Esteban
Morales Domínguez
Esta
historia comenzó, cuando se racionalizarían 500,000 empleos
sobrantes del sector estatal, y casi “poniendo la carreta delante
de los bueyes”, entonces no se sabía a donde irían a parar esos
trabajadores, que después de un periodo de gracia de 3 meses con
salario, se quedarían finalmente sin empleo.
Por
fin, llego la solución del “cuentapropismo” y hoy existen más
de 400,000 que solucionan su subsistencia por la vía del trabajo no
estatal. A pesar de que la actividad tuvo que sufrir y aún sufre de
muchos prejuicios.
Siendo
solo las palabras del presidente Raul, en la Asamblea nacional, las
que los han rescatado de un ambiente en el que no pocas veces se les
trata como a gente no revolucionaria. Lógico prejuicio sembrado y
padecido durante muchos años, con posterioridad a la llamada
“Ofensiva Revolucionaria, en que se acabó con toda la actividad
privada”. Quedando solo los pequeños campesinos, agrupados en la
ANAP y los choferes de alquiler reunidos en el ANCHAR.
Todo
ello dentro de un gran eufemismo; porque ese cuentapropismo,
económicamente hablando, no lo es tal, sino que debiera terminar de
considerársele como pequeña y mediana empresa, que es lo que
realmente son. Pero no, se sigue llamándoles “cuentapropistas”,
con todo las inconsecuencias teóricas y enredos sociales que eso
crea.
No
se les otorga el reconocimiento que de hecho ya tienen, como parte de
una realidad, que, aunque no guste a muchos, está solucionando un
conjunto de problemas que el estado no puede, ni debe encargarse de
solucionar. Además, con niveles de salarios, que el estado no está
en condiciones de asumir. Por lo que el estímulo a trabajar en el
sector, es más que evidente. No pocos abandonan su empleo estatal,
incluso de alta calificación, pobremente remunerado, para pasarse al
sector privado.
Cuantas
personas calificadas nos podemos encontrar de choferes, maleteros,
empleados en paladares, restoranes, cafeterías y otras actividades,
que están muy por debajo de sus calificaciones reales.
¿Por
qué no acabamos de considerarlos como lo que son, les reconocemos
jurídicamente y les damos su lugar dentro del modelo económico?
Para
complicar aún más las cosas hablamos ahora de cooperativas no
agropecuarias. Que lo que son es, pequeñas y medianas empresas, que
se dedican a las actividades no agropecuarias. Lo que abarca un
conjunto de actividades productivas que amplían sobremanera el
llamado trabajo por cuenta propia.
Entonces,
el problema lo hemos creado nosotros mismos, sobre todo, si tenemos
en cuenta lo que se ha demorado introducir un mercado al por mayor.
Causa fundamental de que, con el crecimiento del llamado
cuentapropismo, este también proliferando la corrupción. Porque si
el cuentapropista no tiene materias primas para trabajar, va a
encontrar siempre, quien las robe de los almacenes estatales y se las
venda. Por lo que el inusitado incremento del desvío de recursos y
del robo en los almacenes estatales, se debe, en primer lugar, a que
no acabamos de “poner los huevos en la canasta”, con la
organización del trabajo privado. Creo que hay que reconocer que el
trabajo privado llego para quedarse y no hay otra forma de
asimilarlo, que como parte de nuestra economía socialista.
Sobre
lo que ahora está ocurriendo con las medidas propuestas, habría que
preguntarse, ¿Por qué se ha tenido que suspender el otorgamiento de
nuevas licencias? ¿Era indispensable hacerlo para poner orden? ¿O
que es lo que hay detrás de esa suspensión? Sobre todo, cuando
sabemos que respecto al cuentapropismo, se ha estado en un “atrás
y adelante” sin descanso.
Sin
dudas, son esperables nuevas medidas de control y requisitos para
poder ejercer la actividad privada. Pero aún existe la preocupación
de cuanto se va a demorar el proceso. Porque antecedentes de
lamentables y molestas demoras existen. Por eso se ha hecho tan
evidente la masiva preocupación de ¿cuánto se va a demorar la
administración estatal en volver a la normalidad?
Personalmente
no me preocupa que el estado quiera regular fuertemente el llamado
cuentapropismo. Debemos cerrar todas las brechas a que este devenga
en fenómenos de ilegalidades económicas, afectando la implantación
del modelo.
Pero
son los funcionarios estatales, los organismos estatales, en primer
lugar, los que tienen que cargar con las culpas del robo y la
malversación. No los cuentapropistas, que lo único que hacen es
tratar de sobrevivir en los marcos de las limitaciones burocráticas
que la administración estatal les ha impuesto.
Cuando
vemos que, a las puertas de un supermercado, hay individuos que son
capaces hasta de venderte un “elefante blanco”; este sin dudas
sale de los almacenes estatales, porque aquí nadie importa elefantes
blancos. Ni vienen en los paquetes de Miami.
Luego,
apretemos a la administración estatal, en primer lugar y veremos
como todo lo demás entra en la legalidad.
La
sociedad cubana, con la proliferación del negocio privado, había
entrado en una dinámica, en que muchos estaban haciendo sus planes.
