Por: Esteban Morales
UNEAC.
Todo parece indicar que ya hay dos prensas en Cuba. La que algunos pretenden que todos leamos y otra, al alcance solo de un 10% de la población, pero cuyos resultados se retransmiten por medio de “radio bemba”, que como diría el propio Raúl Castro en una ocasión, trasmite mejor que el Instituto Cubano de Radio y Televisión. Solo que desde que el Cro. Raúl Castro dijo eso, hasta hoy, ya existen el correo electrónico e internet, que resultan medios muy eficientes para hacer circular la información que nuestra prensa aun no se atreve a publicar.(1)
La primera, la prensa escrita, que tiene dos periódicos principales nacionales, muchas veces lo que hacen es duplicar las noticias, que bastaría con sacarlas en uno de ellos.(2)
Una prensa, que el pueblo compra todos los días, con la esperanza de ver reflejadas de manera abierta, fresca y franca, tanto los principales acontecimientos y especialmente sus preocupaciones. O sea, lo que todo el mundo habla en la calle. Qué pasa con la corrupción; donde está el cable; cuándo la agricultura va a dar resultados satisfactorios para que bajen los precios; cuándo se darán los cambios en las regulaciones migratorias, algo tan prometido; cuándo conoceremos el texto de la ley tributaria; qué pasará con el cúmulo de opiniones negativas que existen sobre las más recientes regulaciones aduanales, etc.
Se trata de una prensa que en verdad no parece cubana. Demasiado esquemática, secretista, insípida. No tiene casi nada que ver con la idiosincrasia del cubano que se ríe hasta de sus propias desgracias; una prensa que con tal de sacar lo negativo de Estados Unidos, pone a veces en primera plana noticias de ese país, que no la reflejaría ni en su décima página el U.S.A Today, el periódico más popular en los Estados Unidos.
Sin dudas, últimamente, se nota que nuestra prensa hace un esfuerzo, pero está muy lejos aún de satisfacer las expectativas del ciudadano medio. Ello se observa en alguna medida en la sección de los viernes de Granma y con algunos artículos publicados esporádicamente. El anunciado congreso de la UPEC inevitablemente tendrá que tomar el “toro por los cuernos”, si es que de verdad queremos lograr una prensa acorde con los tiempos que estamos viviendo. Una prensa que se convierta en instrumento eficaz para la crítica, el perfeccionamiento del modelo económico y el cambio de mentalidad que se ha pedido por la máxima dirección del país.
Pero no obstante, haber modestos avances, es lamentable ver, cómo nuestros periódicos nacionales van perdiendo adeptos. La población los compra casi por inercia, o porque no hay otros, esperando encontrar en ellos algún día sus inquietudes o aquello sobre lo que desea saber e informarse. No es para dudar, que con una prensa así, las batallas a librar están pérdidas de antemano, por las razones siguientes:
- La población termina por cansarse de leer una prensa que no refleja nuestras realidades, ni con amplitud lo que está pasando.
- La separación entre lo que esa prensa refleja y la realidad introduce la desconfianza.
- El ciudadano se mueve buscando otras alternativas para informarse mejor. Lo cual es muy peligroso.
- El ciudadano apela a la radio nacional, que siempre es más espontánea. De ahí pasa a las emisoras extranjeras que nos rodean, alguna de las cuales transmiten incluso en español, estando muchas de ellas diseñadas para intentar que sean escuchadas en Cuba. La peor de las cuales es la mal llamada Radio Martí.(3)
- Se va generando una mentalidad que busca afuera la información que debiera recibir adentro. Regalando muchas veces la inmediatez de las noticias e informaciones.(4)
- El ciudadano se hace entonces más sensible a las llamadas bolas y a las distorsiones de la información.
- Debe ser más realista, democrática, abierta, eliminar definitivamente el secretismo, la autocensura, el discurso viejo, dogmático y apologético.
- Debe abrir espacio a la intelectualidad cubana revolucionaria, reflejando su discurso más realista, crítico abierto e inteligente. Aliándose con aquellos que enfrentan la crítica contrarrevolucionaria desde posiciones que reconocen nuestras deficiencias, antes de que el enemigo nos las tire a la cara y las convierta en armas de una diplomacia subversiva, apoyada por la política del “Cambio de Régimen” preconizada por la administración norteamericana actual.
