ESTEBAN MORALES DOMÍNGUEZ
UNEAC.
Solo
nos queda Raul para continuar bregando con este tema, que dentro de
la Direccion Política del País, mas nadie se atreve a mencionar.
Desde
el muy temprano marzo de 1960, Fidel Castro hablo sobre el tema. Pero
el mismo quedo sepultado en el olvido despues de 1962.Algo que no
volveré a explicar aquí porque esta mas que repetido en mucho de
mis artículos. Parece que muchos continuan sosteniendo la “estúpida
tesis” de que tratar el tema nos divide, cuando lo que realmente
nos dividirá será no tratar un tema que afecta a tantos cientos de
miles de cubanos, negros, blancos y mestizos.
Posteriormente
el propio Fidel lo retoma en los años noventa, en la iglesia de
Harlem, desde donde acepta lo idealista que habíamos sido al
considerar que el problema sería solucionado, tomando como base la
extraordinariamente humanista política social de la Revolución
Cubana.
Fidel
lanza entonces su concepto de “Discriminación Objetiva”, dentro
del cual se acepta explícitamente que el racismo y la
discriminación racial sobreviven. Yo agregaría, afectando el
proyecto de la Revolución de igualdad social para todos.
Teniendo
en cuenta la guerra cultural que se nos hace desde la aun
sobreviviente política agresiva de Estados Unidos, El tema racial
vuelve a aflorar en los ataques contra Cuba. No siendo casual de que
muchos que están en las nominas de la llamada disidencia, sean
negros. Y que Obama, en su visita a La Habana se haya reunido con
ellos.
El
tema nos amenaza, no solo desde las intenciones subversivas de la
política norteamericana, sino también desde dentro, desde la propia
sociedad civil cubana, donde hay tantas gentes revolucionarias,
negras y no negras, que no acaban de comprender porque nuestra
prensa continua ignorando el tema, porque nuestra televisión apenas
lo refleja, porque nuestra escuela no acaba de asumirlo; y nuestras
universidades no lo estudian como deben; no aparece suficientemente
recogido en nuestro libros de historia y no acabamos de lograr
llevarlo a un nivel de debate que le declare definitivamente la
guerra, a la discriminación por el color de la piel, dentro de una
sociedad mestiza, de una cultura mestiza y un pueblo mestizo.
Todo
parece indicar, que los que frenan el debate, a que estamos
obligados, quisieran luchar contra el monstruo pero sin mencionarlo
por su nombre. Lo cual es absurdo, pues como ya dio el propio Raul
Castro “…para solucionar un problema, lo primero es reconocer que
existe…”
Fidel
lo califico como una lacra, Raul como algo bochornoso y yo lo
califico como uno de los peligros más grandes que estamos obligados
a enfrentar, si no queremos que se convierta en una pandemia social.
Seremos
unos demagogos, sino creemos que asumir el legado que Fidel nos ha
dejado, es también luchar contra el racismo y la dsicriminacion
racial que aun nos ataca, que niega y no por simple instinto, la
realización del sueño a que Fidel nos ha convocado.
Diciembre
4 del 2016.
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