allá de que el desarrollo de una nueva realidad social haya logrado introducir en la conciencia individual de muchas personas una ética antidiscriminatoria. Pero para el negro y el mestizo se trata de algo vital. Al blanco le cuesta mas trabajo adquirir esa conciencia, porque no confronta directamente con la discriminación por el color de la piel. Entonces, ¿Cómo inculcarle al blanco, que el también desempeña un papel importante para que el negro y el mestizo no sean discriminados? Pensamos que ello solo puede lograrse sobre la base de trabajar fuertemente por una “cultura de la inclusión”. Que no ha sido precisamente lo que durante siglos, antes de llegar a la etapa revolucionaria después de 1959, había caracterizado a la cultura cubana. Entonces, se trata también de una lucha por terminar de desterrar de nuestra cultura el componente racista con que esta nació.
Lo contrario de lo aquí expresado, trae consecuencias muy negativas desde el punto de vista social, porque cualquier negro o mestizo, aun en la Cuba de hoy, que pretenda olvidar que lo es, o que pretenda asumirse como lo que no es, puede quedar defraudado por la realidad y esa frustración lo puede llevar al racismo, al adoptar entonces la actitud de discriminar a los que lo discriminan, vía por la cual el problema no tendría solución.
Todo ello hace muy necesario también luchar contra el “Blanqueamiento “, que ha sido otro de los lastres negativos dentro de nuestra cultura. Presente, como aspiración, en todos los grupos raciales, y que aun ocupa espacio dentro de nuestro sistema educacional.
Lamentablemente, aun en la Cuba de hoy, se puede ser racista y no pagar compensación alguna por ello. Ser racista no es un obstáculo para integrar el Partido Comunista de Cuba, ni acceder a los más altos niveles de poder y de reconocimiento social. Pues la calificación del individuo esta dejada a la “espontaneidad del merito”, sin que este ultimo pueda ser cuestionado, como resultado de no aceptar la inclusión y la diversidad, como piedras angulares del proyecto social de la revolución.
Por lo cual, hoy en Cuba no tiene mucha implicación política ni social ser racista, si ello puede ser convenientemente ocultado en las interioridades del propio grupo racial, la familia o los amigos íntimos. Cirscuntancia de la cual proviene en parte, el grado de hipocresía y de cinismo con que no pocos cubanos, de todos los grupos raciales, aun enfocan el problema racial. Pero es difícil que alguien se reconozca racista, porque en el fondo de su alma, todo el mundo tiene la conciencia de que ello es malo. Un ejemplo de ese cinismo lo podemos encontrar en la anécdota siguiente:
Tengo un amigo( blanco) de muchos años, que me dijo, “ ¿para qué tu quieres que los negros estén mas en la televisión?, si ya tienen un canal para ustedes solos: el Deportivo”.
Entonces, solo llevar el tema de nuevo al discurso publico y ampliar el marco del debate científico-académico, puede quebrar esa “suerte de hipocresía”, que no tiene nada que ver con una ética verdaderamente revolucionaria. Un debate amplio, puede contribuir a esclarecer y a combatir los prejuicios y estereotipos negativos, sobre todo, ayudando paralizar y arrinconar a los que están en el lado opuesto. Todo lo cual forma parte de la lucha por superar la herencia de la cultura burguesa, dentro de la cual el racismo se encuentra cómodamente instalado.
Prácticamente a nadie se le ocurre discriminar abiertamente a alguien por ser mujer; mientras que en nuestras calles es frecuente escuchar frases peyorativas sobre los negros, incluso, dirigidas por los propios negros, hacia su grupo racial.
Dialécticamente hablando, el hecho de que la tendencia dentro del problema racial en Cuba haya sido hacia la integración, también ha tenido sus inconvenientes. Porque el slogan de “todos somos iguales”, fue parte también de la demagogia republicana frente al racismo. Además, el hecho de que la revolución, durante muchos años, haya dado el asunto como resuelto, declarando un largo periodo de silencio, en realidad, ha tendido a crear mas problemas que los que ha resuelto.
Si la sociedad cubana hubiera logrado continuar el ritmo socioeconómico de la primera mitad de los años ochenta, el problema racial tal vez no hubiera reemergido con la fuerza que ahora lo ha hecho. Pero la crisis económica de los años 90 lo hizo salir. Lo saco a la superficie con la virulencia y el impacto psicosocial propios de aquellas cosas, que consideradas como resueltas, realmente no lo están.