- Debe ganar conciencia de que la superioridad técnica del enemigo no tiene por qué ser una desventaja para nosotros, si sabemos utilizar de manera inteligente las armas de la verdad, la coherencia, la sistematicidad critica, y el valioso potencial científico e intelectual revolucionario de que disponemos.
Una sociedad, que en medio de la revolución de la información, regala los oídos y ojos de sus ciudadanos no sobrevive. Recuperar la confianza del pueblo se va tornando muy difícil. Porque la población reacciona ante la ausencia o calidad de la información, como ante algo que le pertenece, que debe recibir y que alguien le está robando o está tomándose la atribución de negarle.
Ese es un sentimiento que peligrosamente ya va ganando espacio entre nosotros. Legítimo por demás, porque ha sido la propia máxima dirección del país, la que ha criticado a la prensa, hablando de sus deficiencias y entre ellas, del secretismo. Ha sido el propio Presidente, el que ha abierto los canales de la crítica y ha presionado para que la prensa partidaria le acompañe. Pero no se produce el cambio y la gente espera cada vez más impacientemente, por lo que no acaba de llegar.
Sin embargo, una nutrida intelectualidad revolucionaria encuentra espacio en la intranet y en internet y aunque los que tienen posibilidades de acceder a ese medio son pocos aun, sus artículos y comentarios, se divulgan internamente a través de los correos electrónicos y llegan a una cantidad de personas mayor que la que se puede suponer. Pero lamentablemente, internet se beneficia de ello, rebotando hacia Cuba las informaciones y comentarios que el propio país debiera reflejar. Ese es el daño que nos hace el “exceso de celo” con internet, que es más dañino que el propio daño que internet pudiera hacernos. Dentro de este mundo en que vivimos, para lograr sobrevivir, es una exigencia afrontar los riesgos de estar dentro del.
¿Cómo lograr invertir esa ecuación, donde los medios nacionales también comienzan a perder prestigio internacionalmente?
Las deficiencias e insuficiencias de la prensa y medios informativos cubanos, tienen también repercusiones negativas en el exterior, donde existe gran interés sobre los acontecimientos y la situación de Cuba, por las propias preocupaciones que la crítica realidad cubana despierta y porque el discurso oficial las reconoce. Incluso muchos extranjeros amigos de Cuba, están preocupados por lo que ocurre en la Isla, pero sienten que no reciben información fidedigna y suficiente de nuestras realidades, se percatan de que la prensa cubana no las refleja, y que es más realista informarse sobre Cuba a través de internet, la intranet y de otros medios alternativos.
Los blog, revolucionarios o no, las publicaciones digitales, como Espacio Laical, La Ceiba, Observatorio Critico, Moncada, SPD, Café Fuerte, Havana Times, La Joven Cuba y otros, se mueven hacia delante, copando la atención de lectores que fuera de Cuba buscan una información más objetiva, atrevida, critica, en general más acorde con los retos que se sabe por todos enfrenta el país y que no encuentran en la prensa escrita nacional, que por lo general, presenta una imagen casi idílica, carente de suficientes críticas, las dificultades e inconformidades; que apenas refleja nuestra realidad y de manera aun timorata, secretista y restringida. Impidiendo por esa vía, que nuestros potenciales amigos fuera de Cuba, conozcan lo suficiente, no solo de cuáles son nuestros problemas, sino también los argumentos para apoyarnos.
Se trata de un fenómeno, del que no creo la prensa nacional se percate claramente, porque muchas veces esos amigos, adolecen de los mismos problemas que nosotros en Cuba: la defensa a ultranza, la autocensura, el insuficiente reconocimiento de lo negativo, la apología, la solidaridad ciega. Vicios que nosotros mismo, los revolucionarios cubanos, les hemos inoculado desde Cuba en no pocas ocasiones.
¿Cómo salir de ese atolladero desinformativo, para que la defensa de la revolución cubana hoy sea más realista, más consciente, más acorde con los desafíos que ahora enfrenta el país, para que nuestro pueblo confíe en ella y nuestros amigos en el extranjero nos puedan ayudar más a enfrentar la avalancha de la crítica contrarrevolucionaria?
Crítica contrarrevolucionaria que es sin dudas, en estos tiempos¸ más inteligente, más científica, puesto que no se apoya muchas veces en la simple mentira, la burda distorsión de los acontecimientos o la sobredimensión de nuestros problemas, sino que toma nuestros problemas reales, para presentarlos de manera más sofisticada, mas finamente manipulada, buscando el desaliento, la confusión y la desconfianza en nuestras soluciones.