Además,
el dinero está fluyendo, viene principalmente del exterior y el país
se beneficia, cuando, sin recibir capital oficialmente, de hecho, lo
está recibiendo por medio del simple flujo de las remesas que entran
y no solo por la vía de Western Unión, sino por las llamadas
“mulas”. Que traen más dinero a las familias en Cuba, del que la
Isla puede contabilizar.
¿Vamos
a desaprovechar o a desperdiciar ese flujo monetario que entra
controlado y a veces sin control?
En
el país, aunque no lo queramos, ni podamos controlarlo, entra
bastante dinero. Pero en definitiva todo va a parar al mismo lugar:
la inversión familiar, el gasto de consumo y el que realizan muchas
familias para mejorar sus condiciones de vida. Para lo cual siempre
pagan a un carpintero, pintor, mecánico, plomero etc. Vacacionan,
compran casas, automóviles y otros bienes. Lo cual hace circular el
dinero por las manos de muchos que no lo reciben como remesa, pero
si, por brindar algún servicio o simplemente vender algo.
No
se trata de los 5,000 millones que necesitamos en inversiones, pero
sí de cantidades nada despreciables, que a veces sectores muy
humildes de la población lo reciben. Se dice que las remesas
oficiales sobrepasan los 3,000 millones de dólares anuales y
continúan creciendo.
Entonces,
todo freno que pongamos a la pequeña y mediana actividad empresarial
privada, está desestimulando una erogación monetaria que favorece a
la población, beneficiando aquella parte de ella, que no recibe la
remesa; la que principalmente, como sabemos, es recibida por
intelectuales, clase media con familiares en el exterior y blancos,
casi en su totalidad; porque los negros emigraron tarde, sin apoyo,
como marielitos y llegaron cuando ya lo mejor estaba repartido.
Cuando Estados Unidos, principal receptor de emigrantes cubanos, ya
no era el país de las oportunidades. Por eso, los negros y mestizos
cubanos en los Estados Unidos, no tienen los mejores empleos, los
mejores niveles de vida y en su aplastante mayoría, no disfrutan de
la oportunidad de viajar a Cuba, ni de enviar paquetes o dinero a sus
familiares en la Isla. Mucho menos gozan de la oportunidad de enviar
dinero para que los negros y mestizos en Cuba, puedan aparecer como
dueños de restoranes, cafeterías, paladares y acondicionar sus
viviendas para rentarlas y disponer de una vía tan lucrativa para
incrementar sus niveles de vida.
Por
lo que las medidas adoptadas tienen también un trasfondo racial que
no puede dejar de ser tomado en consideración. Pues tales medidas
afectan principalmente a obreros, artesanos, trabajadores simples,
negros y mestizos en primer lugar, que no tienen acceso la remesa,
pues casi no la reciben, aunque se beneficien de ella, cuando esta
genera empleos y actividad de servicio por diferentes vías.
¿Quiénes
han sido históricamente en Cuba los obreros, artesanos, vendedores
ambulantes; sino negros y mestizos? Que el trabajo en las ciudades
los rescato de la plantación y de la esclavitud.
Esa
estructura social no ha cambiado substancialmente aún. Es cierto
que hay muchos negros doctores, profesores, científicos, artistas,
escritores, etc. Pero aún muchos, más de los que quisiéramos,
nutren la masa de trabajadores simples, artesanos, vendedores
ambulantes, recogedores de basura y otros empleos humildes y mal
pagados. No hay que profundizar mucho para percatarnos, de que la
medida que ahora se adopta de suspender licencias nuevas a
carretilleros, afectara principalmente a personas negras y mestizas.
Por
lo que para cualquier medida económica que adoptemos, debemos tomar
en consideración que nuestra población no es homogénea y que la
variable “color de la piel “continúa siendo una variable de
diferenciación social.
Pero la historia no termina
aquí, aun debemos preocuparnos mucho, por la tendencia que se
observa a no dar empleo a personas negras y mestizas en cafeterías,
restoranes y paladares, principalmente propiedad de personas blancas.
Pero esta es otra historia. De la que nos encargaremos más adelante.
Agosto
15 del 2017.
UD DICE : " Pero son los funcionarios estatales, los organismos estatales, en primer lugar, los que tienen que cargar con las culpas del robo y la malversación. ". ....." apretemos a la administración estatal, en primer lugar y veremos como todo lo demás entra en la legalidad. " . CORRECTO , PERO ME HUBIESE GUSTADO MAS QUE INCLUYERA : .. APRETEMOS A LA ADMINISTRACION ESTATAL QUE PAGA SALARIOS VARIAS VECES POR DEBAJO DE LO MINIMO QUE SE REQUIERE PARA QUE UNA FAMILIA CUBRA LA CANASTA BASICA DE ALIMENTOS "... Saludos
ResponderEliminarMuy de acuerdo con el artículo. Yo me pregunto ¿Acaso estas decisiones no se aprueban en las comisiones de las asambleas nacionales del PP? ¿Cómo es posible entonces que este organismo apruebe algo tan impopular? ¿O me equivoco? Por favor corríjanme si me equivoco. No me queda claro el alcance de la ANPP
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