“El racismo, consustancial a una sociedad que había surgido con la opresión de unos grupos étnicos sobre otros, dio lugar a prejuicios donde se unen y confunden lo socioeconómico y lo racial, con las relaciones sociales muy marcadas por él “.
Sin embargo, la propia dinámica social, signada por un proceso de lucha de negros y mestizos por sus reivindicaciones sociales, varias conspiraciones antiesclavistas, la paulatina formación de una masa de negros y mestizos libres, el cimarronaje y tres Guerras de Independencia, en los marcos de un sistema colonial que aceptaba la compra de su libertad por parte del esclavo y de una cierta aceptación a la convivencia con las culturas venidas de África, generaron un proceso lento y doloroso, pero continuo, de integración racial de la sociedad cubana, que no ha concluido aun. En realidad “ El Ajiaco “ no esta aun terminado. Incluso, tenemos personas que no se sienten nadando en la olla. Dentro de esta ultima hay carnes y viandas, que son mas que las que hubiésemos imaginado antes de la crisis de los años noventa, y que aun no se han ablandado. Por tanto, debemos todavía mantenerlo al fuego, (oponiéndonos muy de cerca a los que quisieran disminuir la intensidad de la llama); revolviéndolo con fuerza para que termine de cocinarse. Por lo cual, el ajiaco vale para nosotros, no tan solo por sus resultados esperados, sino por el proceso mismo de la cocedura. Realidad, esta ultima, que no todos estamos de acuerdo en asumir, pero que resulta de importancia vital interiorizarlo y trabajar por su comprensión, en medio de la lucha que todavía debemos librar por la consolidación de la nación.
Tal vez sea Cuba uno de los pocos países del mundo, donde negros, blancos y mestizos comparten mas espacios comunes en el orden geográfico, social, cultural y político. Donde la mezcla es la regla, acelerado ello por una Revolución radical y extraordinariamente humanista, que declaro la guerra a la discriminación de todo tipo, a la pobreza y a la desigualdad, hasta el mismo borde del igualitarismo.
No es difícil aceptar, de que Cuba es el país donde más se ha hecho y continua haciendo, contra la discriminación, por la igualdad y la justicia social.
Pero la tendencia evidente a la integración racial y social en general, acelerada y amplificada por la revolución, en el contexto de una falta de atención directa a la cuestión racial, ha operado también como una “cierta trampa”, que ha traído como resultado la percepción “ idealista” de considerar que el racismo, los prejuicios y la discriminación racial, ya habían desaparecido, o que al menos estaban desapareciendo a un ritmo mayor del que en realidad estaba teniendo lugar. Muchos factores integradores han actuado durante estos mas de cuarenta años en Revolución, para hacernos creer que esa “lacra” del racismo( como la califico Fidel Castro en marzo de 1959) podía desaparecer tan rápido. Pero a partir de la segunda mitad de los años ochenta la situación cambio dramáticamente
En medio de las nuevas condiciones, generadas por la crisis económica, del periodo que comenzó especialmente hacia la segunda mitad de los años ochenta, se hizo evidente que son negros y mestizos los que más han padecido, en su mayoría, como parte de la población más vulnerable económicamente y por el resurgir de los prejuicios y la discriminación racial. Siendo hoy, los que como grupo, cualitativamente, mas dificultades enfrentan.
Negros y mestizos, desde 1959, habían sido muy defendidos por el Estado, lo cual les infundía una extraordinaria confianza; porque nunca antes los negros y mestizos habían podido contar con un Estado y un gobierno que los representara y bregara por sus intereses. Junto a ese esfuerzo institucionalizado, la nueva conciencia ético-moral antidiscriminatoria, que emergió de los cambios socioeconómicos y políticos, ayudo mucho también. Pero cuando la crisis económica llego, proporcionalmente entre los negros y mestizos se encontraba aun la masa fundamental de los que más lejos estaban de alcanzar un proyecto de vida.
“El color de la piel”, no puede ser olvidado, es una nefasta herencia de la esclavitud, muy fuerte, que se asentó como un hito e instrumento de diferenciación social, que la republica profundizo, por lo que resulta ser, aunque no se quiera, una variable de obligada consideración.