Pienso, que existe solo un camino, para que nuestra prensa termine por superar esas situaciones. Nuestra Prensa a todos los niveles de su gestión:
Mientras no logremos esa alianza, cada cual seguirá por su lado, con sus armas, algunas muy melladas por cierto y seremos solo una tropa dividida por la desconfianza, el dogmatismo, la apología y el elitismo de algunos que adoptan, desde sus posiciones de poder, la actitud de defensores “puros”, mientras consideran a los otros, como unos simples liberales que quieren regalar el discurso de defensa de la revolución a sus enemigos.
Septiembre 8 del 2012.
1 Existen excelentes periodistas como Jorge Gómez barata, Félix Sautié, Fernando Ravsgber, con cuyos artículos nuestra prensa ganaría mucho. Sin embargo ninguno es bienvenido en ella. No pocas veces cuando se publica un artículo de fondo sobre los problemas del mundo actual, se hace con refritos de artículos de autores extranjeros, cuando en Cuba sobran quienes puedan publicar sobre esos temas. Observándose un verdadero divorcio entre la llamada prensa oficial y la intelectualidad del patio.
2 Sin dudas hay un problema de personalidad entre los dos periódicos, que afecta fundamentalmente al periódico de la juventud. Que ineludiblemente dedica mucho espacio a repetir noticias que no le correspondería publicar, si ya han aparecido en el órgano oficial del Partido y muy poco a los problemas de los jóvenes.
3 No se habla aquí del fenómeno de la proliferación del CD con programas de todo tipo que circulan en la red nacional. Lo cual responde a un problema parecido al de la prensa plana, pero en nuestra televisión, Sumamente criticada y no por falta de recursos, sino de creatividad.
4 La noche del 9 de septiembre del presente año, una parte importante del país quedo a oscuras y Radio reloj era incapaz de informar a la población que estaba pasando. Lo cual hace algunos años no ocurría.
Morales:
ResponderEliminarComo termina su poema Nicolás: "En fin el mar".
Aquí usted habla de los efectos, pero quiere seguir haciéndonos creer que la causa del problema (que usted se abstiene de mencionar) es algo etéreo y que no está detrás del monumento a Marti.
Maestro Morales, en las clases que usted y otros colegas suyos nos daban alla por los 80 en la facultad, inexistente ahora, de Economia Politica nos especificaban bien claro que en la vida y en la propia filosofia marxista se dice, que estan la esencia y los fenomenos reflejados por esa esencia y que la causa ultima de los problemas esta en la esencia. El marxista debe descubrir esa esencia para atacar las causas y no quedarse en los fenomenos superficiales. Hasta cuando los intelectuales cubanos y teoricos de las ciencias sociales van a seguir hablando de los fenomenos y no de la causa?
ResponderEliminarEstimado Esteban Morales:
ResponderEliminarSoy un joven de 30 años, actualmente me encuentro trabajando en una empresa socialista que me paga por no hacer nada, pues asi mismo, en la empresa no hay casi profesionales graduados de nivel superior (4 para ser exactos) y a mi me tienen en un rincon hace un año sin que nadie se me haya acercado a tratar de ver como aprovechar mis conocimientos, soy ingeniero industrial, estudie en la lenin y me considero un joven con talento sin embargo me siento completamente frustrado pues a pesar que he comunicado esto a mis superiores las cosas se mantienen iguales, a mi mama le sucedio lo mismo y tuvo qeu irse del pais asi como a una tia, ambas profesionales.
Bajo esas circunstancias cree ud. que un joven puede quedarse a esperar a ver como se le va la juventud y se frustra como profesional mientras una camarilla de aprovechados con muchos carnecitos y trabajos voluntarios y guardias pero sin ningun conocimineto tecnico hace y deshace inflando globos de todos los colores y retrasando el desarrollo de las empresas que teoricamente pertenecen al pueblo?
Hace alguno anos tuve la oportunidad de irme al ecuador definitivamente y lo rechace porque estudiaba en la universidad y tenia la esperanza de incorporarme a alguna empresa y ayudar a hechar palante mi pais aunque el salario no alcanzara, hoy en dia maldigo mil veces no haber aprovechado aquella oportunidad.
