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Este Blog está dedicado a mi padre, a su obra de vida, a sus ideas, pero por sobre todas las cosas a su constancia. Al académico, padre y abuelo.
Se agradecen los comentarios inteligentes, que aporten al debate intelectual, que complementen o contrasten los artículos publicados, desde una óptica de respeto por las ideas, incluso aquellas que no se comparten.
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miércoles, 24 de junio de 2020

EL RETO DE LA INTELECTUALIDAD

Esteban Morales Domínguez

UNEAC

En abril del 2010 escribí, que la corrupción ya era entonces, el reto más difícil y peligroso que debíamos enfrentar. Un problema de seguridad nacional. Hoy deso alertar sobre la importancia que adopta la intelectualidad, en medio de las circunstancias que vive el país. Al tratarse de un asunto ideológico de primer orden.

Ya explicábamos en reciente artículo, que la ciencia es una forma de poder. Por lo que no debemos descuidar su dinámica y mucho menos tratarla con mecanismos anti democráticos. El papel de nuestros científicos en el trabajo contra la pandemia de la Covid.19, resulta un ejemplo de cómo deben trabajar unidos ciencia y política gubernamental.

Cuba es el único país de este hemisferio que no tiene analfabetismo, que cuenta con un nivel medio de escolaridad que es el más alto de la región, incluyendo Estados Unidos y Canadá. Como si fuera poco, casi más de un 10% de su población cuenta con título universitario y posee un “capital humano” con un grado de penetración en el campo de la actividad científica, envidiable para cualquier país.1

Es decir, Cuba, cuenta con un potencial extraordinario, si somos capaces de utilizarlo, para ejecutar los cambios que hagan crecer nuestra economía y lo que es más complejo aun, para hacer corresponder ese cambio con la dinámica social y el cambio de mentalidad que resulta ineludible.

Dentro de esa dinámica, las Ciencias Sociales y Humanísticas están llamadas a desempeñar el papel fundamental, junto al trabajo cultural, por ser las más próximas a la política. Sin embargo, se están produciendo fenómenos que perjudican sobremanera, el papel de esas ciencias y del trabajo cultural dentro de la dinámica política del país.

Entre ellos:

-Nuestra Prensa, al parecer con una actitud de desconfianza y excluyente, por lo general limita a nuestra intelectualidad para estar en los medios. Desplazan sus producciones hacia planos alternativos, digamos la internet, o la Prensa extranjera, a la que tienen acceso apenas un 10% de nuestra población.

- La relación entre política y ciencias es muy débil aún.

Observándose claramente cierta intolerancia, ante todo aquello que se escribe o se dice con matices críticos o que se sale de las “normas trazadas”. 2 De lo cual solo están entrando en proceso de ser consideradas, las opiniones que se vierten sobre nuestra economía, promovidas estas insistentemente por la Presidencia del País.

-Se dificulta fuertemente el acceso a la información sobre temas sensibles, provocando que nuestra intelectualidad revolucionaria, quede en desventaja dentro del debate que tiene lugar en los medios extranjeros, la prensa, internet y la academia fuera de Cuba.

-Se promueve la critica (Raúl Castro la ha promovido explícitamente) pero al mismo tiempo, se frena. Pareciendo como si hubiera dos políticas; la que promueve nuestro Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y la que una burocracia asentada en el poder ,despliega aun a contrapelo de la orientación política más general.3

- Se despliegan iniciativas, por parte de la sociedad civil, que han hecho surgir centros de debate sobre nuestra realidad. Dígase Espacio Laical, Revista Temas, Observatorio Critico, Dialogar Dialogar, UNEAC, etc. Pero no se observa que la dirección ideológica del país promueva una relación con estos centros de debate, ni que aproveche sus resultados. Los miembros de la prensa nacional, apenas participan en ellos y pareciera más bien que estos debates existen, a pesar de no ser del agrado de la Dirección Política. Por lo que parecen realizarse en medio de un cierto ambiente ambiguo, de tolerancia y clandestinidad.

Al mismo tiempo algunas publicaciones, que no podrían ser tildadas de contrarrevolucionarias, son “demonizadas”, aunque muy a pesar de ello circulan y son leídas con interés por parte de sectores de nuestra población, y principalmente por la intelectualidad, sin que sean nunca inteligentemente respondidas.

-Nuestra televisión tampoco utiliza de manera suficiente, el potencial de que dispone dentro de la intelectualidad nacional, para debatir y esclarecer los temas de mayor interés de la población. Sobre todo, si son internos. Muchos temas circulan boca a boca dentro de la Isla, pero en la práctica se los regalamos a la prensa extranjera u otros medios, permitiéndole especular con ellos y manipular la información que rebota sobre la población. Asuntos tales como la economía, la dinámica de la corrupción, el tema racial y otros, no encuentran espacio suficiente para su debate. Por lo que en medio de la extraordinaria lucha ideológica que se libra hoy, quedamos en desventaja, para que nuestra intelectualidad sea acompañada por la población. Solo en Internet en general, se les puede encontrar, como temas que son tratados sistemáticamente y con amplitud. Pero, como sabemos, gran parte de nuestra población no cuenta con los medios necesarios para acceder a los mismos.

Es decir, Las relaciones sistemáticas entre las Ciencias Sociales y Humanísticas, cultura, política e información, aun no funcionan, para hacer de ese mecanismo, lo que de hecho puede ser, un formidable instrumento de trabajo para hacer avanzar las tareas que el país debe desarrollar, en medio de la que está resultando su más difícil encrucijada de supervivencia. Por lo que hoy, aunque la tarea principal es construir el Nuevo Modelo Económico y hacer crecer la economía, nuestros retos son también ideológicos.



Por supuesto, para que el mecanismo de la relación entre política, ciencia e información, funcione adecuadamente, son necesarias ciertas condiciones que nosotros aun no alcanzamos en el grado requerido.

-Es necesario que la crítica abierta y responsable, como la ha proclamado nuestro Primer Secretario, deje de ser algo más que una orientación política o una consigna. Para pasar a convertirse en el modo de accionar político permanente.

-Es necesario que cada organización política y de masas, comenzando por el propio Partido, haga de esa orientación del Cro. Raúl Castro Ruz, un instrumento permanente de trabajo. Hay quien ha dicho que se pueden hacer críticas, pero no al partido. ¿Cómo entender esto? Si el partido es el máximo dirigente de la sociedad y el estado y su actuación se encuentra continuamente expuesta a la opinión de la población.

-La no delimitación, entre Partido, Estado y gobierno, ubica en un cierto callejón sin salida al ejercicio de la crítica. Encerrando a la política dentro de un mecanismo, que hace imposible su valoración crítica y las posibilidades de su rectificación.

-Es necesario que la población adquiera la confianza, de que la crítica, desde posiciones revolucionarias, oportuna y trasparente, puede ser efectiva y que no será demonizada, ni reprimida.

-Hay que rechazar el refugiarse en la mera individualidad y promover todo aquello que permita el ejercicio pleno de la responsabilidad social ante lo mal hecho. Lo cual significa, obrar con transparencia informativa, democracia dentro de las organizaciones, ausencia de impunidad y respeto de la opinión individual, aunque esta pueda ser equivocada. Pues estas últimas son menos dañinas, que las que las que el temor a expresarlas, oculta.