Esta afirmación anterior, se ve reforzada a partir de que una concepción como la cubana, acerca del papel dinámico que desempeña la política social sobre el desarrollo económico, lo que obliga de manera especial a que los problemas de la pobreza, la vulnerabilidad y la desigualdad social, sean atacados a fondo.
Tales problemas como sabemos, se ha evidenciado que están fuertemente ligados al color de la piel, mezclándose a la vez con asuntos relativos a los estereotipos negativos, la discriminación y el racismo, que afectan seriamente a negros y mestizos como personas y como grupos poblacionales.
Por tanto, tales espacios de vulnerabilidad social, estas disfuncionalidades, no pueden ser resueltas sino se toman en consideración los problemas relativos al color de la piel.
Sin embargo, parece haber existido al respecto cierta “resistencia “, que ha impedido o, al menos ha obstaculizado, los estudios sociodemográficos, en los que el color de la piel haya sido considerado como una variable rectora. Aun hoy en Cuba, no es difícil encontrar trabajos científicos que se refieren a la población cubana, donde esta no es clasificada por el color de la piel. Por lo cual, tales análisis se quedan a medias.
Cuba, país unietnico y multirracial, ha recogido con cierta sistematicidad información sobre el color de la piel de sus habitantes, desde los años tempranos de su historia censal hasta hoy, pero estos datos, sobre todo en los años recientes, no han permitido hacer estudios globales de fondo.
Es cierto, que mirada de conjunto, la sociedad cubana y sus instituciones, en especial el Partido Comunista de Cuba, defienden los derechos de negros y mestizos en la Cuba de hoy. Pero no hubiera sido nada negativo, que ellos mismos, negros y mestizos, por sus propios medios y esfuerzos, luchasen también, en estrecha coordinación con la estructura cultural y política del Estado, para eliminar la lacra del racismo de la sociedad, como parece estarse abriendo paso, aunque muy lentamente todavía, en los últimos años.
No es posible desaprovechar la oportunidad de que, por primera vez en la historia de Cuba, los negros y mestizos tienen la real posibilidad de dejar de ser discriminados; de compartir con los blancos en igualdad de condiciones los destinos de la nación y de ocupar el lugar que les corresponde dentro de una sociedad multirracial, la que quiérase o no, se abre paso, a pesar de todo lo que por largos años de historia las clases dominantes y sus aliados, hicieron por tratar de “blanquearla”.
Una dinámica social, respecto a la cuestión racial, como la mas arriba considerada, lleva implícito la necesidad de una comprensión a fondo, de que conciencia racial en negros y mestizos, e incluso, cierta institucionalidad de esa conciencia, no llevan aparejados necesariamente división social; sobre todo en una sociedad cubana como la actual.
Lo que sí lleva implícito una afectación muy seria a la unidad nacional lograda, es que los estereotipos, los prejuicios raciales, el racismo y la discriminación, que ellos traen aparejados, puedan continuar ampliando su espacio dentro de la sociedad cubana actual e incluso llegar a reinstalarse en la macro conciencia social.
Ciudad de La habana, agosto del 2005.
NOTAS
Ya en marzo de 1959, cuando Fidel Castro planteo la cuestión de la discriminación racial, como una lacra a resolver, hubo quienes no lo apoyaron e incluso llegaron a predecir situaciones difíciles y desagradables. Después de haberlo considerado durante tanto tiempo como un problema ya resuelto, no es extraño que esas misma actitudes continúen existiendo, como hemos logrado comprobar en varias ocasiones. ( Nota del Autor).
Esa reacción responde mucho a que se ha tendido a concebir nuestro ambiente social, como incompatible aun con todas las lacras que se observan en otros lugares. Lo cual proviene en general, de una apreciación superficial de los problemas de la transición hacia una nueva sociedad; y en particular, de cómo realmente la crisis económica de los años noventa ha afectado a Cuba. Por eso se observa una fuerte resistencia a la aceptación de fenómenos, como la prostitucion, la droga, la discriminación racial, entre otros. Haciéndose necesario reconocer también que tales problemas, por muchos años, no habían estado presentes dentro de la realidad cubana. ( Nota del Autor).