Un amable saludo de su amigo Manolo, de Kaosenlared.
ResponderEliminarA pesar de las discrepancias, lo admiro.
Cómo deben ser nuestros periódicos.
ResponderEliminarFirmado: N.LENIN.
“PRAVDA”, Nº 202, 20 de septiembre de 1918.
Se dedica espacio excesivo a la agitación política de viejos temas, a la charla política. Es increíblemente reducido, en cambio, el que ocupa la construcción de la nueva vida, los hechos y realidades que se refieren a ello.
¿Por qué no decir en 20 ó 10 renglones lo q1ue ocupa 200 ó 400; cosas tan simples, notorias, claras, suficientemente conocidas ya por la masa como la ruin traición de los mencheviques lacayos de la burguesía, como la invasión de los japoneses e ingleses para restablecer los sagrados derechos del capital, como las amenazas de los multimillonarios norteamericanos que muestran los dientes a los alemanes, etc., etc.? Es necesario hablar de ello, señalar cada hecho nuevo, pero no se trata de escribir artículos, repetir argumentos, sino de destacar en unos pocos renglones, “en estilo telegráfico”, las nuevas manifestaciones de esa vieja política, ya conocida y caracterizada.
La prensa burguesa de los “buenos tiempos de antes” no habla siquiera del tema “prohibido”, de la situación interna de las fábricas y empresas privadas. Esta costumbre favorecía a la burguesía, pero nosotros debemos terminar en forma radical con ella. No lo hemos hecho. Las características de nuestros periódicos no se modifican como correspondería en una sociedad que realiza el paso del capitalismo al comunismo.
Menos política. Esta es por completa “clara” y se reduce a la lucha que libran dos campos: el del proletariado sublevado y un puñado de esclavistas capitalistas (en esta jauría incluyo a los mencheviques y otros). Respecto de esta política, repito, es posible y necesario hablar en forma muy breve.
Más economía. Pero no en forma de argumentos “generales”, ensayos científicos, estructuras intelectuales y absurdos por el estilo, como por desdicha ocurre con demasiada frecuencia. Necesitamos reunir hechos sobre la construcción real de la nueva vida, verificarlos en detalle y estudiarlos. ¿Existen éxitos efectivos en la organización de la nueva economía en las grandes fábricas, en las comunas agrícolas, en los comités de pobres, en los consejos de economía nacional de los diferentes lugares? ¿Qué éxitos son esos? ¿Se ha demostrado que lo son? ¿No se trata de frases hechas, de alabanzas, de promesas de intelectual (“las cosas se arreglan”, “el plan está elaborado”, “pondremos en acción las fuerzas”, “ahora garantizamos”, “la mejoría es indudable” y charlatanería similar, en la que “somos” verdaderos maestros)? ¿Con qué se lograron estos éxitos? ¿Cómo ampliarlos?
Lic. Alexis Mario Cánovas Fabelo.
2a parte:
ResponderEliminar¿Dónde está la lista negra de los rezagados en las fábricas retrasadas, que después de la nacionalización continúan siendo modelo de desorden, descomposición, suciedad, bandidaje y holgazanería? No existe. Pero hay fábricas tales. Y no cumplimos con nuestro deber si no declaramos la guerra a estos “conservadores de las tradiciones del capitalismo”. No somos comunistas, sino vagabundos, si soportamos en silencio estas fábricas. No somos capaces de llevar a los periódicos la lucha de clases como lo hacía la burguesía. Recuerden cuán magníficamente acosaba a sus enemigos de clase, como se ensañaba en ellos, cómo los ridiculizaba y les hacía la vida imposible. ¿Qué hacemos nosotros? ¿Acaso la lucha de clases en la época de transición del capitalismo al socialismo no consiste en proteger los intereses de la clase obrera de la actividad de esos puñados, grupos, capas de obreros que se aferran a las tradiciones (costumbres) del capitalismo y adoptan ante el Poder soviético la misma actitud que antes: trabajar para “él” lo menos y peor posible, y obtener de “él” la mayor cantidad de dinero. ¿Son acaso poco numerosos estos canallas, incluso entre los cajistas de las imprentas soviéticas, entre los obreros de Sórmovo y Putilov, etc.? ¿Cuántos hemos encontrado, a cuántos hemos desenmascarado, a cuántos hemos puesto en la picota?