-El cambio de mentalidad debe abarcar fuertemente también el trabajo cultural y a la intelectualidad. Esta última debe sentir, que cuenta con la confianza, la más alta valoración de su espíritu creador y del respeto a su libertad de opinión. De lo contrario, se establece una lucha, que concluye apartando a la inmensa mayoría de los intelectuales del camino del socialismo; y los que no se apartan, acaban perdiendo su capacidad para arrastrar a las masas.4

En todos los ex países socialistas de Europa del Este, el trabajo político con la cultura y la intelectualidad representaron un reto imposible de superar. Los lastres del estalinismo y una política de los partidos comunistas que resulto insuficiente para eliminarlo, dieron al traste con la posibilidad de que el socialismo sobreviviera. Por lo que, no fueron solo culpables del derrumbe, la ineficiencia económica, la improductividad y la corrupción; también la incapacidad de los partidos comunistas, para liderar a sus respectivas intelectualidades, lo que termino por producir el derrumbe espiritual de esas sociedades.

Junio 15 del 2020.



1 En otros artículos nos hemos referido a que estas ventajas, encierran para Cuba el reto de cómo mantenerlas. Fenómeno dentro del cual, la eficiencia y flexibilidad de la política migratoria, desempeñan un papel fundamental. Ver: Moncada-Lectores del Mundo, del Autor, “El suicidio de la Migración”.

2 Ver del Autor Ciencia y Política: un dúo complejo, Blog personal.

3 Cuento con una experiencia personal al respecto, que se encuentra muy bien reflejada en mi blog.

4 El intelectual, o es realmente revolucionario, oponiéndose a la intolerancia, la falta de democracia y al ordeno y mando, o termina siendo un oportunista despreciado por su propio gremio.

jueves, 11 de junio de 2020

NUESTRAS DIFICULTADES E INSUFICIENCIAS Y LA VARIABLE TIEMPO.

Autor: Esteban Morales Domínguez

UNEAC


No conozco ningún economista que escriba y no hable de que hay que apurarse, que hemos perdido tiempo, que el tiempo no alcanza, que está contra nosotros.

¿Por qué esa preocupación con el tiempo?

Es que el mismo resulta ser la variable más importante y ya estamos políticamente, contra la pared. El tiempo ya ha devenido para nosotros una variable política.Llevamos entre 8 y 10 años para poner en practica todas las medidas discutidas y más que aprobadas.

Es verdad que la pandemia, considero, la hemos manejado muy bien. Comenzamos bien y vamos a terminar bien. Ya no estamos lejos del final, en cuanto a Cuba nos referimos.

Sólo debemos evitar que el exceso de entusiasmo haga que el proceso de recuperación se nos vaya de la mano. Debemos determinar por donde vamos a comenzar. Todo hacerlo paso a paso, con las pausas necesarias porque volver atrás sería fatal. Sobre todo, después del ejemplo que hemos dado como país en el control de la Covid-19. Porque esta última le ha resultado traicionera a todos los que se han apurado demasiado.

Pero lo anterior también deviene un reto para nosotros. ¿Por qué? Porque la pandemia que nos vienen encima ahora, es la del crecimiento débil, que ya lo sufríamos antes de que comenzara la del Coronavirus.

Debemos aprovechar para ganar tiempo, comenzando a tomar todas las medidas, antes de que termine la pandemia del coronavirus y sin esperar al próximo Congreso del partido. Ya ha habido dos congresos, no es necesario ahora hacer uno más. Tampoco hace falta, ni siquiera es necesaria otra reunión del Consejo de Ministros. En la del día 4 de mayo, ya nuestro Presidente lo dijo todo y orientó muy claro, que no debemos continuar haciendo lo mismo, que debemos innovar.

De lo que se trata es de comenzar a poner en práctica las medidas, sobre las que ya hay consenso. Este último sale de los documentos ya aprobados, de la Conceptualización, El modelo Económico, el Plan hasta el 2030, la reunión del Consejo de Ministros, del día 4 de mayo, donde se discutió lo del Plan del 2021; del consenso entre los economistas; en que todos estamos de acuerdo, detalles más o menos, de lo que hay que hacer y todos estamos preocupados, de que no nos demoremos más.

Es una cuestión de cuando, no de qué es lo que hay que hacer. Debemos comenzar ya, para que cuando la pandemia termine, hayamos avanzado con algunas medidas y se sienta que la situación comienza a mejorar. Antes de que la justificante lógica y ética de la pandemia se nos agote.

¿Qué debemos hacer?

-Primero que todo, asegurar la alimentación de nuestra gente, comenzando por solucionar el problema agropecuario y dentro de ello, asegurar el abastecimiento de carne de puerco a la población. Donde ya habíamos acumulado la experiencia de hacer crecer la producción.

Hay arroz; teniendo puerco aseguramos grasa y proteína; con eso y lo que hay en los agromercados, aseguramos la comida y se puede esperar por lo demás. Lo que entre de la siembra del ciclo corto; hay mangos, platanos, cebollas, ajos, pepinos; los frijoles irán apareciendo; los huevos, el pedazo de pollo, y ya con eso le aseguramos lo mínimo fundamental para la comida a nuestra gente.

-Hay que acabar de solucionar lo del pescado para el consumo interno. Ese creo lo solucionamos, con alguno que no exportemos; el pescado de las presas y su procesamiento industrial; abriendo la posibilidad de la pesca y venta privada; lo demás, que la gente lo vaya a buscar a los restorantes. Qué dentro de poco, deben comenzar a abrir.

Mientras tanto, otras acciones que nos deben ayudar a darle más sostenibilidad a la alimentación, serian:

-Adoptar medidas para fortalecer la producción industrial agropecuaria. Pagarles bien a los productores medianos y pequeños agropecuarios.

-Quitarles el dogal tan apretado del comercio exterior, para que se puedan importar algunos medios de producción y no tengan que continuar llenando con laticas. Por qué algunos tienen que esperar por la entrega de la maquinaria o el tractor, por parte del Estado, si le podemos dar la facilidad de que lo importen con su propio dinero.

-Hacer que acopio sea más efectivo y si no funciona eliminarlo.

-Eliminar los precios topados de la carne, que no funcionan; el mercado lo haría mejor. Esos precios son los que han creado el problema con la carne de puerco. Que al parecer ya habíamos solucionado y ahora se nos enreda de nuevo y no hay carne de puerco en los mercados de ninguno de los cinco tipos que existen.

El puerco ya en los años noventa, funcionó como la mercancía equivalente, es decir, aquella que la población está dispuesta a dar cualquier cosa por ella. Como lo fueron también en su momento, el cigarro y la lata de leche condensada. Se trata de esas mercancías que, en medio de las condiciones de escasez, asumen un papel de equivalente importante para la población.

Pero debemos también tomar otras medidas, para darle solidez a las primeras que hemos mencionado.

- Fortalecer la producción de los municipios, para tratar de que se auto abastezcan. Creando facilidades para fortalecer la producción local de alimentos.

-Que los productores locales se sientan estimulados y encuentren buenos precios a ese nivel.

-Fortalecer la alimentación del puerco, pollos criollos, carnero, conejos, vacunos. Hay productores que han solucionado la alimentación. Maíz, caña, hierbas, plantas comestibles, miel, hojas de fruta bomba, hojas de yuca, azúcar prieta. Hay que aprender de los que inventan para sobrevivir y si una cosa ha aprendido el cubano, es a sobrevivir, en medio de la escasez.

-Hubo un plan para producir soya y no lo hicimos. Ahora la tendríamos como alimento y extensora para la producción de embutidos. Pero como reza el dicho, “no hay porque llorar por la leche derramada”.

-Al menos para la producción de puercos, no creo que sea necesario importar piensos. Sobre todo, si logramos un buen nivel de producción de maíz, que ya se observa la iniciativa de muchos productores y lo complementamos con otras cosas.

Pienso que las medidas para incrementar la producción de alimentos son elementales.

Un ejemplo desperdiciado es el del aguacate. Los mexicanos exportan aguacate. Y ya quisieran ellos tener los aguacates del tamaño que los tenemos nosotros. Aquí hay una fuente de exportación que no aprovechamos mucho.

