Esteban Morales.
UNEAC
Las notas a continuación, tienen solo como objetivo incursionar muy brevemente en algunas de las complejidades que nos circundan cuando utilizamos el término afrodescendiente.
Si áfrica fue la madre nutricia, en definitiva todos los seres humanos tenemos un tronco común, todos somos afrodescendientes.
En cuba, particularmente, todos somos afrodescendientes, ni los llamados blancos, pueden escapar a esa realidad.
Una investigación genética, que continua, ha descubierto que en nuestra población, hay tanto negros con altos porcentajes de genes blancos, como blancos con altos porcentajes de genes negros. Entonces ¿por qué nuestra población se divide en blancos, negros, y mestizos? Esa división responde a razones históricas.
Es que aunque todos seamos afrodescendientes, no todos lo somos de la misma manera. Unos, los negros, fueron traídos por la fuerza en los barcos negreros y finalmente convertidos en esclavos, aunque en su tierra no lo fueran (algunos tenían rango hasta de príncipes). Otros, los llamados blancos, vinieron por voluntad propia y buscando fortuna que no pocas veces encontraron (aunque de los que vinieron con colon, no pocos fueron sacados de las cárceles); los mestizos, resultaron de la mezcla de la población negra, blanca e indígena. Esa forma de llegada o de aparecimiento sobre nuestra tierra, los hizo, aunque afrodescendientes a todos, en realidad diferentes entre ellos.
Esclavizados siempre negros, nunca blancos, o mestizos, también a veces esclavos, no ocuparon idéntica posición dentro de la sociedad cubana, como resultado de que sus puntos de partida no fueron los mismos. Entre ellos, negro era ser esclavo, o esclavizado; blanco, nunca fue esclavo, al menos en cuba y mestizo, dado la mezcla sobrevivió con un poco de menos mala suerte.
Entre todos, la pobreza podía ser también masivamente blanca, pero la riqueza nunca fue negra y muy contadas veces mestiza.
Entonces en cuba, todos somos afrodescendientes, es decir, desde esa perspectiva, todos iguales, pero sin embargo, diferentes. Porque después la dinámica de la sociedad cubana se encargo de diferenciarnos.los negros eran afrodescendientes pero esclavos y pobres, los blancos eran afrodescendientes también, pero nunca esclavos y concentrando la riqueza; los mestizos eran afrodescendientes, pero algunas veces en una posición intermedia entre la esclavitud y la pobreza.asi se formo esta sociedad afrodescendiente. Realidad que aun arrastramos. Negarlo solo puede ser consecuencia de la ignorancia o de no autorreconocernos.
Al llegar el triunfo de la revolución en 1959, así estábamos y entonces las cosas comenzaron a cambiar. Una política social de profundo sentido de justicia y de lucha contra la desigualdad, hasta los mismos bordes del igualitarismo, comenzó a sacarnos a todos del status en que nos encontrábamos.
Los blancos ricos, en su inmensa mayoría, abandonaron el país, casi solo quedaron blancos pobres en cuba. Los que socioeconómicamente, comenzaron a parecerse bastante a los negros y mestizos que casi todos siempre habían sido pobres, todos mejoramos nuestra situación social. Al punto de que si no hubiera habido una revolución los negros y mestizos la hubieran tenido que hacer para poder avanzar lo que lograron en todos estos años. Aunque toda la población pobre también avanzo. Entre ellos, blancos pobres masivamente.
Pero la situación antes descrita, signada por un sistema colonial esclavista primero y una república que solo lo fue a medias, nos dejo una herencia maldita: el racismo, apuntalado por los estereotipos raciales y la praxis de la discriminación racial en particular, aunque de todo tipo tambien.Contra la mujer, de modo especial: por el sexo, la pobreza y el color
Aunque en cuba, entonces, todos somos afrodescendientes, nos diferenciamos de esta población en otros países, porque hemos venido tratando de construir una sociedad diferente. Lo cual se expresa en que los problemas que para muchos afrodescendientes son metas a alcanzar, en cuba ya son logros sociales alcanzados: educación y salud pública gratuitas, seguridad social, dignidad , igualdad ante la ley, reconocimientos sociales, participación en el poder, derechos ciudadanos, igual salario para el mismo empleo, etc. territorio común, idioma, participación en la cultura, protección social para .todos, algunos logros inalienables, que para muchos afrodescendientes en el mundo son aun aspiraciones no satisfechas.
Lo anterior no significa, que los afrodescendientes en cuba, particularmente los negros y mestizos, no debamos luchar aun por alcanzar otras metas, en las que sin dudas, somos aliados de los afrodescendientes en otras latitudes.
Tales metas como en particular: liquidar los estereotipos raciales, terminar con la discriminación por el color , liquidar el racismo y compartir, en igualdad de condiciones la riqueza, la cultura , las ventajas sociales y económicas, él poder, entre todos los grupos raciales que conforman hoy nuestra nación. Pero tratándose, en estos últimos asuntos, más bien de grados y no de ausencias, ni de negaciones explicitas.
A diferencia de otros países, negros y mestizos en cuba, pueden con todo derecho reclamar para sí idénticas condiciones de vida, que solo podrían ser negadas bajo la condición de no contar con las capacidades profesionales, técnicas y culturales para alcanzarlas. Nunca porque sea legal o socialmente aceptable no poseerlas, a pesar de contar con todas las capacidades para lograrlas.
No quiere decir que en la cuba actual eso no sea posible, que ello no ocurra, ocurre y con cierta frecuencia, pero se le puede reconocer como una desviación de lo que normalmente debe ser, como una disfuncionalidad social, contra la cual se tiene todo el derecho a luchar.