La prensa calla al respecto. Y cuando escribe, lo hace al estilo de los burócratas y funcionarios, no como debe hacerlo la prensa revolucionaria, un órgano de la dictadura de una clase, cuya función es demostrar con hechos que la resistencia de los capitalistas y los parásitos que conservan sus costumbres será suprimida con mano de hierro.
Lo mismo ocurre con la guerra. ¿Acosamos acaso a los jefes militares cobardes, a la negligencia? ¿Deshonramos ante Rusia a los regimientos que no sirven para nada? ¿Hemos “encontrado” un número suficiente de los peores elementos, a los cuales habría que eliminar del ejército, haciendo el mayor ruido posible, debido a su inutilidad, incuria, atraso, etc.? No libramos una guerra efectiva, implacable, verdaderamente revolucionaria contra los culpables concretos del daño, Utilizamos pocos en la educación de las masas los ejemplos y modelos vivos, concretos, en todos los aspectos de la vida, y ésta es la tarea fundamental de la prensa en la época del tránsito del capitalismo al comunismo.
Prestamos poca atención a lo cotidiano en la vida interna de las fábricas, en el campo y en el ejército, y allí es donde se construye en mayor medida lo nuevo, lo que merece fundamental atención, difusión, que debe ser criticado desde el punto de vista social, combatiendo los defectos y llamando a aprender de los mejores ejemplos.
Menos Charlatanería política. Menos razonamientos de intelectual. Aproximarse más a la vida. Prestar más atención a cualquier manifestación de lo nuevo que revele en su labor diaria la masa obrera y campesina. Comprobar mejor hasta que punto es comunista esta manifestación de lo nuevo.
(Fin de la transcripción)
ResponderEliminar7.- ANTECEDENTES LABORALES:
1961-1963:
Revista “El Pionero
1963-1966: Equipo de Propaganda, Sección Política de la DAAFAR.
1963-1966: Periódico “Siempre Alerta”, DAAFAR.
1966-1971: Semanario “Pionero”, periódico, “El Bayardo”, “El Caimán Barbudo” y el asesoramiento técnico a los periódicos provinciales “Guerrillero”, “Ahora” y “Sierra Maestra”.
1968-1989:
Unión de Periodistas de Cuba: Como miembro de la Comisiones Nacionales de Diseño; de Historietas; de Prensa Infantil y Juvenil; y la de superación y capacitación profesional; y del Consejo de Dirección de la revista UpeC.
1971-1981: Frente de Divulgación del Ejecutivo Nacional de los Pioneros.
1978-1979: Misión Internacionalista como Corresponsal de Guerra; subdirector del Periódico Verde Olivo en Misión Internacionalista; y asesor de Propaganda y Publicidad del MPLA, JMPLA; OPA, y el Ministerio de Cultura de Angola.
1981-1984: Dirección Municipal del PCC, en Plaza de La Revolución.
1984-1985. Revista SEPMI, 1984-85.
1985-1988. Departamento de Divulgación del MINBAS.
1988-1994: Facultad de Educación Artística del Inst. Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.
1992-1993:
UNICEF, Proyecto Cubano “Para la Vida”.
1994, hasta el momento: Creador Independiente.
8.-PROFESIONES Y OFICIOS QUE DOMINO DESDE:
1961:
Ilustrador, Colorista y Realizador.
1962: Diseñador Informacional e Industrial.
1963: Planificador de Campañas y planes de Propaganda, contra propaganda y Publicidad, Pintura, Grabado, Escultura y Cerámica Artística.
1964: Fotografía Artística, Dirección artística en Medios Masivos de Comunicación, Asesoramiento como especialista en Comunicación Social e Institucional.
1966: Dirección de Equipos de Comunicación Social e Institucional, Dirección, confección y montaje de Exposiciones.
1967: Docencia Técnica y Profesional.
1971: Periodismo, Periodismo Grafico, Redacción Publicitaria, de propaganda y contra propaganda y guiones de historietas, radio, TV y Cine.
1972: Locución.
1975: Investigaciones de medios, filosóficas, históricas, sociológicas, psicológicas y de mercados.
1988: Docencia universitaria en Artes Plásticas.
¿HAY QUE HACER CAMBIOS O NO?
ResponderEliminarAlexis:
EliminarVisto su impresionante curriculum no me cabe dudas de que usted es la persona indicada para encabezar el Dpto. Ideológico del PCC. Ya hice la propuesta a los niveles correspondientes.
