Esteban Morales Domínguez
UNEAC
Las palabras recientes de nuestro Ministro Murillo son altamente preocupantes.
Ya en mi artículo “Huir del capitalismo”, explicaba que el problema no es evitar la acumulación de riqueza y de capital. Ambas cosas son necesarias para que una economía pueda crecer.
Es que el capitalismo acumula la riqueza en un polo y la pobreza en el otro. Luego el problema no es producir acumulación de riqueza y capital, sino ser capaz de distribuirlos de tal modo que a cada cual le toque una parte alícuota, que le permita vivir decentemente.
Ningún país ha crecido nunca ni se ha desarrollado, persiguiendo la riqueza, en lugar de combatir a la pobreza. Ningún país ha crecido nunca ni se ha desarrollado evitando la acumulación de riqueza y de capital.
En Cuba insistimos continuamente en evitar la acumulación de riqueza y de capital. Se sabe por qué. No queremos de nuevo al capitalismo entre nosotros, pero no es esa la forma de evitarlo.
¿Cuál es la fórmula para lograr crecer económicamente sin acumular riqueza y capital? Eso es pura ideologización de la economía. Creyendo idealistamente que así vamos a evitar el capitalismo. Así lo estamos acercando a una velocidad que pasma. Porque si de algo se aprovecha el capitalismo es de la incoherencia económica y los temores.
El Cro. Murillo también dice que los problemas detectados con el cuentapropismo se solucionan dándole a cada cuentapropista el derecho a tener una sola licencia. ¿De donde han extraído esa irreal idea?
Se sabe que mucha gente no se va a conformar con una sola licencia para ejercer como cuentapropia y por tanto buscará la segunda y la tercera también. Será la licencia del hermano, del primo, del cuñado y el resultado va a ser que la gente le “tirará una trompetilla” a la medida. Desprestigiando al gobierno.
Porque no se pueden establecer reglas, que, de antemano, sabemos que la gente las va a esquivar. No la van a cumplir. Y volveremos a darle vueltas a la noria, como hemos hecho con otras cosas, dentro de la economía. Dígase Acorex, Acopio, los precios del mercado agropecuario, las inspecciones para evitar la corrupción, los salarios estatales, las limitaciones impuestas al trabajo calificado para ejercer el cuentapropismo; vías todas por las cuales la economía está perdiendo efectividad, así como una parte importante de su fuerza de trabajo calificada.
Además, está demostrado hace rato ya, que problemas económicos, no se solucionan con medidas administrativas. Baste recordar lo que nos ocurrió con el dólar. Cuando por el cambio ilegal de dólares, por poco convertimos a Cuba en una gran cárcel.
La Viceministra del Trabajo anuncio que las medidas para arreglar las distorsiones del trabajo por cuenta propia, no demorarían mucho. Para tratar de tranquilizar a la gente. Pero ya llevamos más de nueve meses y aun no se aclara que vamos a hacer.
En cuanto a los alimentos, continuamos importando cuantiosas cifras y aun no acabamos de entender que parte de esos recursos pudiéramos entregarlos a los campesinos para producir lo que necesitamos. No, en eso estamos trabados también. Y la única solución que hemos encontrado, es continuar importando alimentos. Prácticamente sin tener con que hacerlo.
O acaso no se sabe que no hay medicinas, porque no tenemos dinero para importar las materias primas para producirlas.
Además, continuamos buscando la inversión extranjera desesperadamente. Pero no se nos ha ocurrido, utilizar el nivel de ahorro interno que existe, para invertirlo nacionalmente. Por qué la alternativa es clara; o utilizamos un poco de capital nacional o el capital extranjero se hará señor de la economía cubana. Incrementando nuestra incapacidad para la reexportación de la ganancia que produce ese capital.
Aun no se ha visto la primera medida que anuncio la unificación monetaria y el tratamiento de las diferentes tasas de cambio. Esperamos que se cumpla la promesa de que este año comenzaremos a solucionar el problema. Aunque desde el 2006 estamos intentándolo.
Los que dirigen nuestra economía por supuesto no son tontos. Se percatan perfectamente de los problemas, aún más allá de cierta “sordera”, que puede a veces afectarle, porque no escuchan mucho lo que decenas de economistas muy calificados discuten a su alrededor.
De todos modos, están atrapados por algunos dogmas de los que no logran escapar. Que ponen a la ideología por encima de la economía. Y que se expresan claramente en esas ideas insólitas de querer evitar la acumulación de riqueza y de capital, o de pensar que el trabajo por cuenta propia podría funcionar con una sola licencia para cada cuentapropista.
Cuando en el fondo sabemos, que el meollo de nuestros problemas esta, en que no acabamos de descubrir la fórmula de cómo utilizar la propiedad privada en los marcos del nuevo modelo económico. Huimos de la propiedad privada, lo cual no sería el caso, pero no se trata de huir de ella, sino de encontrarle su lugar, en nuestra economía, que lo tiene y resulta inevitable.
Por eso continuamos dándole vueltas a la pequeña y mediana empresa; seguimos trabados con las cooperativas y no acabamos de generar la verdadera independencia que debe tener la empresa estatal.
Nuestra economía está trabada en algunas fórmulas que la política económica quisiera seguir, pero que la vida está diciendo que no funcionan. Qué debemos ser menos temerosos, idealistas y más radicales. Pues el tiempo pasa y la variable política se agota.
Marzo 5 del 2018.
No hay comentarios:
Publicar un comentario