Todo lo demás, como la dualidad monetaria, muy importante; Las cuentas por pagar y por cobrar, el turismo, la producción azucarera, la producción industrial, las inversiones extranjeras, muy importantes todas pero, no son las prioridades ahora mismo.

Lo primero, es dedicarnos prioritariamente, a solucionar la comida de nuestra gente, que es la variable política más importante. Incluso si avanzamos en otras cosas, pero no solucionamos la alimentación, estaremos muy mal, porque eso es lo que más presiona sobre la gente.

La segunda gran prioridad que considero debemos cumplir es la de poner a funcionar en sistema todas las formas de propiedad.

No debemos demorar más en crearle las condiciones necesarias a la propiedad estatal, para que esta pueda actuar como debe dentro del modelo. Para ello debemos cumplir tres tareas básicas:

  1. Presionar sobre la empresa estatal para que ponga en movimiento las prerrogativas que ya se le han dado. Algo a lo que nuestro Presidente también se ha referido.

  2. Crear las conexiones entre la propiedad estatal, las pequeña y mediana propiedad privada, las cooperativas y la inversión extranjera. Dónde ya contamos con la experiencia, de cómo esto ha funcionado en el abastecimiento de productos alimenticios al turismo.

  3. Mientras la propiedad estatal, pequeña y mediana propiedad privada, cooperativa e inversión extranjera, no funcionen en sistema, nuestra economía no ira adelante. Pues solo operando con una empresa estatal que haga uso de todas sus prerrogativas y liberada del excesivo centralismo de la planificación, la economía funcionara, liberando así las fuerzas productivas tal y como se nos hace indispensable.

Creo que, en medio de la Covid-19, se ha realizado un esfuerzo inteligente, coordinado y efectivo, que nos está permitiendo salir adelante con la pandemia. Por lo que no podemos darnos el lujo de perder esa experiencia.

El tiempo apremia además, porque nuestra situación frente a la política de Trump, se puede complicar aún más.

-Los barcos iraníes con petróleo en camino hacia Venezuela y las intenciones de los Estados Unidos de impedirlo pueden complicar mucho la situación en nuestra área de seguridad casi inmediata.

-Marco Rubio, ahora al frente de la Comisión de Inteligencia del senado, tratara de hacer algo más para afectarnos. Aunque no será solo a Cuba a la que le provocara problemas

-El ataque a nuestra embajada en Washington es una señal de que la administración estadounidense está dispuesta a retornar a la utilización del terrorismo contra Cuba. Siendo una señal muy grave de que después de casi un mes, ni siquiera se hayan sentido en la obligación de dar una explicación.

-Ya los Estados Unidos están en el contexto del año electoral. Entonces, a medida que se acerque el momento de las elecciones presidenciales, Trump estará más dispuesto a realizar acciones, para parecer un hombre fuerte y como sabemos, somos uno de sus objetivos.

-Hemos pospuesto el pago de la deuda con el Club de Paris, pero de todos modos dentro de unos días debemos cancelarla y eso nos restara dinero para otras necesidades.

-Ya tenemos el verano encima, que no es la época en que nuestra agricultura más produce. Aunque se está luchando con los productos de ciclo corto.

-El final de la pandemia para nosotros no será una panacea, porque el mundo está muy mal y eso en algo nos puede afectar.

-Hay que parar, a toda costa, la delincuencia, pues está afectando seriamente algunos abastecimientos muy importantes, en el momento en que más los necesitamos. Además del problema ético moral que afecta a nuestro gobierno.

Creo que la policía está actuando fuerte y con celeridad, pero no es suficiente, hay que apoyarlos sólidamente con el control máximo sobre el aparato administrativo estatal, él privado y de las cooperativas.

La Contraloría debe mover sus recursos de fiscalización al máximo. Los Ministros, Jefes de Organismos, los privados, los Presidentes de cooperativas, etc. Todos, deben priorizar el tema del control de los recursos. Porque esa es nuestra Pandemia inmediata a controlar. Es que en la medida en que los productos escasean, la acción de la delincuencia y la corrupción se exacerban.

De cómo utilicemos el tiempo dependerá mucho del éxito que podamos tener en llevar adelante las tareas, porque todas contienen medidas que ya debimos haber tomado antes. Luego quiere decir, que ya comenzamos con atraso y por demás, bajo amenaza.

Las propias condiciones en que tenemos que desenvolvernos hoy, no nos van a permitir que actuemos de manera lenta, pues las consecuencias negativas de una actuación inadecuada, o con la no necesaria rapidez, se harán sentir de manera inmediata. Ya no se tratarán solo de consecuencias económicas negativas, sino más que ello políticas.

El Presidente continúa insistiendo denodadamente en que debemos innovar, acabar con todo lo que no funcione, y darle máxima prioridad a la producción de alimentos. Pero en tal sentido, no han faltado ideas en el circuito de los economistas, que continuamente hemos estado escribiendo sobre el tema. Más bien lo que han faltado son acciones de parte del Gobierno. Esperamos que con los ultimátum dados por el Presidente todo comience a funcionar como necesitamos.

Creo que también resulta indispensable comenzar a revisar la situación de algunos cuadros, que parecen no estar funcionando como nos hace falta.

23 de mayo del 2020.



sábado, 6 de octubre de 2012

¿A quién preguntar?