Lucha en la que se hace necesaria la articulación con todo el movimiento afrodescendiente de izquierda del mundo, especialmente de América Latina y el Caribe, aunque también la diáspora. Proceso en el que cuba con su experiencia puede, junto a otras fuerzas de izquierda, desempeñar un papel protagónico.
Cuba es de hecho parte del movimiento afrodescendiente de izquierda y no debe nunca renunciar a su espacio dentro de ese movimiento y al papel que le corresponde desempeñar. Púes seria claudicar ante los que pretenden regresarnos al colonialismo.
Recientemente, los días 20 y 21 de septiembre del presente año, celebramos en Cuba la “Conferencia para la Articulación Regional del Movimiento Afrodescendiente de Izquierda” en la que llegamos a importantes acuerdos para lograr la articulación. Dentro de poco comenzaran a circular un grupo de documentos al respecto muy importantes para el trabajo futuro.
La importancia de este evento mencionado no se circunscribe para nosotros a la pertinencia que tiene qué Cuba articule con el Movimiento Afrodescendiente de Izquierda en América Latina, el Caribe y la Diáspora, sino también por el significado, que para hacer avanzar el tema de la lucha antirracista interna tiene esta articulación. Los negros y mestizos cubanos estamos obligados a luchar de conjunto con nuestros iguales, porque la mentalidad colonialista sobrevive en todas partes. Aún dentro del socialismo que pretendemos construir.
Existe no obstante, un fenómeno que también Cuba comparte con el movimiento afrodescendiente de izquierda, que todavía en no ayuda a enfocar de manera científica cuales son las diferencias y desventajas que todavía se presentan para los afrodescendientes: la problemática de las estadísticas.
Aun nuestro sistema estadístico no cuenta con un conjunto de categorías socioeconómicas, que tomando en consideración la variable del color de la piel, nos acerque más a la realidad socioeconómica de nuestra población negra y mestiza. Pues el “color de la piel” continúa siendo entre nosotros una variable de diferenciación social, cuya limitada utilización impide u obstaculiza obtener imágenes cuantitativas y cualitativas más realistas del estado y nivel de vida de nuestra población no blanca, ni a veces de la blanca, pues nuestras estadísticas carecen de color. Ocultando sobre todo los niveles de insatisfacción social de negros y mestizos, pero, paradójicamente, impidiendo también observar con claridad cuantos estos grupos han avanzado, a partir de una política social, que como nunca antes, los ha beneficiado.
En América Latina y el Caribe esa realidad de invisibilidad estadística sirve a varios gobiernos para ocultar la verdadera pobreza, mientras que en cuba, paradójicamente, tiende a ocultar el avance de la población negra y mestiza. Situación que además afecta seriamente el carácter especifico y diversificado que debe tener la política social y que ya sabemos, la crisis económica de finales de los ochenta y principios de los noventa conmino a tener que ajustar.
Entonces, los afrodescendientes en cuba, de hecho tenemos algunas metas comunes a las de los afrodescendientes en cualquier lugar, pero debiendo reconocer que las condiciones son diferentes y que las formas de lucha para lograr esas metas pueden no ser exactamente las mismas. Lo cual se debe a varias razones básicas:
- En cuba ocurrió una revolución que devino en anticapitalista y que desde 1959 le declaro la guerra a la desigualdad y a la injusticia.
- Un sistema de organizaciones políticas, de masas y sociales, sin requisitos raciales de ningún tipo, impulsaba a todos los ciudadanos hacia metas comunes de desarrollo económico, social y cultural.
- La cultura nacional, el rescate de sus valores y su disfrute, devino en patrimonio de toda la sociedad. Produciéndose un mayor grado de integración cultural, aunque todavía no terminado.
- El gobierno revolucionario desplego una política social cuya tendencia era alcanzar a todos los necesitados por igual hasta el último rincón del país.
- Nunca los pobres, particularmente, los negros y mestizos, habían contado con un gobierno en cuba que velara por sus intereses.
- La equidad en la distribución de la riqueza nunca había alcanzado niveles como los que la revolución ha desplegado.
Entonces, el entorno en que los afrodescendientes cubanos deben defender sus derechos y alcanzar sus metas, se encuentra dentro del contexto de una sociedad, que a pesar de sus insuficiencias e imperfecciones, los defiende y atiende como parte de toda la sociedad. Más allá de que la existencia aun del racismo y la discriminación racial, exigen del cumplimiento de otras tareas y políticas especificas que eliminen las lacras mencionadas, que afectan aun de manera especial a negros y mestizos.
Luego en cuba somos afrodescendientes, pero sin confusiones que nos aparten de nuestras metas especificas o nos alejen de aquellas que de común debemos defender junto a toda la masa afrodescendiente donde quiera que esta se encuentre
Entonces es totalmente legítimo defender que la proclamación de naciones unidas de declarar el 2011 como años de los afrodescendientes es también nuestra. Debiendo celebrarlo y reclamar que no se trate simplemente de un año, sino de un largo periodo de lucha que ahora solo comienza.
Septiembre 22 del 2012.
1 Ver la investigación de la Dra. Beatriz Marcheco, directora del centro Nacional de Genética Médica. La habana, Cuba
2 El Comandante en jefe Fidel Castro se percato de ello y mando a hacer sus propias investigaciones sociales. Pues se intuyo diferencias y grados de afectación social en una parte de nuestra población, principalmente pobre, pero sobre todo negra y mestiza, que las estadísticas nacionales no eran capaces de reflejar.
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