Esteban
Morales Domínguez
UNEAC
Ya
la guerra contra el bloqueo, en cierto modo, se la hemos ganado a
Estados Unidos. En el orden político internacional, Cuba ha
logrado un nivel de comprensión y solidaridad en su lucha contra el
bloqueo, que cuenta con un apoyo casi total entre los miembros de
Naciones Unidas. Ello se expresa claramente en la actitud asumida
hasta por la Unión Europea, que se vuelve hacia tratar de ayudarnos
económicamente.
Esa
derrota política del bloqueo comenzó a ser una realidad, desde que
Barack Obama ordeno abstenerse de votar la resolución cubana contra
el bloqueo, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Pero
hace mucho tiempo ya que el foco de la política norteamericana hacia
Cuba cambio, entrando en el período en que Estados Unidos dejo de
mirar hacia la presencia internacional de Cuba, para prestar especial
y mayor atención a la dinámica de la realidad interna cubana.
Mirando en particular hacia el comportamiento de su economía.
Dejando
de perseguirla preferentemente en el plano internacional, para
concentrarse en su desestabilización interna.
Ello
significa que el escenario que se le presenta a Cuba ahora, frente a
la política norteamericana, es uno en el que debiera concentrarse en
su realidad interna, particularmente económica, para evitar verse
obligada a vivir continuamente en continuadas coyunturas
difíciles. Es
hora ya, de realizar los cambios económicos internos, que nos
permitan darle estabilidad a las salidas de las coyunturas económicas
difíciles que se nos presentan.
Ello
significaría tomar las medidas de política económica
necesarias, qué nos permitan superar las dificultades de las que
Estados Unidos se está aprovechando para desestabilizarnos
internamente. Nuestro
Presidente ha hablado de 30 medidas a tomar en la economía interna
cubana. Es aquí donde hay que concentrarse.
“La
estrategia de Estados Unidos, con la administración de Trump, está
enfocada a consolidar la confrontación y la hostilidad, tanto en el
plano declarativo como en la ejecución de medidas de agresión
económica contra nuestro país” (ver Informe de Cuba contra el
bloqueo, julio 2019, p.5).
“… el
informe de Cuba evidencia en el 2019, como el bloqueo económico,
comercial y financiero impuesto contra Cuba, continúa representando
un freno para el desarrollo de todas las potencialidades de la
economía cubana, para la implementación del Plan Nacional de
Desarrollo Económico y Social del país, así como para la
consecución de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo
Sostenible” (Ob, Informe…p. 5).
Hoy
existe un cierto consenso dentro de la mayoría de nuestros
economistas, acerca de cuáles son las medidas de política económica
que debemos adoptar. Entre ellas, algunas como las siguientes:
1-Hay
que darles el peso que deben tener dentro del modelo
económico a las diferentes formas de propiedad que deben actuar
dentro de una economía que pretende ser socialista: la gran
propiedad estatal, la pequeña y mediana empresa privada y la
propiedad cooperativa, agropecuaria y no agropecuaria.
2-
No es posible que creamos que La ley de Cooperativas que hemos
lanzado recientemente nos vaya a solucionar el papel que debe jugar
dentro de la economía cubana este tipo de propiedad. Su nivel de
sujeción a la propiedad estatal es aún demasiado alto y su impase
en la definitiva ejecución nos está haciendo daño y retrasando el
impulso que debiéramos darle a la cooperativa dentro del modelo
económico.
3-El
proceso inversionista debe tomar un carácter más amplio. Viéndolo
no solo en términos de las inversiones extranjeras. Sino desde la
perspectiva del papel que debe desempeñar el ahorro interno,
incluido las remesas, convirtiéndose en inversiones nacionales
privadas. Mientras más demoremos una medida como esta, mayores serán
las pérdidas de capacidad para hacerlo y el dinero acumulado
internamente continuara escapando hacia otros mercados. Mercados que
bien pudiéramos tratar nosotros de construirlo en Cuba.
4-
Se hace necesario flexibilizar el monopolio del comercio exterior,
permitiendo mayores posibilidades a la exportación e importación
privada y estatal. Dando prerrogativas a la pequeña y mediana
empresa para actuar de modo más independiente en la actividad del
comercio exterior.