Esteban Morales
UNEAC

Para los que como yo, es un placer escribir, nos gusta que nos lean. Pero no basta con ello, lo que se escribe debe llegar a los oídos receptivos, que además de leer, tendrían la responsabilidad social de retransmitir. Sin dudas,  esos son nuestros medios masivos, nuestra prensa nacional en particular.
Dentro de un reciente artículo “Algunos  Retos de la Prensa Cubana “, hablaba de lo útil que pudiera ser, que nuestra prensa  se sintiera aliada de los muchos intelectuales revolucionarios que en Cuba escriben, con toda responsabilidad, aunque también con sentido crítico, acerca de múltiples asuntos de nuestra realidad.
Sabemos que no es fácil, para una prensa habituada a escribir solo sobre lo que le permiten hacerlo,  tomar de fuente  el análisis crítico,    que reflejan muchos de los artículos que circulan en la WEB. Les haría falta, no  mucho de valentía, para defender esos artículos ante sus censores. Pero  bastaría que quedaran tranquilos con su conciencia revolucionaria al hacerlo. Porque nuestros periodistas son revolucionarios  y bastaría con que se propusieran cumplir con su deber, que no es simplemente publicar lo que le autorizan. No le pedimos que sean indisciplinados, haciendo caso omiso a la dirección del órgano de prensa en cuestión, sino simplemente que sean un poquito más ellos mismos. Que reclamasen que la prensa son ellos y no  la burocracia que los controla. Pues como bien dice Jorge Gómez Barata,  “el problema  no es de los periodistas sino estructural”. Yo agregaría, de un modelo de prensa,  que ya no se corresponde  con el momento  en que vivimos. Mucho menos con la batalla ideológica que se libra hoy  dentro de  los medios a nivel mundial.
Por nuestra parte,  aquellos  que nuestros artículos solo son reflejados en la WEB, porque la prensa nacional no los pública, creo que todo lo que lanzamos a la publicación, debemos,  al mismo tiempo, enviarlo a la prensa nacional. Porque en nuestro país las cosas pueden cambiar  y no debemos darle  la oportunidad a nadie de decir, que nunca les  hicimos nuestras proposiciones.
Por tanto,  declaramos  la necesidad de realizar una ofensiva  hacia la prensa nacional y provincial, enviándole nuestros artículos. Hacerlo  incansablemente, no importa que pensemos que no lo van a publicar, enviárselos  hasta el atiborramiento. Hasta que un día se convenzan  de que el periodismo que hacen puede mejorar   si nos toman en cuenta. Porque sin dudas, nuestra prensa, está  perdiendo la batalla con ese periodismo no oficial, que refleja mejor la realidad y que lo hace de una forma más atractiva, respetuosa de la realidad  y sin hacerle concesiones al dogmatismo, la  apología  y el burocratismo. Poniendo sobre la mesa la información  para un pueblo que durante más de 50 años  se ha superado enormemente, adquiriendo un grado de instrucción y de cultura  que no encuentra satisfacción en lo que recibe atraves  de nuestra actual prensa, escrita, radial  y televisiva. Lo que se observa claramente, en el desplazamiento  que se va  produciendo de manera creciente hacia el video,  internet, la radio extranjera,  a lo cual nuestra   pobre televisión no contribuye . Al contrario, obsérvese la programación, televisiva y podremos percatarnos  del desequilibrio abismal entre lo que se recibe de fuentes  externas (incluido de la televisión norteamericana) y la pobre  producción nacional.
Al mismo tiempo,  no debemos  dejar de preguntarle a nuestra prensa  porque no publica sobre algunas cosas. De manera directa, emplazándolos,   que sientan la culpa  cuando el pueblo está esperando por una información y ellos se la callan. Que sientan, hasta el atormentamiento, que la gente compra el periódico,  pero que por lo general  lo hacen por inercia, porque  día tras día  no  encuentran lo que les interesa leer.
¿Dónde está el cable, que se prometió  nos iba a mejorar nuestra situación de internet?  ¿Porque llevan tanto tiempo sin informar como van los procesos anticorrupción? ¿Porque nuestro Ministro de Relaciones Exteriores celebra una entrevista sobre la cuestión  de las relaciones con la emigración cubana  y  nuestra prensa no publica nada?  ¿Porque hemos tenido que seguir el caso Marambio  por la prensa extranjera?  ¿Porque no informaron sobre lo que ocurrió con la diputada de las Tunas?  ¿Porque  hace unos días publicaron un texto tan ridículo para informar que había  cólera en Cuba? 
En realidad, en el año 2010, cuando escribí en abril,  mi  primer artículo sobre la corrupción,  tuve una experiencia formidable, que me hizo comprender a fondo  que si queremos  continuar siendo revolucionarios, dentro de esta convulsa etapa de la vida de nuestro país, “debemos tener nuestra propia  guerra, librar nuestras propias batallas y correr los riesgos que nos vengan encima”,  de lo contario, podemos  todos los días, quedarnos en nuestra casa y  para mas seguridad, debajo de la cama.
En realidad no fue fácil. Hubo un estúpido  y no cualquier estúpido, que dijo, que “se  estaba lanzando al ruedo algo que el partido quería mantener a discreción”; otro,  “que lo que se  había escrito no se correspondía con  la condición de un  militante del partido” ;   otro,” que  se  había “cagado” al  centro con lo que se  hacía”.
 Algunos, dijeron que “se  le estaba dando armas al enemigo para atacar a la revolución”. Hasta se corrió la voz de que el autor se  había pasado a la disidencia. Y hubo hasta quienes se preocuparon de que  pudiera cubrirle el hueco de la ausencia de liderazgo a la disidencia interna.
Por suerte,  llego el General  Presidente, que ya venía hablando de estos asuntos  y dijo  que “la corrupción es  equivalente a  la contrarrevolución”. Y más  recientemente nuestra  Contralora ha dicho que: “la corrupción es una de las formas más peligrosas de contrarrevolución”.
¿Donde meten  ahora las  caras  todos esos  sietemesinos? A los que les interesaba más  no buscarse problemas que contribuir a  salvar al país de una  cuestión  que afecta  su  seguridad nacional?
Entonces, no  hay nada que temer. Lo que hay que estar convencidos  de si  se  está o no haciendo revolución. Y  de que  no se está solo en estas batallas.
Es que cuando nuestros medios no informan sobre  lo que está ocurriendo internamente, el pueblo esta ignorante de lo que  acontece   en su propio país y los revolucionarios, intelectuales  o no, que quieren  defender a la revolución,  están  en desventaja  ante los que la atacan, haciendo el papel de verdaderos  “tontos ” por carecer de la información.
Además,  que sepamos, si no es pura demagogia,  y estamos seguros  de que no lo es, los medios en Cuba,  no son propiedad privada de nadie.


Octubre  6 del 2012
 

domingo, 23 de septiembre de 2012

UNA VEZ MÁS SOBRE LA LLAMADA CORRUPCION DE POCA MONTA.


ESTEBAN MORALES.
UNEAC.