Tal y como ya aparece recogido en el “Report of the Comisión for Assistance to a Free Cuba”, también conocido como” Informe Powell “, Pág. 168-170.Sin duda, aquí se exponen los argumentos que servirán para atacar a la revolución cubana, produciéndose el doloroso fenómeno de que el país de este hemisferio que mas ha hecho por la igualdad social, termine acusado de racista. ( Nota del Autor).
Argeliers León “ Tras las Huellas de las civilizaciones negras en América”, La Fuente Viva, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2001, p. 223.
Ver Ob. , A. León pp. 28-38.
Ob. A. Leon p. 2
Dentro de este trabajo de investigación, nos decidimos por utilizar tres categorías de grupos raciales: negros, blancos y mestizos. Además, utilizamos la categoría mestizo, en lugar de mulato, porque consideramos expresa con mayor amplitud y precisión al mismo tiempo, todo esa coloridad intermedia entre el negro y el blanco, o lo que a veces llamamos no- blanco. ( Nota del Autor).
Es interesante observar, los pocos historiadores negros o mestizos, que ocupan lugar entre nuestros historiadores mas destacados. Un José Luciano Franco y Pedro Deschamp Chapeaux, resultan verdaderas excepciones. Historiadores que le hayan prestado atención al tema racial, muy pocos. El tema cuenta con un Programa de investigación del CITMA a nivel nacional, pero no esta priorizado.( Nota del Autor).
Vale la pena mencionar aquí, el extraordinario esfuerzo y dedicación, que durante muchos años, han realizado el Profesor y Etnólogo, Dr. Rogelio Martínez Fure, y otros intelectuales cubanos, como por ejemplo, Argeliers León, para que esa literatura y otros aportes del negro a la cultura sean de conocimiento en Cuba. A lo cual se une una larga obra dedicada al rescate y defensa de la raíz africana de la cultura cubana, desplegada por un grupo de intelectuales . Lo cual tiene sus antecedentes en la obra realizada por el Sabio, Etnólogo e Historiador, don Fernando Ortiz. ( Nota del Autor).
Ver: Pedro de la Hoz, “Africa en la Revolución Cubana: nuestra búsqueda de la más plena justicia”. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2005. Se trata de un esfuerzo encomiable, que recoge una larga lista de obras en diferentes campos. Pero aun insuficiente para que esta obra pase a formar parte de la formación de la gente en Cuba. ( Nota del Autor ).
Tales intenciones aparecen muy claras en el siglo XIX, dentro del pensamiento de José Antonio Saco ; las acciones mas tarde para desarrollar una inmigración blanca europea, entre finales del siglo XIX y principios del XX; así como desplegar la tesis del retorno a Africa. (Nota del Autor ).
Entre los historiadores que hayan prestado una atención importante al papel de la población negra dentro de la cultura cubana, se destaca Don Fernando Ortiz. Cualquiera, sin pensarlo siquiera, respondería negativamente esa pregunta. ( Nota del Autor).
Para ampliar acerca de esto aspectos sicológicos ver: “Piel Negra, Mascaras Blancas”, Frantz Fanon, Instituto del Libro, La Habana, 1968, pp.32-33.Aun es insuficiente lo que presenta la televisión. El cine que aborda el tema, ha tenido dificultades para ser divulgado. La literatura es insuficiente y el trabajo en el campo científico también. En general, todo lo que aborde el tema racial dentro de la contemporaneidad, pertenece casi a un submundo intelectual, insuficientemente divulgado. No es simplemente que los organismo encargados lo frenen, sino que sectores o personas dentro de la propia intelectualidad le hacen la guerra, como ha tenido lugar con la película “Roble de Olor”, de Rigoberto López. ( Nota del Autor)
En la facultad de Artes y letras, desde hace varios años, se estudian estos temas, pero ello no irradia hacia el resto de las áreas universitarias, Filosofía, Historia, Comunicación Social etc. quedando constreñidos a los marcos de los programas de las carreras donde se imparten. En las áreas de Ciencias Sociales y el resto de las Humanidades, apenas en Antropología, se imparte una conferencia que toca los asuntos de la racialidad. Solo el departamento de Antropología desarrolla talleres dirigidos a la comprensión de este complejo problema. ( Nota del Autor).