5-Hay
que desplegar una estrategia dirigida evitar que la mano de obra
calificada escape por la vía de la emigración. Como crecientemente
lo está haciendo, permitiéndole
a esta última emplearse en la actividad privada. Abriendo empresas
medianas, pequeñas y vinculándolas al capital extranjero. Al mismo
tiempo, que flexibilizamos las leyes migratorias, para que en
cualquier momento esa fuerza calificada pueda regresar, o trabajar
dentro y fuera del país cada vez que le resulte necesario.
6-
Hay que terminar de seleccionar alguna de las variantes estudiadas
para resolver la dualidad monetaria y las tasas de cambio. Siendo
cierto que se necesita mucho dinero para hacerlo, pero también que
mientras más nos demoremos, los daños sobre la economía serán
mayores.
Es
que desde el año 2016, nuestro crecimiento económico se ha
ralentizado de manera notable. El PIB, entre el 2010 y el 2015 creció
al 2,7%; mientras que del 2016 al 2018 lo hizo al 1,5%, esperándose
que en el 2019 lo haga solo al 1%. Ha dicho CEPAL que solo será de
un 0,5%.
“Algunos
factores, parecen cargar con la responsabilidad de ese débil
crecimiento. Entre ellos:
-
La afectación producida en la economía cubana por el colapso
económico venezolano.
-El
aumento de las sanciones económicas por parte de Estados Unidos.
Quien ha puesto en funcionamiento el título III de la Ley Helms
Burton.
-La
ruptura económica con Brasil.
-La
caída de los precios de algunos productos básicos de exportación.
-El
año 2019 entro con una mayor escasez de bienes.
-Escasez
crónica de divisas.
-Escasez
de combustibles (diésel en particular) lo que afecta seriamente al
comercio de mercancías y el transporte público.
-Dificultades
para la financiación a los mercados internacionales del país.”
(Ver Ricardo Torres, A dónde vamos “).
-
“La proporción de personas en edad laboral con un empleo formal se
ha reducido sistemáticamente desde el 2011, pasando de un 76% al
64%( Ver: Ricardo Torres, septiembre 11 ,2019; “A dónde vamos”).
-“Hay
múltiples factores explicativos, pero uno muy importante es la
inversión. Aunque los volúmenes de inversión han crecido, sé
mantienen muy deprimidos” (Ob. Ricardo Torres, “A dónde vamos”).
Aunque
se ataca ahora la escasez de combustible, adoptándola como un
fenómeno coyuntural, esta última se desenvuelve en el contexto del
resto de las dificultades mencionadas, que, al mismo tiempo, atacan
nuestra economía, así como de las presiones que Estados Unidos
continúa ejerciendo para que el combustible no llegue. Por lo que lo
de coyuntural, resulta un tanto relativo y aún no está claro, en
que nos apoyaremos para terminar con esta eventualidad.
Obligándonos
a complementar de manera urgente, con el otro conjunto de medidas
anunciadas, que nos permitan tratar de alcanzar la estabilidad
económica hacia el crecimiento del PIB.
Todo
ello representa, que, aunque hemos adoptado la escasez de combustible
como algo coyuntural y las condiciones actuales de la economía no
son las que se presentaban en el llamado Periodo Especial, al tener una economía más sólida,
organizada y más diversificada desde el punto de vista comercial, el peligro existe. Se necesitan de modo urgente, las
medidas ya más arriba planteadas. No debiendo confiarnos en que la
coyuntura actual no podría devenir en una profundización de
nuestras dificultades. Es decir, profundizar la crisis económica.
La
ayuda que ahora nos está llegando de Rusia, China, Unión Europea,
etc; debiera caer en un contexto más favorable para utilizarla y que
no se nos diluya en los marcos de una planificación excesivamente
centralizada, además, dentro de un contexto en que el escenario
económico interno no se dinamiza con medidas que permitan salir de
los atolladeros en que una política económica carente de cambios, nos
está impidiendo dinamizar nuestras fuerzas productivas.
Creo
que si no adoptamos las medidas necesarias, lo que hemos asumido
como un problema coyuntural, se nos puede convertir en una
profundización de la crisis económica que estamos atravesando y
ello le ofrecería el contexto más favorable a la actual política
de Estados Unidos, para cumplir sus aspiraciones de
desestabilizarnos.
Septiembre
24 del 2019.