Hace  unos días escribí un artículo que titule “A los amigos de siempre”, replicado en Cubarte y Havana Times  hasta ahora.
Trate  entonces de la llamada corrupción, “de poca monta”, que de poca no tiene un pelo, porque por ese  vertedero  se van millones y millones de pesos a la economía del país, que no van a parar al comercio normal. Donde todos tendríamos el derecho para  adquirir las mercancías con nuestro dinero. 
No se trata del simple robo, cuando circunstancialmente un ciudadano se apropia de lo  que no le pertenece. Sino de una práctica,  en la que el individuo o funcionario,   apoyándose en la posición desde la cual debiera defender los bienes sociales, se vale de ella  para desviarlos  en provecho propio. Por lo que la corrupción no es simple  robo o apropiación, sino un desvió de su  curso  normal   los bienes materiales  de  una sociedad que los crea, distribuye y consume, acorde con las reglas que rigen el sistema  económico  en cuestión. 
Si observamos detenidamente ese artículo que escribimos,  nos podremos percatar, que describí el fenómeno,  las características  de su ocurrencia y  sus múltiples consecuencias, incluso políticas e ideológicas.  Pero no me réferi a sus causas  fundamentales. No quería meterme en esos momentos, como se dice, en “camisa de once varas”, porque sus causas son bien complejas y tocan aspectos que van mucho más allá de la corrupción como tal, para llegar a problemas, que tocan el fondo  de las deficiencias e insuficiencias de un  modelo económico que queremos cambiar.
Se trata además de un fenómeno no exclusivo de nuestro país, pero que en nuestro caso tiene causas particulares, que responden a la situación peculiar  por las que atraviesa la economía cubana.
Nuestra economía ha hecho ya tres restructuraciones estratégicas, que se miden por las veces en que ha roto su nivel de dependencia con la metrópoli que económicamente  la rigió: España, Estados Unidos, URSS. Para encontrarse ahora   la  economía  cubana  en un momento histórico dentro del cual quiere romper definitivamente los ciclos de dependencia, para construir un modelo económico propio, eficiente y sustentable. Por lo que el fenómeno de la corrupción en Cuba, no puede ser separado de ese contexto que hoy vivimos.
Las  causas  fundamentales  de esa corrupción, que ya ha existido antes,  tienen que ver  ahora  con varios asuntos muy importantes, que tocan de lleno a la capacidad de muchas personas, demasiadas hasta hoy, para satisfacer  sus necesidades. Entré otras estas son:
-Existe un llamada pirámide invertida, dentro de la población económicamente activa, que hace que personas sin calificación alguna, al tener un empleo en la economía del dólar y el turismo, reciban salarios, remuneraciones especiales y propinas, que elevan sus posibilidades  de ingreso, de un modo que no es  factible  para ningún trabajador de la economía estatal, tenga el nivel de calificación que tenga. Un maletero, un chofer de taxi, un trabajador de servicio recibe   ingresos,  en  moneda libremente convertible,  que multiplica varias veces  el salario de un trabajador de la economía estatal. Incluso  comparado   con   empleos de muy alta calificación, como médicos, profesores universitarios,  especialistas de   alta  calificación, investigadores, etc.
- La confusión, no solo teórica, entre propiedad social y propiedad estatal  en  estos años, ha provocado que los trabajadores no reaccionen ante  los medios de producción  como de su propiedad  y los cuadros estatales manejen los medios de producción como  si los pudieran usufructuar en beneficio propio. Lo que ha tomado la expresión popular  de que “Todo  es de todos y nada es de nadie”.
-Muchas personas que ostentan cargos, incluso dentro de la economía estatal, pueden ser  cargos de poco rango y remuneración, pero que tienen acceso a la distribución de determinados bienes materiales, utilizan su posición dirigente para equilibrar sus ingresos por medio del desvió de recursos. Creándose una red, dentro de la cual, dirigentes de diferentes actividades intercambian favores y   privilegios de acceso a bienes materiales cuyo costo no pesa sobre sus ingresos personales. Esta actividad deviene en un tipo de corrupción que penetra incluso a las organizaciones políticas y de masas en los centros de trabajo.
-Trabajadores de muy bajo salario, en cualquier actividad estatal, privada o semiprivada, de  cualquier sector laboral,   practican el hurto continuado,  no pocas veces con la aceptación implícita de sus propios  dirigentes, los que también se benefician de ello. Creándose un mecanismo de indisciplina permanente en el manejo de los  bienes   pertenecientes a la sociedad.
-En nuestro caso hay un desfase  entre el nivel  salarial  y el de los precios, donde estos últimos  continúan altos o en algunas ocasiones suben, incluso de manera sorpresiva,  mientras que los salarios permanecen estancados.
- Tampoco es posible esperar que a más trabajo corresponda mas salario. Existiendo además, una  incapacidad total por parte de la masa  trabajadora   para presionar sobre el nivel de los salarios, ni una reacción adecuada por parte de la  organización obrera para evitar las presiones sobre el ingreso de los trabajadores.
-La existencia de la doble moneda mantiene en permanente desventaja a las personas que no la poseen. Sobre todo si tomamos en consideración que existen productos de primera necesidad que solo pueden ser adquiridos en moneda libremente convertible. Que son todos, los de primera necesidad, que se reciben normados, pero en cantidades tan  limitadas que no satisfacen las necesidades mínimas de la población  que más los requiere.
Luego, la causa fundamental de esa corrupción de “poca monta” esta dentro del funcionamiento mismo   de nuestra propia economía. La cual no es capaz de satisfacer las necesidades del  nivel de salarios necesarios, ni de precios, en los productos que se venden libremente, para satisfacer las necesidades de la masa fundamental de la población, que por demás, no tiene acceso a la moneda libremente convertible .Las consecuencias de esta realidad son múltiples y no solo provocan corrupción, sino también, otras  deformaciones sociales. 
Tal situación antes  analizada, es la que explica que se trate de un fenómeno tan extendido, aunque no podemos decir  que abarque a toda la población. Primero porque hay personas que no necesitan de esa práctica,  mientras que  otras  por razones éticas y morales tampoco la realizan. Aunque el fenómeno marca tendencias que de no ser controladas y resueltas por el mecanismo económico pueden generar  el deterioro moral a nivel de toda la sociedad. 
El control legal y económico  no es suficiente, ya que  estos  solo ayudan  un poco reprimiendo la práctica delictiva. En realidad la única solución posible está en la existencia de un modelo económico eficiente y sustentable, que imponga los límites, por medio de convertir a la corrupción solo en una negativa práctica desde el punto de vista moral, ofreciendo las  bases   que la eliminarían  como un fenómeno,   en  cierto modo justificable,  por  causas  de supervivencia material. Es decir, la insatisfacción de las necesidades  de la población en términos masivos genera esa corrupción  que practican muchas personas. No se trata del enriquecimiento ilícito,  practicado por dirigentes estatales de alto y medio nivel, que persiguen un determinado  tipo de acumulación. Ya  que  estos últimos, en realidad,  no roban por necesidades inmediatas apremiantes,  dado que  esas por lo general las tienen resueltas, sino para enriquecerse.
Este tipo de corrupción, ni ninguna otra,  en nuestra percepción,  podría eliminarse totalmente, solo sería posible reducirla al mínimo,  después de una larga lucha que es fundamentalmente de construcción económica, arrinconándola,  hasta convertirla en un delito común,  que la sociedad con toda la razón y sin aceptar moralmente  ningún tipo de justificación podría combatir.

Septiembre 20 del 2012.

domingo, 11 de julio de 2010

EL MISTERIO DE LA SANTISIMA TRINIDAD: CORRUPCION, BUROCRATISMO, CONTRARREVOLUCION.

De: Dr.C. Esteban Miguel Morales Domínguez.
Cuba.

Escenario de Enfrentamiento

Ningún proceso revolucionario verdadero y el cubano lo es, puede ser liquidado desde afuera, hay que metérsele a fondo para lograrlo. Las fuerzas llamadas a consumar esa tarea deben entonces brotar desde adentro .A la URSS, en lo fundamental, no la venció el imperialismo, más bien, hizo implosión.

En el período 1986-1994, la política norteamericana, cambia de foco e insiste con particular agudeza en que se generen ciertas condiciones negativas al interior de Cuba. George Bush no lo hacía de manera inteligente, cuando imponía restricciones que provocaban el rechazo no solo del gobierno cubano, sino también de la mayoría de su población y ayudaba a unir más al pueblo de Cuba con su gobierno.

Bush cometió varios errores en su política hacia la Isla, no sólo por su discurso demasiado agresivo y estridente, sino especialmente porque puso en práctica medidas que afectaban directa y visiblemente al ciudadano cubano, enajenándose así, a potenciales aliados dentro de la sociedad civil de la Isla y liquidando la posibilidad de crear una plataforma común de intereses de las familias cubanas de ambos lados del Estrecho de La Florida.

Obama trata de invertir la ecuación, utilizando el bloqueo como un puñal de doble filo, dividiéndolo en dos partes y moviendo cada una de ellas simultáneamente, en sentidos completamente opuestos; una parte en dirección a su eliminación y otra, a su agudización. La tesis de que Obama había “partido en dos” el bloqueo, esgrimida por mí, desde principios del año 2009, se confirma cada vez más y puede decirse, por lo tanto, que cada parte del bloqueo se mueve actualmente en sentidos opuestos. Es decir, que continúa, como sus predecesores, utilizando el bloqueo como instrumento de presión, pero diferencia a sus receptores y esgrime sus herramientas, según a quienes vayan dirigidas las acciones

La parte del bloqueo, que afecta directamente al ciudadano común y la que éstos perciben más fácil y rápidamente , Obama la ha suavizado, levantando las restricciones a las remesas y los viajes, aumentando los vuelos entre ambos países, ampliando los puertos de salida y entrada, incrementando el contenido y el valor de los paquetes que pueden ser enviados a Cuba desde Estados Unidos, rompiendo con la restricción en la denominación de “familia” que había impuesto Bush, aumentando el gasto autorizado a los cubanos americanos que viajan a Cuba y además, facilitándole a los cubanos residentes en la Isla, el pago de los servicios de Internet y telefonía celular por los familiares residentes en Estados Unidos.

La otra parte del bloqueo, que es menos visible al ciudadano común, porque su afectación es indirecta, a través de múltiples mediaciones y con la que tiene que cargar el gobierno cubano, sus medidas se mantienen y recrudecen; continúan las presiones sobre las empresas que comercian con Cuba, las multas a los bancos, la persecución a los que viajan sin licencias a Cuba, las condiciones de compras al contado con pago en efectivo y antes de que las mercancías lleguen a Cuba, prohibición de créditos, las restricciones de viaje a los ciudadanos norteamericanos, así como también la llamada lista negra, en la que se incluye a los barcos que han tocado puertos cubanos, a no tocar puertos norteamericanos pasados 180 días, más otras medidas que harían excesivo este listado. Mientras, Obama continúa manteniendo los condicionamientos políticos para una mejora de las relaciones entre ambos países.

