ALGO DE LA PRODUCCION EXTERNA SOBRE LA RACIALIDAD EN CUBA.
Tales producciones, por lo general, representan aportes, que nosotros en Cuba, si los hemos producido, al menos, no los hemos podido dar a conocer, dado el sentido limitado y tan esporádico de nuestras publicaciones sobre el tema, en cuanto a la actualidad del mismo se refiere.
Teniendo que reconocer, que son muchos mas los esfuerzos investigativos realizados por los académicos cubanos en Cuba, que los que han encontrado el beneficio de su plasmación en las publicaciones.[3]
Lo cual no es ninguna ventaja para la intelectualidad cubana actual, que puede compartir, como muchos lo hacen, el tratamiento investigativo de nuestras realidades con colegas de fuera, pero que no podrían nunca soslayar la necesidad de abordar nuestros propios temas.
En realidad, debiéramos estar en condiciones de no tener que ceder a nadie las investigaciones de temas que son nuestros y que deberían ser abordados por nosotros mismos. No debiéramos permitir que nadie nos cuente nuestra propia historia, o nos explique nuestra realidad. Alguien dijo en una ocasión, que “quien controla el pasado, domina en el presente “ ,y yo agregaría, “ nos puede diseñar el futuro a nuestras espaldas”.Por lo que no deben existir zonas de la realidad cubana, sobre las cuales nuestra intelectualidad no esté en condiciones de aportar un discurso científico propio.
Algunas consideraciones finales.
Al hacer un balance general sobre el tratamiento del tema racial durante los últimos cincuenta años, es posible observar, que sólo recientemente comienza a ser abordado como algo especifico y como un asunto de la sociedad cubana actual, ya que anteriormente, apenas había sido tratado, y quienes hoy lo abordamos, aun corremos el riesgo de no ser comprendidos y de ser acusados de divisionistas y de racistas, o de ambas cosas a la vez, por algunas personas, que podemos hallar en cualquier nivel y lugar de las estructuras de la sociedad cubana actual.
Pero venimos de muy atrás en la atención del tema; su silenciamiento por casi cuarenta años, su insuficiente estudio en la actualidad, la desconexión aun presente entre el estudio del fenómeno de la esclavitud y sus consecuencias para la sociedad cubana contemporánea, el prejuicio de tratarlo a veces solo como un tema que induce a la división social, así como la poca atención brindada a la variable color de la piel , como una variable de diferenciación social en la Cuba actual, han producido un atraso en el abordaje del tema, tanto metodológico como teórico y político, que sólo en los últimos años comienza a ser superado, aunque todavía muy lentamente.[6]
Es que el componente racista que subyace en nuestra cultura, no responde sólo a mecanismos generados desde la esclavitud, sino también a los producidos por una mentalidad criolla blanca, racista, que siguió viendo en el negro un ser inferior aunque éste dejase de ser esclavo. Mentalidad que se ha trasladado de generación en generación.
él por su padre, se le permitía vestir de frac, usar botines, camisa blanca de cuello, corbata, bombín y leontina. Pero, si por esas casualidades de la vida, un día se quedaba desnudo, pasaba a ser un negro más, e incluso, mientras se arreglaba la confusión, podía hasta ser llevado al cepo. Es que en toda América y en Cuba en particular, la esclavitud tomó color, y frente a esa realidad, no hay mimetismo posible.[8]
Es que el racismo es un sistema, y como tal opera. Si sólo eliminamos una pieza, las demás se ajustan para cumplir la función de la pieza que falta. Se trata de un mecanismo regenerable. Esto quiere decir, que para que el no blanco o el negro no sean discriminados, hay que operar con todas las palancas del sistema.
Hay que operar con la conciencia de la identidad racial y con la educación. Es que la discriminación racial que se ejerce, lleva implícito el mecanismo, de una conciencia arraigada en las elites dominantes, de que puede ser utilizada como un instrumento de poder. Por lo cual, los estereotipos raciales negativos pueden seguir alimentándose dentro de un contexto social de más altos niveles de educación y de cultura. Por lo cual sólo con la educación no basta, porque podemos estar generando” racistas cultos”, que serian peores.
Hemos avanzado, se va abriendo paso lentamente un debate, se trabaja fuertemente. Pero hasta que el problema no sea un asunto y una preocupación de toda la sociedad cubana y debatido por toda ella, no lo vamos a resolver.[10] Porque el racismo en la Cuba actual, no es un problema de colores, ni de grupos, sino de toda la sociedad cubana. Una disfuncionalidad de la sociedad cubana que tiene que ser combatida con todas las fuerzas para hacerla desaparecer. Lo cual puede ser una tarea en extremo larga aun, pero lo mas importante es que enrumbemos por ese camino.