También desconcientiza a los llamados blancos, porque excluyendo de los programas a las culturas negras venidas de Africa, se esta afectando a la cultura cubana como un todo. No es una prioridad de nuestra investigación histórica abordar el problema. Por tanto, el llamado blanco, como cubano, también es discriminado. ( Nota del Autor).
Lamentablemente, la conciencia racial de los blancos fue formada, por lo general, de manera negativa. Inculcándoles el sentido de superioridad sobre los no blancos, en especial sobre los negros. No siendo muchas las personas que logran escapar de esta realidad. ( Nota del Autor).
La intención parece ser que es, educar para ningún color. Lo cual consideramos es correcto; pero, ello no responde a la realidad de una sociedad donde aun hay que luchar contra los estereotipos raciales negativos, la discriminación racial y en la que todavía rigen no pocos parámetros de “hegemonía blanca”, que se hacen presentes en varios espacios de nuestra vida social actual. ( Nota del Autor).
Se han hecho varias encuesta, en la que muchas personas han dado esa respuesta, de que “es mejor ser blancos” .Como también afirmaciones, sobre la desgracia que para no pocos, significa aun en Cuba ser negro. Muchas personas también siendo negras o mestizas no se asumen como tal, fenómeno clásico que afecta la confiabilidad de nuestros censos de población. (Nota del Autor).
Por ejemplo, el acceso a los mejores empleos, sobre todo en la llamada economía emergente, la televisión y los espacios de algunos organismos” blanqueados”, entre otros. ( Nota del Autor).
Dentro de la exposición dedicamos un espacio a debatir mas el asunto. (Nota del Autor).
Se le llamo Guerrita del 1912 a la masacre de negros y mulatos realizada bajo las ordenes de José Miguel Gómez, entonces presidente, apoyándose en él ejercito nacional y con el apoyo norteamericano, en contra de los miembros del llamado Partido Independiente de Color. (Nota del Autor).
Hoy ya no es nada fácil, como si lo fue siempre, acusar de racista a un negro o mestizo, sumiéndolo en la confusión, el desconcierto o el miedo, cuando ha sacado a relucir el tema racial. Durante algunos años, tal actitud era siempre reprimida. ( Nota del Autor).
Según una encuesta realizada en La Habana y Santiago de Cuba en 1995, el 75% estuvo de acuerdo en que el prejuicio racial sigue siendo común en la Isla; en tres barrios habaneros, la encuesta dio como resultado que: el 58% de los blancos consideran que los negros son menos inteligentes; el 69% afirmo que los negros no tienen los mismos valores y decencia que los blancos; y el 68% se opuso al matrimonio interracial. Centro de Antropología, La Habana, 1995.
Algo también muy doloroso tiene lugar con los juicios de valor, siendo muy común escuchar,...” es negro, pero es muy buena persona”. También es muy común, ya en un comportamiento más sutil, otorgar credibilidad o no, tomando en consideración la raza o el color de la piel,... es negro, pero es una persona seria”. Y otras tantas como “... “es negro, pero es muy inteligente”, “ es negro, pero es honrado”. ¿ Quién no ha escuchado en su vida tan dolorosas expresiones? ( Nota del Autor).
No obstante, muchos regresaron. Ver : Rodolfo Sarracino,”Los que volvieron a Africa”. Edit. C. Sociales, La Habana, 1988.Pero, no parece haberse debido a un movimiento político organizado como si lo fue en los Estados Unidos. ( Nota del Autor)
Los negros y mulatos cubanos, siempre vieron sus reivindicaciones como parte de las luchas políticas y sociales dentro del país. Nunca se genero una corriente importante que los separara de ello. ( Nota del Autor).
Téngase en cuenta, que la inmensa mayoría de los exmiembros del Ejercito Libertador, que tomaron posiciones altas en el gobierno de la republica, después de 1902, eran blancos. ( Nota del Autor).
Para ampliar Ver: Maria del Carmen Barcia, “Un Modelo de Emigración Favorecida.Traslado Masivo de Españoles a Cuba 1880-1830”. Revista Catauro, No. 4, La Habana, 2001, pp. 36-59.