Sin embargo, Obama también mantiene las conversaciones en la Base naval de Guantánamo, negocia con Cuba la posible colaboración médica en Haití, conversa sobre migración, negocia el correo, y “juega al zorro”, dejando sobre la mesa otros posibles temas de conversación. Como dijo en la campaña, está conversando con Cuba, aunque hasta ahora, sólo sobre asuntos puntuales, mientras hace silencio frente a múltiples proposiciones cubanas, que pudieran ser sometidos a negociación.

Esas diferencias entre el trato dispensado al ciudadano común y el trato al gobierno, no busca sino, entre otras cosas, enfrentarlos a ambos .Es decir, tratar de que cuando el gobierno, más conciente y vigilante de algunos peligros, se oponga a alguna de las medidas, se genere descontento en la población. Esta nueva táctica no es fácil de contrarrestar, porque Obama utiliza “el garrote y la zanahoria” de manera inteligente, como nadie lo había hecho hasta ahora.

Obama esta jugando con la realidad de que la conciencia revolucionaria, o simplemente patriótico-ciudadana, no es la misma para todos los cubanos. Unos, los más conscientes, saben que el bloqueo va en contra de nuestra soberanía, nuestra dignidad, identidad e independencia; pero también existen otros, a los que eso no les importa mucho o casi nada. Por tanto, las medidas mercantilistas, no debemos simplemente descalificarlas como inútiles en la partición en dos del bloqueo que está haciendo Obama, porque ésta tiene un potencial impacto moral negativo en parte de nuestra población , entre la que cuenta con adeptos, especialmente entre aquellos que no hacen la menor valoración política y que a veces, aun siendo revolucionarios, simplemente, son ingenuos respecto a lo que esas medidas significan para el país.

Nuestro pueblo, incluso, nuestra masa revolucionaria, es hoy mas heterogénea que nunca y Obama sabe que la verdadera contrarrevolución hay que construirla a partir de un pueblo ansioso, cansado, inconforme, cercado por necesidades a las que no haya solución inmediata. Por eso su mano flexible

El escenario en que Cuba debe enfrentar ahora la política norteamericana esta cambiando, sin que podamos precisar con exactitud a que velocidad lo está haciendo, aunque sabemos, que Obama es persistente y trata de mantener las simpatías con que se recibió por gran parte del pueblo cubano, su elección, mediante la adopción de medidas que embellecen su imagen y argumentando, cínicamente, que es el gobierno cubano el que no quiere el acercamiento con Estados Unidos.

La Secretaria de Estado Hilary Clinton, por su parte, ha llegado a decir, recientemente, que los “hermanos Castro” no quieren que Estados Unidos levante el bloqueo, porque pierden su plataforma política de control interno.

Entonces, la política de Obama, podemos decir, que ahora se despliega en cuatro frentes fundamentales:
- Se apoya fuertemente, como instrumento fundamental, en tratar de subvertir la situación interna. Basándose en una toma objetiva de las dificultades reales que Cuba tiene hoy.
- Sigue instando a sus aliados al acompañamiento de la política norteamericana en las presiones internacionales sobre Cuba.
- Continúa manteniendo a Cuba en todas las listas: terrorismo, derechos humanos, país no democrático, narcotráfico, maltrato y prostitucion infantil, etc.
- Trata de promover interlocutores viables, que le permitan liderar desde las sombras un potencial dialogo con Cuba.
Asunto este último al que pienso es necesario prestar una atención especial en los últimos tiempos.
Cuba tiene hoy incomparablemente muchos más amigos a nivel internacional, que hace veinte años atrás. Además, cuenta ahora con una situación favorable en su entorno internacional, político, económico e ideológico inmediato, como no la había tenido en los últimos cincuenta años. Pero como sabemos, las fuerzas de cualquier país para enfrentar los retos, no surgen a partir de tener muchos defensores en el exterior, sino a partir de sus fortalezas internas. El entorno internacional puede contribuir mucho a potenciar las capacidades del país pero, en última instancia, aun esas mismas capacidades, vistas de conjunto, dependen de la dinámica de la situación interna.

Los enemigos siempre han estado atentos a la búsqueda o aprovechamiento de un contexto, en el que Cuba esté ofreciendo oportunidades para desestabilizarla internamente. Es que nuestros adversarios, ahora más inteligentes, no operan con simples mentiras, ni tampoco con tontas sobredimensiones de nuestra realidades negativas, sino con nuestras dificultades internas reales y con los espacios que a veces los revolucionarios cubanos dejamos en blanco, en temas de nuestra realidad, a los cuales no siempre les prestamos la atención que merecen.

Pero, precisamente ahora también, la dinámica interna del país, especialmente económica y financiera, no nos ayuda, para potenciar esa situación favorable que se nos presenta en el orden externo, y a terminar de dar el salto hacia la sostenibilidad, que ya no es sólo económica ni militar, sino también política. Nuestra situación no parece ser nada cómoda, mas bien, es bastante difícil, sobre todo la financiera.

La situación política que Cuba atraviesa hoy, tiene su origen en problemas internos y no se debe ni a la disidencia contrarrevolucionaria, ni a los ataque mediáticos externos, cuyos impactos negativos no son suficientes para desestabilizarnos. Sino a nuestras propias dificultades y deficiencias, ligadas fundamentalmente, al deterioro de la economía, al descontrol, a las ilegalidades, al mercado negro y a la corrupción, sin que aun hayamos logrado concretar las soluciones en gran escala que necesitamos para revertir la situación.

Todo ello, ha tornado la dinámica social actual como más difícil que la vivida durante el llamado periodo especial, en que la crisis, aunque profunda, estaba circunscrita al marco económico. Ahora sin embargo, se observa un deterioro de la situación social y política como nunca antes se había visto. Evidencia de esto es que, en mi opinión, el último Primero de Mayo ha sido el peor de toda la historia revolucionaria, ya que la asistencia al desfile fue muy inferior a la acostumbrada, muchas personas retornaban de la Plaza de la Revolución, antes de que comenzara el desfile y se observaron grandes claros en la marcha, así como bloques poco compactos y algo inédito, como carteles que manifestaban consignas, que aunque no eran contrarrevolucionarias, no habían sido orientadas por nuestra CTC.

Pienso que la clave de todos nuestros problemas está en que nuestra economía manifiesta una incongruencia muy seria, entre la actividad laboral, el nivel de los salarios que se reciben y los precios de los productos, a veces inaccesibles, lo que provoca un insuficiente nivel de satisfacción de las necesidades apremiantes de la vida cotidiana, para una gran masa de la población y que se refleja en todo el resto de las relaciones sociales y la convivencia diaria.

Sería ingenuo siquiera imaginar que esas realidades negativas las observamos sólo los cubanos de adentro. Nuestros enemigos de adentro y de afuera también las observan y más que observarlas, las registran continuamente, tratando siempre de tergiversarlas y magnificarlas.

Sólo que ahora esa observación la hacen de modo más inteligente, con elementos de modernización y tecnología, gran sentido de urgencia oportunista y una administración norteamericana que incrementa su apoyo descarado a la llamada disidencia, la abastece financieramente y tratan de crearles un ambiente político interno favorable a sus intenciones.

Cuba ha mostrado, más de una vez, su capacidad para elevarse sobre cualquier situación, por difícil que ésta haya sido y para desacreditar cualquier campaña que se haga contra ella. Pero la razón no basta, tampoco la buena voluntad, ni los discursos, hay que hacerse acompañar de la fuerza y esa fuerza sólo está en que el pueblo sienta, como sólida realidad de todos los días, que mientras combate contra la ideología enemiga y contra nuestras propias insuficiencias, los problemas que le aquejan, en su vida cotidiana, también se van resolviendo. De lo contrario, ese pueblo no estaría en las mejores condiciones para ningún tipo de enfrentamiento político.