Doctor Morales. Usted tiene enorme razón en cuanto plantea en su artículo. La prensa no ofrece lo que el pueblo quiere escuchar o leer. Mas el problema no es del periodista sino de quien dirige al periodista. En nuestras redacciones se arman enconados debates sobre la política editorial y los trabajos que se publican. El periodista es crítico por antonomasia, es incorruptible en la mayoría de los casos y profundamente revolucionario. ¿Cual es el miedo entonces a permitir abordar con objetividad y veracidad la corrupción burocrática que lleva este país a la mierda? ¿Por qué no hablar del cable que desapareció en la nada? ¿Por qué desgastarnos hablando de Estados Unidos y el presidente Obama, cuando tenemos problemas profundos que tratar de manera valiente y revolucionaria?
ResponderEliminarReitero que la culpa no es del periodista. Recordemos que nuestros periódicos son Órganos Oficiales, no periódicos independientes, responden por tanto, a una política editorial dirigida con mano férrea desde el Departamento Ideológico del Comité Central. Con la Conferencia Nacional del Partido, pensamos que se solucionaría el gran problema del secretismo y las fuentes negadas a ofrecer información, pero entre los objetivos se indica a las victimas (periodistas) sentarse amablemente con los victimarios (las fuentes) y solucionar el problema que se crea bien arriba. No se reconoce que los propios ministros (muchos de ellos miembros del Buró Político) son quienes impiden el acceso de los periodistas a la información. He estado en reuniones de encumbrados ministros que han expulsado a cajas destempladas a los periodistas del local (Ese ministro está entre los firmantes del documento emitido por el Buró Político para garantizar el acceso de la prensa a la información), hecho denunciado ante el Partido de mi provincia y ¿pasó algo? ni una nota de disculpa del señor ministro - general a los periodistas humillados por la bota ministerial. Luego de hechos como ese, ¿algún director provincial entregará de buena gana información a la prensa? Sobre todo cuando tal información pondría sobre el tapete público su ineficacia e incompetencia como cuadro de Dirección. Los periodistas estamos conscientes del reto y estamos cansados de aguantar que se nos critique ácidamente de incompetentes y plumíferos por intelectuales y pueblo en general. NO somos los dueños de los medios. Cuando alguien se atreve a nadar a contracorriente se gana muchas broncas en el Partido y hasta puede caer en el saco de los desafectos y ganarse que los segurosos le pongan tres pares de ojos encima.
Negar la técnica no puede ser el método. Tampoco negar el desarrollo, eso lo enseña la Historia. El método sería abrir más espacios de debate ciudadano. Abrir el acceso a Internet a todo el que pueda pagar la conexión no a precios ruinosos que ofrece el monopolio de las telecomunicaciones Etecsa.
Pero, ojo, usted brinda como solución la apertura a los intelectuales ¿nuestros periodistas no entran en su categoría? ¿Están separados nuestro periodistas de la capa intelectual que usted refiere? O es que solo la intelectualidad refugiada en el mundo académico tiene la palabra. Hasta donde se los intelectuales tienen espacio en la prensa, ahí están los artículos geniales de la doctora Pogoloti, están las comparecencias en la TV de encumbrados académicos, escritores y otros intelectuales.
Marchemos todos en cuadro apretado. Luchemos por una prensa más cubana, dirigida por profesionales capaces y no por cuadros políticos. La política editorial debe ser una y dirigida por el Partido, mas la prensa debe ser dirigida y encausada por periodistas y responder administrativamente ante un ministerio de comunicaciones, prensa, información o como quieran llamarlo. Mientras no saquen a la prensa del saco del departamento ideológico del Comité Central y un general deje de dirigir el mensaje, no lograremos la alianza que defienda la Revolución y unos seguiremos considerados mediocres informadores y otros intelectuales liberales y en el peor de los casos "quintacolumnistas".
Un saludo.
El francotirador.
Aplausos para El francotirador. Estoy 100% de acuerdo contigo. Mientras la prensa sea filtrada por el CCP jamás existirá una prensa libre. Por supuesto que existen excelentes periodistas en los organos que hacen malabares para hacer alguna que otra crítica; estos son también intelectuales. Por tanto, la raíz del problema no son los periodistas. Es necesario SEPARAR los medios de prensa de los medios de dirección(?) del país.
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