Martín Morua Delgado, senador de la republica, mulato, presenta la enmienda, el 11 de febrero de 1910, para eliminar de la vida política al Partido Independiente de Color, Fundado el 7 de agosto de 1908. Considerando como ilegal cualquier agrupación o partido político constituido exclusivamente por individuos de una misma raza... Ver: de Silvio castro Fernández La Masacre de los Independientes de Color ( Inédito), Dossier “La Jiribilla”. P. 10.Esta oposición al Partido Independiente de Color, estuvo muy influida también por el carácter tan progresista de su programa. Excepto en el caso de Brasil o Uruguay, que tuvieron Partidos similares, para el resto de América latina, la tendencia de los negros y mestizos fue a integrarse a los sistemas multipartidistas controlados por los blancos. Ver Aline Helg... Ob. p.6.
Para ampliar sobre este particular ver: de nuestro ya fallecido amigo José A. Tabares del Real “Fulgencio Batista y la Asamblea Constituyente de 1940”, revista Bimestre Cubana, No. 14, La Habana, enero-junio del 2001, pp.86-96.
Los negros y mestizos, hacia los primeros años del siglo XX lograron alcanzar un alto nivel de movilización, sin importantes divisiones entre ellos, pues así juntos habían integrado en masa el Ejercito Libertador. Pero todos los intentos de forjar una alternativa propia fracasaron. ( Nota del Autor).
Para ampliar ver: Alejandro de la Fuente,” La- Raza- y los silencios de la cubanidad”, Revista Encuentro, No. 108, Madrid, España, pp. 108-125
Para Ampliar Ver: Revista catauro No.6 Esteban Morales...
Este asunto es largamente explicado en él articulo publicado por la Revista Catauro N0 6: “Un Modelo para el Análisis de la Problemática Racial Cubana Contemporánea “, del autor de este ensayo.
Tal Sistema Redistributivo beneficiaba de manera considerable a negros y mestizos, pero solo como parte de toda la población pobre. No existía ninguna medida ni criterio especial que tuviese en cuenta que los negros y mestizos eran en su mayoría pobres, pero con una herencia social y cultural adicional de discriminación, que les había dejado el colonialismo y el capitalismo, que los hacia mas pobres. Ahora parece, después de la experiencia de la crisis económica de los años 90, esto se entiende mejor, pero sin abordar a fondo todavía la situación y dejando espacios que aun deben ser cubiertos; como los del empleo en la llamada economía emergente, el ascenso a cargos de dirección, la representatividad en los medios y otros. Aspectos en los cuales, negros y mestizos presentan una situación de acceso limitado, que en general no se justifica a partir de sus niveles educacionales. Tal situación nos asoma al debate de la Acción Afirmativa. ( Nota del Autor)
El tema racial aparece continuamente en el arte, la música, dentro de esta el Rap, que lo presenta con una gran dosis de agudeza critica. Negar su existencia o tratarlo con excesiva discreción y en lugares muy cerrados, ha traído que el mismo se haya agudizado en los últimos años. Profundizándose también el descontento en muchas personas, a partir de la incomprensión de por que no se debate públicamente. ( Nota del Autor).
Parte de la lucha contra el racismo tiene que ver directamente con la necesidad de superar esa ideología heredada de la burguesía .Esta ultima es tan fuerte y su acción ha sido tan prolongada, que ha logrado que la gente asimile su modo de ver al mundo como algo natural. Superar esa situación es imprescindible para solucionar al racismo ideológico y el “simple” racismo también. Siendo este ultimo el mas difícil, pues es aquel que experimenta mucho gente, cuando al compararse con el negro, se autopercibe casi siempre en una posición superior. Lo cual es una herencia neta de la actitud burguesa y pequeño burguesa ante el no blanco en Cuba. Por eso el asunto es tan difícil. ( Nota del Autor).
Los negros, aun nacidos en Cuba, durante mucho tiempo no fueron considerados como criollos, y muchas personas no lo consideraban como cubanos, hasta entrado del siglo XX. No debemos olvidar , que uno de los principales mensajes de los Independientes de Color, era que los negros fueran reconocidos como plenos integrantes de la nacionalidad cubana. ( Nota del Autor).
Ver Carolina de La Torre, “Las Identidades: Una mirada desde la sicología”, Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana “ Juan Marinello”, La Habana, 2001, p. 80.