Es necesario tomar en consideración, que nuestro pueblo no es ya una fuerza revolucionaria compacta y homogénea, como la de los primeros años de la Revolución. Lo cual se expresa, sobre todo, en disímiles grados de consolidación de la relación entre conciencia social y conciencia individual, entre lo colectivo y lo personal. Asunto este sobre el cual volveremos mas adelante.

Es hora ya, de que nuestro Gobierno acabe de poner en práctica las medidas que se están analizando y que la población comience a sentir que la relativa quietud, que ha caracterizado nuestra situación, en los últimos mas de tres años, va dando paso al movimiento. Que comenzamos a salir de la inercia, que en definitiva, es más dañina políticamente que la “premura”. Porque el pueblo ha admitido siempre mejor la rectificación de errores que la carencia de acciones para cambiar una situación.

Es que a pesar de lo complejo de la situación y de lo peligroso que puede ser apresurarse, la población no entiende por qué, en medio de una situación tan crítica, ya no hayan sido tomadas las medidas necesarias para revertirla. Tan confusa situación ha dado lugar a especulaciones de la población, especialmente a aquellas que atribuyen la falta de medidas al hecho de que dentro de la máxima dirección del país existen contradicciones sobre qué hacer. Ello y no la prudencia es la explicación que la gente encuentra de que ya no se este actuando como se espera.

Raúl ha llamado en varias ocasiones a no apresurarse, llegando a decir que la impaciencia es producto del desconocimiento sobre lo compleja que es la situación. Esta es una afirmación que considero políticamente desafortunada, porque tiende a dar la impresión de que no hay conciencia en el gobierno de las privaciones que sufre la población y porque el propio Cro. Raúl, por ejemplo, en el discurso del VIII Congreso de la UJC, habló de la inmensa gravedad de problemas, que amenazan con tragarse a la Revolución. Fue en este discurso, que hizo referencia al dramático asunto del millón de trabajadores sobrantes.

Ese es el contexto en el que la corrupción agrava las cosas, al agregar, sobre las dificultades ya existentes, una imagen de que a partir de las posiciones que ostentan algunos por sus cargos, en la estructura estatal y de gobierno, se roba, malversa y se vive por encima de las posibilidades. En cada barrio se sabe quienes son los corruptos, quienes tienen privilegios inadmisibles, quienes viven por encima de sus sueldos, quienes no padecen lo que de común esta padeciendo la gente del pueblo.

Corrupción y Contrarrevolución

La corrupción mina la confianza del pueblo en los dirigentes, en las instituciones y crea el ambiente moral que permite a la contrarrevolución avanzar. Constituye el mayor peligro interno que tenemos actualmente porque provoca un deterioro moral y político- ideológico, que produce o va generando, dentro de la población, la desconfianza en los dirigentes, facilita el terreno, el ambiente moral y político, para que la contrarrevolución avance.

El beneficio monetario, el amiguismo, la corruptela, el favoritismo, el nepotismo, la vida fácil, son factores que conducen a las concesiones políticas inconvenientes, es decir, contrarrevolucionarias. Por medio del funcionario corrupto, el enemigo puede penetrar al gobierno y al estado e incluso, al Partido.

La corrupción, forja un ambiente, que en nuestro caso, ya en parte existe, aunque no sin retroceso (algunos la consideran generalizada, yo no) dentro del cual, el individuo pierde valores, poniéndolo en condiciones de aceptar aquellas variantes de comportamiento que sustentan de manera prioritaria, la comodidad, el privilegio no ganado, y el beneficio personal. Otro es el daño que hace que muchos revolucionarios se sientan incapaces de cambiar la situación y entonces, bajan la guardia. Adoptando la posición de “no buscarse problemas, no coger lucha “.

La corrupción es una enfermedad social, altamente contagiosa, que nadie ha resuelto hasta ahora, por lo que debemos evitar que esta se propague, como irremediablemente ha ocurrido en otros lugares. Es necesario reconocer que la lucha contra la corrupción es parte de la lucha de clases dentro de la revolución, (porque son en ultima instancia los corruptos los que se benefician y los obreros y trabajadores los que se perjudican, aunque ellos también participen) el asunto no se va a resolver.

Pero los verdaderos corruptos no son los que venden leche en polvo, ni siquiera los que venden bienes duraderos a las mismas puertas de los supermercados, sino los que desde sus cargos en el gobierno y en el estado, controlan y abren los almacenes.

Son esos, los que debemos remover de los cargos estatales, pues son los que de verdad manejan los recursos del estado y las posiciones cómodas, que a veces les facilitan a sus amigos. ¿O de donde salen los colchones, televisores, aires acondicionados y otros productos duraderos, que se vocean y venden a las mismas puertas de las Shoppings?, ¿de donde salen esos productos, duraderos¿ Se trata del propio funcionario estatal corrompiendo hacia abajo. Porque nadie importa esos productos, ni compra la leche en polvo en el exterior, ni disfruta del poder como ellos, de abrirles los almacenes a los delincuentes.

Está demostrado que la disidencia no tiene arraigo en el pueblo, que es en general revolucionario y antiimperialista o antiyanki al menos. Pero ese mismo pueblo, que la disidencia no logra mover ahora, si se ve afectado por un ambiente de corrupción, desconfianza en la dirección del país e inmoralidades en el manejo de sus recursos (porque los recursos son del pueblo, y eso no es solo discurso) en medio de un ambiente de crisis económica, no superado, se desmoraliza y aflojan su resistencia en el combate político a la disidencia, la cual se aprovecharía muy bien de ello dentro de ese tipo de ambiente social. Por eso, como fundamento en mi artículo, digo que, sin considerar no importante a la disidencia, es ahora la corrupción la verdadera contrarrevolución.

Son los revolucionarios los primeros preocupados con esto. Luego entonces, ¿Quien favorece de manera más directa e inmediata a la contrarrevolución? La disidencia o la corrupción?
Fidel dijo, que nosotros mismo podíamos destruir a la revolución. ¿Por que lo dijo, por qué hizo una declaración tan dramática que no se había hecho nunca? ¿Estaría pensando en la corrupción también? ¿Cuales son esas fuerzas que están dentro de nosotros mismos y que pudieran acabar con la Revolución? Creo que debemos haber pensado en eso. Fidel habló de revolucionarios destruyendo a la Revolución, es decir, que dentro de la propia Revolución podía estar la fuerza que la destruiría. ¿Se puede vivir tranquilo con esa premonición, de quien nos conoce mejor que nosotros mismos?

Mi artículo, La corrupción ¿ La verdadera contrarrevolución? no pretendía desviar la atención de la cuestión de la disidencia, ni de la campaña mediática contra Cuba, sino que simplemente no le otorgaba a esos asuntos la primera prioridad, y centraba su interés en lo que considero lo fundamental ahora: la corrupción y la política de Obama hacia Cuba, que se dan la mano en algún punto, que aun no identificamos plenamente, pero que nos inclinamos a pensar que esta en alimentar la corrupción y seguirle creando un ambiente de silencio para que avance. ¿No nos parece sintomático, que la corrupción no ocupe un lugar destacado entre las críticas de Estados Unidos contra Cuba? No se le menciona.