, [2] Ejemplo típico lo constituye la producción investigativa del Instituto de Antropología del CITMA, que una parte sustancial de ella espera por ser publicada.
[3] No existe hoy en Cuba una presencia sobre el tema racial en la prensa, como si existio durante los años 20 y 30.
[4] Los centros que de manera clásica han estudiado Cuba, como El Programa Cuba de
[5] Esos son los casos de de algunos artículos aparecidos recientemente, haciendo oportunismo a partir de la elección de Barack Obama como presidente.
[6] Aun el tema pernocta en ambientes enclaustrados y entre personas, a veces muy pocas instituciones, interesadas en el mismo. No existe un debate publico sobre el tema racial en
[7] Uno de los peligros, que apenas hemos comenzado a superar, es el de que alguien desde fuera, apoyándose en nuestro poco vuelo aun en el tratamiento del tema racial en la contemporaneidad, trate de imponernos parámetros y principios teóricos y metodológicos para abordarlo. Paradójicamente tal peligro no viene de nuestros enemigos, sino de una parte de la intelectualidad norteamericana que es aliada de nuestra causa.
[8] Ver nuestro ensayo, Cuba: color de la piel, nación, identidad y cultura.¿ Un desafío contemporáneo?. Publicado en el Libro V del Concurso Internacional” Pensar a Contracorriente “ o en el Portal Cubarte.
[9] Para ampliar al respecto ver del Autor: Cuba Socialista No. 46, pp. 43-45
[10] Una vision mas completa de como vemos los asuntos a soluconar, pueden verse del Autor, “Desafios de
Sin dudas, la existencia de una comisión, organizada por las mas alta dirección del Partido Comunista de Cuba , bajo la conducción de la Biblioteca Nacional de Cuba, llamada Grupo de Reflexión Sobre la Racialidad en Cuba”, conjuntamente con la Comisión de Racialidad, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), harán posible avanzar por el camino de las soluciones
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Esperando ver los resultados del avance, por el momento mi confianza está en cero...
Yo quisiera saber si vuestra palabra es sincera, de que gimnasia mental se vale usted admirado profesor Morales, para guardar aun Confianza
Mary
"Porque el racismo en la Cuba actual, no es un problema de colores, ni de grupos, sino de toda la sociedad cubana", demostrar esta afirmación querido amigo es tal vez el mayor reto que tienen los intelectuales que tienen su mismo criterio. En mi caso que paso por blanco por el color de mi piel pero ello no me hace sentir diferente a los no blancos, considero al igual que usted que el tema del recismo en la Cuba actual no constituye una prioridad no solo porque otros problemas de mayor complejidad social ya tratados por usted le sobrepasasn sino ademas porque no percibo que sea así como usted dice. Creo que es importante defender el componente africano de la cultura cubana pero ello tampoco es el centro de la sociedad, lo veo como una necesidad de profundizar en nuestras raices y comprender con muchos mas elementos su trascendencia e importancia pero nada comparable con el racismo que usted si ha podido apreciar por su numerosos estudios de la sociedad norteamericana para tomar alguna como referencia. El probable riesgo que significa abordar estos temas, para mi no es una causa que impida su analisis, sino usted no se hubiera dignado a abordar las cuestiones relativas a la corrupción que tantos comentarios han generado a diferencia de las pocas recibidas por este que aborda las cuestiones racieales en Cuba, lo más probable es que usted me incluya en los que no consideran que valga la pena hablar del tema racial. Pero me gustaría que ilustrara más su tema con ejemplos de esta discriminación porque me sucede en este caso lo mismo que cuando leo su afirmación de que dentro de la Educación Superior y sus instituciones docentes y de investigación en todo el país, existen múltiples prejuicios ¿cuales? Si esto es cierto no es el único espacio, ni escenario para dar a conocer sus puntos de vista o los de las personas que tengan similares intenciones. No creo que la falta de analisis en todas las cosas que ha expuesto en sus tres partes sea muestra de que la sociedad cubana sea racista, por ello tampoco comparto que usted exprese que la nuestra es "una sociedad que ha generado durante siglos, la cultura y los mecanismos de su exclusión" . Quien se cree excluido lucha por revertirlo. ¿donde estan las excluidos? . Amigo, yo no habré recibido en la escuela cubana todo lo que debiera conocer sobre mis raices históricas, pero eso no me ha hecho sentirme superior al negro, ni al mestizo , ni al mulato ni a nadie. La educación que me ha dado la revolución siempre ha estado dirigida a como decia Martí solo hay una raza LA HUMANA. Mis saludos Vicente Rodríguez Galano
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