Para ampliar, ver: Carolina de La Torre, Ob., pp.82-88.
Pienso que debe quedar claro a que nos referimos cuando hablamos de grupo racial. No es que reivindiquemos el concepto de raza, sino me refiero a la construcción sociocultural, dentro de la cual aun estamos obligados a vivir y que debe ser decosntruida por la sociedad, vista de conjunto, no solo por negros y mestizos. Pues se trata de un asunto de toda la nación. ( Nota del Autor)
Ver: Carolina de La Torre. Ob., pp. 82-92.
Eso es lo que no se entiende o no se termina de aceptar, cuando creemos que blancos, negros y mestizos, pueden ser tratados homogéneamente como pobres. ( Nota del Autor).
“Ser cubano, significa entre otros aspectos, tener plena conciencia de las raíces étnicas y de la heterogeneidad racial de nuestro pueblo, conocer el basamento histórico que subyace en el ejercicio de la discriminación y el prejuicio racial...”. Ver : Ana Cairo, Revista Cubana de Ciencias No. 30, La Habana, 1995, p. 130.En Cuba, lamentablemente, esa no es aun una exigencia para que alguien pueda autollamarse cubano, incluso revolucionario y militar en el Partido Comunista de Cuba. ( Nota del Autor),
No se vive en un mundo perfecto y del mismo modo que la mujer no puede diluir su identidad de genero dentro de la identidad nacional, tampoco negros y mestizos pueden diluir su identidad racial dentro de la identidad nacional. Porque tanto el machismo como el racismo existen y tienen que ser combatidos también desde las identidades individuales. Cuando decimos “disfuncionalidad”, nos estamos apropiando de un concepto de la sociología estructural-funcionalista de T. Pearson, que supone dentro de la teoría social que lo sostiene, una desviación frente a determinadas normas ideales, que impiden el funcionamiento optimo del sistema social. ( Nota del Autor)
Lo cual afecta no solo a negros y mestizos, sino a blancos también, solo que en otros planos de la realidad. ( Nota del Autor).
Personas del “grupo racial” blanco también sufren situaciones de este tipo, pero para negros y mestizos, se prueba estadísticamente, que la situación es especialmente mas grave. ( Nota del Autor).
Para algunas actitudes que existen aun en Cuba, esto no tiene sentido, porque se parte de que no existe la discriminación racial, sino solo algunos lastres de prejuicios subyacentes en la familia, personas o determinados grupos dispersos. Todo ello a pesar de que el debate sobre el tema crece paulatinamente dentro de la sociedad cubana de hoy. Aunque si con una dificultad importante hoy se enfrenta el tema, es precisamente con la “ignorancia”, que tanto negros, como blancos y mestizos tienen sobre el mismo, o la resistencia cínica con que no pocas personas hacen frente a la existencia de esa penosa realidad. ( Nota del Autor)
Se observa claramente que la Dirección del País adopta medidas de un alto componente de justicia social: elevación del nivel mínimo de las pensiones, elevación del nivel mínimo de los salarios, distribución a precios preferencialmente bajos de artículos electrodomésticos de primera necesidad; manejo de la relación del intercambio monetario a favor de la moneda nacional, etc.. Pero ninguna de estas medidas aparece vinculada mas que a una lucha contra la pobreza y las dificultades económicas y por la elevación del nivel de vida de la población, bajo los mismos criterios redistributivos siempre aplicados, donde la raza o color de la piel no aparece como una variable de especial consideración. ( Nota del Autor).
Alejandro De La Fuente, Ob. P. 451.
Lamentablemente hay personas, que debido a verse inmersas en determinadas cirscuntancias de vida, de la que no logran salir, ello les impulsa a renunciar a las buenas cualidades y deciden “destacarse por lo negativo”, lo cual es indicativo de un alto nivel de enajenación social, fenómeno contra el cual hay que luchar denodadamente. (Nota del Autor).
Tratase de un asunto que a la larga solo puede ser resuelto a partir de que cada cubano, de cualquier grupo racial, comprenda, que al ser cubano, no es negro, blanco o mestizo, sino solo una mezcla, dentro d e la cual ya se han fundido todas las etnias, las razas, rasgos y colores.. Para como decía Nicolás Guillén, llegar al “color cubano”..(Nota del Autor).