Algunos consideran que de la corrupción no se debe hablar, que hay que ocultarla, porque nos afea la cara y porque el enemigo puede utilizarla como argumento contra la revolución y entonces apoyan que no se brinde información necesaria a los que sufren el problema. Escogen el erróneo trillo de" taparle la bola a la gente". Eso es pura paranoia, el enemigo más inteligente, y ahora lo son, no se apoya en simples mentiras, sino en la sobredimension de nuestros problemas reales y en las páginas que nosotros dejamos en blanco. En los temas de nuestra realidad que regalamos, para que después nos vengan de rebote. Los temas no se regalan, dejándolos que se conviertan en instrumentos de una diplomacia agresiva contra nosotros, o permitiendo que otros hagan su historia, dándoles la posibilidad de que te digan como o es el presente y te diseñen el futuro.

Siempre será mejor, reconocer nuestros males y deficiencias nosotros mismos, porque es el silencio sobre ellas lo que más daño nos puede hacer. Aunque los enemigos puedan tomar nuestras palabras para tergiversarlas y sacar provecho de ellas, eso no es lo más importante. Dejarle nuestros temas al enemigo, es quedar como tontos y de eso el enemigo si se aprovecha muy bien y toma ventaja.

Raúl dijo: “No vamos a dejar de escuchar la opinión honesta de cada cual, que tan útil y necesaria resulta, por la algarabía que se arma, a veces bastante ridícula, cada vez que un ciudadano de nuestro país dice algo a lo que esos mismos promotores del espectáculo no harían el menor caso, si lo escucharan en otro lugar del planeta “(Raúl Castro Ruz, Y a trabajar duro… citado por Carlos Alzugaray, Revista Temas, No. 60, p. 44).



¿COMO COMBATIR A LA CORRUPCION?

Me atrevería modestamente a sugerir, que hay que declararle la guerra campal a la corrupción, con todas las fuerzas revolucionarias organizadas, discutiendo y actuando. Crear una situación en que los corruptos sepan que no van a tener cuartel, que cualquiera los puede denunciar y que los tribunales van a funcionar rápido y que le darán cuenta al pueblo de su actuación diaria. Que las denuncias pueden ser anónimas, aunque ello se pueda prestar para dirimir cuestiones personales .No importa, más adelante eso se arregla.

No debemos temerle a que se afecte la unidad, ¿que unidad? Si en definitiva, la corrupcion es un parteaguas clasista, los que queden de su lado, son enemigos del socialismo y de los trabajadores. La unidad con ese tipo de gente, aunque algunos simulen y se digan revolucionarios, no es posible. Por muy cerca que estén al lado de la revolución, por mucho que se esfuercen en parecer revolucionarios, los corruptos están del lado enemigo, no pertenecen a nuestras filas .No se puede en eso, perder el espíritu de clase. Porque cuando se pierde el espíritu de clase se pierde todo.

En realidad, por otro lado, no tiene mucho sentido hablar de corrupción si aunque sea no mencionamos al burocratismo. Ese mal que es su hermano gemelo y que tiende a darle cobertura. Según dice el Cro. Jorge G. Barata y yo lo comparto, siempre que se le pregunte a la burocracia ¿como combatir la corrupción? Dirá que con más controles, papeles, modelos e inspecciones. Esos no son más que simples instrumentos de trabajo, pero no la esencia del problema que se afronta con la corrupción
.
La corrupción no es un problema administrativo, ni solo de modelos o controles, la corrupción es, en primer lugar, un problema político y como tal, en principio, se le debe atacar. No es el aparato burocrático, por muy eficiente que pueda parecer, el que primero nos va a defender de la corrupción, sino la acción directa del Partido. No es el aparato burocrático, porque en ningún lugar ha logrado acabar con la corrupción. Nosotros tenemos algo mas poderoso, el Partido.

Pero todo el Partido; si se les exige a las organizaciones de base del Partido circunscribirse solo a su radio de acción, los niveles superiores reciben una información, que sumada, es total, pero los núcleos no, lo que les impide proyectarse con un sentido global del problema. Además, impide que las organizaciones de base del Partido se proyecten críticamente hacia arriba, lo cual es también muy importante en términos del control de la actividad de los órganos superiores por los de la base.

Lo más importante del Partido, es su militancia, no los órganos de dirección a ningún nivel. Esa deformación costó muy caro en la URSS. Al final, no pocos directores de conglomerados industriales, aparecieron como propietarios privados de lo mismo que dirigían y no pocos dirigentes del Partido pasaron a formar parte de los nuevos ricos. La militancia, encerrada como un “rebaño” dentro de sus núcleos, no pudieron hacer nada para impedirlo. ¿Acaso pensamos que a nosotros en Cuba no podría ocurrirnos lo mismo?

Por eso pienso que el Partido tiene que hacer un pronunciamiento sobre la corrupción, abierto, fuerte, agresivo, amplio, transparente, que ponga a temblar a los corruptos donde quiera que estén, que les eche el pueblo encima y declare cosas, tales como: “no habrá intocables”, “no habrá perdón con los que atenten contra los bienes del pueblo”, “el castigo será fuerte y ejemplar”. En China los fusilan de manera casi inmediata, ¿porque no? En Cuba, después de fusilar a un Héroe de la República, lo cual fue un verdadero trauma político y lo continúa siendo, ¿A quién no es posible fusilar, o ponerlo en la cárcel de por vida?

Que tal pronunciamiento pueda dar señales al enemigo de lo grave que es el problema de la corrupción, no debe detenernos; porque no es el enemigo el que va a venir a resolverla, somos los revolucionarios cubanos.

Cuando lo del narcotráfico no se tuvo esa consideración, el que la divulgación de ese proceso podría darle armas al enemigo y se discutió todo; los juicios fueron públicos.
El enemigo, todo lo contrario, quisiera que los verdaderos revolucionarios no se percatasen de lo grave que es ese problema y cualquier problema. En realidad, el enemigo debe saber que en Cuba conocemos a fondo la gravedad del asunto y que estamos actuando con todas las fuerzas en su contra. Como hicimos cuando lo del narcotráfico, repito. Lo cual quedo exhaustivamente reflejado en materiales escritos.

Y para eso, además de tener el Partido y las organizaciones, contamos también con un ejército de intelectuales revolucionarios y preparados, a los que debemos siempre mantener lo más informados posible, para que estén en condiciones de reaccionar a tiempo y de manera eficiente.

Pero si ante un artículo, como “Corrupción: ¿la verdadera contrarrevolución?, lo que se hace es someter al autor a un proceso de sanción y separarlo de las filas del Partido, sin tener en cuenta su historial de sostenida e incondicional fidelidad a la Revolución por más de 50 años, buscando con ello, al parecer, dar un escarmiento, se hace daño al Partido y al país. Porque se trasmite un mensaje a la intelectualidad revolucionaria, a la masa partidaria y a la izquierda en general, de que el Partido va a ser implacable con quien considere que se equivocó, aunque haya sido de buena fe y que es preferible quedarse callado, practicando el oportunismo y haciéndole el juego a lo mal hecho. Lo cual, en mi modesta opinión, no tiene nada que ver con lo que debe ser el espíritu crítico, que debe primar en un Partido como el nuestro, ni lo que la situación interna actual requiere.

Es que de manera lamentable, entre nosotros, parece predominar la idea de que el único objetivo de un debate es convencer a los ciudadanos, sea cual sea su posición, de que el curso de acción trazado por las instancias superiores, en un determinado momento, es el único verdaderamente revolucionario, por lo que toda critica o disidencia surge de la confusión ideológica, la ingenuidad, o peor, de actitudes antirrevolucionarias.

Pensamos, que lo que hay es que acabar de enrumbar el camino de los cambios necesarios; terminar de quitarnos de encima los lastres burocráticos y los esquematismos que nos frenan, darle, como hemos dicho, la guerra sin cuartel a la corrupción, terminar de poner a la economía en el carril del crecimiento y veremos entonces, que ni dos Obama al mismo tiempo y toda la derecha contrarrevolucionaria, van a poder con la Cuba que hizo esta Revolución.



Julio 10 del 2010.