Es perfectamente posible observar que nuestros dos últimos Censos ( 1981 y 2003), padecen de ese mal de la tendencia al “Blanqueamiento ”. ( Nota del Autor).
Ver : Ana Vera Estrada. “Cuba Cuadernos de la Familia”. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1997, p. 29
Ver: Ana Vera Estrada. “ Cuba Cuadernos sobre la Familia”, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1997, p. 29
A Don Fernando Ortiz, “ La interpretación del proceso formativo de la nacionalidad... le facilito crear... la después repetidísima metáfora de que –Cuba en un ajiaco- en el cual los ingredientes que cada día se agregan a la mezcla anterior, van conformando la sustancia resultante. Esta no debe aquilatarse en el logro de un momento dado, sino en la consideración misma del transcurso de la cocedura, porque la cubanidad no esta solamente en el resultado, sino también en el mismo proceso complejo de su formación...”Isaac Barral, “Retorno a las Raíces”, La Fuente Viva, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2001, pp.154-155.
Ver: Del Autor, “ Un Modelo para el Análisis de la Problemática Racial Cubana Contemporánea”, Revista Catauro No. 6. Trabajo, donde brindamos una explicación amplia sobre las condiciones que generaron la situación aquí esbozada.( Nota del Autor).
Varias investigaciones en nuestro poder, realizadas por el Centro de Antropología del CITMA y el INIÉS del Ministerio de Economía y Planificación, ponen de manifiesto esta realidad aquí mencionada. ( Nota del Autor).
En Cuba, la esclavitud tuvo siempre color oscuro. La pobreza no necesariamente, podía ser blanca., como lo es hoy aun. Pero la herencia colonial actúo siempre haciendo de los negros los mas discriminados integralmente. Considerado como un objeto, casi nunca como un ser humano. El blanco puede ser discriminado como pobre, el negro por ambas cosas. Aunque fuese rico, podría continuar siendo discriminado como negro. Al negro le resulta muy difícil quitarse la discriminación, esta actúa como un traje que siempre lleva puesto. El blanco puede quitarse de encima la discriminación , al negro hay que quitársela. (Nota del Autor)
Ver: “Reforma Económica y Población en Condiciones de Riesgo, en Ciudad de La Habana”, de Ángela ferriol, Maribel Ramos y Lía Añe. INIE-CEPDE-ONE, La habana, enero del 2004.
Ver “Los Censos de Población en Cuba: fecha de realización, población y estructura ( %) por color de la piel. Ver anexo. Solo recientemente, el INIE del Ministerio de Economía y Planificación, ha concluido una investigación sobre la provincia Ciudad de La Habana, en la que se toma en cuenta la variable color de la piel. ( Nota del Autor).
Antecedentes muy ilustrativos de este proceso son posibles de leer en el formidable libro de Raúl Cepero Bonilla, “Azúcar y Abolición”, por ejemplo, en él capitulo X “ Racismo y Nacionalidad”, pp.125-140, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1971.
Por lo general se considera que esta cierta institucionalidad traería aparejada divisiones raciales. Lo cual es una consideración errónea., pues Cuba es una nación consolidada. Pero si un sector dentro de la sociedad tiene intereses que no se ven satisfechos por la institucionalidad oficial o no, buscara algún modo de formar su institución propia. Un ejemplo muy claro de ello lo tenemos en Cuba en el caso de los “Raperos”, a los que finalmente ha habido que considerarlos. Pero además, el caso de “Color Cubano” de la UNEAC, es el ejemplo claro de una organización que actúa dentro del tema racial con el objetivo de promover la multirracialidad, instruir sobre el tema y divulgar la necesidad de su conocimiento en el contexto de un gran proceso de negociación con todos los organismos del país. Formada además por personas de todos los grupos raciales. Considerando que la tarea de luchar contra la discriminación racial es de la sociedad en su conjunto y no de una parte de ella. ( Nota del Autor).
* El ensayo que aquí presentamos, es una muy apretada síntesis de algunos de los asuntos tratados en el libro “La problemática racial cubana actual: consideraciones para un modelo de análisis”, actualmente en proceso de publicación, por la Fundación ” Fernando Ortiz “. ( Nota del Autor)
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